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Métodos en Teledetección Aplicada a la Prevención de Riesgos Naturales en el Litoral

ESTUDIOS DE EROSIÓN EN COSTAS SEDIMENTARIAS


MEDIANTE GPS DIFERENCIAL Y ECOSONDAS
MONOHAZ / MULTIHAZ.
A. Fontán, S. Albarracín y J. Alcántara-Carrió

Inst. Medio Ambiente y Ciencia Marina. Univ. Católica de Valencia, C/ Guillem de Castro
94. 46003. Valencia, España. angela.fontan@ucv.es silvia.albarracin@ucv.es
javier.alcantara@ucv.es

INTRODUCCIÓN

En la actualidad, las zonas costeras han cobrado gran importancia dada


su intensa actividad económica ligada al turismo. Por tanto, la disminución
de superficie de la playa acarrea serios problemas para la industria turística,
pero también para el conjunto de la sociedad, por los riesgos geológicos que
implica la cercanía y desprotección de cara al mar.
El balance sedimentario de la playa, en su parte tanto emergida como
sumergida, es el resultado de la alternancia de los procesos erosivos,
asociados normalmente a los temporales, y los procesos acumulativos en
épocas de bonanza del clima, oscilando respecto a un estado de equilibrio
estacionario, o bien respondiendo a tendencias netas de erosión o
acumulación. Podemos por tanto determinar la evolución costera de la zona
sumergida, resultado de la dinámica litoral y el transporte de sedimentos,
comparando entre sucesivos levantamientos batimétricos y obteniendo así las
variaciones en altura, es decir, la erosión o acreción en cada zona, e incluso
calcular el volumen de sedimento transportado entre diferentes zonas.
El análisis de la peligrosidad natural por erosión se ha abordado
clásicamente como el cálculo de tasas de erosión expresadas en metros de
retroceso anual de la orilla. Sin embargo, teniendo en cuenta que la erosión
costera es en definitiva un proceso tridimensional, la evaluación más precisa
de sus efectos morfométricos sería el cuantificar el volumen erosionado
mediante tasas volumétricas. El problema de esta metodología reside en ser
capaz de extraer la información altimétrica con la suficiente precisión
(Ojeda, 2000).
El sistema DGPS permite obtener datos con una resolución espacial,
temporal y precisión en altura de alta calidad. Por tanto, estos datos pueden
ser utilizados para evaluar los procesos y cambios que se producen en las
costas sedimentarias.
Los métodos clásicos de medición topográfica utilizados en sistemas
sedimentarios costeros, como son el nivel óptico, el teodolito o la estación
total permiten obtener una caracterización topográfica precisa de las zonas
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estudiadas, generalmente mediante la medición de perfiles topográficos


transversales a la orilla. Sin embargo, el DGPS presenta ciertas ventajas
frente a dichos métodos como son el mayor el volumen de datos que se
puede obtener por día de campaña y el no necesitar puntos o estaciones fijas
de referencia en la cabecera de cada perfil de playa. Asimismo, debido al
mayor volumen de datos registrados en el levantamiento topográfico, el
DGPS resulta más apropiado para interpolar superficies y obtener los
modelos digitales de elevación y el cálculo de diferentes informaciones
asociadas, como mapas de pendientes, zonas de erosión y acumulación, o
volúmenes de material implicados en dichos procesos.
En los últimos años se están desarrollando nuevos avances tecnológicos
y mejorando técnicas clásicas (Gracia et al., 2005). La mejora en la calidad
de la fotografía aérea, las técnicas de teledetección, la posibilidad de generar
modelos digitales de elevaciones a partir del sistema de altimetría láser
aerotransportado (LIDAR) y el desarrollo de los sistemas de
posicionamiento global están cambiando la metodología de estudio en los
sistemas costeros (Ojeda et al., 2007). La adquisición de información de las
costas y la topografía del terreno en tres dimensiones supone un cambio de
perspectiva determinante para evaluar y caracterizar los procesos
morfodinámicos (Pardo Pascual et al., 2003).
Así la utilización de técnicas como el DGPS o mediante su combinación
con técnicas como fotografía aérea, teledetección o métodos geofísicos, entre
los que cabe destacar las ecosondas, permiten caracterizar con precisión la
morfología y evolución de los sistemas costeros, tanto para su zona emergida
como sumergida.

FUNDAMENTO DEL GPS DIFERENCIAL

El sistema de posicionamiento por satélite (Global Position System o


GPS) fue creado en los Estados Unidos en los años 70, inicialmente con
fines militares, si bien en seguida se puso de manifiesto su utilidad para la
navegación civil, cartografía y obra civil, o los estudios científicos entre
otras muchas aplicaciones. De este modo, en los 90 su uso era ya
prácticamente generalizado en todo el mundo, y en esta última década ha
experimentado de nuevo un importante avance gracias a la mejora de su
resolución (reducción del error) con el empleo de la configuración GPS
diferencial (DGPS)
El posicionamiento mediante GPS está basado en una constelación de 24
satélites que orbitan en trayectorias casi invariables alrededor de la Tierra,
distribuidos sobre 6 órbitas planas (con 4 satélites en cada órbita), espaciadas
entre sí 60 grados, de modo que desde cualquier punto de la Tierra son
visibles en todo momento al menos 5 satélites.
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Un receptor GPS, situado por ejemplo en la superficie terrestre, emplea


la señal de estos satélites para localizar su posición. El sistema de referencia
respecto al cual se expresa dicha posición es un elipsoide (forma geométrica
perfectamente regular), el cual se ha de aproximar lo más posible a la forma
de la superficie del globo terrestre. A partir de este primer posicionamiento,
la posición de un punto en la Tierra también puede proyectarse para
localizarlo respecto al sistema de referencia local que se desee.
Se han definido más de 20 elipsoides de referencia, pero ninguno de ellos
se ajusta perfectamente a la forma de la Tierra en toda su superficie. Si
empleamos por ejemplo el ETRS89 (sistema de referencia europeo), basado
en el Datum europeo ED50, el elipsoide se hace tangente a la región europea
de la Tierra con mínimas deformaciones, pero en el resto de zonas las
deformaciones son muy acusadas. Por su parte, el elipsoide WGS84,
definido en 1984, se ajusta muy bien en el área de Estados Unidos y por ello
fue empleado como base para posicionamiento del sistema GPS implantado
por Estados Unidos y por defecto para la mayoría de aplicaciones a escala
global (Fig.1).

Fig. 1. Parámetros que definen el elipsoide WGS84 (Dana, 1994).

Para definir la posición de un punto se emplean diferentes sistemas de


coordenadas, los cuales se proyectan sobre el elipsoide elegido. El sistema
de coordenadas más utilizado es el Universal Transversal de Mercator
(Universal Transverse Mercator, UTM), que está basado en la proyección
geográfica transversal de Mercator, tangente a un meridiano (Fig. 2).

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Fig. 2. Mapa de las zonas de sistema de coordenadas UTM (Dana, 1994).

La exactitud en la posición obtenida mediante un GPS ha mejorado


mucho en la última década, pero aun es del orden de varios metros, debido a
que existen diversas fuentes de error (Dana, 1997, Wanninger, 1995), como
son:
a) La disponibilidad selectiva, error del sistema introducido por USA en
1990.
b) Los errores orbitales, provocados por la variación lenta de la posición de
los satélites.
c) El retardo ionosférico, provocado por los electrones libres en la
atmósfera, que originan que el código se retrase mientras que la fase se
adelante en la misma cantidad de tiempo.
d) El retardo troposférico, provocado por gases secos y vapor de agua en la
atmosfera.
e) El ruido del receptor y error del reloj del satélite, que dependen del equipo
receptor utilizado.
Para reducir los errores en la localización obtenido con el sistema GPS
convencional, se emplea la configuración o sistema GPS diferencial (DGPS).
Dicha configuración se basa en emplear simultáneamente dos receptores
GPS, próximos entre si y por tanto, afectados por los mismos errores. El
primero de ellos, o receptor “base”, ha de estar fijo en un vértice geodésico o
punto de coordenadas perfectamente conocidas, y el segundo, o receptor
“móvil”, es el que se desplaza a lo largo de la trayectoria del levantamiento o
serie de puntos de los cuales queremos saber su posición. Combinando la
información obtenida por ambos receptores, mediante el método diferencial,
obtendremos de forma precisa la posición relativa entre ellos y finalmente,

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las coordenadas reales de las trayectorias realizadas con el GPS móvil (Fig.
3).

Posició
Posición GPS

GPS diferencial (DGPS)

Estación Base
Vector diferencia entre Posició
Posición
verdadera y posició
posición GPS
Vector diferencia entre
Posició
Posición verdadera y BASE
Vector diferencia calculado en la base
y aplicado en el Mó
Móvil
MOVIL
posició
posición GPS

Posició
Posición Posició
Posición
verdadera verdadera
(conocida) (desconocida)

Fig. 3. Esquema de trabajo con un sistema GPS diferencial.

De este modo, el sistema de posicionamiento mediante GPS diferencial


permite una correcta localización en campo, con errores del orden de mm en
latitud, longitud, y altura.
Para realizar los levantamientos topográficos se pueden emplear además
dos modos de trabajo. En el modo cinemático el receptor está continuamente
desplazándose a lo largo de la zona de estudio, registrando su posición cada
cierto intervalo de tiempo, según la frecuencia definida, y que suele ser del
orden de 1 o varios datos por segundo. En el modo stop&go el receptor
móvil permanece quieto en cada posición a medir unos segundos, y una vez
tomada la medida se desplaza a un nuevo punto, con lo cual se obtiene una
mayor exactitud en la posición. Para levantamientos topográficos desde
Tierra se pueden emplear ambos métodos, mientras que lógicamente, para
posicionamiento desde embarcaciones, aviones u otras plataformas en
movimiento es necesario emplear el modo cinemático.
Por otra parte, la posición de cada punto puede obtenerse en tiempo real,
empleando un RTK-GPS, o bien en modo postproceso, es decir, mediante el
tratamiento posterior con un software específico de los archivos registrados
en el receptor móvil y el receptor base, no habiendo diferencias significativas
en la precisión de los datos obtenidos por ambos métodos

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LEVANTAMIENTOS TOPOGRÁFICOS EN PLAYAS MEDIANTE


DGPS

Tal como ya se ha indicado, el sistema GPS diferencial funciona


mediante el posicionamiento de una estación fija, y una estación o receptor
móvil que se desplaza a lo largo de la zona de estudio. El receptor GPS que
actúa como base se sitúa en un vértice de coordenadas perfectamente
conocidas para realizar las correcciones oportunas al receptor móvil. Si
resulta necesario, se pueden crear nuevos puntos de referencia que sirvan
como estaciones fijas próximas a la zona de estudio, mediante mediciones en
modo estático.
El receptor GPS emplazado en la estación fija ha de inicializarse en
primer lugar, y permanecer midiendo durante todo el tiempo en que se
realiza el levantamiento con el receptor móvil. De este modo, y según avanza
el tiempo de medida de la estación base, ésta es capaz de realizar una
corrección diferencial para el receptor móvil cada vez más distante.
A continuación se inicializa el receptor móvil y se lleva a cabo el
levantamiento topográfico, mediante mediciones continuas a lo largo de
trayectorias (modo cinemático), o bien tomando solamente ciertos puntos de
interés (modo stop&go).
La antena del receptor GPS móvil se puede situar sobre un jalón vertical,
para las mediciones en modo stop&go, el cual se desplaza a lo largo de
trayectorias a pie. En el caso de mediciones en modo cinemático, se puede
emplazar sobre un vehículo que pueda transitar sobre la zona de estudio, o
bien, para evitar la inclinación de este vehículo y poder adentrarse en la zona
dunar, intermareal y submareal somera, ubicando la antena a la espalda,
sobre un chaleco o mochila.
Dependiendo de la finalidad de las medidas con DGPS se realizarán las
observaciones con diferentes frecuencias o modos de levantamiento, por
ejemplo: a) para obtener perfiles transversales a la orilla se han de tomar
todos los puntos necesarios en una línea recta, y, principalmente los cambios
de topografía (Almécija et al., 2009), b) para registrar los cambios en la línea
de orilla se irán tomando datos a lo largo de la misma (Menezes et al., 2006),
y c) para calcular superficies topográficas interpolando a partir de los datos
x,y,z obtenidos, se requiere un muestreo denso con una nube de puntos que
abarque gran parte de la zona y con la geometría óptima para aplicar
opciones de interpolado para modelos de elevación 3D (Pardo Pascual et al.,
2007; Sánchez et al., 2007; Fontán et al., 2007)
Una vez realizado el levantamiento mediante DGPS, los datos brutos se
tratan para obtener el modelo de elevaciones. En dicho tratamiento de los
datos es importante realizar un análisis profundo para elegir qué método de
interpolación resulta más adecuado, con el fin de obtener el mínimo error de
aproximación, especialmente en la altura.
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Por tanto, es muy importante tener en cuenta los errores en la obtención


de superficies o datos topográficos con DGPS, para dar a las medidas
obtenidas un rango de precisión verdadero. El error en la estimación del
levantamiento mediante DGPS se debe a la combinación de varias causas:
- El error del instrumento de medida, es decir, la exactitud (accuracy). Se
trata de un error intrínseco al equipo de medición, que viene ya indicado en
el manual de instrucciones del mismo.
- El error o incertidumbre del método de medida en campo, debido a la
oscilación que la antena del GPS puede sufrir al tomar las medidas.
- Y en el caso de calcular una superficie topográfica, es decir, si se
realiza una interpolación de los datos, ha de sumarse también el error en el
cálculo de la topografía por interpolación.
Así, el error máximo sería la suma de estos tres errores (δmax), pero de
acuerdo con Kraus (1998), para el caso concreto de estudios morfodinámicos
de playas, cálculo de balances sedimentarios y otros estudios de dinámica
sedimentaria costera, no es éste el mejor estimador del error, sino que es más
representativo calcular el error cuadrático medio (δsqrt).
δmax = δinstrumento + δmedida en campo + δinterpolación
δsqrt = ( (δinstrumento)2 + (δmedida en campo)2 +
(δinterpolación)2 )1/2
Para evaluar este error, se debe comparar los resultados de la topografía
interpolada con nuevos datos tomados en la zona de estudio mediante el
modo stop&go.
Por tanto, los diferentes modelos de elevación obtenidos serán función de
estas interpolaciones previas y varían en función de la distribución y la
densidad de los puntos, así como la forma y superficie del levantamiento
(Hicks y Hume, 1997).
Algunos de los métodos más adecuados para obtener un buen ajuste son
el kriging y la triangulación con Interpolación lineal (Davis, 1986) basados
en algoritmos geoestadísticos de aproximación y la creación de triángulos
mediante líneas entre los datos origen, respectivamente.
Pascual et al., (2003) realizaron un análisis del error cuadrático medio de
tres tipos de interpolación para el cálculo de los modelos de elevación con
datos topográficos de la playa de El Saler (Valencia). Los métodos
comparados fueron el TIN (red irregular de triángulos), Inverso a la
distancia, y kriging, con errores cuadráticos de 0,0331, 0,0428 y 0,0230
metros respectivamente. Por tanto, el método de interpolación con mínimo
error cuadrático resultó ser el kriging. A pesar de ello, finalmente emplearon
el TIN en su estudio por su mayor operatividad (rapidez de cálculo).
En general, el método de kriging parece resultar el más adecuado para
superficies de poca rugosidad (Fontán et al., 2007) como son las playas,
mientras que por ejemplo para el estudio de las zonas dunares parece más

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apropiado el empleo del TIN (Sánchez et al., 2007). No obstante cada


estudio en particular debe ser analizado para obtener el método idóneo de
interpolación de los datos registrados con DGPS y los errores máximos
correspondientes, así como los programas o software que se han de emplear.
Una vez definido el método de interpolación se puede obtener el modelo
de elevación, así como información derivada, por ejemplo mapas de
pendientes o perfiles topográficos transversales a la orilla.

ESTUDIOS DE EROSIÓN EN PLAYAS MEDIANTE LA


COMPARACIÓN DE TOPOGRAFÍAS OBTENIDAS CON DGPS

A continuación se muestra un ejemplo de un estudio de morfodinámica


y erosión costera en 3D realizado mediante DGPS en las playas de
Maspalomas y El Inglés (sur de Gran Canaria, Islas Canarias). En este
trabajo, se obtuvieron un total de 20 topografías de la zona supramareal,
intermareal y submareal somera de la playa, a partir de trayectorias en
bajamar, a pie y sobre un vehículo todoterreno, durante el periodo 2005-
2009 (Fig. 4). Las superficies topográficas fueron interpoladas mediante el
método de kriging, con un tamaño de malla de 1-1 m, y referidas
primeramente al WGS84 y posteriormente al datum de la red geodésica de
Canarias (REGCAN).
Mediante el tratamiento en postproceso de los datos del GPS con el
software GNSS solutions se dedujeron las trayectorias realizadas en las
playas de Maspalomas y El Inglés en cada campaña.

septiembre 2005 diciembre 2006

marzo 2006 enero 2007

abril 2006 febrero 2007


Playa de El Inglés
mayo 2006 abril 2007

junio 2006 agosto 2007

julio 2006 noviembre 2007

agosto 2006 febrero 2008

septiembre 2006 julio 2008


Punta de la Bajeta
octubre 2006 octubre 2008

noviembre 2006 febrero 2009


Playa de Maspalomas

Fig. 4. Trayectorias de levantamiento con DGPS (zig-zag a pié y longitudinal en


vehículo todoterreno) en Maspalomas (20 campañas).

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A continuación, para el cálculo de los mapas topográficos, se empleó el


programa informático Surfer v.8, muy versátil en estudios topográficos,
batimétricos y de cálculo de balances sedimentarios costeros (Pacheco et al.,
2008). Los métodos evaluados en este estudio previo para definir el método
óptimo de interpolación han sido el de Triangulación con Interpolación lineal
y el kriging. A partir de los datos topográficos medidos en septiembre de
2006 y con cada uno de ambos métodos de interpolación, se han calculado
mallas con distancias entre nodos de 1, 5, y 10 metros. Por otra parte, se
dispone de una serie adicional de datos (no empleados para el cálculo de las
mallas) medidos sobre una trayectoria lineal (en zig-zag) sobre ambas
playas. Por tanto, comparando la topografía real con la predicha por cada
método de interpolación y tamaño de malla, se puede deducir cual es el de
menor error.
Una vez definido el método de interpolación y dimensiones de la malla
idóneos, se ha obtenido el modelo de elevación para cada campaña y a
continuación, se realizaron cálculos de comparación entre cada uno de los
periodos de estudio, metodología habitual para estudiar los cambios
producidos en sistemas litorales costeros dinámicos como playas, dunas o
islas barrera (Vila-Concejo et al., 2003).
Entre los meses de septiembre de 2005 y marzo de 2006 la topografía de
ambas playas sufre un descenso topográfico generalizado con una tasa de
erosión media de -1,18 m en las playas de Maspalomas y El Inglés. La causa
de esta intensa erosión fueron dos intensos temporales ocurridos el 29 de
noviembre de 2005 y el 28 de febrero de 2006, con dirección de
aproximación en aguas profundas del WSW y W respectivamente. Durante
los mismos, la morfología de ambas playas se vio afectada profundamente.
La Playa de Maspalomas se encuentra en el límite meridional de la zona de
estudio, muy expuesta a la acción de los temporales del tercer cuadrante.
No obstante, además de la intensidad del viento y el oleaje durante los
temporales, han de considerarse otros factores como las lluvias, o el rango
mareal durante el temporal, ya que pueden incrementar los procesos de
erosión e inundaciones.
De cara a analizar con más detalle los cambios y caracterizar los
procesos que han ocurrido en toda la superficie de las playas de Maspalomas
y El Inglés, se ha llevado a cabo un análisis dividiendo la zona de estudio en
10 celdas o sectores (Fig. 5).

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Fig. 5. Distribución de las diferentes celdas analizadas en las Playas de Maspalomas


y El Inglés.

Para cada una de estas celdas se calculó el balance sedimentario


siguiendo la metodología anterior, en este caso para las campañas desde
septiembre de 2005 a febrero de 2007 (Alcántara y Fontán, 2009). Es decir,
se calculó la variación topográfica o transporte neto correlativo mes a mes,
así como el transporte neto acumulado respecto a la topografía inicial en
septiembre de 2005, para caracterizar así la evolución sedimentaria del
sistema (Fig. 6).

Fig. 6. Variaciones Topográficas entre campañas sucesivas desde septiembre de


2005 a febrero 2007.

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El rango de variación del transporte neto correlativo (comparando entre


campañas sucesivas) varía desde tasas de acumulación de 1,8 m hasta una
erosión de -2.4 m. Los valores extremos de erosión corresponden al descenso
de la topografía entre septiembre de 2005 y marzo de 2006, debido a los
intensos temporales ya comentados, siendo especialmente intensa la erosión
en el extremo occidental de la Playa de Maspalomas, próximo al Faro de
Maspalomas. Entre abril y octubre de 2006 la playa se encuentra en estado
morfodinámico estable ó de acumulación de sedimentos, pues solamente se
observa erosión en la Punta de la Bajeta entre julio y agosto. Durante los
meses de octubre y noviembre, comienzo de la época invernal, la Playa de
Maspalomas vuelve a erosionarse, manteniéndose más estable la zona de
Playa de El Inglés. Entre los meses de diciembre y febrero los cambios son
más acusados en la zona norte, donde se produce acumulación en diciembre
y erosión en enero de 2007. Finalmente, las Playas vuelven a ganar
sedimentos entre los meses de enero y febrero de 2007. En general, se puede
afirmar que cuando se produce erosión, este mecanismo se repite a lo largo
de toda la superficie, tal como manifiesta la formación simultánea de
cúspides de playa (beach cups), morfología asociada a procesos erosivos,
tanto en la Playa del Inglés como de Maspalomas. La Punta de la Bajeta
muestra una intensa dinámica sedimentaria, como cabe esperar en una
cúspide de playa tan expuesta a las diferentes direcciones de aproximación
del oleaje.
Para el conjunto de las playas en todo el periodo de estudio desde 2005 a
2009 se ha obtenido un gráfico de balance sedimentario neto acumulado,
presentando alternancia de ciclos de erosión y acumulación. La tendencia es
de recuperación con el paso del tiempo pero este proceso necesita del orden
de años para recuperar la topografía inicial existente antes de los temporales
ocurridos en invierno 2005/2006 (Fig. 7).

0.5
Sediment Budget (m3/m2)

0
Storm erosion
-0.5

-1
Erosion/Accretion periods
-1.5 2005 2006 2007 2008 2009

-2
0 200 400 600 800 1000 1200 1400
Days since the beginning of the study (7th sept 05)

Fig. 7. Balance sedimentario en las playas de Maspalomas y El Inglés. Ciclos de


erosión/acumulación durante la recuperación tras intensos temporales (Alcántara y
Fontán, 2009).
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FUNDAMENTOS DE LA ECOSONDA

La ecosonda se ha convertido en un instrumento indispensable para la


investigación oceánica, ya que no sólo sirve para obtener datos batimétricos
de muy alta resolución, sino también para registrar simultáneamente el tipo
de fondo (rocas, arenas o fangos) en función de su reflectividad acústica.
El fundamento de una ecosonda consiste en la emisión y recepción de
pulsos acústicos que se reflejan en la superficie del fondo. En la emisión, el
transductor o fuente acústica convierte las ondas eléctricas en ondas
acústicas, que se propagan en la columna de agua como una onda de presión.
Recíprocamente, durante la recepción, las ondas de presión son convertidas,
de nuevo en el transductor, en ondas eléctricas. De este modo, la ecosonda
calcula la profundidad en cada instante teniendo en cuenta la velocidad de la
onda (relación entre su longitud de onda y frecuencia) y el tiempo de ida y
vuelta de la onda acústica en la columna de agua.
La calidad de un estudio batimétrico depende de las propiedades
topográficas del fondo que definen su irregularidad, pero también de las
propiedades de la onda emitida, tales como su frecuencia, apertura de haz y
energía de transmisión, las cuales son características de cada transductor. Por
tanto, el transductor es un elemento fundamental en los estudios
batimétricos.

Frecuencia y apertura del haz acústico

El rango de frecuencias de una ecosonda abarca generalmente entre 12 y


200 kHz. Dentro de este rango, la elección de la frecuencia óptima a emplear
depende de las profundidades en la zona de estudio, es decir, si se trata de
una zona somera o profunda, así como de la resolución o detalle que
queremos obtener.
Al propagarse la onda acústica es inevitable su atenuación, es decir, la
pérdida de intensidad de la señal, por la divergencia esférica de los frentes de
onda, la absorción en forma de calor, principalmente por el agua, y la
dispersión al reflejarse en la interfase con las partículas en suspensión. Dicha
atenuación es directamente proporcional a la frecuencia de la onda. Sin
embargo, por otra parte, también es cierto que a mayor frecuencia es mayor
la resolución o calidad de los datos de profundidad.
Por lo tanto, es necesario buscar un compromiso para emplear una
frecuencia que optimice la resolución sin sufrir excesiva atenuación. De este
modo, se emplean altas frecuencias para profundidades someras y
frecuencias menores para zonas más profundas. Como valores de referencia
cabe indicar los siguientes: a) frecuencia de 200 kHz para zonas con
profundidad menor de 100 m, b) frecuencias entre 200-50 kHz para zonas

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entre 100 y 1500 m de profundidad, y c) frecuencias entre 12-50 kHz para


zonas con profundidad mayor de 1500 m.
La resolución o calidad en la medida de la profundidad depende no sólo
de la frecuencia, sino también de la apertura del haz acústico emitido. Así, si
el haz es más estrecho, aporta información de una zona más concreta del
fondo, y por tanto, no se ve tan afectado por la irregularidad del relieve. El
ancho de haz depende de la longitud de la onda acústica (inversamente
proporcional a la frecuencia de la onda emitida, dada una velocidad de la
onda acústica) y del tamaño o diámetro del transductor. Puesto que en cada
profundidad se ha definido ya una frecuencia óptima, para reducir el haz y
así mejorar la resolución, lo que se suele hacer es emplear transductores de
mayor diámetro, trabajando así en los estudios batimétricos de alta
resolución con una apertura de haz del orden de 3º.
Por otra parte, al estar basada la ecosonda en la reflexión de las ondas, es
una herramienta útil para discriminar también el tipo de fondo. El índice de
reflexión acústica aumento cuanto mayor es la diferencia entre la impedancia
acústica del agua y el material del fondo, dando los mayores valores de
energía reflejada para los afloramientos rocosos, seguidos de las arenas y
limos, que varían su índice de reflexión en función de su grado de
compactación.

Calibración de la ecosonda

La velocidad del sonido depende de la temperatura, salinidad y presión


del agua que actúa como medio material para trasmitir el sonido, variando
por tanto según las características de la columna de agua en cada región, así
como por los cambios climáticos estacionales para una misma región. El
valor de propagación del sonido en el agua oscila en torno a 1500 m/s.
Por tanto, el objetivo de la calibración es obtener con la mayor exactitud
posible la velocidad de propagación del sonido a su paso por la columna de
agua, para introducir dicho dato en la ecosonda antes de las mediciones
batimétricas, o bien para corregir durante el post-proceso los datos
registrados en la ecosonda, mediante la aplicación de un perfil de velocidad
del sonido.
Para calibrar la ecosonda se suele ubicar una plancha bajo el transductor,
a diferentes profundidades conocidas y calcular así la diferencia o error entre
el la profundidad real y la registrada por la ecosonda. De este modo se
puede, o bien regular la velocidad de trasmisión del sonido por la ecosonda
antes de realizar el estudio batimétrico, para minimizar dicho error, o bien,
durante el postproceso, corregir los datos de la ecosonda para obtener la
profundidad real. Este método de calibración se emplea cuando la zona de
estudio no supera los 20 o 30 metros de profundidad.

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Como método alternativo se puede emplear un perfilador de velocidad


del sonido (Expendable Sound Velocity Profilers o XSV), proyectil
desechable que permite obtener la velocidad real de propagación del sonido,
tanto en zonas someras como en zonas más profundas y calibrar así la
ecosonda de nuevo antes de la campaña o bien corregir los datos en
postproceso.
Según aumentan las dimensiones de la zona de estudio y su rango de
profundidades, aumenta también la variación de la velocidad del sonido, por
lo cual será necesario tomar medidas de calibración de la ecosonda en más
estaciones. La presencia de masas de agua muy diferentes, debido a procesos
de desembocadura fluvial, o localmente a emisarios submarinos, afecta
también a esta calibración.

Ecosonda monohaz y multihaz

Las primeras ecosondas empleadas en estudios batimétricos son de tipo


monohaz (single beam echosounder o SBES), es decir, emiten un solo haz de
onda, empleando un solo transductor para la transmisión y recepción de la
onda acústica. La realización de trabajos de batimetría con una ecosonda
monohaz permite tan sólo obtener datos (x, y, z) de puntos situados justo
bajo la trayectoria del barco. La trayectoria que se debe realizar con una
ecosonda monohaz debe ser perpendicular a la costa, para detectar el
máximo gradiente entre las isóbatas y detectar así correctamente las
variaciones morfológicas del fondo (Fig. 8).

Fig. 8. Trayectoria para una batimetría con ecosonda monohaz.

En los años 80 surgieron las primeras ecosondas multihaz (MultiBeam


EchoSounder o MBES), las cuales emiten haces múltiples de onda de una
determinada frecuencia en varias direcciones, mediante un proyector o
alineación de transductores que, y reciben las reflexiones a través de un
hidrófobo. De este modo, la zona de muestreo barrida y la cantidad de
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Métodos en Teledetección Aplicada a la Prevención de Riesgos Naturales en el Litoral

puntos (x y z) obtenidos son mucho mayores que en una ecosonda monohaz,


es decir, se obtiene una mayor cobertura o zona de barrido del fondo marino.
El proyector emite un haz ancho (120 a 150º generalmente) en sentido
transversal a la embarcación, pero estrecho (p. ej. 1,5º) en sentido paralelo al
rumbo de ésta. Por su parte el hidrófobo está orientado transversalmente al
proyector, de modo que recibe información de un área estrecha en la
perpendicular a la embarcación y ancha en sentido paralela a ella (Fig. 9).
Por tanto, al combinar la orientación del haz emitido y el sistema de
recepción se obtiene información de la superficie del fondo no sólo bajo la
embarcación sino también a ambos flancos, sobre celdas compartimentadas y
muy estrechas (p. ej. De 1,5º x 1,5º).
Al ser la apertura del haz emitido constante para cada ecosonda, la
anchura de la zona que detecta acústicamente aumenta con la profundidad.
Por este motivo, y teniendo en cuenta que una ecosonda multihaz suministra
información de una gran cantidad de puntos, las trayectorias del barco
durante un estudio batimétrico con ecosonda multihaz deben ser paralelos a
la costa, de modo que la primera franja barrerá las isóbatas más someras, con
una anchura de barrido pequeña, y al aumentar la profundidad y distancia a
la costa irá aumentando progresivamente el ancho de la zona barrida (Fig. 9).

Fig. 9 Trayectoria para una batimetría con ecosonda multihaz.

Las ecosondas multihaz presentan numerosas ventajas sobre las


ecosondas monohaz, si bien tienen también alguno inconvenientes. Entre las
principales ventajas cabe destacar: a) se obtiene cobertura total del fondo con
una gran resolución y capacidad de detección para la zonificación del fondo,
b) al tener información de todo el fondo, el resultado no está condicionado a
una escala de representación, desaparece el concepto de escala, c) al abarcar
grandes áreas, especialmente en zonas profundas, hay un ahorro de líneas de
levantamiento, y d) durante la ejecución de la campaña se tiene visualización

114
Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo

en tiempo real del levantamiento 3D, lo cual ayuda al acercamiento en zonas


peligrosas no exploradas.
Las desventajas de la ecosonda multihaz son fundamentalmente de
carácter técnico: a) es necesaria una instalación compleja del transductor en
la quilla de la embarcación y un calibrado muy preciso, b) se precisa de
personal altamente cualificado, software especifico y un hardware muy
potente para levantamiento y procesado de los datos, y c) por último, el coste
de los equipos es significativamente mayor al de las ecosondas monohaz, si
bien en los últimos años están experimentando un abaratamiento muy
importante.

Corrección del cabeceo, balanceo y otras oscilaciones

Para el cálculo preciso de la medida de la profundidad, tanto en el caso


de ecosondas monohaz como multihaz, es necesario determinar la posición
exacta de la embarcación, es decir, su altitud, latitud, longitud, cabeceo
(pitch), balanceo (roll) y guiñada (yaw) (IHO, 2005). La medición de los
ángulos de cabeceo y balanceo en cada instante es necesaria, ya que
producen errores en la medición de la profundidad cuando la magnitud de los
ángulos es mayor a la mitad del ancho del haz. Las ecosondas de haz ancho
son por norma general inmunes al balanceo y al cabeceo de la embarcación,
pero no ocurre así con los transductores de haz estrecho. El cabeceo y
balanceo del barco están relacionados principalmente con las condiciones del
oleaje. Para corregir el balanceo y cabeceo se emplea un sensor interno de
movimiento o giroscopio, el cual debe localizarse sobre el transductor para
medir el bandeo en el mismo eje vertical.
Por otra parte, la embarcación puede variar su calado, a causa por
ejemplo del consumo de combustible y de agua, o al levantar la proa por un
exceso de velocidad (squat), inclinando el transductor.
Otro efecto a considerar es el asiento del nivel de la embarcación en
movimiento, respecto a su nivel en estado de inmovilidad. Este efecto,
particularmente notable en aguas pocas profundas, es debido a la depresión
regional de la superficie del agua en la que se mueve la embarcación.
Finalmente, el nivel en la superficie del mar que observamos, no es
inmóvil y plano, varía según diversos factores como la marea atmosférica y
meteorológica, el oleaje, el apilamiento por el viento, y las anomalías
positivas o negativas del campo gravitatorio. Estas anomalías hacen
referencia a la variación en la altura del geoide, es decir, la superficie
equipotencial que correspondería al nivel medio del mar en ausencia de los
otros factores citados.
Tradicionalmente, en los estudios batimétricos se situaba un mareógrafo
en la zona de estudio para corregir las mediciones en función del estado de
marea, así como un giroscopio a bordo para corregir dicha oscilación. Sin
115
Métodos en Teledetección Aplicada a la Prevención de Riesgos Naturales en el Litoral

embargo existen otros factores, como ya se ha comentado anteriormente, que


resultaba difícil corregir.
El empleo de DGPS combinado con la ecosonda (monohaz o multihaz)
permite corregir muchos de estos factores, sin por ello poder ignorar la
necesidad de emplear un sensor de movimiento. Para ello, al igual que en los
estudios topográficos, uno de los receptores de GPS, el que actúa como base,
debe estar fijado de nuevo en un punto en tierra de coordenadas
perfectamente conocidas, mientras que el receptor móvil se sitúa en el barco,
preferiblemente en la vertical del transductor, o en caso contrario será
necesario corregir la guiñada (yaw) de la embarcación. El transductor puede
estar fijado en la quilla del barco, o bien, para ecosondas monohaz, instalarse
de forma provisional a babor o estribor de la embarcación, en cuyo caso
conviene colocarlo a suficiente profundidad para evitar que las turbulencias
generadas por el desplazamiento de la embarcación interfieran, produciendo
burbujas que generen error en la medición de las profundidades.
La antena del GPS proporciona, además de la latitud y longitud, la altura
respecto al sistema de referencia elegido (H), por ejemplo el elipsoide
WGS84 o el sistema geodésico de referencia local. Por su parte, el
transductor proporciona información sobre la profundidad del fondo (P). Por
tanto, conocida la altura desde la antena del GPS hasta el transductor (I), es
posible referir la profundidad al sistema geodésico de referencia elegido (Z).
Tal como se deduce de la Fig. 10, la ecuación que relaciona todos estos
parámetros es:
H=I+P+Z o bien Z=H-I-P
Donde I es constante durante la medición, y los valores de H y P los
proporcionan en cada instante el sistema DGPS y la ecosonda
respectivamente. Por tanto, es posible calcular z, para lo cual es necesario el
sistema DGPS y la ecosonda estén perfectamente sincronizados y su
intervalo de muestreo coincida, para lo cual se emplea por ejemplo software
como el HYPACK®, el cual es también muy útil para el planeo de rutas y el
procesado posterior de los datos.

116
Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo

Fig. 10. Configuración espacial durante el estudio combinado con DGPS y


ecosonda.

Esta configuración permite corregir las oscilaciones en cada punto


debidas a la marea, el oleaje, el apilamiento de la superficie del mar por el
viento, el nivel de asiento del barco, etc. Ello se debe a que por ejemplo, al
situarnos sobre la cresta de una ola, la altura registrada por la antena del GPS
respecto al sistema geodésico de referencia y el valor de profundidad
registrado por la ecosonda se incrementan en igual magnitud, y por tanto, al
restar dichos valores según la ecuación mostrada, se compensan y anulan así
el efecto de estas perturbaciones. Este sistema proporciona un rendimiento
de un segundo e incluso de fracciones de segundo, según se configuren los
instrumentos (Almazán et al., 2002).

ESTUDIOS DE EROSIÓN EN LA ZONA SUMERGIDA


MEDIANTE ECOSONDA Y DGPS

El planteamiento inicial es similar a lo ya expuesto para la comparación


de los levantamientos topográficos obtenidos con DGPS para la parte
emergida y sumergida muy somera de la playa, si bien, la metodología de
trabajo difiere en algunos aspectos.
En el caso de comparar sucesivas batimetrías obtenidas con ecosonda
multihaz, dada las ventajas de este tipo de mediciones, y la alta densidad de
datos que se obtienen, es suficiente con hacer coincidir la posición en los
nodos de las mallas a comparar y restar directamente las sucesivas

117
Métodos en Teledetección Aplicada a la Prevención de Riesgos Naturales en el Litoral

batimetrías (balance correlativo) o bien cada una de ellas con respecto a la


primera batimetría multihaz disponible (balance acumulado). Debido a que
se trata de superficies 3D, a partir de ellas es también posible interpolar, sin
perder precisión, los perfiles topográficos que sirvan para caracterizar la
zona sumergida. Sin embargo, debido al elevado coste de cada una de las
campañas de levantamientos batimétricos con ecosonda multihaz, aun resulta
poco factible este tipo de análisis.
En el caso de realizar la serie de levantamientos batimétricos con tan sólo
ecosonda monohaz, se puede obtener por interpolación una superficie del
fondo para cada campaña, y restar entre las sucesivas campañas, pero este
método resulta mucho más impreciso. Para poder comparar con precisión
sucesivas batimetrías obtenidas con ecosonda monohaz sería necesario que
todas ellas se realizaran siguiendo exactamente la misma trayectoria, para
obtener puntos comunes o muy próximos en latitud y longitud, lo cual
resulta en muchos casos complejo debido a las dificultades en la navegación.
Por ello, es necesario obtener una malla muy densa de mediciones con la
ecosonda monohaz, pero realizando transeptos tanto perpendiculares como
paralelos a la costa, en cada campaña, de modo que se logren obtener puntos
coincidentes entre las sucesivas campañas y obtener el balance sedimentario
a partir de la comparación entre estos puntos comunes.
Otra posible alternativa es la combinación de los levantamientos con
ecosonda monohaz con al menos un levantamiento con ecosonda multihaz,
de modo que cada uno de los levantamientos con monohaz se compara con
dicha batimetría obtenida con multihaz. Así, la combinación de los
resultados de estas comparaciones permite entonces obtener la variación
entre las sucesivas campañas.
El estudio de los cambios recientes en la batimetría frente a las Playas de
Maspalomas y El Inglés ha sido realizado con una ecosonda monohaz
sincronizada con un sistema de posicionamiento mediante GPS diferencial.
La combinación de la ecosonda y el GPS diferencial permite eliminar los
efectos de la marea, oleaje y otras perturbaciones al nivel medio del mar y de
este modo es posible obtener la profundidad referida al nivel medio del mar
en Canarias según la REGCAN con una alta resolución.
Las campañas batimétricas han sido realizadas a bordo de una
embarcación tipo zodiac, sobre trayectorias previamente definidas y teniendo
en cuenta las condiciones de la marea para poder aproximarse a la orilla en
los momentos de pleamar. Se han realizado 3 campañas con ecosonda
monohaz (Fig. 11) en los meses de agosto y noviembre de 2007, y en febrero
de 2008.

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Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo
Trayectoria Noviembre 2007

3070000
0 1000 2000 3000 4000

3069000

3068000

3067000

3066000

439000 440000 441000 442000 443000 444000 445000

Fig.11. Estudio batimétrico con GPS diferencial y ecosonda monohaz.

Resulta imposible hacer coincidir exactamente la trayectoria de la


embarcación en estas tres campañas de batimetría monohaz, y por tanto no
es correcto comparar directamente entre ellas.
Se dispone inicialmente una campaña de batimetría multihaz, la cual fue
realizada por la empresa ITAC en enero de 2007. De este modo, la
profundidad medida en cada punto durante cada una de las batimetrías
obtenidas con ecosonda monohaz (transectos lineales) ha sido comparada
con la profundidad en ese mismo punto registrada en la batimetría con
multihaz (barrido de toda la zona) de enero de 2007. el balance sedimentario
a corto plazo se analiza a partir de comparar entre la situación topográfica en
cuatro épocas (febrero’07, agosto’07, noviembre’07 y febrero’08) tanto en la
zona sumergida como en las playas. Los resultados obtenidos por cada uno
de los métodos son perfectamente compatibles, tal como se muestra a
continuación (Fig. 12) en el balance sedimentario anual (07/08) obtenido
para el conjunto de la zona sumergida y las playas. Los colores azules y
verde indican acumulación; el amarillo, rojo y marrón erosión (Fontán et al.,
2008).

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Métodos en Teledetección Aplicada a la Prevención de Riesgos Naturales en el Litoral

3070500

3070000 Balance Sedimentario


Zona sumergida: Febrero 08 - Enero 07
Playa: Febrero 08 - Febrero 07

3069500 0m 500 m 1000 m 1500 m 2000 m

3069000
2m

3068500
1m

3068000
0.5 m

3067500
0m

3067000
-0.5 m

3066500
-1 m

3066000
-2 m
441000 441500 442000 442500 443000 443500 444000 444500 445000
Fig. 12. Balance sedimentario en el conjunto de la zona sumergida y las playas de
Maspalomas y El Inglés durante un ciclo anual 2007/2008.

AGRADECIMIENTOS

Este capítulo es una contribución a la Red Iberoamericana en


Teledetección Aplicada a la Prevención de Riesgos Geológicos Litorales
financiada por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el
Desarrollo.
El ensayo y puesta a punto de las metodologías y resultados
mostrados en este trabajo han sido posibles gracias al proyecto
“Observatorio Dunas” financiado por el Cabildo Insular de Gran Canaria
(España).

REFERENCIAS

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