Ensayo sobre el libro “Acero” de Lorenzo Martínez Gómez
La producción del acero ha venido a sustituir a los antiguos metales antes
utilizados, ya sea el bronce que a su vez pudo hacer sustituido las herramientas de piedra, a los huesos de animales o la madera, por su abundancia en el planeta y por sus propiedades, solo o combinado con otras sustancias; Acero proviene del latín aciarius que a su vez proviene de la palabra “acies” con la que se denominaba al filo de las armas también, resulta interesante la historia del famoso acero de Dámaso y las leyendas que giran al su alrededor, esta técnica que con los años se fue quedando en el olvido había leído hace un tiempo que en los últimos años se ha despertado un interés en diversas universidades del mundo acerca de este tipo de acero, algunas en Estados Unidos y otras en Europa, incluso la Universidad Complutense de Madrid ha patentado1 una técnica para la forja de acero de ultraalto contenido en carbono, el contenido de carbono ultra alto resulto ser el secreto de los aceros de Damaso.
Ilustración 1 Redes cristalinas del acero
También resulta interesante el análisis de las redes cristalinas del acero, se
puede observar que en la austenita, también llamada acero gamma (γ), una red FCC (Face-centred cubic) y, la ferrita y la martensita una estructura BCC (body- centred cubic). La estructura de la ausentita permite mejor difusión con el carbono y a diferencia de la ferrita, la austenita no es ferromagnética.
Ilustración 2 Red cristalina de la Austenita, el hierro de color gris
y el carbono en azul.
1 http://eprints.ucm.es/14429/1/T33375.pdf Ilustración 3 Red cristalina ferrita
Algo importante es observar como el porcentaje de carbono afecta a las
propiedades de acero, entre más es el carbono del acero más duras son sus piezas pero a su vez se convierten en piezas frágiles, esto se puede ver en los talleres de maquinado en donde las herramientas de corte de acero rápido (HSS) cortan a su vez piezas o bloque también de acero preparado para ser maquinado, en este ejemplo se ve como actúa el acero contra acero y como las diferentes composiciones dentro de ellos resultan en cambios tan evidentes.
El libro no menciona la forma en que se nombra a los aceros, por ejemplo en
Estados unidos existe el sistema AISI Y SAE en el cual los dos primeros números indican el tipo de aleación y los últimos dos el porcentaje de carbono. La evolución de la forma de cómo se fabricaba el acero también despertó mi interés ya que ellas se fueron adaptando a la disponibilidad de los materiales, a los avances tecnológicos y a las necesidades de la industria, por ejemplo la primera de gran importancia industrial fue la de Bessemer, luego el HYL y por último el BOF