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EL MARCO GERMANICO
El autor comienza el texto planteando las carcteristicas de estos pueblos
germánicos:
Eran agricultores sedentarios con una economía predominantemente pastoril.
Entre ellos imperaba un modo de producción primitivo y comunal. La propiedad
privada de la tierra era desconocida y todos los años los jefes de las tribus
decidían que parte del suelo común habría ser arada y asignaban las diversas
porciones a los clanes respectivos, que cultivaban y se apropiaban de forma
colectiva.
En tiempos de paz no había jefaturas que gozaran de autoridad sobre todo un
pueblo: los jefes militares de carácter excepcional se elegian en tiempo de
guerras.
Esta rudimentaria estructura social se modifico muy pronto con la llegada de los
romanos al rin y su ocupación temporal de Alemania hasta el elba durante el siglo
I a.C
Ya para tiempos de tacitos, la tierra ya había dejado de ser asignada a los clanes
y eran distribuida directamente en personas concretas, mientras disminuia la
frecuencia de distrubicion.
Comenzaban a surgir linajes dinásticos de carácter casi monárquico de los que
salían jefes electivos, situados por encima del consejo. Pero sobre todo los
dirigentes de cada tribu habían reunido a su alrededor a sequitos de guerra para
las expediciones de saqueo que trascendían las unidades clanicas de parentesco.
Comenzaron a surgir diferencias internas entre los jefes de cada triubu, algo de lo
que la diplomacia romana se aprovecho: la diplomacia romana avivaba
activamente las disputas internas, por medio de subvenciones y alianzas con
objeto de neutralizar la presión de los barbaros sobre la frontera y de que
cristalizara un estrato de dirigentes aritocratas, deseosos de colaborar con Roma.
Para concluir esta primera oleada el autor reacla que la vida de estos primeros
estados barbaros no fue muy duradera. La expansión franca sojuzgo a los
burgundios y expulso de la galia a los visigodos. Las expediciones bizantinas
aplastaron a los vándalos en africa y tras una larga guerra de desgaste
exterminaron a los ostrogodos en Italia.
SEGUNDA OLEADA
La siguiente oleada de migraciones germánicas fue la que determino de forma
profunda y permanente el definitivo mapa del feudalismo occidental.