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La osteomielitis, infección de huesos, es causada por diversos microorganismos que llegan a dichos
órganos por vías diferentes. La variante hematógena espontánea aparece a veces en sujetos por lo
demás sanos, en tanto que la propagación microbiana local más bien afecta a personas con cuadros
primarios, o en pacientes en quienes ya existió transgresión de la piel con descubrimiento del hueso.
Clasificación:
1) Diseminación hematógena
2) Propagación desde un sitio vecino después de operación
3) Infección secundaria en un marco de insuficiencia vascular o neuropatía coexistente.
Con base en la duración de la infección puede ser aguda (tratada con antibióticos) o crónica
(antibióticos y desbridamiento quirúrgico). La osteomielitis aguda hematógena o por contigüidad
evoluciona en un lapso breve, es decir, unos cuantos días o semanas. A diferencia de ella, la
osteomielitis subaguda o crónica dura semanas o meses antes de comenzar el tratamiento.
La clasificación según el sitio distingue entre casos en huesos largos, columna vertebral y huesos
periarticulares. Los huesos largos suelen ser afectados después de la siembra hematógena en niños
o propagación contigua después de traumatismos o cirugía. El riesgo de osteomielitis vertebral en
los adultos se agrava con la edad. La osteomielitis periarticular que complica a la artritis séptica
tratada inadecuadamente es común en particular en infecciones periprotésicas articulares.
OSTEOMIELITIS VERTEBRAL
Patogenia:
Microbiología:
El espectro microbiológico de los casos agudos es similar en zonas diferentes del mundo, por lo
tanto, tenemos que:
Manifestaciones clínicas
25% de pacientes fiebre >38oC
Dorsalgía en 85% de los casos
Columna cervical 10%.
Columna dorsal 30%.
Columna lumbar 60%.
Temprana: 30 días de haber colocado el implante y el agente causal más común es el S. Aureus;
existe deficiencia en la curación de la incisión o herida y fiebre.
Tardía: después de 30 días de haber practicado la cirugía, y como agentes infectantes típicos están
los microorganismos de poca virulencia como estafilococos coagulasa-negativos o P. acnes.
Diagnóstico:
La leucocitosis y la neutrofilia tienen niveles pequeños de sensibilidad diagnóstica (solamente
65 y 40%, respectivamente)
Aceleración de la velocidad de eritrosedimentación en 98 y 100% de los casos.
Un mayor nivel de proteína C reactiva (C-reactive protein, CRP);
Hemocultivos.
En personas con negatividad de los cultivos hemáticos se necesita la obtención de material
de biopsia por técnica abierta u orientada por CT.
Cultivar muestras de hueso en busca de microorganismos aeróbicos, anaeróbicos y hongos.
Si son negativos los cultivos de sangre y tejidos a pesar de un cuadro histopatológico
sugerente, habrá que pensar en la realización de una PCR de gran amplitud, de las muestras
de biopsia o del pus aspirado.
El diagnóstico diferencial de la dorsalgia con fiebre, e incluyen pielonefritis, pancreatitis y
síndromes virales.
Además, también hay que pensar en múltiples cuadros no infecciosos de la columna vertebral
como fractura osteoporótica, espondilitis seronegativa y estenosis raquídea.
Las Rx simples en son útiles en la osteomielitis subaguda o crónicas.
La MRI debe realizarse en forma expedita en personas con perturbaciones neurológicas, para
así descartar hernia discal o detectar algunas complicaciones piógenas, en forma oportuna.
La CT útil como medio de orientación en la obtención de tejido para biopsia percutánea.
Tratamiento:
Complicaciones:
En casos de dolor persistente con signos de inflamación o sin ella, hay que buscar abscesos
paravertebrales, epidurales (15-20%) o del psoas. La persistencia del dolor a pesar de que se
normalicen las cifras de CRP, denota complicaciones mecánicas como osteonecrosis grave o
inestabilidad espinal.
Epidemiologia
En los adultos casi todos los casos de osteomielitis de huesos lagos son de postraumatismos o
posquirúrgicos; con menor frecuencia las recidivas tardías surgen de infecciones hematógenas
durante la niñez.
El riesgo de infección depende del tipo de fractura. Después de una fractura cerrada, la infección en
el implante aparece en menos de 1% de los pacientes. A diferencia de ello, después de una fractura
abierta, el riesgo de osteomielitis varia de 2 a 16% y depende de la magnitud del daño hístico.
Microbiología
En orden de frecuencia los estafilococos coagulasanegativos ocupan el segundo lugar como agentes
causativos en la osteomielitis de implantes. Después de fracturas abierta, la osteomielitis por
contigüidad en huesos largos es causada por bacilos gramnegativos o una mezcla polimicrobiana.
Manifestaciones clínicas
Los síntomas principales en adultos con osteomielitis hematógena primaria o repetitiva de
huesos largos son dolor y febrícula.
La infección se manifiesta ocasionalmente en la forma de infección clínica y signos locales de
inflamación
Después de fijación interna la osteomielitis se clasifica en aguda (≤3 semanas) o crónica, la
aguda se manifiesta como eritema y retraso en la cicatrización de heridas.
La infección aguda por el implante también puede aparecer después de siembra hematógena
en cualquier momento después del implante de un dispositivo.
Entre los síntomas típicos están el dolor de comienzo reciente y signos de infección.
El cuadro inicial puede incluir dolor persistente, signos locales sutiles de inflamación,
expulsión intermitente de pus o eritema fluctuante sobre la cicatriz.
Diagnóstico
Aumentan la remodelación ósea y la captación del marcador cuando menos 12 meses
después de la cirugía. Por esa razón, el gammagrama óseo trifásico no es útil en ese intervalo.
Sin embargo, en recidivas tardías permite el diagnóstico rápido y a bajo costo.
Si los resultados son positivos se necesitará tomografía computarizada para estimar la
magnitud del tejido inflamado y detectar necrosis ósea.
La infección por el implante se sospechará en caso de que las cifras de CRP no retornen a
límites normales o aumenten después de un decremento inicial. Los datos clínicos y de
laboratorio sospechosos obligarán a la exploración quirúrgica y a la obtención de muestras.
En la osteomielitis crónica que tiene >1 año de duración, una opción satisfactoria es CT de
emisión monofotónica además de CT convencional, sea con leucocitos marcados con
difosfonato de metileno con 99mTc o con anticuerpos monoclonales antigranulocíticos
marcados.
Complicaciones
Epidemiología
El riesgo de infección, que se manifiesta en los dos primeros años del posoperatorio, varía con la
articulación. Es el más pequeño después de artroplastia de cadera y rodilla (0.3 a 1.5%) y máximo
después de remplazo del tarso y codo (4 a 10%). El riesgo de PJI hematógena alcanza su máximo en
el posoperatorio temprano. Sin embargo, durante toda la vida persiste la siembra hematógena y
sobre tal base, casi todos los casos surgen >2 años después de la colocación del implante.
Microbiología
En promedio, 70% de los casos de PJI son causados por estafilococos; 10% por
estreptococos, 10% por bacilos gramnegativos y el resto por otros microorganismos
diversos.
Todos estos gérmenes pueden ocasionar PJI, incluidos hongos y micobacterias. P. acnes
causa incluso 33% de los episodios de infección periprotésica del hombro.
Por costumbre se ha clasificado a la PJI como temprana (<3 meses después del implante), retardada
(3 a 24 meses después de la operación), o tardía (>2 años después de colocación del implante). En
el caso de la toma de decisiones terapéuticas (véase adelante), es más útil clasificar las PJI en: 1)
hematógenas agudas con <3 semanas de duración de síntomas; 2) posintervencionistas tempranas
que se manifiestan en término de 30 días de echa la operación, y 3) PJI crónicas con síntomas que
duran >3 semanas. En forma típica, la PJI exógena aguda se manifiesta inicialmente por signos
locales de infección (fi g. 158-3). A diferencia de ello, las PJI hematógenas, causadas muy a menudo
por S. aureus, se caracterizan por dolor de comienzo reciente que inicialmente no se acompañaron
de signos de inflamación local notables. En casi todos los casos predomina en el cuadro clínico un
síndrome de septicemia en evolución. Los signos básicos en PJI crónica son derrame articular, dolor
local, aflojamiento del implante y en ocasiones un trayecto fistuloso. La PJI crónica es causada más
a menudo por microorganismos de poca virulencia como estafilococos coagulasa-negativos o P.
acnes. Las infecciones por ellos se caracterizan por manifestaciones inespecíficas como dolor
crónico causado por inflamación de poca monta o aflojamiento temprano.
Diagnóstico
Los estudios hematológicos como la medición de CRP (niveles altos, ≥10 mg/L) y la velocidad de
eritrosedimentación (cifras altas, ≥30 mm/h) son sensibles (91 a 97%) pero inespecíficos (70 a 78%).
El recuento de células en líquido sinovial tiene sensibilidad y especificidad cercanas a 90%, con cifras
límites de 1 700 leucocitos/μL en infecciones periprotésicas de la rodilla, y 4 200 lecucocitos/μL en
infecciones periprotésicas de la cadera. En la cirugía de desbridamiento, hay que obtener como
mínimo tres muestras de tejido para cultivo e histopatología. Si se extrae material de implante la
aplicación de ultrasonido a este material seguido de cultivo, la práctica de métodos moleculares
para examinar el líquido de ultrasonido o las dos técnicas en cuestión, permiten detectar los
microorganismos en las biocapas.
Por medio de CT y MRI se detectan infecciones de partes blandas, aflojamiento de prótesis y erosión
de huesos, pero los artefactos en el estudio de imagen causados por los implantes metálicos limitan
su utilidad. Otro método con sensibilidad y especificidad medianas para detectar PJI es PET con 18F-
fl uorodesoxiglucosa. Sin embargo, dicha técnica no ha sido aceptada ni establecida como útil para
tal finalidad.
La osteomielitis esternal exógena se manifiesta por fiebre, dolor local mas intenso, eritema,
secreción de la herida o incisión e inestabilidad del esternón.
La osteomielitis del esternón hematógena se caracteriza por dolor, hinchazón y eritema del hueso.
Las entidades por incluir en el diagnóstico diferencial de osteomielitis hematógena del esternón
incluyen cuadros inmunológicos que en forma típica tienen como manifestación inicial inflamación
sistémica o Multifocal del esternón o de las articulaciones esternoclavicular o esternocostales (como
sinovitis, acne, pustulosis, hiperostosis y osteitis, el llamado conjunto SAPHO [synovitis, acne,
pustulosis, hyperostosis, osteitis], vasculitis y osteomielitis recidivante multifocal y cronica).
Diagnostico
Realizar investigaciones específicas para identificar infecciones por micobacterias, en particular si la
osteomielitis comenzó después de un traumatismo no penetrante del esternón. En el caso de
osteomielitis esternal secundaria, el recuento de leucocitos puede ser normal, pero el nivel de CRP
es >100 mg/L en casi todos los casos.
En la osteomielitis que acompaña a la presencia de alambres en el esternón, intervienen
importantemente microorganismos de poca virulencia como estafilococos coagulasa-negativos.
Realizar biopsias profundas. Los cultivos de material superficial obtenido con aplicador no son
diagnósticos y pueden ser desalentadores.
La resonancia magnética es el método normativo actual para detectar cada tipo de osteomielitis.
Pronostico
La osteomielitis del esternón primaria conlleva un riesgo mínimo de mortalidad. A diferencia de ello,
en la forma secundaria de este trastorno las cifras de mortalidad intrahospitalaria son de 15 a 30%
después de operaciones en el esternón.
Microbiologia
Cuando se consideran únicamente las muestras de biopsia de huesos, los principales patógenos son
S. aureus, anaerobios y diversos bacilos gramnegativos. Los anaerobios prevalecen particularmente
en heridas crónicas
Diagnostico
En muchos casos es posible diagnosticar sobre bases clínicas la osteomielitis del pie, sin necesidad
de métodos de imagen.
Muchos clínicos dependen del método de “sonda del pie” que tiene valor predictivo positivo
cercano a 90% en poblaciones con una gran probabilidad previa a la prueba
Si la persona tiene poca probabilidad previa a la prueba, se realizara resonancia magnética, por su
alto grado de sensibilidad (80 a 100%) y especificidad de (80 a 90%).
Las radiografías simples poseen sensibilidad de 30 a 90% y su especificidad de 50 a 90%; su práctica
se puede considerar para vigilancia de personas con osteomielitis confirmada del pie diabético.
Tratamiento
Es poca la correlación entre los cultivos de hueso y los de material de la herida obtenido por
aplicador o punciones. El tratamiento con antibióticos se basara en los datos de cultivos de hueso.
Se ha demostrado que con el desbridamiento de la herida en combinación con un ciclo de cuatro a
seis semanas de antibióticos, la amputación se torna innecesaria en 66% de los pacientes. Si la
ulcera del pie muestra infección clínica, habrá que emprender la administración de antimicrobianos
sobre bases empíricas para evitar que el cuadro evolucione y llegue a la osteomielitis. Entre los
fármacos que se utilizan están: la vancomicina, clindamicina, ampicilina-sulbactam, fluoroquinolona
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
La información de los estudios de laboratorio y por imágenes nos permite confirmar un diagnostico
presuntivo, realizar seguimiento del paciente y establecer un pronóstico.
Estudio radiológico
Examen de primera línea en el diagnóstico de artropatías. En este estudio se observan los siguientes
aspectos:
a) Densidad ósea: hallazgo más difícil de valorar en la Rx simple; una osteopenia puede reflejar
enfermedades como osteoporosis y osteomalacia.
b) Espacio articular: se evalúa el cartílago articular indirectamente, determinando la amplitud
del espacio articular; así, un espacio estrecho se traduce a un cartílago adelgazado.
c) Tejidos blandos: el aumento de volumen de los tejidos blandos puede ser el signo
radiológico más precoz de una enfermedad articular. En enfermedades inflamatorias tiende
a ser fusiforme y relativamente simétrico.
d) Calcificaciones: frecuentes en artropatías por depósitos de cristales, gota, esclerodermia,
lupus y dermatosis.
e) Alineamiento óseo: alterado como consecuencia de la disminución asimétrica del espacio
articular, por compromiso de tejidos blandos periarticulares y rotura tendinea.
Ultrasonido
Examen de imagen que permite detectar cantidades pequeñas de líquido articular, y diferenciar un
derrame sinovial de una sinovitis. Así mismo, puede detectar erosiones, evaluar el espesor de
cartílago hialino, evidenciar cristales intraarticulares.
En sinovitis permite evaluar el grado y aspecto del engrosamiento sinovial, y obtener información
del grado de vascularización de la misma.
Resonancia magnética
Es de gran utilidad para detectar sinovitis, capsulitis, tenosinovitis, artritis reumatoide y sacroileitis.
Densitometría ósea
Estudio utilizado para cuantificar la Densidad Mineral Ósea (de gran importancia en osteoporosis).
En este examen se utiliza radiaciones ionizantes generando dos haces de rayos X, de los cuales uno
es absorbido por las partes blandas y otro por el hueso; se detecta la absorción de cada uno de ellos
y con ello se calcula la DMO del hueso
Velocidad Sedimentación Globular (eritrosedimentación)
La VSG es una medida indirecta que traduce cambios producidos en el plasma, como respuesta a
una necrosis hística o reacción inflamatoria. Sus amentos reflejan incrementos en las cifras de
fibrinógeno en la sangre y de otras proteínas sintetizadas durante un proceso inflamatorio.
Utilizado para:
Sospecha de PMR-AT
Seguimiento de AR, PMR, AT
Distinguir compromiso articular inflamatorio del no inflamatorio
Proteína C Reactiva
Los valores de PCR en el plasma aumentan en respuesta a un estímulo inflamatorio. Sus niveles en
suero van paralelos a la extensión del daño hístico y alcanzan un pico máximo después de 2-3 días
del estímulo agudo.
Utilizado para:
Seguimiento de AR
Infección en intercurrencia
Conectivopatías
ASTO
El 80% de pacientes con fiebre reumática tienen títulos de ASTO superiores a los normales (niño 333
U Todd, adulto 250 U Todd).
Utilizado para:
Uricemia
El ácido úrico es el producto del catabolismo de las bases púricas, componentes esenciales de ácidos
nucleicos. El 90% de estas bases es de origen endógeno, por lo que las variaciones tienen escaso
valor en el control de la hiperuricemia; sin embargo, la hiperuricemia es el dato característico de la
gota.
Se considera como límite superior de la normalidad una uricemia de 70 mg/l en los hombres y 60
mg/l en mujeres.
Utilizado para:
Factor reumatoideo
Utilizado para:
HLA-B27
Los antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés) son proteínas que ayudan al
sistema inmunitario del cuerpo a diferenciar entre sus propias células y sustancias extrañas y
dañinas.
El HLA-B27 es un examen de sangre para buscar una proteína específica que se encuentra en la
superficie de los glóbulos blancos. Dicha proteína se denomina antígeno leucocitario humano B27
(HLA-B27).
Utilizado para:
Sospecha de espondiloartropatía
Artritis reactiva
Enfermedad de Crohn
ANA
Los anticuerpos antinucleares son sustancias producidas por el sistema inmunitario que atacan los
propios tejidos del cuerpo. La prueba de detección determina si dichos anticuerpos están presentes.
Si la prueba da un resultado positivo, se puede realizar una serie de pruebas para identificar los
objetivos antígenos específicos.
Utilizado para:
El anti-ADN se emplea para diagnosticar el lupus eritematoso sistémico (LES) o lupus, en personas
con signos y síntomas compatibles con la enfermedad y con un resultado positivo a la prueba de
detección de anticuerpos antinucleares o ANA.
Utilizado para:
C3 C4
Este sistema del complemento tiene como función principal la respuesta inmunitaria defensiva ante
un agente hostil (por ejemplo, microorganismos). Este examen de sangre determina si el nivel de
las proteínas sanguíneas baja, lo que podría indicar que ciertas enfermedades autoinmunes se
encuentran activas.
Utilizado para:
Utilizado para:
CH30
Utilizado para:
Crioglobulinas
Utilizado para:
Sospecha de crioglobulinemia
ANCA (anticuerpos anticitoplasma de neutrófilo)
Utilizado para:
Anticuerpos antifosfolípidos
Utilizado para:
Anti-centrómero
Utilizado para:
Antipéptidos cíclicos
Utilizado para:
Citrulinados
Utilizado para:
Inicio de la AR
Sensibilidad al FR y 95% especificidad
Espondiloartropatías
Artritis reactivas
Otros
Anti-Scl 70: sospecha de ESP
Anti-M1-2: sospecha de DM
Anti-Jo-1: sospecha de DM - PM
Anti-SPR: sospecha de PM
BIBLIOGRAFÍA
Braunwald E, Fauci AS, Hauser SL, Jameson JL, Kasper DL, Longo DL. (2006) Principios de
Medicina Interna, 16 Edición. México-Bogotá, Mc Graw Hill.
Surós Batlló J. (2001) Semiología Médica y Técnica Exploratoria, Masson, 8va edición.