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Saladino, el gran héroe del mundo islámico

Fue el primer sultán de la dinastía ayubí, admirado tanto


por musulmanes como por cristianos
El 4 de marzo de 1193 murió Saladino, el primer sultán de la dinastía ayubí y el
principal héroe del mundo islámico, admirado también por los cristianos por su
carácter noble y caballeroso. Saladino nació en 1138 en Tikrit (Irak), en el seno de
una respetable familia kurda originaria de Dvin, una antigua ciudad de Armenia.

Saladino fue sultán de Egipto (1171-1193), donde reinstauró el sunismo, y de Siria


(1174-1193), además unificó Oriente Próximo. En 1187 derrotó a los cruzados en la
batalla de Hattin y conquistó Jerusalén, poniendo fin a casi nueve décadas de
ocupación por parte de los cruzados, lo que provocó la Tercera Cruzada (1189-1192).
Los cristianos, bajo el mando de Ricardo Corazón de León, no volvieron a tomar la
ciudad, pero firmaron la paz con Saladino y recuperaron las plazas costeras que
habían reconquistado.

Saladino murió en 1193, a la edad de 55 años, víctima de una enfermedad. En


Occidente se convirtió en héroe de numerosas leyendas. Su tumba está situada junto
al ala norte de la Gran Mezquita de Damasco, en la capital de Siria.

os israelíes celebran el aniversario número 50 de la reunificación de Jerusalem el


23 y 24 de mayo. Mientras nos acercamos al hito del cincuentenario de la ciudad
santa, presento aquí 50 hechos que destacan la rica realidad de la capital israelí:

Reunificación

1. El Día de Jerusalem es una festividad nacional israelí que conmemora la


reunificación de Jerusalem en la guerra de los Seis Días, en 1967.

2. Durante la ocupación jordana de Jerusalem, los judíos no tenían permitido


acceder a los sitios sagrados, incluyendo el Muro de los lamentos.

Historia

3. Jerusalem fue atacada 52 veces, capturada y recapturada 44 veces, sitiada 23


veces y destruida dos veces durante el curso de 3.000 años.
4. Israel es el único país que comenzó el siglo XXI con una ganancia en la
cantidad de árboles, y puedes disfrutarlos durante un picnic o un asado en el
bosque de Jerusalem.

5. El nombre ‘Jerusalem’ proviene probablemente de Urusalim, una palabra de


origen semita que significa ‘Fundación de Shalem(completitud)’ o ‘Fundación de
Dios’.

Religión

6. Jerusalem tiene más sinagogas per cápita que cualquier otra ciudad del mundo.

7. Jerusalem es la única ciudad en la que conviven unas 15 comunidades


cristianas diferentes, de acuerdo al Instituto de Jerusalem para Estudios sobre
Israel.

8. Jerusalem es considerada la capital eterna del pueblo judío.

9. Jerusalem es la tercera ciudad más sagrada para el islam, después de Meca y


Medina, ambas en Arabia Saudita.

10. Jerusalem es mencionada más de 600 veces en la Biblia hebrea, pero ni una
sola vez en el Corán islámico.

11. En la Edad Media, los cristianos les prohibieron a los judíos el ingreso a
Jerusalem. Posteriormente, los musulmanes levantaron la veda.

12. Hay más de 70 nombres diferentes para Jerusalem en las escrituras hebreas
(por ejemplo, Sión).

Turismo

13. Estadísticamente, Jerusalem es más segura que la mayoría de las grandes


ciudades del mundo.

14. Los hoteles de Jerusalem registran más de 2,5 millones de estancias


nocturnas de huéspedes extranjeros cada año.

15. Treinta mil personas corrieron este año en la Maratón de Jerusalem.


Sitios sagrados

16. El Monte de los Olivos, en Jerusalem, alberga 150.000 tumbas judías, algunas
de las cuales datan del siglo XV.

17. Bajo control israelí, los judíos no tienen permitido rezar en el Monte del
Templo, el lugar más sagrado de su religión.

18. La Ciudad Vieja de Jerusalem está dividida en el Cuarto musulmán, el Cuarto


cristiano, el Cuarto judío y el Cuarto armenio.

19. El Domo de la Roca no es una mezquita, sino un santuario islámico ubicado en


el Monte del Templo.

Gobierno

20. Si bien todas las dependencias del gobierno israelí, así como
la Knéset (parlamento), están ubicadas en Jerusalem, en la ciudad no hay ninguna
embajada extranjera. El presidente Donald Trump está analizando la opción de
trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalem.

Arqueología

21. Los muros de 4 km de extensión que rodean la Ciudad Vieja de Jerusalem


fueron construidos en 1536 por Suleimán el Magnífico.

22. Jerusalem tiene más de 2.000 sitios arqueológicos.

23. La arqueología demostró que los judíos vivieron en Jerusalem desde el año
3000 AEC.

24. Arqueólogos encontraron vasijas de 3.800 años de antigüedad en la Ciudad de


David.

Educación

25. Jerusalem tiene sistemas educacionales separados para la población cristiana,


musulmana y judía.

Cultura
26. Jerusalem tiene una de las discotecas mejor calificadas en el mundo: Haomán
17.

27. Hay 26 bodegas de vino en Jerusalem, de acuerdo a United with Israel.

28. Bob Dylan realizó el bar mitzvá de Jesse, su hijo mayor, en el Muro de los
lamentos.

29. La actriz Natalie Portman nació en Jerusalem.

Demografía

30. Jerusalem es la ciudad más grande de Israel tanto en población como en


superficie.

31. La población de Jerusalem está conformada por un 61% de judíos, 36% de


musulmanes, 1% de árabes cristianos y 1% de cristianos no árabes.

32. Si bien la población del país que se autodefine como ‘judíos seculares’ es el
44%, la población judía secular de Jerusalem es sólo el 19%.

33. De la población musulmana de Jerusalem, el 62% se identifica como religiosa


y sólo el 1% como no observante.

34. Jerusalem tiene mayoría demográfica judía desde 1864.

35. Jerusalem representa cerca del 0,001% de la superficie de Medio Oriente.

36. El 18% de la población árabe israelí vive en Jerusalem, en comparación al 8%


de la población judía israelí.

37. El 11% de los propietarios de viviendas de Jerusalem son residentes


extranjeros, en comparación al 3% de Israel en general.

38. El 34% de los judíos de Jerusalem se define como ‘religioso’.

Economía

39. Cerca del 37% de las familias de Jerusalem vive bajo la línea de la pobreza,
representando el 61% de los niños de la ciudad.
40. Jerusalem alberga más de 400 compañías de high-tech.

41. La cantidad de start-ups de Jerusalem creció de 200 a más de 600 desde


2012.

42. El 14% de la fuerza laboral de Jerusalem es independiente.

43. Las familias árabes de Jerusalem tienen casi el triple de probabilidad de vivir
bajo la línea de la pobreza en comparación a las familias judías de la ciudad. Esto
se atribuye a la gran diferencia en la cantidad de años de educación.

44. El 79% de las mujeres judías de Jerusalem trabaja, en comparación al 70% de


los hombres judíos.

45. Las mujeres de Jerusalem tienen un ingreso 25% menor a los hombres,
comparado al 46% menor de las mujeres de Tel Aviv.

46. La compañía Mobileye, fundada en Jerusalem y adquirida por Intel este año,
fue protagonista de la mayor adquisición de una compañía de tecnología israelí en
la historia.

Inmigración y migración

47. Este año, una proporción relativamente alta (casi el 50%) de los nuevos
ciudadanos de Jerusalem tienen entre 20 y 34 años de edad.

48. De quienes se mudaron a Jerusalem, el 38% llegó de Beit Shémesh y Tel Aviv.

49. La inmigración de brasileros a Jerusalem se triplicó durante el año pasado.

50. La población inmigrante nueva en Jerusalem (quienes llegaron en los últimos


20 años) representa alrededor del 13% de la población judía de la ciudad.

La guerra por jerusalen

El poder de Roma no debía ser desafiado.

En respuesta a la revuelta de los judíos, Roma envió en el año 67 EC a


Vespasiano —el comandante más experimentado del imperio— a la cabeza de
cuatro legiones. Esto era una fuerza masiva; cada legión tenía 6.000 guerreros
además de un número igual de ayudantes, siendo en total casi 50.000 soldados
romanos.

(Una de estas cuatro legiones, la décima, era la más famosa. Era comandada por
Tito, el hijo de Vespasiano, y tenía un jabalí como su símbolo).

El objetivo romano era la aniquilación de los judíos que habían osado levantarse
en contra de Roma y que, increíblemente, habían tenido éxito.

Astutamente, Vespasiano comenzó su campaña en el norte. Toda ciudad o aldea


que resistía su avance era completamente destruida, su población era asesinada o
esclavizada, las mujeres eran violadas y las propiedades eran saqueadas. Luego,
el área circundante era desnudada de árboles y los campos eran rociados con sal
para asegurar que nada volviese a crecer allí.

Mientras que siempre fueron brutales en sus tácticas de guerra, los romanos se
superaron a sí mismos cuando se trató de reprimir la revuelta en Judea. Su
objetivo era enviar un claro mensaje a todo el Imperio: toda resistencia en contra
de Roma terminará en una devastación completa y total.

Vespasiano esperaba que para cuando se dirigiera a Jerusalem, los judíos ya


hubieran visto que la resistencia era inútil y se rindieran.

Pero, incluso con cuatro legiones, Vespasiano tenía una dura batalla por delante.

Josefo

Uno de los primeros en resistirse fue la fortaleza de Yodfat, que había sido
construida sobre la ladera del Monte Atzmón. Allí, el comandante de las fuerzas
judías de Galilea, Yosef ben Matitiahu —mejor conocido como Flavio Josefo—
opuso una heroica resistencia, pero pese a esto no fue capaz de soportar la
acometida romana.

Cuando la derrota parecía segura, los zelotes del grupo decidieron que era mejor
morir en sus propias manos que ser vendidos como esclavos o ver a sus familias
ser despiadadamente asesinadas por los romanos.
Por lo tanto, hicieron un pacto para matar a sus propias esposas, hijos y a ellos
mismos. Josefo fue uno de los pocos sobrevivientes; en lugar de suicidarse, se
rindió ante los romanos.

Vespasiano advirtió de inmediato que Josefo podía ser útil para los romanos y lo
usó como guía/traductor y luego como crónico de la guerra.

Los trabajos de Josefo han sobrevivido hasta el día de hoy. Entre sus principales
obras se encuentran Antigüedades y La guerra judía, la historia de todos los
eventos que tomaron lugar antes, durante y después de la Gran Revuelta Judía,
desde el año 66 EC al 70 EC.

En lo referente a relatos históricos, el de Flavio Josefo es único porque fue testigo


ocular de muchas de las cosas que escribió (se diferencia en este aspecto de los
otros historiadores romanos, como Deo Cassius, quienes vivieron más tarde y
meramente repitieron lo que habían leído en los reportes oficiales).

Obviamente Josefo tenía su propia parcialidad en las cosas. Él escribía para los
romanos (probablemente esa es la razón por la cual sus trabajos sobrevivieron
intactos), pero había nacido y se había criado como judío. Por lo tanto, en sus
escritos pareciera como que intentara agradar a todos al mismo tiempo, por lo que
hay que leerlos con mucha cautela y muy críticamente (al final, le echa la culpa de
la revuelta a unos pocos romanos crueles —como Floro— y a los zelotes).

A pesar de la extrema subjetividad de buena parte de sus escritos y de su


tendencia a exagerar y a ser melodramático (que es típico de los historiadores de
este período), los escritos de Josefo son una fuente invaluable de información,
sobre todo del período del Segundo Templo y de la Gran Revuelta Judía. Sin
embargo, algo en lo que incluso sus críticos concuerdan es en su precisión
respecto a las descripciones físicas de lugares y estructuras de la Tierra de Israel.
La arqueología ha verificado muchas de sus descripciones y relatos.

Gamla

Durante todo el verano y otoño del año 67 EC, Vespasiano marchó a través del
norte de Israel suprimiendo la resistencia judía. Algunos se rindieron sin luchar,
como Tiberias. Otros lucharon hasta el final.
Una de las más heroicas historias es la de la ciudad de Gamla, la cual se
encontraba ubicada en las Alturas del Golán.

Parcialmente excavada y ubicada en el centro de una hermosa reserva natural,


Gamla es un punto turístico obligado en Israel hoy en día. El sitio es inusual
porque, a diferencia de las otras ciudades de Israel que fueron destruidas, Gamla
nunca fue reconstruida por nadie y es por lo tanto considerada uno de los sitios de
batalla romana mejor preservados del mundo. Las excavaciones muestran a la
ciudad exactamente como se veía en el día de su destrucción, en el año 67 EC.

(Gamla permaneció cubierta por las arenas del tiempo durante 1900 años, hasta
que Israel recuperó las Alturas del Golán en 1967).

Anticipando el avance romano, los ciudadanos de Gamla acuñaron monedas con


la impresión de "Para la redención de Jerusalem, la Santa". Ellos creían que el
futuro de Jerusalem dependía de su resistencia. Tristemente, tenían razón.

Los romanos aniquilaron Gamla por completo, matando a unos 4.000 judíos. Los
5.000 habitantes restantes, en lugar de esperar a ser brutalmente asesinados por
los romanos, saltaron a su muerte desde los acantilados que rodean la ciudad (es
por eso que Gamla es llamada la Masada del norte).

Jerusalem

En el verano del año 70 EC, habiendo liquidado virtualmente a todos los otros
focos de resistencia, los romanos finalmente comenzaron a marchar hacia
Jerusalem. Rodearon la ciudad y la sometieron a un sitio.

Los romanos sabían que si lograban destruir Jerusalem, entonces destruirán el


alma de la rebelión, porque Jerusalem era el centro de la vida espiritual.

Previo al comienzo de la Gran Revuelta Judía, Jerusalem tenía entre 100.000 y


150.000 habitantes (previo a su destrucción, la ciudad amurallada de Jerusalem
era considerablemente más grande que la Ciudad Vieja de hoy), pero ahora, con
refugiados de otros lugares llegando a montones, la población tenía entre dos y
tres veces su tamaño normal. Estaba concentrada en dos enclaves:
1. La Ciudad Baja, al sur del Monte del Templo (en la actualidad, esta sección
de Jerusalem está fuera de los muros de la ciudad; hoy es llamada la
Ciudad de David o Silwan, en árabe).
2. La Ciudad Alta, al oeste del Monte del Templo, habitada por las personas
más ricas y por la clase sacerdotal (las excavaciones de esta parte de la
ciudad pueden ser vistas en el museo arqueológico subterráneo Wohl, bajo
Ieshivat HaKótel en el Cuarto Judío).

La ciudad estaba masivamente fortificada y tenía inmensos almacenes de comida


y un buen aprovisionamiento de agua. Jerusalem podía resistir a los romanos
durante mucho tiempo.

Por lo tanto, parecía ser que los romanos estaban en una muy mala situación.
Estaban tratando de sitiar a una de las ciudades más grandes del mundo antiguo,
la cual estaba considerablemente fortificada, tenía una gran cantidad de agua y
comida, y también tenía mucha gente decidida que no le temía a la muerte (1).

Jerusalem podría haber pasado a la historia como la única ciudad que los
romanos no pudieron conquistar a través de un sitio. Pero no lo hizo.

La razón por la que no lo hizo fue sinat jinam, 'odio infundado' entre los judíos.

Guerra civil

Mientras los romanos sitiaban la ciudad por fuera, los judíos luchaban una guerra
civil en el interior.

Las fuerzas de las varias facciones ocupaban diferentes partes de la ciudad.


Principalmente, los Sicarii y los zelotes, liderados por Iojanán de Gush Jalav,
tenían control sobre el Monte del Templo. Una extraña alianza entre los saduceos
y los fariseos conformaba el grueso de las fuerzas moderadas que gobernaban el
resto de la ciudad.

Cuando los moderados intentaron quitar a los zelotes del Monte del Templo,
Iojanán de Gush Jalav llevó mercenarios no judíos, los idumeos, para asesinar a
los judíos moderados.
Como si eso no fuera suficiente, los zelotes destruyeron los grandes almacenes de
comida para que la gente sólo tuviera la opción de luchar o morir de hambre.

Con los almacenes de comida destruidos, comenzó la hambruna en la ciudad y la


gente comenzó a escapar desesperadamente hacia afuera de los muros para
buscar comida. Todo el que era atrapado por los romanos, era ejecutado
inmediatamente por medio de la forma romana estándar de ejecución: la
crucifixión. Murió tanta gente que la ciudad estaba en ese entonces rodeada por
miles de judíos crucificados.

“Los soldados, por la ira y el odio que albergaban hacia los judíos, clavaban
a los que atrapaban, uno tras otro, en las cruces; la multitud era tan grande,
que el suelo estaba ansioso por más cruces, y las cruces estaban ansiosas
por más cuerpos” (Josefo, Guerras 5.11.1).

Mientras tanto, los romanos continuaban con sus destrucciones sistemáticas de


las defensas de la ciudad, capa por capa.

¿Qué pasó a continuación?

Iojanán ben Zakai

El líder de los fariseos y jefe del Sanedrín, Rabí Iojanán ben Zakai, vio que
Jerusalem no podría resistir. Era demasiado tarde. Pero los zelotes querían
continuar su lucha suicida, por lo que formuló un plan.

Para ese entonces, los zelotes no permitían que nadie dejase la ciudad (como si
alguien quisiera huir para ser crucificado), a excepción de los entierros. En un
desesperado intento por tratar de salvar algo del inminente desastre, Rabí Iojanán
ben Zakai se puso a sí mismo en un ataúd y fue llevado ante Vespasiano.

Saludó a Vespasiano como si fuera el emperador, a lo que Vespasiano contestó


que debería ser ejecutado por ese reparo. No fue precisamente una bienvenida
amistosa. Rabí Iojanán persistió, y le dijo a Vespasiano que Dios sólo permitiría
que un gobernante grandioso conquistara Jerusalem.

Justo en ese momento, arribó un mensajero proveniente de Roma que llevaba un


mensaje para Vespasiano: "Levántate. El César ha muerto y los hombres
prominentes de Roma han decidido convertirte en su líder. Te han designado
César".

Impresionado por la capacidad de Rabí Iojanán para predecir el futuro,


Vespasiano le dijo que pidiese un deseo. Rabí Iojanán le pidió a Vespasiano tres
cosas, pero la más importante fue: "Dame la ciudad de Yavne y a los sabios".

Lo que Rabí Iojanán estaba pidiendo era, en realidad, salvar la Torá.

Vespasiano le dio a Rabí Iojanán una escolta para los sabios de Torá del
momento, para que dejaran Jerusalem y formaran un Sanedrín en Yavne.

¿Podría Rabí Iojanán haberle pedido a Vespasiano que salvase a Jerusalem?

Probablemente no. Para ese entonces, los romanos tenían que demostrar su
poderío. No podía salvar a Jerusalem; pero el rápido pensar de Rabí Iojanán salvó
al judaísmo (2).

El pueblo judío siempre puede sobrevivir la destrucción física. El peligro mayor es


la destrucción espiritual. Si el Sanedrín hubiese sido eliminado, el proceso de
transmisión de la Torá Oral hubiese sido cortado. Y sin la Torá Oral no hay
judaísmo.

Gracias a que los romanos le concedieron su deseo a Rabí Iojanán, los sabios
sobrevivieron, y con ellos sobrevivió también la cadena de transmisión de la Torá y
consecuentemente todo el pueblo judío.

Entretanto, dado que Vespasiano era ahora emperador, debía volver a Roma. Por
lo tanto, puso a cargo del sitio a Tito, su hijo, y le ordenó que terminara el trabajo.

10 de Tevet
En 424 AEC, el rey de Babilonia, Nabucodonosor, comenzó
su sitio a Jerusalem. En realidad hubo poco daño en ese
primer día, pero comenzó una cadena de desastres que
terminó con la destrucción del Templo Sagrado. El 10 de
Tevet todavía es observado por los judíos como un día de
ayuno público, como es mencionado por el profeta Zacarías
(8:19). Un año después del sitio de Nabucodonosor, en esta
fecha en 423 AEC, Jeremías compró un campo y profetizó
que “Casas, campos y viñedos serán comprados nuevamente en esta
tierra” (Jeremías 32:15). Esto le dio esperanza a generaciones de judíos de un
retorno a la Tierra Santa – una profecía que hemos visto cumplida en tiempos
modernos.

8 de Tishrei
En el año 825 AEC, el pueblo judío comenzó una
celebración de 14 días para inaugurar el Templo
Sagrado en Jerusalem. El proyecto del Templo
había sido iniciado por el Rey David, y construido
por su hijo, el Rey Salomón. El Templo de Salomón
fue el centro espiritual de la vida judía por 410
años, hasta su destrucción en manos de los babilonios en 422 AEC.

22 de Tishrei
En 825 AEC, el Rey Salomón se despidió de los
judíos que habían venido a Jerusalem para una
ceremonia de inauguración del Templo Sagrado
que se extendió durante 14 días (Reyes 1, 8:66). El
Rey David había traído el Arca del Testimonio al
Monte Moriá en Jerusalem, pero por haber sido un
guerrero, Dios no le permitió erigir el Templo. Sin
embargo, su hijo Salomón lo hizo. El Templo fue el lugar más importante de Israel
–un imán espiritual para los anhelos de la nación judía. La magnífica estructura
tardó siete años en ser construida, y permaneció en pie 410 años, hasta que fue
destruida por los babilonios bajo el gobierno de Nabucodonosor.

24 de Tishrei
En 336 AEC, los profetas Ezra y Nehemías
convocaron a la comunidad judía en Jerusalem. Allí,
como está registrado en el libro bíblico de Nehemías
(capítulo 9), recordaron los eventos principales de la
historia judía, y se comprometieron a mantener el
antiguo pacto.

26 de Tishrei
En 1973, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó
una resolución de cese del fuego para terminar la
Guerra de Iom Kipur. La estrategia diplomática de Henry
Kissinger obligó a Israel y a Egipto a aceptar el cese del
fuego. Sin embargo, la lucha continuaría por otros cuatro
días. En la guerra, Israel sufrió la pérdida de 2.600
soldados y 800 tanques. Cuatro años después, el líder
egipcio Anwar Sadat visitaría Jerusalem y anunciaría su
buena disposición para un tratado de paz permanente.

28 de Tishrei
En 1930, el gobierno británico emitió el Passfield White
Paper, una declaración formal de política en palestina.
El escrito era un intento para tranquilizar a los árabes
después de los motines de 1929: durante seis días de
motines árabes en Jerusalem, Gaza, Hebrón y Tzfat,
135 judíos fueron asesinados y más de 300 heridos. El
White Paper criticó a la agencia judía por promover oportunidades para el empleo
judío, afirmando que dañaba el desarrollo económico de la población árabe. Más
aún, el escrito exigía que los judíos obtuvieran permiso de las autoridades
británicas para adquirir tierra. El resultado fue que la inmigración judía se redujo
enormemente.

30 de Tishrei
En 1958 fue puesta la piedra angular para el
edificio de la Kneset israelí en Jerusalem. La
Kneset está compuesta por 120 miembros, el
mismo tamaño que tenía la Gran Asamblea
(Kneset HaGuedolá) que sirvió como el cuerpo
rabínico durante la era del Segundo Templo (La
Gran Asamblea redactó los libros bíblicos de Ezequiel, Daniel y Ester, y compuso
muchas plegarias como la Amidá). Hoy en día, la Kneset israelí es conocida como
un bastión de democracia en el Medio Oriente, con mujeres, árabes y otras
minorías representadas.

23 de Jeshván
En 164 AEC, tras la victoria de los Macabeos, fue
purificado y reinaugurado el Templo Sagrado en
Jerusalem. Las piedras del altar del Templo que habían
sido profanadas por los griegos fueron puestas en una
cámara de depósito en el Monte del Templo. En los
tiempos talmúdicos, este día era celebrado como una
festividad.

24 de Jeshván
Yortzait del Barón Edmond de Rothschild (1845-1934).
Miembro de la dinastía banquera Rothschild, prefirió
perseguir intereses artísticos, adquiriendo una importante
colección de pinturas y estampados que legó al museo del
Louvre. En 1882, Rothschild se convirtió en un importante
partidario del movimiento sionista, comprando tierra por todo
Israel y subsidiando los asentamientos judíos. Financió la
primera ciudad judía nueva, Rishon Letzion (“el primero de Sión”), al igual que
Zijrón Yaakov, Cesarea y alrededor de 30 asentamientos más. También estableció
la industria vinícola israelí cuando ayudó a judíos rusos a huir de pogromos en la
década de 1880 y plantó viñedos en Israel. En 1954, sus restos fueron re-
enterrados en Israel. Para honrar su memoria, su hijo pagó la construcción del
edificio de la Kneset en Jerusalem.

29 de Jeshván
Yortzait de Israel Bak (1797-1874), pionero de la imprenta
en la moderna Israel. En el siglo 16 habían sido impresos
seis libros en la ciudad de Tzfat, al norte de Israel.
Pasaron 245 años hasta que otro libro hebreo fuera
publicado en la Tierra Santa, cuando Bak se mudó de
Ucrania a Israel. Estableció una imprenta hebrea en Tzfat
y publicó un Sidur y el libro de Levítico con comentarios.
Un terremoto destruyó su imprenta en 1837, y una revuelta drusa el año siguiente
la destruyó nuevamente. Luego, en 1841, Bak se mudó a Jerusalem y estableció
la primera imprenta hebrea en la ciudad santa.

4 de Kislev
En 346 AEC, una delegación de judíos babilonios
llegó a Jerusalem para preguntarle al profeta Zacarías
si el ayuno de Tishá B’Av debía ser discontinuado
(Zacarías Cap. 7). Tishá B’Av es una conmemoración
de la destrucción del Templo, y en ese momento, el
Segundo Templo acababa de ser construido. La
respuesta, como está registrado en el Talmud, es que si Israel continúa bajo
control extranjero, el ayuno continúa – aún si el Templo está construido. Pero si el
Templo está construido e Israel se gobierna a sí mismo, entonces el día de ayuno
se convierte en un día de celebración. En este caso, dado que el Segundo Templo
fue eventualmente destruido (también en Tishá B’Av, 420 años después), es
conmemorado hasta el día de hoy como un día nacional de duelo para el
judaísmo.

10 de Kislev
En 1977, el presidente egipcio Anwar Sadat se dirigió a la Kneset en
Jerusalem. Sadat fue el primer líder árabe en realizar una visita oficial
a Israel, después de recibir una invitación de Menajem Begin. Sadat
había orquestado el ataque egipcio a Israel en la Guerra de Iom Kipur
en 1973, pero después de sufrir una derrota se resignó a la existencia
del Estado de Israel. Gran parte del mundo árabe estaba iracunda por
la visita de Sadat y su cambio de estrategia. Un año después, Sadat y Begin
firmaron el acuerdo de paz de Camp David, por lo que recibieron el Premio Nobel
de la Paz. Como parte del trato, Israel se retiró de la península del Sinaí en fases,
devolviéndole a Egipto la totalidad del área en 1983.

17 de Kislev
En 1947, la ONU votó a favor de la partición de
Palestina. La zona judía fue dividida en tres parcelas
no contiguas, sin consideraciones de seguridad: la
parte este de Galilea, la costa desde Haifa a Tel Aviv y
el incultivable desierto del Negev. La otra mitad de la
tierra formaría un nuevo estado árabe. Jerusalem, con
100.000 habitantes judíos, estaría completamente
rodeada por el estado árabe y sería administrada como
una zona internacional. A pesar de estos términos
desfavorables, la Agencia Judía aceptó
inmediatamente el Plan de Partición, y los árabes
inmediatamente lo rechazaron. La lucha comenzó poco
después, llevando a un asalto a gran escala en 1948 por tropas del Líbano, Siria,
Egipto, Jordania, Arabia Saudita y Yemen.
21 de Kislev
De acuerdo a Meguilat Taanit, en el 4 siglo AEC,
Alejandro Magno se encontró con Shimón HaTzadik, el
Sumo Sacerdote del Santo Templo. Shimón temió que
Alejandro destruyera Jerusalem, por lo que salió a su
encuentro antes de que llegara a la ciudad. Al ver al
Sumo Sacerdote, Alejandro hizo la extraña maniobra de
desmontar y reverenciarse. Cuando se le pidió que explicara sus acciones,
Alejandro dijo que había visto al Sumo Sacerdote antes, en un sueño. Alejandro
interpretó esta visión como un buen augurio y por eso tuvo piedad de Jerusalem,
absorbiendo pacíficamente a Israel en su creciente imperio. Como muestra de
gratitud, los Sabios decretaron que todo primogénito judío de esa época fuera
llamado Alejandro – que continúa siendo un nombre judío hasta el día de hoy.

25 de Kislev
En 165 AEC, los macabeos derrotaron al ejército griego y
reinauguraron el Santo Templo de Jerusalem. Ellos encontraron un
solo frasco de aceite puro (suficiente para un día) y encendieron la
Menorá, que milagrosamente estuvo encendida por ocho días.
También en este día –1100 años antes— Moisés y el pueblo judío
completaron la construcción del Tabernáculo, el santuario portátil
que los acompañó durante los 40 años de vagar por el desierto. Sin
embargo, el Tabernáculo fue inaugurado tres meses más tarde; la
tradición dice que el 25 de kislev fue, por así decir, “compensado”
siglos después – cuando ocurrió el milagro de Janucá y el Templo fue reinaugurado. Hoy en
día, los judíos de todo el mundo encienden la menorá de Janucá para conmemorar el
milagro del aceite, y para conmemorar su mensaje que continúa iluminando nuestras vidas
hasta el día de hoy.

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1 de Iyar
En 372 AEC se pusieron en Jerusalem los cimientos
del Segundo Templo, como está registrado en el Libro
de Ezra (3:8). El nieto de un rey judío, Zerubavel,
lideró al primer grupo de judíos que regresaron desde
el exilio en Babilonia. Ayudó a quitar los escombros
calcinados que llenaban el sitio del Segundo Templo,
y los cimientos fueron puestos en medio de expectación pública y júbilo. Este
Segundo Templo se convertiría en el centro de culto judío por 420 años, antes de
ser destruido por los romanos en el año 70 EC. Hoy en día, el Muro de los
Lamentos es un remanente del complejo del Templo, el punto central de las
plegarias judías por milenios.

2 de Tevet
En esta fecha en 1947, la Legión Árabe rodeó
Jerusalem y aisló a sus 100.000 habitantes judíos del
resto de la población israelí. Para marzo del 1948 la
ciudad ya estaba completamente bajo sitio, y en
mayo, Jordania invadió y ocupó el este de Jerusalem,
dividiendo la ciudad por primera vez en la historia, y
llevando a miles de judíos al exilio. Los árabes procedieron a destruir las 58
sinagogas del Cuarto Judío, y utilizaron lápidas judías del Monte de los Olivos
para construir caminos y letrinas. El Muro Occidental, que estaba fuera de los
límites para los judíos (a pesar del acuerdo de cese del fuego concediendo libertad
de acceso a todos los lugares sagrados), fue restituido nuevamente con la victoria
israelí en la guerra de 1967

3 de Tevet
Yortzait del rabino Jaim Shmulevitz (1902-1979), decano de la famosa Ieshivá de
Mir por más de 40 años, quien fue conocido por su inagotable amor a Dios y a la
humanidad. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el rabino Shmulevitz y
sus estudiantes obtuvieron milagrosamente visas de tránsito, emitidas con gran
riesgo por el Sr. y la Sra. Sugihara del Consulado de Japón. Viajaron desde la
Lituania devastada por la guerra, en el tren transiberiano, a un refugio seguro en
Shangai, China. Después de la guerra, el rabino Shmulevitz restableció la Ieshivá
de Mir en Jerusalem, que desde entonces ha crecido hasta tener un cuerpo
estudiantil de 5.000 alumnos. Sus discursos éticos son considerados un clásico.

5 de Tevet
En 422 AEC, el profeta Ezequiel escuchó la noticia de que
Jerusalem había sido conquistada por un poder extranjero,
como está registrado en el libro bíblico de Ezequiel (33:21). En
la ley judía, un período de duelo (por ejemplo al escuchar la
muerte de un ser querido) puede comenzar al “escuchar” las
malas noticias. Algunos comentaristas talmúdicos
recomendaron por esta razón que el 5 de Tevet fuera instituido como un día de
ayuno público.

10 de Tevet
En 424 AEC, el rey de Babilonia, Nabucodonosor, comenzó
su sitio a Jerusalem. En realidad hubo poco daño en ese
primer día, pero comenzó una cadena de desastres que
terminó con la destrucción del Templo Sagrado. El 10 de
Tevet todavía es observado por los judíos como un día de
ayuno público, como es mencionado por el profeta Zacarías
(8:19). Un año después del sitio de Nabucodonosor, en esta
fecha en 423 AEC, Jeremías compró un campo y profetizó
que “Casas, campos y viñedos serán comprados nuevamente en esta
tierra” (Jeremías 32:15). Esto le dio esperanza a generaciones de judíos de un
retorno a la Tierra Santa – una profecía que hemos visto cumplida en tiempos
modernos.
2 de Shvat
Esta fecha marca la muerte del Rey Alexander Yanai
(Jano), rey hasmoneo de Judea desde 103 AEC hasta
76 AEC. Mientras estaba sirviendo como Sumo
Sacerdote en el Templo en Jerusalem, Yanai se burló
del servicio de Sucot, en cuyo punto la multitud mostró
su descontento apedreándolo con etroguim. Yanai
respondió haciendo que sus soldados mataran a 6.000 personas en el patio del
Templo. Yanai se alineó con la facción helenista conocida como los Saduceos, y
se opuso a la corriente principal de los rabinos, los fariseos. En varias ocasiones
Yanai ordenó matar fariseos y festejó mientras presenciaba las ejecuciones. De
acuerdo a las fuentes tradicionales, Yanai se arrepintió más adelante y cooperó
con los fariseos.

10 de Shvat
Yortzait del rabino Shalom Sharabi (1720-1777), conocido por el
acrónimo de su nombre: Rashash. Sharabi nació en Yemen y se
convirtió en el Gran Rabino de Egipto, antes de asentarse
finalmente en Israel. Era un maestro en cábala, y su libro de
plegarias, Nehar Shalom, incluye meditaciones místicas en
diversas plegarias y mitzvot. Está enterrado en el Monte de los
Olivos, en Jerusalem.

11 de Shvat
En este día en 1601 fueron quemados libros hebreos que
habían sido confiscados en Roma por las autoridades de
la Iglesia. Este fue un tema desafortunado durante toda la
edad media: en 1592, el Papa Clemente VIII había
declarado que el Talmud y otros textos hebreos eran
“obscenos”, “blasfemos” y “abominables” — y ordenó que fueran confiscados y
quemados. Siglos antes, el Papa Gregorio IX persuadió al rey francés Luis IX a
quemar unas 10.000 copias del Talmud (24 vagones llenos) en París. En 1553, el
cardenal Peter Caraffa (el futuro Papa Pablo IV) ordenó que copias del Talmud
fueran quemadas en Estados Papales y por toda Italia. Y a pesar de todos los
intentos de extinguir nuestra fe, la luz de la Torá brilla hoy en día con mucha
intensidad.

Yortzait del rabino Noaj Weinberg, fundador y decano de Aish HaTorá. El rabino
Weinberg es ampliamente considerado como “el padre del movimiento baal
teshuvá” que ha transformado profundamente al pueblo judío y al mundo.
Comenzó Aish HaTorá en 1974 con cinco estudiantes, en un pequeño
departamento de la ciudad vieja de Jerusalem. Bajo su tutela, Aish HaTorá creció
hasta tener sedes en los cinco continentes con programas educativos innovadores
como el Seminario Discovery, el programa de liderazgo Jerusalem Fellowships,
Hasbara Fellowships para el activismo israelí, HonestReporting.com, y por
supuesto, aishlatino.com. Su calidez, ingenio, extraordinaria sabiduría, sentido de
responsabilidad, mensaje positivo y amor por toda la gente ayudó a decenas de
miles a obtener más significado en la vida y a experimentar una relación con Dios.
Buena parte de su sabiduría está encapsulada en sus “48 Caminos a la
Sabiduría”.

28 de Shvat
En 163 AEC el Rey Antíoco V levantó el sitio de Jerusalem. El
día fue observado en los años subsiguientes como una
festividad. Antíoco V sólo tenía nueve años cuando se convirtió
en el líder de la dinastía seléucida, después de la muerte de su
padre Antíoco IV Epífanes, el opresor de los judíos que
provocó la revuelta de los macabeos.
29 de Shvat
Yortzait del rabino Noson Tzvi Finkel (1849-1927), mejor
conocido como el Alter de Slobodka (una ciudad en Lituania).
Era experto en sacar a la luz el potencial de cada individuo,
alentando a sus estudiantes a refinar su carácter y a ser
grandiosos tanto en erudición como en ética. Muchos de sus
discípulos, quienes estudiaron en su famosa Ieshivá de
Slobodka, se convirtieron en importantes líderes del judaísmo
del siglo 20 –los rabinos Itzjak Hutner, Yaakov Kamenetzky, Aaron Kotler, Yaakov
Itzjak Ruderman, Yejezquel Sarna y Eleazar M. Shaj. Su propio hijo, Eliezer
Yehuda Finkel, se convirtió eventualmente en el decano de la famosa Ieshivá de
Mir, hoy en día ubicada en Jerusalem, que es la Ieshivá más grande del mundo
con más de 5.000 estudiantes.

En este día en 2003, el transbordador espacial Columbia se


desintegró durante su reingreso atmosférico, matando a los
siete tripulantes a bordo, incluyendo al primer astronauta
israelí, Ilan Ramon. Durante sus 16 días en el espacio,
Ramon desafió la ley de la gravedad elevando a su país del
pantano del terror, haciendo que los judíos se sintieran
conectados y orgullosos. El equipaje de Ramón incluía un
pequeño rollo de Torá que había sobrevivido Bergen-Belsen. También llevaba
consigo una mezuzá adornada con alambre de púas –simbolizando los campos de
concentración nazis— en honor a su madre, que sobrevivió a Auschwitz, y a su
abuelo, que fue asesinado allí. A bordo del transbordador, Ramon comió comida
casher y recibió el Shabat con el primer kidush intergaláctico. Y cuando sobrevoló
Jerusalem recitó el “Shemá Israel”, la antigua declaración de fe judía.

3 de Adar
En 350 AEC fue completada la construcción del Segundo
Templo Sagrado en Jerusalem, como está registrado en el
libro bíblico de Ezra (6:15). La reconstrucción del Templo
había comenzado bajo el gobierno de Cyrus cuando los
persas se apoderaron del imperio Babilonio. Luego la
reconstrucción fue interrumpida por 18 años, y continuada
con la bendición de Darío II, el rey persa que se dice que era
el hijo de Ester. El Segundo Templo no tenía gran parte de la gloria del primero: no
estaba el Arca del Testimonio, y los milagros diarios y los profetas ya no eran
parte del escenario. El Segundo Templo estuvo en pie por 420 años, antes de ser
destruido por los romanos en 70 EC.

12 de Adar
El 12 de adar marca la inauguración de las renovaciones
que Herodes hizo al Segundo Templo Sagrado en
Jerusalem en el año 11 AEC. Herodes fue el rey de
Judea en el primer siglo AEC, y construyó grandes
proyectos como la fortaleza de Masada y el Herodión, la
ciudad de Cesárea y fortificaciones alrededor de la
ciudad vieja de Jerusalem. El más ambicioso de los
proyectos de Herodes fue la reconstrucción del Templo, que estuvo en mal estado
por más de 300 años. Las renovaciones de Herodes incluyeron una inmensa
plataforma, que sigue siendo hasta el día de hoy la plataforma hecha por el
hombre más grande del mundo; hicieron falta 10.000 hombres y 10 años sólo para
construir los muros de contención alrededor del Monte del Templo; el Muro
Occidental que conocemos hoy en día es parte de ese muro de contención. El
Templo mismo era un sitio magnífico, cubierto de oro y mármol. Como lo dice el
Talmud: “Quien no ha visto el edificio de Herodes, nunca en su vida ha visto un
edificio verdaderamente grandioso”.

28 de Iyar
En 1967, paracaidistas israelíes completaron la captura de
la Ciudad Vieja de Jerusalem, restituyendo el control judío
en el Monte del Templo, el sito de las plegarias judías por
siglos. Se abrió una plaza en frente del Muro, y una semana
después, decenas de miles de judíos se abarrotaron en el
sitio en la festividad de Shavuot. El 28 de Iyar es celebrado
hoy en día como Iom Ierushalaim, conmemorando la reunificación de la Ciudad
Santa, que se ha mantenido como la capital de la nación judía por 3.000 años.

2 de Tamuz
En 1927, la ciudad de Nablus (Shjem bíblica) fue
convulsionada por un terremoto de 6,2 grados en la
escala de Richter. Cerca de 300 personas murieron,
1.000 resultaron heridas, y muchos de los edificios
históricos de la ciudad fueron destruidos. El flujo del río
Jordán se detuvo por 21 horas debido a derrumbes, y el sismo causó daños en
Jerusalem, Jericó y Amán. En Israel, existe una zona de intensa actividad sísmica
a lo largo de la falla del Mar Muerto, fracturando el límite entre las placas Arábiga y
Sinaí. La tensión geológica es evidente por el estrato plegado expuesto en las
colinas alrededor de Jericó. Esta zona incluye numerosos volcanes y termas.

9 de Tamuz
En 423 AEC, las tropas de Nabucodonosor hicieron una brecha
en las paredes de la vieja Jerusalem y entraron a la ciudad.
Cuatro semanas después, el Templo Sagrado fue destruido, y
los judíos exiliados a Babilonia. Originalmente, el 9 de tamuz era
observado como un día de ayuno y duelo. Sin embargo, setenta
años después, cuando el Segundo Templo fue construido, el
ayuno fue abolido y el día se convirtió en una festividad. Unos 500 años después,
cuando Jerusalem cayó el 17 de Tamuz –previo a la destrucción del Segundo
Templo— los sabios decretaron el 17 de tamuz como un día de ayuno para
conmemorar ambas tragedias.
9 de Av
En 423 AEC, el Primer Templo Sagrado fue destruido por
el fuego, cuando las tropas babilonias de Nabucodonosor
conquistaron Jerusalem. También en este día, fue
destruido el Segundo Templo a manos de los romanos en
70 EC. Tishá B’Av ha sido un día de calamidad para el pueblo judío por mucho
tiempo: en este día, durante el tiempo de Moisés, los judíos en el desierto
aceptaron el reporte calumnioso de los espías, resultando en el decreto de
posponer la entrada a la tierra de Israel. Otras graves desgracias durante la
historia judía ocurrieron el nueve de Av: La inquisición española terminó con la
expulsión de los judíos de España en la víspera de Tishá B’Av en 1492. La
Primera Guerra Mundial estalló en la víspera de Tishá B’Av en 1914, cuando
Alemania le declaró la guerra a Rusia; el resentimiento alemán por la guerra
preparó el terreno para el Holocausto. En la víspera de Tishá B’Av de 1942
comenzó la deportación en masa de los judíos del Gueto de Varsovia, en ruta a
Treblinka. Hoy en día, Tishá B’Av es el día judío nacional de duelo, no comemos,
bebemos ni nos bañamos. Las luces en la sinagoga son ensombrecidas, y leemos
el Libro de las Lamentaciones, el lamento poético de Jeremías por la destrucción
de Jerusalem.

12 de Av
En 1263 comenzó la famosa disputa entre Najmánides y un
judío convertido al cristianismo, Pablo Cristiani. El Rey Jaime
de España había autorizado el debate religioso, para tratar de
“probar” que religión es verdadera. Najmánides aceptó
participar de mala gana, sólo después de haberle sido
asegurada la libertad de expresión. Najmánides ganó la batalla, pero perdió la
guerra: Sus argumentos le ganaron el respeto del Rey (y un premio de 300
monedas de oro), pero la iglesia ordenó que Najmánides fuera enjuiciado con
cargos de blasfemia, y se vio forzado a huir de España. A la edad de 72
Najmánides se mudó para pasar sus últimos años en Jerusalem.
18 de Av
En 1929, pandillas árabes atacaron comunidades judías por todo
Israel. Rumores falsos, alimentados por sermones difamatorios
en las mezquitas, declararon que los judíos estaban
preparándose para asumir el control de los lugares sagrados, y
que los judíos estaban llevando a cabo “asesinatos al por mayor
de árabes”. Pandillas musulmanas se lanzaron al ataque,
matando a 17 judíos en Jerusalem y a 18 en Tzfat. Las peores
atrocidades ocurrieron en Hebrón, en donde un solo policía británico custodiaba
toda la ciudad y no pudo hacer nada para detener el desenfreno. En Hebrón,
fueron asesinados 67 judíos. Los sobrevivientes fueron reubicados en Jerusalem,
dejando a Hebrón sin judíos por primera vez en siglos.

25 de Av
En 1315, el Rey Luis X de Francia invitó a volver a los
judíos que habían sido expulsados unas décadas antes por
el Rey Luis IX. Esto marcó una pauta en la vida judía en
Francia: las expulsiones y las subsecuentes invitaciones a
retornar. La monarquía francesa estaba tratando de
establecer su tierra como la “nueva Jerusalem”, y para cumplir con esta misión
intentó varias cruzadas en Israel. En 1615, el Rey Luis XIII ordenó que los
cristianos tuvieran prohibido hablar con los judíos, bajo pena de muerte.
Eventualmente, en 1683, el Rey Luis XIV expulsó a los judíos de la colonia de
Martinica.

El fin de israel

El reino del sur de Israel —llamado Yehudá— duró casi 134 años más que el reino
del norte. Esto se debió en gran medida a que no era tan inestable ni estaba tan
corrompido por la idolatría.

En el norte había un rey cada un promedio de doce años, mientras que en el sur el
reinado promedio duraba alrededor del doble.
A diferencia de los reyes del reino del norte, algunos de los reyes del reino del sur
eran muy rectos. Y si hubo un rey que se destacó del resto fue Jizkiahu (que, a
propósito, se casó con la hija del profeta Yeshayahu). Fue el decimocuarto rey
después del Rey David, y reinó desde el año 590 hasta el 561 AEC. El Tanaj dice
sobre él:

Él hizo lo recto ante los ojos de Hashem, como todo lo que había hecho
David su padre… Él confió en Hashem, Dios de Israel. Después de él no
hubo otro como él entre todos los reyes de Yehudá, ni tampoco entre los que
estuvieron antes que él.(Reyes 2 18:3-5).

Eso sí que es una alabanza.

Fue durante el gobierno de Jizkiahu que el reino del norte fue destruido por los
asirios y que las diez tribus fueron exiliadas, por lo que Jizkiahu fortificó Jerusalem
anticipando la invasión asiria a Israel. Y parte de su trabajo puede ser visto hoy en
día.

Fortificación de Jerusalem

En la época de Jizkiahu, la ciudad de Jerusalem ya no estaba confinada a la


"ciudad de David" original. Una considerable cantidad de la población vivía en un
vecindario nuevo, al oeste del Monte del Templo. Pero esta parte de la ciudad era
vulnerable, por lo que Jizkiahu la circundó con un muro, el cual ha sido excavado
por los arqueólogos y actualmente puede ser visto, se le conoce como el “Muro
Ancho”.

Otra cosa que hizo Jizkiahu fue ampliar el sistema de aprovisionamiento de agua
de la ciudad (que, como vimos en la parte 18, depende del manantial Guijón, el
cual se encuentra fuera de las paredes de la ciudad). Para hacerlo, Jizkiahu
organizó dos equipos de excavadores para que realizasen un túnel desde Guijón
hasta una reserva dentro de la ciudad. Un equipo comenzó de un lado, el otro del
otro, y se encontraron en algún punto intermedio. Considerando la limitada
tecnología de la época, el túnel que cavaron es un asombroso trabajo de 533
metros de largo.

Actualmente puedes ir al barrio árabe de Silwan, ubicado justo afuera de las


paredes de la Ciudad Vieja de Jerusalem, y caminar por este túnel (el agua ahora
sólo llega a las rodillas), y puedes ver las marcas de las herramientas de los
antiguos excavadores. También puedes ver el lugar en que se unen los dos
grupos de marcas. En ese lugar había una placa antigua, pero
desafortunadamente fue quitada por los otomanos cuando conquistaron Israel y
ahora está en un museo en Estambul, Turquía.

La ciudad logró ser fortificada justo a tiempo antes de que los asirios, liderados por
Sanjerib, pusiesen a la ciudad en estado de sitio. Esto ocurrió en el año 547 AEC.

Mencionamos antes (en la parte 21) que muchos de los tesoros del Medio Oriente
están actualmente en el Museo Británico de Londres. Uno de esos ítems es un
prisma de arcilla de seis lados que describe la campaña militar de Sanjerib. Una
inscripción en la tableta lee: "Jizkiahu, rey de Yehudá, yo encierro a Jerusalem
como un pájaro en una jaula". Es notorio que la descripción de la caída de
Jerusalem está ausente, lo cual se debe a que ésta efectivamente no cayó.

El Tanaj nos cuenta lo que pasó.

El poderoso ejército asirio asedió la ciudad y las cosas se veían bastante mal,
pero el profeta Yeshayahu le aseguró al pueblo que la ciudad no caería. Fiel a la
predicción de Yeshayahu, una plaga golpeó el campo asirio y su ejército fue
diezmado de un día a otro.

Sanjerib empacó y volvió a su hogar en Asiria, donde posteriormente fue


asesinado por sus hijos.

Se puede entender que Sanjerib, el violento emperador de Asiria, tuviese hijos


malvados. Pero desafortunadamente, el buen rey Jizkiahu no tuvo mucha mejor
suerte respecto a sus descendientes.

Mala semilla

Menashé, el hijo de Jizkiahu, asumió el trono después de la muerte de su padre.


Menashé tenía tanto de malvado como su padre tenía de bueno. Sobre él cuenta
el Tanaj:

Hizo lo malo ante los ojos de Hashem… erigió altares al Báal… Hizo pasar a
su hijo por fuego, practicó la astrología y leyó presagios, practicó la
nigromancia y conjuró espíritus. Aumentó en hacer el mal ante los ojos de
Hashem, para provocar su enojo" (Reyes 2, 21:2-6).

Menashé era tan malo que incluso hizo que el profeta Yeshayahu —su propio
abuelo— fuese asesinado. La culpa de la caída final de Jerusalem se le adjudica,
en gran parte, al malvado comportamiento de Menashé.

Por cuanto que Menashé, rey de Yehudá, ha cometido estas


abominaciones… e hizo incluso pecar a Yehudá con sus ídolos… limpiaré a
Jerusalem al igual que uno limpia un plato de manera exhaustiva, y luego lo
vuelve cara abajo (Reyes 2, 21:11-14).

No es por tanto ninguna sorpresa que el reino sufriese un decline espiritual


durante su gobierno.

El rey siguiente, Amón, era tan malo como Menashé. Pero luego vino Ioshiyahu,
quien realmente amaba a Dios y quien llevó a cabo una ola de impresionantes
reformas religiosas. Desafortunadamente cuando murió esas reformas murieron
con él y el declive espiritual continuó.

(Hay una tradición que dice que Ioshiahu anticipó esto y sabía que el reino del sur
pronto sería invadido y caería al igual que el del norte, por lo que decidió esconder
el Arca del Pacto para que no cayese en manos enemigas. En entregas futuras
discutiremos dónde puede estar hoy). (1)

Mientras tanto, el imperio asirio —que había sido una gran amenaza para Israel—
fue invadido por una nueva potencia mundial, llamada Babilonia. Y fueron los
babilonios quienes invadieron a continuación Israel.

Los babilonios

Los babilonios marcharon hacia Yehudá como parte de su campaña de conquista


del ex imperio asirio. Esto ocurrió en el año 434 AEC (u once años antes de la
destrucción del Templo).

El objetivo babilonio era imponer su reinado y convertir a lo que quedaba de Israel


en una colonia. En esto fueron muy exitosos: saquearon Jerusalem y se llevaron
en cautiverio a 10.000 de los mejores y más brillantes judíos. También removieron
al rey, Iehoiakim, y lo llevaron a Babilonia.
En su momento, el exilio de estas 10.000 personas pareció un desastre terrible.
Pero resultó no serlo tanto; de hecho, como veremos más adelante, resultó ser
una bendición camuflada.

Los babilonios designaron su propio rey fantoche de entre los judíos: Sedequías.
Esto resultó ser un gran error porque, si bien Sedequías era un gobernante débil,
también era sumamente ambicioso y eventualmente decidió rebelarse en contra
de sus señores feudales babilonios. Apenas lo hizo, Nabucodonosor, el emperador
Babilonio, ordeno que Jerusalem fuese sitiada.

No te equivoques. Esto no ocurrió porque los judíos se rebelaron en contra de


Babilonia; ocurrió porque Israel se rebeló en contra de Dios. Cuando los judíos
tienen una buena relación con Dios —como en los días del rey Jizkiahu— son
invencibles. En ocasiones ni siquiera necesitan pelear, como cuando Dios envía
una plaga para eliminar a sus enemigos. Pero si traicionan a Dios, no importa
cuán poderoso sea el ejército israelí, no resistirán ante el enemigo.

Pero como siempre, Dios les dio a los judíos mucho tiempo para enmendar sus
caminos mientras los babilonios realizaban el sitio de Jerusalem. El profeta
Jeremías le pidió a todos que se arrepintiesen, pero su mensaje —que repitió
incansablemente durante 40 años— fue desatendido. En vez de eso, ¡fue
golpeado y arrojado a la prisión!

Años antes, Jeremías había escrito el Libro de las Lamentaciones, el cual predijo
con gran detalle la destrucción del Templo de Jerusalem, pero el rey en ese
momento (Iehoiakim) había impedido que el rollo fuera leído en público. (2)

Hoy leemos el Libro de las Lamentaciones todos los años en el 9 de av, el horrible
día en que estas predicciones se hicieron realidad.

Esta es la fecha judía que continúa existiendo infamemente. El 9 de av (Tishá


B’Av) es el día catastrófico en la historia judía en el cual los espías enviados por
Moshé espiaron la tierra de Israel y volvieron aconsejándoles a los israelitas no
entrar, causando que Dios destinase a esa generación a 40 años de vagar por el
desierto. En ese mismo día fue destruido el Primer Templo por los babilonios, y el
Segundo Templo a manos de los romanos. En esa misma fecha, los judíos de
España recibieron un ultimátum por la Inquisición —váyanse, conviértanse o
mueran, y también comenzó la Primera Guerra Mundial— el preludio del
Holocausto. Esas son algunas de entre muchas otras calamidades que le
ocurrieron al pueblo judío el 9 de Av.

El sitio a Jerusalem

El sitio duró dos años. Hay clara evidencia arqueológica de este evento, la cual
puedes ver por ti mismo en la Ciudad Vieja de Jerusalem.

Cerca del “Muro Ancho” de Jizkiahu puedes visitar el Museo Torre Israelí. Está a
unos 20 metros bajo tierra, y allí puedes ver los restos de una puerta de tres
metros en el muro defensivo norte de la ciudad (los arqueólogos la llaman la
"Puerta E"). En este lugar, los arqueólogos que excavaron a principios de la
década del 70 encontraron evidencia clara del sitio babilonio.

Entre las cosas que encontraron estaban las puntas de flecha de los israelitas y de
los babilonios. ¿Cómo supieron? Porque las puntas de flecha tenían nombres
grabados, ya que en los tiempos antiguos eran muy valiosas. También
encontraron una capa de tierra carbonizada, atestiguando la quema de la ciudad,
tal cual es relatado en el Libro de Reyes (ver Reyes 2, 25:9). Otra evidencia
fascinante fue encontrada en el área "G" de la Ciudad de David, incluyendo un
sello inscrito con el nombre de Guemaria hijo de Shafán, un escriba mencionado
en el libro de Jeremías (ver Jeremías 36:10).

Después de dos años de sitio, los judíos no pudieron resistir más. Habían sido
obligados a pasar hambre hasta la sumisión.

La lengua del infante, por la sed, se pega a su paladar; los niños piden pan y
nadie se los da. Los que solían comer manjares delicados vagan desolados
por las calles. Los que fueron criados en ropas color carmesí se revuelcan
en basura… Su apariencia se ha vuelto más negra que el hollín, no son
reconocidos en las calles, su piel se ha marchitado sobre sus huesos, se
tornó tan seca como la madera… Las manos de las mujeres compasivas han
hervido a sus propios hijos; se convirtieron en su comida cuando la hija de mi
pueblo fue destruida… (Lamentaciones 4:4-5, 8-10).

El día 9 de tevet, los babilonios traspasaron las paredes de la ciudad. Entraron a


montones y realizaron un asesinato masivo. Un mes después, el Monte del
Templo cayó en sus manos.
Durante el caos, Sedequías trató de huir al Mar Muerto a través de un túnel
secreto que llevaba hacia afuera de Jerusalem. Pero fue atrapado de una manera
muy interesante.

De acuerdo a un Midrash citado por Rashi, Nebuzardan, el capitán del ejército de


Nabucodonosor, estaba en las afueras de Jerusalem cazando mientras sus
hombres saqueaban la ciudad. En un momento vio un venado y trató de seguirlo;
el venado pasó casualmente por sobre el túnel (ésta, por supuesto, es la forma de
Dios de asegurar que Sedequías no escapase del castigo). Cuando Sedequías
salió del túnel vio al venado, detrás del cual estaba parado Nebuzardan. Así es
como fue atrapado.

Sedequías encontró un final horrible, al igual que el resto de los israelitas, como
relata el Tanaj:

Y ellos… sacaron los ojos de Sedequías, lo ataron con cadenas de bronce y


lo llevaron a Babilonia. Y en el quinto mes, en el séptimo día del mes, que es
el decimonoveno año del Rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino
Nebuzardan, jefe de los guardias (reales) siervo del rey de Babilonia, a
Jerusalem. Quemó la casa de Hashem, la casa del rey, todas las casas de
Jerusalem y toda casa de hombre grande quemó con fuego (Reyes 2, 25:7-
9).

Con la destrucción del Templo —el 9 de Av del año 422 AEC— la conexión
especial que el pueblo judío tenía con Dios fue cercenada. Al igual que con la
caída de Israel en el norte, la causa superficial de la destrucción de Jerusalem fue
una revuelta, esta vez contra Babilonia, pero la Torá deja en claro que la causa
real fue el comportamiento inmoral de los judíos. (3)

Fue entonces que todo se derrumbó. Además de la horrenda destrucción física,


hubo también una enorme caída espiritual y moral del pueblo judío.

Pese a que antes los babilonios habían estado satisfechos convirtiendo a Israel en
una colonia, esta vez su castigo fue mucho peor. Decidieron aplicar la política
asiria del exilio y expulsar a todos los judíos de la Tierra Prometida

nvasiones y conquistas
– Periodo egipcio: El ataque, asedio y control de las fuerzas del Faraón
comenzaron en el siglo XVI a.C. y terminaron en el siglo XIV.

– Periodo judío: En el año 977 o el 1004 a.C. el rey David (la paz y las
bendiciones de Dios sean con él) tomó el control de la ciudad, edificó en
ella su palacio, construyó murallas para protegerla, le cambió en nombre
a Ciudad de David (Ir David)y la declaró capital del reino unificado de
Israel. De los 5.000 años de antigüedad que tiene Jerusalén, el periodo
judío es de tan solo 73 años: cuarenta durante el reinado de David, y los
treinta y tres restantes bajo el mando de su hijo Salomón.
Hacia el año 922 a.C. el reino se dividió en dos, Jerusalén pasó a ser la
capital de Judá y Samaria fue la capital de Israel.

– Periodo babilonio: En el 586 a.C. Nabucodonosor II conquistó


Jerusalén y destronó al último rey de Judá, Sedequías, y ordenó que los
judíos fueran llevados a Babilonia. En el año 538 a.C. el rey persa Ciro II
permitió que los judíos que quisieran volvieran a Jerusalén, pero ya no
como gobernantes o dueños de la ciudad.

– Periodo persa: Este periodo se extendió desde el año 537 al año 333
a.C.

– Periodo griego: Alejandro Magno conquistó Palestina en el año 333


a.C. Tras su muerte, Judá y Jerusalén quedaron bajo el dominio de la
dinastía ptolemaica. En el año 198 a.C., el Imperio Seléucida tomó el
control de la ciudad liderado por Antíoco III.

– Periodo romano-bizantino: En el año 63 a.C. el general romano


Pompeyo el Grande tomó a Jerusalén y la hizo parte del Imperio Romano.
Entre los años 66 y 70 d.C. hubo levantamiento de los judíos, el cual fue
aplastado por el gobernador romano Tito, quien destruyó gran parte de la
ciudad. Posteriormente, los judíos iniciaron una revuelta en el año 115 y
luego en el 132 d.C., logrando tomar el control de la ciudad; sin embargo,
el emperador Adriano apagó esta rebelión, destruyó la ciudad y expulsó a
todos los judíos que en ella residían. Luego ordenó reconstruirla y
llamarla Aelia Capitolina.

Los cristianos obtuvieron el poder y el control de la ciudad una vez


lograron el reconocimiento del Impero, después de que se firmara
el Edicto de Milán (Edictum Mediolanense) y gracias al impulso que les
dio el emperador Constantino I, quien luego de establecer Constantinopla
(Estambul en la actualidad) como la capital de su imperio, les construyó
en el 326 d.C. la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.

– Regreso de los persas: En el año 614 d.C. los sasánidas junto con los
judíos asediaron la ciudad casi un mes, entraron a la ciudad y masacraron
a decenas de miles de cristianos que residían en Jerusalén. Dominaron la
ciudad hasta que en el año 629 las tropas del emperador Heraclio la
recuperaron.

– El Viaje Nocturno (Al Isra’ wal Mi’rayy): El Profeta Muhammad


(la paz y las bendiciones de Dios sean con él) estuvo en Jerusalén en el
año 621 d.C.

– El periodo islámico: Después del domino de los cananeos,


fundadores de Jerusalén, el periodo islámico ha sido el más largo de la
historia de la ciudad. Esta era inició cuando el patriarca Sofronio I le
entregó, en el 638 d.C., en persona las llaves de la ciudad al segundo
Califa de los musulmanes, Omar Ibn Al Jattab. Al recibir la ciudad
estableció el famoso Pacto de Omar, en el cual aseguraba a los cristianos y
judíos residentes en la ciudad libertad religiosa, respeto por sus vidas y la
protección del gobierno islámico de la ciudad y los templos que en ella
había.
Bajo el Islam, Jerusalén fue un ejemplo vivo de convivencia interreligiosa,
por lo que se considera a este periodo como el más próspero y ejemplar
jamás vivido en Jerusalén, pese a que se vivieron periodos de discordia
motivados por las luchas de poder en el Estado.

– Las cruzadas y el reino de Jerusalén: La hegemonía islámica duró


hasta el año de 1917, año en el cual fue invadida por el imperio británico.
No podemos obviar que, durante esos catorce siglos, hubo momentos en
los que el control de los musulmanes se perdió. En el año de 1099
Jerusalén fue conquistada por Godofredo de Bouillón, quien logró
cumplir con la orden del papa Urbano I de lanzar una cruzada para
“recuperar” Jerusalén. Su conquista fue sangrienta e injusta, fueron
asesinados más de setenta mil musulmanes, las banderas católicas se
impusieron sobre los ortodoxos, y hasta los judíos fueron expulsados
junto con los pocos sobrevivientes de aquella masacre. Tras la batalla de
Hattin en 1187, Salah Ad-Din Al Ayubi (Saladino) recuperó la ciudad,
abrió sus puertas para que los musulmanes y judíos que fueron
expulsados por los católicos regresaran, permitió que los invasores
francos, que habían colonizado la ciudad luego de haber masacrado a su
población, regresaran a sus países de origen, y restableció el derecho de
los cristianos ortodoxos de permanecer en la ciudad y alzar sus banderas
nuevamente.

– Mandato británico: Tras la derrota de los otomanos en 1917, la


Sociedad de Naciones otorgó el territorio de Palestina, Transjordania e
Irak a los británicos. Su mandato duró hasta 1948.

– Invasión y ocupación judío-sionista: Pese a que en 1917 el


gobierno británico hizo público su apoyo al establecimiento de un Estado
para los judíos europeos en Palestina (la famosa declaración de Balfour) y
que los judíos poco a poco comenzaron a llegar a Palestina como
refugiados desde mucho antes, en 1948 se anunció la creación del Estado
sionista de Israel. La ciudad fue dividida en dos partes, una para los
palestinos y la otra para los judíos sionistas. Finalizada la guerra de los
seis días en 1967, Israel se adjuntó toda la ciudad y el resto del territorio
palestino.

En la actualidad Jerusalén se encuentra bajo el control de la ocupación


judío-sionista. No es la capital de Israel. Contradictoriamente, los países
que aceptaron la ocupación y la construcción de Israel como Estado, se
mantienen firmes en las resoluciones de la ONU y demás organizaciones
internacionales, no han reconocido a Jerusalén como su capital. Bajo la
ocupación israelí de Jerusalén se ha violado todo tipo de derechos básicos
de sus ciudadanos palestinos, en especial de los que son musulmanes, lo
cual no quiere decir que a los cristianos no se los haya tratado con la
misma injusticia. No se les permite moverse con libertad, entrar y orar en
sus lugares santos cuando quieran… hay una represión religiosa y racial al
mejor estilo nazi. Pues con la idea de que son la raza suprema (el pueblo
elegido) han reprimido a todo un pueblo que lo único que quiere es vivir
en paz y libertad.

Alegar que un pueblo tiene derecho de usurpar una tierra, de expulsar,


encarcelar, asediar, bloquear y asesinar sistemáticamente a otro (el de los
goyim y las shiksas como peyorativamente se refieren a los no judíos)
porque se cree el elegido de Dios, el pueblo superior, contradice el más
mínimo sentido de justicia.
Por donde se analice la situación, no existe argumento alguno que pueda
apoyar la idea de que Jerusalén sea o deba ser la capital de Israel.
Revisemos nosotros mismos algunos de ellos y saquemos nuestras propias
conclusiones:

1- “Jerusalén fue fundada por los judíos”: Ya vimos que no es así,


fueron los jebuseos, es decir, los árabes cananeos, quienes la fundaron
(hace más de 5000 años – 2000 años antes de que David la conquistara-).
Así que, si la fundación de la ciudad le da derecho a algún pueblo de
nombrar a Jerusalén como su capital, pues este derecho les pertenece
exclusivamente a los palestinos, verdaderos descendientes de los
cananeos (sus fundadores).
2- Adán fue creado allí, en esa tierra, y vivió en ella toda su
vida: Adán (la paz y bendiciones de Dios sea con él) fue el primer ser
humano, el padre de la humanidad, así que, como uno más uno es dos,
entonces Jerusalén le pertenece a todo el mundo, no solo a los judíos,
como ellos pretenden.
3- Jerusalén fue heredada a Sem: Como lo menciona la Biblia, Noé
bendijo en el altar a su hijo Sem, lo que indicaba que le estaba dejando en
herencia esa tierra. Sem NO es el padre de los judíos nada más, también
es el padre de los árabes. Así que en el caso que este argumento sea válido,
pues los árabes tienen el mismo derecho sobre Jerusalén.
4- “Jerusalén ha sido la capital de Israel por 3.000
años”: Históricamente, como ya se mencionó, Jerusalén fue la capital del
reino unificado de Judá e Israel únicamente 73 de sus más de 5.000 años
de existencia. Este ha sido el único periodo histórico “legal” en el que
Jerusalén fue aceptada por las naciones como capital de Israel.

Los musulmanes nunca han pretendido exclusividad sobre Jerusalén y


sobre Tierra Santa. Fueron ellos a lo largo de la historia los que
permitieron la libertad de culto y de credo en la tierra. No han cerrado
lugares santos para otras religiones, es más, han sido los encargados de
proteger los santuarios y demás sitios de adoración de cristianos y judíos.
Un ejemplo de ello es que, por siglos, dos familias musulmanas han sido
las encargadas de guardar las llaves de la Iglesia más sagrada de la
cristiandad, la iglesia del Santo Sepulcro. Ellos sagradamente abren y
cierran sus puertas según dispongan las autoridades eclesiásticas que
manejan la iglesia.
Jerusalén y sus alrededores es la Tierra Santa, es santa y sagrada para los
musulmanes, Dios dijo en el Corán: {Glorificado sea Quien
transportó a Su Siervo durante la noche, desde la mezquita
sagrada (la de la Meca) a la mezquita lejana cuyos alrededores
bendije (Jerusalén), para mostrarle algunos de Mis signos. Él
todo lo oye, todo lo ve} [Corán 17:1]. Fue la primera Quibla (dirección
hacia la que se dirige el musulmán en sus oraciones).

Desde que los musulmanes se hicieron cargo de Jerusalén y Tierra Santa,


establecieron reglas de armonía y convivencia jamás vistas en la historia
de esta tierra. Pactaron con judíos y cristianos lo necesario para que cada
quién pudiera practicar con libertad su credo y para que todos juntos
protegieran esta ciudad.

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