Professional Documents
Culture Documents
La turbina de vapor es un equipo sencillo, bien conocido y equipado con un sistema de control que
tiene como objetivo evitar las averías graves. Igual que sucede en otras máquinas térmicas, tras un
periodo inicial de funcionamiento, detrás de cada avería grave suele haber una negligencia de
operación o de mantenimiento.
En un equipo con tecnología madura como es una turbina de vapor, suele tener un sistema de control
que protege la turbina frente a los fallos graves más comunes, así que las averías graves siempre
están relacionadas con negligencias que en la mayoría de los casos no están cubiertas por un seguro.
Entre las negligencias habituales en operación están las siguientes:
repetir el arranque de una turbina una y otra vez a pesar de que el sistema esté indicando un
problema;
desconectar seguridades o elevar los límites de disparo de éstas;
entrada de agua por la entrada de vapor, debido a fallo en el control de temperatura de vapor vivo
y del enclavamiento oportuno;
no llevar un control adecuado de la calidad del vapor.
Entre las negligencias de mantenimiento que conducen a averías más o menos importantes están las
siguientes:
Las causas más habituales que provocan un alto nivel de vibración son las siguientes:
Figura 2 Alineación de una turbina de vapor. Fuente: Curso Renovetec de turbinas de vapor
Mal estado del acoplamiento elástico entre turbina y reductor. Es conveniente realizar una
inspección visual periódica del acoplamiento (al menos una vez al año) y vigilar sobre todo la
evolución de las vibraciones
Vibración del alternador o del reductor, que se transmite a la turbina. Es otro caso de
vibración detectada en la turbina pero proveniente de un equipo externo a ésta.
Problema en la lubricación de los cojinetes, que hace que el aceite de lubricación no llegue
correctamente (en caudal o en presión) a dichos cojinetes. Hay que diferenciar los problemas
relacionados con caudal y presión con los problemas relacionados con la calidad del aceite. En
casos más graves, el eje y el cojinete se tocan sin película lubricante, lo que provoca una
degradación del eje de forma bastante rápida.
Figura 3 Equipo de lubricación de una turbina de vapor de 50 MW en una central termosolar. Fuente:
Archivo Renovetec
Mala calidad del aceite. El aceite lubricante, con el tiempo, pierde algunas de sus propiedades
por degradación de sus aditivos y se contamina con partículas metálicas y con agua. La presencia
de agua, de espumas, la variabilidad de la viscosidad con la temperatura, el cambio de viscosidad
en un aceite degradado suelen ser las causas que están detrás de una vibración provocada por
la mala calidad del aceite.
Mal estado de cojinetes. Los tres cojinetes de los que suele disponer una turbina de vapor de
las usadas en plantas de cogeneración (delantero, trasero o de empuje o axial) sufren un
desgaste con el tiempo, aún con una lubricación perfecta.
Figura 4 Cojinete radial con marcas y arañazos. Fuente: Archivo Renovetec
Mal estado del eje en la zona del cojinete. Si una turbina ha estado funcionando con el aceite
en mal estado, o con una lubricación deficiente, es posible que sus cojinetes estén en mal estado,
pero también es posible que hayan terminado por afectar al eje.
Desequilibrio del rotor por suciedad o incrustaciones en álabes. El desequilibro es la causa
más habitual de vibraciones en máquinas rotativas, representando aproximadamente un 40% de
los casos de vibración. Un tratamiento químico inadecuado del agua de caldera y del vapor que
impulsa la turbina termina dañando no solo ésta, sino también el ciclo agua-vapor y la propia
caldera.
Desequilibrio en el rotor por rotura de un álabe. Si una partícula extraña entra la turbina y
golpea un álabe puede provocar una pérdida de material o un daño que afectará al equilibrado
del rotor. La rotura de álabe también puede estar provocada por problemas de corrosión, que
tendrán su origen generalmente en un tratamiento químico inadecuado. En otras ocasiones el
daño en álabes puede estar provocado por roce entre éstos y partes fijas de la turbina.
Figura 5 Rotura de un álabe provocado por una fuerte corrosión. Fuente: Curso Renovetec Ciclo
Agua-Vapor
Desequilibrio en rotor por mal equilibrado dinámico, o por pérdida o daño en algún elemento
que gira (tornillos, arandelas, tuercas). El desequilibrio puede ser un fallo de origen (el equilibrado
inicial de la turbina fue deficiente) o puede ser un fallo sobrevenido. En ese segundo caso, es
importante que al efectuar reparaciones en el rotor de la turbina no quede ningún elemento sin
montar o montado de forma inadecuada.
Curvatura del rotor debido a una parada en caliente con el sistema virador parado. Las
turbinas de vapor están equipadas con un sistema virador que facilita que el eje no se curve
cuando está caliente. La misión de este sistema es redistribuir los pesos uniformemente sobre el
eje de rotación, y evitar curvaturas que desequilibrarían el rotor. Si la turbina se para en caliente
y el sistema virador no entra en marcha es posible que el eje se curve hacia arriba. El problema
se detecta siempre al intentar arrancar, y comprobar que el nivel de vibración es más alto del
permitido.
Eje curvado de forma permanente. El eje puede estar curvado de forma permanente, es decir,
con una deformación no recuperable siguiendo el procedimiento indicado en el apartado anterior.
No es fácil que esto suceda después de la puesta en marcha inicial de la turbina, y habitualmente
se debe a un fallo preexistente, y que proviene del proceso de fabricación. Es habitual que el
equilibrado dinámico haya enmascarado el problema, aunque en el espectro inicial de vibración,
el que es recomendable realizar el inicio de la operación del equipo, es seguro que estará
presente.
Fisura en el eje. En ocasiones, un defecto superficial del eje avanza y termina convirtiéndose en
una fisura o grieta, que provoca un desequilibrio en el eje. Puede ocurrir por un defecto de
fabricación del eje (lo más habitual) o puede estar relacionado con corrosiones que el rotor puede
estar sufriendo. Cuando esto ocurre, se detecta a través del análisis de vibraciones, y en la
mayoría de los casos son visibles a simple vista o con ayuda de algún elemento de aumento. Es
sin duda el fallo más importante que puede sufrir una turbina de vapor
Presencia de agua o partículas en el vapor. Si el vapor a la entrada a turbina tiene partículas
de agua líquida, el choque de las gotas contra la turbina puede provocar vibraciones y
desequilibrios. El vapor puede contener agua líquida por fallo en el sobrecalentamiento, por una
atemperación excesiva, porque la válvula de atemperación esté en mal estado, o porque en el
camino entre la válvula de atemperación y la entrada a turbina sufra un enfriamiento anormal.
Defecto en la bancada. Una bancada mal diseñada o mal ejecutada pueden provocar vibración.
Cuando se detecta una vibración, es conveniente en primer lugar verificar el estado de la
bancada, intentando descubrir grietas, falta de material, etc.
Defecto en la sujeción a la bancada. A pesar de que la bancada pueda estar bien ejecutada, la
turbina puede no estar convenientemente sujeta a esta. Esto puede ocurrir porque los tornillos de
sujeción no tengan el par de apriete apropiado o porque los tornillos no anclen correctamente a
la bancada.
Tensión de tuberías de vapor. Si el alineamiento de tuberías no es perfecto o no se han
considerado correctamente los efectos térmicos de la dilatación, pueden provocarse tensiones
en tuberías que hagan que se ejerza una fuerza extraña sobre la carcasa de la turbina.
El fallo de la señal puede provenir del elemento sensor o del acondicionador de señal (transmisor de
señal). Tanto uno como otro tienen una probabilidad de fallo similar
Vibración en reductor
El reductor no es más que un conjunto de engranajes de diferentes diámetros y número de dientes
cuya función es reducir adaptar el número de revoluciones por minuto de la turbina de vapor y el
alternador. Por tanto, cualquiera de las causas que provocan vibración en una máquina rotativa
pueden provocar la vibración del reductor, que puede transmitirse a la turbina y provocar el paro de
ésta.
Figura 7 Reductor unido a turbina de alta presión en una central termosolar. Fuente: Archivo
Renovetec
Entre las causas comunes del aumento del nivel de vibración en un reductor están:
Mal estado de cojinetes o rodamientos de uno de los dos ejes (eje rápido o de entrada y/o eje
lento o de salida). Esta es la causa más frecuente de este fallo.
Desequilibrios, debidos a defectos en los dientes de piñones, mal estado de eje, etc.
Problemas en la lubricación (falta de caudal o de presión, presencia de partículas extrañas o
presencia de agua).
Mal alineamiento con cualquiera de los otros dos elementos del conjunto generador (alternador o
turbina).
Mal estado de alguno de los dos ejes (el de entrada o el de salida).
Problemas en la bancada o problemas de sujeción del reductor a ésta
Vibración en alternador
El alternador es una máquina muy sencilla, y por tanto, el número de problemas que suele dar es
también pequeño. Una vibración en el alternador puede estar provocada por:
Fuga de vapor
Una fuga de vapor por los sellos de la turbina, que pueden ser de carbón o laberínticos, además de
provocar una pérdida de rendimiento (se escapa energía útil) puede provocar otras averías mayores:
el vapor puede entrar en el circuito de lubricación o la fuga de vapor puede calentar excesivamente
algún elemento que no esté preparado para soportar ese calor adicional (la instrumentación, por
ejemplo).
La inspección periódica de los sellos y la reparación inmediata del problema en cuanto se detecta la
fuga son las mejores tareas de mantenimiento para prevenir este fallo.
Figura 8 Turbina de vapor de alta presión Siemens SST-700, muy habitual en centrales
termosolares. Fuente: Archivo Renovetec
Figura 9 Rotor de una turbina de vapor de alta presión, durante una revisión. Foto: Carolina Beguelin
Las holguras entre los álabes fijos (toberas) y móviles de la turbina son muy pequeñas. Si el eje se
curva por cualquier razón, especialmente por paradas de la turbina sin mantener el sistema virador
en marcha, la curvatura del eje puede ser suficiente para que álabes fijos y móviles topen y se impida
el movimiento del rotor. Esta curvatura puede ser de dos tipos: