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ALFALFA (Medicago sativa L.

)
Producción de semilla
Tinogasta, Catamarca

Autor: Ing. Agr. Rafael Alberto D’Attellis

2005

Dirección Provincial de Programación del Desarrollo


Ministerio de Producción y Desarrollo
Gobierno de la Provincia de Catamarca
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

Introducción

- Origen y distribución de la alfalfa


- Importancia

Factibilidad técnica

- Requerimientos climáticos y edáficos


- Necesidades hídricas
- Malezas
- Insectos
- Enfermedades
- Polinizadores
- Manejo del cultivo

Factibilidad económica

- Costos
- Márgenes brutos
- Mercado

Ing. Agr. Rafael Alberto D’Attellis

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

1. INTRODUCCIÓN

1.1 Origen y distribución de la alfalfa

Frecuentemente la alfalfa ha sido llamada la reina de las plantas forrajeras y esto es


cierto tanto desde un punto de vista universal como particularmente referido a nuestro
país, ya que es una pieza fundamental en la alimentación del ganado en especial de
producción lechera.

Si bien hoy está extendida prácticamente por todo el mundo, se fija su área de origen
en Asia Menor y sur del Caucaso (De Candolle 1919 ), abarcando esta zona
geográfica Turquía, Siria, Irán, Irak, Afganistán, parte occidental de Pakistán y
Cachemira. Las referencias más antiguas proceden de Turquía (1.300 a.C.), Babilonia
(700 a.C.) aunque se especula que el tráfico marítimo, altamente desarrollado 4.000
años a.C. podría haber contribuido a facilitar su difusión con mucha antelación (1).

En excavaciones arqueológicas realizadas en Turquía se hallaron pequeñas tablas de


piedra que indican con claridad que hace más de 3.300 años la alfalfa era utilizada
para alimentar animales. Hay evidencias, además, que esta forrajera estaba
ampliamente distribuida en Media (N.O. de Irán ) unos 1.000 años a.C. y que
presumiblemente siguió los pasos de la civilización de este a oeste ( 2 ).

En el siglo IV a.C., Teófrates describió su introducción a Grecia, y Aristófanes y


Aristóteles también la mencionaron y describieron con bastante detalle (1). Serían,
pues, los griegos quienes le dieron el nombre de médica, que recogido por los
romanos se ha conservado hasta nuestro días como denominación de su género
botánico.

Los autores romanos describen con abundantes detalles, la importancia, cultivo y


forma de aprovechamiento de la alfalfa (Plinio el Viejo, Columela y otros). Con la caída
del Imperio Romano, el cultivo de alfalfa desaparece de Europa.

Los árabes la transportaron de nuevo, a través del norte de África, desde Persia hasta
la recientemente conquistada España.

La llegada al nuevo mundo se produjo en el año 1519, a México. Posteriormente por la


ruta del Pacífico, fue trasladada a Perú y Chile. Desde estos países, por vía terrestre,
llegó a la Argentina (3).

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1.2 Importancia

La alfalfa es un recurso fundamental para la producción agropecuaria en las regiones


templadas del mundo. Su calidad nutritiva, producción de forraje, hábito de
crecimiento, perennidad, plasticidad y capacidad de fijación simbiótica de nitrógeno
atmosférico, la convierten en una especie esencial para muchos sistemas de
producción agropecuaria, desde los intensivos a corral que la incluyen en la dieta
animal como forraje cosechado y procesado (4), hasta los pastoriles que la utilizan en
pastoreo directo (5, 6).

En la mayoría de las regiones de la Argentina donde las producciones de leche y


carne son relevantes, esta especie forrajera es básica en la alimentación (7, 8, 9). Sin
embargo, la dimensión real de su valor surge cuando se considera, además, el rol de
esta leguminosa en la sustentabilidad de los sistemas de producción, por su función en
la recuperación de la fertilidad y estabilidad edáfica (10, 11).

La superficie cubierta por alfalfa en pasturas puras y asociadas con gramíneas en el


país es variable y su determinación ambigua. Los precios de los productos
agropecuarios (carne, leche y granos) tienen el mayor efecto sobre el aumento o
disminución de dicha superficie. Sin embargo, de acuerdo a la Encuesta Nacional
Agropecuaria, existen unas 5 millones de hectáreas en la región pampeana argentina.

Es un cultivo que permite aumentar la carga animal, mantener el stock, mejorar la


ganancia en peso o el rendimiento en producción individual de leche. Además, se
constituye en la base de la oferta forrajera con un forraje de calidad, es posible
cosecharlo y conservarlo como reserva forrajera, no limita a los sistemas de alta
productividad, reduce costos variables, aumenta la estabilidad de producción, y, bien
manejado, no extrae del sistema uno de los recursos más escasos, como el nitrógeno
edáfico, sino que, por el contrario, incorpora materia orgánica y recupera fertilidad del
suelo.

Conociendo en sus aspectos más básicos la importancia del cultivo y su historia, es


fácil inferir la trascendencia de la necesidad de la producción de semilla y el valor
económico y social que ello puede representar para una región. Esto es lo que se va a
desarrollar a lo largo de este trabajo.

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1.3 BIBLIOGRAFÍA

1. Michaud, R., W. F. Lehman y M. D. Rumbaugh 1988, World distribution and


historical development. In: Hanson, A. A. (Ed) Alfalfa and alfalfa improvement
Madison, Wisconsin Agronomy monograph nº 29, p 25 - 91
2. Hendry, G.W. 1923 Alfalfa in history J. A. Soc. Agron. 15:171-176
3. Tome, G. A. 1947 La alfalfa en al Argentina Anales Soc. Rural Arg. 81:82-90
4. Zubizarreta, j. 1992 Producción lechera en EE. UU. revista CREA nº 156:80-84
5. Roberto, Z. E. y E. F. Viglizzo 1993 Análisis del impacto de los recursos
forrajeros en agrosistemas de la pampa semiárida. Revista Argentina de
Producción Animal 10:47-54
6. Wilberger, J. J. 1984 Tecnología disponible para mejorar la producción lechera
en la región oeste de Buenos Aires y La Pampa. I simposio sobre la Integración
Producción – Industria en la lechería Argentina. Santa Rosa La Pampa Arg.
7. Chimicz, J. 1988 Los sistemas de producción de leche en Argentina Revista
argentina de Producción Animal 8:155-168
8. Spil, G. y L. Salgado 1992 Forrajeras en el oeste arenoso Revista CREA nº
153:26-31
9. Viglizzo, E. F. 1982 Los potenciales de producción de carne en la región
pampeana semiárida. Actas de las Primeras Jornadas de Producción Animal
en la Región Pampeana Semiárida p 223-269
10. Crookston, R. K. 1984 Teh rotation effect. What causes is to boost yields? Crop
& Soil 36;12-14
11. Panigatti, J. L. 1992 Las rotaciones agrícolas con pasturas en la pampa
húmeda Argentina Revista INIA de Investig. Agronómicas 1:215-225

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2. FACTIBILIDAD TÉCNICA

Para entender los requerimientos, las limitantes y los momentos críticos del cultivo de
alfalfa para producción de semilla, es importante primeramente introducirnos en
ciertas características de la semilla, el proceso germinativo y su crecimiento hasta el
primer año de implantación.

La alfalfa es una planta dicotiledónea que pertenece a la familia de las Leguminosae.

El hecho que sea una dicotiledónea significa que la semilla (fig. 1) está formada por
dos hojas embrionales llamadas cotiledones. La semilla a su vez tiene la raíz primaria
o radícula, el epícotile o punto de crecimiento sobre los cotiledones y el endosperma,
que es el tejido de reserva que utiliza el embrión al germinar.

figura 1

La germinación es el proceso de crecimiento del embrión dando lugar al desarrollo de


una nueva planta. Este proceso culmina tan pronto como la radícula atraviesa la
cubierta seminal. Está influenciada por la humedad disponible en el suelo, la
temperatura, las características del suelo circundante (presencia de sales, residuos de
herbicidas, etc.) y patógenos presentes en el suelo.

El paso siguiente es el crecimiento de la plántula hasta que se transforme en


autotrófica, es decir que pueda realizar por sí la fotosíntesis, independizándose de las
sustancias de reserva almacenadas en el endosperma.

La raíz seminal es la primera en emerger de la semilla durante la germinación (fig. 2).


Ella penetra en el suelo muy rápidamente, pudiendo llegar durante la primer estación
de crecimiento a 3 – 3,5 metros de profundidad. Una vez que está anclada firmemente
en el suelo, el hipocótilo empuja los cotiledones hacia fuera de la superficie del suelo
(fig. 3).

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figura 2

figura 3

La germinación y emergencia de la plántula ocurre a los 3 a 7 días de la siembra,


dependiendo de las condiciones de humedad y temperatura y de la calidad fisiológica
de la semilla. Posteriormente de la yema del primer nudo del tallo, sobre los
cotiledones, emerge la primera hoja verdadera (unifoliada). En este momento finaliza
el estado de plántula. Bajo buenas condiciones el proceso dura 10 a 15 días.

El total desarrollo de la plántula no asegura el establecimiento de la planta. Aún debe


la raíz crecer y profundizar más en el suelo y crecer nuevas hojas. La segunda hoja es
normalmente trifoliada y se origina en el segundo nudo del tallo primario (fig. 4). Todas
las subsecuentes hojas son trifoliadas, excepto en las variedades denominadas
multifoliadas que tienen 5, 7 ó 9 folíolos por hoja.

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figura 4

Yemas axilares desarrollan en la axila de todas las hojas (fig. 4). Después que tres o
más hojas trifoliadas han aparecido sobre el tallo principal, puede ocurrir el crecimiento
de tallos secundarios de las yemas axilares, pero frecuentemente sólo uno desarrolla
temprano, especialmente si la alfalfa ha sido sembrada con un cultivo acompañante o
está bajo una fuerte presencia de malezas que compiten con ella por luz, agua y
nutrientes.

El tallo primario y los secundarios de la joven planta incrementan en longitud por


división celular y elongación de los entrenudos de la base hacia arriba.

Las hojas trifoliadas desarrollan alternadamente a cada lado del tallo (fig. 5). Una vez
que la primera hoja trifoliada alcanzó su máximo crecimiento, el crecimiento y
desarrollo posterior se describen mejor por el número de hojas que aparecen sobre el
tallo.

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

figura 5

En esta etapa es muy importante que la planta pueda generar tallos secundarios a
partir de las yemas axilares. Este proceso, como se dijo, depende de que la planta
crezca en condiciones de libre competencia por agua y nutrientes y fundamentalmente
luz. Si estos nuevos tallos crecen normalmente, la planta toma una apariencia
ramificada y vigorosa. Estas plantas alcanzan a formar 3 y 4 tallos secundarios en
adición al tallo primario, dando forma a la característica corona de primer año (fig. 6),
fundamental para el crecimiento en los años posteriores.

figura 6

Con plántulas tardías, fuerte competencia con malezas o alta tasa de crecimiento,
pocas ramificaciones pueden legar a formarse. Bajo estas condiciones las yemas tanto
de la hoja unifoliada como de la primera hoja trifoliada pueden entrar en dormición o
pueden dar lugar a tallos subterráneos en el otoño.

Entre las 8 y 10 semanas después de la emergencia, comienza una fase de


crecimiento conocida como “contractile growth” (fig. 6). Este proceso involucra un
cambio en la forma de las células del hipocótilo, debajo del punto de crecimiento y en
la porción superior de la raíz primaria, de largo y fino a corto y ancho, como resultado
del almacenaje de carbohidratos. Este cambio tira los nudos de los tallos inferiores por
debajo de la superficie del suelo. De este modo las estructuras perennes de la corona
quedan protegidas de las bajas temperaturas durante el invierno.

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Son las yemas de la corona y las axilares dominantes, las que producen el rebrote
vegetativo, luego de un corte o después de la cosecha.

La corona de la alfalfa incrementa de tamaño al segundo año. Los tallos subterráneos


desarrollan sobre los del año anterior. Este crecimiento hacia arriba y hacia fuera
incrementa la superficie de la planta (fig 7).

figura 7

La corona y los tejidos de las raíces asociados son el centro de almacenaje de los
carbohidratos producidos a través del proceso de fotosíntesis. Estos carbohidratos son
usados para la resistencia al frío y proveer de energía para el rebrote (1).

El manejo durante el primer año es fundamental en el crecimiento y producción de los


años siguientes y de la perennidad de la planta.

La alfalfa se considera una planta perenne, es de flores normalmente púrpuras que se


forman en racimos abiertos.

El fruto son vainas retorcidas y tienen uno a cinco espirales. Cada vaina lleva en su
interior varias semillas de forma arriñonada (ver Cuadros de Fotos nº 1 y 2).

El sistema radicular tiene una raíz principal bien definida que puede penetrar en el
suelo a una profundidad de 3,5 a 4 metros o más. Los tallos erectos suelen alcanzar
una altura de 60 a 90 cm. Puede haber de 5 a 25 ó más tallos por planta, que nacen
de una corona leñosa, de la que brotan nuevos tallos cuando los viejos maduran o se
cortan(2). Esto como se dijo depende de los cuidados del primer año y de la densidad
del cultivo.

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La producción de alfalfa para semilla es diferente a la de producción de forraje. Si bien


es la misma planta, algunas prácticas de manejo y condiciones de producción para
maximizar los rendimientos de semilla difieren de las que se utilizan para obtener altos
rendimientos de forraje (3, 4)

Lo principales requisitos para poder obtener una buena cosecha de semilla son:
desarrollo normal de la planta; la presencia de insectos polinizadores en abundancia;
la ausencia de insectos perjudiciales; y días de elevada heliofanía durante la floración
y recolección (2).

2.1 Requerimientos climáticos y edáficos

El clima determina la distribución exitosa de la producción comercial de semilla de


alfalfa en las diferentes regiones del mundo, siendo el factor más importante de la
potencialidad de una zona (5, 6).

Un normal desarrollo del cultivo de alfalfa para semilla se produce idealmente en áreas
irrigadas, cálidas, áridas o semiáridas y con una larga estación de crecimiento. Estas
condiciones son óptimas para la floración y polinización de la alfalfa y permiten una
cosecha en tiempo. Inversamente, alta humedad relativa del aire y lluvias al momento
de la floración reducen la producción de semilla (4).

Las condiciones climáticas que favorecen la producción de semilla son:

1) período de crecimiento de por lo menos 150 días


2) temperatura promedio de 24 -25ºC y más de 18ºC en la noche durante el
período de floración
3) aire relativamente seco (menos de 50% de HR) durante el día y la noche en el
momento de la floración
4) alta heliofanía y sin viento (o de moderada intensidad) durante la floración, con
un mínimo de días nublados y frescos.
5) Días largos con un mínimo de 12 horas de luz
6) Una distribución de lluvias o riego que provean una adecuada humedad del
suelo para un crecimiento vegetativo temprano, con reducción gradual de la
humedad a partir del momento de la floración (5)

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Estos requisitos en Tinogasta se cumplen satisfactoriamente. El período libre de


heladas es de 232 días (7), en tanto que los requisitos de temperaturas diurnas y
nocturnas se alcanzan plenamente al igual que la humedad relativa y la heliofanía. En
cuanto a la longitud de los días en promedio para los meses críticos son: octubre 12 h
40 min.; noviembre 13 h 30 min.; diciembre 14 h 19 min.; enero 13 h 42 min.

La luz y la temperatura condicionan no solo el desarrollo de las inflorescencias, la


fertilidad del polen y los óvulos, sino también la actividad de los polinizadores, la
fecundación, el crecimiento y la maduración de las vainas (8).

En cuanto a las características edáficas, crece satisfactoriamente en una amplia gama


de tipos de suelo, preferentemente los livianos (arenosos, franco limosos) y profundos,
sin capa impermeable y siempre con buen drenaje (4, 9).

Una textura como la mencionada en todo el perfil permitirá asegurar una retención
uniforme de humedad, lo que favorece un crecimiento de las plantas durante un largo
período, y un secado rápido y uniforme antes de la cosecha (5, 10).

La salinidad es un problema en muchas de las áreas bajo riego. La alfalfa es


considerada como moderadamente tolerante a la concentración de sales en el suelo
en sus primeros estados, aumentando su resistencia a los cloruros a medida que va
madurando (11).

Los suelos de Tinogasta son de textura arenosa a limosa – arenosa, profundos sin
capas compactadas que impidan el desarrollo radicular ni la acumulación de agua en
el perfil, el cual es poco marcado. Son muy pobres en materia orgánica y nitrógeno,
fósforo y potasio. Su uso agrícola depende fundamentalmente de la posibilidad de
riego.

En cuanto a las deficiencias en nutrientes, como ya se mencionó en el caso de la


alfalfa el nitrógeno lo toma del aire, gracias a la asociación simbiótica con bacterias del
género Rhizobium meliloti que se inoculan en el tratamiento de la semilla. Por otro lado
el aporte de nitrógeno produce un excesivo crecimiento vegetativo, lo cual se
contrapone con el objetivo de obtener los máximos rendimientos de semilla. Los
restantes nutrientes se pueden aportar mediante la aplicación de fertilizantes en
especial fósforo y azufre.

Los rendimientos de semilla varían de año en año porque los componentes del
rendimiento están fuertemente afectados por el ambiente (10).

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2.2 Necesidades hídricas

En el año de implantación, 900 mm de agua suelen ser suficientes para satisfacer las
necesidades del primer año, si se cuenta con humedad almacenada en el suelo con
los riegos de presiembra. Los cultivos establecidos, como norma general, deben recibir
de 1.100 a 1.200 mm/ha.año, ya sea en forma de riego o de lluvias(5, 12, 13).

El río Abaucán tiene un caudal de 1,6 m3/seg. ingresando a las fincas


aproximadamente 80 lt/seg. (comunicación personal Ing. Molina Coordinador Regional
Hidráulica Prov.). Esto implica unos 57mm/ha en 2hs de riego (uso normal) es decir
unos 1100 – 1200 mm anuales que sumados a los 180 mm anuales de lluvia,
satisfacen los requerimientos de la alfalfa.

Es importante el uso racional del agua, ya que en sí es un bien escaso. Si bien es un


tema que se va a desarrollar en la segunda parte del informe, es fundamental contar
con programas de riego. Estos se basan en tomar la decisión de cuando y cuanta
agua aplicar; maximizar la eficiencia del riego, aplicando la cantidad de agua necesaria
para llevar la humedad del suelo a los niveles deseados; contar con procedimientos de
monitoreo de los indicadores que nos determinarán la necesidad de riego; y finalmente
un ahorro de agua y energía (14).

A continuación se presenta dos mapas, el primero de las áreas productoras de semilla


de alfalfa en Argentina donde se puede observar los potenciales productivos de las
distintas zonas productoras. Tinogasta, junto a zonas de La Rioja y San Juan y Salta
alcanzan los máximos potenciales (1.000 kg/ha).

En el segundo mapa se muestran las zonas agroecológicas de Catamarca y allí se


remarca a Tinogasta como zona productora de semilla de alfalfa.

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INTA

La alfalfa en la Argentina

2.3 Malezas

El control de malezas tiene directa relación en la competencia de éstas con el cultivo


de alfalfa por el aprovechamiento del agua de riego, nutrientes del suelo y luz, lo que
ocasiona en los primeros estados del cultivo pérdidas de plantas, menor desarrollo de
corona, a lo que se suma la interferencia en la actividad de los polinizadores, mayores
pérdidas a cosecha y obviamente merma de rendimiento.

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El control en etapas tempranas del cultivo, luego del “corte de limpieza” y después de
la cosecha disminuye la competencia y da como resultado mayores rendimientos.

Hay una variada disponibilidad de productos con diferentes espectros y modos de


acción; pre emergentes, post emergentes, graminicidas, etc.

El tema de mayor preocupación es el “cabello de ángel” (Cuscuta sp.) como lo es en


todas las regiones del mundo donde se produce semilla de alfalfa.

Las características de manejo de los cultivos para semilla favorecen el crecimiento y


desarrollo del “cabello de ángel” que puede completar su ciclo y producir semilla.

Una vez emergida, la nueva plántula comienza a rotar en el sentido de las agujas del
reloj buscando la planta huésped, se adhiere a ella y penetra por medio de haustorios
(15) (ver Cuadro de fotos nª 3 y 4)

Se transforma así en una planta parásita, que obtiene agua y nutrientes de su


hospedante. Al no tener sistema radicular y no llevar adelante la fotosíntesis por sí
misma, muchos de los herbicidas no la controlan (16). El uso de herbicidas pre –
emergentes al momento de la siembra ayuda al control temprano y a la implantación
del cultivo de alfalfa.

La semilla presenta tegumento impermeable que le permite permanecer en el suelo


por períodos de 10 a 20 años sin alterar sus condiciones fisiológicas y germinativas
(17).

En Argentina está catalogada como maleza clase A y por lo tanto debe ser removida
de los lotes de producción de semilla y la tolerancia para bolsas certificadas es cero
(Ley Nacional de Semillas y Creaciones Fitogenéticas Nº 20247).

El fruto es una cápsula que se abre transversalmente y que puede diseminar sus
semillas en un diámetro de hasta 3 metros. Se presenta en manchones fácilmente
reconocibles a campo por sus tallos filiformes, áfilos, de color amarillo - anaranjado
(15, 16) (ver Cuadro de fotos nº 5 y 6)

Se reproduce y difunde sólo por semilla. Esta (ver Cuadro de fotos nº 7) es muy similar
en tamaño y forma a la semilla de alfalfa (ver Cuadro de fotos nº1), siendo muy
dificultosa la remoción de la semilla de cuscuta durante los procesos de
acondicionamiento de la semilla de alfalfa. La separación requiere del uso de una

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“descuscutadora” que trabaja mediante electroimán. Es un proceso efectivo pero


costoso, produciéndose pérdidas de semilla de alfalfa de hasta el 30% (16, 18).

El resto de malezas presentes no representan en sí un problema grave; si requieren


de constante monitoreo y aplicación de los herbicidas en su momento y dosis
adecuada. En estos últimos aspectos es donde la falta de información es una limitante
sobre la que habrá que trabajar. En la segunda parte del informe, cuando se trate el
tema de Propuestas, se desarrollarán ampliamente estos asuntos.

2.4 Insectos

El control de lo insectos perjudiciales es un factor que debe tenerse en cuenta a lo


largo de todo el ciclo ya que las diferentes especies atacan en distintas etapas del
cultivo produciendo mermas de rendimiento. Cuando se efectúan tareas de protección,
deben evitarse aplicaciones innecesarias de plaguicidas de amplio espectro. Es
importante alcanzar una reducción de la población de la plaga, pero con un efecto
mínimo sobre los insectos polinizadores y benéficos, teniendo en cuenta los umbrales
de daño económico (12, 19).

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

El uso de estos umbrales económicos como punto de referencia para iniciar los
tratamientos es importante en el manejo de las plagas. Una evaluación cuidadosa de
los niveles de ataque durante las distintas etapas del cultivo permitirá un control
oportuno, evitando el uso inapropiado de insecticidas (19).

Existen prácticas de manejo que tienden a reducir considerablemente el uso de


insecticidas en cultivos para semilla, como el corte de primavera, que minimiza la
reproducción de insectos perjudiciales; la aplicación de insecticidas en botón floral o
antes de la incorporación al cultivo de los polinizadores y fundamentalmente el
conocimiento de la plaga, su determinación a tiempo, la elección adecuada del
principio activo a utilizar, dosis y momento de aplicación.

El concepto de control integrado de plagas, debe tenerse muy en cuenta,


especialmente en aquellas áreas donde el cultivo de alfalfa para semilla es una nueva
alternativa, para evitar la ruptura del equilibrio dinámico que existe en todo ecosistema
natural. En la elección de los insecticidas deben usarse, dentro de lo posible, aquellos
de mayor especificidad sobre la plaga a controlar y con baja toxicidad para los
enemigos naturales (19). En las distintas áreas productoras de nuestro país los
insectos varían en géneros y número, lo que determina la necesidad de analizar y
utilizar diferentes programas de lucha (12).

Es importante saber identificar las especies perjudiciales y también reconocer sus


enemigos naturales. Los enemigos naturales más comunes pueden agruparse en
predatores, parásitos y hongos entomopatógenos.

Dentro de lo primeros se encuentran larvas y adultos de coccinélidos, llamados


comúnmente “vaquitas” (Hippodamia convergens G., Adalia bipunctata L., Eriopis
connexa G., Coccinella ancoralis G., Coleomegilla sp.); larvas de moscas sírfidas
(Allograpta exótica W., Bacha sp., Syrpis sp.); larvas de crisopas (Chrysopa lannata
B.); ninfas y adultos de chinches predatoras, como chinche pirata (Orius insidiosus),
chinche ojuda (Geocoris sp.), Nabis sp, Podisus nigrispinis D., Podisus chilensis y
Atrachelus sp.; arañuelas predatoras, mantoideos o tata- dios y diversa arañas (20,
21).

Los parásitos son insectos muy pequeños, de menor tamaño que el huésped, que
cumplen su ciclo dentro del mismo. Los parásitos más comunes son las avispitas
Aphidius smithi, A. ervi y Praon volucre, cuyas larvas se alimentan de los órganos
internos de los pulgones (20). Las avispitas parásitas de huevos de chinches

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

Trissolcus basalis y Telenomus mormidae llegan a parasitar entre el 50 y el 90% de los


huevos de la plaga (x38). Los parásitos del género Ophion atacan poblaciones de
“cortadoras” (21).

Los entomopatógenos son virus, bacterias u hongos capaces de provocar


enfermedades mortales a los insectos (20).

Los problemas de insectos son esencialmente los mismos en un lote para producción
de forraje que en uno para producción de semilla, pero en este último debe prestarse
especial atención a los insectos capaces de producir daños en la etapa de floración,
fructificación y maduración de la semilla.

Aún cuando existen unas 25 las especies de insectos y arañuelas citadas como
perjudiciales para la alfalfa en el país (22), muchas menos son las que se pueden
encontrar afectando los lotes de producción de semilla. Entre las de mayor importancia
están: pulgones, isocas desfoliadoras, chinches, avispitas, arañuelas y como plagas
ocasionales se pueden mencionar: orugas cortadoras, trips, gorgojos de la raíz,
tucuras y grillos.

En un año de seguimiento de un cultivo de alfalfa para semilla realizado en las


proximidades de la ciudad de Tinogasta, sólo observamos la presencia de arañuela de
la alfalfa (Tetranychus desertorum).

El clima característico de la zona es poco propicio para el desarrollo de las plagas


mencionadas, sin embargo un monitoreo permanente es necesario.

Si sumamos la gama de principios activos disponibles y la baja población de insectos


presentes, se puede afirmar que las plagas insectiles no son una limitante para la
producción de semilla de alfalfa en la zona de Tinogasta. Si es importante, ya que es
una zona con monte y campo natural, contar, como ya se mencionó, con programas
de control integrado de plagas.

2.5 Enfermedades

Una de las mayores amenazas de la industria de semilla de alfalfa es la pérdida de


rendimiento y calidad debido a las enfermedades. La detección e identificación de las
enfermedades es esencial para manejar el impacto de ellas en la producción de
semilla de alfalfa. Factores ambientales tales como precipitaciones, temperatura,

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humedad del suelo y humedad relativa del aire contribuyen a la diseminación de los
agentes causales de las enfermedades (23).

Las enfermedades que afectan la producción de semilla son las mismas que atacan
los cultivos de producción de forraje. La ventaja quizás de la primera es que al ser un
cultivo menos denso se genera dentro del mismo un ambiente menos propicio al
desarrollo de las mismas.

Las enfermedades foliares reducen la eficiencia de conversión de energía de la planta,


debido a una disminución de la capacidad fotosintética y de la translocación de
carbohidratos, lo que afecta los rendimientos de semilla. Entre las más comunes
están: viruela (Pseudopeziza medicaginis (Lib.) Sacc.); manchón foliar amarillo
(Leptotrochila medicaginis (Fckl.) Schüepp); mancha foliar (Stemphylium botryosum
Wallr.); mildiu (Peronospora trifoliorum De Bary); mancha ocular de la hoja
(Leptosphaerulina briosiana (Poll.) Graham & Luttrell); virus del mosaico de la alfalfa
(Alfalfa Mosaic Virus); nemátodo del tallo (Ditylenchus dipsaci (Kühn) Filipjev); tallo
negro de primavera (Phoma medicaginis (Malbr. & Roum.); tallo negro de verano
(Cercospora medicaginis Ellis & Everth.); escoba de bruja enfermedad causada por
micoplasmas que tiene particular importancia en las zonas productoras de semilla, en
especial San Juan y Mendoza.

Enfermedades de raíz y corona: corchosis (Xylaria sp.); complejo de podredumbres de


corona y raíz producidas por hongos de los géneros Fusarium, Rhizoctonia, Phoma;
podredumbre húmeda de la raíz (Phytophthora megasperma Drechs.); antracnosis
(Colletotrichum trifolii Bain & Essary); podredumbre de la raíz (Scerotinia trifoliorum
Ricks.)

Para lograr un cultivo de producción de semilla sano 10 son las vías recomendadas
(23):

1.- rotar con otros cultivos especialmente cereales

2.- asegurar la limpieza de los equipos previo a la siembra

3.- utilizar semilla certificada

4.- sembrar alfalfa en suelos con buen drenaje

5.- mantener el cultivo libre de malezas

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6.- monitorear y realizar adecuados controles de las poblaciones de insectos

7.- mantener un adecuado nivel de fertilidad y pH del suelo

8.- monitorear la presencia de enfermedades y aplicar fungicidas

9.- ante la presencia de enfermedades, cosechar primero los lotes sanos

10.- no cosechar semilla húmeda

2.6 Polinizadores

La polinización es el movimiento del polen desde los estambres a la parte femenina de


la flor (estigma); es el primer paso en el éxito en la producción de semilla y fruto por
una planta. Se denomina autofecundación cuando el polen es transferido desde las
anteras al estigma dentro de la misma flor. Cuando la transferencia es del polen de
una planta al estigma de otra, se denomina polinización cruzada. Una vez que ha
ocurrido la polinización, se produce la fertilización, es decir, la fecundación del óvulo.
Luego el fruto y la semilla desarrollan y maduran.

Generalmente la parte masculina y femenina residen en la misma flor (hermafroditas).


El hecho que una flor sea hermafrodita no supone necesariamente que la polinización
sea directa, esto es, autógama; al contrario en la naturaleza falla la autogamia en un
gran número de casos, y se observan, en cambio, numeroso y complejos dispositivos,
tanto de carácter anatómico como ecológico o funcional que impiden la autogamia. En
realidad, la polinización alógama o cruzada domina sobre la autógama.

Cuando las flores de determinada especie maduran los estambres y el pistilo


simultáneamente y presentan un solo tipo de flores, la fecundación cruzada es siempre
teóricamente posible, lo mismo que la directa.

En algunas especies la fecundación cruzada resulta ser absolutamente necesaria,


porque el polen de una flor no puede germinar sobre el estigma de la misma o de otras
flores de la misma planta, dado que es autoestéril (15).

La alfalfa requiere polinización cruzada para producir semilla en cantidad y calidad.


Esta polinización se efectúa por intermedio de insectos que actúan como agentes de
intercambio de polen (23).

21
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

El desenlace de las flores por acción de insectos es el único método eficiente que
favorece la polinización cruzada. El desenlace es la liberación de la columna sexual
(pistilo y estambres) de cada flor, lo que ocurre por una presión del insecto. La
polinización cruzada tiene lugar cuando, en el momento del desenlace, la columna
sexual golpea en el insecto que trasporta polen de otras flores, resultando la
transferencia de polen e iniciándose el proceso de fecundación.

Las abejas son los insectos de mayor valor como polinizadores de alfalfa. De las
especies existentes 3 son las de mayor importancia: abeja melífera (Apis melifera),
abeja cortadora de hoja (Megachile rotundata) y abeja alcalina (Nomia melanderi)
domesticadas por el hombre y entre las silvestres se destacan los abejorros (Bombus
sp., Megabombus sp., y otros) que se encuentran anidando en el suelo, madera,
pequeñas o grandes cavidades, y aún superficies totalmente expuestas (24).

La actividad de las abejas depende del tiempo, la humedad, el estado del alfalfar, la
flora competitiva (simultaneidad de floración, tamaño y color de las flores), el uso de
insecticidas en ese u otros lotes vecinos (25, 26) y el momento de introducción en el
lote de producción de semilla. Las bajas temperaturas, los fuertes vientos, el cielo
nublado, la lluvia y el suelo húmedo retardan el vuelo de las abejas. En esos períodos
hay poca o ninguna recolección de polen o néctar. Las abejas recolectoras prefieren
suelos moderadamente secos, en estas condiciones, al parecer, la concentración de
néctar es mayor (27).

Para Tinogasta el momento de floración de la alfalfa se estima a mediados de


noviembre (cosecha fin de diciembre, principios de enero) y una segunda floración en
marzo (cosecha en abril). Si confrontamos estas fechas y lo expresado en el párrafo
anterior, vemos que el clima no es un factor limitante en el manejo de las abejas y que
estas encontrarán en eso momentos un ambiente adecuado para realizar su actividad
y por ende la polinización de la alfalfa. El factor humedad del suelo, es un tema
exclusivamente de manejo del agua de riego.

La abeja cortadora de la hoja es más eficiente en generar el desenlace de la flor de


alfalfa por su tamaño y porque busca polen como fuente de alimento, en tanto que la
abeja melífera busca más el néctar y por lo tanto no siempre llega a producir el
desenlace floral. La introducción de la abeja cortadora de la hoja permite una
producción más estable pero por otro lado tiene más problemas de manejo, la abeja
melífera por su lado es más conocida por los productores y si bien no es tan eficiente

22
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

puede plantearse como un recurso de economía familiar. Esto será tratado en el


capítulo referido a Propuestas.

La ineficiencia de la abeja melífera se debe a que al producirse el desenlace floral,


golpea la cabeza de la abeja, debido a esto la abeja melífera tiende a entrar en la flor
en forma lateral alcanzando los nectarios pero no produciendo el desenlace floral, y
por ende no hay transferencia de polen y fecundación. Esto implica a su vez un
período de floración más largo.

Tanto la abeja melífera como la cortadora de la hoja son recursos escasos en la zona
y por lo tanto una limitante importante para la producción que deberá tenerse en
cuenta. El aumento de superficie dedicada a la producción de semilla de alfalfa estará
ligado al desarrollo de colmenas y producción de miel y/o la introducción y desarrollo
de técnicas adecuadas de manejo de la abeja cortadora de la hoja.

La abeja melífera, la cortadora de la hoja y la alcalina son utilizadas en EE.UU. para la


polinización. La primera de ellas es usada casi exclusivamente en California.

2.7 Manejo de cultivo

La preparación del suelo para la cama de siembra, profundidad de siembra,


separación entre hileras, densidad, uso de herbicidas, insecticidas, fungicidas y
fertilizantes; no son en sí mismos una limitante a la producción de alfalfa para semilla.

Si bien hay una carencia importante en cuanto a información referida a la zona (habrá
que generarla y esto se verá en Propuestas), hay si suficiente información de los
principales centros de producción como para aproximar la actividad sin grandes
inconvenientes. Por supuesto a lo anterior hay que agregar la parte de conocimiento
profesional de la producción de semilla para hacer un uso adecuado, eficiente y
racional de las tecnologías y recursos disponibles. Pensar, evaluar alternativas y tomar
decisiones.

Si, en cambio, son limitantes la infraestructura y la disponibilidad de recursos y


servicios. Esto también será analizado cuando se presenten las Restricciones y las
Propuestas.

23
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

2.8 BIBLIOGRAFÍA

1. Dwain Meyer 1999 Alfalfa seed germination, seedling growth, vegetative


development. North Dakota State University
2. Hughes, H. D., M.E. Heath, D.S. Metcalfe 2ed. 1970 Forrajes ed CECSA p 152
3. Mueller, S. C. Alfalfa seed production in the western U. S. California Alfalfa
Symposium and National Alfalfa Symposium Proceeding
4. Production of alfalfa in Xinjiang Published Jointly by the United Nation Food and
Agriculture Organization and teh People Republic of China (Project
TCP/CRP/0065)
5. Marble, V. L., L. H. Ochoa, C. J. Moschetti 1986 Producción de semilla de
alfalfa in: Investigación, Tecnología y Producción de alfalfa INTA Bs. As.
Colección Científica cap 11 p 371 – 442
6. Dell’Agostino, E., C. J. Moschetti y E. M. Martinez 1987 Producción de semilla
de alfalfa en el valle bonaerense del Río Colorado. INTA EEA Hilario Ascasubi
Bol. Divulgación nº 8 10 p
7. Burgos, J. J. 1963 Las Heladas en la Argentina INTA Colección Científica vol III
8. Hacquet, J. 1986 La luzerne Porte-grain 1º Supplèment au bulletin semences
nº 94 de la FNAMAS. Centre Technique des Semences 28 p
9. Cash, D. 1999 Water use and Irrigation of alfalfa grown for seed Montana State
Univ. U.S.A.
10. Rincker et al. 1988 Seed prodution practices . in Alfalfa and Alfalfa
improvement. Agronomy Seies nº 29 Ch 32 p 985 – 1021
11. Smith, D. L., a. v. Dobrennz and M. H. Schonhorst 1982 Response of seeding
alfalfa plant to high levels of chloride-salts in: 28º Alfalfa Improvement
Conference California Univ. Davis p58
12. Marble. V. L. 1980 Manejo del Cultivo de alfalfa para la producción de semilla
Simposio de Producción de Semilla de Alfalfa IDIA Argentina nº 391-392:6-23
13. Yamada, H., D. W. Henderson, R. J. Millar and R. M. Hoover 1973 Irrigation
water managment for alfalfa seed production California Agricultura 27 (12):6-7
14. Broner, I. 2004 Irrigation scheduling. Agriculture at Colorado State Univ.
Cooperative Extension
15. Gola, G. Negri, G. Capeletti, C. 1965 Tratado de Botánica 1437p
16. Mueller, S. 1999 Dodder control in seed alfalfa Univ. Of California Coop.
Extension Fresco CA

24
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

17. Rincker, C. M., Marble, D. E., Brown and C. A. Johansen 1988 Seed Production
in Washington. Washington St. Univ. Coop. Ext. 12p
18. Moschetti, C. J., J. E. Dell’agostino, J. Rivas 1994 Cuscuta: evaluación del
herbicida pendimentalín (Herbados 35% E) para su control en cultivos de alfalfa
para semilla. INTA EEA H. Ascasubi 5p
19. Aragón, J. 1990 Manejo Integrado de Plagas 1º Jornadas de Producción de
Semilla de Alfalfa INTA Centro Regional Cuyo Mendoza Agro Cuyo, Jornadas
nº2 p 34-52
20. Dughetti, A. C., E. M. Martínez y J. M. García 1982 Control Integrado de
Plagas en el cultivo de alfalfa para semilla. INTA EEA H. Ascasubi Bol. De
divulgación nº 5 9 p
21. Villata, C. A. 1993 Bioecología y control de plagas en alfalfa. Alfalfa, Protección
de la pastura INTA Centro Regional Cuyo Mendoza Argentina Agro Cuyo
Manual nº 4
22. Bacon, O. g: 1980 Control integrado de las plagas en semilleros de alfalfa.
Simposio de Producción de Semilla de Alfalfa IDIA Argentina nº 391-392:34-42
23. Arretz, W. P., E. M. Martínez 1988 Utilización de Megachile rotundata en la
producción de semilla de alfalfa. INTA EEA H. Ascasubi Boletín de Divulgación
nº 10, 20 p
24. González, R. 1980 Insectos polinizadores y Ecología de la polinización.
Simposio de Alfalfa IDIA Argentina nº 391-392:43-48
25. Martínez, E. M., J. M. García, M. Barbosa y M. T. Aguiar 1983 Estudio del
aporte polinífero en colmenas, como método para evaluar la incidencia de la
floración competitiva en un cultivo de alfalfa para semilla. INTA EEA H.
Ascasubi Informe Técnico nº 25 15 p
26. Martínez, E. M., C. J. Moschetti, E. Dell’Agostino 1980 Manejos de insectos
polinizadores en la producción de semilla de alfalfa. IX Seminario
Panamericano de Semillas, Bolsa de Cereales de Bs. As. 9 p
27. Martínez, E. M. 1987 Polinización: Conceptos básicos para productores de
semilla y apicultores del V. B. R. C. INTA EEA H. Ascasubi Boletín de
Divulgación nº 9, 8 p

25
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

3. FACTIBILIDAD ECONÓMICA

3.1 Costos

Se presentan a continuación los costos de producción (tabla 1) para el primer año y


del segundo al cuarto año en dólares estadounidenses.

Se tomaron los siguientes parámetros:

9 relación peso / dólar 2,90


9 valor de la unidad de trabajo agrícola UTA u$s 18,75. Esta se fija en
función del costo de la pasada del arado de reja. Dentro del valor se
encuentra la amortización de los equipos, intereses sobre el capital,
ganancia de quien presta el servicio, o si es equipo propio como un
negocio paralelo a la producción.
9 los precios de los agroquímicos y fertilizantes están cotizados en
Rosario más IVA. No se consideró flete a Tinogasta. El tema insumos
se considerará en los puntos Restricciones y Propuestas.
9 el costo del riego es producto del costo por hora de la mano de obra
promedio que en Tinogasta se paga para este tipo de trabajo, las
horas de riego por hectárea y el canon de riego anual.
9 como polinizadores se considera la colocación de abejas melíferas a
razón de 8 cajones por hectárea al precio que se suele pagar para la
polinización de girasol de semilla.
9 el costo de la cosecha es en base a lo que se cobra en la pampa
húmeda en soja para un determinado rendimiento.

3.2 Márgenes brutos

Se presentan en la tabla 2; al igual que los costos se diferencia entre el primer año y
los márgenes obtenidos del segundo al cuarto.

El margen bruto es la diferencia entre el ingreso bruto y el costo de producción. No se


toma en cuenta la parte impositiva (ingresos brutos, ganancias, IVA, rentas, etc.) por
cuanto esto depende de la situación particular de cada productor.

26
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

9 se consideran distintos rendimientos para el primer año y del


segundo a cuarto. Esto es debido a que, como se analizó en el punto
de Factibilidad Técnica, el primer año la implantación y crecimiento
vigoroso del cultivo está más condicionado por factores bióticos y
abióticos, que en los años subsiguientes. Luego del cuarto año la
alfalfa normalmente declina sus rendimientos en semilla. Que pueda
quedar en producción uno o dos años más, va a depender de cómo
se encuentre el cultivo en ese momento y esto lo aportará la
experiencia.
9 los rendimientos remarcados son los esperados probables. Si se los
coteja con los rendimientos potenciales del mapa de Argentina son
sustancialmente más bajos. Esto se debe a que para establecer la
factibilidad de un negocio nunca se deben tomar los rendimientos
potenciales, pues estos son los máximos posibles y deben ser el
objetivo a alcanzar. Por otro lado las limitantes de infraestructura,
servicios y conocimientos, hacen conveniente tomar esos niveles de
rendimiento y no más altos.
9 el precio de semilla que se toma, es el valor de convenio que se
puede lograr con empresas propietarias o licenciatarias de la
genética, menos flete a destino, clasificación, merma de clasificación,
carga y descarga, gastos de estructura, etc. Este es un mercado
asegurado por contrato con precio fijo y compra de la totalidad de la
producción.
9 el punto de indiferencia, es decir el rendimiento que determina un
margen bruto igual a cero, para el primer año es de 280 kg/ha, 80%
del rendimiento esperado. Es un valor alto, pero aceptable. Para los
siguientes años baja al 47% del rendimiento esperado; valor por
demás interesante, que hace muy seguro el negocio.

27
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

ALFALFA

COSTO DE PRODUCCION

valores a julio 2005 $/u$s 2,9


uta u$s/ha 18,75
1º año 2º-4º año
Insumos un/ha u$s/ha u$s/ha
labores y fumigaciones 5,70 106,88 15,40
herbicidas 75,20 108,05
desecante 19,20 19,20
insecticidas 4,37 4,37
fertilizantes 24,72 0,00
riego 100,00 100,00
colmenas 56,00 56,00
subtotal 386,36 303,02

cosecha 125,65 125,65

total u$s/ha 512,01 428,67


$/ha 1.484,83 1.243,13

tabla 1

MARGEN BRUTO

valores a julio 2005 $/u$s 2,9

1º AÑO

rendimientos kg/ha 280 350 400 550


precio u$s/kg 1,8
ingreso bruto u$s/ha 513,9 642,4 734,2 1.009,5

costos operativos u$s/ha 512,0 512,0 512,0 512,0

margen bruto u$s/ha 1,9 130,4 222,2 497,5

2º a 4º AÑO

rendimientos kg/ha 235,0 500,0 550,0 700,0


precio u$s/kg 1,8
ingreso bruto u$s/ha 431,3 917,7 1.009,5 1.284,8

costos operativos u$s/ha 428,7 428,7 428,7 428,7

margen bruto u$s/ha 2,7 489,1 580,9 856,2


tabla 2

28
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

3.3 Mercado

Exportación de semilla de alfalfa. Campaña 2003/04 (kgs)

Cultivar País Total


Seedar 60 Canadá 1.100
Eterna EE.UU. 100
Horizon Uruguay 6.000
Aurora Bolivia 5.000
Total 12.200

Tabla 3 Fuente: C.S.B.C. en base a permisos de exportación (INASE – SAGPyA)

Importación de semilla de alfalfa Campaña 2003/04 (kgs)

Origen Kilogramos
EE.UU. 1.920.363
Australia 2.937.699
Chile 72.000
Canadá 956.250
Francia 163.215
Italia 153.000
Sud África 43.000

Total 6.245.527

Tabla 4 Fuente: C.S.B.C. en base a permisos de importación (INASE – SAGPyA)

Producción semilla fiscalizada campaña 2003/04

Superficie kilogramos Rótulos


has emitidos
7.300 1.853.884 90.521

Tabla 5 Fuente: INASE

Mercado campaña 2004 (en elaboración) toneladas

carry importación fiscalizada común exportación oferta consumo carry


2003 2004 2004 2005

2.800 6.200 1.850 300 12 11.138 8.800 2.338

Tabla 6 Fuente: C.S.B.C. en base a datos INASE, aduana y operadores privados

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

Participación del germoplasma INTA en el mercado de semilla de alfalfa 1996/2002


(hectáreas y kilogramos en miles)

año Miles de has has pasturas total Semilla semilla total


has. puras consociadas kgs fisc. importada semilla
sembradas alfalfa semilla* nacional
1996 7.228 1.554 5.674 9.917 2.500 9.400 11.900
1997 7.022 1.868 5.154 9.920 2.100 9.300 11.400
1998 4.897
1999 5.056 1.896 3.160 7.584 2.000 8.400 10.400
2000 4.982 1.734 3.248 7.365 1.300 6.500 7.800
2001 900 6.600 7.500
2002 1.400 2.900 4.300

Tabla 7 Fuente: INTA – INASE – INDEC –ASA

3.4 De las tablas precedentes se extraen las siguientes conclusiones

9 la participación de semilla fiscalizadas nacional en el mercado total


es solo del 23% para el año 2004
9 la exportación de semilla de alfalfa es prácticamente nula, lo
asombroso es que traemos de Chile 72.000 kgs, seis veces más de
lo que nosotros exportamos
9 el principal proveedor es Australia (2,9 millones de kgs), 60% más
que nuestra producción; le sigue EE.UU. con 1,9 millones de kgs y
un 3,5% más que la producción nacional. Entre ambos representa
algo más de 6 millones de dólares FOB
9 EE. UU. tiene la ventaja que puede trabajar en contra estación y
comercializar sus excedentes. No es el caso australiano, que
produce en nuestra misma estación de crecimiento, con el agravante
que tiene un alto costo de flete. Basan su competitividad en
estabilidad de producción, confiabilidad en el cumplimiento de
contratos y calidad de semilla
9 el consumo de semilla cayó un 30% entre las campañas 1997 y 1998
debido a la crisis ganadera y tambera. Hoy estamos llegando a los
niveles de 1996, que en condiciones normales debería ser el
consumo promedio; esto es entre 9,5 y 10 millones de kilogramos
anuales

30
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

El mercado de semilla de alfalfa fiscalizada nacional no se ha extendido por falta de


producciones confiables y de calidad. Hay interés real de las empresas en contratar
producciones en el país.

Si reemplazamos el 8% de la importación, representa una producción de 500 mil


kilogramos de semilla (1.000 a 1.200 has sembradas) y algo más de 1,5 millones de
dólares de facturación. Solo cubriríamos el 5,5% del mercado nacional total.

Esta es la propuesta más importante, porque es perfectamente realizable en Tinogasta


en un plazo de 5 años.

En la Parte 2 se presentarán las Restricciones y Propuestas para superarlas y avanzar


en este camino.

Ing. Agr. Rafael Alberto D’Attellis

31
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

PARTE 2

Restricciones

Propuestas líneas de acción

- Capacitación
- Apoyo crediticio
ƒ Formación fondos de inversión directa(FID)/ Fideicomisos
ƒ Cajas de Crédito
- Generar información
ƒ Siembra
ƒ Control malezas y plagas
ƒ Cosecha
ƒ Riego
ƒ Manejo post cosecha y acondicionamiento
ƒ Factibilidad de la producción consociada de olivo y alfalfa para
semilla

Conclusiones

Ing. Agr. Rafael D’Attellis

32
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

4. RESTRICCIONES

Sobre la base del famoso dilema sobre si fue “primero el huevo o la gallina” debemos
plantearnos toda la problemática de las restricciones a la producción. Es decir ¿hay
que producir y generar riquezas que promuevan el desarrollo de infraestructura y la
instalación de servicios? o por el contrario ¿hay que desarrollar la infraestructura y
promover la instalación de servicios para apoyar el crecimiento de la producción?

La respuesta no puede ni debe ser genérica. Dependerá de la región en


consideración. Hay algunas que por su propia dinámica, tipos de producción,
estructura y nivel poblacional, infraestructura y servicios ya instalados, pueden por si
mismas motorizar sus economías y generar más infraestructura y servicios; con lo cual
se genera un círculo virtuoso que si se orienta en el tiempo puede ir cubriendo otras
regiones. Esta última etapa en un proceso por cierto más lento y atado a más
variables.

Hay otras que por el contrario sus economías, y no es aquí el lugar para buscar las
razones de los porqués, se encuentran en un nivel de depresión tal, que por sí mismas
no pueden salir de la situación, generándose, a diferencia del caso anterior, un círculo
vicioso que restringe más y más la economía.

Es en estos casos donde se necesitan de políticas activas para quebrar este esquema,
que se torna en sí mismo perverso, produciendo cambios desde lo cultural, social y
económico.

La falta de infraestructura, con la salvedad por cierto importantísima de lo extendido


del servicio eléctrico, para las posibilidades de un desarrollo agrícola, es notoria y
resulta altamente limitante.

Implementos agrícolas, sembradoras, fumigadores, cosechadoras, no existen. Sólo


algunos productores poseen tractores e implementos, en general viejos y mal
mantenidos debido a la falta de recursos. Los tractores del Servicio de Extensión están
sub ocupados, en la práctica imposible lograr que trabajen a tiempo completo por la
estructura de los consorcios que los administran y por la falta de personal capacitado,
una carencia extremadamente importante. Por otro lado, el equipamiento de aquellos,
en general es reducido y carecen de implementos para la preparación de la cama de

33
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

siembra menos agresivos (rastras de dientes, cultivadores de campo, etc.) que


disminuyan los costos operativos.

Respecto de la disponibilidad del agua de riego, dos consideraciones, que ya se


mencionaron en la primer parte del trabajo: la primera que hoy la disponibilidad de
agua no es un factor limitante a la producción de semilla de alfalfa; la segunda que la
aptitud agrícola de los suelos depende fundamentalmente de la posibilidad de riego.

Tres serían los aspectos a analizar: 1.- mejora y aumento de la capacidad de los
diques y de la red de distribución (canales y acequias); 2.- distribución y pago de
cánones; 3.- uso más racional. Cuando se trate el tema dentro de las Propuestas, sólo
se hará referencia al último punto. Los puntos 1 y 2 tienen un alcance que se
corresponde al de este trabajo.

Hoy hay mucha superficie sin cultivar, el aumento de la superficie plantada/sembrada


está íntimamente ligado a una mayor disponibilidad de este recurso por cierto escaso.

Otra restricción importante es la falta de comercios de agroquímicos, repuestos para


tractores y maquinaria agrícola, reparaciones, insumos para el agro en general,
producto de la falta de mercado. Todo depende de centros a más de 250 km. Esto
hace más costosa y dificultosa la realización de proyectos. Implica mayor
organización, más prevención, mantener cierto stock propio, lo que implica mayor
costo financiero, e importantes tiempos muertos ante un hecho no previsto o por no
contar dentro del stock un repuesto o agroquímico.

Otra limitante a la producción es la disponibilidad de colmenas. Las abejas son


indispensables en la polinización de la alfalfa para semilla. Si bien hay un importante
aporte de polinizadores naturales, en especial en lotes rodeados de monte alto, la
colocación de colmenas dentro de los lotes de producción es lo que nos va a
garantizar rendimientos altos y estables.

La mencionada falta de capacitación del personal es un tema crítico y que tiene


estrecha relación con el bajo nivel de tecnificación. Esto implica que ambos temas hay
que abordarlos como un todo. Esto es, que junto a la modernización y aumento del
parque de maquinarias, hay que instrumentar un fuerte proceso de capacitación en el
uso y mantenimiento de esa maquinaria.

34
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

La información zonal sobre el manejo del cultivo es oral, confusa y a veces


contradictoria; siempre escasa y sin identidad. Lo mismo ocurre con la disponibilidad
de agua de riego, tiempos entre turnos, cambios temporales, etc.

En la conformación de toda política activa el crédito es parte esencial. Los


productores están descapitalizados y no pueden afrontar por sí los costos de
implantación y cuidados del cultivo. Menos aún plantar olivo o vid que tienen mayor
costo inicial y un retorno de la inversión a más años.

En resumen, infraestructura, capacitación, información zonal consistente y


crédito, se presentan como las principales limitantes para el crecimiento de la
producción de semilla de alfalfa. En tanto que contribuyen a su potencialidad las
características agroecológicas de la región, las posibilidades de mercado y que
compatibiliza productividad y rentabilidad con sustentabilidad ambiental.

La alfalfa, es reconocida como mejoradora de suelos a través del nitrógeno del aire
que fija por acción simbiótica con rhizobium y el aporte propio de materia orgánica.

La problemática de la sustentabilidad se debate a nivel internacional. En este mismo


sentido y en el marco del XIII Congreso de la Asociación Argentina de Productores en
Siembra Directa (AAPRESID) (Rosario 9 al 12 de agosto 2005), el profesor de la
Universidad de Kansas (EE. UU.) Charles Rice, expuso los incipientes negocios que
se pueden generar a raíz de incluir la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente
en la ecuación económica dentro de la agroindustria; por ejemplo en materia de
generación y secuestro de carbono. También analizó como influyen las negociaciones
sobre el Protocolo de Kyoto y las oportunidades que existen para los productores con
la conservación y mejora en la calidad del suelo, el aire y el agua. En este sentido,
Rice mencionó la creación de un mercado de carbono que aunque recién comienza,
ya ha encontrado adeptos. Los actores son productores o vendedores de créditos de
carbono, organizaciones que funcionan como intermediarias y los compradores,
fundamentalmente las grandes corporaciones que realizan actividades con fuertes
niveles de contaminación.

Propuestas líneas de acción

Capacitación

Todo proceso de desarrollo sostenido y sustentable, debe basarse en la capacitación


de los actores intervinientes. Cuando se buscan altos rendimientos, la producción de

35
ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

semilla de alfalfa debe considerarse como una industria especializada, separada


totalmente de la producción de forraje (1).

No es este el escenario para abundar en detalles sobre la industria de la semilla, pero


sí valen algunas pocas líneas.

Abarca desde el desarrollo genético de híbridos y variedades, hasta su


comercialización, pasando por la producción a campo, el acondicionamiento y los
controles de calidad genéticos, físicos y fisiológicos durante todas las etapas, sin
olvidar los aspectos legales que regulan la multiplicación, comercialización y calidad
de la semilla según las distintas categorías.

El mercado mundial hoy es de 30.000 millones de dólares y la Argentina ocupa el 8º


lugar con 930 millones de la misma moneda (World Seed Organization informe 2004).

Si analizamos muy brevemente la evolución de la industria de semilla de alfalfa en


EEUU vemos que el gran salto se produce a partir de 1975, con aumentos importantes
de rendimientos como consecuencia de la especialización, la incorporación de nuevas
tecnologías en el manejo del cultivo y la organización de los productores en empresas
capaces de procesar y comercializar sus semillas (2, 3). Esto fue el resultado de un
proceso de extensión y capacitación de los productores en primera instancia, por ser
los participes necesarios en la implementación de nuevas tecnologías, y
posteriormente en generar el ambiente necesario para la formación de asociaciones
que los representen.

Debemos formar personal idóneo en el manejo, regulación y mantenimiento de la


maquinaria agrícola y en seguridad en la manipulación y aplicación de agroquímicos.
Capacitar a productores en los temas relativos a la producción de semilla de alfalfa.
Aquí el INTA, el Polimodal Nº 33 (ex CECA) y la Cooperativa Federal Agrícola,
Ganadera, Industrial y Comercial (CFT); todos de Tinogasta, deberían, apoyados por
el Ministerio de la Producción y el PRODERNOA, actuar en forma conjunta y
coordinada.

Con la idea de no dejar ningún eslabón suelto en la cadena de la capacitación,


también se deberá hacer hincapié en especializar a los egresados de la mencionada
escuela que así lo deseen. Sería una capacitación de mayor nivel, profundizando en
los puntos más críticos de la producción y enfatizando el manejo post cosecha de la
semilla.

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

Un aspecto muy importante a tener en cuenta son las poblaciones de polinizadores


naturales. Habrá que tener muy en cuenta el uso de agroquímicos para mantener esas
poblaciones y no generar un desequilibrio ecológico y la desaparición de un recurso
existente importantísimo para la producción. Para ello el Control Integrado de Plagas
se presenta como el sistema más seguro y confiable, aunque más complejo de
instrumentar. Por eso en una primera etapa se debería trabajar y capacitar sobre el
Control Dirigido, que implica la determinación del momento oportuno de tratamiento de
una plaga, el producto más efectivo y menos perjudicial para la fauna útil y la
necesidad real de intervención, esto es la determinación del umbral económico de
daños.

Apoyo crediticio

Como se dijo la descapitalización de los productores hace imposible el desarrollo de


nuevos proyectos. La necesidad de desarrollar líneas de crédito que se sumen a las
actuales como pueden ser Banco de la Nación, CFI, PRODERNOA; se torna
indispensable.

- Formación de Fondos de Inversión Directa (FID) / Fondos Fiduciarios

La ley 24441 es la que reglamenta los contratos de fideicomisos. Los FID al ejercer la
propiedad fiduciaria permiten la incorporación y participación de capitales, cuyo
destino es netamente productivo.

Poseen una sólida base jurídica y legal.

Incorporan un reglamento de gestión aprobado por la Comisión de Valores y por la


entidad responsable (banco custodio) de recibir los fondos, de emitir títulos, custodiar
los contratos y pagar los dividendos.

Tienen como actores:

- inversionistas

- agente colocador
- operador técnico
- sociedad gerente

(Estos tres últimos pueden ser la misma entidad)

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

- auditor
- productores agropecuarios

La ventaja es que el/los bienes que se aportan al fideicomiso quedan separados del
patrimonio de cada una de las partes. El/los bienes siempre están resguardados.

El inversionista podría ser en este caso el Estado Provincial o a través de él alguna


entidad crediticia internacional (por ej. Banco Mundial),

Este sistema permitiría, mediante asociaciones de productores, componer una


infraestructura de maquinarias que mejore sustancialmente la capacidad productiva.

La CFT podría ser la entidad colocadora, operador técnico y sociedad gerente

- Cajas de Crédito

La conformación de una entidad de este tipo, permitiría el acceso al crédito más


fácilmente que en un banco. El apoyo del estado Provincial debería darse en otorgar a
la entidad la posibilidad de acceder a “descuento de planilla” para personal del estado
y municipal. De este modo se pueden otorgar crédito para consumo a baja tasa y
redistribuir la masa de dinero que se genera en créditos a la producción o compra de
bienes de capital. Esto generará un círculo virtuoso que ayudará al crecimiento
regional.

Generar información

Entre las restricciones se mencionó la falta de información regional sobre el manejo


del cultivo, en especial para producción de semilla.

Como en todos los casos la transferencia de tecnología de una zona a otra con
características agroecológicas totalmente diferentes, es válida sólo en una primera
etapa donde aún el más mínimo aporte tecnológico genera un importante salto
cuantitativo en la producción. Para seguir avanzando en la implementación de
tecnologías es necesario ir generando información zonal consistente.

Dentro de este contexto es de fundamental importancia poner en marcha una serie de


líneas de trabajo que permitan alcanzar los objetivos de maximizar y hacer
consistentes en el tiempo los rendimientos, bajar los costos de producción y optimizar
los recursos (agua, polinizadores, maquinaria agrícola, etc.).

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

El análisis de las distintas situaciones que se plantean, en esta primera etapa deberían
realizarse a nivel extensivo. Es decir que la toma de datos y la generación de
información sean a nivel macro, como primera aproximación para el mejor uso de esas
tecnologías. En una segunda etapa, considerando el mediano plazo, se seleccionarían
los temas más importantes y de mayor incidencia en la producción, y sobre ellos se
trabajaría profundizando su análisis mediante estudios de mayor validez científica.

Siembra

Las recomendaciones sobre el espaciamiento entre surcos y la cantidad de semilla por


hectárea a sembrar varían en la literatura (4). Básicamente es probar distintos
espaciamientos y niveles de densidad de población, para que cada productor pueda
adaptarlo a su caso particular. Es importante, como se tratará más adelante, por la
posibilidad de complementación de la producción de semilla de alfalfa y cultivo de
olivo.

También es importante en relación al riego, normalmente entre camellones a 7 metros


y hasta 10 metros entre cada uno de ellos o en terrazas. No se ha visto el riego por
surco, que evitaría el arrastre de suelo, aunque quizás aumente el costo de mano de
obra. Esta técnica requeriría de una sembradora que fuera sembrando la semilla de
alfalfa sobre un lomo.

Control de malezas y plagas

Hay una variada disponibilidad de productos con distinto espectro de control y modos
de acción.

El objetivo es evaluar un grupo de principios activos y dosis. Estos resultados no sólo


tendrán que ver con la acción herbicida de los principios activos, sino con los costos
por hectárea.

Como ya se explicó el tema de mayor preocupación es Cuscuta sp. (cabello de ángel)


y que este problema existe en todas las regiones del mundo donde se produce
semilla de alfalfa. La semilla permanece años en el suelo en condiciones de poder
germinar y el banco se renueva con los sucesivos riegos (5, 6).

Monitoreo, principios activos y dosis más eficaces, aplicaciones totales y por


manchones, equipos de aplicación y control mecánico y manual son la suma de
acciones a evaluar para realizar un control total de malezas.

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

En cuanto a las plagas insectiles, no se ven como un problema limitante a la


producción. Aquí debemos tener en cuenta lo dicho anteriormente sobre control
dirigido e integrado.

Cosecha

Es ya una práctica habitual en los principales centros mundiales de producción de


semilla de alfalfa la cosecha directa, descartándose el uso de corte - hilerado –
recolección.

La cosecha de semilla de alfalfa ofrece inconvenientes que suelen provocar grandes


pérdidas. Las principales causas son: 1) condiciones climáticas desfavorables al
momento de la cosecha; 2) mala preparación del terreno; 3) control deficiente de
malezas; 4) ajuste incorrecto de la cosechadora; 5) separación inadecuada de la
semilla y la granza.

Las pérdidas son muy variables. En California, un trabajo que incluyó 15 cosechadoras
en variadas condiciones de trabajo reveló pérdidas de 0,54% (3,3 kg./ha) a 38,7% (215
kg./ha) (7)

Esta tecnología que requiere la aplicación de desecantes químicos implica simplificar


la operación y tener una mayor seguridad de cosecha. Si bien hay información
bibliográfica acerca de esta práctica, las condiciones propias del cultivo y el clima de
cada zona, como ya se mencionó, hacen necesario realizar las experiencias zonales
para adaptar la tecnología y obtener el mayor provecho de ella (8, 9, 10, 11).

Por otra parte, en general las recomendaciones hacen referencia a días antes de la
cosecha para realizar la aplicación y no definen el estado fenológico al cual se
maximiza el rendimiento de semilla (12). En otros cultivos la aplicación de desecantes
previo al apropiado estado fenológico reduce el rendimiento de semilla y/o su calidad.
Por ejemplo en girasol (Heliantus annus) si se deseca antes de la madurez fisiológica
se reduce el rendimiento, contenido de aceite y peso de mil aquenios (13). En alfalfa,
la incidencia de la aplicación de desecantes a diferentes estados fenológicos sobre el
rendimiento de semilla, peso de 1000 semillas y germinación, no han sido descriptos
en la bibliografía (14).

Es importante hacer referencia que partimos de un inexistente parque de


cosechadoras y que el tamaño de las parcelas raramente supera las 10 hectáreas; lo

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

lógico tanto desde el punto de vista técnico como de la inversión, es incorporar


maquinaria de los años 70/80 y no las de última generación.

Analizada la problemática de la cosecha desde los distintos aspectos, se observa la


necesidad de realizar estudios que por un lado nos permitan obtener información lo
más ajustada posible sobre el estado fenológico de aplicación de desecante y días
posteriores a cosecha. Esta, más allá de lo ya dicho, ayudaría a una ajustada
programación de la cosecha y disminuiría los márgenes de riesgo. Por otro lado, es
importante recabar información sobre los ajustes a realizar en la cosechadora y
analizar las modificaciones para disminuir las pérdidas y mejorar al máximo la calidad
de trilla.

Para minimizar las pérdidas de semilla y obtener alta calidad, los ajustes y la forma de
operar la cosechadora, deberán armonizarse a las condiciones de campo y del cultivo.

Como se dijo en el punto referido a capacitación; es muy importante organizar cursos


de maquinistas (manejo, regulaciones, mantenimiento, etc.) para contar con personal
capacitado para esta tarea.

Riego

Los requerimientos hídricos, dependen de la pérdida evaporativa, que está regulada


por factores ambientales (temperatura, humedad relativa del aire, nivel de heliofanía,
longitud de la estación de crecimiento) y morfológicos (número y tamaño de los
estomas, arquitectura de la canopia, resistencia al movimiento del agua dentro de la
planta). Estos factores generan diferencias entre las variedades y dentro de ellas entre
distintos estados fenológicos y por supuesto entre distintas zonas de producción (15).

Todos estos factores inciden en el total de agua aplicada y en la cantidad y frecuencia


de los riegos. La textura del suelo y su profundidad, determinan la capacidad de
almacenaje de agua de ese suelo en particular. También tiene influencia las
precipitaciones y las prácticas culturales (16).

La alfalfa es relativamente tolerante a la sequía, pero su crecimiento depende de la


disponibilidad de agua en el suelo. Usualmente los programas de riego buscan
mantener una adecuada humedad en la parte superior del suelo durante la mayor
parte de la estación de crecimiento. Un adecuado nivel de humedad del suelo se suele
definir como más del 50% de la capacidad del suelo con agua disponible (17).

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

En general, se obtienen altos rendimientos de semilla cuando las prácticas de riego


previenen severos estrés en las plantas y promueven un crecimiento vegetativo lento y
continuo a través de toda la estación de crecimiento, sin estimularlo excesivamente
(18).

Hasta la floración el cultivo de alfalfa para semilla necesita buena humedad del suelo,
normalmente los niveles y tiempos de irrigación se cortan a mediados de floración;
esto causa un mayor sincronismo floral a expensas del crecimiento vegetativo. El nivel
de estrés que debe producirse para obtener una mayor producción es un “arte” (16,
19).

El momento de corte de riego es también crítico. Si bien cierto nivel de agua en el


perfil de suelo es necesario para la maduración de la semilla, el suelo debe estar seco
previo a la aplicación del desecante para que el efecto sobre las plantas sea completo.
Si se mantiene el suelo húmedo, aún aplicaciones sucesivas de desecantes no son
efectivas y la cosecha directa se hace dificultosa, aumentando las pérdidas de semilla
(18).

Ya que el momento de corte del riego es un tema de mucha importancia; que incide
directamente sobre el rendimiento a través de la acción de los polinizadores, del
aumento de la floración y de las pérdidas de semilla en la cosecha; que no está
definido con total claridad; que define la disponibilidad de agua para otros cultivos; es
que debería ser un tema de estudio básico para el desarrollo del cultivo en la región.

Se debería trabajar para obtener información a nivel extensivo de:

- tiempo de llenado y mantenimiento del perfil del suelo con adecuado


nivel de humedad
- tiempos entre riegos y volúmenes en los diferentes estados fenológicos
- momento de corte del agua de riego y humedad remanente en el suelo
para maximizar la actividad de los polinizadores y el rendimiento
- riegos post cosecha (volúmenes de agua y frecuencia) para obtener
una segunda cosecha de semilla

Manejo post cosecha y acondicionamiento

Este punto es una pieza clave dentro del ajedrez de la producción, asegurando la
calidad que se fue gestando en todas las etapas anteriores de manejo del cultivo.

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

“La semilla es un organismo vivo y debe ser tratado como tal o no vivirá para producir
una futura generación” (20)

La calidad está determinada por parámetros establecidos por el Instituto Nacional de


Semillas –INASE- dependiente de la SAGPyA para cada categoría de semilla
producida (original, 1º, 2º multiplicación). Son estos parámetros los que se reflejan, por
ejemplo, en los convenios con las empresas semilleras que contratan con terceros la
producción de semilla.

El manejo post cosecha y el acondicionamiento implica el almacenamiento en


condiciones adecuadas de temperatura y humedad que permitan mantener inalteradas
la calidad física y fisiológica de la semilla.

Para esto es necesario eliminar los agentes contaminantes (semillas de malezas,


dañadas, quebradas, material extraño, etc.), utilizando equipos diseñados para es fin y
que normalmente se adaptan a más de un tipo o especie. Hay disponibles diferentes
procesos que permiten limpiar y acondicionar la semilla. Dependiendo de las
condiciones y del nivel de contaminación se determina que equipo utilizar y su
secuencia. La separación se basa en siete características físicas de la semilla:
dimensiones en largo, ancho, espesor; relación peso/volumen; forma (redondo – no
redondo); textura y color. No siempre se necesitan contemplar todas las
características para lograr el objetivo (20).

Por otro lado implica un paso más en el proceso productivo, mayor valor agregado y
más mano de obra y con más especialización.

Se propone realizar la evaluación técnica, económica y financiera; inversión


necesaria; tasa de retorno; mano de obra necesaria; volúmenes mínimos de proceso
(alfalfa y otras especies); rentabilidad.

Un aspecto a tener en cuenta es que las empresas contratantes de los servicios de


producción, están interesadas en contar con la “bolsa terminada, rotulada” (semilla
limpia según condiciones de calidad y tratada/peleteada con rótulo del INASE) en el
lugar de producción, y no sólo esto sino que están interesadas en que el prestador del
servicio cuente con la infraestructura edilicia y administrativa necesaria para realizar
los despachos directamente a los puntos de distribución. Esto requiere, como tantos
otros temas tratados en este trabajo del asociativismo entre los productores, la

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

Cooperativa Federal Agrícola, Ganadera, Comercial, Industrial Tinogasta (CFT) es la


base existente para ello.

Factibilidad de la producción consociada de olivo y alfalfa para semilla

La superficie plantada con olivo se está incrementando. Hay una marcada tendencia
en productores pequeños y medianos a incorporar este tipo de producción, en forma
muy lenta en virtud de la descapitalización mencionada. Todo indica un mercado con
demanda creciente en el mediano y largo plazo, al menos es lo que los productores
perciben.

Una de las cuestiones más problemáticas y que se presenta como una limitante
importante, es el tiempo entre la plantación (momento de máxima inversión) y la
primera cosecha y más aún hasta alcanzar los rendimientos óptimos. Durante este
tiempo se producen gastos de mantenimiento y cuidados culturales sin ningún retorno
y con el consiguiente costo financiero.

Dada la situación general de los productores, es muy probable que no se realice el


manejo adecuado del cultivo, sino sólo cuidados mínimos, que a futuro incidirán en la
producción del olivar y por ende en la economía del propio productor y de la región.

La propuesta es estudiar la factibilidad de la producción de semilla de alfalfa en


olivares recién implantados, de 2 y hasta de 4 años de plantados.

Un primer análisis muestra a esta propuesta, desde un punto de vista teórico, como
factible, ya que el cultivo de alfalfa para semilla al sembrarse en surcos no menores a
60 cm. y densidades de 1 a 1,25 kg/ha, tiene una población del 10% de un alfalfar para
corte o pastoreo. Esto permite inferir que no se va a generar una competencia por
agua y nutrientes entre el olivar y la alfalfa y el crecimiento del primero y sus futuros
rindes, no se verán afectados por la presencia del segundo.

Del mismo modo, tanto los olivares recién implantados, como los de dos años de
implantación; en los próximos cuatro años no llegan a formar una gran copa y por lo
tanto el efecto de sombreado sobre la alfalfa no se ve como una limitante de
importancia, máxime en la zona de trabajo donde hay alta heliofanía durante todo el
año. Con los de 4 años, esto no es tan claro, pero aunque la producción de alfalfa sea
menor, es posible se alcancen niveles económicamente aceptables como para
realizarlo.

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

Una dificultad a resolver es que los herbicidas selectivos más utilizados en alfalfa no lo
son para el olivo. Es necesario limitar al máximo la deriva de producto que se produce
en el momento de la aplicación. El uso de productos antideriva y de sistemas de
pantallas aplicables a equipos fumigadores convencionales, se probarían como parte
del trabajo.

BIBLIOGRAFÍA

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20. Stanelle, J. 1995. Principles of Separation and Seed Processing. Colorado
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CONCLUSIONES

Es claro que la producción de semilla de alfalfa en Tinogasta, desde el punto de vista


técnico, se puede realizar con total éxito. Más aún, podemos inferir que la región
dadas sus condiciones agroecológicas, es apta para la producción de otras variedades
de semilla.

Por otro lado, el mercado no muestra restricción en cuanto a la demanda y quedó


demostrado que la producción es rentable y sustentable.

Las restricciones planteadas, no son menores y deberán realizarse importantes


acciones tanto de parte de los productores, como del gobierno y de otras entidades,
para ser superadas. Pero deben implementarse los mecanismos necesarios y generar
el entorno propicio para llevar adelante las propuestas formuladas y todas otras
acciones y políticas que estén al alcance del gobierno.

Muchas empresas no producen en Argentina, porque no tienen una contraparte que


les ofrezca capacidad técnica y operativa, seguridad y calidad de producción. En este
sentido la CFT puede ser el mecanismo institucional que relacione empresas y

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ALFALFA (Medicago sativa L.) Producción de semilla Tinogasta, Catamarca

productores, formulando los convenios de producción y asesorando en temas técnicos


y de gestión.

La mencionada descapitalización de los productores, que se manifiesta en la falta de


infraestructura y en la dificultad de tomar créditos, se puede tratar de revertir a través
de las propuestas de los fideicomisos y formación de una caja de crédito, que se
sumarían a la importante labor que cumple el PRODERNOA.

Sobre la base de proyectos concretos y viables, como puede ser este de la producción
de semilla de alfalfa y colaterales que surjan a partir de necesidades específicas de la
producción (ej. abejas: polinización – producción de miel) y la conformación de grupos
de realización del proyecto (como lo solicita el PRODERNOA) que en este caso
específico están vinculados y trabajan en forma articulada con la CFT; el Gobierno
Provincial en apoyo a los créditos que puede otorgar el PRODERNOA, podría aportar
a los grupos tractores e implementos en función del número de hectáreas a sembrar
en un período de 5 años. Los grupos asumirían el compromiso de cumplir con el
programa y se obligarían a trabajar un porcentaje del área sembrada para el proyecto,
en forma gratuita a pequeños productores.

De esta forma, se estructuraría una red solidaria de apoyo a la producción, con


articulación entre el sector público y el privado, con asistencia técnica y control de
gestión, que generaría recursos genuinos a la región y que permitirían la realización de
nuevos proyectos.

Esto es el círculo virtuoso del desarrollo regional sustentable y sostenible en el tiempo


y espacio, en lo social y económico, con respeto por el medio ambiente y la cultura.

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