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ACCIONES REALES
El carácter esencial de las mismas, dice Salvat[1] consiste en que ellas corresponden
a un derecho real; lo ponen en movimiento para hacerlo reconocer y para mantenerlo
en toda su extensión.
a) Gozan del ius persequendi o sea la facultad de hacer valer el derecho contra
cualquiera que se halle en posesión de la cosa;
b) tienden al mantenimiento del derecho y por tanto se ejercen tantas veces sea
necesario para defenderlo,
c) Procesalmente suele otorgarse competencia al juez del domicilio del deudor o el del
lugar donde debía cumplirse la obligación.[2]
Borda recuerda que la distinción no es tan neta por ejemplo existen situaciones donde:
- y existen acciones personales con una suerte de ius persequendi como en las
acciones derivadas de obligaciones propter rem[3].
2756. Acciones reales son los medios de hacer declarar en juicio la existencia,
plenitud y libertad de los derechos reales, con el efecto accesorio, cuando hubiere
lugar, de indemnización del daño causado.
Esta limitación del código a tres acciones crea dudas en sentido de considerar tales a
otras acciones como la declarativa de usucapión, la de división de condominio, la
hipotecaria las acciones posesorias.
A. La acción de reivindicación:
Se brinda en defensa de los derechos reales que se ejercen por la posesión. Esto es
dentro del código: dominio, condominio, usufructo, uso y habitación, prenda y
anticresis. Para su procedencia debe haber mediado desposesión.
B. La acción negatoria:
Partimos de la base que conforme surge de la nota al art. 2800 acción reivindicatoria y
negatoria amparan los mismo derechos, diferenciándose tan solo en la mayor o menor
gravedad de la lesión.[8]
Por tanto decimos que la acción negatoria se brinda en defensa de estos mismos
derechos reales, pero no para defenderla de un ataque grave, sino de uno menor
como por ejemplo si alguien pretende tener una servidumbre respecto del inmueble de
mi propiedad. Leer nota al art. 2800 tomada de Maynz.
C. La acción confesoria:
Se brinda en defensa de las servidumbres activas; y al acreedor hipotecario contra los
actos del deudor que disminuyen o afecten su garantía.
Arean[9] incluye dentro de este ámbito a los titulares de derechos reales que se
ejercen por la posesión, cuando lo cuestionado es el cumplimiento de las restricciones
y límites que legislados en relación al dominio se extienden a todos estos derechos
reales.
Acción Reivindicatoria.-
1. Concepto.
a) Dice que nace del “dominio” y es sabido que esta acción se da en defensa de todos
los derechos reales que se ejercen mediante la posesión[11]
Borda dice que puede definirse más exactamente como: la acción que puede ejercer
el que tiene derecho a poseer una cosa para reclamarla de quien efectivamente
posee.[15] (o tiene, agregamos, porque puede dirigirse contra un tenedor)
2. Objeto de la reivindicación
A. Cosas reivindicables.
2759. Las cosas particulares de que se tiene dominio, sean muebles o raíces, pueden
ser objeto de la acción de reivindicación; y lo mismo las cosas que por su carácter
representativo se consideran como muebles o inmuebles.
b) La ley dice cosas particulares debe entenderse por ello aquellas que puedan
determinarse físicamente[17]
c) la ley habla de dominio que no debe tomarse en sentido técnico sino como
comprensivo de todo derecho real que se ejerce mediante la posesión.
2761. Son también reivindicables las partes ideales de los muebles o inmuebles, por
cada uno de los condóminos contra cada uno de los coposeedores.
Las partes ideales o indivisas son por definición no concretas inciden sobre toda la
cosa el códificador con buen tino aclara que son reivindicables.
B. Cosas no reivindicables.
El código establece también que no es reivindicable:
Para que proceda la reivindicación debe ser posible identificar la cosa. Estas
cosas no son identificables. Sin embargo si podemos distinguirlas, billetes de una
numeración precisa, trigo en una bolsa correctamente identificada, puede ser
reivindicado.
- 2764. Una universalidad de bienes, tales como una sucesión cuestionada, no puede
ser objeto de la acción de reivindicación; pero puede serlo una universalidad de cosas.
3. Legitimacion Activa
Aquí nos referimos a quiénes pueden ejercer la acción de reivindicación:
Supuestos especiales
A. El condómino:
Los autores entienden que los condóminos pueden reivindicar y se distinguen dos
supuestos[22]:
La medida de reivindicación entre los condóminos está dado por su parte indivisa, un
comunero no podría reivindicar toda la cosa, pues en ella también le asiste derecho al
condómino demandado.
Ni tampoco una parte materialmente determinada porque ello sería incompatible con la
parte indivisa.
El caso está previsto por el artículo 2679, en cuya nota se citan como fuentes el
derecho romano, Maynz y Aubry et Rau-
2679. Cada uno de los condóminos puede reivindicar, contra un tercer detentador, la
cosa en que tenga su parte indivisa; pero no puede reivindicar una parte material y
determinada de ella.
1. Corriente restrictiva.
El problema estriba en que el texto literal del artículo difieren de las fuentes citadas en
la nota. Para los autores citados la medida de la acción es la parte ideal.
En base a esta opinión se originó una corriente restrictiva según la cual, como las
acciones se acuerdan en la medida necesaria para proteger el derecho invocado, la
facultad de reivindicar no puede ir más allá de la parte indivisa, pues si se admitiera la
posibilidad de reclamar el reintegro de todo la cosa, se estaría reconociendo entonces
una protección muy superior a la medida del interés del condómino sobre esa cosa.
(Salvat, Machado)
2. Corriente amplia:
El condómino puede reivindicar toda la cosa. Ya que no es exacto que el interés del
mismo se circunscriba a la parte indivisa. Es cierto que en virtud de lo establecido por
el artículo 2680, no pueda realizar sobre la cosa común ni sobre la menor parte de ese
físicamente determinada, actos materiales o jurídicos que importe el ejercicio actual e
inmediato del derecho de propiedad. Pero este artículo no constituye obstáculo para la
procedencia de la reivindicación amplia, porque al asegurar a cada condómino a
través del ejercicio de la acción real, la plenitud de la copropiedad, no hace más de
conservar el que el dominio tal como le pertenece. (Lafaille, Argañaraz, Borda).
Por lo demás la parte indivisa del condómino se proyecta sobre toda la cosa y
por tanto interesa al condómino recuperar a toda esta y no simplemente una parte
indivisa que además es insuseptible de ser poseída.
B. Cesionario:
Declara el artículo 1444 la cesibilidad de todo objeto incorporal, todo derecho y toda
acción sobre una cosa que se encuentre en el comercio, a menos que la causa sea
contraria a alguna previsión expresa o implícita de la ley o al título mismo del crédito.
Esta amplitud de criterio alcanza igualmente las accionar reales como se manifiesta
en la nota al artículo 1445, en la que se expresa, que la reivindicación fundada
sobre el derecho de propiedad es cesible.
2. Tesis positiva:
Poco a poco se fue abriendo una corriente positiva:
- Se dijo que el comprador no puede reivindicar en nombre propio, pero podría hacerlo
ejerciendo en interés propio los derechos del vendedor. Actuaría entonces como un
procurador en cosa propia, invocando la posesión del vendedor.
- El más claro quizás es Lafaille que dice que el comprador está legitimado para
reivindicar porque el celebrar la compraventa se produce una cesión de todos
los derechos y acciones del vendedor y entre ellos se encuentra la acción de
reivindicación.
5. Legitimacion Pasiva
Aquí nos preguntamos contra quién se dirige la acción:
La regla del derecho romano, dice que la reivindicación compete al propietario no
poseedor contra el poseedor no propietario.
Si bien eso parece surgir de la misma definición del código lo cierto es que no es así
conforme el resto del articulado y a la nota al art. 2758 dice que:
Como principio la acción reivindicatoria se otorga contra cualquiera que tiene la cosa,
sea a título de poseedor propiamente dicho o simple detentador.
Supóngase que una cosa ha sido depositada: el depositante tiene dos acciones,
la del depósito y la de reivindicación; puede suceder que le sea más difícil
probar el depósito que la propiedad, y prefiera intentar la reivindicación.
La reivindicación puede dirigirse contra el que posee a nombre de otro. Este no está
obligado a responder a la acción, si declara el nombre y la residencia de la persona a
cuyo nombre la tiene. Desde que así lo haga, la acción debe dirigirse contra el
verdadero poseedor de la cosa.
Dice Arean[23] que el actor podría oponerse a la desvinculación del proceso del que
se dice tenedor, si de las circunstancias del caso resulta que se trata de una maniobra
urdida para desviar su responsabilidad.
c. Caso del heredero.
Dice el art. 2773:
“Hay total diferencia entre la acción de reivindicación y las acciones personales. Las
acciones personales nacen de alguna obligación contraída por el que está obligado al
demandante. Sucediendo los herederos del obligado en todas las obligaciones de éste
por la parte de que son herederos, es una consecuencia necesaria que estén
obligados por esta parte y por las acciones que nacen de dichas obligaciones. Al
contrario, la acción de reivindicación no nace de ninguna obligación que el poseedor
hubiese contraído con el propietario de la cosa, sino solamente de la posesión que
tiene de esta cosa; por consiguiente, su heredero no puede ser responsable de
esta acción, sino en cuanto él mismo sea poseedor de la cosa que se reivindica,
y sólo por la parte de que lo sea.”
Siguiendo esto quiere decir que si en la partición la cosa es adjudicada por el todo a
uno de los herederos, la reivindicación procederá sólo contra el y no contra quienes
nada poseen (Pothier citado en la nota).
Si en cambio existen cuatro herederos pero la cosa se adjudicó solo a dos, estos dos
solamente serán quienes respondan, por la mitad cada uno.
Esto rige sólo para la acción reivindicatoria en si y no para las acciones accesorias
conforme el art. 2787 Las acciones accesorias a la reivindicación contra el poseedor
de mala fe, sobre la restitución de los frutos, daños e intereses por los deterioros que
hubiese hecho en la cosa, pueden dirigirse contra los herederos por la parte que cada
uno tenga en la herencia.
El hecho suyo no es una situación distinta al dolo. Porque debe realizarse con la
intención de dificultar o imposibilitar la reivindicación es decir es intencional y si es
intencional es doloso.
3270. Nadie puede transmitir a otro sobre un objeto, un derecho mejor o más extenso
que el que gozaba; y recíprocamente, nadie puede adquirir sobre un objeto un
derecho mejor y más extenso que el que tenía aquel de quien lo adquiere.
a. Cosa robada:
1. Concepto
Dice el art. 2766 que:
2768: La persona que reivindica una cosa mueble robada o perdida, de un tercer
poseedor de buena fe, no está obligada a reembolsarle el precio que por ella hubiese
pagado, con excepción del caso en que la cosa se hubiese vendido con otras iguales,
en una venta pública o en casa de venta de objetos semejantes.
No paga lo que vale sino lo que le costó al reivindicado lo que suele ser una diferencia
importante.
b. Buena fe
Dadas las circunstancias del art. 2768 se presume la buena fe del adquirente.
2770. Los anuncios de hurtos o de pérdidas, no bastan para hacer presumir de mala
fe al poseedor de cosas hurtadas o perdidas que las adquirió después de tales
anuncios, si no se probare que tenía de ello conocimiento cuando adquirió las cosas.
7. Reivindicación de inmuebles:
Como dijimos la norma del código era la del 3270 lo cual daba lugar a soluciones
injustas en el caso de terceros de buena fe.
Procede aun contra el adquirente de buena fe como sería el caso que el dolo o la
violencia la ejerciera un tercero sin complicidad del adquirente.
Art. 1051: Todos los derechos reales o personales transmitidos a terceros sobre un
inmueble por una persona que ha llegado a ser propietario en virtud del acto anulado,
quedan sin ningún valor y pueden ser reclamados directamente del poseedor actual;
salvo los derechos de los terceros adquirentes de buena fe a título oneroso, sea
el acto nulo o anulable.
a) buena fe: Se presume pero debe ser una buena fe diligente. No la asegura el simple
asiento en el Registro.
b) título oneroso:
Como todo demandante el reivindicante debe probar su derecho, en este caso probar
que es propietario.
Atento la dificultad de la prueba que implicaría que no solo debiera probar su dominio
sino el de su antecesor (en virtud del nemo plus iuris) el código trae una serie de
artículos para facilitar la tarea probatoria.
A. Reivindicante tiene título y el poseedor no.
a. Posesión anterior a título.
Si el título del reivindicante o su antecesor es posterior a la posesión del demandado
ese titulo no es suficiente
2789. Si el título del reivindicante que probase su derecho a poseer la cosa, fuese
posterior a la posesión que tiene el demandado, aunque éste no presente título
alguno, no es suficiente para fundar la demanda.
La razón es que si estaba poseído por otro el adquirente no puedo recibir la posesión y
por ende no es dueño.
Esto siempre que el que entra en posesión después lo sea de buena fe sino es así no
vence.
Si la cosa fuere inmueble y el deudor hiciere tradición de ella a otro con el fin de
transferirle el dominio, el acreedor no tendrá derecho contra tercero que hubiese
ignorado la obligación precedente del deudor; pero sí contra los que sabiéndola
hubiesen tomado posesión de la cosa.
b. Si los títulos emanan de distinta persona:
Rige en este caso el 2792:
9. Medidas precautorias:
Además de las que procesalmente correspondan el art. 2788 establece que:
2788. El que ejerce la acción de reivindicación puede, durante el juicio, impedir que el
poseedor haga deterioros en la cosa que se reivindica.
2793. Cuando la cosa reivindicada está en manos del demandado contra quien la
sentencia se hubiese pronunciado, debe éste volverla en el lugar en que ella se
encuentre; pero si después de la demanda la hubiese transportado a otro lugar más
lejano, debe ponerla en el lugar en que estaba.
Observa Borda que para que realmente la demanda de daños importe la pérdida del
derecho de reivindicar, esta debe tender a la reparación total de todos los daños
sufridos.
Pero nada impide que el reivindicante dirija su acción para recuperar el bien contra el
actual poseedor y al propio tiempo demandar al enajenante por los daños sufridos por
la privación temporal de la propiedad.
Destaca Arean que la acción personal también juega como acción principal cuando no
es posible la reivindicación por haber pasado la cosa a un poseedor amparado contra
el petitorio.
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[2] Garrido Andorno pg. 8 en cuanto a clasificación de las acciones y sus diferencias.
[23] pg.868