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MI FUTURO SEPA EN QUE CONSISTE LA CARRERA DE CONTABILIDAD

¿QUE HACE UN CONTADOR?


Toda empresa necesita un contador. Así de simple. Este profesional es el
encargado de gestionar la información financiera y comercial de una
organización. El contador sabe cuánto dinero entra a la empresa, cuánto
dinero sale, cuánto se debería gastar, cuánto se debe pagar en tributos,
cuándo están en problemas, en fin. En otras palabras, el contador lleva las
cuentas. Por ello resulta un personaje vital. De hecho, no se limita solo a
mantener un registro casi mecánico de cifras azules y rojas, pues se dedica
también a realizar análisis que van más allá de los fríos números. Su
conocimiento lo pone en una posición tan privilegiada como crítica: en
teoría, está capacitado para elaborar una interpretación que permita,
digamos, que la empresa sea más rentable, óptima y competitiva en el
mercado.

PERFIL Y CAMPO LABORAL


El futuro estudiante de Contabilidad requiere ciertas habilidades. En primer
lugar, es básico tener un excelente dominio de las matemáticas. Asimismo,
debe contar una aguda capacidad de análisis, ser muy ordenado, saber
trabajar bajo presión y, sobre todo, tener valores morales muy sólidos. En
cuanto al campo laboral, no es exagerado mencionar que el contador puede
trabajar en cualquier empresa. También puede desempeñarse como auditor
tanto interno como externo, asesor financiero, perito contable, o incluso puede
montar su propio estudio para brindar diversos servicios contables.

PERU 21
4-6-13.
PAG. 19
COMO DISTINGUIR A UN ADULADOR DE UN AMIGO
En sus Moralia, Plutarco anotó que el adulador tiene un gran espacio abierto en
medio de la amistad, una “útil base de operaciones contra nosotros”, que no es
otra cosa que “nuestro amor por nosotros mismos”. El ego es patrimonio común
de la humanidad. El adulador profesional, consciente de esta premisa, se
transforma así en un ser peligrosísimo porque evita con sus halagos que
alcancemos la sabiduría del sentido común, oscureciendo el conocimiento
propio al obstaculizar que las personas reconozcan sus errores y defectos. El
adulador obvia los primeros y suaviza los segundos. Así fomenta el
autoengaño, ese vicio mortal que ataca a los encargados de liderar una
comunidad concreta.

En efecto, para Plutarco, el adulador prefiere a las grandes casas y a los


grandes hombres antes que acompañar a las personas pobres, anónimas y
débiles. Peligroso es el efecto de la adulación: “Los piojos se marchan de las
personas muertas y abandonan sus cuerpos al perder su vitalidad la sangre de
la que se alimentan; y, así, es completamente imposible ver a los aduladores
aproximándose a asuntos enjutos o fríos, pero se acercan y medran junto a las
honras y los poderes, y en los cambios desaparecen con rapidez”.

La franqueza es el “temple de hierro” que permite distinguir al amigo del


adulador. La franqueza desea curar el error y enderezar los defectos, porque
acompaña al amigo en la búsqueda de la virtud. El verdadero amigo se aflige
ante tus defectos y te ayuda a combatirlos. Por eso, como dice Plutarco, es
preciso ejercitarse en el arte de la franqueza, “que es la más grande y
poderosa medicina en la amistad”. O amigos francos o aduladores falsos que
instigan al error. Los políticos deberían meditar sobre las alabanzas que
reciben, algunas de ellas envueltas en el papel cuché de la hipocresía.

EL CORREO
06 de Abril del 2017
HAMBRE DE PODER
ALDO MARIATEGUI

Hoy seré filosóficamente ligero: no faltan los chicos que te piden consejos para
la vida cuando ya te ven “tío”. Suelo, enfáticamente, recomendar: leer mucho,
aprender inglés (y alguito por lo menos de economía, contabilidad y finanzas),
alejarse aún más del rojerío que la droga, nunca fumar tabaco, jugar a menudo
Monopolio para inocularse el capitalismo, usar siempre condones, ser
“aventado” cuando quieran algo, casarse y ser padre tarde y –si pueden– tratar
de residir un tiempo afuera, intentar el squash y emborracharse solo con whisky
(lo último les ahorrará grandes pesares).
A todo eso le sumaría acudir en estos días a ver “Hambre de poder” (que no es
el mejor de los títulos), la magnífica película sobre el nacimiento de McDonald’s
que están dando ahora mismo en el cine peruano. No solo porque la película
es estupenda, sino porque le va a servir mares a todo joven que empieza y a
todo adulto empresario: les va a abrir perspectivas espectacularmente y
motivar muchísimo. ¡Les va a provocar comerse el mundo! Es interesantísimo
observar cómo un fracasado cincuentón construye velozmente un imperio
gigantesco cuando parecía que la vida ya le había vencido y cómo dos
sencillos hermanos cocineros habían inventado una idea que ni ellos mismos
intuían que iba a revolucionar TODO el planeta.
Ray Kroc no solo se hizo millonario, sino que creó miles de empleos y
revolucionó la manera de hacer negocios, mientras que los hermanos
McDonald fueron los Henry Ford de la gastronomía. Persistencia, actitud e
ingenio antes que conformismo, lloriqueo y resentimiento, tan comunes aquí y
que hace poco percibí en un reciente crítico mío, dizque escritor. ¡Muy
acomplejado!
Hay que tener ganas de ganar, algo lamentablemente no muy peruano.
¡Véanla!

PERU 21
18 ABRIL 2017
PAG. 13
DISCURSO DE FEDERICO GARCIA LORCA EN LA INAUGURACIÓN DE LA
BIBLIOTECA DE SU PUEBLO NATAL, FUENTE VAQUEROS (GRANADA),
EN SEPTIEMBRE DEL AÑO 1931
FEDERICO GARCIA LORCA

”Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole


que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que
las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi
hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de
una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi
casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de
medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es
vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son
infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca
del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en


la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco
desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones
económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los
pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos
los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo
contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en
esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que
de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente
con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de
saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros,
muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor,
amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia
para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky,
padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la
Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas
llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo
decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’.
Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es
decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del
corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre,
sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda
la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de


Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a
través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el
pueblo lleno de fe, pero falto de luz.”

Revista Oficial de la Gran Logia del Perú

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