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BASURA EN PETRÓLEO
Una empresa de Estados Unidos va a poner en marcha este mes en Missouri
una industria que transforma la basura en petróleo. Es capaz de hacer lo mismo
que hace la Tierra durante millones de años en sólo dos horas: obtener
hidrocarburos de la materia orgánica. Si transformara todos los desechos
animales de Estados Unidos casi igualaría a las importaciones anuales de crudo
del país. La técnica se llama despolimerización térmica y, aunque no es nueva,
la compañía protagonista ha conseguido vencer los obstáculos técnicos que
impedían su desarrollo. Por Raúl Morales.
Neumáticos, bolsas de plástico, desechos hospitalarios, ordenadores viejos e
incluso armas biológicas son algunos de los desechos de carbono que pueden
transformarse en petróleo, según la empresa norteamericana Changing Wolrd
Technologies (CWT), que pondrá en funcionamiento a finales de mes una nueva
técnica, denominada despolimerización térmica, potencialmente capaz de
transformar la basura en gasolina.
La técnica consiste en imitar la forma en que la Tierra produce hidrocarburos a
partir de la materia orgánica, si bien en un tiempo mucho más corto: dos horas,
frente a los millones de años que emplea nuestro planeta para obtener el mismo
resultado.
Para CWT, esta tecnología es capaz de resolver algunos de los más agudos
problemas ecológicos, como la polución y la gestión de los residuos,
particularmente los tóxicos, ya que el procedimiento aplicado los volvería
inofensivos.
CWT toma los desperdicios y los hace pasar por unos cubos a presiones y
temperaturas diferentes (entre 250ºC y 500ºC) con la finalidad de convertir las
cadenas de carbono en pequeños trozos que se recomponen a la salida del
proceso.
Comienzo en Missouri
CWT ya dispone de una pequeña industria en Filadelfia que desde 1999
experimenta con la técnica de la despolimerización. La primera estructura
industrial, con un presupuesto de 20 millones de dólares, ya está lista para
convertir los desechos de algunas industrias de alimentación de Missouri en
petróleo.
Tal como se explica en Phipadelhia Inquirer, esta fábrica transformará 200
toneladas de carcasas de pavo en 20 toneladas de gas, 600 barriles de petróleo
(equivalentes a 95.000 litros) y 80.000 litros de agua pura, lo que representa una
alternativa a la transformación en harina de los desechos animales.
Según los dirigentes de CWT, en teoría es posible convertir la totalidad de los
desechos animales de Estados Unidos en el equivalente a 4 mil millones de
barriles de petróleo al año, lo que representa más del 95% de las importaciones
de crudo del 2001, por lo que el propósito de CWT es adentrarse en la producción
y distribución de petróleo en abierta competencia con la industria tradicional.
CWT ha anunciado que el costo del petróleo que saldrá de su factoría de
Missouri será de 15 dólares el barril, cuando el precio actual de un producto
equivalente se sitúa entre los 5 y los 13 dólares. La compañía confía sin embargo
en bajar hasta esos precios competitivos en la medida en que la producción
aumente.
Pese a que la basura es uno de los grandes problemas para las ciudades
altamente pobladas del mundo, hoy es posible comenzar a utilizar los vertederos
como generadores de energía limpia y renovable.
En California, EEUU, los camiones recolectores de basura de la empresa Waste
Management ya no contaminan el medio ambiente con derivados del petróleo.
Ahora circulan por las calles usando gas metano, un combustible limpio creado
a partir de la basura del vertedero Altamont. Ese lugar recibe los desperdicios de
las ciudades de San Francisco y Oakland desde 1980.
Desde noviembre de 2009, todo el gas de metano que se genera en el vertedero,
a partir de los desechos en descomposición, es absorbido por tubos y enviado a
una planta de reciclaje que los purifica y transforma en gas natural licuado que
utilizan los camiones recolectores de basura.
Gracias a este sistema, el gas metano de la basura es absorbido antes de salir
a la atmósfera, además el uso del combustible produce menos dióxido de
carbono que la gasolina convencional. La Agencia de Protección Ambiental de
Estados Unidos, descubrió 517 proyectos de energía limpia en funcionamiento
en 2009 en los 1.800 vertederos municipales que funcionan en ese país. La cifra
representa un aumento del 50% desde el año 2000 y 28% desde 2004.
LAS COMPAÑÍAS DE ESTADOS UNIDOS SUBEN EL NIVEL DE
RECICLAJE
Un centro de Coca-Cola para el reciclaje en Son Dong, Vietnam. Coke está ampliando
su impulso al reciclaje, de modo que para el año 2030 pueda reciclar cada botella o lata
que haya vendido en el mundo entero. (© Chau Doan/LightRocket/Getty Images)
Nada se distingue más que los plásticos en las playas, en los montones de
basura, vertederos o esas masas de basura que flotan en los océanos. Esa
botella de gaseosa, agua o jugo está destinada a sobrevivir cientos de años a la
persona que la ingirió.
A menos que sea reciclada.
Dos de las principales corporaciones de Estados Unidos, Coca-Cola y Procter &
Gamble, están reciclando de maneras novedosas y ambiciosas.
Coke, el fabricante de refrescos más grande del mundo: 1.900 millones de
bebidas servidas al día en más de 200 países en el mundo, se ha comprometido
con la meta de reciclar cada lata o botella que venda para el año 2030.
Actualmente recicla el 60 por ciento.
“Las botellas y las latas no deberían dañar nuestro planeta y un mundo libre de
basura es posible”, dijo James Quincey, presidente y director ejecutivo (CEO) de
Coca-Cola, al inaugurar hace poco la iniciativa denominada “Un mundo sin
residuos”.
Inevitablemente algunas latas y botellas de Coke terminarán en la basura, pero
Ben Jordan, el principal director de política ambiental de la empresa en Atlanta,
dijo que el objetivo será de reciclar el equivalente de su producción completa.
“No nos importa de quien sea la botella”, dijo Jordan. La compañía trabaja con
embotelladores y otros para hacer la recolección y el reciclado.
El plástico que acaba en las playas en general está tan contaminado que no tiene
lugar en los flujos regulares del reciclado. Pero en 2017 Procter & Gamble hizo
una edición limitada de 170.000 de botellas del champú Head & Shoulders
hechas en un 25 por ciento con plástico de las playas (en inglés) que voluntarios
y empresas sin fines de lucro recogieron en playas de Francia. Luego vendió
50.000 en Alemania y tiene el objetivo de usar el plástico de playas en otras
marcas y mercados.
Para estas operaciones con los plásticos de las playas se asoció con la firma
TerraCycle (en inglés) de Trenton (Nueva Jersey), que trabaja con muchos
negocios para hallar la manera de reciclar cosas que normalmente se tiran a la
basura. Aunque la meta número uno de las empresas es lograr ganancias
“prefieren hacerlo sosteniblemente”, dijo Tom Szaky, director ejecutivo y
fundador de TerraCycle.
Procter & Gamble decidió enfrentar la plaga del plástico de playa en respuesta a
un informe (en inglés) del Foro Económico Mundial, la Fundación Ellen
MacArthur y McKinsey & Company, que advertía que para el año 2050 los
residuos de plástico podrían superar a la cantidad de peces en los océanos.