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UNIVERSIDAD NACIONAL DANIEL ALCIDES CARRION - Escuela Profesional de Ciencias Económicas y Contables

LA ESTABILIDAD DEL DOLAR


¿Por qué se mueve el tipo de cambio? ¿Por qué un día sube el dólar y a la siguiente baja?
¿Por qué se le sigue prefiriendo como moneda de ‘refugio’ pese a que, de los últimos 12
años, solo en 1999 y en el 2009 fue más rentable tener dólares que soles? ¿Cómo afecta
eso al ciudadano de a pie?
Vayamos por partes. El valor de una moneda depende de la solidez del país que la emite,
solidez que está determinada por el intercambio comercial (más exportación que
importación es mejor), las reservas internacionales y todos los elementos que tienen
que ver con aquellos dos requisitos: la capacidad de pago de deuda pública y privada, la
posición de la política monetaria a través de tasas de interés y la posesión de recursos
naturales, entre otros.
En el Perú, la cotización del dólar es determinada por oferta y demanda. Sin embargo –
y debido a que la economía y el sistema financiero peruanos están altamente
dolarizados (cuatro de cada diez créditos son en dólares) –, el Banco Central de
Reserva (BCR) interviene comprando y vendiendo dólares para evitar que este se mueva
con demasiada brusquedad.
“Si lo dejáramos flotar libremente, el dólar podría pasar en un solo día de S/.2, 81 a S/.3,
40. Eso significa que una persona con una hipoteca mensual de US$500, pasa de
necesitar S/.1.400 para adquirir esos dólares a requerir S/.1.700”, explicaba un día el
presidente del BCR, Julio Velarde. En otras palabras, el dólar se mueve por la llamada
‘flotación sucia’: es decir, el mercado determina su valor, pero el BCR lo modula.

¿POR QUÉ SE MUEVE?

“Quitando el riesgo electoral de en medio, el tipo de cambio debe moverse de acuerdo


con la inversión extranjera directa, los precios de los commodities y las tasas de interés
del BCR y de la FED (el BCR de EE.UU.)”, explica el country manager de Morgan Stanley,
Mirko Stiglich.
Como la cotización del tipo de cambio se forma por la confluencia de oferta y demanda,
si tanto los montos de inversión extranjera directa como el valor de las exportaciones
crecen, se incrementa el volumen de dólares que ingresa en la economía y entonces, el
sol se aprecia.
Esta es la historia detrás de la fuerte subida de las monedas de muchos países
productores de commodities en Latinoamérica (Brasil, Chile, Colombia), Asia
(Singapur, China) e incluso de economías más avanzadas como Australia y Canadá.
“Con la crisis y la consiguiente debilidad del dólar, las monedas de muchos países se
apreciaron considerablemente (…) ello no sucedió en el Perú debido a las intervenciones
del BCR”, explica Jorge Chávez, ex presidente de esa institución.
Hay otro elemento importante: el BCR no solo compra y vende dólares, sino que
también establece las tasas de interés de referencia (y también los encajes), que viene
a ser –en términos más simples– el precio del dinero.

NESTARES CAJAHUAMAN MILTON CESAR


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“Si financiarme en EE.UU. me cuesta 0% y un banco aquí en Lima me paga por un


depósito a plazo fijo 8% al año con un riesgo que es casi cero, ¿qué sentido tiene que yo
haga una inversión en acciones o bonos en la que espero ganar un poco más pero con
el riesgo –por acotado que sea– de perder parte de mi capital? Mejor vendo mis dólares,
el mismo día los vuelvo a comprar a futuro (así me aseguro el tipo de cambio y elimino
ese riesgo); y deposito los soles en el banco”, explica Héctor Uccelli, vicepresidente
de GPI Valores. La operación descrita se llama ‘carry trade’. Al final de la operación,
quizá haya ganado en el tipo de cambio (compra los dólares más baratos) más el
diferencial entre las tasas interés de aquí y de fuera.
Esos son los ataques especulativos a los que enfrentó el BCR: inmensas masas de dinero
entrando a hacer la operación descrita (y que en el 2007 lo obligaron a comprar más de
US$7.200 millones en los primeros tres meses del 2008) y realizar una ganancia con ella,
aunque no siempre resulte.
Así, si el BCR eleva las tasas en soles (y las tasas en dólares se mantienen estables o
bajan), los dólares empezarán a llegar desde otras plazas al Perú a ser invertidos, pues
incluso los instrumentos de renta fija (bonos y deuda corporativa de empresas, en
particular) deberán elevar sus rendimientos en moneda local para mantenerse
competitivos contra las tasas de los bancos. Y entonces, será más rentable tener soles
que dólares. Por ello es que las acciones suelen caer cuando las tasas suben: de pronto
la renta fija rinde más que ellas a menor riesgo.

EXPECTATIVAS

Por supuesto, también están las expectativas del mercado: “Si no fuera por el ambiente
electoral, el dólar debería estar en S/.2,70”, aventura Stiglich.
Sí, muchas personas aún piensan que endeudarse o ahorrar en dólares es una buena
idea y para muestra un botón. Hasta antes del actual período electoral, buena parte de
los precios de los inmuebles y alquileres empezaron a cotizarse en soles. Para cuando el
dólar empezó a subir, la tendencia se revirtió y tales alquileres hoy cotizan en dólares o
siguen en soles pero ajustados al tipo de cambio. ¿Qué quiere decir eso? Que para
muchas personas el dólar sigue siendo un activo de referencia y considerado un activo
de refugio y cuando muchos creen algo, termina por pasar.
Cada vez que hay incertidumbre, la gran mayoría de actores de todos los mercados
‘vuela’ a refugiarse en activos considerados de mayor ‘calidad’ (fly to quality), lo que
termina por originar un cuello de botella que impulsa los precios al alza. Para el caso que
nos ocupa, si hay incertidumbre, todos compran dólares “por si acaso” y cuando todos
compran, el dólar sube, así de simple, sin que importen mucho los argumentos de fondo.

El dólar estadounidense cerró la semana cambiaria con una cotización estable, en igual
nivel al registrado a inicios de semana, según informaron operadores de casas de
cambio.

En efecto, al cierre de la jornada cambiaria minorista (casas de cambio) del viernes, la


moneda norteamericana se cotizaba a G. 4.900 en la compra y G. 4.950 en la venta. Por

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su parte, el mercado mayorista (interbancario) negoció esta divisa al cierre de sus


operaciones a G. 4.920 en la compra y G. 4.940 en la venta.

La estabilidad registrada en la cotización del dólar en los últimos cuatro meses hace que
el BCP haya intervenido en una sola jornada desde el mes de abril hasta la fecha, según
señalaron funcionarios de la banca matriz.

La semana pasada, en dos jornadas, registró leves bajas, tras las alzas sufridas días atrás
ante la mayor demanda de importadores que buscaron posicionarse en divisas para la
adquisición de sus productos. Sin embargo, dichas alzas fueron revertidas al terminar las
demandas.

De acuerdo a los operadores del mercado, la estabilidad de la cotización del dólar radica
en el menor nivel de importaciones registrado a lo largo del año, así como a la fuerte
caída de las exportaciones que limita los ingresos de dólares a la plaza cambiaria local.

Incluso, funcionarios de la banca matriz estiman que la cotización del dólar seguiría débil
en lo que resta del año, acompañando lo observado en otros mercados,
fundamentalmente regionales como el Brasil y la Argentina, países cuyas monedas se
han apreciado en los últimos meses, concluyen.

El interés bancario es el dinero que se obtiene o se paga por la cesión temporal de un


capital. Su clasificación es por interés remuneratorio, o por interés de mora. Y en cuanto
a su funcionamiento, es importante mencionar que la cuantía económica del interés, a
pagar o cobrar, viene dada por las reglas del mercado, ya que no existe una limitación
legal de los mismos.

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Los diferentes tipos de intereses bancarios que existen


Incluso para una persona que no realicé muchas operaciones financieras conocer los
diferentes tipos de intereses bancarios y saber cuándo y cómo se aplican, puede ser muy
interesante para llegar a determinar si una operación financiera es favorable o no a los
intereses propios.
Como punto de partida distinguimos dos tipos principales de intereses, los de
remuneración y los intereses de mora.
El interés remunerado, tal y como hemos visto hasta ahora, es el que se genera como
compensación a la cesión de un capital. Es un interés que necesariamente debe estar
pactados entre las partes vinculadas en la operación a través de un contrato.
El interés de mora, o de demora, es otro tipo de interés muy a tener en cuenta. Se trata
de una penalización en forma de aplicación de intereses cuando se da una situación de
incumplimiento de un contrato de producto financiero entre partes. Un ejemplo muy
claro es lo que ocurre cuando no se abonar las cuotas del préstamo, o cuando no se
abonar el tiempo la devolución de lo dispuesto en la tarjeta de crédito. Se trata de
intereses elevados que o bien se partan de antemano en los propios contratos de
productos financieros o bien quedan aplicados según los tipos de referencia que se
establecen en la legislación.
Además de estos dos grandes tipos existen otros modelos de clasificaciones que
también conviene tener en cuenta.
Por ejemplo, la diferencia entre intereses fijos o intereses variables. En este caso se hace
referencia a si un interés bancario se mantiene inalterable a lo largo de todo el tiempo
de duración del contrato, tipo fijo, o si por el contrario se trata de un interés vinculado
a la evolución de determinados índices de referencia que puede modificarse en función
de estos a lo largo del tiempo. Encontramos un ejemplo muy claro de todo esto en los
intereses aplicados a las hipotecas, donde los tipos fijos garantizan una misma cuota a
lo largo de toda la vida del préstamo mientras que los tipos variables revisan
periódicamente el importe de dicha cuota subiendo o bajándolo en función de la
evolución del índice de referencia.
Otro modelo de clasificación puede ser la diferencia entre intereses simples e intereses
compuestos. También aquí es muy sencilla la explicación. Los intereses simples son los
que quedan liquidados con una periodicidad acordada en el contrato o al final del plazo
de amortización pactado, sin añadirse al capital inicial. En el caso de los tipos de interés
compuesto este interés, que se cobra de manera periódica, pasa a su vez a formar parte
del capital y es a partir de esta suma cuando se calcula la tasa de interés.
Por último, conviene también repasar el modelo de intereses nominales o intereses
efectivos. La diferencia entre ambas opciones viene dada porque el interés nominal
coincide con el período de liquidación de los intereses, mientras que el interés
compuesto, como hemos visto anteriormente en el ejemplo práctico, se utiliza para
mostrar el interés real que surge de una operación cuando los periodos de referencia
utilizados en el cálculo del tipo no se corresponden exactamente con los periodos de
devolución del interés.
Generalmente, al usuario, se nos ofrece un estándar denominado TAE en el que, por
ejemplo, en el caso de un depósito, se viene a mostrar la rentabilidad de la aportación

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teniendo en cuenta el interés nominal generado, pero a la vez restando los gastos y
comisiones de la operación.

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