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CAPITULO 1: ¿Cómo enseñamos? Las estrategias entre teoría y práctica.

El texto comienza relatando una experiencia de vida de una docente llamada Beatriz
Diéguezn ; ella tenía que empezar una nueva unidad didáctica, para ello busco un
buen texto de Eduardo Galeano, que le fascinaba. Sin embargo el texto, no resonó
en su clase , algunos sonreían ,otros agachaban la cabeza, otros miraban
distraídamente su reloj ;Para cortar con el silencio, alguno que otro, comenzó a
responder con algún monosílabo.
Ante esta situación las autoras se preguntan: ¿Por qué, a pesar de tener un plan
elaborado, a veces, no resulta como lo habíamos anticipado? ¿De qué depende que
nuestra programación didáctica funcione?
Para pensar con mayor profundidad en el cómo de la enseñanza, las autoras realizan
un recorrido teórico por los siguientes tópicos:
a. Las estrategias de enseñanza.
b. Las actividades, los intereses y las rutinas.
c. Los nuevos desafíos que nos presentan los alumnos de hoy.
d. Las buenas prácticas de enseñanza.
a) Estrategias de enseñanza:
Es el conjunto de decisiones que toma el docente para orientar la enseñanza con el
fin de promover el aprendizaje de sus alumnos. Se trata de orientaciones generales
acerca de cómo enseñar un contenido disciplinar considerando qué queremos que
nuestros alumnos comprendan, por qué y para qué. Éstas son muy importantes
porque inciden en:

 Los contenidos que transmite a sus alumnos;


 El trabajo intelectual que estos realizan
 Los hábitos de trabajo
 El módulo de comprensión de los contenidos.
Por otro lado las estrategias de enseñanza tienen dos dimensiones:
Dimensión Reflexiva: pensamiento del docente, análisis que hace del contenido
disciplinar, diseño de alternativas de acción, toma de decisiones acerca de las
actividades
Dimensión de la acción: Puesta en marcha de las decisiones.
Estas 2 dimensiones tienen tres momentos :
El momento de la planificación
El momento de la acción propiamente dicha.
El momento de la evaluación la implementación del curso de acción
elegido.
Además como el proceso de aprendizaje no es lineal, tiene avances y retrocesos, es
espiralado y nunca puede darse como acabado, es necesario que el docente cree un
ciclo constante de reflexión- acción y revisión de las estrategias utilizadas. De allí la
importancia de planificar además de la estrategia las secuencias de actividades a
llevar a cabo.
b) Actividades, los intereses y las rutinas.
Las actividades son las tareas que los alumnos deben realizar para apropiarse de un
contenido y deben responder a los estilos de aprendizaje, ritmos, intereses,…debemos
compartir con los alumnos nuestras intenciones, objetivos para que tengan sentido. Se
debe pensar en actividades que movilicen el interés de los alumnos, que los motiven.
Y pensar en qué rutinas son necesarias y educativas, aquellas que se relacionan con
un trabajo preciso (constancia, respeto de horarios y espacios, etc.).
Hacer públicos y explícitos los objetivos y consensarlos con los estudiantes, posibilita
establecer un contrato didáctico en el que ambos se responsabilicen por la enseñanza
y aprendizaje, logrando una mayor autonomía y compromiso.

c ) Los nuevos desafíos que nos presentan los alumnos hoy


Debemos pensar en las características particulares de nuestros alumnos hoy cuando
elegimos las estrategias. No se puede desconocer las nuevas formas de leer e
interpretar el mundo. Hoy

 manejan una variedad de recursos informáticos: pag. web, discos rígidos,


celulares, comunidades virtuales, etc.
 utilizan y decodifican distintos tipos de lenguaje
 crean nuevas producciones a partir de otras ( cortar y pegar) y son
relativistas, porque la web cambia constantemente.
El colegio deberá ayudar a optimizar el uso de estos instrumentos y neutralizar sus
debilidades. Lograr que salgan a la luz los conocimientos previos de los alumnos, o
partir de lo que ellos puedan imaginarse sobre los nuevos contenidos a enseñar.
d- Las buenas prácticas de enseñanza:
Son aquellas con intencionalidades definidas y explícitas, que promueven la
interacción entre los alumnos y los docentes, y entre los propios alumnos, que
transcurre en un espacio, tiempo y en un contexto socioeconómico determinado. El
docente apela a ideas o recursos nuevos o existentes, encontrando un sentido, un
para qué de ese hacer, lo lleva a la práctica, lo evalúa para mejorar sus futuras
acciones.
Existe una interacción entre el pensamiento y la acción.
Mintzberg utiliza la imagen de un alfarero como analogía con el docente:
Nuestro alfarero está en su taller, amasando el barro para realizar una escultura en
forma de barquillo. El barro se adhiere al trompo con que está amasando y adquiere
una forma redondeada. ¿Por qué no hacer mejor un recipiente cilíndrico? una idea
lleva a la otra, hasta que se compone un nuevo patrón. La acción ha impulsado al
pensamiento: ha surgido una estrategia.
Muchas veces un docente toma decisiones sobre cómo comenzar una clase, y luego,
frente a imprevistos cambia el rumbo que nos lleva a diseñar nuevas actividades. Por
eso la enseñanza es una práctica creativa y fundada.

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