You are on page 1of 13

160.

CÓMO ESCRIBIR UN RELATO ERÓTICO y no caer en las


zafiedades habituales
CÓMO ESCRIBIR UN RELATO ERÓTICO
y no caer en las zafiedades habituales

Amor y Psique

Por supuesto, estos consejos parten de una óptica totalmente subjetiva. Las personas somos diferentes, y
vivimos nuestra sexualidad de múltiples maneras. Lo que una persona considera excitante, otra puede verlo
asqueroso.

Estas reflexiones fueron motivadas por la visita a cualquier foro de "relatos eróticos" de cuyo nombre no
merece la pena acordarse. Lo que allí se encuentra generalmente supera las peores expectativas: son puras
fantasías porno sin un ápice de imaginación. Realmente es muy triste que se utilice la expresión "relato
erótico" para eso. ¿No lo podrían llamar "letras para inmaduros que quieren masturbarse con lo primero que
pillan", o "escenas sin sentido obscenas", que hasta rima?

Bueno, es problema de la gente contentarse con esas cosas. El caso es que otro tipo de gente como nosotros
no nos contentamos.

Así pues nos dijimos: "¿y si resulta que hay gente con mucho potencial pero que no tiene muy claro cómo
plasmarlo?"; "¿Y si, después de todo, los que entran allí no son sólo salidorros de tres al cuarto, sino gente
que no encuentra lo que está buscando?".

Así que, en un desvergonzado intento de hacer gala de amable colaboración, intentamos reunir unos
parámetros - que ni siquiera hay porque seguir al pie de la letra - que pueden considerarse más o menos
básicos para los que cultiven (o pretendan hacerlo) este género literario.

1. Antes de nada, plantéate si quieres escribir erótica o pornografía. No hay nada de malo en escribir un
relato pornográfico; hay historias muy buenas - y muy excitantes - en las que la línea de separación entre lo
erótico y lo porno se difumina. Es difícil establecer con claridad qué corresponde a cada concepto, y más
ahora, cuando la moral sexual está por suerte cambiando.

Pero en la práctica general, cada cosa tiene sus reglas. El erotismo es delicado y sensual, sugiere más que
muestra, hace metáforas y analiza sentimientos.

Da y pide calidad. La pornografía -"descripción de lo obsceno"- es más instintiva y ruda, muestra todo, utiliza
un lenguaje directo y simplista.

Un sólido hilo argumental (incluido el "argumento" del propio acto sexual) corresponde al erotismo. Cien
orgasmos bestiales entre expresiones como "polla de 30 cm", "se corrió siete veces seguidas en mi boca",
pertenecen al campo de la pornografía (y de la ficción absurda en general)

2. Da a tu historia una base sólida. La experiencia erótica y sexual nunca es igual, como no lo son los
lugares, los participantes o las prácticas que se lleven a cabo. No penséis sólo en quienes van a follar como
robots. ¿Quiénes son esas personas? ¿Qué les lleva a tal situación, y por qué? ¿Cuánto tiempo transcurre en la
historia: minutos, semanas, meses? Todas estas consideraciones previas serán cruciales en la narración.

3. Mantén un tono. ¿Qué queréis decir con la historia? ¿Es el encuentro furtivo entre dos desconocidos que
jamás volverán a verse?, ¿la experiencia solitaria de unos adolescentes?, ¿el tenso triángulo amoroso entre una
mujer, su marido y su amante? ¿ Cuál es la reacción, la actitud, los sentimientos, las dudas y las reflexiones y
sentimientos de los personajes ?

Uno debe buscar el concepto original de su relato: por ejemplo, en estos casos podrían ser la fugacidad del
deseo, la pérdida de la inocencia y la infidelidad. Cada uno de ellos debe ser tratado de una manera distinta,
con lenguajes particulares, utilizando técnicas y recursos tan dispares como el humor, la hipérbole, el flash
back o analepsis, el empleo del diálogo en vez de la descripción...

Asimismo, la creación de climas y ambientes según el significado de la narración es vital.

No es necesario que un simple polvo nos haga reflexionar sobre el sentido último de la existencia.

4. Huye de estereotipos como de la peste. Por favor. La mayoría son sexistas, clasistas y ridículos, cuando
no directamente humillantes, y constituyen un insulto para el lector inteligente.

Regla de oro: jamás toméis la limitada gama del porno comercial como referente.

El manidísimo tema de la "niña buena" dulce y pura que es pervertida, y que se atormenta diciéndose ¡oh qué
guarra soy!, ¡qué sucia!, y sufre todavía más al darse cuenta de que realmente le gusta lo mucho que se la
guarrean, es lo peor. No sólo da la imagen de que todas las mujeres, en el fondo, son unas putas; también va
asociado con el pensamiento de "aunque diga que no, yo sé qué le gusta". Hay que tener un sadismo
exacerbado para disfrutar con esta tortura de la chavala. El sexo es jolgorio, no daño. Además, este argumento
no tiene nada de intrigante: se sabe de antemano que todos acabarán tirándosela.

Las mujeres pueden follar. No sólo están ahí para lucir lencería y ser folladas. Asimismo, el hombre no
empieza y termina en su pene.

No fetichicéis. Penes largos, tetas enormes, depilaciones de inhóspitos lugares, tacones de aguja, nancygirls
que siempre llevan ropa "uy-dios-mío-lo-voy-enseñando-todo"... todo eso que la pornografía ha calificado
como "sexy" es cultural, y como tal, puede no gustarle a todo el mundo. Y tampoco tiene por qué gustarte a ti
el escribirlo. Antes que basaros en elementos impositivos, ajustaos a la forma de pensar de vuestros
personajes y a la situación.

Asimismo, tampoco mitifiquéis situaciones. Por ejemplo, nuestra cultura tiene obsesión con todo lo que
comprenda la "primera vez". Pero no os ciñáis a eso: tan interesante puede ser la primera como la quinta o la
sexta, porque cada una puede ser primera en su estilo.
El final feliz y la experiencia que siempre resulta la más gratificante de toda la vida de los participantes.
¿Alguien podría introducir algún cambio en esto? ¿Es que no existe el sexo mal hecho, o el dolor emocional
(o físico), o siquiera un final que no sea "y comieron perdices"?

5. Escribe con profusión y sensualidad. No tengáis miedo de narrar después del "fundido en negro". ¡Fuera
contenciones! Utilizad adjetivos sugerentes, narrad acciones y percepciones simultáneas. Tenéis que
convertiros en los cinco sentidos de los personajes del relato. Vuestra propia historia ha de excitaros, si no
de una manera puramente física, al menos de forma espiritual.

6. Mantén un cierto grado de credibilidad para una persona media. O sea, no exageréis. Usualmente, las
chicas de dieciséis años no salen a la calle sin ropa interior y participan en orgías junto al mercado con
desconocidos. Claro que puede ocurrir, pero sería mucho más creíble que la chica saliese con sus bragas
puestas y follara con un ex novio en un callejón oscuro cerca del mercado. A la vez, es bastante absurdo que
un chico se encuentre a su primo en la cama y acceda a encularlo sin más preámbulos; ¿qué opinan ambos del
incesto? ¿No siente el chico rechazo?

Y como estas, cien: mujeres multiorgásmicas que se desmayan y siguen follando, jóvenes que se suicidan tras
hacer el amor, candelabros que se meten en vaginas o culos cinco veces más pequeños... Cuidad de no tener
una visión distorsionada del sexo; vuestras historias deben ser plausibles. Si vais a introducir elementos
fantásticos o extremos, hacedlo con mesura. Una cosa es el relato erótico y otra cosa el relato de ciencia
ficción.

7. Si escribes más de una narración erótica, o varias partes de la misma, varía los elementos. Es algo
importantísimo. Todos tenemos nuestros "kinks" (=excentricidades, manías), o pequeños fetiches: situaciones
que nos gustan más que otras, parejas que nos excitan, posturas y prácticas que nos agradan... y no es extraño
que nos encontremos describiendo cosas parecidas casi con las mismas palabras (esto les ocurre hasta a los
escritores profesionales). Pero el sexo está lleno de potencialidades. Dad alas a vuestra fantasía: esforzaos por
salir de vuestras preferencias y explorad nuevos territorios. Introducid temas diferentes, ricos, sin
prejuzgarlos. Son fantasías. No vais a pervertiros por hablar de una experiencia de sexo en grupo. (Nota
obligada: tampoco os tiene que gustar vuestro propio sexo por el simple hecho de que os excite leer o escribir
una historia sobre una relación homosexual. Somos humanos)

8. Ten cuidado cuando flirtees con el sexo no consensual. Creo que no se le ha dado suficiente importancia
a esto. Una violación es un abuso que constituye una experiencia traumática, y encuentro grosero que alguien
la describa como sexy o excitante. Muy bien, los relatos eróticos son sólo fantasías y blablabla, pero dicen
BASTANTE de los complejos de quien escribe.

Además, siempre que se plasma una historia que otra persona ha de leer, estamos reforzando unos modelos
sociales. Y a poco que nos deslicemos mostrando una violación como gratificante estamos diciendo
subliminalmente que "violar es bueno y correcto". Lo mismo con otras actitudes donde el respeto por la
persona brilla por su ausencia. No apostemos por aquello que denigre la dignidad humana en ninguna de sus
facetas.

Generalmente, yo no disfruto con la idea de que alguien fuerce a otro a hacer algo que no quiere. Sin
embargo, he leído cosas que trataban el tema de la violación desde perspectivas paralelas: los sentimientos
que podrían llevar a una persona a ello, la recuperación del afectado, etc. En este caso, el asunto entra dentro
de un marco más amplio. A la vez, hay toda una serie de eventos que bordean la violación, en el sentido de
que la persona no es completamente consciente de lo que (se le) está haciendo: efectos de drogas o alcohol,
control mental (ej.: hipnosis), hechizos mágicos... También existen casos en los que la persona consiente a
duras penas (presión psicológica). Todo lo que puedo decir al respecto es: ¡Cuidado! De estos temas pueden
salir historias muy eróticas y muy bien escritas, dominaciones tan sutiles que rebosan morbo o fantasías algo
tabúes que resultan estimulantes, pero... hay que ser muy ducho al escribirlos. Y hay que ser responsable y
coherente.

9. Clasifica tus historias, marcando especialmente las parafilias (=Psicol. Desviación sexual.). Muchas
personas leen una historia buscando algo en concreto, y esto no tiene nada de malo. Especificad los personajes
y la identidad sexual de los mismos (en un trío: nene+nena+nene). Si la historia está MUY orientada al sexo,
también deberíais hacer una referencia a las prácticas que se llevan a cabo. Hay una serie de códigos
anglosajones al respecto que podemos castellanizar, como una historia oral/anal/orgía/gay/hetero, que habría
de contener todos estos elementos. En todo caso nunca olvidar que los personajes son (sobre el papel)
personas, seres pensantes y sintientes.

10. Infórmate sobre el sexo opuesto. Hombres y mujeres somos mucho más parecidos de lo que algunos
creen, pero también somos diferentes. Hay gente que pretende escribir sobre el sexo contrario sin tener
siquiera idea de su anatomía, proporciones o actitudes culturales.

En este último aspecto, se suele masculinizar en exceso a las mujeres (ej.: presuponer que están siempre
dispuestas a hablar de guarrerías/porquerías, cuando existe todo un bagaje cultural que lo impide) y feminizar
a los hombres (ej.: los hombres, por lo general, no rompen a llorar en cuanto algo les sale mal, tienen
costumbre de reprimir sus sentimientos).

Si vais a narrar un encuentro homosexual entre personas del sexo contrario al vuestro -caso de chicos que
escriben sobre lesbianas, chicas con historias m/m...-, ocupaos de que lo que está en vuestra imaginación
tenga algo que ver con la realidad.

11. Vigila la ortografía, la gramática y la semántica. No os cuesta nada pasarle un corrector ortográfico a
vuestro texto, buscar una palabra en el diccionario o poner puntos, comas y mayúsculas donde sea necesario.

Sed claros y concisos en la construcción de las frases. Vigilad la ilación y la estructura; no saquéis
consoladores de la nada, a menos que los personajes estén haciendo magia.

Si no estáis seguros del significado de una palabra, sustituidla por un sinónimo. Sed conscientes del sentido
general.

Y sobre todo, naturalidad; no pretendáis dar una impresión excesivamente culta o rebuscada. La sinceridad es
una de las mayores cualidades a la hora de escribir.

12. Me cagüendiez, es ficción. La tontería de empezar como si la historia fuese un reality show ("Hola, me
llamo Pepe y esto me pasó hace un mes con mi amigo Pedro. Me da mucha vergüenza contarlo pero lo voy a
hacer, y además, con profusión de detalles") puede resultar de lo mas artificial y ser un insulto a la
inteligencia del lector .

El hecho de que un relato se presente como supuestamente real no lo hace más excitante, excepto tal vez para
algún bobo que realmente se crea que Pepe va por ahí contando sus experiencias en los foros.

El lector atento y sensible busca en una historia que sea interesante, excitante y que esté bien escrita, y le
importa un bledo si ha ocurrido de verdad o no.

Es más: prefiere la ficción que se presenta con valentía como tal, sin trucos tontos. Y le trae al fresco la vida
de Pepe o lo que pueda hacer con su amigo Pedro o con el vecino del quinto, porque para mí ambos son en
ese momento personajes, y me da igual que existan realmente. Lo que pido es que me cuenten la historia con
realismo, no que me aporten un certificado de autenticidad y existencia.

Cabe añadir otras recomendaciones:


La lectura de libros de buena literatura (erótica o no erótica). Esta norma es casi de obligado y lógico
cumplimiento. La mejor forma de aprender a escribir, sea sobre el género que sea, es leer mucho y
abundantemente.
Inspirarse preferentemente en las propias experiencias (vitales o sexuales), o en las propias imaginaciones.
"Situar las acciones, los personajes, las cosas, en un contexto que conozcamos por haberlo vivido, soñado,
imaginado o estudiado. Podemos apoyarnos en nuestras experiencias o en experiencias que nos hayan
comentado conocidos, o en experiencias imaginarias..
Escribir preferentemente para que las cosas le gusten a uno, "porque si no, difícilmente se podrá escribir algo
bueno"
Tras completar un relato, es bueno el dejarlo "reposar" un tiempo, de manera que al volverlo a leer el autor
tenga la capacidad de mirarlo con ojos distantes, es decir, como si fuese un lector ajeno al proceso creativo.

NOTA: Estas líneas están pensadas como una mera referencia orientativa. Y por supuesto estamos abiertos a
cualquier comentario o aportación que sea de utilidad para los escritores noveles, sobre todo para que
cualquier persona que piense que tiene algo que aportar creativamente, se lance a ello sin temor.
Es mejor hacer algo mal y perder el miedo a hacerlo, que quedarse siempre con la duda y la desazón de no
haberlo intentado
Y por descontado, que si después de escribir tu historia, de estar conforme con el resultado y de apetecerte
que otros navegantes la lean, puedes enviarla a ISLA TERNURA. Para eso hemos creado la zona de los
"Rincones amables".

¿Cómo escribir una novela erótica?


¿Cómo escribir una novela erótica? ¿Cuáles son las claves y
elementos esenciales para el género erótico?
Vamos a intentar responder a estas preguntas
¿Cómo escribir una novela erótica? El género erótico tan en boga en estos
momentos es uno de los más difíciles de llevar a cabo de manera redonda. ¿Por
qué? Porque hay muchos límites, demasiadas barreras y es difícil empatizar con
todas las formas de excitarse que tiene el género humano. A veces, la línea entre
lo erótico y, no ya lo pornográfico, sino lo soez, desagradable u obsceno, puede ser
muy frágil. De hecho, puede haber un tipo de novela que sea mal llamada erótica
pero que esté más dentro de un género undergound, naturalista o, incluso, feista.

Para centrarnos, primero vamos a la definición del término: como novela debe ser
una narración; con unos personajes y una estructura justificada. Es decir, una obra
narrativa con las mismas reglas que el resto y, por otro lado, debe erotizar a quién
la lea. Excitar su imaginación y darle un toque picante a esa aventura que le estamos
contando.

A partir de aquí, una buena novela erótica es en definitiva una buena novela. Que
tenga escenas eróticas no significa que no haya que trabajar los personajes o los
hechos que se cuenten. Es necesario trabajarlos incluso más, puesto que las
novelas eróticas suelen ser atacadas por una serie de prejuicios que pueden inducir
al lector a abandonarlas, tras el primer calentón, claro.

¿Cómo escribir una novela erótica?: Trama impecable


Si la pregunta es ¿Cómo escribir una novela erótica? es una cosa pero si lo que
quieres es una buena novela la trama debe ser impecable, pero sobre todo, los
personajes han de ser redondos. Debemos trabajar en ellos seriamente al
pensar cómo escribir una novela erótica para que los lectores empaticen con
ellos de inmediato, se preocupe por lo que les pueda suceder y pueda vivir con ellos
todo lo que se presente a continuación. Así nos aseguramos, primero, que seguirán
la novela con interés; y después, que vivirán casi en primera persona todas las
escenas de alto voltaje que preparemos para ellos.

Resumiendo, todas aquellas novelas eróticas que sólo sean una sucesión de actos
sexuales de toda condición con poco más, acabarán en un territorio de nadie, que
nunca se llamará creación literaria. Algunas, ni siquiera podrán ser pornografía, por
ejemplo, puesto que se pueden hacer novelas pornográficas con una buena trama.
En realidad es más importante que la novela esté bien construida en su verosimilitud
y coherencia interna que esa preocupación que tienen muchos por ir con lupa a
calificar las determinadas escenas que se recrean. Quién dice qué es erótico o qué
es pornográfico; quién delimita esa línea…

Así que, pornográfica o erótica, vuestra novela debe ser una novela en la que hay
que cuidar también cómo se recrean los diferentes encuentros. Situaciones que
resulten verosímiles dentro de la trama que se cree para ellas. Crear escenarios
sugestivos y que resulten apetecibles. Es comúnmente conocido que es mejor
insinuar que explicar claramente, eso siempre. Aunque también hay que saber
cuándo dejar desnudo al personaje. El lector debe dejarse llevar por su imaginación
y, en este caso, es importante que pueda confeccionar determinadas escenas muy
definidas en su cabeza. Dejarlo con ganas de más, pero no de más sexo,
únicamente, que también, sino más de esos personajes.

¿Cómo escribir una novela erótica? Tono y temática

Por otro lado, el tono también es importante, de él dependerá que la historia sea
más o menos verosímil y que el lector armonice con lo que se le cuenta. Respecto
a la trama, cualquiera vale. Es decir, cualquier historia puede derivarse en una
novela erótica, simplemente es ir un paso más allá en la intimidad sexual de los
personajes; así que su bondad dependerá de lo buena que sea la idea inicial y de
la pericia del escritor de llevarla a buen término.

En realidad, una novela erótica cuenta historias, sentimientos, sucesos,


investigaciones, aventuras, relaciones… Puede tener miles de temáticas: amor,
traición, muerte, dolor, violencia. No tiene porqué ser siempre una mujer la
protagonista, no tiene por qué ser siempre una mujer guapa, no tiene por qué ser
siempre algo sofisticado y, por supuesto, no tienen por qué ser siempre algo
increíble. De hecho, las mejores son las más creíbles.

Salir de las fronteras que marca la moda imperante es la mejor aventura para este
tipo de género. Un género más que vapuleado. Poco cuidado y desgraciado en
muchos aspectos por la inclusión en él de obras trifásicas llenas de lugares
comunes, denigrantes para las mujeres, machistas, con violencia de género incluida
y para colmo con una trama penosa. Vamos, en muchos casos, y en uno en
concreto, la trilogía en cuestión es un manual de todo lo que no se tiene que hacer
para escribir una novela erótica. Y va y resulta que vende. Pero… ¿alguien en la
sala dispone de millones de euros para hacer funcionar un juguete que por sí sólo
no se vendería ni como mono de feria? Creo que he oído un no algo y claro. Pues
entonces, la mejor garantía es hacer una buena novela. La única que siempre te
hará sentir orgullo por tu creación. Cómo escribir una novela erótica: hay que
hacerlo bien.

¿Cómo escribir una novela erótica?: La referencia: los clásicos del género

En el proceso de decidir cómo escribir una novela erótica buscad vuestro camino
dentro de las bondades del género, que hay muchas, de hecho. Desde la
antigüedad se vienen relatando los encuentros sexuales de los seres humanos… y
no tan humanos, todo hay que decirlo. Hay toda una rica y larga tradición al
respecto, en la que todo autor o autora del género deberá beber. Sin conocer los
pilares del género y sólo por las referencias actuales, sus novelas resultarán
tediosas, puesto que si se deja llevar por modas, no obtendrá mucho más que
panfletos repletos de frases hechas y coitos “interruptus”.

De hecho, grandes escritores en su trayectoria tienen joyas eróticas, es el caso de


Jame Joyce, el autor del Ulises moderno que revolucionó la literatura y que aún
influye en miles y miles de escritores. En 2012, por fin sus descendientes dejaron
que se publicasen sus Cartas eróticas, fruto de la correspondencia que mantenía el
célebre escritor con su mujer. Otro ejemplo es Oscar Wilde y su obra Teleny, de
trama abiertamente gay y muy bien escrita, como no podía ser de otra manera.
También podemos buscar entre la obra de Mario Vargas Llosa,
encontraremos Elogio de la madrastra o en la de Georges Bataille, de entre sus
libros de esta temática destaca su Historia del ojo; y un largo etcétera de buenas
obras entre las que documentarse para iniciar o continuar en este camino, a veces,
pedregoso.

A la pregunta Cómo escribir una novela erótica, la respuesta es: Fuera límites

No limitéis vuestra mente, olvidaos de los prejuicios, en todos los sentidos, no sólo
en el sexual. No hagáis demasiado caso a las modas, los hombres y las mujeres
nos solemos excitar casi con cualquier cosa siempre que esté bien contada; un beso
apasionado puede ser más erótico que una orgía, todo depende de la perspectiva
y de la elección del vocabulario. Otro punto a cuidar hasta el extremo, si en una
novela de otro género, muchas veces, la clave está en las palabras que se utilizan
y en la química que se produce de su unión; en una novela erótica este elemento
es primordial.
“Su dedo subió imperceptiblemente por su pierna; la sensación fue eléctrica; su
predisposición fulminó sus límites. Sentir ese poder hizo que su boca fuera capaz
de todo”.

¿Quién es capaz de recrear esta historia? ¿Quién es él o la protagonista? ¿Qué


esta sucediendo? ¿De dónde vienen esos límites? ¿Por qué el roce de un dedo es
capaz de hacer sentir a alguien esas sensaciones?…Haceos siempre miles de
preguntas, en sus respuestas está la clave de cualquier novela, también de las
eróticas. Haceos estas preguntas al pensar Cómo escribir una novela erótica.

Escribir una novela erótica: 3


consejos para que no parezca
porno del malo
25 junio, 2015 By Alejandro Quintana 25 comentarios

En los últimos tiempos, sobre todo desde la


aparición de la novela 50 Sombras de Grey, muchas y muchos escritores
independientes se han lanzado a escribir una novela erótica.

Pero he visto que algunas veces se confunden ciertos términos:

 No es lo mismo erotismo que amor


 No es lo mismo amor que pasión
 No es lo mismo sexo que pornografía
Lo que yo recomendaría a cualquier escritor —del sexo que sea—, es
que utilice el erotismo como recurso, no como tema.

Es decir, que sea el marco de fondo para poder desarrollar un tema,


no el mismo tema.

También recomiendo, a todo tipo de autores literarios, que tomen estos


consejos como ideas para escribir escenas de sexo.

Porque no se trata solo de cómo escribir una novela erótica, sino de que
las escenas de sexo no parezcan porno malote.

Consejo #1: construye relaciones, no


impactos
El acto sexual es un acto muy físico en el cual entran en juego
muchas sensaciones.

Los cinco sentidos se potencian a la vez:

 Tacto: poder tocar es básico y el mismo orgasmo se experimenta


mediante sensaciones corporales.

 Vista: la visión de los cuerpos desnudos excita y las escenas se


describen de forma muy visual.

 Olfato: sin duda, el olor de la persona deseada o amada evoca


recuerdos y sensaciones.

 Gusto: no en vano besar y lamer son acciones casi imprescindibles


de la actividad sexual.

 Oído: escuchar los gemidos de placer y las palabras de deseo del


otro estimulan la excitación.

Pero describir las escenas eróticas en términos que impliquen los cinco
sentidos no basta.
El juego erótico entre personajes se da en su
psique, no solo en el terreno físico.
CLICK TO TWEET

La mejor manera para mostrar ese juego es construir su complicidad


emocional.

Si no construyes ese juego como parte de la relación personal de los


implicados, las escenas que describas serán pornográficas, no
eróticas.

Es como las supuestas escenas románticas de las malas películas:

El romanticismo no lo define una cena con velitas


y música suave, sino la relación de los personajes
Pues en la cama sucede exactamente igual: lo excitante y lo
que estimula las emociones del lector son las relaciones
de complicidad, no el acto en sí.

El porno no consiste en describir sexo explícito sin censura, sino en


exponer un comportamiento puramente sexual, sin admisión de otro
elemento que le dé sentido.

Por eso, al describir escenas sexuales, procura que el lector conozca


las implicaciones emocionales y los sentimientos de esa relación,
el juego de complicidad entre personajes.

Consejo #2: las cosas por su nombre


Siempre y cuando hayas seguido el consejo #1, cuando describas
escenas eróticas no escatimes detalles.

En el cine, erotismo significa sugerir y pornografía significa mostrar.

Pero en literatura, una descripción detallada transmitirá mejor la fuerza y


la carga emocional de una situación erótica. Porque…
en el cine las imágenes hablan por sí mismas, pero
en literatura hay que construirlas en la imaginación
del lector
Una situación erótica es un momento culminante dentro de la historia, por
lo cual te recomiendo que cargues las tintas y proporciones el máximo
de detalles posible.

Utiliza las palabras y expresiones que mejor describan la situación: ni


más, ni menos.

Di coño, polla o puta cuando sea necesario. Huye de tópicos y


eufemismos como…

 Pechos generosos, caderas voluptuosas y similares


 A flor de piel, hormigueo/mariposas en el estómago
 Movimientos insinuantes, contoneo sensual…
 Botón de placer, licor de la vida… mástil del amor (¡!)
 Se estremeció al contacto de su piel/manos y expresiones trilladas
del estilo

Está claro que necesitas respetar el tono y el estilo literario que


emplees al escribir tu historia.

Pero si durante todo el rato estás describiendo de manera realista y de


repente entras en modo “tupido velo” cuando quieres describir el sexo, el
lector se preguntará:

“¿Por qué rayos me cuenta tantos detalles de otras cosas y


precisamente de esto no?”

Puedes describir sexo de manera tan explícita como quieras, siempre y


cuando no sea con la única intención de excitar al lector: recuerda
el consejo #1 y presta atención al…

Consejo #3: olvida el puritanismo


Olvida tus propios prejuicios, tus propios tabúes en torno al sexo, la
sexualidad y el erotismo.

Como has visto en el consejo #2, necesitas crear imágenes de impacto


en la mente del lector, estimular su imaginación y llevarla al límite.

Para ello, no puedes limitar la tuya propia, necesitas dar rienda suelta a
todo aquello que pueda pasar por tu cabeza —y tu estómago.

¿Por qué necesitas dar rienda suelta a todo lo que imagines? Por la
sencilla razón de que

los protagonistas de tus escenas eróticas son los


personajes, no tú
Piensa, siente y actúa como harían ellos, en lugar de volcar en ellos
tus propias ideas preconcebidas respecto a la sexualidad.

Si tienes tabúes, transmitirás esa inseguridad en lo que cuentes… sonará


a forzado, a falso.

Y si no tienes ninguna clase de prejuicio, es posible que los personajes


se comporten como harías tú en su situación, no según su propia
personalidad.

Ten en cuenta que

Todo elemento de tu historia sirve a un propósito y


una escena erótica no va a ser menos.
CLICK TO TWEET

Por eso mismo, si eres capaz lograr lo que te he propuesto en


los consejos #1 y #2y que además la novela avance, estas escenas
tendrán un sentido narrativo, más allá de buscar un mero impacto en
los lectores.
Porque esa es otra diferencia entre pornografía —buscar tan solo la
excitación sexual describiendo escenas íntimas— y erotismo —mostrar
la intimidad de los personajes con un sentido narrativo.

Si te ha gustado y resultado útil…

¡Comparte este post en tus Redes Sociales favoritas haciendo click


en los botones! ¡Gracias!

You might also like