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Intercambiador de calor

Sección de un intercambiador de calor de tipo haz tubular.

Un intercambiador de calor es un radiador diseñado para transferir calor entre dos


fluidos, o entre la superficie de un sólido y un fluido en movimiento. 1 Son elementos
fundamentales en los sistemas de calefacción, refrigeración, acondicionamiento de
aire, producción de energía y procesamiento químico, además de en aparatos de la
vida cotidiana como calentadores, frigoríficos, calderas, ordenadores, el radiador
del motor de un automóvil, etc.

Tipos de intercambiadores

La clasificación más común de los intercambiadores es atendiendo al grado de


contacto entre los fluidos. Así, se distinguen los siguientes tipos:

 Intercambiadores de contacto directo. Son aquellos en los que el intercambio


de calor se hace por mezcla física de los fluidos. No son muy frecuentes dada
la contaminación que supone para uno o para ambos fluidos. Sin embargo,
hay veces que esto no importa, como en el caso de la torre de refrigeración,
en las que el agua es enfriada por el aire atmosférico en un proceso
combinado de transferencia de masa y de calor.
 Intercambiadores de contacto indirecto. Son aquellos en los que los fluidos
no entran en contacto directo, no se mezclan, sino que están separados por
un tabique sólido, un espacio o incluso un tiempo. El calor se transmite por
convección y conducción a través de la pared separadora. Estos, a su vez,
pueden clasificarse:
o Intercambiadores alternativos. En ellos, ambos fluidos recorren el
mismo espacio de forma alternada, de forma que una superficie recibe
el calor de un fluido caliente, para secuencialmente, transmitírselo a
otro más frío, al contactar con la misma superficie. Existe un cierto
contacto entre ambos fluidos, pero puede suponerse despreciable en
los casos en los que la contaminación no es determinante. Cuando sí
lo es, el uso de estos aparatos es inviable. Son de este tipo, muchos
acumuladores y recuperadores de calor.
o Intercambiadores de superficie. En ellos el proceso de transmisión de
calor está invariablemente relacionado con la superficie de un sólido
que los separa, de modo que no existe la posibilidad de contacto entre
ellos. Son los más utilizados en todo tipo de aplicaciones. Atendiendo
a la forma de la superficie separadora, estos intercambiadores pueden
ser:
o Intercambiadores de placas. Son aquellos en los que la superficie de
separación entre los fluidos es una pared plana. Son relativamente
recientes, pero sus ventajas respecto de los clásicos multitubulares,
están desplazando a estos en la mayoría de las aplicaciones.
o Intercambiadores de tubos. En ellos la separación entre los fluidos es
siempre la pared de un tubo cilíndrico, por cuyo interior circula uno de
ellos, mientras el otro lo hace por el exterior. Si se atiende a la
dirección del flujo de ambos fluidos a través de la superficie, pueden
ser:
o Intercambiadores de flujos cruzados. Cuando las corrientes de los dos
fluidos, forman un ángulo entre sí. Son más utilizados para
intercambios entre un líquido y un gas.
o Intercambiadores de flujos paralelos. Cuando las corrientes de ambos
fluidos discurren paralelas en la misma dirección. Atendiendo al
sentido de circulación, pueden ser:
o Intercambiadores en equicorriente. Si ambas corrientes circulan en la
misma dirección y en el mismo sentido.
o Intercambiadores en contracorriente. Si las dos corrientes siguen la
misma dirección pero sentidos contrarios.

Cálculo de intercambiadores

El intercambiador más simple y en el que mejor se puede apreciar el intercambio en


equicorriente o en contracorriente es el conocido como de «tubo en tubo» o de
«tubos concéntricos», que como su nombre indica, consiste en un tubo dentro de
otro de mayor diámetro y todo ello con una longitud L. Sin embargo, con este tipo
de intercambiador, con potencias no demasiado grandes se requiere una gran
longitud para obtener la superficie de intercambio necesaria, por lo que no es
demasiado utilizado, salvo para muy pequeñas potencias, en lo que se conoce
también como «tuberías de acompañamiento».2 En la elaboración del vino, teniendo
en cuenta las temperaturas a las que se trabaja, normalmente entre 14 y 38 ℃, las
potencias de intercambio no suelen ser elevadas y se utilizan también
intercambiadores concéntricos, construidos en acero inoxidable y de un tamaño
considerable a pesar de la poca potencia.3

Sin duda el intercambiador más utilizado durante muchos años y que ha servido de
referencia en la teoría de intercambiadores, es el intercambiador multitubular o de
«carcasa y tubos».

En los intercambiadores de calor se dan dos tipos de cálculo: el de diseño y el de


comprobación. Los cálculos de comprobación se realizan cuando se tiene el
intercambiador o se conoce su superficie de intercambio, pero es necesario hallar
la cantidad de calor transmitido o las temperaturas finales de los fluidos de trabajo.
En este caso, por sencillez y rapidez, se utiliza el método NUT.

El cálculo para diseño de intercambiadores se describe a continuación y consiste


en hallar las soluciones simultáneas de las ecuaciones del balance de calor y
transmisión de calor, para determinar las dimensiones y formato del aparato.
Distribución de temperatura en intercambiadores

En un intercambiador, las temperaturas de los fluidos se van modificando a medida


que recorren la longitud L del aparato, por lo que en cada punto, existe un coeficiente
de película distinto y por tanto, un coeficiente global de transmisión distinto. Si
representamos en unas coordenadas cartesianas, en el eje de abscisas la longitud
L del intercambiador y en el de ordenadas las temperaturas (t), obtenemos la curva
de distribución de temperaturas a lo largo del intercambiador, que como se ve en la
figura, es una curva logarítmica

En el caso del intercambiador en equicorriente, la temperatura de salida del fluido


frío, no puede alcanzar nunca la temperatura de salida del fluido caliente, puesto
que siempre es necesaria una diferencia de temperaturas para que el intercambio
tenga lugar. Sin embargo, en el intercambiador en contracorriente, el gradiente de
temperaturas que se origina como consecuencia de la forma en que se produce el
intercambio, permite que la temperatura de salida del fluido frío pueda superar la
temperatura de salida del fluido caliente, lo que se traduce a su vez, en mayor
intercambio térmico para la misma superficie de intercambio y por tanto, mayor
rendimiento. En el gráfico se puede observar esta característica.4

Factor de ensuciamiento

En el cálculo anterior, se ha supuesto que las superficies de los intercambiadores


se mantienen limpias, sin embargo, en la práctica es muy frecuente que estas
superficies se encuentren contaminadas debido; a la posible suciedad de los propios
fluidos, a posibles subproductos formados por envejecimiento o por reacciones
químicas entre superficie y fluido, a la corrosión de la superficie o incluso a otros
materiales arrastrados por los fluidos como consecuencia de la circulación de los
mismos por otras partes de la máquina. En cualquier caso, lo que ocurre es que
después de un cierto tiempo de circulación del fluido, acaba por depositarse sobre
la superficie de los tubos una película de impurezas, que actúa como aislante
térmico y disminuye la cantidad de calor intercambiado.

Esto influye en gran manera en el cálculo del coeficiente global de transmisión de


calor, debiendo introducirse en el cálculo una resistencia térmica de ensuciamiento,
conocida como factor de ensuciamiento o factor de incrustación.5 El coeficiente
global de transmisión queda entonces:

En la que es el factor de ensuciamiento cuyo valor vendría dado por el cociente


entre el espesor de la capa de incrustación y la conductividad del material
depositado.6 En la práctica es difícil estimar este valor y se puede fijar a partir de
tablas en las que están tabulados los valores correspondientes a los fluidos más
utilizados. Actualmente, para dar solución a estos problemas y aumentar el
rendimiento, se diseñan los llamados intercambiadores dinámicos de superficie
rascada.

Bibliografía

 William H. McAdams (1964), Transmisión de Calor. Ediciones del Castillo


S.A.
 Frank Kreith & Mark S. Bohn (2001), Principio de Transferencia de calor.
Thomson Editores. ISBN 84-9732-061-1.
 V. Isachenko & V.Osipova & A.Sukomel, Transmisión de calor. Boixerau
Editores. ISBN 84-267-0239-2.

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