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Departamento de Ingeniería Química

Cátedra: Control Automático de Procesos


Titular: Ing. Susana Bernasconi
Medición De Temperatura
JTP: Ing. Juan Nuñez Mcleod
Ayudante: Melisa Gómez

Introducción
1
La medida de la temperatura es una de las más comunes e importante en los procesos industriales. Las
limitaciones del sistema de medida quedan definidas en cada tipo de aplicación por: precisión, velocidad de
captación de la temperatura, la distancia entre el elemento de medida y el aparato receptor y por el tipo de
instrumento indicador, registrador o controlador necesarios.
Los instrumentos de temperatura empleados comúnmente en los procesos industriales son los termómetros,
termopares y pirómetros.

Los termómetros de mercurio o bimetálicos son adecuados para una indicación local de la temperatura, su
precisión es del orden del ±1%.
Los termómetros de bulbo y capilar consisten en un bulbo, un capilar y un sistema térmico rellenos de
mercurio, líquido o gas. Se utilizan para medidas locales. Su precisión es del ±1%.
Los termómetros de resistencia consisten en un hilo muy fino de un conductor, usualmente platino, que
presenta una resistencia que depende linealmente de la temperatura. En el caso del platino, su valor es del 100Ω a
0ºC. Esta resistencia se mide con un puente de Wheatstone (formando parte o no de un sensor piezorresistivo) en
conjuntos denominados de dos, de tres o de cuatro hilos. Los circuitos de dos hilos unen directamente los dos
bornes de la sonda a uno de los dos brazos del puente, por lo que la longitud del cable de conexión entre la sonda
y el receptor influye en la precisión de la lectura.

En el montaje de tres hilos esta influencia es compensada, ya que dos de los tres hilos que unen la sonda
de resistencia al puente se encuentran en brazos opuestos del puente.
El termopar consiste en un circuito formado por dos metales diferentes cuyas uniones se mantienen a
distinta temperatura. Se genera así una f.e.m. que depende del tipo de termopar y de la diferencia de temperaturas
entre las dos uniones, la fría o de referencia y la caliente o de medida. Existen diversos tipos de termopares, según
sea la composición de los dos hilos que los forman. Por orden de aplicación de temperaturas de menor a mayor se
utilizan normalmente los de cobre-constantan (tipo T), los de hierro-constantan (tipo J), los de cromel-alumel (tipo
K) y los de platino-rodio (tipos R o S). Las temperaturas de aplicación abarcan desde -200ºC a +260ºC en el tipo T
hasta 1.500ºC en el tipo S.
La relación f.e.m.-temperatura del termopar no es lineal, por lo que las escalas de los instrumentos de
temperatura cuyo elemento es el termopar, dependen de cada tipo de elemento. No obstante, existen instrumentos
que linealizan las lecturas con el fin de que en el panel de control puedan utilizarse escalas lineales. Estos
instrumentos linealizadores utilizan microprocesadores y, por hardware o por software, consiguen la transformación
de las lecturas a señales lineales.
Los instrumentos receptores consisten en circuitos galvanométricos o bien potenciométricos.
Los circuitos galvanométricos disponen de una bobina móvil situada entre los dos polos de un imán
permanente, que es desviada al pasar a su través la corriente producida en el circuito cerrado del termopar. El
problema que presenta el circuito galvanométrico, que esta bien resuelto por los fabricantes, es la falta de potencia
del conjunto bobina móvil-imán permanente.
Los circuitos potenciométricos disponen de una fuente de tensión constante que alimenta un circuito
2 formado por dos brazos, con el termopar conectado a uno de ellos. Las variaciones de temperatura del termopar
(que son las del proceso), desequilibran el puente, y el circuito, por su propio diseño, lo mantiene en equilibrio
gracias a un motor que se excita ante cualquier señal de error proveniente del desequilibrio. Como el motor esta
conectado al índice o a la pluma de registro del aparato, el instrumento indicará continuamente la temperatura del
proceso.
Deben compensarse algunos fenómenos que alteran la medida, como son las variaciones de temperatura
de la caja del aparato, que influye en la diferencia de temperaturas del termopar y por lo tanto en la f.e.m. disponi-
ble en el circuito, el riesgo de rotura del termopar o de su circuito, que podrían inutilizar el proceso al quedar, por
ejemplo, las resistencias de calefacción o la válvula de combustible en una posición peligrosa que podría aportar al
sistema más calorías de las necesarias, y el uso de cables de conexión (llamados de compensación) más baratos
que el platino, en instalaciones con termopares tipo R o S.
Esta compensación esta bien resuelta en los instrumentos clásicos. El uso extensivo del microprocesador ha
logrado que estos instrumentos sean más compactos y universales y se presten perfectamente al cambio del
campo de medida o a la conexión a tipos distintos de termopares. Todo ello gracias al software creado por los
fabricantes, que permite al usuario configurar el instrumento para cualesquiera condiciones de escalas, tipos de
termopares, velocidades de registro, colores de las plumas registradoras, etc.
Los pirómetros de radiación captan la energía radiante del cuerpo cuya temperatura desea conocerse, y la
enfocan sobre un elemento sensible, por ejemplo, un conjunto de termopares; estos generan una f.e.m. que, de
forma análoga a la descrita anteriormente, alimenta un circuito galvanométrico o potenciométrico. Presentan el
problema de falta de repetibilidad en las lecturas debido a alteraciones en la energía radiada por el cuerpo o a
absorciones o emisiones parásitas de los gases o humos intercalados entre el cuerpo y el pirómetro. Sin embargo,
si las condiciones de la medida son estables, el proceso se controla en condiciones idénticas, es decir, a iguales
indicaciones del instrumento de temperatura, ya que es más importante este punto que la detección de la
temperatura real del proceso. Los pirómetros de radiación tienen la ventaja de realizar la medida a distancia sin
entrar en contacto con el cuerpo cuya temperatura se está midiendo.
Los instrumentos de temperatura utilizan diversos fenómenos que son influidos por la temperatura y entre
los cuales figuran:
a) variaciones en volumen o en estado de los cuerpos (sólidos, líquidos o gases);
b) variación de resistencia de un conductor (sondas de resistencia);
c) variación de resistencia de un semiconductor (termistores);
d) f.e.m. creada en la unión de dos metales distintos (termopares);
e) intensidad de la radiación total emitida por el cuerpo (pirómetros de radiación);
f) otros fenómenos utilizados en laboratorio (velocidad del sonido en un gas, frecuencia de resonancia de un
cristal...).
A continuación ampliaremos la introducción que hicimos previamente y describiremos los instrumentos que
cierran lazos de control:

Termómetros de resistencia

La medida de temperatura usando sondas de resistencia depende de las características de resistencia en función
de la temperatura que son propias del elemento de detección.
El elemento consiste en un arrollamiento de hilo muy fino conductor bobinado entre capas de material aislante y
protegido con un revestimiento de vidrio o cerámica.
El material que forma el conductor se caracteriza por el llamado «coeficiente de temperatura de resistencia» que
expresa a una temperatura específica, la variación de la resistencia en ohmios del conductor por cada grado que
cambia su temperatura.
La relación entre estos factores puede verse en la expresión lineal siguiente:

Rt = R0. (1+ α.t)


en la que:

R0=resistencia en ohmios a 0ºC Rt = resistencia en ohmios a tºC


α= coeficiente de temperatura de la resistencia cuyo valor entre 0º y 100ºC es de 0,003850Ω.Ω -1.ºC-1 en la Escala
Práctica de Temperaturas Internacional (IPTS-68).
Si la relación resistencia- temperatura no es lineal la ecuación general pasa a:

Rt = R0 [1 + A t + Bt2 + C (t - 100) t3] válida de -200 a 0ºC o bien

Rt = R0. (1 + At + Bt2) válida de 0 a 850ºC

y en la que A, B, C..., son coeficientes de temperatura de la resistencia.


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Los materiales que forman el conductor de la resistencia deben poseer las siguientes características:
1. Alto coeficiente de temperatura de la resistencia ya que de este modo el instrumento de medida será muy
sensible.
2. Alta resistividad, ya que cuanto mayor sea la resistencia a una temperatura dada tanto mayor será la variación
por grado (mayor sensibilidad).
3. Relación lineal resistencia-temperatura.
4. Rigidez y ductilidad, lo que permite realizar los procesos de fabricación de estirado y arrollamiento del conductor
en las bobinas de la sonda, a fin de obtener tamaños pequeños (rapidez de respuesta).
5. Estabilidad de las características durante la vida útil del material.
Los materiales que se usan normalmente en las sondas de resistencia son el platino y el níquel.
El platino es el material más adecuado desde el punto de vista de precisión y de estabilidad pero presenta el
inconveniente de su elevado costo. En general la sonda de resistencia de platino utilizada en la industria tiene una
resistencia de 100 ohmios a 0ºC.
El níquel es más económico que el platino y posee una resistencia más elevada con una mayor variación
por grado, sin embargo, tiene como desventaja la falta de linealidad en su relación resistencia-temperatura y las
variaciones que experimenta su coeficiente de resistencia según los lotes fabricados.
El cobre tiene una variación de resistencia uniforme, es estable y tiene menor costo, pero tiene baja
resistividad.
Las bobinas que llevan arrollado el hilo de resistencia están encapsuladas y situadas dentro de un tubo de
protección o vaina de material adecuado al fluido del proceso (acero, acero inox. 304, acero inox. 316, hastelloy,
monel, etc.). En la figura siguiente pueden verse varios tipos de sondas.

La variación de resistencia de las sondas es medida con un puente de Wheatstone dispuesto en montajes
denominados de dos, tres hilos o cuatro hilos, según sean los hilos de conexión de la sonda de resistencia al
puente. En la figura siguiente pueden verse estos distintos tipos de montaje.
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En el montaje de dos hilos (fig. a) la sonda de resistencia se conecta a uno de los brazos del puente y se
varía R3 hasta que se anula la desviación del galvanómetro. En este instante, se cumple la ecuación:
R1 R2

R3 x
Entonces
R
x = R3 . 2
R1
x: valor de la sonda de resistencia.
Es el montaje más sencillo, pero la desventaja es que la resistencia de los hilos a y b de conexión de la
sonda al puente varía cuando cambia la temperatura, y esta variación falsea la indicación; aunque estos hilos sean
de baja resistencia (gran diámetro) y ésta sea conocida, las longitudes que puede haber en campo entre la sonda y
el panel donde esté el instrumento receptor, añaden una cierta resistencia al brazo de la sonda.
Por esto el montaje de dos hilos se emplea, con resistencias moderadas del hilo de conexión y cuando la
lectura no necesita ser demasiado exacta.
El montaje de tres hilos (fig. b) es el más utilizado en la práctica. En este circuito la sonda está conectada
mediante tres hilos al puente. De este modo, la medida no es afectada por la longitud de los conductores ni por la
temperatura, ya que ésta influye a la vez en dos brazos adyacentes del puente, siendo la única condición que la
resistencia de los hilos a y b sea exactamente la misma.
En efecto, en la figura puede verse que la ecuación correspondiente es:
R1 R2

R3  K a x  K b
y como Ka= Kb, haciendo R2/R1 = 1, R3 puede ajustarse a un valor igual a x para que el galvanómetro no indique
tensión.
El montaje de cuatro hilos (figs. d y e) se utiliza para obtener la mayor precisión posible en la medida, como
es el caso de calibración de patrones de resistencia en laboratorio. Se basa en efectuar dos mediciones de la
resistencia de la sonda combinando las conexiones de modo tal que la sonda pase de un brazo del puente al
adyacente. De este modo se compensan las resistencias desiguales de los hilos de conexión y el valor de la
resistencia equivale al promedio de los valores determinados en las dos mediciones.

https://www.youtube.com/watch?v=CA1SPtFDRX0

TERMISTORES

Los termistores son semiconductores electrónicos con un coeficiente de temperatura de resistencia negativo
de valor elevado, por lo que presentan variaciones rápidas y extremadamente grandes para los cambios
relativamente pequeños en la temperatura. Se fabrican con óxidos de níquel, manganeso, hierro, cobalto, cobre,
magnesio, titanio y otros metales, y están encapsulados.
La relación entre la resistencia del termistor y la temperatura viene dada por la expresión:

 1 1 
  
T T 
  t 0 
Rt= R0. e
en la que:
5 Rt = resistencia en ohmios a la temperatura absoluta Tt.
R0 = resistencia en ohmios a la temperatura absoluta de referencia T0.
β= constante dentro de un intervalo moderado de temperaturas

En la figura siguiente pueden verse las curvas características de dos tipos de materiales de termistores en
comparación con la del platino.

Hay que señalar que para obtener una buena estabilidad en los termistores es necesario envejecerlos
adecuadamente, tal como se indica en la figura 1. Los termistores se conectan a puentes de wheatstone
convencionales o a otros circuitos de medida de resistencia. En intervalos amplios de temperatura, los termistores
tienen características no lineales. Al tener un alto coeficiente de temperatura poseen una mayor sensibilidad que
las sondas de resistencia estudiadas y permiten incluso intervalos de medida de 1ºC (span). Son de pequeño
tamaño y su tiempo de respuesta depende de la capacidad térmica y de la masa del termistor variando de 0,5 a 10
segundos.

Figura 1( Curvas de estabilidad de termistores según el grado de envejecimiento)

La distancia entre el termistor y el instrumento de medida puede ser considerable siempre que el elemento
posea una alta resistencia comparada con la de los cables de unión. La corriente que circula por el termistor a
través del circuito de medida debe ser baja para garantizar que la variación de resistencia del elemento sea debida
exclusivamente a los cambios de temperatura del proceso.
Los termistores encuentran su principal aplicación en la medición, la compensación y el control de
temperatura, y como medidores de temperatura diferencial.
TERMOPARES

El termopar se basa en el efecto descubierto por Seebeck en 1821, de la circulación de una corriente en un
circuito formado por dos metales diferentes cuyas uniones (unión de medida o caliente y unión de referencia o fría)
se mantienen a distinta temperatura.

Esta circulación de corriente obedece a dos efectos termoeléctricos combinados, el efecto Peltier que
provoca la liberación o absorción de calor en la unión de dos metales distintos cuando una corriente circula a
6 través de la unión y el efecto Thomson que consiste en la liberación o absorción de calor cuando una corriente
circula a través de un metal homogéneo en el que existe un gradiente de temperaturas.

PIRÓMETROS DE RADIACIÓN

Los pirómetros de radiación se fundan en la ley de Stefan-Boltzmann, que dice que la intensidad de energía
radiante (en J/s por unidad de área) emitida por la superficie de un cuerpo, aumenta proporcionalmente a la cuarta
potencia de la temperatura absoluta (Kelvin) del cuerpo, es decir, W=E.T4.
Desde el punto de vista de medición de temperaturas industriales, las longitudes de onda térmicas abarcan
desde 0,1 micra para las radiaciones ultravioletas, hasta 12 micras para las radiaciones infrarrojas.

Puede observarse que la radiación visible ocupa un intervalo entre la longitud de onda de 0,45 micras para
el valor violeta hasta 0,70 micras para el rojo.
Los pirómetros de radiación miden, pues, la temperatura de un cuerpo a distancia en función de su
radiación. Los instrumentos que miden la temperatura de un cuerpo en función de la radiación luminosa que éste
emite, se denominan pirómetros ópticos de radiación parcial o pirómetros ópticos y los que miden la temperatura
captando toda o una gran parte de la radiación emitida por el cuerpo, se llaman pirómetros de radiación total.

PIRÓMETROS ÓPTICOS

Los pirómetros ópticos manuales se basan en la desaparición del filamento de una lámpara al compararlo
visualmente con la imagen del objeto enfocado. Pueden ser de dos tipos; a) de corriente variable en la lámpara y
b) de corriente constante en la lámpara
con variación del brillo de la imagen de
la fuente.
En la figura siguiente un
pirómetro óptico de corriente variables
y otro de corriente constante.

Los pirómetros ópticos


automáticos son parecidos a los de
radiación infrarrojos y consisten
esencialmente en un disco rotativo que
modula desfasadas la radiación del objeto y la de una lámpara estándar que inciden en un fototubo multiplicador.
7 Este envía una señal de salida en forma de onda cuadrada de impulsos de corriente continua que
convenientemente acondicionada modifica la corriente de alimentación de la lámpara estándar hasta que coinciden
en brillo la radiación del objeto y la de la lámpara. En este momento, la intensidad de corriente que pasa por la
lámpara es función de la temperatura.
El coeficiente de emisión de energía radiante (medida de la característica relativa del cuerpo para emitir
energía radiante) depende mucho del estado de la superficie del cuerpo emisor; para un metal como el cobre pasa
de 0,10 a 0,85 si el metal perfectamente pulido se recubre bruscamente con una capa de óxido, y lo mismo sucede
con un baño metálico líquido.
El pirómetro dirigido sobre una superficie incandescente no nos dará su temperatura verdadera si la
superficie no es perfectamente negra, es decir, que absorba absolutamente todas las radiaciones y no refleje
ninguna. En los casos generales es preciso hacer una corrección de la temperatura leída (temperatura de brillo S)
para tener en cuenta el valor de absorción (o de emisión ε) de la superficie.

PIRÓMETRO DE INFRARROJOS

El pirómetro de infrarrojos capta la radiación espectral del infrarrojo, invisible al ojo humano, y puede medir
temperaturas menores de 700ºC, supliendo al pirómetro óptico que sólo puede trabajar eficazmente a
temperaturas superiores a 700ºC, donde la radiación visible emitida es significativa.
En la figura siguiente puede verse un esquema del pirómetro de infrarrojos.

Pirómetro de infrarrojos o de radiación total

La lente filtra la radiación infrarroja emitida por el área del objeto examinado y la concentra en un sensor de
temperatura (termopar o termistor). La distancia focal de la lente varía entre 500 y 1500mm. Análogamente al
pirómetro óptico, debe considerarse el coeficiente de emisión del cuerpo. El aparato dispone de un compensador
de emisividad que permite corregir la temperatura leída, no sólo para la pérdida de radiación en cuerpos con
emisividad menos que uno, sino también cuando hay vapores, gases, humos o materiales transparentes que se
interponen en el camino de la radiación. La precisión es del ±3%.

PIRÓMETRO FOTOELÉCTRICO

El pirómetro fotoeléctrico, al tener un detector fotoeléctrico, es mucho más rápido que los sensores térmicos,
pero debe mantenerse refrigerado a muy baja temperatura mediante nitrógeno líquido para reducir el nivel de ruido
eléctrico.
La señal de salida depende de la temperatura instantánea del volumen del detector, por lo que evita los
retardos inherentes al aumento de la temperatura de la masa del detector que existen en los otros modelos de
pirómetros.
Para amplificar la señal, el instrumento interrumpe la misma mediante un disco ranurado a varios cientos de
hertz, con lo que se obtiene una señal de c.a. que puede ser amplificada con un amplificador de c.a. de alta
ganancia.
En aplicaciones de la industria del vidrio, tales como la medición de la temperatura de las gotas de vidrio en
su caída, el instrumento indicaría picos de temperatura y para disminuir la curva de onda en diente de sierra
obtenida se utiliza un integrador electrónico que las reduce prácticamente a una línea casi recta.
Un instrumento de este tipo trabaja con longitudes de onda de 4,8 a 5,6 micras, que dan una mínima
interferencia con el vapor de agua, dióxido de carbono y la luz solar, en el intervalo de 35-540ºC con una constante
de tiempo de 0,2 a 0,5 segundos.
El instrumento con detector fotoeléctrico de uso general tiene un campo de trabajo de 35 a 1200ºC, pudiendo
enfocar desde 1 m hasta el infinito, posee una constante de tiempo de 2,20 o 200ms y una señal de salida de
10mV
El perfeccionamiento de estos instrumentos ha conducido a las cámaras mfrarojas que utilizan un detector
fotoeléctrico de In Sb (indio antimonio) y que exploran la superficie del objeto con un espejo plano oscilante
alrededor de un eje horizontal y un prisma rotativo que gira alrededor de un eje vertical. El aparato produce una
8 imagen de 16 cuadros/segundo y 100 líneas/cuadro con tonalidades de gris que represen tan la distribución de
temperatura del cuerpo.

PIRÓMETROS DE RADIACIÓN TOTAL

El pirómetro de radiación total está formado por una lente de pyrex, sílice o fluoruro de calcio que concentra
la radiación del objeto caliente en una termopila formada por varios termopares de Pt-Pt/Rh, de pequeñas
dimensiones y montados en serie. La radiación está enfocada incidiendo directamente en las uniones calientes de
los termopares. Su reducida masa les hace muy sensibles a pequeñas variaciones de la energía radiante, y,
además muy resistentes a vibraciones o choques. La parte de los termopares expuesta a la radiación está enne-
grecida, para comportarse como un cuerpo negro, aumentado así sus propiedades de absorción de energía, y
proporcionando la f.e.m. máximo.
La f.e.m. que proporciona la termopila depende de la diferencia de temperaturas entre la unión caliente
(radiación procedente del objeto enfocado) y la unión fría. Esta última coincide con la de la caja del pirómetro, es
decir, con la temperatura ambiente. La compensación de ésta se lleva a cabo mediante una resistencia de níquel
conectada en paralelo con los bornes de conexión del pirómetro y colocada en su interior de modo que su
temperatura es siempre igual a la del cuerpo de éste. Al aumentar la temperatura ambiente aumenta el valor de la
resistencia de la bobina de níquel, lo que compensa la pérdida de f.e.m. de la termopila que acompaña el
calentamiento del cuerpo del instrumento. En los bornes de la termopila va conectado un cable de cobre que llega
hasta el instrumento.
La compensación descrita se utiliza para temperaturas ambientes máximas de 120ºC. A mayores
temperaturas se emplean dispositivos de refrigeración por aire o por agua, que disminuyen la temperatura de la
caja en unos 10 a 40ºC por debajo de la temperatura ambiente.
En la medición de bajas temperaturas, la compensación se efectúa utilizando además una resistencia
termostática adicional que mantiene constante la temperatura de la caja en unos 50ºC.

Bibliografía Consultada

 Instrumentación Industrial 6º edición de Dr. Ing. Ind Antonio Creus Solé.


 Control de Procesos Industriales de Dr. Ing. Ind Antonio Creus Solé.
 Apuntes de Clase.
www.youtube.com/watch?v=h2AhibEAno4 reemplazo de cables de compensación por transmisores
https://www.youtube.com/watch?v=CA1SPtFDRX0 (RTD)

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