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USO

PRECAUCIONES

 Se evitarán las agresiones contra las calderas.

 Se comprobará que coincide la presión de agua del manómetro con la determinada


en la puesta en marcha.

PRESCRIPCIONES

 El usuario deberá mantener las condiciones de seguridad especificadas en el


proyecto del mismo y se pondrá en contacto con el Servicio de Mantenimiento ante
la aparición de cualquier anomalía.

 Salvo los mandos del frontal, cualquier otra manipulación deberá realizarla un
profesional cualificado.

 La propiedad deberá poseer un contrato de mantenimiento con una empresa


autorizada que se ocupe del mantenimiento periódico de la instalación, de manera
que el usuario únicamente deberá realizar una inspección visual periódica de la
caldera y sus elementos.

 Siempre que se revisen las instalaciones, un instalador autorizado reparará los


defectos encontrados y repondrá las piezas que sean necesarias.

PROHIBICIONES

 No se rellenará el circuito de agua con la caldera caliente.

 No se manipularán las partes interiores de las centralitas de programación.


 No se modificarán las ventilaciones de los recintos donde se ubiquen.

 No se pondrá en marcha la instalación sin haber comprobado el nivel de agua del


circuito, procediendo a su llenado si es insuficiente.

MANTENIMIENTO

POR EL USUARIO

 Cada año:

 Limpieza y comprobación del equipo de la caldera, al final de cada temporada


de uso, asegurándose de que no existen fisuras, corrosiones o rezumes por las
juntas y de que los accesorios de control y medición, así como los dispositivos
de seguridad, están en buen funcionamiento.

POR EL PROFESIONAL CUALIFICADO

 Cada 6 meses:

 Una vez al inicio de la temporada y otra a la mitad del periodo de uso, para
instalaciones de potencia térmica nominal > 70 kW:
 Comprobación y limpieza, si procede, de circuitos de humos de calderas.
 Revisión y limpieza de filtros de agua.
 Revisión del sistema de control automático.

 Cada año:

 Para instalaciones de potencia térmica nominal <= 70 kW:


 Comprobación y limpieza, si procede, de circuitos de humos de calderas.
 Revisión general de la caldera.
 Revisión del sistema de control automático.
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Las calderas son construidas con normas de fabricación de reconocida competencia. Sus
principales componentes, como son el quemador y los controles, también han sido construidos de
acuerdo a códigos autorizados, aprobados por compañías de seguros. Por consiguiente, su caldera
fue recibida con la seguridad de una operación digna de confianza.

Sin embargo, la seguridad, confiabilidad y eficiencia de operación, solamente puede conservarse


con un programa básico de mantenimiento, que le puede evitar interrupciones innecesarias o
reparaciones costosas, además de aumentar la seguridad y eficiencia de la caldera.

Aunque una caldera tiene dispositivos eléctricos y mecánicos que la hacen automática o semi-
automática en su operación, estos dispositivos requieren un mantenimiento sistemático y regular
que no relevan al operador de ninguna responsabilidad, sino que lo eximen de tener que efectuar
algunas tareas rutinarias.

En primer lugar, el buen manejo y la limpieza de la sala de la caldera ayuda a mantener apariencias
profesionales. Se debe permitir solamente al personal autorizado para operar, ajustar o reparar la
caldera o su equipo relacionado. También se debe mantener la sala de la caldera libre de toda
materia o equipo que no sean necesarios a la operación de la misma o a los sistemas periféricos.

Se detallará a continuación aspectos importantes que deberán incluirse en un plan de


mantenimiento, preventivo o correctivo, tanto en calderas en operación como inactivas.

Mantenimiento Preventivo de Calderas en Operación

La pericia en reconocer ruidos irregulares, lectura de manómetros en insólitos, goteos, etc.; es una
habilidad que debe adquirir el operador, puesto que lo enteran de las condiciones de
funcionamiento defectuoso y le permiten efectuar las correcciones pronto, evitando así
reparaciones extensas e interrupciones inesperadas. Todo escape de vapor, agua o combustible
debe ser corregido tan pronto como se observen, puesto que son caros, además de ser peligrosos.
Incluyamos en nuestra revisión general medidas de prevención como el cerciorarnos del buen
aprete de toda conexión, contra tuerca de seguridad, tornillo de sujeción, collarines, etc.
Del Cuerpo de la Caldera.

- Lado Agua

El descuido del mantenimiento por el lado de agua trae como resultado la formación de
incrustaciones, picaduras, corrosión, espuma, arrastre de humedad y crestas de nivel de agua.

Es importante un tratamiento de agua con procedimiento adecuado de purga para conservar las
superficies de calefacción libres de incrustaciones. Para ello deberán consultar con un experto en
tratamientos de agua, que analizarán su agua y le recomendarán el tratamiento adecuado basado
en el análisis y cantidad de agua cruda que usarán.

Las compañías encargadas del tratamiento del agua recomendarán el procedimiento y frecuencia
de purgas. Estas recomendaciones serán la mejor arma para prevenir la formación de
incrustaciones sobre la superficie de calefacción, la eliminación de corrosión causada por el
oxígeno libre en el agua, reducción de arrastre de agua que puedan ser causados por la formación
de espuma, etc.

Sin embargo es importante realizar inspección visual, cuando menos una ves al año (recomiendo
dos veces al año), de tubos, hogar envolvente y espejos, vaciando la unidad y quitando todos los
registros de mano y hombre previamente. Revise las superficies, especialmente las partes más
calientes, con ayuda de lámparas buscando abolsamientos, deformaciones (chichotes) o erosiones
en la superficie metálica. Deberá tomarse especial atención en las incrustaciones debido a que
actúan como aislante térmico que pueden provocar un sobrecalentamiento del hogar, tubos de
humo y espejos; y, como consecuencia, fugas en los tubos de humo y agrietamiento en los
extremos de los mismos.

Emplee un cuchillo o un pequeño martillo para obtener muestras de las incrustaciones y envíelas
inmediatamente al consultor en tratamientos de agua.

Aquí en Honduras es usual contratar empresas que se dedican al tratamiento de aguas para vigilar
la calidad del agua, vienen periódicamente y realizan análisis del agua y nos dan el diagnostico del
posible estado de la caldera.

Algunas veces las condiciones del agua o del tratamiento del agua dan por resultado una
acumulación de lodo y sedimentos en el fondo de la caldera, su revisión visual le revelará la
presencia de estos lodos. Use una manguera con agua a presión para lavar estas acumulaciones y
revise nuevamente la superficie metálica frotando con sus manos y viendo que se ha hecho un
trabajo efectivo.

Es importante mantener un sello hermético en los registros de hombre y mano. Pequeñas fugas
desgastarán el metal y dañarán los asientos de los empaques. Cuando la erosión llega a ser seria
debe ser calzada y, puesto que es un recipiente a presión, la reparación puede sugerir un soldador
calificado.

En su almacén de repuestos, debe tener un juego de empaquetaduras para los registros (también
llamados Tortugas). Los empaques metálicos de espiral, si están en buenas condiciones, pueden
volverse a usar, pero es conveniente voltearlos; aunque la recomendación es la de utilizar siempre
empaques nuevos. Los empaques no metálicos deben ser descartados.

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