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El bolero en Colombia

UN VIEJO AMOR

CESAR PAGANO

A Marta Madrigal
Vendaval sin rumbo
por la vereda tropical

Agustin Lara, padre del bolero

Bogotá, Mayo-Junio 1989 37


MONOGRAFIA
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A
bramos este ensayo con
una aseveración atrevida
pero meditada: ningún
género de la música popular ha
arraigado en tantas personas, ni
se ha propagado y conservado
con tanta intensidad en el vasto
territorio de América, como el Bo-
lero. Desde el New York latino,
hasta las repúblicas australes y (1856-1918), quien organizó los
la mismísima Patagonia se prodi- perfiles esenciales -que no inven-
ga el género. Ni el tango pesimis- tó solitario el género-; miles de
ta y de laborioso baile, ni la trági- obras alzaron el bolero a la apo-
ca y machista ranchera, ni el ale- teosis alcanzada en los tempra- gramación de radio con espacios
gre zamba brasilero, ni las caden- nos años 50s. Sus propias limita'- exclusivos dedicados a difundir-
cias encendidas de la cumbia ciones y conservadurismo (sensi- lo; en las reediciones discográfi-
colombiana, ni el ritmático y reno- blería romanticotalegona, temas cas de antologías; en las evoca-
vador mambo cubano; ni siquiera inactuales, machismo recalcitran- ciones y música televisada que ha
la invasión contagiosa de la Salsa, te y la repetición de fórmulas ver- suscitado; en la profusión de artí-
ganaron nunca tan amplio predi- bales y sonoras), lo estancaron en culos, folletos y libros sobre el
camento en nuestro continente. un mundo que no se detiene. El apasionante tema. 1
En el fondo de cada latinoame- surgimiento de la balada europea
ricano hay un bolerista dormido aclimatada para latinoamerica- 1. En la mayoría de las ciudades colom-
que en cualquier momento puede nos -con más apoyo publicitario bianas hay emisoras dedicadas sólo a
despertar a regalarse una serena- que obras de mérito-lo arrinconó colocar boleros en su programación.
ta. Aunque los custodios de los tan despiadadamente que se te- En Bogotá, 4 emisoras emiten única-
herméticos diccionarios no le han mió de verdad por su existencia. mente la temática bolero, lo cual signi-
dado cabida al término Bolero en Una situación enteramente ca- fica un resultado por encima del 10%
su mejor acepción y vivencia, sual, como ha sido la conmemora- de la música radiodifundida por las
ahí la realidad elocuente que ha- ción de un supuesto centenario, plantas capitalinas; lo cual representa
bla más fuerte que los académi- ha revitalizado de manera inespe- un porcentaje muy alto que se incre-
cos. rada el Bolero. menta aún más al contabilizar las fran-
jas que en eli1Í8orasno exclusivas, ra-
Desde el primer bolero recono- Su renacimiento en Latinoamé-
dian o hablan sobre el bolero. Casi que
cido, "Tristezas" o "me entriste- rica y en particular en Colombia uno vuelve a ilusionarse con la espe-
ces mujer" del talentoso cubano puede sentirse por su presencia ranza aquella de que el bolero sea
oriental, José "Pepe" Sánchez continua en: la abigarrada pro- eterno.

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Los boleros no pagaron aduanas
Cuando aún no habían llegado
al país los registros grabados
"con su cargattlento para la ciu-
dad" y tampoco era muy amplia la lio Bobadillo (Fray Candil), litera-
utilización de partituras (inútiles to y músico, quien influyó sobre
sin indicación personal), el medio sendas artes.
predilecto para la transmísión del Colombianos inquietos y espe-
bolero fue a través del intercam- ranzados viajaron por Las Améri- colombiano en USA, entre los
bio de los músicos viajeros. Los cas. A principios de siglo (1907- años 1918-19 y además amplió
portadores fueron personas con 1908), Pelón Santamarta y Adolfo sus resonancias en 1921 cuando
música adentro, amor en el alma y Marin, actuaron en Panamá, Ja- lleva y trae a Puerto Ricodel Cari-
una clara disposición a valorar y maíca y Cuba. También México y be y hace lo propio con La Argen-
recoger la música de otras nacio- New Orleans tuvieron que oirles tina, Perú y Ecuador de los Andes.
nes. pasillos, bambucos y guabinas. En alguna ocasión ya había com-
Se sabe que con el ingeniero y Ellos trajeron a su vez: criollas, partido con el extraño Julio Flórez
poeta Francisco Javier Cisneros habaneras, canciones y, por su- (Julio Poeta), quien enriquecía el
(constructor de ferrocarriles, tú- puesto, boleros. Emilio Murillo y espectácUlo del trío, porque com-
neles y carreteras) llegaron algu- los hermanos Uribe deambularon ponia, tocaba el violín,el piano, el
nos músicos cubanos, que traje- entre 1908-10 y lograron grabar tiple y actuaba sus apesadumbra-
ron nostalgias y alegrías y se lle- más de un centenar de piezas mu- dos versos. No obstante en algu-
varon las nativas. A construir in- sicales en New York con la Lira na ocasión se le escapo optimis-
genios en la Costa Atlántica y a Antioqueña. mo en esta décima 1:¡uepodría ser
ayudar en la navegación del Río Alejandro Willis, otro "diablo un bolero dedicada a una hermo-
Magdalena acudieron a laborar que sabía más por viajero que por sa amiga suya y que recogió Jorge
otros latinoamericanos. Alcanzó viejo", con sus compañeros Esco- Añez en "Canciones y Recuer-
renombre nacional el cubano Emí- bar y Bocanegra, grabó como Trío dos":

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más amplia de exhibir el arte y


buscar una profesionalización fue
a través de las carpas y los circos
populares transhumantes que re-
corrían ciudades, barríos, veredas
y verbenas. Abrieron sus lonas
para malabarismos, destrezas,
humor y canciones. Allí participa-
ban artistas nacionales y extran-
jeros con mucha música y trago
en la bodega. En su repertorio re-
producían los primeros boleros
grabados que trasnocharon el
país: "Quiéreme mucho" de Gon-
zalo Roig en 1910, o "Aquellos
ojos verdes" de Utrera y Melén-
dez, "Dime que has hecho" (En el
tronco de un árbol) de Eusebio
Delfín. Así mismo nuestros trova-
dores habían dejado trasegando
en los espiritus: "Asómate a la
ventana", "El Guatecano" , o "Bo-
das negras" y "Flores negras"
El grupo Irakere o el bolero moderno que es lo que con lógica sucede.
Hubo empresas organizadas,
como la Compañía de Zarzuela del
Diestro, del chileno Alfredo del
Diestro, que contrató colombia-
..que la mano del destino sica eran novedad y sólo los po- nos a la gira de Costa Rica, Jamai-
llene de amores tu cielo; seían algunas familias pudientes ca y Cuba. Imprimían la poesía de
que ni una sombra de duelo y centros de diversión del oído. sus canciones en pequeños libre-
se atraviese en tu camino; Había muy pocos profesionales tos que vendían, con apreciable
que nunca el odio mezquino de la música, pues lo acostumbra- demanda y les reportaba popula-
llegue a tocar tu puerta; do era que los vecinos mismos ar- ridad.
y que en la jornada incierta monizaban sin intennediarios, Para agrandar el espectáculo
de esta vida, que no es vida, como lo demuestran los 2.000 pia- llegó el cine a Colombia y en 1914
te encuentre el dolor dormida nos encontrados por José Caicedo se crea la casa organizada por los
y el placer te halle despierta" . Rojas en un censo efectuado en hennanos Di Doménico. Las exhi-
Justamente Jorge Añez, fue 1850 en la republicana Bogotá, biciones de películas requerían
otro músico nómada y notable. entre las familias más acaudala- con frecuencia del apoyo de artis-
Aventuró desde 1917 y en Pana- das. Los populáricos estaban pro- tas e instrumentos para remarcar
má conoció a Alcides Briceño (el vistos de guitarras, tiples y ban- los efectos que mostraba la ima-
mejor tenor de la época en su dolas para alborotar o enamorar a gen silente.
país). Con este hizo grabaciones su manera.
Surgieron en las afueras de la Un Bajón con causa
memorables y muy celebradas.
Luego la fiesta se completó e in- ciudad establecimientos de re- La primera guerra mundial y la
cendió cuando encontraron a la creación denominados "pique- gran depresión de los años 30s,
vuelta del delirio al perdido y ma- teaderos" adonde se organizaban afectan intensamente todos
rihuano Porfirio Barba Jacob, verdaderos paseos en el día, pero nuestros países y en Colombia en-
quien como conferencista arreba- que de noche albergaban a los tre otros asuntos deprimen la ac-
tador agotaba la boletería por an- bohemios. El más famoso fue "La tividad musical. Jorge Añez en su
ticipado en Guatemala, en México Cuna de Venus" cerca del chorro libro evocador, testimonia:
y en Santiago de Cuba cuando la de Padilla, pero también tuvieron "Cuando volví a Bogotá a fines
bohemia cubana llegó al clímax al su atractivo "La Breña", "Rondi- de 1933, después de largos años
encontrarse con Federico García nela", "Patiasao", "La Gata Golo- de ausencia, sentí el más tremen-
Lorca. sa" y "Los nueve estados" (el dé- do desconsuelo al ver que habia
cimo era el alcohólico). Todo esto desaparecido casi por completo
La comarca sonora
se vivia a principios de siglo y per- no sólo el ambiente musical que
Las ciudades crecían y también duró hasta los años 20s., cuando yo había dejado, síno el bohemio y
sú actividad musical. Los escasos trenes, carros y aviones cierran romántico en que aquel se habia
aparatos de reproducción de mú- las fondas camineras. Otra fonna desenvuelto y que había fonnado

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una indivisible trilogía espiritual los textiles (Indulana, Fabrícato y inaugurada por el general Gusta-
desde 1877, época en que Mora- Coltejer) de la pujante industría vo Rojas Pinilla en el año de 1954,
les Pinovino por primera vez a Bo- antioqueña, financiaron la promo- con la asesoría de técnicos cuba-
gotá". ción artística. nos. La programación inicial se re-
"De los compositores, poetas y La Voz de Barranquilla abríóla llenó con musicales en vivo y pau-
trovadores que hasta 1917habían bocaza en 1929,seguida de la Voz latinamente se fue imponiendo el
convivido en intima camaradería, de Bogotá (1930). La Voz de Me- disparate consistente en que de-
los más habían muerto; otros pot dellin y Emisoras Fuentes en Car- bía prevalecer la figura para mos-
fuerza de las circunstancias, se tagena llenaron los silencios en trar, que el artista para escuchar,
habían dedicado a los negocios años sucesivos. lo cual apuntaló a baladistas que
particulares, y muchos se habían Estas emisoras pioneras eran algunas programadoras creyeron
disgregado por diversos lugares de muy limitada calidad y poten- bellos y que sólo en casos como el
del país. Y lo malo era que no ha- cial, lo que ayuda a explicar la pre- de Claudia, correspondían a un
bían surgido quienes los reempla- ferencia de regiones enteras co- valor artístico.
zaran ... lombianas por sintonizar las emi-
siones de poderosas cadenas cu- Bolero Nacional sin control de
Así mismo habían desapareci-
do en 1933 aquellos piqueteade- banas y mexicanas. calidad
Jaime Rico Salazar asegura que
ros y veredas a cuyo abrígo se
el primer espacio radial de boleros Tentados por la remuneración
compusieron tantas y tan bellas
que se transmitió en Colombiafue de la radio, el disco prensado y
canciones y donde el talento se
el llamado "Novedad" , por la Voz más aún la televisión que empezó
plasmó en estrofas que sus auto-
de Antioquia en 1936. Luis Ma- a desplazarlos a ambos un conglo-
res nos legaron como modelo ..."
cías y las Hermanas Domínguez merado de: artesanos, oficinistas
Jorge Añez -artista a través del
abríeron muy flamantes este ciclo o amas de casa abandonaron sus
cual podemos aproximamos a
con bambucos, canciones y bole- destinos que parecían fatales
toda una época- a su regreso a
ros, acompañados por la orquesta como en cualquier bolero y se de-
Colombia recibió un resonante
que dirigía un español aclimatado dicaron por entero a buscar en la
homenaje en el Teatro Faenza
al país y que se llamaba José Ma- música la razón y el medio de vi-
que era el de moda por su hermo-
ría Tena. vír. Rápida y masivamente se im-
so diseño y donde le ovacionaron
La Nueva Granada se proyectó provisaron lecciones musicales
cientos de personas e intervinie-
innovadora con la Cadena Azul para los aspirantes a cantar en es-
ron como artistas el joven baríto-
Bayer y señala la entrada de las tos programas y más, para soñar
no de Tocaima, Carlos Julio t{a-
transnacionales de la radio a tra- con grabar en el extranjero.
mírez y un grupo desconocido que
vés del programa "Internacional Los patríóticos artistas eran in-
recorría el país: El Trío Matamo-
Kresto". Replica a este consorcio superables obviamente en la in-
ros. terpretación de los aires típicos,
la Cadena Bolívar con Radio Nuti-
Imbuído del ánimo que imprime bara y la Voz de Antioquia unídas más su desempeño no era idóneo
el viajar, Jorge Añez con su socio con 26 emisoras afiliadas. Sila Ca- en el complicado mundo del bole-
Pedro Pablo Martinez impulsan la dena Azul Bayer presentaba a un ro, esfera huérfana de una tradi-
fundación de la emisora "Ecos del artista extranjero durante un ción sobresaliente y en la que
Tequendama" (hoy HJCK)y des- mes, la ríval colombiana tenía un tampoco hubo invención admira-
de el programa "La Fiesta de la relevo diarío de artistas que eran ble y compensadora. Siel número
canción colombiana" perturban e nacionales. "El desfile Glostora" , producido no fue apabullante, la
incitan el estancado ambiente "Las estrellas Mejora}", fueron calidad fue aún más discreta ~on
musical de la ciudad. La radio programas de la Sydney Ross sorpresas excepcionales- pero
ayudó además a la profesionaliza- Company que alcanzaron alta sin- que jamás pudieron compararse
ción del músico que ahora podia tonía. "La Hora Costeña" y "la con los paradigmas del bolero que
abandünar sus otros ufk:iGSy de- Hora Philips", (combinaban la ac- arrebataron en el continente.
dicarse en forma exclusiva a vivír tuación de artistas consagrados Nuestros muchachos y mucha-
de serenatas, fiestas y sobre todo con aspirantes novatos, quie- chas que deliberaban por ser ar-
de programas que tenían patroci- nes muchas veces se sometían a tistas, observaban alelados los
nio de firmas que anunciaban los la vergüenza pública (chiflidos, prodigios importados y se dejaron
productos del naciente capitalis- campanas, rebuznos etc.) para hipnotizar sin balance.
mo. buscar la promoción. Muchos Cuando no abunda el conoci-
Crece la voz de la radio eran los frustrados y pocos los es- miento, la seguridad en el criterio
cogidos, como Víctor Hugo Ayala propio se sustituye por el camino
Los bienes y servicios de una que salió alguna vez premiado rutinario de la imitación. Hubo en-
economía en expansión, financia- con "La Orquidea Philips" . tonces más remedo que desplie-
ron espacios radiales que macha- La comercialización masiva de gue aportador de talento. Losmo-
caban su publicidad. La Caja Co- la música se completa con la en- dales, la imagen y especialmente
lombiana de Ahorros y sobre todo trada a Colombia de la Televisión, las voces se enrutaron a fotoco-

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piar sin pudor a Néstor Mesta Columbia nos relacionaron con luchado por aprender, se abren
Charires, Oritz Tirado, Elvira Ríos, los mejores exponentes del bole- paso para sobrevivir, conseguir la
Ima Sumac, Olimpo Cárdenas, ro, hasta cuando el gobierno para disputada beca y ganar algún pre-
René Cabell y quizás, el más esca- proteger la industria nacional del mio que compense el encierro
moteado de todos fue Daniel San- disco en los años 50s., cerrÓ la im- creativo de meses o años. Eso es
tos, porque tres veces se negaron portación y estimuló así la pro- verdad que sucede con la música
así mismos, Raúl López, Tito Cor- ducción del gremio que había pre- clásica, pero en la popular el fe-
tés y Tony del Mar. Lamentable sionado por esa medida. Otra in- nómeno -quién lo creyera- es
que artistas con facultades artís- tención buena, pero que rebajó la más complejo aún. Predominan la
ticas, estuvieran cada vez más le- calidad de la música. indisciplina, el vicio, el individua-
jos de sí mismos y más cercanos a El bolero que tuvo anteceden- lismo sin agremiación, el trago, el
repetir sus modelos. tes remotos y lejanos, había en- billar, el juego, la droga, la vulga-
Raro también resulta que Co- trado en desuso nacional y tuvo ridad, el conformismo, la maratón
lombia que tuvo arreglistas de im- que rehacerse a toda marcha para superficial erótica... Algo peor
portancia para otras modalida- cumplir las nuevas leyes protec- aún, que sostiene Berta Quintero,
des, hiciera del foro un mutis, cionistas. Sin escuelas formales o directora del grupo femenino
con el bolero y sus posibilidades. callejeras a dónde recurrir, el se- "Cañabrava: en el subconciente
Pedro Morales Pino no sólo fue millero fueron los programas de creen que la música popular ni
arreglista, sino arreglador de la aficionados que aparecieron por merece ni requiere estudio.
música colombiana andina, Juan- doquier y que ya habían servido Pero estas causas esenciales no
cho Vargas incursionó feliz por la con el mismo fin en otros países pueden remitirse a asuntos y
cumbia moderna, Francisco Zu- latinoamericanos: "Estrellas na- creencias personales. Hay cir-
maqué sinfonizó a compositores cientes" , "Corte suprema del cunstancias sociales que conspi-
populares costeños etc., pero ex- arte", "Cascabeles y candados", ran radical y permanentemente
trañamos el arreglista de estatura "Donde nacen las estrellas", "El contra el desarrollo musical de
internacional que se acercara a la peso Fabricato" . nuestros artistas, innumerables y
maestria de Ernesto Lecuona, Estas circunstancias de relativa dignos de otros ensayos: pocas y
Adolfo Guzmán, Rafael Somavilla, improvisación, influyeron para desorientadas academias y con-
Luis Arcaraz o Pablo Beltrán Ruíz. que la industria fonográfica casi servatorios donde la música po-
Ni por consuelo tuvimos el sonido en pleno y músicos con la corrien- pular está vetada, con programas
sin amplias pretensiones musica- te cómoda y plagiaria, fabricaran europeos o norteamericanos lar-
les, pero efectivisimo en acepta- un bolero elemental que puede guísimos y aburridores sin cone-
bles respaldos y mejores ventas, reconocerse en: simplicidad de xión con nuestra materia sonora
del bolero argentino que produjo un ritmo machacado mecánica- terrigena; mal retribuidos, sin
Don Américo y sus "Caribes". mente, pobre armonización, fra- agremiaciones fuertes capaces de
En este asunto de las orquesta- seo anticuado y con dejo regional defender sus derechos, obligados
ciones apenas llegamos a la trans- (así hubo bolero rolo y bolero pai- a comprar instrumentos a precios
cripción mecánica de notas y le- sa), frases sin unidad musical, sin exhorbitantes, sin estimulos de
tras, como se ha relatado jocosa- expresividad emocional de ale- viajes, becas, premiaciones espe-
mente en la forma de copiar, (ha- gria o desencanto, porque eran ciales y duraderas y otros tantos
cerle trampas a los exámenes de grabadas rigidamente, sin fuego como la ausencia de una cultura
la vida desde la escuela), pero que ni emoción interior que es de don- musical y universal indispensa-
a mí me confirma con decepción la de se alimentan las voces verda- ble.
anemia creativa del "bolero co- deras. Proliferaron presentacio-
lombiano": cuando empezaba los nes y grabaciones con desafina- Los innombrables y los
programas desde el exterior, dos o descuadrados, que estaban inevitables
Cuba y muy especialmente "La muy bien en reuniones caseras a Para no provocar el sicariato
Hora Azul" de la XEW de México, actos públicos de colegios, pero musical al denigrar por sus nom-
José Maria Tena, director musical nunca en plan de profesionalismo bres de desafinados, gritones o
de la Voz de Antioquia copiaba la responsable. Contrastes deplora- asesinos del ritmo y del bolero, es
linea melódica que captaba del re- bles, donde rara vez se consiguió más prudente hacer sólo la men-
ceptor, entre tanto su esposa co- que la voz meritoria correspondie- ción de algunas figuras descollan-
rria a anotar la letra. El correo ra a un acompañamiento creativo tes e indiscutibles de la canción
también estaba caliente de tanta y bello. popular. Gran jerarquía y popula-
partitura o disco recién empacado Hay mucha indiciplina y confor- ridad (que no deben estar reñi-
hacia Colombia para que aquí lo mismo que no ayudqn a nuestros das), demostraron el privilegiado
doblaran. músicos. Es cierto que hay ejem- y t.ambién desperdiciado Carlos
plos espectaculares por lo esca- Julio Ramírez y el singular estilo
Disco colombiano:
sos y loables dados entre Uribe del caribeño Nelson Pinedo. De
Los discos Odeón, Peerless, Holguin, Puyana, Nova, Zumaqué nuestras mujeres boleristas des-
Musart, Gema, Ansonia, Víctor, o Pinzón y algunos más que han tacan, desde tiempos pretéritos y

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labor internacional reconocida, Echavarría , Edmundo Arias, San- vos boleros, los que correspondan
Sarita Herrera y más reciente Es- tander Díaz, Nano Rodrigo, María a nuestra época. Se han reeditado
tercita Forero. Quizás la más im- Gareña, Oscar Fajardo, Régulo las obras de nostalgia, pero care-
portante porque tiene añejamien- Rarnirez, José Barros y, entre las cemos de temas afortunados y
to y también posee vigencia sea la damas, volverán a figurar Sarita preciosos que canten a las perso-
aplaudida Matilde Díaz. En cuan- Herrera y Estercita Forero, pero nas de hoy, atrapadas en las ten-
to a trias en el decenio de los 40s. la más fecunda y consistente ha dencias uniforrnizadoras de la ba-
-nos aseguró su director Alvaro sido admirable Graciela Arango lada -que vemos declinante- y
Dalmar- El Trío Dalmar le dispu- de Tobón. que han creado e inflado las tras-
taba terreno musical y celebridad Una observación rápida sobre nacionales del espíritu.
al Trío Los Panchos y en los 50s. estas personas mencionadas, nos
impresionaron merecidamente El bolero, campeón del
hace caer en la cuenta de que mu-
"Los isleños" (Oscar Fajardo, chas de ellas fallecieron o están sentimiento urbano
Santander Díaz y Gastón Guerre- retiradas por servicios bolerísti- ¿Por qué arraigó tan profunda-
ro), más por su sabor y sello dis- cos prestados y no encontramos mente el bolero en Colombia? El
tintivo, aunque muchos tríos na- una generación fogosa, talentosa bolero es un reducto del romanti-
cionales les superaran en puli- y de relevo que engendre los nue- cismo que se toca, se canta, se
miento de voces o digitación de
las guitarras, pero no tenían nada
magno o espontáneo por expre-
sar, más que calcar los fabulosos
tríos mexicanos.
Tengo la sensación de que en
Colombia es superior el talento
para la composición que para la
interpretación. El talento de auto-
res en este país de regiones con
variado acerbo musical, se produ-
ce silvestre dentro de una heren-
cia creativa y una práctica poética
que producen el testimonio origi-
nal sobre la realidad o la fantasía.
Al final de cuentas por eso se ha-
bla de "inspiración", ese chispa-
zo, esa revelación propia, esa vo-
luntad de crear alguna melodia y
unirla a unas cuartetas para pro-
ducir una obra entera.
La interpretación de calidad
exige mucho más: aprender un
instrumento o el canto, practicar
por años en ejercicios ascenden-
tes, conocer otras músicas para
ganar vigencia, cuidarse incluso
la salud física y mental, etc. Al fin
Y al cabo el medio con sus tiráni-
cas necesidades, busca al hombre
que lo exprese en sus composi-
ciones que la vida o la imagina-
ción le sugieren; el intérprete cali-
ficado nace, es cierto, pero debe
pulirse haciéndose. La obra com-
puesta es solo la materia prima e
inicial; el acabado final depende
de la belleza que le agregue el ar-
tista que la toca, baila o canta.
Al enumerar los compositores-
caso distinto al de intérpretes-
nos faltan dedos para contabili-
zarlos: Alvaro Dalmar, Lucho Ber-
César Portillo: contigo en la distancia
múdez, Jorge Añez, Jaime R.

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rrillo, y la denigración continua de


las mujeres que obligaban a be-
ber por su conducta deshonesta,
ingrata, traidora, hipócrita.
El bolero es un halonazo más
franco del ámbito amatorio. Fren-
te a las relaciones solapadas pre-
dominantes, que se escondían en
los mensajes de una socieda se-
ñorial cerrada y pacata que obli-
gaba el comportamiento mañoso
ilustrado en este bambuco: "Disi-
mulemos/Mira que están mirando
que nos miramos/ Y sospechar
pudíeran que nos amamos/ Dis-
mulemos y cuando no nos miren
nos miraremos/o O frente a:
"Agáchate el sombrerito y por de-
bajo miráme" /y con una miradíta
dí lo que quiera hablarme" , el bo-
lero revelaba cierto adelanto,
aunque su revolución también se
estancaría al no poder erigirse en
voz de nuestro tiempo.
Vocación erótica
El bolero fue el trasmisor sono-
ro de un nuevo amor. Casi siem-
pre se trataba del amor erótico,
aunque algunas veces su destina-
tario fueron el amigo, el sacudi-
miento de la condición social o el
amor por el pais que abundó en
Puerto Rico por su situación colo-
nial. Pero el gran acaparamiento
sucede con el bolero dominante
de vocación erótica irrevocable. El
bolero -esa caravana de la corte-
sía sentimental, como afirma Car-
los Fuentes-, tiene la ventaja de
Omara Portuondo, bolerista de la clase media tener una coreografía de pareja,
que pueden arrimarse hasta la as-
baila y no ha querido marcharse nes amorosas teIÚan sabor a co- fixia consentida, aún bajo la mira-
todavía. La cantera del sentimien- cuyos, pasto y boñiga. El bolero da severa de padres y autorida-
talismo en Colombia es bien gran- corresponde al desarrollo de una des.
de y sirve un poco de refugio con- época industrial y a la expansión El bolero uIÚa los cuerpos a to-
tra el tecnicismo, el pragmatismo, de las ciudades, donde se busca das las alturas, porque mientras
la vida acelerada, competitiva y un mensaje paliativo en la compe- musitaba en el oído de la bella
violenta que nos trae cada día. A tencia por sobrevivir, o cómo es- (..Dios dice que la gloria está en el
la gente le gusta cantarle al amor, capar a la soledad dentro de la cielo" o "Los aretes que le faltan a
aunque no lo practique y por eso muchedumbre y para creerse li- la luna"), asía una mano con la
mismo, el bolero es el campeón de bre al cantar su alegria o lamentar suya y con la otra la aseguraba
los sentimientos urbanos. el triste destino. apoyándola en la espalda plena
El bambuco y el pasillo fueron El bolero ayudó a romper una sin dejar escapatoria. Pero lo más
velúeulos propios de otra época moral desueta aunque seguía interesante se debatía al nivel de
para expresar los sentimientos y portando el lastre dt31maclúsmo: cintura y piernas que estaban en
anhelos de la gente, pero se que- el amor por encima de las clases juego permanente para rozar y
daron enraizados en el campo y sociales, el deseo de la mujer del juntar las zonas erógenas. El
anclados en los jardines, las cose- prójimo, la incitación a la infideli- tiempo del bolero otorgó la opor-
chas y los caminos de herradura. dad, el rapto de la adolescente, el tunidad y la licencia social, de
En ese espacio público las relacio- elogio del bar, la cantina y el ciga- acolitar públicamente el abrazo

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estrecho, inteso y rítmico mutuos. bolero mambo con originales el fundir variantes
Por eso mismo el bolero demanda bolero cha cha cha en el bolero ranchero y al encum-
para completar la atmósfera es- bolero moruno brar a los tríos mexicanos en un
pecial que crea, cómplices colosa- bolero ranchero pináculo de voces y cuerdas, insu-
les que le prestan su concurso: la bolero balada perable.
noche, el mar, la luna, la soledad, bolero salsero La industria argentina, para no
el firmamento. Naturalmente que En Colombia y, como caracte- rezagarse, creó en forma delibera-
la muchacha, podía seguir el jue- rística especial del país, en las úl- da un bolero (la compañía Odeón
go lúdico o, si no le agradaba el timas tres décadas aparecieron llamó a unos artistas, los alejó del
impetuoso caballero, en posición por lo menos tres híbridos que in- tango y les planteó rivalizar con
de autodefensa sacar el antebra- fortunadamente no han ido apa- mexicanos y cubanos). Sus or-
zo y formar el ariete entre pecho y rejados con el buen gusto: questas: Armani, Novile y don
pecho y darle "Plazos traicione- el bolero apasillado (Julio Ja- América, recurrieron a un ritmo
ros" al ardoroso galán. ramillo Jr.) estricto, casi mecánico, asignado
Ni el bambuco, ni pasillo ni los el bolero arrabalero (Alcy a maracas y clave, con mucha in-
otros aires nacionales tenian esa Acosta) tervención de cuerdas frotadas,
ventaja inmensa para los sexos de el bolero guasca o carrilera de pianos y de discretos vientos,
bailarse mejilla con mejilla, pecho (Rómulo Caicedo). que acompañaron a los forjadores
con pecho y pubis con pubis. Los Cubanos, boricuas y dominica- de un estilo personal sobrio y que
aires tipicos eran los de personas nos capturaron con sus cadencias alcanzó poderosa resonancia
separadas, que daban mucho galantes del bolero rítmico, al vai- competitiva: Leo Marini, Rugo
brinco o zapateo en el bailoteo, lo vén de palmeras, playas, mares, Romani, Rugo del Carril, Fernan-
que además entrañaba fatiga, y ocasos, calor ardiente, pasión tro- do Torres, Gregario Barrios. Este
rápido final. Los boleros se podían pical; componentes sublimados bolero austral conquistó muy es-
bailar serenamente hasta el ama- que cantaron Bienvenido Granda, pecialmente a las ciudades del in-
necer. Miguel Matamoros, Bobby Capó, terior, pero como la música no tie-
Tito Gómez, Miguelito Valdez, Al- ne retenes geográficos alguna
El Aporte Musical
berto Beltrán, Arsenio Rodríguez, porción se disfrutó en los litorales.
del Bolero en Colombia
Francisco Fellove, Celeste Men- No puedo explicarlo pero hay
Bambucos, pasillos, torbellinos, daza, Tania Castellanos, Celia ciudades enteras que se han ma-
canciones y romanzas eran canta- Cruz ... Esas vibraciones tiernas y trimoniado con cantantes: Bue-
das por solistas o comúnmente a veces retozonas, tomaron pose- naventura tiene dos novios eter-
por dúos; el bolero trajo la cos- sión de los espíritus de las costas nos que le cantan, Pablo Lebrón e
tumbre de avanzar hasta consti- colombianas que también son Ca- Ismael Rivera; en Cali no hay
tuir los tríos, que brindaban la po- ribes y tienen mucho más que ver amanecer que no ritualice con el
sibilidad de mayores armoniza- con esa cultura, sin dejar de colar- infaltable Pepito López o más re-
ciones. Aparejados a éstos llega- se suavemente por las montañas ciente el salsero Bobby Cruz, Me-
ron nuevas formas de fraseo, con y subir a las alturas de la música y dellin (los más humildes rebeldes)
la modernidad del jazz incrusta- las pasiones de los hombres. en abierto desafío eligieron como
da, lo cual significaba para los ob- Entretanto México y Argentina rey de la noche hace tiempo a Da-
soletos arreglos un productivo de- con mayores desarrollos melódi- niel Santos como "El jefe" y
safío. cos que rítmicos se posesionaron "Maelo" despide en los estableci-
El bolero eliminó tiples y bando- con dominio completo de la zona mientos públicos y Barranquilla
las e incorporó a primer plano las andina, lo cual también estaba tiene pasión y ternura nocturnas
dos guitarras acompañantes y el más acorde con la idiosincracia de por el Benny Moré y por el inolvi-
requinto (guitarra recortada que sus pobladores. dable Tito, y Manizales hace el
impusieron Los Panchos), y en se- Los isleños son un fraseo saca- amor en las cumbres andinas con
gundo plano abrevó en el ritmo de rosa (Miguelito Cuní, Abelardo su enamorado Julio Jaramillo que
bongó, timbal, maracas y clave Barroso), juguetones del ritmo le canta siempre más intenso al
para mayor sustentación. (Amado Borcelá y Rolando Lase- amanecer.
El modo bolerístico internacio- rie), o vibratos intensos (Panchito Claro que hay algunos boleros y
nal pudo extenderse gracias a su Riset) y algunas incorporaciones boleristas aceptados en todas las
riqueza musical inherente y a que guajiras (Joseíto Fernández y clases sociales; pero mi experien-
podía por medio de los compases Guillermo Portabales) con la ex- cia nocturnal ha labrado en mí la
de 2/4 y 4/4 mezclarse en delicio- presión muy dominicana de Juan impresión de que hay una conver-
sas sintesis que arrojaron entre Lockward, se diferenciaron del gencia entre un cierto tipo de bo-
otros: cargado lirismo de las grandes leros y las capas sociales que los
bolero son formaciones de cuerdas o cobres disfrutan o sufren aquí en Colom-
bolero canción aztecas que pusieron el distintivo bia.
bolero guajira en un tipo de bolero más melódíco Una investigación rigurosa -
bolero danzón y lírico. Se presentaron también que nunca se ha intentado o que

Bogotá, Mayo-Junio 1989 45


MONOGRAFIA
___________ ~í

desconozco-, posiblemente nos parte plebeya y de vivencias de tes de la sonora Matancera, algu-
arrojaría entre la clase alta - que cabaret de baja categoría, que no citaría al Conjunto Casino con
pocas veces es tan culta como se nunca les perdonaron. Roberto Faz o Fernando Alvarez,
cree- unos n'lmbres a quienes Hay una franja musical muy ex- gritarían por Sadel y Pirela, se
sus miembros les confiere cauda- tensa fraguada para la clase me- conmoverían por Rolando Laserie
les de elegancia, fineza, refina- dia y donde los oficinistas, comer- tomado en serio entre nosotros y
miento, preparación musical o in- ciantes e industriales modestos, que en Cuba les pareció siempre
cluso consideraciones extramusi- empleados y profesionales de me- simpático sin más, y esta gente de
cales, como la de aparentar moda- dia petaca, artistas que arañaron la clase media se gozaría el Agus-
les aristocráticos. Posiblemente la fama pero no la poseyeron. tin Lara y el Gonzalo Curiel o Pe-
alegrarian sus memorias los nom- Ellos ponen todas sus complacen- dro Flórez y Rafael Hernández
bres de José Mojica, Tito Schipa, cias cuando oyen (primero las da- más difundidos. Con bastante in-
Nicolás Urcelay, Ester Borja, Elvi- mas) a Toña La Negra, María Lui- sistencia les oiremos aclamar el
ra Ríos, Antonio Badú, Genaro Sa- sa Landín, Eva Garza, OIga Gio- bolero suerño de Leo Marini y Ma-
linas, Manolo Alvarez Mera, Luis llot, Omara Portuondo, Carmen rio Clavel y algunos, más en la
Arcaraz o Bola de nieve, que ya es Delia Depini, María Victoria, Vir- onda de lo sublime, eligirán al cu-
entrar al territorio nada casto de ginia López y no podrían dejar de bano Benny Moré como lo mejor
la poesía. Entre los compositores lado los pocos boleros de Celia posible, aunque Marta Vendaval
quizás estas dinastías linajudas Cruz. Posiblemente se enrutarían atrevida, siempre elevaría a ese
evocarian a Ernesto y Margarita después por los tríos más popula- rango al irrepetible Vicentico Val-
Lecuona, y se sentirian más iden- res (Los Panchos, San Juan, Tres dez.
tificados con la gallardía personal Diamantes, Tres Ases, Tres Caba- En la muchedumbre más popu-
y musical de Maria Greever, que lleros y Pi tres-catorce- dieciseis). lar que vive entre los barrios de la
con la obra ambivalente de Agus- Los hombres bien garnidos no periferia de las ciudades y donde
tín Lara o Gonzalo Curiel con una podrían desconocer a los cantan- ya se insinúa el campo, tenemos
un agrobolero, gozado por fanáti-
cos que no los cambian por nada,
ni nadie. Supernumerarias de la
noche, profesionales del volante,
vividores, bajadores, vendedores
ambulantes, semiempleados, re-
clutas, mujeres del servicio do-
méstico, porteros de noche, alba-
ñiles, plomeros, carpinteros y
campesinas recién llegadas de la
vereda a la cocina; ellos y ellas
adoran a Felipe Rodríguez, Orlan-
do Contreras, Olimpo Cárdenas,
Julio Jaramillo, Tito Cortés, José
Miguel Class y sucumben encan-
tados ante el bolero cruel, arraba-
lero y chabacano de Alcy Acosta.
Pero quienes le dan el saludo al
campesino y lo acuestan con sus
ruidos más costosos para el bolsi-
llo y la buena música, son Rómulo
Caicedo y Toñin Ortíz, que repi-
ten desde hace años: uBésame,
que tu pintalabios encendido me
pintó hasta el corazón. Seres mar-
ginales y de puro pueblo, donde
las mujeres cantan lo que no se
atreven a hablar, populismo sin
calidad, nada recomendable, don-
de también encuentran terreno
abonado la ranchera machista y el
vallenato llor6n.
Síntesis musical de voces de la
ciudad y el campo donde, como lo
La cadencia galante de Alberto Beltrán observó Rosaría Curativa, perdie-

46 Revista Universidad Nacional


ron ambas expresiones altura y sin nada de importancia y el otro beres y juvenícolas sólo captan la
fuerza interior. para intentar venderle a los grin- "lluvia" de los discos antiguos y
Por estas razones, sería más gos su música con una confusión se niegan a escuchar receptivos y
apropiado hablar de boleros que que delata su ceguera. Esos tie- cariñosos obras añejas hermosas,
del bolero, pues no existe uno nen significado porque parapléji- así como ya no podrán imaginarse
sólo; sino que cantan una plurali- cos del alma como Fernando Vala- qué era una serenata ..
dad de voces, de estilos, de cali- dés sólo querían ser la reencarna-
La Serenata
dades, de épocas. ción vanal de Agustín Lara.
Avanzó el tiempo y en Colom- Una de las institiciones noctur-
El Bolero Generacional
bia, mientras se entraba en una nas más emotivas e inolvidables
Los veteranos del romanticis- repetición insufrible rota por muy de nuestros pueblos ha sido la de
mo boleril de estas tierras añoran pocos boleros nacidos aquí, los la- la serenata. Indescriptible para
y oyen furtivamente (para que no tinoamericanos le pusieron senti- quien no la vivió, esos momentos
se burlen los juvenícolas) a artis- miento al corazón de New York y de temblor o las lágrimas tanto
tas añejos, los de la empolvada dentro de la Salsa sazonaron con para quien recibía como para
Victrola y pasta pesada y dura, ta- un bolero que fue la pausa román- quien ofrecía un ramillete de can-
les como Lupita Palomera, Tito tica de la rumba en las creaciones ciones, de preferencia, claro está,
Guizar, Juan Arvizu o a esa empe- del insólito Catalina "Fite" Curet boleros.
ratriz de los años 30s que todavía Alonso Rubén Blades que canta- Esta bella costumbre que no
asombra y enseña: Paulina Alva- ron Chivírico Dávida, Justo Betan- debería fenecer hoy, se muestra
rezo Esa es la generación de la court, Héctor Lavoe, Adalberto agónica menos por razones perso-
prehistoria del bolero. Santiago, Ismael Rivera y Cheo nales (miedo al ridículo de apare-
Una generación posterior, de la Feliciano, "Sentimiento rú". Ade- cer romántico o anticuado, desco-
tercera edad, pero situada ya den- más de la letra agresiva, igualita- nocimiento de los instrumentos y
tro de la historia escrita y graba- ria para la mujer ("La Tirana", escasa práctica del canto solista o
da, se embelesó con las composi- "Puro Teatro"), tenía en su músi- de grupo etc.) y más poderosas
ciones de Rafael Hernández, Pe- ca armonías modernas del jazz, y causas sociales, tales la molestia
dro Flórez y Arsenio Miguel Mata- el montuno que invita al baile, que sufren vecinos al quitárseles
moros y les bailó el corazón y la cuando después del arranque va unas horas de sueño dentro de
cabeza y los pies con Panchito Ri- ganando acelere con un estribillo una estructura de la producción
set, Bienvenido Granda, Libertad de la guajira o de son lento, con que los llama a marcar tarjeta
Lamarque, David Lama o la voz oportunidades de lucimiento para temprano; la conformación de ur-
muy pulida de José Luis Moneró. el solista. Ese es el bolero salsero, banizaciones, apartamentos mul-
Después de esta etapa de ca- mensaje más actualizado y baile tifamiliares y sus molestosos vigi-
rramplones adorables, los jóve- delicioso inevítable. lantes (que debieran sólo atajar
nes en trance de convertirse en Lástima ese subjetivismo gene- las serenatas con mariachi) y los
señores gozaron con los asaltos racional que sólo disfruta de la ruidos de la ciudad que se han in-
modernistas de José Antonio música que les ha tocado vivir, crementado por vehículos raudos
Méndez, César Portillo de la Luz, con desconocimiento, poca esti- y fantasmas que conspiran contra
Tito Rodríguez, el lamentado Joe ma e incluso desprecio por obras la vida misma de los músicos y del
Valle al borde de la leyenda, cuan- valiosas inspiradas en otro mo- amante oferente.
do Benny Moré ya lo era. Fué una mento. No importa la técnica y Autoridades a quienes les pue-
época dorada de las voces y las fechas de grabación, lo que se de- de más la consigna del orden que
cuerdas importadas del país azte- ben captar son las esencias labra- el desorden bello de la música: al-
ca, cuando salió Marco Antonio das por compositores e intérpre- caldesmelofóbicoscomo el de Iba-
Muñiz despedido hacia la fama. tes que tenían algo substancial gué se hicieron tristemente céle-
Generación que poco gozó de Bob por germinar y talento para saber bres desde e12 de Junio de 1951,
Toledo, colombiano también a cómo decirlo. cuando publicó una atrevida reso-
quien exportó a la Argentina y Y así como los veteranos más lución por la cual se prohibían las
Hernando Muñoz, otro notable rancios y reacios, ni siquiera le serenatas en "La ciudad musical
bolerista que hizo carrera por Ve- confieren la categoría de bolero a de Colombia" y que originó la ré-
nezuela y Centroamérica y el Ca- su período del feeling (Frank Do- plica airada del artista Jorge
ribe. minguez, José Antonio Méndez, Añez:
Por estos tiempos, mientras el César Portillo de la Luz, Tania
bolero seguía inamovible en Co- Castellanos, Félix Valoy, etc.) y Si prohibe serenatas
lombia (sin variar fondo y forma), mucho menos al Bolero-Salsero ¿Por qué no ordena también
una muchacha recogió el puente que fue todavía más lejos en las que cierren el Conservatorio
entre el bolero y la balada que armonizaciones llenas de jazz y degüellen los jilgueros
cantaron Armando Manzanero y pero sin perder su esencia y en para acabar de una vez
José Feliciano, el uno para anclar- cambio de ritmos para volverlo con lo que alegra el espíritu
se al final de cuentas en la balada más guapachoso; así mismo pú- de esa noble !bagué?

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MONOGRAFIA
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He ahí el mundo infinito del bo- neraciones, terminarán con quie- do se insiste tanto en su salud, es
lero con campos dichosos o infeli- nes las hicieron y vivieron. porque se teme por ella) y una de
ces, que puede ir desde una aria o Estamos en un agitado mundo ellas es la de estimular a los com-
romanza al estilo de Lecuona o musical de competencia, donde el positores que saben hacerlo, por
María Greever hasta el odio o el Bolero ha sido siempre una pode- medio de premios de composi-
amor campesino y ranchero de rosa y sentida alternativa a la ba- ción, reconocimientos públicos y
Bernardo Saldarriaga, Pedro Nel lada-baladí, a la pornosalsa, al promoción y consumo de sus
Isaza o Tonín Ortíz o Linder Jíme- merengue romanticoide, a la tro- obras, para que obtengan ventas
nez. va díscursera y a otras decaden- y réditos que recompensen su ta-
Boleros que se remontan a terri- cias auditivas de nuestra época. lento y sentimiento. Atribuyéndo-
torios hemos os de la poesía o ex- Ya no se trata de repetir más, se una vocería no sé de quién ni
ploran ondas sonoras de gran ahora se trata de crear, ese es el de dónde, casas disqueras y pro-
complejidad y belleza, o mundo terrible dilema, que no alcanzo a gramadoras televisivas van deci-
empequeñecidos, por frases tri- enunciar con mucho optimismo. diendo autoritaria y vanalmente
viales que la gente hace suyas y Abrir caminos de modernidad, que lo que el público sentimental
les da un sentimiento y una ento- oxigenar el bolero con letras ade- quiere son baladas y a lo sumo
nación que se merecen. Bolero del cuadas al momento terrible, en nueva trova y van dejando para
cielo, bolero del fango, todos ellos que el hombre arrasa con sus se- los horarios tipo Z, de viejitos jubi-
son boleros, boleros los unos y bo- mejantes y la naturaleza. Aban- lados de la vida, el recordatorio y
leros los otros. donar retóricas y rimadas estrofas la parla sobre los boleros.
Del instrumento empírico, toca- para que surja un verso espontá- Esa es la indefensión completa
do por intuición, al otro, el del con- neo, contundente y libre que de de artistas y público, como quien
servatorio, con un acerbo de téc- verdad le pegue a la gente. dice materia prima + materia pri-
nicas no solo para tocarlo sino Musicalmente también deben ma, que están en manos omnipo-
para armonizar y componer. hacerse renovaciones conscien- tentes de quienes apenas debie-
tes. Aquí en nuestro país, el bole- ran ser un medio trasmisor de ca-
Exhortación
ro nunca se liberó de la comodi- lidad y se han erigido y se creen lo
Boleros del cielo, boleros del dad de la rutina díatónica. Pocos o fundamental del arte, de la so-
fango, no importa, todos ellos son nadie se atrevieron a probar la ri- ciedad, y la justicia con el espíritu
boleros porque cumplen la misión queza cromática, a enlazar acor- debiera desdoblar el placer del
de fundir la pareja del bolero -le- des tonales e incluso a aventurar poder en un proceso que nos lleve
tra y música- en una unidad indi- en algunas disonancias, cuando al poder del placer!.
solubre y emotiva, que siempre le para Eddíe Palmieri y César Porti-
Bolerografía
cantará al amor o al desamor, pero llo ya eran caminos trajinados y
que rara vez saldrá de esos confi- fluidos. Y nuestros cantantes re- Jorge Añez:
nes. Puede ser una romanza o quieren salirse del cachaquismo ..Canciones y recuerdos. Edicio-
canción al estilo de Lecuona, Ma- ritmático y ganar cadencia y fra- nes Mundial. Bogotá 3a. edición
ría Cervantes o María Greever en seo rubateado, donde se cante 1970.
los más finos versos; hasta el odio más por ma,ndato de la obra, por el Jaime Rico Salazar.
o el amor trágico y ranchero de placer personal. ..Cien años del Bolero". Editorial
Bernardo Saldarriaga, Pedro Nel Instrumentalmente el bolero de estudios musicales. Bogotá
Isaza o Linder Jiménez; ahí que- tampoco puede renunciar a refor- 1988.
daron los boleros con esa música zar su arsenal instrumental, in- Hernán Restrepo Duque.
insuperable de ondas sonoras de corporando el nuevo aparataje "A mí cánteme un bambuco". Go-
gran complejidad y belleza y una electrónico, pues en la música de bernación de Antioquia. Medellin
poética, que estoy casi seguro no valor nunca importa con qué se 1988.
han podido igualar géneros con- hizo, sino más bien, cómo se ela- Pablo Marcial Ortíz.
temporáneos con todas las venta- boró. Ahí están para demostrarlo "Una década a tres voces". En la
jas de apoyo, como son la Balada y los boleros de Willie Colón, y los revista La Canción Popular. Nú-
la Nueva Trova. instrumentales del portentoso mero 3, año 1988. Ponce, Puerto
Sin embargo revitalizar el bole- grupo Irakere. Rico.
ro no será tarea fácil. Aquí en Co- Estimular los concursos de tríos Fabio Betancur.
lombia nos estamos solazando en o de bailarines, como los está ani- "Presencia del bambuco en la tro-
radiodifundir o en cantar en las fi- mando en Bogotá Radio Total, es va cubana", Revista Universidad
nales de las reuniones, tozuda- muy tonificante; contribuciones de Antioquia Julio-Septiembre
mente las viejas y bellas obras prácticas y nada ilusorias para de- 1987.
que posiblemente traspasarán el volverle el poder al bolero. Pasaron el dato: Ramiro Farsante,
año 2.000, pero no perdurarán Intérpretes que repitan lo de Rosario Galena, Nero, Adriana
más de ahí por mucho tiempo. Las antes se encuentran a borboto- Llanuba Putativa, Enrique París,
viejas músicas y textos, si no pa- nes, pero debemos pensar en fór- Gabriel Aguancha, Berta Caña-
san masivamente a las nuevas ge- mulas que salven el bolero (cuan- brava.

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