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¿Sabes qué es la sexualidad?

Rafa Aragón 21 abril, 2015 en Sexo 44 compartidos

La sexualidad

La sexualidad es un término que de inmediato asociamos al sexo, pero ¿te has preguntado
realmente todo lo que engloba la sexualidad humana? La sexualidad está distribuida en tres
vertientes principales: biológica, psicológica y social; que se interrelacionan entre sí.

Estos tres aspectos fundamentales de la sexualidad no es posible considerarlos de forma


aislada puesto que, entonces, perdería su sentido. Su unidad biopsicosocial implica una
configuración hacia lo sexual que favorece el desarrollo de la personalidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace la siguiente definición de lo que representa la


sexualidad humana:

“La integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser
sexual por medio que sean positivamente enriquecedores y que potencien en las personas, la
comunicación y el amor”

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Teniendo en cuenta estos factores que son esenciales en la sexualidad humana, podemos ir
viendo la implicación que tiene cada uno de ellos:

La sexualidad desde lo biológico

Posiblemente la vertiente biológica haya sido la que más en cuenta hemos tenido a la hora de
crearnos un concepto de sexualidad. Más concretamente en el aspecto genital, como los
órganos sexuales por excelencia.

Sexo

Esto es una visión muy reduccionista que no tiene en cuenta el esquema corporal como una
unidad. La integración del cuerpo en su totalidad dentro de la sexualidad, permite entender
que somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos. Esto implica que tanto
niños/as, adolescentes, como adultos/as y ancianos/as tienen sexualidad.

“La sexualidad posee mucha más riqueza y complejidad por el simple hecho de que es una
capacidad de un ser tan rico y complejo como es el ser humano”
-Julián Fernández de Quero-

Cuando solo se atiende a la parte biológica de la sexualidad nos estamos centrando en el sexo,
a través de los genitales, y en la reproducción como finalidad. El aspecto biológico de la
sexualidad es posible ampliarlo y darle así un mayor sentido cuando se interrelaciona con los
demás factores implicados:

“Es nuestro cuerpo el que aprende y solo a través de un esquema corporal completo
podremos llevar a cabo esta tarea. Parcializar el cuerpo, indicar sólo ciertas funciones, supone
negar el placer de conocer y de comunicarnos correctamente con los demás”.

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La sexualidad desde lo social

Esta dimensión de la sexualidad tiene que ver con nuestra erótica, a través de conductas
aprendidas y la adquisición de diversas costumbres y ritos. Es por ello, que en cada cultura
existen creencias acerca de la sexualidad que van variando dependiendo del contexto
histórico, y que influyen en cómo actuamos.

Nuestras influencias políticas, religiosas y culturales regulan de alguna manera las normas de lo
que es adecuado y lo que no. Esto ha dado lugar a muchas limitaciones en el plano sexual
mediante lo que se considera “normal”.

Fetichismo

Como seres sociales que somos, muchos miedos de los que tenemos forman parte de intentar
no sentirnos rechazados, aislados y raros. Para ello, acatamos y transmitimos mediante la
comunicación los mensajes que hemos interiorizado, convirtiéndolos en valores y normas de
conducta.

El cómo vive la sexualidad una población específica es fruto de la socialización; no obstante,


tomar conciencia de cuáles son estas conductas y actitudes que hemos interiorizado sin
cuestionarlas, nos puede ayudar a adaptarlas o modificarlas desde el conocimiento, al
desarrollo de nuestra propia personalidad.

Esto supone romper con las limitaciones y creencias erróneas que han sido impuestas en
nuestro proceso de socialización, para vivir la sexualidad como algo positivo que es diferente
para cada persona. Por ello sería recomendable, más bien, hablar de sexualidades.
La educación sexual en este sentido tiene mucho que decir puesto que, a través del
conocimiento, se abre el proceso de toma de conciencia, para que cada individuo pueda ser
libre de decidir y elegir cómo vivir y disfrutar su propia sexualidad

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La sexualidad desde lo psicológico

De la implicación e integración del esquema corporal y la vivencia del propio cuerpo


(biológico), y de la socialización, a cómo debemos de actuar; nace la dimensión psicológica. El
factor psicológico implicado en la sexualidad se caracteriza por los pensamientos, fantasías,
actitudes y tendencias.

El aspecto psicológico tiene que ver dentro de la sexualidad a cómo nos sentimos, tanto con
nosotros mismos, como con los demás. Teniendo en cuenta así: las emociones, sentimientos,
placer y pensamiento; fruto de la experiencia y la adquisición de conocimientos.

Deseo sexual

En el desarrollo de nuestra personalidad, desde que nacemos, adquirimos una visión individual
de cómo experimentamos y vivimos la sexualidad. Este significado que tiene para nosotros va
variando, siendo distinto en cada etapa de nuestras vidas. Por eso anteriormente
especificábamos el concepto de sexualidades.

Sentimos de forma diferente, y las emociones que se despiertan en nosotros son diferentes,
aunque la situación sea la misma. Por ello, cada persona tiene una forma diferente de
experimentar placer, ya que lo que a unas personas les produce placer, a otras les puede
producir desagrado.

Atender a este aspecto, supone un conocimiento propio acerca de lo que se siente y de lo que
se quiere; responsabilizándonos de ello, para compartirlo, o no, en la relación con otras
personas

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Conclusión

Con el análisis de las tres vertientes que están implicadas en el concepto de sexualidad se
puede concluir que la sexualidad está implicada en todas las etapas de nuestra vida, puesto
que somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos, y, no es algo estático, sino
más bien dinámico, que va cambiando conforme nosotros cambiamos.
La información y el conocimiento que adquirimos del exterior en el ámbito sexual nos influye
en nuestro propio conocimiento, acerca de nosotros mismos y en la interacción que
mantenemos con los demás.

No existe una sexualidad única para todas las personas que determine cómo se ha de vivir el
placer, sino que existen tantas sexualidades como individuos, cada cual con sus
particularidades; que están determinadas por la personalidad, conocimientos y propia
experiencia. Entendiendo esto, podremos despojarnos de lo considerado como “normalidad”,
y emprenderemos así cada cual nuestro propio camino, sin miedos, sin culpabilidad…
Explorando y disfrutando de nuestra sexualidad.

“La sexualidad no es lo que creemos, no es como nos la han contado. No existe una, sino
muchas sexualidades”

-Albert Rams-

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Bibliografía utilizada:

-Coronado, A. (2014). Concepto de sexualidad. Granada: Instituto de Sexología Al Ándalus (no


publicado).

-Quero, J. F. (1996). Guía práctica de la sexualidad masculina: claves para conocerte mejor.
Temas de hoy.

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