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ESTUDIO DE LA GENERACIÓN Y DIFERENCIACIÓN DE LAS CÉLULAS

SANGUÍNEAS, CÉLULAS TRONCALES, HEMATOPOYÉTICAS Y


MESENQUIMATOSAS
La sangre es un tejido que comparte una parte solida y otra líquida, en la
primera se localizan los órganos hematopoyéticos, medula ósea (MO), bazo,
ganglios linfáticos, timo, anillo de Waldeyer, placas de Peyer, en la segunda
las células o fragmentos celulares que circulan como glóbulos rojos o
eritrocitos, glóbulos blancos o leucocitos y plaquetas.

La hematopoyesis comprende tanto la eritropoyesis como la leucopoyesis,


así como la trombopoyesis. Las células sanguíneas tienen una vida media
limitada; se producen y se destruyen de manera continua. La
hematopoyesis se encarga de mantener un nivel constante de los diferentes
tipos de células que hay en la sangre periférica. Tanto el eritrocito (vida
media de 120 días) como las plaquetas (vida media de 10 días) de los seres
humanos permanecen toda su vida en la sangre circulante. Los leucocitos,
sin embargo, migran fuera de la circulación poco después de haberla
alcanzado en la médula ósea y pasan la mayor parte de su vida de longitud
variable (y realizan todas sus funciones) en los tejidos.

En el adulto, los eritrocitos, granulocitos, monocitos y plaquetas se forman en


la médula ósea roja; los linfocitos también se forman en la médula ósea roja
y en los tejidos linfáticos.

Durante la vida fetal, tanto los eritrocitos como los leucocitos se forman en
varios órganos antes de la diferenciación de la médula ósea. La primera
etapa o fase del saco vitelino de la hematopoyesis se inicia en la tercera
semana de gestación y se caracteriza por la formación de “islotes
sanguíneos” en la pared del saco vitelino del embrión. En la segunda etapa,
o fase hepática, que ocurre en el inicio del desarrollo fetal, los centros
hematopoyéticos aparecen en el hígado. La hematopoyesis en estos sitios
está, en gran parte, limitada a las células eritroides, aunque en el hígado se
produce algo de leucopoyesis. El hígado es el órgano hematopoyético fetal
principal durante el segundo trimestre. La tercera etapa o fase medular ósea
de la hematopoyesis fetal y la leucopoyesis, ocurre en la médula ósea (y
otros tejidos linfáticos) y comienza durante el segundo trimestre de
embarazo. Después del nacimiento, la hematopoyesis sólo ocurre en la
médula ósea roja y en algunos tejidos linfáticos, al igual que en el adulto. Los
precursores tanto de las células sanguíneas como de las células germinales
tienen su origen en el saco vitelino.

Bibliografía: Wojciech Pawlina MD, Michael Ross PhD. Ross. Histología: Texto y atlas.
7ª ed. Wolters Kluwer; 2016.
Las células que constituyen el microambiente de la médula ósea, como los
macrófagos, las células endoteliales y las células fibroblastoides reticulares,
son las encargadas de producir SF, G-CSF, GM-CSF e IL-6.

La proteína estimulante de la hematopoyesis más conocida es la


eritropoyetina, la cual se produce en el riñón y, tal vez en pequeña
cantidad, en el hígado. Esta hormona estimula la eritropoyesis de manera
selectiva.

Los factores estimulantes de colonias de granulocitos (G-CSF) o granulocitos


y macrófagos (GM-CSF) son capaces de aumentar la producción de
granulocitos y monocitos; además, pueden incrementar la cantidad de
células madre y favorecen su circulación en la sangre periférica.

En la médula ósea normal se encuentran todas las células de la sangre,


maduras e inmaduras. En la sangre periférica se identifican casi siempre
células maduras y, en determinadas circunstancias, que pueden ser
fisiológicas o patológicas, se observan células inmaduras. Las células
progenitoras pluripotenciales de la médula ósea se autorreplican
lentamente, y de forma ocasional se diferencian a un estadio de
compromiso linfoide o mieloide. El primer estadio de compromiso mieloide
produce una célula progenitora capaz de autorrenovarse y también de
diferenciarse hacia todos los progenitores de las células sanguíneas, con la
excepción de las linfoides. Esta célula se conoce como la célula madre
mieloide, que se autorreplica y evoluciona a un estado de célula
progenitora hacia la eritropoyesis, granulopoyesis, megacariocitopoyesis y
fagocitopoyesis.

La célula progenitora pluripotencial se caracteriza por ser capaz de dividirse


sin diferenciarse, de tal manera que se perpetúa una capacidad
denominada “autorrenovación”. Tal propiedad le confiere a esta célula
(que se encuentra también en la sangre del cordón umbilical y en pequeña
cantidad en la sangre periférica) la capacidad de repoblar la médula ósea
en los pacientes sometidos a trasplante de médula ósea.

El megacariocito es la célula más grande de la médula ósea y de su


citoplasma maduro se desprenden las plaquetas. Las células maduras que
normalmente circulan son los reticulocitos y eritrocitos; granulocitos en
banda y segmentados, neutrófilos, eosinófilos, basófilos; monocitos, linfocitos
y plaquetas. Cuando la producción de un tipo de células aumenta por
razones fisiológicas o patológicas, es posible que se observen células
inmaduras en circulación.

Bibliografía: Wojciech Pawlina MD, Michael Ross PhD. Ross. Histología: Texto y atlas.
7ª ed. Wolters Kluwer; 2016.

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