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queda bajo observación, pues según la lado sirvió para la cultura occiden-
postura decolonial no es sino la clara evi- tal en el espacio geohistórico, pero
dencia del poderío de la epistemología por el otro, y de manera menos vi-
moderna. Es decir, da a conocer que sible, fijó el locus de enunciación
privilegiado. La descripción, la
el postcolonialismo padece de una am-
conceptualización y la clasificación
bigüedad epistemológica, pues parece del mundo se realizan en Occiden-
reproducir lo que intenta criticar. te: es decir, la modernidad es la
descripción hecha por Europa de
Sin duda, hoy desde distintas
su propio papel en la historia y no
trincheras oímos el eslogan en relación
un proceso histórico-ontológico.
con recuperar las historias y voces (Mignolo, 2007, p.59)
perdidas, proponiéndose afirmar el
rechazo a los efectos e ideologías que La idea de un Occidente y la ideología
marcaron la historia Latinoamericana de la expansión occidental, a partir
y que modificadamente aún lo hacen; del siglo XVI, nacieron con el
se debe observar (y luego resignificar) reconocimiento y la invención de
la historia colonial de América, América. A partir de ahí las Indias
pues esta ayuda a comprender Occidentales definieron los confines
la coexistencia y el conflicto de de Occidente, y si bien eran parte de
interpretaciones entre los distintos
su periferia, pertenecían a Occidente
paradigmas y la diferencia epistémica
de todos modos. Así fue que, la idea
colonial. Precisamente en este
de Occidente como centro, primó
contexto, se sitúa O’Gorman con su
durante siglos al alero de la oficialidad
tesis sobre la invención de América,
historiográfica, pues es desde el locus
en la cual revela que la idea del
de enunciación occidental, desde
descubrimiento es una interpretación
el cual se ha escrito la historia de la
propia del imperio.
modernidad. Por ello, la idea de
América fue parte del occidentalismo,
El “occidentalismo” fue una de
las consecuencias de la revolución así como también la idea de América
colonial y la condición que permi- Latina, la cual se tornó problemática
tió, tres siglos más tarde, la inven- en tanto que América del Sur y el
ción del “orientalismo” durante Caribe iban alejándose de este “locus”
la expansión imperial británica y que se identificaba cada vez más con
francesa en Asia y África. El “oc- Europa y Estados Unidos.
cidentalismo”, tal como propone
O´Gorman, presenta dimensio- El conocimiento siempre tie-
nes vinculadas entre sí. Por un ne una ubicación geohistórica y
siguen ubicadas dentro del paradigma discurso es una cuestión política que
de la modernidad europea. incorpora la práctica colectiva de
actores sociales y la reestructuración
Aunque “América Latina” sigue de las políticas de la verdad existentes,
siendo un nombre cómodo en el pues para hacer una crítica de los
nivel del control de la tierra, la modos convencionales del saber
mano de obra y la autoridad, en occidental, para dar cabida a otros
las distintas esferas de la matriz
tipos de conocimiento y experiencias,
colonial de poder y en la dimen-
la transformación demanda no solo
sión del saber y la subjetividad, el
legado del colonialismo europeo un cambio de ideas y lenguaje, sino
se ve cuestionado y desplazado por también la formación de focos a cuyo
los legados indios y africanos de alrededor puedan confluir nuevas
América del Sur en una disputa formas de poder y conocimiento,
de lenguas, saberes, religiones y nuevas formas liberadas realmente
memorias. (Mignolo, 2007, p.116) del eurocentrismo y del colonialismo,
que representen una nueva manera de
Disputa que se justifica tras siglos de conocer el mundo y reconocerse en él.
amordazamiento histórico y ante la
plena convicción de que hablar de la En América Latina, la descoloniza-
geopolítica no solo hace referencia al ción epistemológica a la cual alude
espacio físico, vale decir, el lugar en Mignolo representa la base para una
el mapa, sino también a los espacios emancipación intelectual, para su-
históricos, sociales, culturales, discur- perar la subalternidad que se tradu-
sivos e imaginados. jo en colonialismo mental. Se trata
por tanto, de una descolonización
La idea y exigencia de establecer epistemológica en que el pensamien-
un diálogo abierto con los sectores to crítico –comprendido aquí como
marginados, comienza a tomar forma, decolonial- pretende articular todos
amparada en la firme convicción de aquellos lugares en los cuales la ex-
que el conocimiento significativo pansión imperial/colonial negó la
y las innovaciones relevantes para posibilidad de razón, de pensamiento
la mayoría históricamente excluida y de pensar el futuro. Mignolo, por
solo pueden emerger de mentes tanto, cavila en el surgimiento del
descolonizadas, libres de los pensamiento que se preocupe por
conceptos, categorías, indicadores y la descolonización no del objeto, vale
parámetros asociados a dicha idea. decir, las ciencias sociales que estu-
Por tanto, modificar el orden del dian y explican los movimientos de
Referencias bibliográficas
Dussel, E. (1994). 1492 El encubrimiento del
otro. Hacia el origen del “mito de la mo-
dernidad. Bolivia: Plural Editores.