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Profesora:

Daicy Peña Participantes:

Víctor Bracca

Carlos Mirabal

Jenni Aguilera

Calabozo estado Guárico


Actualmente se desarrollan en América Latina diversos procesos de
integración y cooperación regional a niveles económicos, políticos, sociales y
culturales entre los Estados y pueblos que conforman la región. Estas
experiencias de cooperación surgen como alternativas a las pretensiones
hegemónicas, anexionistas e injerencistas llevadas a cabo dentro de la lógica
del imperialismo mundial, donde los Estados Unidos de Norteamérica
constituyen la principal potencia. Tales proyectos constituyen una vía para
hacer frente a la arremetida contra los sectores populares del continente la
cual es representada por los paquetes neoliberales, el saqueo de los
recursos naturales, la militarización de las naciones y la explotación de las
clase trabajadoras-campesinas.

Este episodio histórico, que tuvo lugar el 31 de julio en Brasilia, con los
presidentes Dilma, Cristina, Pepe Mujica y Hugo Chávez, reafirmó el
compromiso de seguir avanzando hacia los nuevos esquemas de unión de
los pueblos, en oposición al modelo cepalista y la concepción neoliberal, que
únicamente consideraban los aspectos comerciales y de mercado y que solo
sirvieron para la acumulación de capital de las grandes trasnacionales. Ahora
los objetivos estratégicos, las condiciones y las perspectivas de cambio en
Mercosur están inspirados por nuestros precursores e impulsados por la
voluntad política de la región, incorporando una profunda visión de unión e
integración de los pueblos, con principios y valores como la solidaridad, la
complementariedad, la democracia participativa, la justicia social y la paz.

Por tanto, esta época no es de mera retórica ni de cumbre tras


cumbre, este momento histórico representa los ritmos acelerados de los
pueblos, que demandan reivindicaciones sociales con nuevas instituciones
para enterrar aquellas subordinadas a los intereses trasnacionales, a la
tecno-burocracia fría y a una élite política empresarial como la del senado
paraguayo, que no piensa en su pueblo.
De allí que cuando realizamos un balance de Venezuela sobre los
propósitos del Mercosur, se observan los avances concretos en los objetivos
establecidos, El propósito de la armonización de las legislaciones para lograr
el fortalecimiento del proceso de integración: se ha fortalecido y consolidado
la Unasur, el Alba y la Celac, que son nuevas instituciones no burocráticas,
no secuestradas por intereses trasnacionales y que son imprescindibles para
aprovechar las oportunidades. Han resuelto diferencias, contradicciones,
golpes de Estado, conflictos entre países, convirtiéndose en organismos con
autoridad moral y plena legitimidad en la solución de nuestros problemas, es
decir, la integración regional se está cumpliendo.

Por otro lado la coordinación de políticas macroeconómicas y


sectoriales entre los Estados: la política económica de los actuales miembros
del Mercosur ha sido contra el neoliberalismo y el Alca. Han sido políticas
con rostros humanos, con contenido social, logrando disminuir
significativamente la pobreza. La incorporación de Venezuela al Mercosur
representa la inspiración soñada por nuestros precursores, debemos seguir
avanzando hacia la integración genuina de nuestros pueblos, su
independencia, igualdad social y paz en nuestra Patria Grande. Estos
procesos de integración latinoamericana se caracterizan por el alto
cumplimiento de indicadores sociales, la diferencia de métodos de gobierno
respecto a los mecanismos imperialistas, la politización de los sectores
sociales quienes ahora se asumen como actores de los procesos de cambio,
la amplía carga de contenido político contestatario con discursos que se
desmarcan de las dóciles capas gobernantes de antaño y la reivindicación de
personajes, acontecimientos y proyectos históricos que jugaron un papel
preponderante en la abolición del coloniaje y la subsecuente constitución de
los Estados-Nación que conocemos hoy en día.
Sin embargo fue, el Bolivarianismo la Doctrina que se expresó con la
intención manifiesta de fundar en América Latina una gran nación, definida
por planteamientos políticos-culturales más que por aspectos geográficos o
lingüísticos. El Bolivarianismo surgió al calor de los primeros movimientos
independentistas, más allá de que los blancos criollos no contaban con la
capacidad o la visión necesaria para plantearse por sí solos la construcción
de esta obra que estaba muy por encima de los intereses oligárquicos e
implicaba la abolición de sus beneficios de clase.

Es entonces que irónicamente entre los principales idearios de la


unidad de los pueblos de América, están dos personajes que provenían de
las elites blancas criollas pero que en su evolución como individuos y en su
maduración política, apartaron los intereses personales y de la clase social a
la cual pertenecían para elaborar una propuesta integracionista, con esto nos
referimos a Francisco de Miranda y a Simón Bolívar. El primero de ellos,
mediante la incursión en luchas de independencia y viajes por países con
diferentes concepciones políticas tales como Rusia, Francia o los Estados
Unidos fue creando una concepción amplia acerca de los pueblos
latinoamericanos, es así que a medida que su pensamiento se hace
revolucionario, el término 'América' asumirá nuevos significados (...) Este
significado es apuntalado por la utilización de expresiones tales como
'continente americano-español' o 'nuestras posesiones en América'.

Los inicios de la nueva integración latinoamericana se puede


identificar en el acercamiento de los gobiernos de Cuba y Venezuela
mediante el establecimiento de tratados de cooperación económicos y
sociales. La primera victoria del trabajo conjunto de estos países fue la
superación del período especial que atravesó la nación cubana como
consecuencia de la caída de la Unión Soviética, quién fuera su principal
aliado, y la agudización del bloqueo económico por parte de los Estados
Unidos.
Más tarde en el ámbito continental surgieron otros gobiernos que
política ideológicamente se identificaban con Cuba y Venezuela, por lo cual
el radio de acción se fue extendiendo hasta Nicaragua, Bolivia, Ecuador,
Argentina y Brasil. Es de estas manera que se originan las diversas
instancias de cooperación dentro de los resaltan la Alternativa Bolivariana
para los pueblos de América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas
(UNASUR) y la Cumbre de Estados Latino Americanos y Caribeños
(CELAC). Tales alternativas surgen como contramedidas a las realizadas
mediante las instancias internacionales como el Banco Mundial o el Fondo
Monetario Internacional, las cuales consisten en paquetes de ajuste
económicos para recortar los gastos sociales y beneficiar a las grandes
corporaciones. De igual manera, son medidas contrarias a las planificadas
desde los países imperialistas, quienes han propuesto un conjunto de
tratados como el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) o el
Tratado de Libre Comercio (TLC) para crear aperturas de los mercados
latinoamericanos a los productos de los países más desarrollados.

En consecuencia el ALBA, es una alternativa a la propuesta


patrocinada por Estados Unidos del Área de Libre Comercio de las Américas
(ALCA), diferenciándose de este último en que aboga por el comercio de
orientación social en lugar de uno basado estrictamente en la lógica de la
maximización de los beneficios. El ALBA practica los principios igualitarios de
la justicia e igualdad que son inherentes al ser seres humanos, el bienestar
de los sectores más desposeídos de la sociedad, y un sentido nuevo impulso
de solidaridad hacia los países subdesarrollados del hemisferio occidental,
para que con la ayuda necesaria, pueden entraren las negociaciones
comerciales en condiciones más favorables que ha sido el caso en virtud de
los dictados de los países desarrollados. Mediante el empleo de mecanismos
más eficaces para erradicar la pobreza, el ALBA-en la forma propuesta por el
gobierno venezolano-, sirve de contrapunto a las políticas y objetivos del
ALCA. Este modelo alternativo también identifica los impedimentos más
importantes para lograr una verdadera integración regional que trasciende las
prerrogativas de las corporaciones transnacionales.

De allí que uno de los obstáculos a enfrentar es la profunda disparidad


que existe en el desarrollo entre los países del hemisferio, mediante el cual
los países pobres como Haití o Bolivia se ven obligados a competir con la
primera potencia económica del mundo. Con el fin de ayudar a superar las
desventajas del comercio, el ALBA impulsa a la solidaridad con los países
económicamente más débiles, con el objetivo de lograr una zona de libre
comercio en el que todos los miembros de su beneficio (una alianza ganar-
ganar).Venezuela ha expresado la necesidad de identificar las economías
con mayores carencias y sus necesidades principio, abogando por una
transferencia de recursos a los países más subdesarrollados de manera que
puedan desarrollar la infraestructura económica que necesitan paracompetir
en condiciones más favorables con economías más desarrolladas.

Para ello, la piedra angular en el diseño de la ALBA es la propuesta de


un "Fondo Compensatorio para la Convergencia Estructural", que gestionar y
distribuir la ayuda financiera a los países económicamente más vulnerables.
El ALBA favorece el desarrollo endógeno y rechaza el tipo de empleo que la
fábrica de explotación como las industrias generan; ya que no contribuye al
aumento de los sectores agrícola e industrial de los países pobres y no
contribuye a la eliminación de la pobreza. El sector agrícola no puede ser
deliberadamente sometidos a la liberalización del mercado, mientras que los
países industrializados mantengan una política basada en las subvenciones
de varios millones de dólares y los altos aranceles de importación para
proteger su producción interna, por lo que contraviene los principios del libre
comercio.

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