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Pueblos invasores.

GERMANOS ESLAVOS ESTEPOS

ORIENALES: OCCIDENTALES: MERIDIONALES: OCCIDENTALES: HUMOS ARMANOS


GODOS ANGLOS ESLOVENOS POLONES MAGLIARES AUAROS
OSTROGODOS LOMBARDOS CURBATAS CHECOS ORIENTALES
VISIGODOS FRANCOS BULGAROS POMERIANOS POLIANOS
ALEMANES VOLINIAROS
SAJONES

EL MARCO GERMANICO
El autor comienza el texto planteando las carcteristicas de estos pueblos
germánicos:
Eran agricultores sedentarios con una economía predominantemente pastoril.
Entre ellos imperaba un modo de producción primitivo y comunal. La propiedad
privada de la tierra era desconocida y todos los años los jefes de las tribus
decidían que parte del suelo común habría ser arada y asignaban las diversas
porciones a los clanes respectivos, que cultivaban y se apropiaban de forma
colectiva.
En tiempos de paz no había jefaturas que gozaran de autoridad sobre todo un
pueblo: los jefes militares de carácter excepcional se elegian en tiempo de
guerras.
Esta rudimentaria estructura social se modifico muy pronto con la llegada de los
romanos al rin y su ocupación temporal de Alemania hasta el elba durante el siglo
I a.C
Ya para tiempos de tacitos, la tierra ya había dejado de ser asignada a los clanes
y eran distribuida directamente en personas concretas, mientras disminuia la
frecuencia de distrubicion.
Comenzaban a surgir linajes dinásticos de carácter casi monárquico de los que
salían jefes electivos, situados por encima del consejo. Pero sobre todo los
dirigentes de cada tribu habían reunido a su alrededor a sequitos de guerra para
las expediciones de saqueo que trascendían las unidades clanicas de parentesco.
Comenzaron a surgir diferencias internas entre los jefes de cada triubu, algo de lo
que la diplomacia romana se aprovecho: la diplomacia romana avivaba
activamente las disputas internas, por medio de subvenciones y alianzas con
objeto de neutralizar la presión de los barbaros sobre la frontera y de que
cristalizara un estrato de dirigentes aritocratas, deseosos de colaborar con Roma.

Asi pues, económica y políticamente por medio del intercambio comercial y de la


intervención diplomática, la presión romana acelero la diferenciación social y la
desintegración de los modos de producción comunales en los bosques
germánicos.
En efecto, cuanto mas perduraba el sistema imperial romano, mas tendia el poder
de su influjo, y de su ejemplo a arrastrar a las tribus situadas en la frontera hacia
una mayor diferenciación social y hacia niveles mas altos de organización política
y militar.

LAS INVACIONES GERMANICAS:


Según el autor estas invasiones constaron en dos fases o en dos grandes oleadas
pero que cada una mantuvo una dirección y un modelo particular.
La primera gran oleada comenzó con la trascendental marcha por los hielos del
Rin de una incierta confederación de suevos, vándalos y alanos. En la noche
invernal del 31 de diciembre del 406. Pocos años después los visigodos habían
saqueado roma al mando de Alarico. Dos décadas después en el 439 los vándalos
habían tomado Cartago. En el 480 ya se había establecido en el anitguo suelo
romano el primero y tosco sistema de Estados Barbaros en los cuales se
econtraban los Burgundios en Saboya, los visigodos en Aquitania, los vándalos en
el norte de Africa los ostrogodos en el norte de Italia.
Luego de esta primera oleada, la unidad militar, política y económica del imperio
de occidente quedo irreversiblemente destrozada.

Aunque si bien la primera invasión germánica fue notablemente destructora y fatal


para el imperio romano occidental, su devenir inmediato por su falta de
operatividad hizo que sean incapaces de sustituir el complejo sistema imperal
occidental por un nuevo orden político coherente.
El autor señala que los pueblos barbaros pertenecientes a la primera serie de
invasiones tribales, a pesar de su progresiva diferenciaciones social, eran todavía
unas comunidades extremadamente primitivas e incipientes cuando irrumpieron en
el occidente romano. Ninguno de ellos había conocido jamas un Estado territorial
duradero, en lo religioso, todos eran ancestralmente paganos, la mayor parte de la
comunidad carecia de escritura, pocos poseían un sistema de propiedad articulado
o estabilizado. La furtuita conquista de vastas extensiones de las antiguas
provincias romanas les presento naturalmente una seria de problemas insolubles
de apropiación y administración inmediata. Estas dificultades intrínsecas se
intensificaron a causa de la pauta geográfica seguida por la primera oleada de
invasiones. Porque en estas Volkerwanderungen pripiamente dichas que a
menudo fueron inmensas peregrnaciones a través de todo el continente, el
asentamiento final de cada pueblo barbar quedo muy lejos de su punto inicial de
partida.
Para reflejar esa incapacidad dice el autor que el proyecto económico de los
primeros asentamientos germánicos se basaba en un reparto formal de las tierras
romanas, asi también la forma política y jurídica de los nuevos estados
germánicos estaba fundada en un dualismo oficial que administrativa y legalmente
dividia el reino en dos ordenes distintos, prueba evidente de la incapacidad de los
invasores para dominar a la vieja sociedad y organizar un sistema político nuevo y
coherente que la abarcara.
Los reinos germánicos caracteristicos de esta fase eran todavía monarquías
rudimentarias, con inseguras normas sucesorias, que se basaban en los cuerpos
de la guardia real o en los sequitos domesticos, situados a mitad de camino
entrelos secuaces personales del pasado tribal y nobles terratenientes.
Siguiendo con esta línea de incapacidades y de problemas que tuvieron que
afrontar los invasores, se destaca en primera instancia el problema de la
disposición económica de la tierra. La solución normalmente adoptada fue de un
modelo similar al de las anteriores practicas romanas, particularmente familiares, a
los soldados germanos y al mismo tiempo una ruptura radical con el pasado tribal,
orientándose hacia un futuro social claramente diferenciado.
La distribución de la tierra bajo el sistema de hospitalidad probablemente afecto
muy poco a la estructura de la sociedad romana local: dado que el pequeño
numero de los conquistadores barbaros, las sortes o parcelas que se le asignaban
nunca abarcaron mas que una parte de los territorios situados bajo su dominio.

Para concluir esta primera oleada el autor reacla que la vida de estos primeros
estados barbaros no fue muy duradera. La expansión franca sojuzgo a los
burgundios y expulso de la galia a los visigodos. Las expediciones bizantinas
aplastaron a los vándalos en africa y tras una larga guerra de desgaste
exterminaron a los ostrogodos en Italia.

SEGUNDA OLEADA
La siguiente oleada de migraciones germánicas fue la que determino de forma
profunda y permanente el definitivo mapa del feudalismo occidental.

En esta segunda oleada se recalcan tres episodios fundamentales los cuales


fueron: la conquista franca de la Galia, la ocupación anglosajona de Inglaterra y un
siglo después y siguiendo una dinámica propia el descenso lombardo sobre Italia.
Como característica resalta que estas migraciones fueron muy diferentes a los de
la primera oleada porque en todos los casos representaron una extensión
relativamente modesta y lineal desde una base geográfica de partida adyacente.
Esta modesta base lineal abastecio una nueva comunicación entre las regiones
conquistadas y a las patrias recién habitadas por tanto muy cortas, de tal modo
que constantemente podían llegar nuevos coningentes de tribus idénticas o
aliadas para reforzar los primeros emigrantes-
Otro elemento de profundidad que se puede apreciar en esta segunda oleada fue
el impacto linguistico y los cambios que provoco: Inglaterra por ejemplo fue
germanizada en bloque a medida que se extendia la colonización anglosajona y
las márgenes celtas de la isla ni siquiera suministraron una dosis de vocabulario a
la lengua de los conquistadores, prueba de la tenua romanización de la provincia
mas septentrional del imperio que evidentemente nunca afecto a la masa de la
población. El autor recalca que la sedimentación cultural de la segunda oleada de
conquistas fue mucho mas profunda y duradera que la primera,
En relación a la distribución de tierras se impuso un modelo dual y mas amorfo de
asentamiento. Por una parte los dirigentes francos y lombardos se limitaron a
confiscar en gran escala los latifundios locales, anexionandolos al tesoro real o
distribuyéndolos entre sus sequitos nobiliarios.
por otra parte la aristocracia senatorial que sobrevivio en la galia del norte había
retrocedido en su mayor parte al sur de loira incluso antes de que Clodoveo
derrotaría al ejrecito de siagrio en el 476 y tomara posesión de los despojos
provinciales en su victoria-
Asi pues el cambio de manos de la gran propiedad agraria fue probablemente
mucho mayor en la segunda ola de invasiones que en la primera. Por otra parte,
sin embargo y como la masa demográfica de las ultimas migraciones fue
considerablemente superior al de las primeras y el ritmo de avance a menudo mas
lento y constante, el componente popular y el campesino del nuevo orden rural fue
también mas señalado. Especialmente en este periodo fue cuando las
comunidades aldeanas, que habrían de constituir un rasgo posterior tan
sobresaliente del feudalismo medieval

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