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El accidente aéreo ocurrido el día 31 de Julio del 2018 es el tema que se va a desarrollar
en este trabajo de investigación que tiene como fin plantear como ocurrieron los hechos y
que tiene como objetivo principal concluir, a título personal, si la decisión del piloto al
mando fue la adecuada o no. Cabe mencionar, que los pilotos habitualmente tienen
muchas tareas que realizar, que comienzan desde la planificación del vuelo hasta después
del aterrizaje. Esta carga de trabajo es compartida normalmente entre el piloto al mando
y el primer oficial. Estos forman el equipo de trabajo antes, en vuelo y después del mismo.
Durante el vuelo la carga de trabajo del equipo varía de menor a mayor y en algunos casos
esta carga se verá aumentada con condiciones meteorológicas desfavorables o, en el peor
de los casos, por un mal funcionamiento de la aeronave que pueda transformarse en una
emergencia. Para finalizar esta parte y continuar con la presentación de este trabajo, es
preciso señalar que la delimitación de información expuesta es debido a los avances que
se vienen realizando en la investigación del accidente ya mencionado hasta el día de
hoy.
DESARROLLO DEL TEMA
El vuelo AM-2431 DGOMEX cubría la ruta entre Durango y Ciudad de México. El avión
despegó del Aeropuerto Internacional Guadalupe Victoria a las 15:08 horas (hora local).
La aeronave, un Embraer 190, de matrícula XA-GAL, tenía una antigüedad de 10
años, era comandado por el piloto Carlos Galván Meyrán; el copiloto Daniel Dardón
Chávez; y las sobrecargos Samantha Hernández Huerta y Brenda Zavala Gómez. El vuelo
2431 salió con retraso de 21 minutos debido a que una tormenta con granizo dificultaba
la salida y hasta las 15:30 horas despegó. Ya en el aire una microrráfaga, precipitó la
caída del avión. Ahí fue cuando los tripulantes hicieron su aparición, a 300 metros de la
pista del Aeropuerto Guadalupe Victoria y entre el miedo de los pasajeros las
sobrecargos Brenda Zavala Gómez y Samantha Hernández Huerta ayudaron a que los 88
adultos y nueve niños lograran salir a tiempo y por su propio pie, aún con el avión en
llamas. Por fortuna, los cuatro tripulantes se encuentran en buen estado, aunque el capitán
resultó con varias lesiones y fue intervenido quirúrgicamente.
Según comentan la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), el avión iba
despegando y hubo una condición en donde el piloto decidió quedarse en la pista. Hay
una diversidad de posibilidades que pueden generar el aborto de despegue como una falla
de motor, un viento arrochado o la falla de otro sistema como el hidráulico o eléctrico.
Los pilotos hicieron todo lo que estaba en sus adiestramientos para efectuar una maniobra
de este tipo con la mayor seguridad posible.
Ramin Parsa, un pastor de origen iraní que vive en Estados Unidos, pasajero
que compartió un clip del momento en que surgieron los problemas para el avión que
llevaba 99 pasajeros y cuatro tripulantes. Había muy mal tiempo ese día, según menciona
el pasajero, el vuelo AM–2431 fue afectado por una ráfaga de aire de acuerdo a lo
indicado por las autoridades, cuando estaba despegando desde el aeropuerto Internacional
Guadalupe Victoria de Durango. El viento hizo que el avión descendiera bruscamente y
tocara tierra con el ala izquierda. Los dos motores de la aeronave se
deprendieron. Después de lo sucedido, los toboganes de evacuación se activaron
correctamente, aseguró el gobernador, facilitando la salida de los pasajeros. Un cuarto de
hora después del accidente llegó las primeras ambulancias y el equipo de bomberos. El
aeropuerto, que permaneció cerrado durante las primeras horas tras el accidente, retomó
su actividad normal durante la noche del martes.
El dictamen definitivo de la autoridad aeronáutica civil podría tardar hasta 10 meses. El
Gobierno mexicano ha creado por su parte una comisión especial para investigar las
causas del accidente, que contará con la participación de la Junta Nacional de Seguridad
del Transporte de Estados Unidos y el fabricante brasileño Embraer.
Las autoridades mexicanas recuperaron este jueves las cajas negras del avión, dos
dispositivos que registran las voces de cabina y los datos técnicos del vuelo y que son
esenciales en las investigaciones de accidentes aéreos, mencionó Luis Gerardo Fonseca,
jefe de la Dirección General de Aeronáutica Civil, organismo responsable de la seguridad
en la aviación mexicana.
CONCLUSIÓN