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PERU 21
4-6-13.
PAG. 19
COMO DISTINGUIR A UN ADULADOR DE UN AMIGO
En sus Moralia, Plutarco anotó que el adulador tiene un gran espacio abierto en
medio de la amistad, una “útil base de operaciones contra nosotros”, que no es
otra cosa que “nuestro amor por nosotros mismos”. El ego es patrimonio común
de la humanidad. El adulador profesional, consciente de esta premisa, se
transforma así en un ser peligrosísimo porque evita con sus halagos que
alcancemos la sabiduría del sentido común, oscureciendo el conocimiento
propio al obstaculizar que las personas reconozcan sus errores y defectos. El
adulador obvia los primeros y suaviza los segundos. Así fomenta el
autoengaño, ese vicio mortal que ataca a los encargados de liderar una
comunidad concreta.
EL CORREO
06 de Abril del 2017
HAMBRE DE PODER
ALDO MARIATEGUI
Hoy seré filosóficamente ligero: no faltan los chicos que te piden consejos para
la vida cuando ya te ven “tío”. Suelo, enfáticamente, recomendar: leer mucho,
aprender inglés (y alguito por lo menos de economía, contabilidad y finanzas),
alejarse aún más del rojerío que la droga, nunca fumar tabaco, jugar a menudo
Monopolio para inocularse el capitalismo, usar siempre condones, ser
“aventado” cuando quieran algo, casarse y ser padre tarde y –si pueden– tratar
de residir un tiempo afuera, intentar el squash y emborracharse solo con whisky
(lo último les ahorrará grandes pesares).
A todo eso le sumaría acudir en estos días a ver “Hambre de poder” (que no es
el mejor de los títulos), la magnífica película sobre el nacimiento de McDonald’s
que están dando ahora mismo en el cine peruano. No solo porque la película
es estupenda, sino porque le va a servir mares a todo joven que empieza y a
todo adulto empresario: les va a abrir perspectivas espectacularmente y
motivar muchísimo. ¡Les va a provocar comerse el mundo! Es interesantísimo
observar cómo un fracasado cincuentón construye velozmente un imperio
gigantesco cuando parecía que la vida ya le había vencido y cómo dos
sencillos hermanos cocineros habían inventado una idea que ni ellos mismos
intuían que iba a revolucionar TODO el planeta.
Ray Kroc no solo se hizo millonario, sino que creó miles de empleos y
revolucionó la manera de hacer negocios, mientras que los hermanos
McDonald fueron los Henry Ford de la gastronomía. Persistencia, actitud e
ingenio antes que conformismo, lloriqueo y resentimiento, tan comunes aquí y
que hace poco percibí en un reciente crítico mío, dizque escritor. ¡Muy
acomplejado!
Hay que tener ganas de ganar, algo lamentablemente no muy peruano.
¡Véanla!
PERU 21
18 ABRIL 2017
PAG. 13
DISCURSO DE FEDERICO GARCIA LORCA EN LA INAUGURACIÓN DE LA
BIBLIOTECA DE SU PUEBLO NATAL, FUENTE VAQUEROS (GRANADA),
EN SEPTIEMBRE DEL AÑO 1931
FEDERICO GARCIA LORCA
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son
infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca
del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que
de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente
con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de
saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros,
muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor,
amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia
para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky,
padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la
Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas
llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo
decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’.
Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es
decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del
corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre,
sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda
la vida.