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Paternidad y filiación.

Concepto de paternidad.
Se define a la paternidad como “la relación que existe entre el padre (entendiendo
a tal como el progenitor masculino) y sus hijos. Normalmente nos referimos en este
concepto a hijos biológicos.

“La paternidad alude a la relación biológica que une a una persona de sexo
masculino con su descendencia directa, salvo el caso de paternidad por adopción
que une a padre e hijo por elección”. Por otra parte, “la paternidad forma parte de la
institución jurídica de la filiación, es decir, del vínculo natural o jurídico que une a los
descendientes con sus progenitores, en efecto, puede derivar dicha relación de la
naturaleza (generación) o de la filiación de la ley (adopción).” También, la paternidad
puede ser definida así: “es la relación real o supuesta del padre con el
descendiente”.

De igual manera, la paternidad “es el hecho biológico de la procreación de donde


se derivan las series de deberes, obligaciones, facultades y derechos entre el padre
y el hijo, de ahí la importancia de su determinación.”

Concepto de filiación.
La filiación forma parte de la relación paterno-filial junto con los conceptos de
paternidad y maternidad al pertenecer todos ellos a un mismo vínculo jurídico, en
donde por un lado están los progenitores y por ello se llama paternidad o
maternidad, expresando la relación de éstos dentro del núcleo familiar y por el otro
lado están los descendientes cuyo vínculo dentro de la familia se designa con el
término filiación. Seguidamente la filiación como concepto jurídico se define: “La
filiación puede ser vista de dos perspectivas exclusivamente: la primera como una
relación jurídica entre un padre y su hijo, o una madre y su hijo, por lo que siempre
es bilateral; y como estado civil, es decir, como una especial posición de una
persona en relación con su sociedad, tipificada normativamente”.
También la filiación es “el vínculo jurídico que existe entre dos personas de las
cuales una es el padre o la madre de la otra, si la relación se complementa de la
madre al hijo se llama filiación materna por el contrario si se complementa del padre
al hijo se llama paterna, la filiación es el punto de partida del parentesco; en cuanto
a la filiación materna el parto permite conocer con certeza la relación biológica entre
la madre y el hijo que ha dado a luz, en el caso de la filiación paterna sólo puede
ser conocida a través de las presunciones, en caso de disputa, una vez que ha
quedado probada la maternidad, una serie de circunstancias de tiempo y lugar nos
permite inferir que el hombre ha engendrado a aquella persona cuya filiación se
trata de establecer.” Otro concepto de filiación es: “la filiación es el vínculo jurídico
que existe entre dos personas donde una es descendiente de la otra”. Por otra parte,
“la filiación jurídica debe entenderse en su sentido amplio, la relación creada entre
los progenitores, padre y madre, y sus descendientes, hijos, que forman el núcleo
social primario de la familia, a quienes la ley atribuye derechos, deberes y
obligaciones.” Además, la filiación también es definida desde el punto de vista
bilógico: “La filiación es el vínculo que crea el parentesco consanguíneo en línea
recta en primer grado y por lo tanto, constituye la forma más cercana de parentesco”.

De igual manera, un diverso concepto es: “la filiación biológica se refiere al hecho
natural causado por la reproducción humana; en este contexto todo humano tiene
una filiación, ya que toda persona es hijo de alguien”. Por otra parte, “la filiación
biológica es diferente a la filiación legal, pues la primera deriva del hecho natural de
la procreación, mientras la segunda se desprende del vínculo jurídico que liga a
quienes ante la ley son padres y madres e hijos o hijas. Entonces la filiación natural
siempre va existir, porque necesariamente todos los seres humanos somos el
resultado de la unión sexual entre un hombre y una mujer, aun cuando éstos fuesen
desconocidos.” Por lo que, “la filiación es la relación que se da entre los padres e
hijos”. Por lo que, la filiación es básica en las sociedades organizadas por
parentesco, en la medida que permite a los miembros de una sociedad reconocer
la pertenencia de una persona a un determinado segmento social, ya que, la
finalidad de esta es permitirles a las personas conocer su verdadera procedencia
biológica.
Antecedentes Jurídicos.
La filiación jurídicamente se ha clasificado en tres tipos: A) Legitima. B) Natural. C)
Adopción.

A) Es el vínculo que supone que el padre y la madre son casados y que el hijo que
tienen fue concebido durante el matrimonio, aunque puede darse el caso de que
sea concebido antes del matrimonio, siempre y cuando que el nacimiento haya
ocurrido durante el matrimonio. El momento de la concepción es determinante para
la existencia de la filiación entre los tres sujetos antes mencionados. El matrimonio
atribuye de pleno derecho al hombre los hijos de la esposa.

La presunción de paternidad que se establece es una obligación y un derecho del


padre y parte de un principio general: un hijo concebido de matrimonio. Para poder
determinar si el hijo fue concebido durante el matrimonio es necesario aplicar la
presunción legal de duración del embarazo: se presume concebido durante el
matrimonio aquel ser humano que nace cuando menos a los 180 días contados a
partir del matrimonio, o bien, aquel que nace cuando más a los 300 días después
de la disolución de la unión. Esta presunción no se admite prueba en contrario.
Salvo aquella prueba en la que el marido demuestra que físicamente fue imposible
2 tener acceso carnal con su mujer o en los primeros 120 días de los 200 días que
han precedido al nacimiento. Una forma de prueba de la filiación legítima es con la
partida de su nacimiento o con el acta de matrimonio de los padres. A falta de actas
o si éstas fuesen defectuosas, incompletas o falsas, se probará la filiación con la
posesión constante de estado de hijo nacido de matrimonio, en su defecto la filiación
se puede probar por todos los medios de prueba que la ley permite, incluso el
examen de ADN.

La paternidad y la maternidad pueden probarse por cualquiera de los medios


ordinarios. Si se propusiera cualquier prueba biológica o proveniente del avance de
los conocimientos científicos y el presunto progenitor se negará a proporcionar la
muestra necesaria, se presumirá, salvo prueba en contrario, que es la madre o el
padre. Se presumen hijos de los cónyuges, salvo prueba en contrario: I. Los hijos
nacidos dentro de matrimonio; y II. Los hijos nacidos dentro de los trescientos días
siguientes a la disolución del matrimonio, ya provenga ésta de nulidad del mismo,
de muerte del marido o de divorcio, siempre y cuando no haya contraído nuevo
matrimonio la cónyuge.
Este término se contará, en los casos de divorcio o nulidad, desde que de hecho
quedaron separados los cónyuges por orden judicial.3 “Contra la presunción a que
se refiere el artículo anterior, se admitirán como pruebas las de haber sido
físicamente imposible al cónyuge varón haber tenido relaciones sexuales con su
cónyuge, durante los primeros ciento veinte días de los trescientos que han
precedido al nacimiento, así como aquellas que el avance de los conocimientos
científicos pudiere ofrecer.”

B) Este tipo de filiación presupone que no hay un vínculo matrimonial entre el padre
y la madre, por lo que el hijo nace fuera de matrimonio y la filiación se da
exclusivamente respecto de la madre por el hecho del nacimiento. Respecto del
padre se establece la posibilidad de que haya un reconocimiento voluntario o por
sentencia judicial que declare la paternidad, previo juicio seguido ante los tribunales
familiares. No basta el dicho de la madre para excluir de la paternidad al padre.
Mientras que éste viva, únicamente él podrá reclamar contra la filiación del hijo. La
acción que compete al hijo para reclamar su filiación es imprescriptible para él y sus
descendientes. Los demás herederos del hijo podrán intentar la acción de que trata
el artículo 347 del Código Civil del Distrito Federal: Si el hijo ha muerto antes de
cumplir veintidós años. Si el hijo presentó, antes de cumplir los veintidós años,
incapacidad de ejercicio y murió después en el mismo estado. La filiación también
se establece por el reconocimiento de padre, madre o ambos o por una sentencia
ejecutoriada que la así lo declare. Pueden reconocer a sus hijos los que tengan la
edad exigida para contraer matrimonio.

El menor de edad no puede reconocer a un hijo sin el consentimiento del que o de


los que ejerzan sobre él la patria potestad, o de la persona bajo cuya tutela se
encuentre, o a falta de ésta, sin la autorización judicial. El reconocimiento hecho por
un menor es anulable si prueba que sufrió error o engaño al hacerlo, pudiendo
intentar la acción hasta cuatro años después de la mayor edad. El reconocimiento
no es revocable por el que lo hizo, y si se ha hecho en testamento, cuando éste se
revoque, no se tiene por revocado el reconocimiento. El reconocimiento de un hijo
deberá hacerse por alguno de los modos siguientes: I. En la partida de nacimiento,
ante el Juez del Registro Civil; II. Por acta especial ante el mismo Juez; III. Por
escritura pública; IV. Por testamento; V. Por confesión judicial directa y expresa.
El reconocimiento practicado de manera diferente a las enumeradas no producirá
ningún efecto; pero podrá ser utilizado como indicio en un juicio de investigación de
paternidad o maternidad.
C) Esta filiación es de naturaleza ficticia y por ende no es biológica, que es lo que
marca la diferencia con los tipos de filiaciones precedentes, ya que es creada por
un acto de voluntad del adoptante y del adoptado. En el Derecho Familiar es
conocida como adopción simple, en contraste con la adopción plena que tiene
efectos absolutos: una asimilación total a la filiación legítima. “La declaración de
nulidad de matrimonio, haya habido buena o mala fe en los cónyuges al celebrarlo,
no afectará la filiación de los hijos.

Consideraciones generales.

Que las gestaciones sean planificadas para que ocurran en el momento deseado
por la pareja. Decisión que debe partir de la pareja, previo conocimiento y educación
de la misma (labor no siempre sencilla), para evitar imposiciones que pueden
incluso ser de orden político.

Que los padres tengan conciencia que el procrear un ser humano implica no sólo
un compromiso y deber reciproco entre la pareja, sino también ante el hijo, la familia
y la sociedad. No sólo es la decisión de dos para sí; sino que afectará a la totalidad
de la familia, influirá en forma acertada o no en la sociedad, ya que la familia no es
una isla en la sociedad, sino que es la célula básica de la sociedad.

Que los padres no deben procurar solamente brindar adecuada vivienda,


alimentación, educación, salud y vestimenta a sus hijos, sino, además, tienen la
responsabilidad de brindarles amor, amistad, tiempo y protección. Esto último
representa el aspecto más importante de la PR, sobre todo en nuestro país, donde
la mayoría de la población vive en la pobreza y todo su tiempo está orientado a
conseguir recursos económicos para alimentación, vivienda, educación.; "no hay
tiempo" para estar con los hijos y, por lo tanto, no hay oportunidad de brindarles
amor, amistad y protección. Al final, son hijos de nadie. En Salud Reproductiva
decimos: Padres Saludables, hijos saludables". Resulta difícil aplicar esta
afirmación, cuando no hay salud sicológica, social y espiritual.
Desconocimiento de paternidad.

DESCONOCIMIENTO DE LA PATERNIDAD, ACCIÓN. PUEDE INTENTARSE


POR TODO VARÓN QUE ESTIME NO SER EL PADRE BIOLÓGICO DE UN HIJO
NACIDO DENTRO O FUERA DE MATRIMONIO. Si bien es cierto que el artículo
330 del Código Civil para el Distrito Federal, que dispone que "En todos los casos
en que el cónyuge varón impugne la paternidad, debe deducir la acción dentro de
sesenta días contados desde que tuvo conocimiento del nacimiento.", tal precepto
se encuentra dentro del título "De la filiación", referido a hijos procreados dentro del
matrimonio y nacidos dentro de los trescientos días siguientes a la disolución del
mismo (artículo 324 del Código Civil para el Distrito Federal); también lo es, que la
intención del legislador en la reforma al citado artículo de fecha veinticinco de mayo
de dos mil, quiso eliminar esa distinción, para establecer una igualdad de derechos
de filiación entre los hijos nacidos dentro de matrimonio, como los nacidos fuera de
él, como ocurriría en tratándose de un concubinato; tan es así, que se adicionó el
artículo 338 Bis, en el que se estipuló que "La ley no establece distinción alguna
entre los derechos derivados de la filiación, cualquiera que sea su origen.". En
consecuencia, es indudable que la acción de desconocimiento de la paternidad es
susceptible que sea intentada por todo varón (cónyuge o concubino) que estime no
ser el padre biológico de un hijo a efecto de destruir la presunción de hijo nacido
dentro del concubinato o dentro de los trescientos días siguientes al en que cesó
dicha relación (artículo 383 del Código Civil para el Distrito Federal). Incluso, dicha
acción, puede ser intentada por aquel varón que registró a un menor como su hijo,
pese a no haber vivido en matrimonio o concubinato con la madre, pues como se
mencionó, el legislador quiso eliminar la distinción entre hijos nacidos dentro y fuera
de matrimonio, estableciendo igualdad en los derechos de filiación.

Legitimación.

La legitimación es un concepto que define la posibilidad de acceder a los Tribunales


y las condiciones y circunstancias que permiten hacerlo, en función de la relación
que se tiene con el objeto del procedimiento. Consiste en un derecho a la
jurisdicción y en la facultad de accionar ante los Tribunales un determinado derecho,
por lo que puede decirse que es la facultad de promover e intervenir en un proceso
concreto como parte activa o pasiva.

En tal sentido guarda estrecha relación con la idea de capacidad, pero se diferencia
de ella en que mientras la capacidad define las condiciones generales para
intervenir en el proceso, la legitimación determina las condiciones necesarias para
poder participar en un proceso concreto en atención al derecho material que se
acciona. No constituye un presupuesto del derecho al proceso, sino un requisito de
la acción que se ejercita en el proceso, que deriva de la titularidad de la acción que
se reclama, pues, en definitiva, la legitimación se determina por esa titularidad.
La legitimación proviene de la relación del sujeto del proceso con el derecho material
que se ejercita en él. De ahí que se trate de una cuestión que afecta al fondo del
asunto debatido en el juicio y traspase la frontera de las condiciones procesales
para actuar en él.

Clases de legitimación:

Directa

La Jurisprudencia destaca la pertenencia del derecho como presupuesto esencial


de la legitimación. "La legitimación se da, por norma general, para defender
intereses "propios" (el artículo 24.1 de la Constitución emplea el pronombre
posesivo "sus" al referirse a la protección jurisdiccional de los derechos). Por lo
tanto, las partes carecen de legitimación para defender intereses de otros, sean o
no intervinientes en el proceso. En tal sentido las Sentencias de 29 de octubre de
1990 y 20 de diciembre de 1994" (Sentencia del Tribunal Supremo de 9 de marzo
de 2007, rec. 2226/2000).

Dentro de esta modalidad tiene cabida la que puede denominarse "Legitimación


compartida", que se corresponde con situaciones de titularidad múltiple del derecho
material que puede ser ejercitado por cualquiera de sus titulares, con independencia
de los otros, siempre que la pretensión fundada en ese derecho repercuta en todos
ellos, se actúe en interés de la comunidad que integran.

En la mayoría de supuestos en que se producen estas situaciones de concurrencia


de titulares todos ellos deberán comparecen a ejercitar el derecho; aunque su no
comparecencia no implica la inadmisión de la demanda, por depender esa exigencia
de la naturaleza del derecho de que se trate. "La jurisprudencia de esta Sala rechaza
que, en rigor, sea necesario un litisconsorcio activo, ya que nadie puede ser
obligado a demandar, de suerte que la denominada falta de litisconsorcio activo
necesario es en realidad un defecto de legitimación activa "ad causam" o una
legitimación incompleta de la misma naturaleza" (Sentencia del Tribunal Supremo
de 11 de abril de 2003, rec. 2606/1997).
Excepción a ese criterio general son algunos casos en que basta la actuación de un
partícipe para que se accione el derecho:

a) Así sucede con los cónyuges, cuando ejercitan acciones de la sociedad


conyugal, que puede ser instada por cualquiera de ellos en interés común.
Sin embargo, en sentido inverso, cuando la acción se dirige contra bienes
gananciales, la demanda debe dirigirse contra ambos. "El artículo 1385 del
Código Civil, cuyo párrafo segundo bien claramente autoriza a cualquiera de
los cónyuges para ejercitar la defensa de los bienes y derechos comunes por
vía de acción, como es el caso, habiendo declarado la jurisprudencia que tal
facultad para demandar se atribuye por la ley con plenitud de consecuencias
y sin perjuicio de la responsabilidad del cónyuge demandante frente al otro
prevista en el artículo 1390 CC, sin que, en cambio, suceda lo mismo en el
ámbito de la legitimación pasiva, donde las acciones contradictorias del
dominio de bienes gananciales tienen que dirigirse necesariamente contra
ambos" (Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de abril de 2003, rec.
2606/1997).

b) También en el supuesto de transmisión de bienes a terceros, que no excluye


la responsabilidad o el interés del transmitente sobre los mismos, como son
los promotores y compradores. "La legitimación activa para reclamar viene
atribuida, según a quién se repute como perjudicado (al promotor, antes de
vender los pisos, o respecto a los que se reserve o no haya vendido, o en
cuanto haya abonado o reparado los desperfectos; y al comprador, una vez
que los haya adquirido y le afecten los daños), pudiendo coexistir ambas
legitimaciones" (Sentencia del Tribunal Supremo de 28 de junio de 2006, rec.
4018/1999).

c) Otro caso es el de las comunidades de propietarios en las que ordinariamente


las acciones pertenecientes a ellas las tramita el Presidente de la
Comunidad, pero esa actuación no excluye que puedan ser ejercitadas por
cualquiera de los comuneros que actúe en beneficio e interés de la
misma. "es indudable la legitimación de la Comunidad, representada por su
Presidente, tanto si acciona con este carácter, como si lo hace en su
condición de copropietario en beneficio general" (Sentencia del Tribunal
Supremo de 19 de noviembre de 1993).
Indirecta

Es aquélla legitimación que se reconoce a quien no siendo titular del derecho, se le


faculta para que lo ejercite en nombre e interés del titular. Se denomina asimismo
por sustitución, porque quien actúa el derecho sustituye a quien no puede o no le
corresponde ejercitarlo por sí.

Generalmente responde a situaciones de imposibilidad de ejercicio por el titular, que


se subsanan por la ley atribuyendo su ejercicio a un tercero.

Manifestaciones de esta modalidad son los casos de: incapacidad; menor edad;
situaciones concursales...

a) Un tipo de legitimación incluible en este apartado es el de la legitimación por


sucesión procesal, que se reconoce en el artículo 17 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.Tiene lugar en los casos en que en el curso de un
proceso se produce una sustitución material de alguna de las partes por
haber adquirido el derecho de que dimanaba su posición en el mismo y le
legitimaba para intervenir en él. "La legitimación "ad causam" de los actores
iniciales, que se considera perdida por la transmisión del crédito litigioso a un
tercero durante el proceso y cualquier problema de legitimación causal
habrían de derivarlo hacía la figura del sucesor procesal -adquirente del
crédito- que es quien en definitiva ha sido tenido por demandante y a cuyo
favor se ha dictado la sentencia". (Sentencia del Tribunal Supremo de 13 de
septiembre de 2006, rec. 4462/1999). "Exige que sea el adquirente el que
solicita su incorporación al pleito (Auto de 11 de mayo de 2001), lo que aquí
ha ocurrido, por lo que la legitimación casacional sobrevenida se presenta
procedente y correcta" (Sentencia del Tribunal Supremo de 10 de abril de
2006, rec. 2018/1999).

b) Legitimación por interés legítimo. Se reconoce a quienes sin haber sido parte
en el proceso resultan afectados en sus intereses por los resultados del
mismo, lo que les permite intervenir en la fase de ejecución o interponer
recurso contra la sentencia. "El derecho consagrado en el artículo 24.1 de la
Constitución Española habilita a quienes aleguen ostentar un derecho o
interés legítimo que se vería afectado por los actos de ejecución para
comparecer en el proceso de ejecución, "aunque no fueran litigantes en el
proceso principal, siempre que... no hayan podido serlo en éste y aleguen un
derecho o interés legítimo y personal que pueda verse afectado por la
ejecución que se trate de llevar a cabo".
Por otra parte, y en relación con lo expuesto, cabe afirmar que los artículos
270 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 260.2 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil, al exigir que las resoluciones judiciales se notifiquen no sólo a las partes
procesales sino también a las personas a quienes se refieran o puedan
deparar perjuicio, están, en principio, admitiendo implícitamente la posibilidad
de que los que no sean parte en el proceso de ejecución puedan interponer
contra ellas, cuando no esté previsto otro medio más específico de oposición,
los recursos que sean procedentes"(Sentencia del Tribunal
Constitucional 229/2000 de 2 de octubre de 2000).

c) Legitimación para defensa de intereses colectivos o difusos. Se atribuye a


las entidades que los representan, como reconoce expresamente el artículo
11 de la Ley de Enjuiciamiento Civil a las Asociaciones de Consumidores y
usuarios, extendida jurisprudencialmente a la Sociedad General de Autores
de España. "La existencia de las entidades de gestión colectiva de derechos
de autor y para la defensa de intereses colectivos como las organizaciones
de consumidores y usuarios, dificulta y hace extremadamente gravoso para
estas entidades, que tienen encomendada la protección y defensa de
determinados derechos e intereses legítimos, la acreditación individualizada
de cada uno de sus miembros en los litigios en que sean parte; de ahí que el
legislador, unas veces de forma expresa [artículo 24 del texto refundido de la
Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, aprobado
por Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre; artículos 25 y 27
de la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad; artículo
33.3.b) de la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal], atribuya
legitimación a las entidades y asociaciones encargadas de la protección y
defensa de determinados derechos e intereses, sin necesidad, por tanto, de
acreditar la representación de cada uno de sus miembros y asociados; entre
esos organismos a las que se reconoce legitimación presunta se encuentra
la "S.G.A.E.", entidad de gestión de los derechos de autor para cuando se
trata de la defensa de los derechos de comunicación que requieren una
autorización global [artículo 142.1.a) de la Ley de 1987]" (Sentencia del
Tribunal Supremo de 24 de noviembre de 2006, rec. 5365/1999). Debe
significarse que el art. 11 LEC se ha modificado por la Ley 3/2014, de 27 de
marzo, por la que se modifica el texto refundido de la Ley General para la
Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias en
sus apartados 4 y 5 en orden a ampliar la legitimación de los consumidores
y usuarios, ya que con la redacción anterior la fiscalía solo podía ejercer la
acción de cesación según constaba en el apartado 4º del art. 11 y con la
nueva redacción se ha añadido un apartado 5º que reza: 5. El Ministerio
Fiscal.
Fundamentos jurídicos:

TITULO SEPTIMO De la Paternidad y Filiación CAPITULO I De los Hijos de


Matrimonio

Artículo 324.- Se presumen hijos de los cónyuges: I. Los hijos nacidos después de
ciento ochenta días contados desde la celebración del matrimonio; II. Los hijos
nacidos dentro de los trescientos días siguientes a la disolución del matrimonio, ya
provenga éste de nulidad del contrato, de muerte del marido o de divorcio. Este
término se contará en los casos de divorcio o nulidad, desde que de hecho quedaron
separados los cónyuges por orden judicial.

Artículo 325.- Contra esta presunción no se admite otra prueba que la de haber
sido físicamente imposible al marido tener acceso carnal con su mujer, en los
primeros ciento veinte días de los trescientos que han precedido al nacimiento.

Artículo 326.- El marido no podrá desconocer a los hijos, alegando adulterio de la


madre, aunque sta declare que no son hijos de su esposo, a no ser que el
nacimiento se le haya ocultado.

CAPITULO II De las Pruebas de la Filiación de los Hijos Nacidos en Matrimonio


Artículo 340.- La filiación de los hijos nacidos de matrimonio se prueba con la partida
de su nacimiento y con el acta de matrimonio de sus padres.

Artículo 341.- A falta de actas o si éstas fueren defectuosas, incompletas o falsas,


se probará con la posesión constante de estado de hijo nacido de matrimonio. En
defecto de esta posesión son admisibles para demostrar la filiación todos los medios
de prueba que la ley autoriza, pero la testimonial no es admisible si no hubiere un
principio de prueba por escrito o indicios o presunciones resultantes de hechos
ciertos que se consideren bastante graves para determinar su admisión. Si uno solo
de los registros faltare o estuviere inutilizado y existe el duplicado, de éste deberá
tomarse la prueba, sin admitirla de otra clase.
Artículo 342.- Si hubiere hijos nacidos de dos personas que han vivido públicamente
como marido y mujer, y ambos hubieren fallecido, o por ausencia o enfermedad les
fuere imposible manifestar el lugar en que se casaron, no podrá disputarse a esos
hijos haber nacido de matrimonio por sólo la falta de presentación del acta del
enlace de sus padres, siempre que se pruebe que tienen la posesión de estado de
hijos de ellos, o que por los medios de prueba que autoriza el artículo anterior, se
demuestre la filiación y no esté contradicha por el acta de nacimiento.

Anexo I
TRABAJO:
“PAATERNIDAD Y FILIACION”

PROFESOR:
ESQUIVEL GAULT PATRICIA

ALUMNA:
CORDOVA AMATITLA ANGEL ALAN

FECHA DE ENTREGA:
20/07/18

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