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¿Cómo Surge el Lenguaje en el Niño?.

Los planteamientos de Piaget, Vygotski y Maturana


Nolfa Ibáñez S.1

Resumen
El trabajo contrasta el planteamiento de Humberto Maturana con los aspectos básicos de las teorías de
Jean Piaget y L:S: Vygotski sobre el surgimiento del lenguaje. Se discuten las conceptualizaciones propias
de cada teoría con respecto a los fundamentos, factores o circunstancias con los que los autores explican la
constitución del lenguaje en el niño. El propósito de esta contrastación es contribuir a la comprensión de
la nueva visión sobre el lenguaje como generador de realidades que aporta la biología del conocimiento
de H. Maturana, y que permite cambiar la mirada sobre las condiciones de constitución en el niño del
fenómeno que nos hace propiamente humanos, posibilitando una proyección distinta e innovadora al
trabajo pedagógico y psicopedagógico en el área del lenguaje y la comunicación.

Abstract
This paper confronts the theory of Humberto. Maturana on the appearance of language in the early
childhood with those of Jean Piaget and L.S. Vygotski. The central discussion is about the foundations,
elements and circumstances that each author considers in his explanation of the first emergence of language
in the individual. The purpose of this comparison is to make a contribution to the understanding of the
new perspective on language present in Maturana’s theory, which constitutes a new vision of this
phenomenon and allows a different and innovative approach to the psycopedagogic work in the field of
language and communication.
Key words: Languaje, Child, reality.

Las corrientes teóricas explicativas del conoci- municación cuya aparición es independiente del
miento y del aprendizaje que tienen mayor influen- pensamiento.
cia en el ámbito educacional por ser consideradas En Chile, el biólogo y epistemólogo Humberto
fundamentos de la perspectiva constructivista que Maturana R., considerado un constructivista radi-
hoy se propicia, provienen de la psicología: la epis- cal, plantea el fenómeno lingüístico como el resul-
temología genética de Jean Piaget y la teoría del de- tado de una historia de interacciones recurrentes
sarrollo social de los procesos cognitivos de Lev S. posibilitada por un espacio relacional donde lo cen-
Vygotski. Ambos autores, en el marco de sus res- tral es la disposición emocional de aceptación del
pectivas teorías del conocimiento, han desarrolla- otro como un legítimo otro. En su teoría
do una explicación sobre el surgimiento del lenguaje cognoscitiva, la biología del conocimiento,
en el niño, cada uno desde diferentes perspectivas Maturana desarrolla una proposición explicativa
y con distintos énfasis, pero coincidiendo en la con- sobre las condiciones de generación del lenguaje,
cepción de lenguaje como un instrumento de la co- el que se constituiría cuando los participantes en la
1 Prof. Departamento de Educación Diferencial, Facultad de Filosofía y Educación, Univ. Metropolitana de Ciencias de la Educación.

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interacción operan en una clase especial de accio- Para Piaget, la función simbólica se establece con
nes -coordinaciones de acciones consensuales de la representación previa al lenguaje que nace de la
coordinaciones de acciones consensuales- en la cual unión de “significantes” que permiten evocar obje-
surge el observador y con él, el mundo de objetos y tos ausentes relacionándolos con los elementos pre-
relaciones. En esta perspectiva no hay separación sentes. Esta conexión entre significante y significa-
ni independencia entre lenguaje y pensamiento, por do es lo característico de la función simbólica, “... el
lo que uno no puede ser instrumento del otro. símbolo se basa en el simple parecido entre el obje-
El presente trabajo pretende contrastar el plan- to presente que juega el papel de “significante” y el
teamiento de Maturana con los aspectos básicos de objeto ausente “significado”, lo cual implica una
las teoría de Piaget y de Vygotski sobre el lenguaje representación: una situación no dada es evocada
y sobre los fundamentos, factores o circunstancias mentalmente y no sólo anticipada como un todo en
con los que ellos explican su constitución en el niño. función de alguna de sus partes” (Piaget, 1982: 137)
Ésto, con el propósito de contribuir a la compren- Piaget sostiene que antes del lenguaje hay una in-
sión de la nueva visión sobre el lenguaje como ge- teligencia pero no hay pensamiento, distingue la
nerador de realidades que aporta la biología del inteligencia como la coordinación de medios para
conocimiento y que permite cambiar la mirada so- lograr un objetivo que no es accesible de inmediato
bre el fenómeno que nos hace propiamente huma- y que se daría en un proceso de desarrollo equipa-
nos, posibilitando una proyección distinta e rable con el desarrollo orgánico y dependiente de
innovadora al trabajo pedagógico y él. El pensamiento es para él la inteligencia
psicopedagógico en el área del lenguaje y la comu- interiorizada que no se apoya sobre la acción direc-
nicación. ta sino que sobre un simbolismo. La característica
fundamental de la inteligencia previa al lenguaje
sería la búsqueda de un fin, la solución de un pro-
El planteamiento de blema práctico; en suma, la intencionalidad de los
Jean Piaget actos del niño pequeño. En las observaciones reali-
zadas por Piaget con sus hijos para el estudio de la
imitación, registró las conductas de imitación del
Según Piaget, toda adquisición cognoscitiva in-
bebé como “respuestas” de éste a los modelos so-
cluido el lenguaje, es una construcción progresiva a
noros emitidos por el adulto, asignando a esas res-
partir de formas evolutivas de la embriogénesis bio-
puestas un carácter intencionado. (Piaget, J.; 1980,
lógica hasta el pensamiento científico contemporá-
1983). Como conclusión de estos estudios, afirma
neo. Entiende el lenguaje como lenguaje articulado,
que la génesis de la imitación en los dos primeros
socialmente transmitido por educación y asimila su
años “no tiene nada de automática o de involuntaria
constitución a la aparición del lenguaje verbal. Para
( en el sentido de no intencional); por el contrario,
él lenguaje propiamente dicho es “... palabras, fra-
demuestra muy pronto coordinaciones inteligentes,
ses elementales, luego sustantivos y verbos diferen-
tanto en el aprendizaje de los medios que emplea
ciados, y por último frases completas.(Piaget,
cuanto en sus fines mismos” (Piaget, 1982 :17).
1983:34). El lenguaje sería un caso particular de la
función semiótica o simbólica que se constituye en En la perspectiva piagetiana, el lenguaje no es
el curso del segundo año y que en su conjunto (imi- suficiente para explicar el pensamiento, no es con-
tación diferida y simbólica de los gestos, juego sim- dición suficiente, porque las estructuras que lo ca-
bólico, imagen mental, imagen gráfica o dibujo, etc.) racterizan tendrían sus raíces en la acción y los
es la responsable del paso desde las conductas sen- mecanismos sensorio motores propios de estas es-
sorio-motrices hasta el nivel de representación o pen- tructuras serían más profundos que los lingüísticos.
samiento, y no el lenguaje solo (Piaget, J.; Inhelder, La fuente del pensamiento sería la función simbóli-
B; 1982; Piaget, J.; Chomsky, N.; 1983). ca que engloba al sistema de signos verbales y a

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todo sistema de símbolos, y el factor que asegura- no en cuanto datos sensorio-motrices y perceptivos.
ría la transición entre las conductas sensorio Además, el pensamiento tendría una preparación
motrices y las conductas simbólicas o representati- funcional de la cual serían respnsables tanto las co-
vas sería la imitación. Para Piaget, la imitación tie- ordinaciones sensorio-motoras y nerviosas como lo
ne un papel preponderante en la constitución de la que el funcionamiento nervioso ha heredado del
función simbólica que incluye al lenguaje: “... la funcionamiento orgánico en general.
imitación parece constituir un mecanismo esencial Primero el símbolo sería la imagen, la repre-
en la formación de esta función semiótica o simbó- sentación no comunicable, privada, inherente a los
lica, en tanto que la imitación sensorio-motriz cons- mecanismos individuales del pensamiento y por
tituye ya una suerte de representación pero en ac- lo tanto producto de interiorización; después sur-
tos” (Piaget, J.; 1981: 45). “...donde se adquiere el giría el lenguaje como parte de la función simbóli-
lenguaje es sobre todo en un contexto de imitación, ca y como caso separado de la representación de
y este factor imitativo parece constituir un auxiliar alguna cosa por medio de otra cosa, de la imita-
esencial, porque, si el aprendizaje del lenguaje sólo ción diferida (simbolismo gestual) y de la imita-
fuera debido a condicionamientos, debería ser mu- ción interiorizada o imagen mental. Todos apare-
cho más precoz”. (Piaget, J.; 1980:136). Piaget reco- cerían alrededor de los 18 meses y harían posible
noce como posible objeción a su teoría sobre el rol el pensamiento. Piaget no considera al lenguaje
de la imitación, el hecho que los niños observados como un aspecto central en el desarrollo
pudieran atribuir a los sonidos espontáneos y di- cognoscitivo del niño sino más bien como un pro-
versos que se les hacían alguna significación global ducto de él, y afirma que “el lenguaje no transfor-
inherente a esa repetición, pero entonces, dice él, ma el pensamiento sino en la medida en que éste
“toda producción vocal estaría en el mismo caso y se encuentra apto para dejarse transformar”
no se podría caracterizar la imitación por el deseo (Piaget, J.; 1982: 11). Para él, las relaciones del niño
de reproducir los sonidos significativos con exclu- con otros, previas a la adquisición del lenguaje
sión de los otros” (Piaget, J.; 1982 :39). Es evidente propiamente dicho, se limitan a la imitación de
que el autor no concibe siquiera la posibilidad de gestos corporales y a una relación afectiva global
que esta imitación de sonidos no sea intencionada. sin comunicaciones diferenciadas (Piaget, J. 1983).
Piaget hace una distinción entre símbolos y sig- Lo social no sería un factor importante en la apa-
nos, siendo estos últimos los únicos a los que atri- rición de las conductas propias de la etapa senso-
buye un sentido social, puesto que el símbolo que rio motriz , ya que éstas serían producto de la ac-
es la imagen previa al lenguaje la considera estric- ción individual propia de ese estadio del desarro-
tamente individual: “... la imitación representativa llo: “Puede observarse, pues, ya mucho antes del
precede a la imagen y no la sigue, y así el símbolo lenguaje, un juego de las funciones sensorio-
interior es un producto de interiorización y no un motrices que es un juego de puro ejercicio, sin in-
factor nuevo que surge de no se sabe dónde (...) La tervención del pensamiento ni de la vida social, ya
imagen mental sigue siendo de orden privado (...) que no pone en acción más que movimientos y
y no sirve sino para traducir sus experiencias pri- percepciones.” (Piaget, J. 1983:33, la cursiva es
vadas” (Piaget; op. cit.: 97-98); “... el signo supone mía). De este modo, para Piaget el símbolo no es
una relación social - como es claro en el lenguaje o un producto social sino un producto de la inteli-
en el sistema de signos verbales- en tanto que la gencia sensorio motriz, no cree que el símbolo se
motivación (o parecido entre el significante y el sig- deba concebir como un producto social debido al
nificado) característica del símbolo, podría ser el intercambio y a la comunicación intelectual, y su
producto del pensamiento simplemente individual” primer argumento es que “no siempre la palabra
(Piaget; 1981:137-138). Aquí, el pensamiento parti- o el contacto con otro acompañan a la formación
ría de cero en cuanto contenido conceptual, pero de un simbolismo” (Piaget; 1982: 139).

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El lenguaje para este autor es, al igual que toda Si bien Piaget reconoce el papel esencial de lo
adquisición cognoscitiva, una construcción progre- social en la elaboración conceptual y en la apari-
siva que se sustenta en la inteligencia que es pre- ción de los esquemas representativos ligados al
via; y la conducta lingüística, al igual que toda con- lenguaje, lo social no explicaría por sí solo el co-
ducta, es un producto de los procesos de asimila- mienzo de la imagen o del símbolo, ya que él esta-
ción y acomodación con los que él explica el cono- blece este comienzo en la imitación o en los juegos
cimiento: “... toda conducta es una asimilación de imaginativos de los niños al año de edad como
lo dado a esquemas anteriores y toda conducta es producto de interiorización individual. La existen-
al mismo tiempo acomodación de estos esquemas a cia previa de la función simbólica es lo que haría
la situación actual (...) toda conducta tiende a ase- posible las interacciones “pensadas” o conscien-
gurar un equilibrio entre los factores internos y ex- tes entre individuos y la posterior constitución de
ternos o, más generalmente, entre la asimilación y significaciones colectivas por medio de signos so-
la acomodación” (Piaget, J., 1983: 147). El autor ciales. Para este autor, el surgimiento del lenguaje
postula que tanto el crecimiento físico como el in- es independiente del desarrollo de la inteligencia
telectual tienen sus “creodas” (rutas necesarias), y sensorio-motriz y posterior a ella, por lo que no
que la actividad cognoscitiva supone acercarse a tendría intervención alguna en los esquemas de
lo real; es más , afirma que “el conocimiento tiene comportamiento anteriores a la constitución de la
como función esencial captar el medio” (Piaget, función simbólica. Los esquemas operatorios des-
1981: 23), pero que el organismo sólo capta los es- critos por el autor como propios del desarrollo
tímulos hacia los que está sensibilizado, es decir, cognoscitivo del niño, derivarían directamente de
aquellos que asimila activamente a esquemas pre- los esquemas de acción y las estructuras
vios de respuesta. Los estadios que Piaget descri- lógico.matemáticas provendrían de la coordina-
be en el desarrollo intelectual del niño no están ción de las acciones que el niño realiza mucho an-
predeterminados sino son una construcción pro- tes de utilizar lenguaje; por ejemplo, la operación
gresiva, pero reconoce una dirección en estos es- de suma derivaría de la acción de reunir del niño
tadios que él concibe como una tendencia al equi- pequeño, acción en la cual ni el lenguaje ni lo so-
librio o a un estado de perfeccionamiento en el cial intervendrían.
desarrollo; en sus palabras: “todo desarrollo cul- En esta explicación, la acción del niño se hace
mina con un estado de equilibrio relativo, e inclu- social con el lenguaje, es decir, lo social surge con
sive tiende a él en virtud de sus mecanismos el intercambio interindividual que es producto de
autorreguladores” (Piaget, 1981: 78). Piaget no lo que él llama “lenguaje propiamente dicho”. Sólo
establece cómo es que los procesos cognitivos en a partir de la adquisición del lenguaje mediante los
desarrollo se involucran o intervienen en el desa- procesos de asimilación y acomodación y con la in-
rrollo lingüístico. Al respecto, J. Bruner dice: “El tervención de la imitacion, se haría posible el inter-
lenguaje aparece como un síntoma de la cambio interindividual y el niño se vería enfrenta-
semiotización automática de las operaciones do al mundo social. Este sería recién el inicio de la
cognitivas del desarrollo, y no se especifica por qué socialización de la acción.
medios concretos estas operaciones cognitivas no
lingüísticas propician el nacimiento de la capaci-
dad para reconocer y emplear la gramática de pre- El enfoque de Maturana
dicados, o del sistema de marcadores ling. defini-
do-indefinido de la anáfora, o la capacidad de ge- En la perspectiva de la biología del conocimien-
nerar únicamente frases bien formadas, confian- to, el lenguaje es el operar en coordinaciones de
do así, con una fe ciega, en la inevitabilidad del acciones consensuales de coordinaciones de accio-
progreso” (Bruner, J. 1989: 174). nes consensuales. Maturana propone un mecanis-

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mo generativo del cual resulta el lenguaje entendi- que se observa en el desarrollo de una conducta
do de este modo y que puede ser presentado es- es una consecuencia histórica de un proceso de
quemáticamente como sigue: deriva, y no una transformación activa (Maturana,
- En el espacio relacional posibilitado por un fe- H. 1993:223, la cursiva es mía). Si la finalidad se
nómeno biológico: una disposición inicial de entiende como un factor presente en la realiza-
aceptación, una emoción que Maturana llama ción misma de la conducta, entonces el estado
amor y que significa la aceptación del otro junto final tendría que estar de alguna manera siempre
a uno, se hace posible la coordinación de las actuando en dicha realización; para ello, dice
acciones (coordinación conductual) de los par- Maturana, “... como científico, requeriría un me-
ticipantes en la interacción. canismo, y ese mecanismo no está. En la medida
que el organismo es un sistema determinado
- Si la emoción de aceptación permanece y los
estructuralmente ese mecanismo no está, y no hay
participantes en la interacción no se separan,
nada en los procesos de desarrollo en los cuales
se da la recurrencia de esas coordinaciones de
pueda uno decir que el estado final está presente
acciones, permitiendo que se expandan y que
como factor en su realización. No hay mecanis-
puedan hacerse consensuales; es decir, apren-
mos para eso” (op.cit.:235).
didas, de mutuo entendimiento práctico, en el
sentido de que las conductas nuevas que sur- Para Piaget, incluso la imitación vocal que el
gen en esa relación son correspondientes a esa bebé hace antes de los seis meses es una actividad
historia de interacciones y uno entiende que intencionada. Por su parte, Maturana afirma que
no podrían haber surgido con independencia la intención surge en la descripción del observa-
de ella. dor en el lenguaje de lo que ocurre en el lenguaje:
“Intención es una disposición a una acción con cier-
- El lenguaje se constituye cuando el observa-
tas consecuencias, en la cual la visión de las con-
dor puede describir interacciones en las cua-
secuencias es parte del cómo se está en la acción
les los participantes que operan en coordina-
ahora. Si uno no puede ver (mostrar) esa relación,
ciones de acciones consensuales aplican las
no puede hablar de intención” (Maturana, H. 1991
consecuencias de su operar anterior en coordi-
). Maturana define la intención como una reflexión
naciones de acciones consensuales a su
del observador, como una relación que establece
interacción presente; es decir, el lenguaje sur-
el observador entre un estado inicial y uno final,
ge cuando en el fluir de sus interacciones recu-
pero no la admite como una explicación científica
rrentes esas coordinaciones de acciones consen-
causal de la actividad humana, puesto que existe
suales se hacen recursivas; cuando el observa-
determinación estructural y no pueden haber me-
dor puede distinguir coordinaciones de accio-
canismos generativos que expliquen cómo en el
nes consensuales de coordinaciones de accio-
operar del ser humano está presente el estado fi-
nes consensuales.
nal como factor de la realización de la actividad
En relación a la noción de desarrollo, para presente. Considerar la intención como fundamen-
Maturana ésta surge en el contexto de la obser- to del lenguaje significaría que el lenguaje surge
vación, que es un dominio distinto al del operar desde la intencionalidad del niño pequeño, lo que
del organismo. La ontogenia para Maturana, en requeriría dar cuenta de la operacionalidad que
cuanto proceso, no representa el paso de un esta- constituye la intención previa al lenguaje, puesto que
do incompleto a otro más completo o definitivo, el orientar la conducta hacia sus consecuencias,
“sino la manifestación de un sistema que es en que es lo que define las intenciones, presupone
cada instante la unidad en su totalidad” estar ya en el lenguaje . Dicho de otro modo, afir-
(Maturana, H. y Varela, F; 1995:77). En este mis- mar que la intención fundamenta el fenómeno del
mo sentido, y a diferencia de Piaget, Maturana lenguaje implica que la intención es previa a su
sostiene que “la aproximación a un estado final

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surgimiento, por lo que el niño debería tener, de entre las cuales está el lenguaje, del mismo modo
algún modo, la “intención de” como requisito para que lo hace lo que se ha heredado del funcionamien-
operar en el lenguaje. Esto significaría que los fi- to orgánico y nervioso general. Para Maturana, la
nes o metas hacia los cuales se orienta la conducta neurofisiología y la conducta son dominios
existirían ya para el niño de manera parecida a disjuntos que nunca se intersectan, aún cuando tie-
como existen para el adulto, lo que no es posible nen una relación generativa producto de la mutua
fuera del lenguaje (Ibáñez, N. 1998). La atribución contingencia en el curso de sus respectivos cambios;
de intenciones a la conducta del niño las hace el el lenguaje es un fenómeno biológico porque re-
observador como si el niño compartiera con él un sulta del operar de seres humanos, pero el lenguaje
mundo de objetos y relaciones preexistente, por- es una dinámica relacional que no se da en el cuer-
que no considera la posibilidad de que ese mundo po de los participantes sino en el fluir de la rela-
sólo puede surgir en el lenguaje. En la perspectiva ción; el lenguaje “ocurre en el dominio de las coor-
de la biología del conocimiento, la intención no es dinaciones de acciones de los participantes y no en
un rasgo central del lenguaje sino un comentario su fisiología o neurofisiología (...) el lenguaje como
del observador acerca del fluir de las coordina- un tipo especial de operación en coordinaciones de
ciones consensuales recursivas de acciones que acciones, requiere de la neurofisiología de los par-
constituyen el lenguaje, “... los conceptos como ticipantes, pero no es un fenómeno
intencionalidad adquieren su propia pertinencia neurofisiológico” (Maturana, H. 1997: 50). Por otra
como consecuencia del flujo del lenguajear, y no parte, la afirmación de Piaget respecto a que el co-
pueden confundirse con sus fundamentos” nocimiento tiene como principal función captar la
(Maturana, H. 1997:40). realidad, acercarse a lo real, implicaría que él no
En cuanto a la explicación de Piaget sobre cómo considera la determinación estructural del ser vivo,
se logran las adquisiciones cognoscitivas entre las por lo que la construcción progresiva que define
que se encuentra el lenguaje, Maturana piensa que, como una autorregulación en sí misma tendería a
indirectamente, Piaget valida la captación de una ser construcción de algo lo más parecido posible a
realidad externa como parte del mecanismo de lo real, al mundo de objetos físicos o conceptuales
sobrevida del organismo: “...él (Piaget) en la noción que existirían con independencia del observador.
de asimilación, no es claro sobre en qué medida Sin embargo, Piaget sostiene al mismo tiempo que
acepta el determinismo estructural del organismo el organismo sólo capta aquellos estímulos hacia los
como una imposibilidad de captar un mundo ex- cuales está sensibilizado en determinados momen-
terno. Mi impresión es que no lo acepta de esa ma- tos del desarrollo, aquellos que puede asimilar ac-
nera, y que él visualiza los fenómenos de asimila- tivamente a esquemas previos, lo que parece impli-
ción y acomodación como procesos en los cuales car la idea de que lo externo no especifica lo que le
los organismos están orientados a captar realida- pasa al organismo, o, al menos, que lo externo no
des ambientales, y a acercarse a ellas en el proceso siempre especifica lo que le pasa al organismo.
del vivir. Yo pienso distinto” (Maturana, H. Para Maturana, la imposibilidad que tiene el
1993:223). organismo de captar estímulos del medio es un as-
Por una parte, la noción de asimilación de algo pecto central de su teoría, en la cual el autor se hace
externo aparece contradictoria con el planteamien- cargo de la determinación estructural del ser vivo
to de Maturana respecto a la no interacción entre que no puede distinguir entre ilusión y percepción
los dominios de existencia de los seres humanos, el en la experiencia y, en consecuencia, no puede te-
de la neurofisiología y el de la conducta; puesto que ner acceso a una realidad independiente. Según
para Piaget existe datos sensorio-motrices como an- Maturana, lo que le pasa a un ser vivo está siempre
tecedentes del pensamiento que preparan determinado en su estructura y no por el agente
funcionalmente las adquisiciones cognoscitivas, perturbante, por lo que el medio no puede ser ins-

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tructivo. Su proposición explicativa la desarrolla en una conducta de imitación que prepara o antecede
lo que él llama “el camino de la objetividad en pa- la adquisición del lenguaje, ser individual y no so-
réntesis”, como un camino explicativo distinto al cial?; esto no parece posible, si la conducta es siem-
“objetivo” que supone que se puede tener acceso a pre relacional no podría el bebé interactuar
un mundo independiente de lo que hace el obser- recurrentemente con otra persona en un sentido no
vador. Al respecto, Maturana sostiene: “...los obser- social, con independencia si quien realiza la con-
vadores que toman el camino explicativo de la ob- ducta está en el lenguaje o no, puesto que quien
jetividad sin paréntesis no pueden evadir tomar el distingue la realización de tal conducta es siempre
lenguaje como un sistema de comportamiento que un observador (en el lenguaje).
ellos usan para comunicarse entre ellos respecto de
entidades que existen independientemente de lo
que hacen. Aun más, haciendo esto ellos no pue- El planteamiento de
den evadir el supuesto implícito de que ellos tie- L. S. Vygotski
nen la habilidad constitutiva para captar la existen-
cia y las características de tales entidades indepen- Vygotski, a diferencia de Piaget, sostiene que el
dientes, y de simbolizar tanto su existencia como lenguaje es primario con respecto al desarrollo in-
sus características con palabras. O sea, en este ca- telectual del niño. El lenguaje es previo, por lo que
mino explicativo el observador que quiera hablar este desarrollo va de lo social a lo individual, y se
sobre el lenguaje no puede evadir hablar sobre pa- establece en el proceso social que lo posibilita: “el
labras como si éstas fueran símbolos que soportan pensamiento no se expresa simplemente en pala-
entidades independientes sobre las cuales ellos se bras sino que existe a través de ellas.” (Vygotski,
comunican entre sí.” (Maturana, H. 1997: 48). Para L.; 1988:166); “.. el desarrollo del pensamiento está
Maturana el símbolo es secundario al lenguaje, determinado por el lenguaje, es decir, por las he-
porque para operar con símbolos se requiere estar rramientas lingüísticas del pensamiento y la expe-
ya en el lenguaje. El símbolo es una reflexión que riencia socio-cultural del niño (...) El crecimiento
un observador hace sobre relaciones que distingue intelectual del niño depende del dominio de los
en el curso de su operar en el lenguaje: “Los símbo- medios sociales del pensamiento, esto es, del len-
los surgen ... en la recursión de las coordinaciones guaje” (op.cit.: 80). En esta perspectiva, lo esencial
de coordinaciones conductuales como distinciones para la constitución del lenguaje es lo social: “La
no intencionales de clases de objetos (entidades) transición desde el mundo animal hasta el nivel
fuera de la concretitud inmediata del hacer, pero humano significa la aparición de un nuevo princi-
que connotan ese quehacer” (Maturana, H. pio de desarrollo (... ), con la transición al hombre,
1997:130). la forma básica del desarrollo mental pasa a ser la
En relación a lo social, para la biología del cono- adquisición de las experiencias de otros mediante
cimiento siempre que hay seres humanos que la práctica conjunta y el lenguaje” (Luria y
interactúan recurrentemente en un espacio de acep- Yudovich; 1979: 11). Vygotski difiere de Piaget res-
tación, hay un hecho social. Según Piaget, las coor- pecto al carácter fundamental del lenguaje con res-
dinaciones sensorio-motoras y la función simbóli- pecto al desarrollo intelectual, pero coincide con él
ca previa al lenguaje son mecanismos individuales en considerar que el desarrollo ontogenético del
y no sociales; ¿significa ésto que aún cuando el bebé lenguaje y del pensamiento tienen distintas raíces
no esté en interacción con otros igualmente la fun- genéticas y cursan en líneas separadas.
ción simbólica aparecería a la edad aproximada que Vygotski distingue una etapa preintelectual en
establece Piaget?. Si aceptamos con Maturana que el desarrollo del lenguaje y una etapa prelingüística
la conducta es una relación entre el individuo y su en el desarrollo intelectual, estas líneas de desarro-
medio que un observador describe, ¿cómo podría llo serían independientes hasta un cierto punto y

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luego se juntarían: “... en un momento determina- signos convencionales, y esas primeras palabras
do estas líneas se encuentran y entonces el pensa- harían referencia a toda una situación incluyendo
miento se torna verbal y el lenguaje racional.” la acción del niño que las emite; es decir, estarían
(Vygotski; 1988:72). En la perspectiva de este autor, aún ligadas a la acción. A diferencia de Piaget,
el lenguaje surge cuando el niño se refiere al objeto Vygotski critica la atribución de intenciones a la
de la realidad, y esta referencia a lo objetivo es la actividad del niño durante el primer año y medio,
característica del signo (símbolo-palabra) que es un puesto que para él la actividad dirigida a un fin es
estímulo artificial creado por el hombre como me- propia de etapas posteriores y el supuesto de que
dio para dominar la conducta propia o ajena y que toda acción humana es intencional impide o priva
supone la generalización y el significado. Aquí de la posibilidad de determinar cuándo se dan por
haabría lenguaje cuando la palabra representa al primera vez acciones dirigidas a un fin en el niño
objeto en la conciencia, lo que ocurriría gradualmen- pequeño. Para él, “ la intención constituye un pro-
te dado que durante los primeros años la palabra ceso típico de dominio de la propia conducta me-
sería más una propiedad del objeto que un símbolo diante la creación de las siguientes conexiones co-
de éste, y sólo en el proceso de operar con ellas el rrespondientes, (..) La intencionalidad se basa pre-
niño descubriría y consolidaría la función de esas cisamente en crear una acción que se deduce de la
primeras palabras como signos (Vygotski, L.; 1988). exigencia directa de las cosas (op.cit.:291). Vygotski
Según Vygotski, el prelenguaje es la fase del reconoce dos tendencias como raíces del lenguaje
desarrollo del lenguaje que corresponde a las pri- por su proceso evolutivo, la tendencia expresiva y
meras palabras (emisiones) del niño que aún no la comunicativa que devienen en las respectivas
están diferenciadas del contexto situacional y de la funciones, y no admite que exista una tendencia
acción. Esta fase sería independiente del desarrollo intencional, puesto que no habría para ella un pro-
del pensamiento y duraría hasta el año y medio, ceso evolutivo ni factores condicionantes: “... la ten-
período que define como de transición de la vida dencia intencional surge de la nada, carece de his-
natural a la cultural. Para él, sólo hasta los nueve toria, nada la condiciona” (Vygotsky; 1995a: 85).
meses el comportamiento del niño estaría supedi- Para Vygotski, el que sea evidente que en el niño
tado a las posibilidades estructurales de sus órga- pequeño no hay actividad intencionada comprue-
nos al igual que en otros animales, después de esa ba su tesis sobre las líneas de desarrollo
edad se produciría un viraje y lo cultural significa- ontogenético independientes del pensamiento y del
ría la ampliación de esas primeras posibilidades. El lenguaje, puesto que la intención sería propia del
primer año y medio correspondería a lo que él lla- pensamiento: “Es casi imposible atribuir a un niño
ma la etapa prehistórica en relación al lenguaje, de año y medio una conciencia o pensamiento ple-
donde las conductas prelingüísticas del niño no se- namente formado. Cuando el niño grita, lo que
rían diferentes a las de otros animales no humanos, menos puede suponerse es que sabe por experien-
lo que para Vygotski explicaría el que no exista re- cia lo que va a suceder entre el grito y las acciones
cuerdo del primer año de vida; en este período no sucesivas de la gente que lo rodea o que su grito
habría intención, las primeras emisiones verbales pueda compararse con nuestras intencionadas ac-
del niño no serían acción intencionada. Al respec- ciones o comunicaciones cuando hablamos para
to, Vygotski cita la opinión que se remonta a influir sobre la gente. Es indudable, por lo tanto,
Spinoza: “el alma no puede cumplir ninguna inten- que la primera fase del desarrollo del lenguaje in-
ción si no la recuerda” (Vygotski,L.; 1995: 299). Hasta fantil no está relacionada en absoluto con el desa-
el año y medio la palabra tendría la función de in- rrollo del pensamiento infantil; no está relacionada
dicar, que sería la función primaria en el desarrollo con el desarrollo de los procesos intelectuales del
del lenguaje; las primeras palabras iniciarían la niño. (...) el desarrollo del lenguaje transcurre al
sustitución de los gestos indicadores previos por principio independientemente del desarrollo del

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¿Cómo surge el lenguaje en el niño?. Los planteamientos de Piaget, Vygotski y Maturana. Nolfa Ibañez

pensamiento, con la particularidad de que en sus ción psíquica propiamente dicha era antes una rela-
primeras etapas se desarrolla de un modo más o ción social de dos personas. (...) Todas las formas
menos igual tanto en los niños normales como en fundamentales de comunicación verbal del adulto
los profundamente atrasados.” (Vygotski, L.; con el niño se convierten más tarde en funciones psí-
1995:171-172). De este modo, Vygotski descarta la quicas. Podemos formular la ley genética general del
intencionalidad en la actividad del niño pequeño, desarrollo cultural del siguiente modo: toda función
a diferencia de Piaget y de las perspectivas en el desarrollo cultural del niño aparece en escena
lingüísticas, y postula que el sentido del lenguaje dos veces, en dos planos; primero, en el plano social
surge en el desarrollo de la intencionalidad, que “la y después en el psicológico, al principio entre los
orientación hacia un significado concreto procede hombres como categoría interpsíquica y luego en el
de la orientación del signo indicador ( el gesto o la interior del niño como categoría intrapsíquica”
primera palabra) hacia un determinado objeto y, en (Vygotski, L, 1995: 149-150). De este modo, y a dife-
última instancia, de la orientación afectiva hacia el rencia de Piaget, para Vygotski el desarrollo no se
objeto (Vygotski, L.; 1993: 87), por lo que la orienta a la socialización, sino a convertir las relacio-
intencionalidad ligada a la actividad práctica y el nes sociales en funciones psíquicas.
lenguaje, al inicio independientes, se integran en el En cuanto a la imitación, Vygotski sostiene que
curso del desarrollo. ésta no explica el lenguaje, pero la considera un
Según este autor, al comienzo son otras personas proceso complejo que requiere también ser expli-
las que dan un primer sentido a la conducta o gesto cado y que presupone una determinada compren-
del niño, quien relaciona su conducta primero con la sión de la acción del otro. La imitación se encuen-
situación general, luego con el sentido que le ha sido tra también en animales no humanos, pero siem-
atribuido por otros en ese contexto situacional de- pre requeriría una especie de entendimiento prác-
terminado, y sólo entonces su conducta comienza a tico. En relación a la actividad simbólica, Vygotski
tener ese sentido para él en ese contexto, considera que ella tiene una función esencialmente
modificándose la función que la conducta tenía al organizadora que interviene en el proceso del uso
principio. Por ejemplo, el intento del niño de acer- de instrumentos y produce nuevas formas de com-
carse a un objeto llamativo se transforma en una in- portamiento, permitiendo lo que él llama “ el mo-
dicación, en un medio de relación con otra persona, mento más significativo en el curso del desarrollo
luego que los otros le han atribuido un significado y intelectual” que es cuando el lenguaje y la activi-
han actuado en consecuencia. Sólo después el niño dad práctica, dos líneas de desarrollo antes com-
da sentido a su gesto según lo que entendieron los pletamente independientes, convergen. Cuando el
otros, por lo que el niño es el último en dar un senti- lenguaje hace su aparición junto con el empleo de
do a su conducta: “El gesto indicativo empieza a se- los signos y se incorpora a cada acción, ésta se trans-
ñalar por el movimiento lo que comprenden los de- forma y se organiza de modo nuevo. Así, para este
más; tan sólo más tarde se convierte en indicativo autor, tanto en la filogenia como en la ontogenia el
para el propio niño. Cabe decir, por lo tanto, que pensamiento y el lenguaje proceden de raíces
pasamos a ser nosotros mismos a través de otros; esta genéticas independientes y tienen líneas de desa-
regla no se refiere únicamente a la personalidad en rrollo distintas; sin embargo, existe una relación
su conjunto sino a la historia de cada función aislada entre el pensamiento y el lenguaje que cambia du-
(...) Toda función psíquica superior pasa rante el proceso de desarrollo, tanto en cantidad
ineludiblemente por una etapa de desarrollo porque como en calidad, por lo que considera un error no
la función, al principio, es social. Este es el punto tomar en cuenta esta relación en el estudio de los
central de todo el problema de la conducta interna y procesos cognitivos
externa. (...) Toda función psíquica superior fue ex- En esta perspectiva, la utilización de signos por
terna por haber sido social antes que interna; la fun- los niños no puede ser considerada una invención

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o algo transmitido por los adultos, sino más bien vio a su operar en el lenguaje, Maturana piensa que
“algo” que surge de una historia de cambios o trans- eso no es posible y, como ya se ha dicho, su consi-
formaciones cualitativas -aunque Vygotski no ex- deración relativa a que no se puede tener acceso a
plica cuáles serían o cómo se darían-, a partir de lo una realidad objetiva, independiente de lo que el
que originariamente no es una operación con sig- observador hace, es un aspecto central en su teoría.
nos: “Cada una de esas transformaciones propor- Para el caso de la acción del niño pequeño en
ciona las condiciones necesarias para acceder al si- interacción con otros, es el observador de la con-
guiente estadio, siendo a su vez condicionada por ducta del niño quien la describe como conducta lin-
el estadio anterior; de este modo las transformacio- güística porque ve cada elemento conductual como
nes están vinculadas como estadios de un único una palabra que señala un objeto o entidad exis-
proceso, de naturaleza histórica” (Vygotski; tente, es decir, como si la conducta del niño se diera
1995:78). No se encuentran otras referencias respecto en el mismo dominio en que se da su propia con-
a cuáles serían estas transformaciones, pero es cla- ducta (la de quien es observador). Sin embargo, en
ro que se dan en la relación con otros y que en este el operar social del niño pequeño no hay objetos,
proceso las actividades del niño adquieren un sig- pues él lo que hace es moverse en la coordinación
nificado propio en un sistema de conducta social, conductual de la relación propia del grupo social al
de modo que ese significado depende de las for- que pertenece. Los objetos sólo existen cuando el
mas concretas de interacción que el niño tenga en niño opera en el lenguaje, en la recursión de coor-
su medio. dinaciones conductuales consensuales: “En el do-
Vygotski entiende la conducta del niño como minio social humano, y como resultado de las
propia de un sistema de actividad característico en interacciones que tienen lugar entre los miembros
cada etapa del desarrollo normal, que estaría de- de una sociedad humana, hay lenguaje cuando hay
terminado por dos factores: el grado de desarrollo recursividad lingüística; es decir, cuando un obser-
orgánico y el grado de dominio en el uso de instru- vador ve coordinación conductual sobre la coordi-
mentos. Sin embargo, admite al mismo tiempo cier- nación conductual. (...) De esto resultan, por una
ta independencia de lo cultural y lo fisiológico al parte, la producción de un mundo de acciones y
referirse al desarrollo del niño con retraso mental, objetos que sólo tienen existencia y significado en
sordera o ceguera, y a lo que él llama “las vías cola- el dominio social en que surgen, y por otra parte, la
terales del desarrollo cultural”, que serían los me- producción de la autoobservación, que nos lleva a
dios compensatorios ideados por la cultura como distinguirnos como objetos a nosotros mismos y a
el sistema Braille o la lengua de señas. Estos me- nuestras circunstancias, en la reflexión que consti-
dios compensatorios probarían que el desarrollo tuye la autoconciencia como fenómeno que también
cultural de la conducta no está obligatoriamente sólo tiene existencia y sentido en el dominio social.
relacionado con una u otra función orgánica y que (Maturana, H. 1995: 12).
sería independiente de uno u otro aparato fisioló- Al contrastar lo postulado por Vygotski y por
gico (Vygotski, L.; 1995), Maturana, hay al menos dos aspectos en los cuales
ambos autores parecen acercarse; el primero se re-
fiere a lo que Vygotski llama el desarrollo social de
El enfoque de Maturana los procesos cognitivos, en el sentido que este de-
sarrollo sería dependiente de la cultura, de las con-
La postura de Maturana respecto a la diciones concretas de vida de la persona. Vygotski
intencionalidad del niño que aún no opera en el len- sostiene que los procesos cognitivos, y por lo tanto
guaje se discutió ya más arriba. En cuanto a la refe- el conocimiento y la comprensión del mundo, se
rencia que el niño haría a objetos externos indepen- desarrollan según las condiciones concretas y las
dientes de los participantes en la interacción, pre- formas de interacción social en que se viva, por lo

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¿Cómo surge el lenguaje en el niño?. Los planteamientos de Piaget, Vygotski y Maturana. Nolfa Ibañez

que estos procesos cambiarían cuando las circuns- y percepción en la experiencia por lo que no puede
tancias histórico-sociales cambian. El segundo de hacer referencia a un mundo objetivo independiente
estos aspectos se refiere a la descripción que de él, de sus habilidades como observador. Según
Vygotski hace de la actividad pre-lingüística no in- la biología del conocimiento, tanto la filogénesis
tencionada del niño, sosteniendo que en la genera- como la ontogénesis son procesos de deriva natural,
ción del lenguaje se dan transformaciones cualita- sistémicos y epigenéticos, donde el curso que siguen
tivas de “algo” que no es operaciones con signos los cambios del organismo se constituye momento
pero que deriva en ellas en un proceso histórico en a momento en el encuentro del sistema con sus cir-
el cual surge el lenguaje y donde el sentido de la cunstancias, sin que exista presión o fuerza de al-
propia conducta del niño es atribuido primero por guna naturaleza que les de una dirección o finali-
los otros, siendo sólo a partir de tal atribución que dad determinada (Maturana H.; 1989, 1990a; 1995)
el niño otorga sentido a su conducta.
El primer aspecto mencionado que implica la
modificabilidad de los procesos cognitivos, hace
Conclusiones en el marco de la bio-
pensar en la concepción de aprendizaje como “de- logía del conocimiento
riva ontogénica” de Maturana, quien sostiene que
el curso de esta deriva se configura en cada instan- Las teorías de Piaget y Vygotski sobre el lenguaje
te según la contingencia de sus interacciones con el suponen un desarrollo separado e independiente,
medio (Maturana, H. 1982). El segundo aspecto que al principio, del pensamiento y del lenguaje, y este
implica la recurrencia de interacciones y el enten- último es concebido como un instrumento del pen-
dimiento práctico en el proceso de generación del samiento que permite la comunicación. Para Piaget,
lenguaje, hace pensar en la explicación de Maturana el lenguaje se construye progresivamente a partir
respecto al desarrollo de las coordinaciones de la inteligencia individual como toda adquisición
conductuales consensuales. Sin embargo, esta si- cognoscitiva, y su constitución permite recién el
militud es solo aparente, puesto que existe una con- intercambio interindividual y el comienzo de la vida
tradicción en el punto de partida de ambas explica- social del niño. Para Vygotski en cambio, el lengua-
ciones: la concepción del fenómeno lingüístico. Para je se origina en la vida social, a partir de la cual se
Vygotski, el pensamiento y el lenguaje son dos co- hace posible la reorganización de los procesos
sas distintas, independientes en su génesis y en su cognitivos del niño y su desarrollo intelectual. Si
desarrollo, pero dependientes de un proceso evo- bien estas explicaciones sobre el surgimiento del
lutivo que los condiciona. El lenguaje es un instru- lenguaje en el niño tienen diferencias importantes,
mento del pensamiento que permite reflejar la rea- en ambas el lenguaje es concebido como instrumen-
lidad, y lo que define o caracteriza al símbolo (sig- to del pensamiento que sirve para comunicarse con
no-palabra) es, precisamente, su referencia a lo ob- otros sobre objetos que están en el mundo, y las
jetivo. Para Maturana en cambio, el lenguaje es una primeras palabras o emisiones significativas del
dinámica relacional, no un instrumento; en el ca- niño son entendidas como la simbolización de algo
mino explicativo de la objetividad en paréntesis el externo que existe con independencia de los parti-
lenguaje es una distinción que el observador hace cipantes en la interacción y que preexiste a su ope-
del modo de fluir en las relaciones que se dan en rar en el lenguaje.
las interacciones de dos o más personas, sólo cuan- Para Piaget, la intencionalidad de los actos del niño
do el lenguaje ocurre surge el observador que, como pequeño es un elemento central en la imitación que
todo ser vivo, está determinado estructuralmente prepara la adquisición del lenguaje articulado, social-
por lo que su propia dinámica estructural es la que mente transmitido por educación, y no considera la
define cuáles son las perturbaciones que acepta en importancia del contexto situacional y de la relación
cada momento, y no puede distinguir entre ilusión afectiva en la interacción puesto que para él lo social

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sólo ocurre a partir de la adquisición del lenguaje. ocurre, cuando ciertas contingencias históricas ocu-
Piaget no explica el surgimiento del lenguaje porque rren” (Maturana, H. 1997:52). En esta perspectiva
no propone un mecanismo generativo para él, sino no hay separación entre lenguaje y pensamiento;
que lo engloba en las adquisiciones cognoscitivas que no puede haberla, puesto que la única forma de
son posibles gracias a la inteligencia que es previa. En conocer un mundo es generándolo en el lenguaje
esta perspectiva, la actividad lingüística se funda en que es un modo de convivencia, una dinámica
supuestos explicativos de la actividad interna del niño relacional. Para Piaget y Vygotski el lenguaje es un
-intenciones, pensamiento,etc.-, en relación con su instrumento del pensamiento humano, para
actividad externa o conducta, la que sería resultado Maturana el observador surge en el lenguaje; el len-
de la primera. guaje es lo que nos hace humanos y, por lo tanto, en
Vygotski, por su parte, descarta el elemento in- su visión sólo somos en el lenguaje.
tencional en el niño pequeño y esta consideración Según Maturana, el lenguaje se funda en la emo-
comprueba para él la independencia de las líneas ción de aceptación del otro que es propia de nues-
de desarrollo filogenético y ontogenético del len- tra biología y que él llama “amor”. El amor es la
guaje y del pensamiento. El autor reconoce que las emoción fundamental que hizo posible la historia
primeras emisiones verbales inteligibles hacen re- evolutiva a la que pertenecemos; es decir, es la emo-
ferencia a toda una situación incluida la actividad ción que permitió el vivir en espacios de acepta-
del propio niño y propone que la utilización de sig- ción mutua donde se pudo dar la recurrencia de las
nos deviene de algo que ocurre en las interacciones interacciones, en el fluir de las cuales surgieron las
recurrentes del niño y el adulto que no es opera- coordinaciones conductuales consensuales y pudie-
ción con signos, pero al sostener que el análisis ron estas coordinaciones hacerse recursivas y de-
genético del lenguaje debe explicar la transición terminar un modo de vivir que se conserva. Del
desde el nivel en el que el niño utiliza la función mismo modo que debió ocurrir en el origen del len-
indicativa hasta el nivel en que aparece la función guaje, sólo en el espacio relacional en el cual el amor
simbólica, aborda esta cuestión principalmente tiene presencia se puede dar al comienzo, en el niño,
desde la perspectiva del desarrollo del significado la recurrencia de las interacciones que permite la
de las palabras o conceptos, (Wertsch, J. 1988), por expansión de las coordinaciones de acción y su
lo que su análisis se centra principalmente en el len- transformación en coordinaciones de acciones con-
guaje ya constituido y no en sus condiciones de ge- sensuales, las que al ser recursivas constituyen len-
neración (Ibáñez, N. 1999). guaje. (Maturana, H.; 1988; 1989; 1992a, 1995).
Para la biología del conocimiento de Humberto De este modo, en la perspectiva de la biología
Maturana, el interés no está en la descripción del del conocimiento el mundo surge en el lenguaje,
lenguaje como un fenómeno dado sino en explicar no preexiste a él. Cuando un objeto físico, relacional
sus condiciones de generación: “La explicación cien- o de cualquier índole se constituye para el niño, es
tífica del lenguaje como un fenómeno biológico con- el producto de una historia de coordinaciones de
siste en la proposición de un mecanismo generativo acciones que va configurando o construyendo ese
que produzca las dinámicas de interacciones y co- objeto como tal para ese niño, según sea esa histo-
ordinaciones de acciones que un observador dis- ria. Aquí, el lenguaje no es sólo la posibilidad que
tingue como lenguajear. Tal explicación debe mos- tenemos de hacer referencia a una realidad, es so-
trar como el lenguaje surge en las interacciones de bre todo lo que genera realidad e involucra mucho
los sistemas vivientes como sistemas determinados más que la actividad verbal. Los objetos (entidades)
estructuralmente, y cómo constituye, en cuanto sólo surgen en el lenguaje, es decir, en el flujo del
dominio de coordinaciones de acciones, un domi- operar en coordinaciones de acciones consensuales
nio fenoménico en el cual todo lo que hacemos en recursivas. Antes del lenguaje no hay objetos, no
el lenguaje en la práctica del vivir puede ocurrir, y hay símbolos, no hay intencionalidad.

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¿Cómo surge el lenguaje en el niño?. Los planteamientos de Piaget, Vygotski y Maturana. Nolfa Ibañez

Implicancias educativas “silla“ surge. Por ejemplo, sentarse o subirse; donde


el sentarse o el subirse no está separado de todo lo
que le da sentido, lo que tiene presencia en esas co-
Aceptar la concepción de lenguaje como coor-
ordinaciones de acciones consensuales y que
dinaciones de acciones consensuales de coordina-
Maturana llama “coherencias operacionales”, como
ciones de acciones consensuales en la objetividad
sería el espacio de movimiento del niño, la
en paréntesis, implica hacerse cargo de que lo que
corporalidad de los participantes en la interacción,
se distingue tiene que ver con uno como observa-
el espacio emocional en que esta interacción ocurre,
dor y que, por lo tanto, todo lo distinguido es cons-
la actitud de la madre, lo que pasa antes y después,
tituido en esa distinción porque no puede haber
el agrado (o desagrado) que se sienta, etc., etc.. En
acceso a una realidad ”objetiva”. No se niega la exis-
este ejemplo, parece simple concluir que no debe
tencia de una realidad, pero no existe un mecanis-
haber diferencias importantes en cómo se constitu-
mo mediante el cual se pueda tener acceso a ella
ye el objeto “silla” y su ámbito de coherencias
como algo independiente de lo que somos-hacemos.
operacionales para los niños de culturas similares,
El operar como observadores surge en el momento
pero lo interesante es hacerse cargo que del mismo
en que surge el lenguaje, el aprendizaje del mundo
modo surgirá para el niño o niña el “yo y el otro”, lo
se configura con las distinciones que hacemos en el
“mío y lo tuyo”, lo “bueno y lo malo”, lo “deseable y
lenguaje en interacción con otros en un medio par-
lo indeseable”, lo “inteligente y lo tonto”, lo “her-
ticular, en lo que Maturana llama una co-deriva, en
moso y lo feo”, y … todo el resto del mundo.
la cual los cambios estructurales de las personas que
interactúan recurrentemente siguen un curso con- La existencia depende de lo que el observador
tingente a esas interacciones, por lo que nuestro hace, el observador trae a la mano lo que distingue:
mundo puede cambiar al cambiar el curso de nues- “... la unidad distinguida existe en el acto de traerla
tras interaccciones. Esto es siempre posible y cons- a la mano, pero existe en la contrapartida de un
tituye un aspecto particularmente importante en la ámbito de coherencias en la cual tiene sentido y que
proyección pedagógica de esta visión del lenguaje. se trae a la mano al hacer la distinción de la uni-
dad” (Maturana, H.; 1992a:34). En esta concepción
En nuestra cultura “objetiva”, el interés de los
del lenguaje, las palabras son distinciones de coor-
padres y maestros respecto al aprendizaje del len-
dinaciones de acciones consensuales en el flujo de
guaje de los niños se focaliza en que ellos aprendan
coordinaciones de acciones consensuales, por lo que
las palabras que designan los objetos (entidades) y
las palabras no revelan el objeto sino ocultan las coor-
sus características o propiedades, sin mayor preocu-
dinaciones de acciones que distinguen.
pación por el modo en que ese objeto será construi-
do porque se parte del supuesto que ese objeto está Padres y profesores sabemos que, de algún
allí con independencia del observador. En esta nue- modo, nuestras interacciones recurrentes con los
va mirada, el interés se traslada a las coordinaciones niños y niñas configuran el sentido del mundo en
de acciones recurrentes cuyo desarrollo permitirá esa que viven, pero al creer que este mundo preexiste a
construcción. Es decir, se traslada al modo en que se su distinción nos esforzamos en dar la designación
va dando la historia de las coordinaciones de accio- exacta o la explicación correcta de las cosas “como
nes, que es desde dónde surgirá el objeto (físico o son”. Al entender ahora que esto no es así, necesi-
relacional) cuando haya recursividad en las coordi- tamos hacernos cargo de que la generación de ese
naciones de acciones consensuales en las que el niño mundo depende de nuestro actuar, del flujo de las
o niña participa con uno. Así, la silla surgirá como coordinaciones de acciones consensuales en las que
objeto “silla” particular según haya sido la historia operamos en nuestro convivir con los niños y ni-
de interacciones recurrentes que ese niño o niña tuvo ñas, y que un cambio en el curso que sigue ese flujo
en relación con lo que puede estar implicado en las posibilita siempre un cambio en las distinciones que
coordinaciones de acciones consensuales donde la ellos y nosotros podamos hacer.

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile, Vol. VIII, Nº 1, 1999

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