You are on page 1of 11

PSIENCIA. REVISTA LATINOAMERICANA DE CIENCIA PSICOLÓGICA 3(2) 96-106 doi: 10.5872/psiencia/3.2.

71
PSIENCIA. LATIN AMERICAN JOURNAL OF PSYCHOLOGICAL SCIENCE CC 2011 / www.psiencia.org

SECCIÓN TEMÁTICA | THEMATIC SECTION

PROBLEMAS AMBIENTALES Y PSICOLOGÍA AMBIENTAL.


REFLEXIONES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA
PSICOLOGÍA DE LA SUSTENTABILIDAD EN ARGENTINA

ENVIRONMENTAL ISSUES AND ENVIRONMENTAL PSYCHOLOGY. REFLECTIONS


FOR THE CONSTRUCTION OF A SUSTAINABILITY PSYCHOLOGY IN ARGENTINA

Schelica Mozobancyk
Resumen: La psicología ambiental es un área de vacancia en Argentina. No obstante, a nivel
internacional, e incluso en países de América latina presenta una rica y fructífera trayectoria, la
que comenzó hace ya alrededor de cinco décadas. Constituye un campo interdisciplinario de
estudia del comportamiento del ser humano en relación con su medio ambiente, sea natural,
construido o social. El presente trabajo aborda una línea de investigación emergente dentro
de esta subdisciplina, denominada psicología de la sustentabilidad, desde una mirada situada
en América Latina.
Palabras clave: Ambiente – Psicología Ambiental – Psicología de la Sustentabilidad – Argentina

Abstract: Environmental psychology is a vacancy area in Argentina. It has, nevertheless a rich and fruitful develop-
ment internationally and even in some Latin American countries. It’s an interdisciplinary field that studies human
beings behaviour in its environment, natural, constructed or social. Present work reviews an emerging research
area within this discipline, called sustainability psychology, from a Latin American point of view
Keywords: Environment – Environmental Psychology – Sustainability Psychology – Argentina

INTRODUCCIÓN Hacia la década de 1970 hacen eclosión


en el “primer mundo” los problemas ambien-
La psicología ambiental es un área de va- tales vinculados con los procesos de urba-
cancia en Argentina. No obstante, a nivel nización e industrialización aceleradas. Este
internacional (incluso en muchos países de tipo de problemáticas comienza a atraer la
América Latina) tiene una rica y fructífera atención de los psicólogos ambientales y
trayectoria, la que comenzó hace ya alre- empieza a gestarse, entonces, una línea
dedor de cinco décadas. Günter, Pinheiro de trabajo específica dentro de la psicolo-
y Souza (2004) la caracterizan señalando gía ambiental, que el psicólogo ambiental
que “estudia el hombre en su contexto fí- mejicano Corral Verdugo (2010) ha descrito
sico y social. Busca sus interrelaciones recientemente como psicología de la susten-
con el ambiente, atribuyendo importancia tabilidad. Esta denominación abre la posi-
a las percepciones, actitudes, evaluacio- bilidad de pensar en la construcción de un
nes o representaciones ambientales, al corpus teórico que pueda dar cuenta de los
tiempo que considera los comportamientos aspectos psico-socio-culturales asociados a
asociados a ellas ” (p. 7)1. lo que se ha definido como desarrollo sus-
1
Por una síntesis de la trayectoria de la psicología tentable (DS).
ambiental y de sus principales áreas de desarrollo ver En las páginas siguientes nos dedica-
Mozobancyk (en prensa).
Recibido/Received: 2/9/2011 · Aceptado/Accepted: 16/10/2011

Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires (Argentina)


E-mail: schelica@uolsinectis.com.ar
PSICOLOGÍA AMBIENTAL Y PSICOLOGÍA DE LA SUSTENTABILIDAD 97
ENVIRONMENTAL PSYCHOLOGY AND SUSTAINABILITY PSYCHOLOGY

remos a problematizar el concepto de DS y sos. Según reporta la Organización Pana-


analizar las contribuciones que, al logro de mericana de la Salud en los últimos 45 años
esta meta, puede realizar la psicología de la el consumo de cereales, bovinos y agua se
sustentabilidad desde una mirada situada en ha triplicado, en tanto que el de papel se ha
América Latina. multiplicado por seis y el uso de los combus-
tibles fósiles ha crecido cuatro veces, al igual
PROBLEMAS AMBIENTALES Y ESTILOS que las emisiones de CO2 (OPS, 2000).
DE DESARROLLO La demanda de la humanidad sobre los
recursos del planeta excede actualmente la
En la década de 1970, comenzó a adver- capacidad regeneradora del mismo en cerca
tirse la relación existente entre el “estilo del 30%. Si nuestras demandas continúan a
de desarrollo”2 dominante en los países este ritmo, a mediados de la década de 2030
capitalistas avanzados de occidente y los necesitaremos el equivalente a dos planetas
problemas ambientales. Los modelos cien- Tierra para mantener el actual estilo de vida
tíficos anticiparon que, de no modificarse (World Wildlife Fund [WWF], 2008). Estas
las tendencias existentes, el planeta colap- cifras de crecimiento esconden grandes in-
saría entre los años 2050 y 2100 debido a equidades en la utilización de recursos y en
la explosión demográfica, el agotamiento de la producción de residuos. Por otro lado, el
los recursos naturales y una magnitud de incremento del consumo no es equivalente
producción de desechos que superaría la en los distintos segmentos socioeconómi-
capacidad del ambiente para metabolizarlos cos, sino altamente inequitativo: la quinta
(Meadows, Meadows, Randers, & Behrens, parte más rica de la población ha duplica-
1972). do su consumo per cápita de energía, car-
ne, madera, acero y cobre y cuadruplicado
Para muchos resultó claro que el mode-
el número de automóviles, mientras que el
lo de desarrollo imperante, impulsado por la
consumo per cápita de la quinta parte más
economía de mercado, estaba en el origen
pobre prácticamente no ha crecido en los
de los problemas ambientales. El crecimien-
últimos 45 años (OPS, 2000). Así, los paí-
to económico ilimitado (perpetuo) –que impli-
ses industrializados avanzados de hoy son
ca un crecimiento constante de la producción
sociedades del desperdicio, que sostienen
y el consumo–, la lógica de maximización de
el crecimiento económico siempre crecien-
las ganancias y el aumento de la acumula-
te llevando al máximo la velocidad a la que
ción de capital, son premisas intrínsecas a
usan y derrochan los recursos materiales y
dicho modelo. En este marco, la riqueza se
energéticos del planeta (Tyler Miller, 1994).
define como un aumento del consumo de
alimentos, bienes y servicios y, por ello, el La problemática ambiental así planteada
indicador económico por excelencia utilizado queda definida como intrínsecamente polí-
es el PBI (producto bruto interno) (Common, tica, en tanto que sus causas no son “eco-
& Stagl, 2008). lógicas”, sino sociales, y se relacionan con
un modelo de acumulación económica y de
Los propulsores de la economía de mer-
distribución injusta de la riqueza y del poder.
cado neoliberal lograron imponer este mode-
lo económico como el ideal a alcanzar por
todos los países del mundo. Pero tal mode- EL DESARROLLO SUSTENTABLE
lo de “desarrollo” es incompatible tanto con
las leyes de funcionamiento de los sistemas El desarrollo sustentable surge como una
ecológicos como con la aspiración humanis- propuesta de desarrollo alternativo al mode-
ta de distribución justa y equitativa de recur- lo basado en el crecimiento económico. La
2
Una síntesis y referencias bibliográficas respecto a primera definición del concepto la formuló la
la discusión de la noción de “Estilos de Desarrollo”, Comisión Mundial de Medio Ambiente y De-
incluido el desarrollo sustentable se presenta en Mo- sarrollo (CMMAD) de las Naciones Unidas
zobancyk (2001).
98 SCHELICA MOZOBANCYK

en 1987: “Está en manos de la humanidad DS es, en este sentido, una utopía.


hacer que el desarrollo sea sostenible, es de- Los autores que llamaron por primera
cir, asegurar que satisfaga las necesidades vez la atención sobre los límites del creci-
del presente sin comprometer la capacidad miento, en un trabajo posterior (Meadows,
de las futuras generaciones para satisfacer Randers, & Meadows, 2004) señalan que la
las propias” (Organización de las Naciones crisis ambiental que hoy debemos manejar
Unidas, [ONU] CMMAD, p. 29). es inédita, pues confronta a nuestra socie-
Los debates posteriores giraron en tor- dad con una serie de cuestiones que nunca
no a cómo lograr, efectivamente, esta meta. antes ha experimentado nuestra especie a
Dentro de estos debates se inscriben hoy escala mundial. Destacan que la gravedad
propuestas que postulan que es posible lo- de la crisis está relacionada, justamente, con
grar un DS en el marco del actual modelo el hecho de que, en términos sociales care-
de mercado neoliberal (haciendo los ajustes cemos de la perspectiva, las normas cultura-
necesarios que permitan valorizar moneta- les, los hábitos y las instituciones necesarias
riamente de un modo correcto los recursos para afrontarla (citado por Corral Verdugo,
y servicios ambientales), como es el caso 2010, p. 77).
del Informe Stern (2007) respecto al cambio El DS se propone como un estilo de de-
climático, por ejemplo, y otras propuestas sarrollo que pueda compatibilizar los aspec-
que postulan que el actual modelo econó- tos ecológicos, económicos, socio-culturales
mico es intrínsecamente incompatible con y político-institucionales del desarrollo. Ello
la posibilidad de lograr un DS. Estas últimas implica atender, simultáneamente, a un de-
corrientes han clasificado la posición de las sarrollo económico que permita satisfacer
primeras como una “sustentabilidad débil”3, las necesidades humanas, a la equidad so-
mientras que en una concepción de “susten- cial, al respeto por la cultura de cada pueblo,
tabilidad fuerte” se enrolan los teóricos del a los límites de los sistemas ecológicos y a
“decrecimiento”4 los propulsores del “buen los mecanismos político-institucionales que
vivir” en Latinoamérica (cf. Acosta, 2010) y permitan operar este cambio en el marco de
escuelas como la ecología política y la eco- un sistema democrático.
nomía ecológica.
El DS es una formulación propositiva, DESARROLLO SUSTENTABLE: IMPLI-
esto es, una propuesta de estilo desarrollo CANCIAS PARA LA PSICOLOGÍA AM-
hacia el cual deberíamos encaminarnos. BIENTAL
Pero dado que, hasta el momento, ninguna
sociedad se ha organizado bajo tal estilo de
Desde la psicología ambiental podemos pre-
desarrollo5, nadie sabe si es posible lograrlo
guntarnos qué características psicológicas
ni cuál es el derrotero para conseguirlo. El
y psicosociales son compatibles (o necesa-
rias) para contribuir a la construcción de una
3
Un análisis de las interpretaciones y reformulaciones sociedad sustentable. Por supuesto que, al
que sufrió el concepto de Desarrollo Sustentable en la
décadas posteriores a su formulación se presenta en igual que ocurre con los debates económi-
Gudynas (2010). cos, también desde la psicología podemos
4
La base de estas teorías se encuentra en los trabajos
de Georgescu-Roegen a quien se considera, también, encontrar posturas diversas en relación a
padre de la economía ecológica. este interrogante.
5
Por supuesto que incluimos en esta consideración a
las sociedades de los pueblos originarios que, al cons- Problematizaremos esta cuestión adhi-
tituir sociedades pre-capitalistas y pre-industriales (o riendo a una perspectiva de sustentabilidad
no capitalistas y no industrializadas) no tuvieron que
afrontar los desafíos de la sustentabilidad. Como la fuerte y situando la mirada desde una óptica
flecha del tiempo tiene un solo sentido y avanza hacia latinoamericana. Acotaremos la exposición
el futuro, no podemos volver la historia atrás y suponer
que la solución al dilema de la sustentabilidad sea vol- (por razones de espacio) a los elementos
ver a un estado pre-capitalista o preindustrial sino que que están contenidos explícitamente en la
la única posibilidad es construir un nuevo estilo de de-
sarrollo a partir del punto en que nos encontramos hoy. definición de DS.
PSICOLOGÍA AMBIENTAL Y PSICOLOGÍA DE LA SUSTENTABILIDAD 99
ENVIRONMENTAL PSYCHOLOGY AND SUSTAINABILITY PSYCHOLOGY

La noción de necesidades Este significado es socialmente (y no sólo


personalmente) construido en el marco de la
La definición de DS involucra la noción de sociedad consumista.
satisfacción de las “necesidades” humanas. La importancia simbólica de los bienes
El concepto de “necesidad” ha sido uno de materiales radica en que comunican acerca
los más ampliamente discutidos en el marco de las características personales. El consu-
de la psicología y es una referencia obligada mo, de este modo, juega un importante pa-
en el edificio conceptual de la economía. pel en la definición de la identidad personal
Se plantea, entonces, la pregunta ¿cuá- y en la mediación de las relaciones interper-
les son las necesidades humanas que deben sonales. El estilo de vida “consumista” es
poder satisfacer las presentes y las futuras propuesto por la sociedad, entonces, como
generaciones? La economía neoclásica ha un modo de definir la identidad personal y la
definido las necesidades humanas como afilicación social.
infinitas. A partir de allí se construye lo que Para Bauman (2007) el consumismo es
estos economistas denominan “el problema un tipo de acuerdo social que resulta de la
económico básico” que consiste en “la ne- reconversión de los deseos o anhelos hu-
cesidad de la asignación o distribución de manos, en la principal fuerza de impulso y
recursos escasos (finitos) para necesida- de operaciones de la sociedad. La sociedad
des que son infinitas” (la traducción es mía, consumista interpela a sus miembros en
Jackson, Jager, & Stagl, 2004, p. 5). Desde cuanto a su capacidad como consumidores y
este corpus teórico, entonces, la insaciabili- evalúa, recompensa y penaliza a los mismos
dad es, por un lado, un rasgo inherente al según la rapidez y calidad de su respuesta
comportamiento del consumidor y, por otro, a dicha interpelación. De este modo “consu-
la tesis ideológica central de la economía, mir” significa invertir en la propia pertenencia
que sostiene, a la vez, todo el edificio de la a la sociedad, en lo que hace al valor social y
sociedad de consumo (Jackson et al., 2004). la autoestima individuales.
Desde una visión marxista, por el contra- La cultura consumista es introducida en
rio, la producción produce el consumo, pues- todas las sociedades del mundo a partir de
to que la misma provoca en el consumidor muy bien planeadas estrategias de marke-
la necesidad de productos que ella misma ting y publicidad. El fomento indiscriminado
ha creado. Entre producción y consumo hay del consumo se apoyada en la estrategia
una determinación recíproca, pues sin pro- denominada “obsolescencia planificada”, la
ducción no hay consumo y, por otra parte, el cual consiste en lograr que los objetos que-
consumo retroalimenta la producción (pues- den tecnológica o psicológicamente obsole-
to que nadie produciría un producto que no tos rápidamente, para que sean descartados
fuera a ser consumido) (Marx, 1987). y reemplazados por otros nuevos. La obso-
En el contexto de una economía de mer- lescencia psicológica, en particular, fue tem-
cado el crecimiento económico depende ne- pranamente señalada por Packard (1961) e
cesariamente del consumo: la contracara del implica que los objetos pierdan su atractivo
estilo de desarrollo basado en el crecimiento simbólico aunque desde el punto de vista
económico ilimitado, es el estilo de vida con- operativo continúen cumpliendo con sus fun-
sumista. Corrientes recientes, representadas ciones perfectamente.
por sociólogos como Baudrillard y Bauman A partir del desarrollo conceptual hasta
han venido a cuestionar los enfoques teóri- aquí realizado se hace evidente que lograr lo
cos basados en el concepto de “necesidad” que se ha denominado patrones de “consu-
postulando que los bienes materiales ad- mo sustentable” no sólo implica la modifica-
quieren valor para las personas, no sólo por- ción de valores, actitudes y comportamientos
que satisfacen necesidades “objetivas”, si no individuales, sino que involucra el cambio de
por el significado simbólico que adquieren. estructuras económicas y jurídicas que pue-
100 SCHELICA MOZOBANCYK

dan facilitar esta transición cultural. Desde principales valores que sostienen los norte-
una perspectiva psicológica, entonces, faci- americanos son el ser bien ajustado (“en-
litar esta transición implica la necesidad de cajar” bien en la sociedad) y ser capaz de
intervenir, sinérgica y dialécticamente, sobre tomar ventaja de las oportunidades (Schultz,
aspectos individuales a la vez que sobre as- & Zelezny, 2003).
pectos psicosociales, comunitarios y políti- Estos autores encontraron, en estudios
cos de los ecosistemas humanos. internacionales, que valores similares son
compartidos por otros países occidentales
Equidad intrageneracional como Canadá y los de Europa occidental.
Podemos postular, entonces, que dichos va-
La noción de equidad intrageneracional es lores son propios de lo que llamamos países
inherente a la propuesta de DS. Implica que de capitalismo avanzado.
todos los pueblos que comprenden la actual Este tipo de valores han sido claramen-
generación deben tener acceso a los bienes te identificados como incongruentes con la
y servicios que les permitan satisfacer sus preocupación hacia el ambiente y el compor-
necesidades. Así, es inadmisible el sobre- tamiento proambiental en distintas investiga-
consumo de una parte de la población de la ciones y aparecen como opuestos a valores
Tierra, mientras que otra parte apenas pue- altruistas y biosféricos.
de acceder a bienes absolutamente básicos Por otra parte, los estudios han encon-
que garantizan la subsistencia (como agua o trado que la personalidad, actitudes y com-
alimentos) o a otros que hacen a la dignidad portamientos de las personas difieren gran-
de la calidad de vida humana como la salud, demente en culturas que sostienen valores
educación, oportunidades económicas, parti- “colectivistas” respecto de aquellas donde
cipación política y servicios culturales. predominan los valores individualistas. En
El ingreso económico mundial está al- las culturas colectivistas las personas consi-
tamente concentrado. Por tomar el ejemplo deran que el ser del grupo debe orientar las
de Estados Unidos, este solo país, con al- creencias y el comportamiento de los miem-
rededor del 5% de la población mundial, bros. Por el contrario, la auto-determinación
concentra cerca del 30% del ingreso mundial caracteriza las culturas individualistas , en
(Ehrlich, & Ehrlich, 2004 citado por Corral las cuales se considera que cada persona
Verdugo, 2010), mientras que, en el otro debe determinar o elegir sus propias creen-
extremo, casi tres mil millones de personas cias y comportamientos (Sarigöllü, 2009).
viven con menos de dos dólares al día. Está claro que el manejo sustentable de
La literatura en psicología ambiental ha los recursos naturales requiere que los mis-
puesto de relieve la relación existente entre mos sean entendidos como bienes comunes
los valores que sostiene una sociedad y sus que deben ser gestionados de acuerdo a
prácticas de cuidado ambiental. En este sen- intereses colectivos, bajo principios de equi-
tido, es revelador, nuevamente, el caso de dad, cooperación, participación, etc.
EE.UU., en tanto país emblemático que ha Evidentemente, es difícil imaginar instalar
asumido todas las premisas de la economía estos valores en los países capitalistas avan-
neoliberal, incluyendo el libre mercado y el zados, dado que los valores no se desarro-
estilo de vida consumista. La investigación llan en el vacío, sino en contextos sociales,
sobre los valores en este país ha puesto en económicos y políticos que los promueven.
evidencia que, en términos generales, las Estos contextos, a su vez, son mantenidos
personas allí sostienen valores fuertemente y reproducidos por los comportamientos y
centrados en la superación personal (self- prácticas de sujetos que, recíprocamente,
enhancing): competitividad, éxito personal, actúan guiados por tales valores. Desde
esfuerzo de logro, independencia de criterio este punto de vista, valores personales y so-
y elección de las propias metas. Dos de los ciales y estructura económico-social deben,
PSICOLOGÍA AMBIENTAL Y PSICOLOGÍA DE LA SUSTENTABILIDAD 101
ENVIRONMENTAL PSYCHOLOGY AND SUSTAINABILITY PSYCHOLOGY

una vez más, pensarse como aspectos de un hacerlos congruentes con los valores de los
mismo proceso. La cultura, en sí misma, es americanos” (Schultz, & Zelezny, 2003).
resultado de procesos de intercambio per- Dicha solución lleva implícita la casi total
manente entre las personas y su ambiente imposibilidad que Schultz advierte en modi-
(Beat, & Wettstein, 2010). ficar los valores que han sentado las bases
Volviendo al trabajo antes mencionado, de la “american way of life”. A tal punto que
Schultz –uno de los más reconocidos psicó- considera más probable y eficaz persuadir
logos ambientales a nivel internacional en a los estadounidenses de que el cuidado
el estudio de los valores en relación al com- ambiental les traerá beneficios que los ayu-
portamiento proambiental– allí reflexiona darán a continuar viviendo las vidas que
sobre cómo resolver la contradicción entre conocen y que desean. Cambiar algo para
la necesidad de que los norteamericanos que nada cambie. Conseguir algún grado de
pongan en práctica comportamientos proam- cambio de comportamiento individual que no
bientales y el tipo de valores imperantes en implique poner en riesgo la continuidad del
la sociedad (incompatibles con tal propósito), macrosistema.
destacando que la población es refractaria a El modelo de mercado neoliberal ha sido
los mensajes y campañas mediáticas proam- propuesto como el estilo de desarrollo ideal
bientales: al que debemos tender los países aún no
“desarrollados”. Es necesario estar adverti-
“El movimiento ambiental en Estados dos que al encaminarnos hacia ese estilo de
Unidos ha golpeado duramente el estilo desarrollo, no sólo nuestro sistema económi-
de vida predominante de los norteame- co, sino nuestros valores y comportamientos
ricanos (materialismo, búsqueda de la se transformarán en un sentido que nos ale-
riqueza personal, desarrollo centrado jará cada vez más de la meta del DS.
en lo individual) [...] La protección am- Desde una psicología de la sustentabili-
biental ha sido encuadrada como re- dad latinoamericana no debemos perder de
quiriendo sacrificios –la conservación vista la relación de construcción permanente
requiere usar menos, vivir de un modo y recíproca entre sistemas económicos, di-
más simple, resignar algo del confort námica social, complejo cultural y valores,
que tenemos disponible y generando actitudes y comportamientos (individuales y
inconvenientes– para lograr una meta colectivos).
más general. [...] Las personas que tie-
nen valores egoístas [...] no serán mo- Solidaridad intergeneracional
tivadas por apelaciones al altruismo”
(la traducción es mía, pp. 130-131).
La definición de DS nos llama la atención
sobre el hecho de que somos parte de una
Y más adelante sintetiza: “mientras que cadena intergeneracional. La consideración
hay considerable evidencia que la gente en de “generaciones futuras” que deben recibir
Estados Unidos es conciente de muchos un planeta saludable que les permita satis-
problemas ambientales, que expresan pre- facer sus necesidades nos obliga a tomar
ocupación por estos problemas y que creen compromisos en el presente para garantizar
que se debería hacer algo al respecto, no su futuro.
están en absoluto dispuestos a resignar su Actualmente vivimos en una sociedad
conveniencia o confort para resolver el pro- “acelerada”. La sociedad consumista no sólo
blema”. ¿Cuál es la solución, entonces, que nos impulsa a consumir cada vez más, sino
este reconocido e inteligente autor encuentra que nos impulsa a hacerlo a una velocidad
para este dilema? Es una solución que, des- cada vez mayor. La obsolescencia tecnológi-
de el hemisferio sur, resulta difícil de creer: ca o psicológica se produce en plazos cada
“reencuadrar los mensajes ambientales para vez más cortos. Por otra parte, una porción
102 SCHELICA MOZOBANCYK

importante de las innovaciones tecnológicas Desde una perspectiva construccionis-


que llegan al mercado no sólo nos ayudan a ta, debemos señalar que el futuro no está
ahorrar esfuerzos en las tareas de nuestra predeterminado ni es inexorable, sino que
vida cotidiana, sino que nos ayudan a “eco- es producto de las acciones que tomemos
nomizar” tiempo (aspecto que ocupa un lu- hoy. Esta idea ha sido utilizada en psicología
gar central en la sociedad de consumo), tal ambiental bajo el concepto de “considera-
vez para volcarlo en actividades que retroa- ción de consecuencias futuras” (Strathman,
limenten la carrera por la obtención de más Gleicher, Boninger, & Edwards, 1994) que se
ingresos económicos. refiere al grado en que las personas consi-
Se hace evidente que esta construcción deran que los resultados futuros son reflejo
subjetiva e intersubjetiva del tiempo (consu- de sus comportamientos actuales. Sin duda,
mir rápido, consumir ya) no es compatible esta es una noción interesante al momento
con el uso sustentable de los recursos natu- de pensar las características psicológicas
rales renovables, que tienen sus propias ve- que posibilitarían un DS. No obstante, como
locidades de regeneración, como tampoco lo es frecuente, la psicología ambiental tradi-
es con la necesidad de aplazar el consumo cional omite el hecho de que, en cuestiones
de los recursos no renovables y preservarlos ambientales (muy especialmente), el futuro
para las generaciones futuras. no se construye individualmente sino que,
Ritzer (1996) caracterizó un proceso necesariamente, el DS entraña decisiones
que denominó “McDonalización de la socie- colectivas donde juegan un papel preponde-
dad”, tomando a la empresa Mc Donald´s rante los poderes políticos, el rol del Estado
como ícono de una sociedad donde impe- y la capacidad de los distintos actores so-
ra lo efímero, lo descartable y lo rápido: el ciales de incidir sobre tal proceso. Es hacia
“fast food”. Por su parte, Gergen, fundador esta construcción social del futuro que los
del construccionismo social, describió ma- psicólogos de la sustentabilidad en latino-
gistralmente los efectos que estos cambios américa debemos sumar nuestros aportes.
tecnológicos y sociales producen sobre los Afortunadamente, hay muchos puentes ten-
aspectos psicológicos, en su libro El yo sa- didos (e innumerables trabajos realizados)
turado (1992). en este entrecruzamiento de saberes desde
En el campo específico de la psicología la psicología ambiental, la psicología política,
ambiental, todavía contamos con pocos es- la psicología económica y la psicología co-
tudios que arrojen luz sobre la relación entre munitaria que se orientan hacia dicha meta.
la orientación temporal de una cultura y su
modo de vincularse con el ambiente. Sari- REFLEXIONES PARA LA CONSTRUC-
göllü (2009) encontró que una cultura tra- CIÓN DE UNA PSICOLOGÍA DE LA SUS-
dicional orientada temporalmente hacia el TENTABILIDAD EN ARGENTINA
pasado y hacia la conservación de las tra-
diciones (Turquía), mostraba actitudes más A continuación, recuperando lo expuesto an-
proambientales que una cultura orientada teriormente, se realizan reflexiones en rela-
hacia la innovación y el futuro (Canadá). Es- ción a aspectos importantes a considerar al
tudios anteriores habían encontrado que las momento de avanzar en el desarrollo de una
culturas tradicionales muestran una orienta- psicología ambiental de la sustentabilidad en
ción temporal de “largo plazo” y consideran Argentina.
que preservar la historia y la naturaleza es
importante, contrariamente a lo que ocurre Desarrollar la agenda de psicología de la
en culturas orientadas hacia el futuro (Adler, sustentabilidad en el marco del DS
1986, citado en Sarigöllü, 2009). No obstan-
te, otros estudios han mostrado algunos re-
sultados contradictorios. La agenda de investigación e intervención de
la psicología de la sustentabilidad debe ins-
PSICOLOGÍA AMBIENTAL Y PSICOLOGÍA DE LA SUSTENTABILIDAD 103
ENVIRONMENTAL PSYCHOLOGY AND SUSTAINABILITY PSYCHOLOGY

cribirse en el marco del DS. No sería desea- bilidad, en el capítulo dedicado a los estilos
ble que la psicología trabaje de forma aisla- de vida y consumo sustentables, el psicólogo
da (muchas veces aun encapsulada en sus mejicano Corral Verdugo expresa: “es funda-
propias temáticas e intereses) como ocurre mental estudiar las razones que generan el
actualmente en tantos países. ímpetu consumista de personas, grupos y
Para articular los aportes de la psicología naciones. Además, es necesario averiguar
con las demandas del DS es necesario que si existe alguna dimensión psicológica que
el psicólogo ambiental tenga una formación contrarreste el afán consumista de la hu-
básica pero sólida en el campo de las pro- manidad.” Seguidamente se pregunta “¿de
blemáticas ambientales y de los desafíos y dónde surge el impulso consumista en las
alternativas existentes para el DS. En este personas?” (Corral Verdugo, 2010, p. 79).
sentido, el psicólogo de la sustentabilidad Es difícil concebir que un psicólogo am-
debe poder comprender el campo ambiental biental reconocido internacionalmente pueda
como un sistema socio-ecológico complejo plantear una pregunta ingenua a tal extremo.
(Gallopin, 2001; García, 2006) en el que con- El autor omite por completo el análisis de los
vergen los aportes de las ciencias físicas, las determinantes políticos y económicos de los
naturales y las sociales, en un marco emi- comportamientos de consumo, aspectos que
nentemente interdisciplinario. están totalmente ausentes a lo largo de todo
Desconocer la dinámica y complejidad su libro. Ignora los efectos de las estrategias
de este campo puede conducir a realizar de marketing de las empresas, el desarrollo
aportes simplificados, sesgados, erróneos o de cuidadas y costosísimas campañas publi-
aun antagónicos con las propuestas del DS. citarias, el “maquillaje verde”, las estrategias
de obsolescencia programada, las acciones
Desarrollar una agenda nacional propia, ambientales de “responsabilidad” social em-
contextuada y políticamente situada. presaria (aun de las empresas más contami-
nantes del planeta), la utilización persuasiva
del packaging, el etiquetado de productos,
El DS presenta diferentes desafíos en dis-
las políticas de fijación de precios y el enor-
tintos países del mundo (en particular en
me lobby que son capaces de ejercen sobre
los países desarrollados respecto de los
los gobiernos las grandes empresas (solas o
no desarrollados). Asimismo, existen dife-
reunidas en grupos corporativos) para evitar
rencias entre distintas regiones del mundo,
las regulaciones del Estado sobre sus prác-
aun dentro de los países no desarrollados, al
ticas industriales y comerciales, entre otros
igual que ocurre al interior de las distintas re-
giones (por ejemplo, de nuestro propio país). La cantidad de publicaciones científicas
Por ello, es necesario establecer cuáles son en el área del marketing y la publicidad que
los problemas relevantes en cada contexto estudian modos de hacer del consumidor un
en que se desenvuelve la psicología de la agente reproductor de la economía de mer-
sustentabilidad en el país. cado podrían llenar bibliotecas completas.
¿Es posible que el autor mejicano desco-
Por el modo en que se enseña y se di-
nozca todo este cuerpo de investigaciones?
semina el conocimiento científico en muchas
¿Es posible que, trabajando en el campo de
de nuestras aulas universitarias, es fácil caer
la sustentabilidad ambiental desde hace dé-
en la tentación o en la ausencia de cuestio-
cadas, desconozca el accionar de enorme
namiento crítico, de adoptar, sin más, los
cantidad de empresas que cotidianamente
conceptos, agendas y metodologías de in-
entran en conflicto con la preservación del
vestigación e intervención desarrollados en
ambiente y de la salud humana?
los países centrales, con consecuencias ne-
gativas para nuestro propio DS. El lector desprevenido que recorre el ca-
pítulo mencionado fácilmente puede llegar a
Un ejemplo servirá para clarificar esta
la conclusión de que las elecciones de consu-
idea. En su obra Psicología de la Sustenta-
104 SCHELICA MOZOBANCYK

mo son responsabilidades individuales y que clara la necesidad de orientarnos hacia una


se dan en un vacío de contexto en el cual, investigación aplicada (en contexto), o en
cada quien toma sus propias decisiones (eli- procesos de tipo investigación-acción- parti-
ge estilos de consumo sustentables o antiam- cipación que desarrollen modalidades de co-
bientales) orientado, principalmente, por de- nocimiento transformadores de la realidad. Y
terminantes psicológicos que le son propios. que permitan un bagaje de experiencias que
Igualmente preocupante es la idea de puedan luego ser recreadas (no replicadas)
que el comportamiento (proambiental o an- en otros contextos similares.
tiambiental) varía según las “situaciones” o
“escenarios” en que se desarrolla. La noción Articular los aspectos psicológicos indi-
de situación o escenario aparece como un viduales y subjetivos con los comunita-
espacio estático y cristalizado en el que el su- rios, sociales, económicos y políticos.
jeto está pasivamente inserto, siendo ajeno a
la configuración del mismo. En psicología de Es necesario propiciar una integración entre
la sustentabilidad necesitamos adoptar una la investigación, la praxis y la política, para
perspectiva construccionista social que nos lograr que la producción de nuestros conoci-
permita construir ciudadanos activos que, de mientos tenga un impacto social significativo
acuerdo a una posición crítica y comprome- rumbo a un DS. Para ello, es necesario ar-
tida, se constituyan en agentes colectivos de ticular las producciones tradicionales prove-
la transformación social. Es por eso que no nientes de la psicología ambiental (de la sus-
podemos aceptar la visión de un contexto so- tentabilidad) con los aportes de otras áreas
cial que meramente “está allí dado”, ni de un de la psicología que están particularmente
sujeto pasivo ante sus influencias. preocupadas por generar las transformacio-
La sustentabilidad no es una caracterís- nes sociales que el DS requiere.
tica psicológica individual, sino que es una La psicología ambiental política realiza
propiedad psico-socio-cultural. Los cambios aportes a los aspectos psicosociales vincu-
sociales que conlleva el DS implican cam- lados a la puesta en la agenda pública de
bios inter-personales e inter-subjetivos. As- temas ambientales, el fortalecimiento de
pecto no advertido por el mencionado autor actores sociales desaventajados que, habi-
que asume, sin más, que seremos sustenta- tualmente, no tienen acceso a los espacios
bles cuando los individuos se comporten de de poder ni a la incidencia sobre la toma de
tal modo. decisiones, la canalización política de las
En consonancia con estas reflexiones, demandas, la problematización de conflictos
los psicólogos ambientales necesitamos ela- por la apropiación y distribución de los recur-
borar “nuestra propia agenda” de trabajo de sos naturales o físicos construidos y por los
acuerdo a intereses nacionales y regionales impactos diferenciales que, a partir de estos
propios, evitando trasladar acríticamente los usos, reciben distintos grupos de la pobla-
conceptos y metodologías desarrollados en ción, etc.
los centros hegemónicos de producción y di- Es oportuno señalar que existen proble-
fusión del conocimiento científico, solidarios mas ambientales que no pueden ser resuel-
(con o sin intención de ello) con las estruc- tos por la “sumatoria” de acciones individua-
turas que nos han conducido hasta -y que les, sino que requieren de la acción colectiva
perpetúan- la situación crítica a la que la hu- organizada. Entre ellos podemos mencionar
manidad se enfrenta hoy día. como casos emblemáticos y de rigurosa ac-
tualidad en nuestro país las discusiones en
Orientar la investigación hacia la aplica- torno al cultivo de soja y la minería a cielo
ción, la acción y la intersectorialidad abierto.
El concepto de DS es intrínsecamen-
Lo dicho anteriormente deja suficientemente te democrático, participativo, autogestivo
PSICOLOGÍA AMBIENTAL Y PSICOLOGÍA DE LA SUSTENTABILIDAD 105
ENVIRONMENTAL PSYCHOLOGY AND SUSTAINABILITY PSYCHOLOGY

y centrado en la acción local (ICLEI, 1996; La psicología de la sustentabilidad está


ONU, 2010). Los desarrollos de la Psicología en condiciones de hacer aportes valiosos
Ambiental Comunitaria son imprenscindibles a los urgentes desafíos que plantea el DS.
en el marco de esta concepción. Podemos Puede actuar en problemas vinculados a la
citar muchos ejemplos de estos enfoques en movilidad y transporte, producción de resi-
latinoamérica de los que, tal vez, la tradición duos domiciliarios, uso sustentable del agua,
de la psicología ambiental comunitaria vene- uso eficiente de la energía, mejora de la ca-
zolana sea un emblema, dado que lleva más lidad de vida urbana, preservación de los re-
de veinticinco años en este derrotero (Wies- cursos naturales, adopción de estilos de vida
enfeld, & Sánchez, 2009). y consumo sustentables, gestión ambiental
La psicología ambiental económica hace en las empresas (públicas y privadas), entre
aportes hacia el establecimiento de nuevas otros. Posee aplicaciones en la formulación,
modalidades de consumo sustentable. Entre implantación y evaluación de políticas públi-
ellas, el derecho de los ciudadanos a la in- cas ambientales, la gestión ambiental, el de-
formación ambiental (etiquetado ecológico, sarrollo de programas y proyectos ambienta-
información sobre el ciclo de vida de los pro- les, la educación ambiental, las acciones de
ductos, etiquetado de organismos genética- comunicación ambiental a través de los me-
mente manipulados), lucha contra prácticas dios masivos y el desarrollo de estrategias
publicitarias desleales como el “maquillaje de marketing ambiental.
verde”, regulación de las publicidades que La formación de psicólogos en esta
contengan mensajes que atentan contra el área es una deuda que tienen todavía las
ambiente, reglas de comercio sustentable de universidades argentinas con sus estudian-
los productos, entre otras. tes. Deuda que, estamos esperanzados, se
Por último, si bien la educación ambien- salde con rapidez, debido a que los aportes
tal no es un área de la psicología ambiental que puede hacer la psicología a la construc-
(ni viceversa), las dos disciplinas admiten ción de un DS son cuantiosos y valiosos, y
múltiples vías de transferencia de conoci- porque la tarea es enorme y el tiempo es,
mientos y de modalidades de intervención. a juzgar por las tendencias, cada vez más
No obstante, hasta ahora y lamentablemen- escaso.
te, se han desarrollado casi como comparti-
mentos estancos a nivel internacional, lo que REFERENCIAS
impide su mutuo enriquecimiento.
Acosta, A. (2010). El Buen (con) Vivir, una
PALABRAS FINALES utopía por (re)construir: Alcances de la
Constitución de Montecristi. Otra Econo-
En la actualidad, y en el contexto de un estilo mía, 4, 8-31.
de desarrollo globalizado, gran parte de los Bauman, Z. (2007). Vida de consumo. Bue-
sistemas ambientales se está deteriorando nos Aires: Fondo de Cultura Económica.
aceleradamente. El desarrollo sustentable Beat, T., & Wettstein, A. (2010). Perspectives
aparece como un paradigma alternativo a on the person-environment relationship
ese estilo de desarrollo, configurando un culture as the co-evolution of psychic and
nuevo campo de conceptualizaciones y pro- social systems: New perspectives on the
blemáticas, esencialmente interdisciplinario, person-environment relationship. Culture
y que está demandando cada vez más el Psychology, 16, 213-241.
aporte de las ciencias sociales en general, y Common, M., & Stagl, S. (2008). Introduc-
de la psicología, en particular. Necesitamos ción a la Economía Ecológica. Barcelo-
construir con urgencia una sociedad más so- na: Reverté.
lidaria, equitativa, cooperativa y respetuosa
Corral Verdugo, V. (2010). Psicología de la
de la naturaleza.
106 SCHELICA MOZOBANCYK

sustentabilidad. Un análisis de lo que nos biental. Importancia en la Formación del


hace pro ecológicos y pro sociales. Méxi- Psicólogo. En Libro del I Congreso In-
co: Trillas. ternacional, II Nacional y III Regional de
Gallopin, G. (2001). Science and technology, Psicología. Rosario. Universidad Nacio-
sustainability and sustainable develop- nal de Rosario.
ment. (ECLAC). Recuperado de http:// ONU, CMMAD (1987). Nuestro futuro co-
www.eclac.cl/dmaah/publicaciones/ mún. Madrid: Alianza Editorial.
xml/7/10087/lcr2081i.pdf ONU, División para el Desarrollo Sustenta-
García, R. (2006): Sistemas complejos. Bar- ble (2010). Agenda XXI para el cambio.
celona: Gedisa. Recuperado de www.un.org/esa/sust-
Gergen K. J. (1992). El yo saturado. Buenos dev/documents/agenda21/spanish/agen-
Aires: Paidós. da21sptoc.htm
Gudynas, E. (2010). Desarrollo sostenible: OPS (2000). La salud y el ambiente en el De-
una guia básica de conceptos y tenden- sarrollo Sostenible. Washington: Autor.
cias hacia otra economía. Otra Econo- Packard, V. (1961). Los artífices del derro-
mía, 6, 43-66. che. Buenos Aires: Sudamericana.
Günther, H., Pinheiro, J. Q., & Guzzo, R. S. Ritzer, G. (1996). La McDonalización de la
L. (Eds.). (2004). Psicología Ambiental. sociedad. Un análisis de la racionali-
Entendendo as Relacões do homem com zación de la vida cotidiana. Barcelona:
seu ambiente. Campinas: Editora Alínea. Ariel.
ICLEI. (1996). The Local Agenda 21 Plan- Sarigöllü, E. (2009). A Cross-country explo-
ning Guide: An Introduction to Sustaina- ration of environmental attitudes. Envi-
ble Development Planning by the Inter- ronment and Behavior, 41, 365-386.
national Council for Local Environmental Schultz, P. W., & Zelezny, L. (2003). Refra-
Initiatives. Toronto: Autor. ming environmental messages to be
Jackson, T., Jager, W., & Stagl, S. (2004). congruent with american values. Human
Beyond insatiability: needs theory, con- Ecology Review, 10, 126-136.
sumption and sustainability. (Working Stern, N. (2006). The Economics of Clima-
Paper No 2004/2) Surrey: Autor. te Change. The Stern Review. Londres:
Marx, K. (1987). Introducción general a la Cambridge University Press.
crítica de la economía política. México: Strathman, A., Gleicher, F., Boninger, D. S.,
Cuadernos de pasado y presente. & Edwards, C. S. (1994). The conside-
Meadows, D. H., Meadows, D. L., Randers, ration of future consequences: weighing
J., & Behrens, W. (1972). Los límites del immediate and distant outcomes of be-
crecimiento. Informe al Club de Roma havior. Journal of Personality and Social
sobre el predicamento de la humanidad. Psychology, 66, 742-752.
México: Fondo de Cultura Económica. Tyler Miller, G. (1994). Ecología y medio
Meadows, D. H. Randers, J., & Meadows, D. ambiente. México: Grupo Editorial Ibero-
L. (2004) Limits to Growth-The 30 year américa.
Update. Post Mills: Chelsea Green Wiesenfeld, E., & Sánchez, E. (2009). La psi-
Mozobancyk, S. (2001). Psicología y am- cología ambiental en Venezuela: del pa-
bientalismo. En E. Saforcada (Ed.), El sado al futuro. Medio Ambiente y Com-
factor humano en la salud pública. Una portamiento Humano, 10, 303-329.
mirada psicológica dirigida hacia la salud WWF (2008). Living Planet Report. Recupe-
colectiva. Buenos Aires: Proa XXI. rado de http://wwf.extranet.largeblue.net/
Mozobancyk, S. (en prensa). Psicología Am- LPR_2008.pdf.zip

You might also like