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CONSEJO DE ESTADO
“ART. 40.- Del contenido del contrato estatal. Las estipulaciones de los
contratos serán las que de acuerdo con las normas civiles,
comerciales y las previstas en esta ley, correspondan a su esencia y
naturaleza.
Las entidades podrán celebrar los contratos y acuerdos que permitan la
autonomía de la voluntad y requieran el cumplimiento de los fines
estatales.
En los contratos que celebren las entidades estatales podrán
incluirse las modalidades, condiciones y, en general, las cláusulas o
estipulaciones que las partes consideren necesarias y
convenientes, siempre que no sean contrarias a la Constitución, la
ley, el orden público y a los principios y finalidades de esta ley y a
los de la buena administración.(…)” (Negrillas fuera de texto)
Así las cosas, puede decirse que lo esencial en una acuerdo de voluntades, es
aquello sin lo cual ese acuerdo deja de serlo para mutar en otro diferente o
simplemente para extinguirse. En otras palabras, si llegaren a desaparecer
elementos esenciales durante la ejecución de un contrato, la consecuencia lógica
sería su terminación, o la necesidad de suscribir otro que regule la nueva situación
fáctica que se presenta, precisamente por el desaparecimiento del elemento
esencial que determinaba la existencia del contrato anterior.
Ahora bien, el Título XII del Libro Cuarto de la misma codificación regula aspectos
relacionados con la interpretación de los contratos, que contemplan diversas
reglas, a saber:
En el mismo título, los artículos 1620, 1621 y 1622, indican, por una parte, que las
cláusulas con vocación de tener un efecto útil prevalezcan frente a las cláusulas
inocuas y por otra, que cuando no aparezca evidente la voluntad de las partes, se
debe preferir la interpretación que esté acorde a la naturaleza del contrato.
Igualmente, que la interpretación se debe apoyar en todas las cláusulas del
contrato para darle el sentido que mejor convenga al cumplimiento del objeto. 1
De otra parte, es bueno recordar que los contratos sean civiles o estatales
conllevan en su ejecución, la aplicación del principio de buena fe, el cual obliga no
sólo al cumplimiento de todas las obligaciones acordadas por las partes, sino que
indica a los contratantes el deber de respetar la naturaleza de la convención
pactada:
1
ART. 1620.—El sentido en que una cláusula puede producir algún efecto, deberá preferirse a
aquel en que no sea capaz de producir efecto alguno.”
ART. 1621.—En aquellos casos en que no apareciere voluntad contraria, deberá estarse a la
interpretación que mejor cuadre con la naturaleza del contrato.
Las cláusulas de uso común se presumen aunque no se expresen.”
ART. 1622.—Las cláusulas de un contrato se interpretarán unas por otras, dándosele a cada una
el sentido que mejor convenga al contrato en su totalidad.
Podrán también interpretarse por las de otro contrato entre las mismas partes y sobre la misma
materia.
O por la aplicación práctica que hayan hecho de ellas ambas partes, o una de las partes con
aprobación de la otra parte.”
“ART. 1603.—Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por
consiguiente obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas
las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o
que por la ley pertenecen a ella.”
Para dar mayor claridad al asunto consultado, la Sala considera necesario realizar
un recuento de los hechos relevantes sobre la ejecución del contrato de
Administración del Hotel El Isleño:
2
Empresa Industrial y Comercial del Estado creada mediante el Decreto 2700 de 1968,
reestructurada por la ley 300 de 1996 y liquidada por orden del Decreto 1671 de 1997.
3
Parágrafo Tercero de la Cláusula Novena del contrato 072 de 1998.
4
Cláusula Sexta del Contrato 072 de 1998.
1. Adición No. 1, del 18 de diciembre de 1998. Con este contrato se adicionó el
Kiosco que se encuentra ubicado en el Paseo Peatonal de la Avenida Colombia
frente al Hotel El Isleño.
4. Otro Sí No. 3, del 14 de enero de 2003. Prorroga la duración del contrato hasta
el 30 de septiembre de 2005.
5
Contrato adicional No. 8 al contrato 072 de 1998.
“CLAUSULA PRIMERA. Prórroga: Mediante el presente contrato
adicional se prorroga la duración del contrato No. 072 de 1998 hasta el
30 de marzo de 2009, para que EL ADMINISTRADOR continúe
utilizando la parte correspondiente de las instalaciones del Hotel El
Isleño como club de playa, quedando bajo su responsabilidad el resto
de bienes muebles e inmuebles que componen el citado establecimiento
hotelero. PARAGRAFO. En el evento en el que las instalaciones del
Hotel El Isleño sean requeridas por EL MINISTERIO, antes del término
aquí pactado, para iniciar la construcción o reconstrucción de dicho
hotel, el administrador se obliga a entregar las instalaciones, dentro de
los diez (10) días siguientes de recibo de la correspondiente
notificación.” (Subrayas fuera de texto)
De otro lado, para que se diera aplicación al numeral 16) de la Cláusula Décimo
Sexta, cláusula sobre la que el Ministerio consultante funda su pregunta, se
requería que las mejoras permanentes a cargo del propietario fueran urgentes ya
sea por el peligro que pudieran haber representado los deterioros o por la imagen
negativa que proyectara el establecimiento, pero siempre y cuando el hotel se
encontrara funcionando como tal, puesto que lo que se pretendía con la
disposición era precisamente no perjudicar su operación. Es decir, que la
demolición total no podía ser autorizada, dado que necesariamente se perdía el
bien objeto de administración y la naturaleza del objeto contractual.
e. Por último, se reitera que como lo que se proyecta por parte del Ministerio es la
demolición total del inmueble y en su reemplazo construir una obra nueva que
consta de doscientas habitaciones y un salón de reuniones con servicios
complementarios, en consideración a lo expuesto, dicho proyecto corresponde a
otra naturaleza contractual diferente a la administración hotelera o al
arrendamiento, por lo que tal posibilidad no podía ser contemplada en el contrato
072 de 1998, ni se incluyó en las adiciones 8 y 9 de 2008.
Así las cosas, la Sala considera que para la ejecución de una obra pública como la
que se pretende construir, el proceso debe adelantarse de acuerdo con la ley 80
de 1993 y las normas que la modifican.
La Sala responde: