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AMARTYA SEN Y LA

ECONOMÍA DEL
BIENESTAR
EMPRESA

Nacido en 1933 es un economista indio, obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1998


por sus contribuciones a la economía del bienestar.
Después de estudiar varias catástrofes en la India, Bangladesh y el Sahara desde los años
cuarenta, Sen descubrió que las hambrunas se han producido incluso cuando la provisión
de alimentos no era diferente de años anteriores y que, en algunas áreas afectadas por el
hambre, se habían exportado alimentos. Para Sen, concurren en el fenómeno factores
sociales y económicos que afectan a los diferentes grupos de la sociedad, y que influyen
sobre la elección de oportunidades. Comprobó que la hambruna de Bangladesh en 1974
se debía en parte a que las inundaciones de ese año habían hecho subir los precios de
alimentos, al tiempo que los obreros agrícolas carecían de trabajo, con el consiguiente
descenso de su poder adquisitivo

Sen consiguió esclarecer la relación entre la llamada curva de Lorentz, que mide la
desigualdad en ingresos, y la distribución de diferentes activos por parte de la sociedad.
Una norma habitual para medir el bienestar de una sociedad es el porcentaje de sus
habitantes que se encuentra por debajo de lo que se califica de antemano índice de
pobreza, pero esta teoría ignoraba los diversos grados de pobreza entre los menos
favorecidos. Para solucionar esta deficiencia, Sen elaboró un índice para medir la pobreza,
teniendo en cuenta el bienestar de los individuos, que ha sido utilizado desde entonces
por muchos investigadores.
1. Centro de Estudios CEAC (04/03/2011)

DOMINGO, 17 DE JULIO DE 2011

El bienestar humano según Amartya Sen


Amartya Sen

El bienestar humano es el estado en que los individuos tienen la capacidad y la posibilidad de


llevar una vida que tienen motivos para valorar. La capacidad de las personas para procurarse
una vida que valoren está determinada por una diversidad de libertades instrumentales. El
bienestar humano implica tener seguridad personal y ambiental, acceso a bienes materiales
para llevar una vida digna, buena salud y buenas relaciones sociales, todo lo cual guarda una
estrecha relación con y subyace a la libertad para tomar decisiones y actuar:

- La salud es un estado de absoluto bienestar físico, mental y social, y no simplemente la


ausencia de enfermedad. Tener buena salud no solo significa estar fuerte y sano y sentirse bien
sino también estar libre de enfermedades prevenibles, tener un entorno físico saludable y acceso
a energía, agua segura y aire limpio. Lo que se puede ser y hacer supone, entre otras cosas, la
capacidad para mantenerse en una buena condición física, minimizar la preocupación por la
salud y garantizar el acceso a atención sanitaria.

- Las necesidades materiales están relacionadas con el acceso a los bienes y servicios de los
ecosistemas. La base material para tener una buena vida incluye medios de sustento asegurados
y adecuados, suficientes alimentos y agua limpia en todo momento, alojamiento, vestido, acceso
a energía para calefacción y acondicionamiento de aire y acceso a bienes.

- La seguridad está relacionada con la seguridad personal y ambiental. Implica el acceso a


recursos naturales y de otro tipo y estar libre de violencia, actividades delictivas y guerras
(motivadas por fuerzas motrices ambientales), así como seguridad frente a catástrofes naturales
y provocadas por la actividad humana.

- Las relaciones sociales hacen referencia a las características positivas que definen la
interacción entre los individuos, como la cohesión social, la reciprocidad, el respeto mutuo,
buenas relaciones de género y familiares y la capacidad para ayudar a los demás y mantener a
los hijos.
Aumentar las oportunidades reales que las personas tienen para mejorar sus vidas requiere
abordar todos estos aspectos. Esto está estrechamente ligado a la calidad del medio
ambiente y a la sostenibilidad de los servicios proporcionados por los ecosistemas. Por
lo tanto, es posible realizar una evaluación del impacto del medio ambiente en el bienestar de
las personas mapeando el impacto del medio ambiente en los distintos componentes del
bienestar.

Amartya Sen y sus aportaciones a la Teoría del Desarrollo: Algunas


reflexiones
Fran Equiza
Gerente IIG
El aporte central de Sen a la Teoría del Desarrollo tiene que ver con cómo mira Sen el bienestar, es
decir, con las cuestiones acerca de qué es el bienestar y quién es el sujeto del bienestar.
Respondiendo a estas preguntas, Sen redescubre que el sujeto del bienestar es el ser humano y
que el bienestar es el cómo este ser humano se encuentra. Este punto, que parece obvio, le
conduce de forma inmediata al cuestionamiento de la forma de entender, concebir y, por ende,
medir el bienestar que ha venido manejando la Teoría del Desarrollo.
Este enfoque le permite a Sen pasar de preocuparse por los medios que tiene una persona, y que
supuestamente son un indicador de su bienestar, a preocuparse por los fines que consigue dicha
persona. De hecho, y como veremos más adelante, no sólo de los fines que consigue sino de todos
aquellos que está en disposición de conseguir independientemente de que al final, y bajo su propia
voluntad a la que Sen llama agencia, los realice o no.
Las implicaciones de este enfoque se manifiestan en la superación del tradicional concepto
utilitarista del bienestar, el paso a un concepto centrado en las posibles realizaciones del individuo y
la entrada del paradigma de que la consecución del desarrollo se fundamenta en el ensanchamiento
de las libertades del individuo de manera que le permitan llevar la vida que éste considere digna
vivir.
La crítica fundamental al bienestarismo, y concretamente al utilitarismo como una de sus
manifestaciones específicas, se basa en: a) la errónea identificación de bienestar con utilidad en las
tres principales interpretaciones: elección, felicidad y satisfacción del deseo, b) la consideración de
que la ordenación por suma es trivial y no deja de lado la cuestión de la desigualdad y c) la
incapacidad de incorporar las diferencias de partida y de agencia entre las personas.
La identificación de bienestar como elección, además de que ésta pueda no representarse de forma
binaria o pueda no ser transitiva, plantea el problema fundamental de que la conducta de elección
incorpora muchos más elementos que la mera búsqueda y satisfacción del bienestar.
En cuanto a la felicidad, plantea dos problemas. El primero hace referencia a que la felicidad es
básicamente un estado mental que no tiene en cuenta otros aspectos. El segundo se manifiesta en
la limitación de otros estados mentales como consecuencia de interpretar la felicidad como uno de
ellos y la valoración subjetiva que ello implica. Respecto a la satisfacción del deseo presenta el
problema de la valoración (¿valoro porque deseo o deseo porque valoro?) pero, aún así, los deseos
pueden, en virtud de la capacidad de agencia, ir contra el bienestar de una persona, por lo que
sumado éste a la representación de deseo tanto como potencia como en cuanto acto, además de la
contingencia de los mismos, dificulta su utilización objetiva.
El ordenamiento por suma es la pauta básica en el utilitarismo además de ser considerado como
algo inevitable. Sin embargo, la representación numérica se concreta en la maximización de la
esperanza matemática, en condiciones de equiprobabilidad de ser cualquier individuo, valores que
representan la elección bajo incertidumbre. Estos valores no tienen por qué coincidir con ningún
concepto de bienestar. Además de que representan presuntamente la absoluta racionalidad, sin que
en la ordenación haya podido estar presente el concepto de igualdad.
Por último, analicemos la incapacidad de incorporar diferencias subjetivas. Dos personas con la
misma cantidad de bienes pueden conseguir realizaciones muy distintas en función de
peculiaridades personales. Estas diferencias de partida pueden provenir de def
iciencias físicas,
diferencias biológicas u orígenes sociales dispares y representan posibilidades de bienestar
significativamente variables, variación que ha de ser recogida en virtud de que interpreta estas
peculiaridades, hecho que no contempla el utili
tarismo.
Así pues, Sen plantea que la característica fundamental del bienestar es la capacidad de
conseguir realizaciones valiosas y define el conjunto de capacidades como el conjunto de
vectores de realización a su alcance; es decir, la evaluación no se
basa en analizar el conjunto
de realizaciones alcanzado sino en analizar el conjunto de realizaciones alcanzable, dado que
la calidad de vida que lleva una persona no se mide por un estándar sino por la capacidad de
esa persona de elegir dicho modo de vida
.
De esta manera, Sen identifica los siguientes elementos: a) el conjunto de bienes que posee
una persona xi, b) la función, no necesariamente lineal, que convierte los bienes en características
aplicables c(·), c) la función de uso personal o la pauta enla que el individuo puede generar
realizaciones a partir de las características f
i
(·), d) el conjunto de realizaciones F
i

y e) el bienestar en función de las realizaciones obtenidas h


i
(·).
Las capacidades de un individuo vienen delimitadas por dos conjun
tos. El primero se refiere al
conjunto de características que el individuo obtiene de los bienes que posee. El segundo viene
definido por el conjunto de realizaciones que puede obtener a partir de dichos bienes. Esta
distinción es crítica en el análisis de
Sen, puesto que el bienestar de un individuo vendrá dado
por la intersección de ambos espacios; es decir, tan sólo podrá realizar (o mejor, tan sólo
tendrá capacidad para) las “funcionalidades” que le estén dadas per se y por su entorno sobre
los bienes d
e los que goza.
Formalizando lo expuesto:
Vector de características de bienes: b
i
=f
i
(c(x
i
))
Bienestar obtenido: u
i
=h
i
(f
i
(c(x
i
))
Vector de capacidades: Q
i
(X
i
)=[b
i
|b
i
=f
i
(c(x
i
)), para algunos f
i
(·)






















































F
i
y para algunos x
i

X
i
]
De esta manera, observamos que de una alta acumulación de bienes y sus características, si
no existen las funciones que las transforman en realizaciones, no se obtiene un alto grado de
bienestar o, a la inversa, una alta capac
idad de funciones personales sin bienes sobre las que
aplicarlas producen similares resultados. Es decir, para dos personas con la misma dotación de
bienes inicial, pero una de ellas con una discapacidad física de la que la otra carece,
obtendremos realiza
ciones bien distintas por las pautas que cada individuo podrá aplicar sobre
sus bienes.
Esto nos lleva a la fijación de las políticas para el desarrollo humano. No es suficiente con
ampliar el primer conjunto de la función: los bienes. Es necesario, igual
mente, aumentar las
condiciones que convierten dicho conjunto de bienes en capacidades de realización.
Gran parte de las políticas de desarrollo han ido encaminadas hacia el primer subconjunto. Sin
embargo, el reto se establece en el diseño de políticas o
rientadas a la persona que permitan
las realizaciones mencionadas y es este segundo conjunto de políticas el que no sólo incide
sobre aspectos de capital humano sino, sobre todo, en aspectos institucionales y de capital
social.
Las condiciones de transfor
mación de un individuo de un conjunto de bienes determinado en
capacidades de realización tienen una limitación personal, que podríamos llamar “condiciones
individuales”, y otra limitación de carácter comunitario o social. El conjunto de instituciones,
for
males e informales, que condicionan, coartan, impulsan, incentivan o promueven la
conversión de las características de los bienes en capacidades es virtualmente el todo de la
sociedad. Desde pautas familiares, que condicionan el orden de la alimentación y
las raciones
así como la prevalencia en la educación, hasta instituciones como los mercados que definen
quién y en qué condiciones se puede actuar, pasando por costumbres sociales que establecen
la vergüenza en una determinada forma de vestir o la forma de
constituir matrimonios.
De todo ello se desprende que la nueva acción para el desarrollo ha de superar la provisión de
bienes y competencias individuales y estar orientada hacia la provisión de entornos
institucionales que, en lugar de coartar el posible
desarrollo y conversión de dichos bienes en
capacidades, garanticen la ampliación del espacio de libertades de los individuos.
*

Amartya Sen: una mirada humana a los


problemas económicos
María del Pilar Pulido R.

 Economía
 13.03.2008
 9 minutos de lectura
desarrollo económicoeducaciónpensamiento económicopobrezapolítica democracia y
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Amartya Sen, muestra en el corto pero sustancial artículo, Las distintas caras
de la pobreza, su postura frente a fenómenos socioeconómicos como la
pobreza, la discriminación de género, la concentración de capital y acumulación
de riquezas con una mirada más humana y con un radical acercamiento entre
la ética y la economía. No en vano Robert Solow, lo bautizó como “la
conciencia moral” de la profesión económica. Por otra parte muestra su
enfrentamiento con los principios de la economía del bienestar clásica,
directamente con el axioma de maximizar el nivel de bienestar individual como
método principal de elección de alternativas.

En este sentido Sen identifica que es “más convincente medir el progreso por la
reducción de las privaciones que por el enriquecimiento aún mayor de los
opulentos”, y esto debe ser así para evitar que las brechas separatistas de
clases y los procesos de acumulación de riquezas generen sesgos en la
medida de crecimiento de las sociedades tanto económica como socialmente.
Así Sen plantea que el incremento de los ingresos no implica un incremento del
bienestar, debido en gran medida a que la mayoría de los hogares no son
totalmente cooperativos.

De esta forma Sen muestra que no se puede tener una visón correcta en
términos de mejoramiento social sin tenerse en cuenta si la vida de los pobres
va a mejorar. Pero para corregir este error es necesario identificar los tipos de
pobreza y los tipos de pobres[1]. Por eso definir y medir la pobreza y calcular el
porcentaje de pobres de un país o de una región, no son sólo cuestión de
números y promedios, debe ser un esfuerzo real por entender el entorno y de
esta forma aplicar políticas, estrategias e identificación de lineamientos
tendientes al mejoramiento de las condiciones del entorno en términos de
oportunidades y de capacidades.
Así para Sen no basta con contar cuantas personas viven con menos de dos
dólares diarios, ya que este es un análisis restrictivo, que no permite identificar
que la vida humana se puede empobrecer de muchas otras maneras. De esta
forma se podría concluir que para Sen, ser pobre no es solo vivir con menos de
dos dólares, o vivir por debajo de la línea de pobreza sea cual sea su medida,
ser pobre significa no tener niveles suficientes para poder desarrollar las
funciones básicas sociales como la educación, alimentación vivienda y vestido
en condiciones dignas pero teniendo en cuenta las circunstancias y
requerimientos sociales del medio.

Así, una vez más Sen soporta su artículo en la tríada formada por la dimensión
humana, social e histórica y con base en ella trata de buscar soluciones que
conjuguen el aspecto económico y los valores éticos y sociales. Tanto es así
que plantea que las distancias económicas entre seres iguales están
soportados mas en una desigualdad tanto en los derechos de propiedad de los
recursos ligados al poder de compra, como en las oportunidades y capacidades
para que puedan usarlos en función de sus metas y aspiraciones[2].

Durante la lectura de este articulo de Sen se puede identificar que existen


factores, geográficos, sociales, biológicos, que afectan la percepción o el
impacto de los ingresos de cada individuo, por ejemplo la educación, el acceso
a las oportunidades y la salud son más ausente entre más bajo es el nivel
económico.

Como ejemplos Sen cita a las mujeres y nos reta a entender como en algunos
países orientales sus condiciones de bienestar están sometidas o vinculadas a
su papel domestico y dócil, mientras que en otras latitudes, una mujer con más
educación, suele tener un trabajo mejor remunerado, mayor control sobre su
fertilidad y mejor índice de salud para ella y sus hijos; a los niños analfabetas a
los que no se le ofrece la oportunidad de ir a la escuela; de los grupos
minoritarios que por miedo escénico tiene que acallar sus creencias, etc.

Por otra parte Sen presenta la asimetría existente en la aplicación de planes de


desarrollo, a manera de ejemplo de este apartado se puede mostrar que los
procesos de desarrollo afectan de manera diferente a hombre que a mujeres,
es decir que las políticas de desarrollo no son neutrales en cuanto al género, ya
que por ejemplo las mujeres y los hombres no tienen el mismo acceso a los
cuidados de salud y a la nutrición.

Así mismo Sen afirma que hay condiciones de pobreza cuando existen
ciudadanos sin libertad política, con privaciones sociales como el
analfabetismo, la falta de sanidad, la atención desigual a los intereses de las
mujeres y de las niñas: Sen afirma explícitamente que existen: “La persistencia
de la pobreza y muchas necesidades básicas insatisfechas, las hambrunas, la
violación de libertades elementales, así como de libertades básicas, la falta de
atención a los intereses de las mujeres,.. las amenazas sobre el medio
ambiente y sobre el mantenimiento de nuestra vida económica y social”.

En este sentido el desarrollo de los países se alcanzara en la medida que se


maximicen y alcancen las libertades reales de los individuos(Jorge Iván
González, 2004). Así es necesario incrementar el PIB, o los procesos
tecnológicos generadores de medios de cambio para expandir estas libertades
y de esta forma erradicar las principales fuentes de privaciones sociales: la
pobreza, la tiranía, y la escasez de oportunidades económicas así como las
privaciones sociales: analfabetismo, la inseguridad, etc.

Sen resalta que en los regímenes autoritarios, aunque estimulan los


indicadores macroeconómicos como el PIB, generan la negación de las
libertades políticas y de los derechos civiles promoviendo economías con
problemas más grandes en la distribución de los recursos y de las
oportunidades. Sin embargo aunque las dificultades éticas en cuanto al
distribución sean resueltas y se alcance en algún sentido la igualdad entre los
individuos en relación directa a la dotación inicial, el aprovechamiento de las
oportunidades varía de persona a persona razón por la cual problema nunca
estará resuelto.

En los planteamientos del profesor Sen se evidencia que las penurias o


dificultades económicas están íntimamente relacionadas con la toma de
decisiones políticas y sociales. De esta forma las causas de la pobreza, la
desigualdad, la hambruna, son consecuencias por un lado de una secuencia
lógica de factores externos, pero sobre todo de unos injustos o pobre
mecanismos de distribución tanto de oportunidades como de insumos. Claro
está que no descarta del todo una insuficiencia de producción de alimento.

Así el hambre y la pobreza no procede sólo de la catástrofe en sí, si no que


influyen además factores económicos y sociales. El caso de la alimentación
muestra como el sistema económico se revela ineficiente para asegurar una
adecuada distribución de recursos, tanto en economías emergentes como en
aquellas consolidadas.

El profesor Sen también identifica, que nunca ha habido hambruna importante


en ningún país con una forma democrática de gobierno y con una prensa
relativamente libre. Afirma que han ocurrido en los antiguos reinos y en
sociedades autoritarias contemporáneas, “en economías tribales primitivas y en
dictaduras tecnocráticas modernas, en economías coloniales gobernadas por
imperialistas del Norte y en países que acaban de alcanzar la independencia
en el Sur y que están gobernados por líderes nacionales despóticos o por
partidos únicos intolerantes”[3].

Es claro que cuando los países no sufren ninguna presión ni crítica por parte de
los medios de comunicación ya sean porque son suyos o por que por que los
tiene controlados, la dirección tiende a procesos anárquicos y estructurales que
vulneran los derechos civiles pero sobre todo los humanos.

En este articulo Amartya Sen demuestra que “El crecimiento del PIB es mayor
en los países no democráticos que en los democráticos”, y aunque este es un
buen comportamiento macroeconómico, generalmente no está asociado con un
bienestar generalizado. Por eso Sen promueve la reducción de las privaciones
políticas en términos de libertades individuales, que pueden ayudar a generar
seguridad económica debido a que permite conocer las necesidades
específicas de la población y no las que los gobiernos autoritarios pretenden
resolver, de esta manera muestra el poder protector de la libertad política. Sen
expone estos procesos con los ejemplos sobre china, Etiopía y sudan.

Al igual que le profesor Sen, creo que el sostenimiento de un país esta


cimentado en la articulación coherente, sistémica, y permanente entre los
lineamientos sociales, económicos y políticos.

De esta y solo de esta forma es que un país puede de alguna manera mejorar
las condiciones sociales de vida de su pueblo y tratar de alcanzar los
indicadores macro sin minar los indicadores microeconómicos.

Así se es necesario que para que exista un desarrollo económico sostenido


fuerte es necesario que se generen procesos de desarrollo sociales igual o más
fuertes, ya que estos desarrollos propician y facilitan un crecimiento económico
rápido y participativo. Pero estos desarrollos deben ser entendidos en términos
de una concepción multidisciplinar, en donde se involucren a todos los niveles
sociales

De esta forma lo que se busca es un desarrollo sostenido, que debe apoyarse


en la esfera de la democracia la cual estará a su vez amarrada radial y
centralmente por la igualdad entre sexos, la educación básica y la distribución
uniforme de oportunidades, como elementos socioeconómicos políticos y
culturales, que soporten los programas y generen respuesta a corto mediano y
largo plazo.

Así en este desarrollo sostenido se cambia la visión del ser humano cómo
medio de producción, para ser el objeto del progreso y de los desarrollos
tecnológicos y económicos, acercando nuevamente la ética a la economía y a
las ciencias sociales[4].
**************
Descripción del producto
Reseña del editor
¿Es inevitable la muerte? La historia de la humanidad ha estado moldeada por este hecho
fatal. Religiones, fronteras y progresos nacen del atávico miedo a la muerte. Hasta hace muy
poco tiempo, ese miedo y ese deseo de supervivencia sólo encontraba consuelo en
paradigmas religiosos. A juicio de José Luis Cordeiro y de David Wood, sin embargo, el
hecho incontrovertible de la muerte ya puede rebatirse desde fundamentos científico-
técnicos.

Tal y como explican en este libro divulgativo y accesible, lejos de la oscuridad académica o
cientifista, la muerte será opcional hacia 2045 gracias a los avances exponenciales en
inteligencia artificial, regeneración de tejidos, tratamientos con células madre, impresión de
órganos, criopreservación, terapias genéticas o inmunológicas que resolverán –resuelven
ya– el problema del envejecimiento del cuerpo humano. Un envejecimiento considerado
ahora como una enfermedad que puede y debe ser curada.

A partir de una fundamentada utilización de los datos y a la vanguardia de las principales


iniciativas e ideas sobre cómo financiar e incluso invertir en el sector del antienvejecimiento,
los autores defienden no sólo la moralidad sino también la urgencia de abordar este tipo de
investigaciones.

Este ensayo pretende llegar al mayor número de lectores posible, porque, al fin y al cabo, es
la humanidad en su conjunto la que se beneficiará de unos proyectos a los que aún no se
presta ni la atención ni el apoyo necesarios. Como afirma Cordeiro: «La ciencia ficción de
hoy es la ciencia real de mañana».

Biografía del autor


José Luis Cordeiro, MBA, PhD (www.cordeiro.org)José Luis es miembro de la Academia
Mundial de Arte y Ciencia, vicepresidente de Humanity+, director del Millennium Project y
director ejecutivo fundador de la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER).
Anteriormente, fue director del Club de Roma (Capítulo Venezuela), de la Asociación
Transhumanista Mundial y del Extropy Institute. También ha sido profesor invitado en varias
universidades de todo el mundo. Estudió ingeniería en el Massachusetts Institute of
Technology (MIT) en Cambridge, administración en INSEAD en Fontainebleau, Francia, y
ciencias en la Universidad Simon Bolívar en Caracas. Ha publicado más de una decena de
libros, desde economía hasta tecnología, y ha colaborado en medios de comunicación
internacional como CNN, Discovery Channel y History Channel, entre otros.
LO QUIEROLO HE LEÍDO

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EDICIÓN Nº 2

La muerte de la muerte
La posibilidad científica de la inmortalidad física y su defensa moral

José Luis Cordeiro Mateo | David William Wood


Editorial: Deusto
Temática:

Ciencia | Medicina
Ciencias humanas y sociales | Periodismo y comunicación | Nuevas tecnologías
Colección: Sin colección
Número de páginas: 320
Elige formato

Rústica con solapas

eBook (Epub 2)
CÓMPRALO

18.95 €

Cómo y por qué la muerte será una opción y no un destino

LEER PRIMER CAPÍTULO


Sinopsis de La muerte de la muerte:
¿Es inevitable la muerte? La historia de la humanidad ha estado moldeada por
este hecho fatal. Religiones, fronteras y progresos nacen del atávico miedo a la
muerte. Hasta hace muy poco tiempo, ese miedo y ese deseo de supervivencia
sólo encontraba consuelo en paradigmas religiosos. A juicio de José Luis Cordeiro
y de David Wood, sin embargo, el hecho incontrovertible de la muerte ya puede
rebatirse desde fundamentos científico-técnicos.

Tal y como explican en este libro divulgativo y accesible, lejos de la oscuridad


académica o cientifista, la muerte será opcional hacia 2045 gracias a los avances
exponenciales en inteligencia artificial, regeneración de tejidos, tratamientos con
células madre, impresión de órganos, criopreservación, terapias genéticas o
inmunológicas que resolverán –resuelven ya– el problema del envejecimiento del
cuerpo humano. Un envejecimiento considerado ahora como una enfermedad que
puede y debe ser curada.

A partir de una fundamentada utilización de los datos y a la vanguardia de las


principales iniciativas e ideas sobre cómo financiar e incluso invertir en el sector
del antienvejecimiento, los autores defienden no sólo la moralidad sino también la
urgencia de abordar este tipo de investigaciones.

Este ensayo pretende llegar al mayor número de lectores posible, porque, al fin y
al cabo, es la humanidad en su conjunto la que se beneficiará de unos proyectos a
los que aún no se presta ni la atención ni el apoyo necesarios. Como afirma
Cordeiro: «La ciencia ficción de hoy es la ciencia real de mañana».

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