La degradación natural del material orgánico resulta en la producción de biogás por

microorganismos en condiciones anaeróbicas. La digestión anaeróbica convierte la materia

orgánica en biogás, un combustible renovable que podría usarse para producir electricidad, calor o
como combustible para vehículos.

La digestión anaeróbica del estiércol reduce las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
liberadas a la atmósfera al evitar las emisiones de metano de la descomposición natural durante el
almacenamiento. El uso de estiércol para producir biogás para la generación de energía desplaza
el uso de combustibles fósiles y, por lo tanto, contribuye a la reducción de emisiones de emisiones
de GEI y otros contaminantes.

El biogás se puede actualizar a biometano a través de diferentes tecnologías para ser utilizado
directamente como combustible de transporte en motores de vehículos a gas natural (GNV) que
están ampliamente disponibles o para inyección en la red de gas natural.

En varios países se están expandiendo las plantas de producción de biogás para el tratamiento de
la biomasa de desechos húmedos, de las plantas de tratamiento de aguas residuales y de la
recuperación de gases de vertederos.

Europa es un líder en producción de biogás, con un gran número creciente de plantas comerciales
de biogás (más de 17,000 plantas) instaladas y una capacidad total de electricidad de más de 10
GW, en comparación con una capacidad eléctrica global de 16 GW.

CONCLUSIÓN:

La producción de bioenergía, como parte de una economía basada en la biología, tiene el potencial
de contribuir significativamente al desarrollo de una economía verde y baja en carbono. La
producción de biogás puede contribuir significativamente al desarrollo de las zonas rurales y
fomentar la creación de nuevas cadenas de suministro de materia prima de biomasa,
especialmente en función del uso de desechos y residuos de la agricultura. El potencial de la
contribución del biogás a la generación de energía renovable con diversos desechos y residuos es
significativo, tanto en términos de suministro de energía como en términos del potencial de
reducción de emisiones de GEI. En particular, la producción de biogás a partir de diversos
desechos y residuos no tiene efectos secundarios y proporciona la mayor reducción de emisiones
de GEI entre muchas cadenas de suministro de bioenergía.

Scarlat, N., Dallemand, J.-F., & Fahl, F. (2018). Biogas: Developments and perspectives in Europe.
Renewable Energy, 129, 457–472.