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Asma

Es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Esto hace
que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.

Causas
El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando se
presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y su
revestimiento se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas.

En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse
por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.

Los desencadenantes comunes del asma incluyen:

Animales (caspa o pelaje de mascotas)

Ácaros del polvo

Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico o aspirin y otros AINE)

Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)

Químicos en el aire o en los alimento

Infecciones respiratorias, como el resfriado común

Emociones fuertes (estrés)

Humo del tabaco

Las sustancias que se encuentran en algunos lugares de trabajo también pueden desencadenar los
síntomas de asma, lo que lleva al asma ocupacional. Los desencadenantes más comunes son el polvo de
la madera, el polvo de los granos, la caspa animal, los hongos o los químicos.
Síntomas
La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos.
Algunas personas tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la
falta de aliento. Una tos puede ser el síntoma principal.

Los ataques de asma pueden durar de minutos a días. Se pueden volver peligrosos si se
restringe el flujo de aire de manera importante.

Los síntomas del asma incluyen:


-Tos con o sin producción de esputo (flema)

-Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal)

-Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad

-Sibilancias.

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento son:


Controlar la inflamación de las vías respiratorias

Evitar las sustancias que desencadenen los síntomas

Ayudarle a que pueda realizar las actividades normales sin síntomas de asma.

Usted y su médico deben colaborar en equipo para manejar el asma. Siga las instrucciones del
médico con respecto a tomar los medicamentos, eliminar los desencadenantes del asma y
vigilar los síntomas.

Prevención
Los síntomas de asma se pueden reducir evitando los desencadenantes y las sustancias que
irritan las vías respiratorias.

-Cubra las camas con fundas "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del
polvo.

-Use solo detergentes y materiales de limpieza sin fragancia en el hogar.

-Mantenga la casa limpia y conserve los alimentos en recipientes y fuera de los dormitorios.
Esto ayuda a reducir la probabilidad de cucarachas. Las partes del cuerpo de las cucarachas, así
como sus deposiciones pueden desencadenar ataques de asma en algunas personas.

-Si una persona es alérgica a un animal que no se puede sacar de la casa, este debe
mantenerse fuera de la alcoba.
Infarto de miocardio
El infarto de miocardio es una patología que se caracteriza por la muerte de una porción del
músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria.

En las circunstancias en las que se produce la obstrucción el aporte sanguíneo se suprime. Si el


músculo cardiaco carece de oxígeno durante demasiado tiempo, el tejido de esa zona muere y
no se regenera.

Causas
La principal causa del infarto de miocardio es la obstrucción de las arterias coronarias. Para
que el corazón funcione correctamente la sangre debe circular a través de las arterias
coronarias. Sin embargo, estas arterias pueden estrecharse dificultando la circulación.

El infarto de miocardio ocurre cuando un coágulo de sangre (trombosis coronaria) obstruye


una arteria estrechada.

Existen factores que pueden acelerar que las arterias se deterioren y propiciar que se
obstruyan, tal y como señala Lidón, quien destaca el tabaco, el colesterol, la diabetes y la
hipertensión como algunos de los factores de riesgo cardiovascular que obligan al corazón a
trabajar en peores condiciones.

Síntomas
La descripción clásica del infarto es un dolor opresivo en el centro del pecho irradiado
a brazos (sobre todo el izquierdo), cuello y espalda. “Esto es una sensación subjetiva
del paciente. En algunos el dolor a veces se transforma en opresión; en otros, en
malestar”

Los síntomas habituales son:

Dolor torácico intenso y prolongado, que se percibe como una presión intensa y que
puede extenderse a brazos y hombros (sobre todo izquierdos), espalda e incluso
dientes y mandíbula. El dolor se describe como un puño enorme que retuerce el
corazón. Es similar al de la angina de pecho, pero más prolongado y no cesa aunque se
aplique un comprimido de nitroglicerina bajo la lengua.

-Dificultad para respirar.

-Sudoración.

-Palidez.

-Mareos en el diez por ciento de los casos.

-Otros: Pueden aparecer náuseas, vómitos y desfallecimiento.


EPILEPSIA:
La epilepsia no es una enfermedad psiquiátrica ni mental, se trata de un problema físico
causado por un funcionamiento anormal esporádico de un grupo de neuronas.

El término epilepsia deriva del griego epilambaneim, que significa ‘coger por sorpresa’ y se
refiere a un conjunto de enfermedades que se manifiestan por crisis epilépticas causadas por
un problema en el cerebro. Generalmente, una crisis epiléptica se desencadena por un exceso
de actividad eléctrica de un grupo de neuronas (células cerebrales) hiperexcitables y puede
afectar a funciones como el movimiento o el comportamiento, o al nivel de conciencia (la
noción de lo que sucede alrededor de uno).

Las crisis generalmente duran apenas unos segundos o unos minutos, después de los cuales
finaliza y el cerebro vuelve a funcionar con normalidad.

Para padecer epilepsia hay que haber tenido más de una crisis. La epilepsia puede verse
acentuada por varias circunstancias, como cambios hormonales o falta de sueño.

Algunas causas de epilepsia:


-Epilepsias familiares.

-Problemas antes del nacimiento que afectan al crecimiento del cerebro.

-Problemas durante el parto, como lesión cerebral.

-Lesiones de la cabeza, sobre todo por accidentes de coche.

-Tumores cerebrales.

-Infecciones del cerebro, como meningitis o encefalitis.

-Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral.

-Hemorragia cerebral, es decir formación de un coágulo de sangre en el interior del cerebro.


¿Cómo se trata la epilepsia?
El primer paso es acudir al especialista para asegurarse de que el paciente tiene epilepsia antes
de comenzar cualquier tratamiento. El diagnóstico de epilepsia requiere que se hayan sufrido
al menos dos crisis no provocadas. Una vez hecho el diagnóstico es recomendable comenzar el
tratamiento lo antes posible y seguirlo con regularidad.

El tratamiento más común utiliza fármacos antiepilépticos (FAE), que logran controlar las crisis
en aproximadamente el 70-80% de los pacientes. Los medicamentos restauran el equilibrio
químico de las neuronas y atenúan las descargas eléctricas anormales.

Entre un 20-30% de personas no responden al tratamiento farmacológico simple (con un solo


medicamento) y hay que combinar varios fármacos. Aun así algunas epilepsias no responden la
medicación y puede ser necesario recurrir a la cirugía o a la estimulación del nervio vago (ENV)
mediante la implantación de un electrodo bajo la piel del cuello.

Aunque el tratamiento mejora la calidad de vida y la mayoría de los casos logra controlar las
crisis, los pacientes de epilepsia todavía deben hacer frente al estigma social derivado del
desconocimiento de la enfermedad.
Primeros auxilios Envenenamientos:
Primeros auxilios en intoxicaciones o envenenamientos. Un envenenamiento (intoxicación) es
causado por la ingestión, inyección, inhalación o cualquier exposición a una sustancia dañina.
La mayoría de las intoxicaciones ocurren por accidente.

En una emergencia a causa de una intoxicación o envenenamiento, es muy importante la


administración de los primeros auxilios de inmediato antes de que llegue la ayuda médica, ya
que esto puede salvar la vida de la persona.

Causas
Los elementos que pueden causar intoxicación o envenenamiento
comprenden:
-Medicamentos (por ejemplo, una sobredosis de aspirina)

-Detergentes y productos de limpieza de uso doméstico

-Monóxido de carbono (de hornos, motores a gasolina, incendios, calentadores)

-Pinturas (ingestión o inhalación de emanaciones)

-Plantas caseras (ingestión de plantas tóxicas)

-Insecticidas

-Sobredosis de drogas (accidental o intencional)

-Químicos en el lugar de trabajo

-Ciertos alimentos (ver intoxicación alimentaria)

Síntomas
Los síntomas pueden variar de acuerdo con el tóxico, pero pueden abarcar:

Dolor abdominal – labios azulados- Dolor de pecho- Confusión- TOS- Diarrea- Dificultad
respiratoria- Mareos- Visión doble- fiebre- Dolor de cabeza- Palpitaciones cardiacas

Irritabilidad- Pérdida del apetito- Náuseas y vómitos- Convulsiones- Falta de aliento

Pérdida del conocimiento- Mal aliento de olor inusual- Debilidad.


Primeros auxilios:
SE DEBE LLAMAR SIEMPRE AL CENTRO DE CONTROL DE ENVENENAMIENTOS (CENTRO DE
Toxicología) PARA PEDIR Orientación.

Para envenenamiento o intoxicación por ingestión:

-Examinar y vigilar las vías respiratorias, la respiración y la circulación de la víctima. Administrar


respiración boca a boca y RCP, de ser necesario.

-Tratar de asegurarse de que la víctima ciertamente está intoxicada, ya que puede ser difícil
determinarlo. Algunos de los síntomas son aliento con olor a químicos, quemaduras alrededor
de la boca, dificultad para respirar, vómitos u olores inusuales en la víctima. Si es posible, se
debe identificar el veneno o tóxico.

-Provocar el vómito en la víctima únicamente si así lo indica el personal del Centro de Control
de Envenenamientos (centro de toxicología).

-Si la víctima vomita, hay que despejar las vías respiratorias. Para hacerlo, el socorrista debe
envolver los dedos de la mano en un pedazo de tela antes de limpiar la boca y la garganta de la
víctima. Si la persona ha estado enferma debido a la ingestión de parte de una planta, se
recomienda guardar el vómito, lo cual puede ayudarle a los expertos a identificar el tipo de
medicamento que se puede utilizar para neutralizar el tóxico.

-Si la víctima comienza a tener convulsiones, se deben administrar los primeros auxilios en
caso de convulsiones.

-Mantener a la víctima cómoda. Se debe colocar a la persona sobre su lado izquierdo y


permanecer allí mientras se consigue o se espera la ayuda médica.

-Si el tóxico ha salpicado las ropas de la víctima, hay que quitárselas y lavar la piel con agua.

Para envenenamiento o intoxicación por inhalación:

-Pedir ayuda médica de emergencia. Nunca se debe intentar auxiliar a una persona sin antes
notificar a otros.

-Alejar a la víctima del gas, vapores o humo si es seguro hacerlo y abrir las ventanas y puertas
para que salgan el humo o los vapores.

-Respirar aire fresco profundamente varias veces y luego contener la respiración al entrar al
lugar. Se aconseja colocarse un pedazo de tela mojado sobre la nariz y la boca.

-Evitar encender fósforos o utilizar encendedores pues algunos gases pueden hacer
combustión.
-Luego de rescatar a la víctima, se deben examinar sus vías respiratorias, respiración y
circulación. Si es necesario, hay que administrar respiración boca a boca y RCP.

-Si es necesario, se deben administrar primeros auxilios para lesiones en los ojos (emergencias
oftalmológicas) o convulsiones (primeros auxilios en caso de convulsiones).

-Si la víctima vomita, hay que despejar las vías respiratorias. Para hacerlo, el socorrista debe
envolver los dedos de la mano en un pedazo de tela antes de limpiar la boca y la garganta de la
víctima.

-Solicitar asistencia médica, incluso si la víctima parece estar perfectamente bien.

No se debe:
-Administrar sustancias por vía oral a una víctima inconsciente.

-Inducir el vómito a menos que lo indique el personal del Centro de Control de


Envenenamientos (centro de toxicología) o un médico. Un veneno fuerte que produzca
quemaduras en la garganta al entrar también hará daño al salir.

-Intentar neutralizar el veneno con zumo de limón, vinagre ni cualquier otra sustancia, a
menos que lo indique el personal del Centro de Control de Envenenamientos (centro de
toxicología) o un médico.

-Utilizar ningún antídoto “para todo uso”.

-Esperar a que se presenten los síntomas si se sospecha que una persona se intoxicó.

Prevención:
-Estar atento a la presencia de productos tóxicos o venenos dentro y alrededor del hogar. Se
recomienda tomar medidas para proteger a los niños pequeños de sustancias tóxicas,
almacenando todos los medicamentos, productos de limpieza, cosméticos y químicos caseros
fuera del alcance de los niños o en gavetas con picaportes que éstos no puedan abrir.

-Familiarizarse con las plantas en el hogar, jardín y el vecindario y mantener a los niños
informados. Eliminar cualquier planta nociva. Nunca comer bayas, raíces, hongos ni plantas
salvajes a menos que se tenga absoluto conocimiento de lo que se está haciendo.

-Enseñar a los operarios los peligros de las sustancias que contienen venenos o tóxicos. Todos
los productos tóxicos se deben identificar con etiquetas.

-No almacenar sustancias químicas caseras en recipientes para alimentos, ni siquiera si están
etiquetadas. La mayoría de las sustancias no alimenticias son venenosas si se consumen en
grandes dosis.

Si hay preocupación de que los suelos o las aguas cercanas están siendo contaminados por
tóxicos industriales, se debe informar sobre estas inquietudes al departamento de salud
localidad.
DERRAME CEREBRAL:
Un derrame cerebral consiste en la interrupción del flujo de sangre que llega al cerebro debido
a un vaso sanguíneo bloqueado o roto. Esta suspensión de irrigación de sangre en el cerebro
hace que las neuronas no reciban el oxígeno suficiente y empiecen a morir.

Si tenemos en cuenta que el cerebro es el responsable del funcionamiento de todo lo que la


persona hace: andar, pensar, hablar, moverse, y hasta respirar, esta puede terminar con algún
tipo de incapacidad; llegando a causar daños permanentes en el cerebro o incluso la muerte si
dicho derrame cerebral no se detecta a tiempo.

Factores de riesgo inalterables


Estos factores de riesgo son imposibles de controlar o modificar por la persona. Estos son:

-Genética: si existen antecedentes familiares de accidente cerebrovascular esta persona puede


ser más propensa a sufrir uno.

-Edad: las personas de edad más avanzada son más proclives a sufrir un derrame cerebral.

-Sexo: los hombres son generalmente más propensos que las mujeres a sufrir uno de estas
apoplejías.

-Nacer con un corazón más frágil de lo habitual o tener un frecuencia cardíaca alterada.

-Primeros meses tras el embarazo: las mujeres que acaban de dar a luz pueden ser más
propensas a sufrir un derrame tras los primeros meses.

Factores de riesgo controlables:


Sin embargo existen otros elementos que también influyen a la hora de sufrir un incidente
cardiovascular pero que sí se pueden modificar o dominar:

-Inactividad física: ejercitarse físicamente de forma habitual disminuye la probabilidad de


derrame

-Altos niveles de colesterol: la posibilidad de sufrir un derrame cerebral aumenta cuando los
niveles de colesterol en sangre pasan los 240 mg/dL

-Obesidad

-Ansiedad o estrés

-Tabaco

Síntomas:
La mala fama y el temor a los derrames cerebrales viene, además de por las consecuencias que
este puede llegar a tener, porque en muchos casos los síntomas aparecen de manera
repentina, llegando la persona a no percibir ninguno de ellos y por lo tanto no darse cuenta de
que está sufriendo un accidente cerebrovascular.

Los síntomas que habitualmente advierten de un derrame son:


Cefalea intensa sin causa aparente

-Confusión y dificultades en el habla

-Pérdida de visión en uno o ambos ojos

-Adormecimiento o debilidad en el rostro, brazos y piernas (sobre todo a un solo lado del
cuerpo)

-Vértigos, mareos y pérdida de equilibrio o coordinación

Tratamiento:
Como se menciona anteriormente un derrame cerebral requiere de un tratamiento de
emergencia, el cual puede reducir la probabilidad de invalidez e incluso salvarle la vida al
paciente.

La elección del tratamiento dependerá del tipo de accidente cerebrovascular, pero en


cualquiera de los casos la prioridad es restaurar el flujo de sangre cuando sea un derrame
isquémico, y reducir la presión cerebral en caso de que sea hemorrágico.

En el caso de que la causa del derrame sea un coágulo de sangre, y este sea detectado durante
las primeras horas después del comienzo del derrame, al paciente se le administra un fármaco
reductor de coágulos, el cual diluirá el coágulo e impulsará el flujo de sangre en la zona
perjudicada.

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