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1. OBJETIVO
- Diferenciar las propiedades mecánicas de dureza y resiliencia.
- Diferenciar el tipo de grano de los aceros en el proceso de normalizado y recocido.
2. MARCO TEÓRICO
RECOCIDO
En los trabajos de forja, doblado, enderezado, torneado, etc., en los aceros se desarrolla
tensiones tensiones internas que deben eliminarse antes de templar la pieza, pues en otro
caso darían origen a la formación de grietas. Para eliminar estas tensiones internas se
procedo al recocido de las piezas, que consiste en calentarlas y enfriarlas lentamente.
El recocido antes del temple se recomienda no solo para herramientas que acaban de ser
preparadas, sino también siempre que hayan de templarse las que, hallándose en uso, están
siendo sometidas a choque.
Cuando se rebasa la temperatura indicada para el recocido se dice que el acero esta
recalentado; si se exagera más la temperatura, el acero esta quemado. El primero puede
regenerarse calentándolo de nuevo en presencia de carbono; el quemado no puede
regenerarse.
Al calentar los aceros para su temple es preciso, si se utiliza la fragua emplear carbón de
madera o coque. La temperatura del temple depende de la clase del acero por lo que se
debe consultar a la casa suministradora. Para los aceros corrientes suele ser:
- Hasta el rojo cereza oscura (700ºC) para aceros duros.
- Hasta cereza (800ºC) para aceros de dureza media.
- Hasta cereza claro (900ºC) para aceros dulces.
Los aceros rápidos se calientan lentamente hasta el color rojo y luego rápidamente hasta el
color blanco (1200ºC).
Para enfriar, el baño más empleado es el de agua a 15 o 20ºC, teniendo cuidado de que haya
tal cantidad que su temperatura no varié sensiblemente al templar. Para obtener temples
más duros se adiciona al agua un 10% de sal de cocina (cloruro sodico) o ácido sulfúrico. Para
temples suaves sirven el agua de cal o los aceites. Los aceros rápidos se enfrían en una
corriente de aire, aunque también pueden emplearse sebo o aceite.
Al introducir las piezas en el baño, debe de hacerse que no haya una separación brusca entre
la parte mojada y la seca. Así, un útil de torno se entra verticalmente y se le da un movimiento
de vaivén en sentido vertical; de lo contrario, se corre el riesgo que la pieza se rompa por la
sección que separa la parte mojada y la sumergida.
TIPOS DE RECOCIDO
Según el fin perseguido, se practican varios tipos de recocido, que son los siguientes:
Recocido de homogeneización.
Se aplica a los aceros brutos de colada para destruir las heterogeneidades de tipo químico
que se han generado durante la solidificación. También se utiliza en forjados y laminados
para eliminar las heterogeneidades estructurales que perjudican los valores de tenacidad del
acero. La temperatura ha de ser muy elevada, cercana al punto de fusión, y el tiempo de
calentamiento muy largo.
Este recocido regenera la estructura de grano grueso en otra de grano fino y se aplica a aceros
forjados a elevadas temperaturas, piezas de acero fundido, soldaduras y piezas que han
sufrido el recocido de homogenización. La nueva estructura es más tenaz y resiliente,
quedando así el acero más blando. La temperatura de calentamiento debe ser ligeramente
superior a la de transformación, Ac1 y el enfriamiento, lento.
Recocido globular.
Se aplicas a los aceros para herramientas con un elevado porcentaje de carbono, en los cuales
hay gran cantidad de carburos muy difíciles de disolver y que dificultan el mecanizado. Su
nombre se debe a la estructura que se observa al microscopio, y en los cuales los carburos
adoptan la forma esférica o globular. Se efectúa a temperaturas ligeramente inferior a la de
transformación, Ac1.
Recocido de recristalización o contra acritud.
Se da a los aceros trabajados en frió para eliminar la acritud. Se basa en la recristalización del
acero a cierta temperatura inferior a la crítica, que permite la recuperación de la ductilidad y
la maleabilidad. Consiste en un calentamiento a 500 o 700ºC seguido de un enfriamiento al
aire en el horno.
Recocido de ablandamiento.
Se aplica aquellos aceros que, después de la forja o laminación, han quedado con durezas
tan elevadas que casi no se pueden mecanizar. Se recomienda para ablandar a los aceros
aleados de gran resistencia, al Cr-Ni o Cr-Mo. La temperatura adoptada es inferior a la crítica
y la duración total es pequeña.
Este tratamiento se diferencia del revenido en que este solo se usa para aceros templados.
Recocido de cristalización.
Se da a las piezas que han sufrido un trabajo de forjado o laminado, para destruir las
tensiones internas que se hayan originado, y que podrían producirse deformaciones en las
piezas una vez acabadas. Se realiza a temperaturas no muy altas, aunque en un tiempo muy
prolongado, seguida de un enfriamiento muy lento en el propio horno.
Recocido isotérmico.
NORMALIZADO.
Consiste en calentar el acero a una temperatura de 30 o 50ºC superior a la crítica (Ac3) y, una
vez transformado completamente, dejarlo enfriar al aire en calma. Con esto se consigue un
acero más duro y resistente que el que se obtiene con un enfriamiento más lento, en un
horno después de un recocido.
La velocidad de enfriamiento es más lenta que en el temple y más rápida que el recocido, es
un tratamiento típico de los aceros al carbono de construcción de 0.15 a 0.40 % de carbono,
y las temperaturas normales del normalizado varía según el porcentaje en carbono, que va
desde 840º a 935º, según la composición sea desde 0.50 a 0.10 % de carbono.
El silicio, como el manganeso está presente en todos los aceros como un desoxidador barato.
Cuando un acero contiene más de 0.6% de silicio, se clasifica como acero al silicio .Al igual
que el níquel, el silicio no es un formador de carburos sino que disuelve en la ferrita,
aumentando la resistencia y la tenacidad. Un acero que contiene 1 a 2 % de silicio ,conocido
como acero naval , se utiliza para aplicaciones estructurales que requieren un alto punto de
cadencia .El acero Hadfield al silicio, con menos del 0.01% de carbono y como 3% de silicio,
tiene excelentes propiedades magnéticas para emplearlas en los núcleos y polos de la
maquinaria eléctrica.
DIAGRAMAS TTT:
4. PROCEDIMIENTO
- Cuantificar la dureza y resiliencia de las probetas.
- Calentar las probetas a 900°C y dejar enfriar en la fragua.
- Cuantificar de nuevo la dureza y resiliencia de cada una de las probetas.
- Calentar las probetas a 800°C y dejar enfriar en la fragua.
- Cuantificar de nuevo la dureza y resiliencia de cada una de las probetas.
5. RESULTADOS EXPERIMENTALES
5.1. Dureza de Probetas sin tratamiento
𝑷
𝑩=
𝑺
B = dureza
P = peso del martillo 34.500kg
S = superficie de la huella circular
𝝅 𝟐
𝑺= 𝑫 = 𝝅𝒓𝟐
𝟒
𝒘
𝑹=
𝑺
R=resiliencia
w= energía absorbida
S= superficie de fractura
𝒘= 𝑷∗𝒉
P=peso del martillo 34.500kg
H= altura de caída (10°=0.15m)
Probeta Dimensiones Superficie Ángulo Altura Resiliencia
(mm) (cm2) absorbido de (kgm/cm2)
caída
(m)
Muelle 3.19x55.53 1.77 6° 0.09 1.75
Acero 8.32 0.54 14° 0.21 13.42
corrugado
Acero liso 10.81 0.92 31° 0.47 17.63
𝑷
𝑩=
𝑺
B = dureza
P = peso del martillo 34.500kg
S = superficie de la huella circular
𝝅 𝟐
𝑺= 𝑫 = 𝝅𝒓𝟐
𝟒
𝒘
𝑹=
𝑺
R=resiliencia
w= energía absorbida
S= superficie de fractura
𝒘= 𝑷∗𝒉
P=peso del martillo 34.500kg
H= altura de caída (10°=0.15m)
Probeta Dimensiones Superficie Ángulo Altura Resiliencia
(mm) (cm2) absorbido de (kgm/cm2)
caída
(m)
Muelle 2.78x53.81 1.50 4° 0.06 1.38
Acero 8.36 0.55 18° 0.27 16.94
corrugado
Acero liso No se
quebró
𝑷
𝑩=
𝑺
B = dureza
P = peso del martillo 34.500kg
S = superficie de la huella circular
𝝅 𝟐
𝑺= 𝑫 = 𝝅𝒓𝟐
𝟒
Probeta Diámetro Superficie Dureza
(mm) (mm2) (kg/mm2)
Muelle 3.40 9.08 3.08
Acero 3.42 9.18 3.76
corrugado
Acero liso 4.00 12.57 2.74
𝒘
𝑹=
𝑺
R=resiliencia
w= energía absorbida
S= superficie de fractura
𝒘= 𝑷∗𝒉
P=peso del martillo 34.500kg
H= altura de caída (10°=0.15m)
Probeta Dimensiones Superficie Ángulo Altura Resiliencia
(mm) (cm2) absorbido de (kgm/cm2)
caída
(m)
Muelle 2.62x55.02 1.44 15° 0.23 5.51
Acero 7.77 0.47 18° 0.27 19.82
corrugado
Acero liso No se
quebró
6. ANALISIS DE RESULTADOS
- Como se muestra en la siguiente figura el tamaño de grano tubo una reducción
con el tratamiento que se le dio.
Fig. A probeta sin tratamiento.
Fig. B con tratamiento
Fig. A Fig. B
7. CONCLUCIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUCION
- Mejoramos las propiedades mecánicas de los aceros, así como refinamos su grano
y homogeneizamos su microestructura mediante el tratamiento térmico de
normalizado.
RECOMENDACIONES