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CASO BLANCO

El 24 de enero de 1872 en la ciudad de Burdeos Francia, el señor Blanco entabla


demanda en contra de los señores Enrique Bertrand, Pierre Monet y Juan Vignerie
por acción de daños y perjuicios, quienes eran empleados de la tabacalera
ADOLPHE, empresa manejada por el estado, por ser coautores del accidente de
su hija Agnes Blanco y al estado como civilmente responsable de pagar 40,000
francos en calidad de indemnización, en consecuencia que los empleados de
dicha tabacalera empujando el vagón de dicha empresa derriban a la menor
mientras esta pasaba sobre la via publica delante del almacén de tabacos,
pasándole sobre el muslo con el vago en consecuencia de este suceso la menor
sufre la amputación de su miembro.

Posteriormente, tras la negativa de los tribunales civiles de resolver el conflicto, el


señor Blanco motiva su acción en la necesidad de apreciar la parte de
responsabilidad de los agentes del estado, segundo sobre la interdicción para los
tribunales ordinarios de conocer peticiones que tienden a constituir al Estado
deudor.

También considera la responsabilidad en que puede recurrir el Estado por los


daños causados por los individuos que forman parte de los servicios públicos que
no puedan ser regido por los principios que están establecidos en el Codigo civil.

Este fallo ha hecho importantes aportes para la teoría general del Derecho
Administrativo, cabe destacar algunos de los que más trascendencia tienen en
nuestros días.

a) Principio de la Vinculación de la competencia y del fondo: Se establece un


vínculo directo y reciproco entre la aplicación de las reglas autónomas
exorbitantes al derecho privado, y a la competencia de la jurisdicción
administrativa.

b) Noción de gestión privada de los servicios públicos. “El estado propietario”, “el
Estado persona civil capaz de obligarse por contratos en los términos de derecho
privado”.

c) En el contencioso de responsabilidad, el fallo y las conclusiones consagran la


competencia administrativa sin basarse en ninguna noción de gestión privada.
- La responsabilidad del poder público está regida por reglas especiales y
competente a la jurisdicción administrativa “aun si el agente que causa el perjuicio
durante la ejecución de un servicio no tiene la calidad de funcionario sino
simplemente la de empleado auxiliar o de encargado de la administración,
vinculado a ella en virtud de un contrato suscrito bajo las condiciones del derecho
común”.

Desde 1920, la jurisprudencia reconoce la existencia de servicios públicos


industriales y comerciales, que por su parecido con la industria privada,
justamente han sido sustraídos de los principios del fallo blanco.

d) El fallo Blanco afirma la autonomía del derecho administrativo de la


responsabilidad en relación a las reglas establecidas en el Código Civil. Esta
autonomía, sin embargo, ha tomado un sentido nuevo aun si en ciertos casos, ella
implica la aplicación de reglas menos favorables a los particulares de las que
resultarían de la aplicación del Código Civil. Esta autonomía conlleva al
reconocimiento cada vez más frecuente de la responsabilidad de la administración
en situaciones donde el derecho Civil no habría permitido dar satisfacción a la
víctima.

Con el fallo Blanco se pone fin a una larga historia de irresponsabilidad por parte
del Estado quien nada mas era responsable en cuestiones de responsabilidad
contractual o intervención legislativa, sin embargo con este fallo se consagra la
responsabilidad del Estado y se somete a un régimen especifico, considerando
que la responsabilidad del estado por el servicio publico no puede regirse por los
principios establecidos en el Codigo Civil para las relaciones entre particulares.
Mas alla de la responsabilidad misma, el fallo conoce al servicio publico como la
materia de competencia del tribunal administrativo. Si bien es cierto que el fallo
Blanco es, en muchos aspectos, fundador del derecho administrativo, la evolución
posterior de la jurisprudencia debe conducir hacia el perfeccionamiento de las
normas aplicables en materia de distribución de competencias. El servicio público
ya no es un criterio absoluto de la competencia de los Tribunales Administrativos:
particularmente, los litigios relativos a los servicios públicos industriales y
comerciales que son, en principio de la jurisdicción judicial.

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