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Semlitiea dl vale ptt et Smaart Jato came 208 pp 2118, Ontologia y fenomenologia en el pensamiento de Saussure Sémir Badr Universidad de Lieja, Bélgica Traduccién de Dominique Bertoloti slicacién de los manuseritos correspondientes a la no-obra iana ha permitido volver a discutir la recepeién del Cur- inguistica general alrededor de un punto que no hadejado : la no-obra saussuriana comprende, sin lugar a dudas, sidn filoséfica. Hasta el final de los aflos sesenta se tado de prolongar, de una u otra manera, dentro de la ica 0 fuera de sta, la ensefianza decisiva pero inconclusa “maestro”. Desde la aparicién de Les Sources manuscri- Cours de linguistique générale, editado por Robert Godel 57, con un cuidado que se incrementa al ritmo de aparicién fas entregas inéditas, una segunda manera de recibir el jento saussuriano encontré su camino. Godel trabajé, cn la restitucién filologica de este pensamiento, Al iempo, tomé nota del fracaso del programa estructura reactiv6 la investigacién directamente desde la fuente de fama: ya no una ensefanza 0 una eritica teériea para Sino una reflexidn para retomar y meditar. sta segunda via se encuentra expresada de ma- que nitida en el libro de Simon Bouquet, cuyo titulo, itamente a una hermenéutica y evita dar de entra fe ‘Semi Bar logia yfonomenologiaen Saussure 2 Jacques Derrida. Todo lingtsta es, por tadicién, y muy nto por naturaleza, un poco metalsico ouguet define esta metafisca lingistica como un saber, 0 al conocimiento empirico de las lengus,relacionado los canceptosprimitivos de lengua y de sigmo, Sigue, tanto trastoma, a la metafsicasemistica de Locke y de ls Lue que perduraba segin Bouguet, hasta despues de Michel uno de los macsitosfanceses de Saussure, La metafisiea rian establce, sobre cl empirismo dela gramitica com- Jala teria csi del signo, moicando tres de sus temas pales: (')aporta al signo una objetivacién nueva que le su funciin de representacin; (i extrac de Ia orientacion sentativa Ia problemitica de To arbi ) establece shomologacin de la nocién de sistema! con Ios valores le= 6icos estudiados por los snonimistas desde el siglo XVI in embargo, el érmino de metafsiea no est sustentado por im alguna en los manuseritos que Bouguet tenia entonces sign, El érmino aparece s cierto, en dos acasiones. 3s manuserits de Harvard pero con referencia ala ilosofia lu, sin vinculo posible con aquello que extrajo Bouquet. En 1 de manuscritos encontradosrecientemente, y publica- n los Escrits de lingustique générale. no obstante or3s menciones de término metafsico aparccieron. Estas se en- ran drectamente vinculadas cn la teora del signo y dela a. Ahora bion, ests nuevas ocurrenias parecen poner en In lectura de Bouquet. De hecho, término silo es mos- para desplazara la metafisica fuera de la reflexin saus- daal Curso de lingiistica general el lugar de referencia que era hhasta entonces el suyo: Introduction a la lecture de Saussure, Dicha lectura offece, entre otras riquezas, una version del esta. tuto epistemolégico del pensamiento saussuriano mucho m: cestimulante que la demasiado famosa “ruptura”, ostensible. mente reconstruida a posteriori. En efecto, gracias a ést, a tra vvés de un discernimiento entre las coacciones y posibilidades de apertura de este pensamiento, apareci6 como necesatio, po tuna parte, reservar un espacio a a epistemologia de la gramatic ‘comparada, sobre la cual Saussure nunca dej6 de reflexionar,y, por otra parte, erear no solo mediante el gesto retrospectivo d “corte epistemaligico”, sino mediante un cuestionamiento dk vaivén,a la vez prospectivo y contemporineo, un espacio pa tuna epistemologia programética. La ventaja mas evidente di este comienzo entre dos epistemologias es que sitve de sopor a la inteligibilidad de los textos fragmentarios de Saussure, en focados tanto hacia el pasado de la gramética como hacia el futuro de la ingdistica. Pero, sin duda, esta distribucién hubier permanecido inconsistente en relacién a la amplitud de la Apuestas que implica, sino hubiera sido ademés iluminada por ‘un punto tangencial gracias al cual los valores epistemologi pueden invertirse, un atisbo de presente que no es, en modi alguno, reflexivo, ‘A este tiempo presente en la concepeién saussuriana, Bow 4quet lo llama merafisico. ¥ enseguida nuevas dimensiones en I nno-obra saussuriana se abren. Con este término de metafisico sé relacionan tantas connotaciones deliciosamente profundas (s bre todo fuera del circulo de los filésofos) que ante su evocw ccién, seductoras vibraciones han sacudido las filas tanto de lin- istas como de historiadores de la lingUistica. ;Un Saussur ‘metafisico? Solamente faltaba sugerirlo. Enseguida este asunt parecié bello y verdadero, En realidad, se trataba de apoderars rnuevamente de un tesoro robado por los filésofos: una filosofi lingiistica, emparentada con una filosofia del espiritu, no nec sitaba ser revelada por Maurice Merleau-Ponty o deconstruid Simon Bouguc.hraduction ka Fotre de Sousa, Pais, Payot, 1997, 1424s, Fide Saussure Esritsde ngustigue générale, aris, Gallimard (Biblioteca i), 2002 continscin sear referencia este anal mencionando mers de fragmentos de donde se extrajton las elas [Estas cas sein as por noses en el erp de ext. N. del T 4 ‘Sémir Bair 200] .. (a menos tal vex de empujar los Hechos hasta los Timites de la metafsica[..} de lo que pretendemos hacer total abstracein) [29] Estamos muy alejados de querer hacer aqui metafisca No importa. La lectura de Bouquet es lo suficientemente es- tructurada, en el plano teérico por el nimero de argumentos, come para soportar la desaprobacién que aparece en estas nota. Independientemente de la estructura en tres partes (dos episte- ‘mologias escindidas por una metafisica) propuesta por esta lec- tura, se reconocera sin problemas que existe, en Saussure, con- sideraciones tesricas generales, que no se apoyan directamente sobre la observacién de hechos lingUisticos ni tampoco sobre su analisis, No es ilicito calificar estas consideraciones como me- tafisicas. A la vuelta del siglo, la metafisica designa pues, de acuerdo con la definicién proporcionada por Bouquet, un saber ro empirico, una ciencia especulativa, un conocimiento de las abstracciones. En realidad, el pensamiento saussuriano parece mas bien proceder como una denegacién, Las consideraciones ‘metafisicas son tan numerosas que un linglista positivista debia remitirse, en aquellos momentos de exaltacién mas visibles, y {en notas que eran para su propio uso, al orden de sus ereencias epistemologicas. Sin embargo, al mismo tiempo, podemos extrafiarnos, en la lectura de estas notas, del aspecto masivo e impetuoso de la denegacién. ,No estaria presentando, a pesar de todo, un recha- 20? Es lo que proponemos examinar. La tesis es la siguiente: en los manuscritos del nuevo acervo, titulados De I'essence double dic langage, Saussure desarrolla algo que se emparenta con la ‘metafisica y que, no obstante, se diferencia de ella por su rela- cidn especifica con Ia teoria del conocimiento. Las considera ciones a las que se pretende aqui llegar ya no dependen de un saber, asi fuera especulativo: emerge, entonces, el ser del len- _guaje, de tal manera que, en la revelacidn que se hace de él, éste ologiay fonomenologia en Saussure 2 sustrae a toda clase de saber. Asi, hay que preparar nuestro ‘amen para una cierta imposibilidad de decir. En el marco de 3s problemas tedricos —sean estos de caricter epistemolégico rmetafisico— vinculados al anilisis del lenguaje, se aloja irre- juctiblemente la cuestién ontologica de la “doble esencia del snguaie” Ontologia de ta lengua formalmente, metafisica y epistemologia concuerdan tan fie’ Ke Ia una con Ia otra que la cuestién ontol6gica no aparece folvamos, completindolo. al parrafo del fragmento 20b; [200] En otros sectores, si no me equivoco, podemos hablar de diferentes objetos contemplados, si no como cosas existentes| {en si mismas, por lo menos como cosas que resumen cosas 0 centidades positivas cualesquiera para ser formuladas de otra ‘manera (a. menos tal vez de empujar los hechos hasta los limites de la metafisica, ode la cuestin del conocimiento, de lo que pretendemos hacer total abstraccién); ahora bien parece ue la ciencia del lenguaje fuera colocada aparte. De hecho, en quimica, podemos hablar de un conjunto de sas existentes, desde el bronce hasta los materiales polimeros: psicologia, hablamos, por ejemplo, de alexitimia o de discal- lia, como.cosas que resumen entidades positivas. Y, en efecto, Hevamos lo suficientemente lejos el tema de Ia existencia de cosas o bien el tema de la reducci6n cientifica,aleanzamos limite en el que la epistemologia no puede ser garantizada por una metafisica, a menos de considerar, por el contrari Ia evidencia metafisica vinculada a la nocién de existencia cuidarse de cualquier hipéstasis epistemotigica. No obs- nada de eso preacupa a Saussure. En ef dominio de la Uistica, no es en sus limites que epistemologia y metafisica 2% 7 i fogia y fenomenologiaen Saussure » ccorren el riesgo de una colusidn. En realidad, la colusién epis- temolégico-metafisica seria inmediata y total si imaginéramos ue tenemos frente a nosotros cosas por estudiar y por analizar, Ahora bien, parece que la ciencia del lenguaje fuera colocada parte, “Saber”, en lingtistica, no tiene por complement in- ‘mediato “de las cosas existentes”, ni aun “de las entidades po- sitivas” suseeptibles de ser oftecidas a este saber: asi pues, cl propésito no es buscar lo que significa, en altima instancia, en los limites de la metafisica o de la teoria del conocimiento, *sa- ber” 0 “cosa existente”. ‘Tratar de detcrminar en qué la lingUstica tiene que situarse “aparte™ no depende de la teorfa del conocimiento ni tampoco de consideraciones metafisicas generales. En este aspecto, Saussure indica que no otorga a la lingiistica una ambicidn @ priori diferente de la que anima a los investigadores de otros dominios. Es preciso destacar que, en el pasajecitado, Saussure utiliza, de preferencia, para designar su diseiplina, la expresién ciencia del lenguaje: “aparte” no podria entonces significar “aparte de las ciencias”, Para Saussure, la lingdistia tiene cla- Tamente un programa cientifico —no volveremos sobre la de- ‘mostracién que dio Bouquet, por lo demés, explicita—, La lingdistica debe ser situada aparte, en el cuerpo de las cien- cias, en funcién del objeto que se asigna, considerado éste en su esencia, pues este objeto no es una cosa existente que ella podria otorgarse, ni una entidad positiva que podria alcanzar ‘mediante una reduecién generalizante. Dos hipstesis tienen que ser tomadas en cuenta desde ahora: © bien la lingliistca se resigna a no tener nada que ver, ya sea de cerca o de lejos, con una cosa existent, tal como sucede con as matemitieas; o bien, lanaturaleza misma dela cosa existente 4 la que trata de acerearse la distingue en el seno de las diseipli- nas cientificas. Laprimera hipétesis es evocada —una iinica vez—por Saus- [21] Los en tanto que, os desde ef punto de vista de dan mucho ‘que pensar en lingistia. En otros lugares hay un limite alas diversas maneras de contemplar las cosas, dado por las mismas ‘cosas. En lingdistica nos podemos preguntar si el punto de ‘vista desde el cual consideramos la cosa no es toda la €osa, y por consiguiente en definitiva si partimos de un solo punto de algo concreto, 0 bien si nunca hubo otra cosa que nuestros puntos de vista indefinidamente multiplicables. Pero es la segunda hipétesis la que es masivamente repre tada en los manuseritos que forman De l'essence double du ige. Sin embargo, en el Cours de linguistique générale, la esis segin la cual “el punto de vista crea el objeto” ocupa lugar privilegiado: el primero. :En qué medida podemos ad- tir que la lengua no es dada sino ereada por el punto de vista? gunos comentaristas del Curso, entre los euales podemos ci- ‘Luis Prieto, el mas fino dialéetico, intentaron suavizar el sentido de estaafirmacién, estimando que, por “punto de vista”, 1 Saussure puesto en escena por Charles Bally y Albert Seche- ye entendia el punto de vista de los sujetos hablantes, y no el I lingQista. Viendo los manuscritos, no parece que dicha in- Fetacidn sea conforme al pensamiento de Saussure. EI "pun- 10 de vista” considerado por Saussure es siempre el de los gra- ‘maticos y el de los linglistas, Consiste en tomar el lenguaje sea fen su aspeeto vocal, sea como manifestacién de sentido, o bien ‘como forma en evolucién hist6rica. Tomar como inicio el punto de vista de los locutores entra, adem, en directa contradieci6n, con otra afirmacién del Curso, a saber, que la lengua esta colo- cada fuera de la voluntad de los locutores. Reducido en “punto de vista involuntario”, el punto de vista de los locutores no po- dria conocer positividades fuera del lenguaje, y la cuestin de lo real de la lengua quedaria en suspenso. Convirtiendo a los locutores en los maestros del punto de vista, y por lo tanto en. los maestros del objeto de la lingUistica, no resolvemos de nin guna manera, la dificultad de determinacién ontolégica, En 28 ‘Sémir Badir ‘cuanto a escoger la interpretacién fuerte de esta hipstesis, 0 sea que el lingUista construiria deliberadamente su objeto, es aqui una resolueién que Saussure no esti dispuesto a sostener eon vehiemeneia sino bajo la forma de una durable y ansiosa pregun- ta, pues entraria en total inadecuacién con el espiritu positivista que anima sus investigaciones, basadas en la encuesta y la do- ‘cumentacién, ‘Veremos mas adelante eémo se decide, en la segunda hips tesis ontol6gica, el problema del punto de vista. Pero comence- ‘mos por dar a leer algunos pasajes en los que esta indicada, segiin esta hipétesis, la naturaleza de la cosa lingbistie [29b)... s6lo In diferencia existe {[22b] No hay en la lengua, ni signos, ni significaciones, sino DIFERENCIAS de signos y DirekeNCIAS de significaciones; las cuales 1° existen las unas solamente por las otras (en ambos sentidos) y son entonces inseparables y solidarias; pero 2° no Hegan jams a corresponderse exactamente, De ahi podemos inmediatamente coneluir; que todo, y en ambos dominios (que por cierto no se pueden separar) es NEGATIVO en Ia lengua [28] stn. Nada es, por lo menos nada es absolutamente (en el dominio lingistco) Dos registros semiinticos requieren ser destacados para aca bar con la “cosa” lingUstica. Por una parte, la lengua es abor- dada en su esencia, o su ser. Por otra parte, conace una forma de cexistencia, es offecida a los fentémenos, al aparecer, al “hay”. La lengua, al mismo tiempo, es y existe; hay hechos linguisticos gue dan testimonio de la esencia misma del lenguaje. Asi, es en su esencia que la lengua difiere de todo otro objeto. El modo de ser de la lengua es absolutamente negativo, Nada es, eseribe Saussure: sintagma que, si bien, es asignable a la hipétesis cons- ‘ructivista, tanto mejor puede leerse como la afirmacién de un Onologiayfenomenologia en Saussure » ser negativo: en el dominio lingUistico, nada es absolutamente, y sin embargo este absoluto negative es el fundamento mismo {de una existencia (es ésteel sentido de la concesidn que expresa “a menos”). ¥ el modo de aparecerse de este ser negativo, es la diferencia, o més bien fas diferencias, pues con el aparecer se despliega el devenir en multiplicidades de la lengua. El hecho lingUistico es, a la vez, absoluramente negativo, es decir nega- tivo en su esencia o bien en su ser de lenguaje, y constituido de diferencias a través de las cuales aparece sin que jamés sea po- sible aislarlo, al como lo seria un hecho positivo. 2. La negatividad Los dos érdenes de la realidad lingbistica, el orden del ser y et de Ia existeneia, no dejan de entrecruzarse e imbricarse en el texto saussuriano. En ninguna parte se los eneuenta claramente separados; pero tampoco sucede que su imbricacin conlleve @ Ja colusin; el ser es siempre el ser de un existente, al mismo tiempo que el hecho dela diferencia, independientemente de las formas a las que hace existr, el hecho diferencal en su esencia, ‘eternamentey en lo absoluto es negativ: {6e] Esta particularidad de la forma no consiste en nada mas queen el hecho tan absoluzamente negativo como fuera posible de Ia oposicién o dela diferencia con otras formas. {10} Toda clase de signo existente en el lenguaje [.] dene un valor meramente por consiguiente, no positivo sino al contra- Flo, esencialmente, eteramente NEGATING. La negatividad es la caracteristica principal de la ontologia sssuriana. Siesta caracteristica viene primero, es porque pet~ te @ Saussure oponer el objeto de la Linguistica a otros objetos le conocimiento. Cuando, en otros dominios, los objetos estin. sen su positividad.a los eruditos, el objeto dela lingtistica, 30 Simi Badr ‘en lo que a él se refiere, no es dado en absoluto al lingiista. No participa en la realidad positiva con la que el sujeto de conoci- ‘miento normalmente trata. Lo que no le impide aparecérsele: cl ‘objeto del que se ocupa la lingifstica esta incluso vineulado a tuna forma de experiencia totalmente regular y muy difundida centre los hombres. Pero esta experiencia no es una experiencia tal que podeia servr de base positivaal saber. Saussure tiene en ‘efecto que decir, sin lograr pensarla del todo, esta anomalia para 41 inédita: una empiricidad no positiva constituye el objeto de fa linguistica, El objeto de Ia lingbistica, es decir, la lengua. Sin embargo, smpo en que dichas reflexiones son redactadas por Saus- sure, la lengua no constituye un concepto central de su pensa- miento, No se encuentra huella de elaboracién, por ejemplo, de la distincién entre lengua y habla en los manuseritos de Z'es- sence double du langage. En cambio, nociones capitales que intervienen en la definicién de la lengua ya estin operando, En particular, las nociones de valor y de signo intervienen sin cesar para alimentar el tema general de la negatividad. Ademis, la ‘oposicién de la forma y de la figura vocal establece una frontera, ‘con una precision que le falta al Curso, entre el tipo negativo de las empiricidades que interesan al Tinglista y un tipo positivo ‘ordinario de empiricidades sonoras de las que se puede realizar ‘un estudio cuantativo y cualitativo sin tener que preocuparse por las significaciones con las que. en la lengua, forman un todo inseparable. 3. Elorden doble de la lengua y sus categorias Eltema de la negatividad se enriquece con earacteristicas onto- logicas secundarias que. mas aun que la primera, tienen conse~ cuencias en el analisis lingtistico. La negatividad de la lengua ‘no es una ménada ni esti sometida al desorden y alo aleatorio. No se tata de un caos homogéneo ¢ indiferenciado. No es una ‘mera diversidad de indeterminables. La lengua conoce, por el lia y onomenologia en Saussure ef itrario, un orden complejo. Tal como podemos leerlo en el jgmento 22h previamente citado, un orden doble viene a ot- nizar esta materia “abstracta”” (“la lengua... cosa abstracta ue “es”, escribio Saussure en el fragmente 6a), Asi, lo doble ¢ lo dual, pues intentar una disociacién en el objeto de la istica, es perderlo por completo. El doble resulta entonces tun solo orden complejo, v no de Ia asociacion de dos érdenes imples. [6c] FoRMA = No una cierta entidad pasitiva de un orden ‘cualquiera, y de un orden simple: sino la entidad, a ta vez negativa y compleja. En este sentido, Ia lengua no puede ser comparada con un inismo. El cuerpo organico es disociable en diversas partes orazn, pulmones, aparato digestivo— capaces de funcio- r, por lo menos un cierto tiempo, de manera auténoma. Nada ‘pasa con la lengua, donde signos y significaciones, a pesar estar organizados de manera distinta por el principio de sus liferencias internas, no pueden funcionar los unos sin los otros. a lengua se alinea mis ciertamente sobre el modelo de la ma- dina: a una maquina, basta con quitar un engranaje, asi sea la iis simple de las tuereas, para que su funcionamiento se vea ado. [26] Todo el tiempo [la lengua) avanza_y se mueve con la ‘ayuda de la formidable miquina de sus eategorias negativas. El término de categoria debe llamar nuestra atencién, pues fa partir de éste que va a decidirse lo que la lingbistica puede cer de su objeto, La lengua, pretende Saussure, es una mé- uina abstracta de categorias negativas organizadas segiin un len doble. O sea que tenemos dos problemas en uno: ;que es ‘categoria negativa? y {por qué las entidades negativas de la 1gua son categorias? Empezaremos por observar que una ca- 2 Sémir Badr tegoria negativa no seria en absoluto iil si fuera solo de natu- raleza epistemoldgica. La categorizacin cognitiva es siempre positiva ya que es tibutaria de la simbolizacién. La lingtstica conexionista, ue busca hoy producir una modelizacién no sim- blica, demuestra a conirario que la categoria cogeitiva es siempre postiva. En la modelizacién sub-simbilica, en efecto, Ja organizacién de elementos no esté sometida a ninguna cate- jn sino a una dferenciacion autorreguladoray evoluti- ‘va; asi, cuando buseamos construir un modelo “negativo” —es Pero es cierto que, en este caso de figura, las eategorias son a la vez epistemolbgicas y ontolbgieas y deben ser positivas, pues estin especificadas a partir de componentes empiricos (Ios ér- ‘ganos vitales). En el dominio det lengua, la categoria es constitutiva del objeto-lengua, en su realidad misma, pero tnicamente bajo la relacién comple de las diferencias. La funcion de la categoria negativa se encuentra asi en las antipodas de la funcién que se le asigna ordinariamente en légica, pero de la misma manera aque en la mayoria de ls teoraslingstcas, las eategoras 6- sicas 0 lingisticas son entendidas como elementos positivos, metal6gicos o metalingtistios. En efecto, en Saussure, catego- 3 Ver “La station de Cuvier dans histoire de la biog” (La stan de CCuvierenla historia abil) Due ot erin? 7. Pars, Galina (Quarto), 2001. pp. 898-934, logiayfenomenologia en Saussure a negativa es sindnimo de valor. Existe, de hecho, una ventaja lente en prvilegiar el término de valor, menos equivoco, Tibre de empleo que el término de categoria. El eoncepto tegoria negativa permite sin embargo precisa, a través de uc lo distingue de una categoria positiva, la situacién del spo de valor en el pensamiento saussuriano. a especificidad de la categoria negativa es reunir diferen- no en funcién de un eardeter que les seria comin en un mn propio. sino en funcién de una regularidad semiol6gica seno de un orden doble. Las diferencias que forman una ria negativa, a pesar de que sean hechas de puras diferen- ue no puede subsumir ningun rasgo positivo, valen para misma cosa: una significacién, si se trata de diferencias les; un vocablo, si se trata de diferencias seméntieas. Por plo. las diferencias de signifieaciones de so! no produce, orden semntico, mas que una red de diferencias con las, ificaciones de luna, claridad, alegria, estimulo, ete: estas ncias semiénticas forman, no obstante, una categoria ne- iva porque estin todas asociadas al signo so! (ver fragmento YY ala inversa, “en g6tico vemos por los textos que podria- decir indistintamente:sijau (sim) 0 slau, frjana (liberum) jana: en ninguna parte el grupo ~ij + vocal posee un valor ai + vocal” (22b). Ciertamente, -i + voeal y ~ij + son, en el orden vocal, grupos fonéticos diferentes; estos forman una eategoria, ya que no sueede que tengan va- distinios. Ahora bien, la categoria ingistica formada por grupos no puede ser una categoria positiva, porque no es Jo que tienen en comin, en el orden vocal, que se reconoce lor, sino més bien es por su relacién semiol6gica que los intervenir de manera no diferenciada en el sistema semén- del gético, mnocer catezorias, segin lo que hemos dicho, no puede ino conocer a partir de categorias positivas. Para el in- a tarea es “de entrada” de una dificultad inédita. Por te, lo que tiene que conocer es del orden de la categoria 4 ‘Sémir Badir pero, por otra parte, las categorias ontolégicas de la lengua di- fieren sobre un punto fundamental de las eategorias cognitivas: son negativas, mientras que el lingtista slo tiene a su disposicion categorias positivas. Este hiato entre las categorias ontoldgicas de la lengua y las eategorias cognitivas plantea el inmenso pro- bblema de las unidades linguisticas. O, ze6mo transformar lo negativo en positivo? No entraremos en los relieves aecidenta- dos de esta pregunta, que hemos tratado en otra parte (in Saus- sure : la langue et sa représentation). No obstante, citaremos ‘de manera algo extensa el fragmento 29}, en el cual esta cues tidn, normalmente tratada dentro de Ia epistemologia de la lin- jen, va encontrar una manera poco usual de plantearse. [29]] Esta oposicidn de valores que es un hecho MERAMENTE "xeextivo se transforma en hecho positivo, porque cada signo [._-Jesté delimitado, a pesar de nosotros, en su propio valor. 'Asi, en una lengua compuesta en su totalidad por dos signos, bay la, la totalidad de las percepeiones confusas del espirity ‘encontrar, porel simple hecho que existe una diferencia bala } que no existe ningin otra, un carécter distintivo que le ‘permite regularmenteclasificar todo bajo el primero o bajo uno Ue los dos eapitulos (por ejemplo Ia distincisn de sdlido y de no sélido), en este momento, Ia suma de su conocimiento positivo ser representada por el earaeter comin que aribuy6 las costs bay el cardeter commin que atribuyé a las e0sas la teste carter es positive, pero solamente busc6, en realidad, el taracter negative que pudo permitir decidir entre ba y la no traté de reunir y de coordina, nicamente quiso diferencia, {Existe, en lugar de un continua de diferencias vocélicas, ‘algo que es ba y algo que es la? Cuando Ia diseretizacién ac~ tuante en la percepeién es hipostasiada en el conjunto de los datos perceptivos, éstos pueden ser repartidos en distintos gru- ‘pos. Un criterio, que no pertenece a las cosas sino solamente & la pereepeién que es hecha, basta entonces para identifiear uni- dades lingiisticas bay la, y esto independientemente aun de sus play fenomenologia en Saussure 8 jciones vocales. Dos positividades perceptivas, suscept de ser transformadas muy pronto en positividades cognit temergieron. Asi procede usualmente la ciencia. Pero zqué sila unidad ba de pronto significaesto y de pronto aque si, de repente, suena como ba, y de repente como pa? 2Qué ‘cuando se manifiestan, a pesar de la identidad perceptiva -asignada a ba, nuevas diferencias? El orden de Ia lengua lentonces que poner en marcha sus categorias, que no lo- cubrir o fijar de una vez por todas, integramente las de s percepciones, La unidad lingiifstica ba ya no existe, ye tuvo alguna vez derecho a existir. Solamente la nueva ia entre ba y pa se hizo realidad. ymenologia del lenguaje cl pensamiento tebrico no debe permitiese simplificacio- ignas de sus osadias anteriores. No debe resignarse auna n exclusivamente epistemol6aica entre Ia identidad ica de bay su evolucién diacrdnica; tampoco puede con- 3¢ con una distincién analitca entre la unidad de lengua jos hechos de habla ba y pa. Enel pensamiento de Saussure, ‘aso, nunca fue asi. Las distinciones lengua / abla y a /diacronia no solamente son sanas comodidades epis- légicas que el linglista debe concederse con el fin de re- ‘un analisis sistematico del lenguaje, son distineionesfun- que corresponden a una distincién real én percibe el efecto? ;Quién opera la identifieacién de idades lingisticas? No Gnicamente el lingtista, sino “el itu”, del cual, asi lo creemos, estén dotados todos los seres 3s. El problema de las unidades lingtisticas resurgi6, por iente, en primera instancia de un andlisis fenomenols- Por una parte, la lengua existe bajo formas de entidades ivas. Por otra parte, el espiritu humano, en general, tende bir ya conocer los objetos empiricos como positividades. la fenomenologia del lenguaje debe también ser doble: en a Sémir Badr jay fonomenologia en Saussure ” relacién con la lengua, las formas lingUisticas tienen el aspecto de diferencias puras, en constante evolucién, sea con respecto al tiempo del individuo (quien funda la distineién lengua / habla) sea con respecto al tiempo de Ia sociedad (quien funda la dis tincién lengua en sineronia / lengua en diacronia); con respecto, ‘ala percepeién y al espiritu cognoscente, las figuras vocales se pueden identificar en funcién de caracteristicas positivas, mien- {ras sirvan —sin que se absorban por completo, ciertamente, en, cesta tarea— de veetores para los valores lingisticos, La feno- ‘menologia del lenguaje es asignada tanto al orden negativo de laontologia de la lengua como al orden positivo de lapercepeién yy de la cognicién humana. Es pues, en ella, que debemos pre ‘zuntarnos, en primer lugar, lo que puede conocer el linguista, te fendmeno inico debe ser considerado por el ingtista tun fendmeno doble: esa Ja ve= una forma, a la que el sta prestaatencidn, y una figura vocal, de la que el in- tiene, por eierto, mucho que aprender, pero que no cons- ye el objeto especiico de sus andlisis. La forma caracteriza Figura, le proporciona una determinacién en la experiencia spiva ycognitiva (“para laconeienci dels sujetos hablan- ), Esta detcrminacién meramente fenomenoligica (y no ie epistemolégica) indica que la figura vocal esté dis- le para una forma que no es propia de la experiencia en la 0 lugar la determinacién, Sila existencia se dstibuye wente entre la forma y la figura, de tal manera que éstas constituyen un iinico fendmeno, la determinacién, en 0, califica a la figura con relacién a la forma: la figura ¢ delimitada silo en el momento en el que es tomada en ‘como forma linglistiea. Pero podriamos haber dicho mente lo contrario y revertr el espacio fenomenolégi- distribuye aqui el interior y el exterior. Louis Hjelms- ue asumid esta posicién, hubiera dicho que es la figura venida desde afuera, In que determina por su substancia tuna forme puramente negativay vacia en side tada de- acidn. A Ia inversa, en la versin saussuriana es la forma istca, exteraa la conciencia, la que aportaen su principio légico una identidad que ni los sonidos ni el sentido pue ignar a la figura voeal. En todo easo, Saussure percibi6 valencia de este andlisisfenomenologico, pues deereta ias ocasiones que hay ahi dentro un “circulo vicioso fun- fy i en esta sola frase del fragmento 6e tenemos resumida la lad de a fenomenologia del lenguaje. La fenomenolo- lenguajees doble, dependiente tanto de las negatividades teas como de las positividades sonoras. A través de la el lenguaje descubre una realidad cuya estructura es aje~ 8 crterios, primero fenomenoldgicos y luego epistemo- de idemtidad y de delimitacion, A través de la figura [6e] Una forma es una figura vocal que esti, para la conciencia de los sujetos hablantes, deverminada, es decit, ala vez exis tentey delimitada Esta frase es de una densidad extraordinaria. Da fe, por me- dio de un atajo, de la doble fenomenologia del lenguaje. En primera instancia, nos extraamos al leer que una forma es una, figura vocal, mientras que Saussure no dejé de esmerarse en ‘querer establecer su distineién. Justo después de haber escrito aquella frase, en efecto agrega, entre paréntesis, como si hubiera, percibido Ia ruptura que impone a la coherencia del pérrafo: (dudo que podamos defini la forma con relacidn a la “figura vocal’, hay que parti del dato semioligico)". Enel plano de los cconceptos tedricas, la forma lingiistica dista mucho de ser con- fundida con la figura vocal. EI modo de ser que los une en esta frase no corresponde en absoluto al predicado que, en una defi- nicién, vincula lo definido y lo definiente. Es en realidad el ‘modo fenomenolégico que se expresa aqui, tal como Saussure loexplicita después con su “es decir”: la forma y la figura vocal ro constituyen sino una sola identidad existente, un solo fend- meno. Pero, lo que su distincién tebrica pone de manifiesto, es 38 Sémir Bair ogiayfonomenologa en Saussure 39 fenomenolégico todavia inédito, dficilmente pensable en I del siglo XIX: una fenomenologia de alguna manera ne- iva en si misma. stamos fentados de dar a este nivel negativo de la fenome- fa del lenguajc el nombre de inconsciente. El pensamiento ussure no cesa de rondar en torno de este concepto, que ente le hubiera parecido monstruoso. Lo construimos, bargo,a partir de expresiones que, de aqui y de all, hacen su presencia sea necesaria en el pensamienio de Saussure, enguaje, existen fendmenos internos, psiquicos, asicomo en0s externas, fiscos (1, 2d). Pero, una ver descartados Slkimos, todavia tenemos que distinguir, por una parte, las representaciones positivas que conducena las unidades isticas —es decir, alas palabras— para las cuales el ugar espiritu 9b); y, por otra parte, entre las eategorias nega- que dan cuenta del mecanismo de la lengua (22b). Las sentaciones lingisticas son representaciones para la con- ia de los sujetos hablantes (6e, 10), pero es necesario tam- ‘que active @ pesar nuestro (28), fuera de nosotros y del itu (20a), desde un lugar de base irreducible para nosotros voeal, el lenguaje no pertenece menos al orden de las positivi- dades perceptibles y cognoscibles; se trata mas bien de la es- tructura de la lengua que es determinante, Como el ingdista no hizo més que actuar como cualquier sujeto hablante, no percibe, ¥ por consiguiente no conoce, sino entidades positivas. El lin- {lista sélo puede conocer la lengua a través de las figuras vo- cales, Sin embargo, se distingue de los otros sujetos hablantes al aplicar al estudio de las figuras vocales un punto de vista determinado, Este punto de vista no modifica en nada los fend ‘menos del lenguaje; simplemente, losclasifica. Adoptar un pun- to de vista sobre el lenguaje, no es otra cosa que clasificar y -descomponer sus fendmenos. Asi pues, la cuestion del punto de vista en linglistica esti Vinculada con la modalizacién metalin- istica y da muestras, a partir de ahi, de un examen epistemo- logico. 5. El inconseiente del lenguaje La fenomenologia del lenguaje requiere ser mis meticulosa- ‘mente articulada con la ontologia de la lengua. El ser del len- ‘guaje, as lo reconocimos, reside en la lengua. Pero la lengua es incapaz de aparecer simplemente como tal, pues s6lo esta cons- tituida por diferencias categoriales. Tiene existencia, para la coneiencia de los sujetos hablantes s6lo através de las entidades positivas: las figuras vocales. En cuanto a ellas, las figuras vor cales slo son objetos sonoros, sin significacién, identidad 0 delimitacion. Para ser provistas de estos earacteres, necesitan {que se manifiesten las formas lingUsticas. Estas aparecen, en- tonces, tambien. Las formas juegan como las interfaces entre la negatividad ontalogica de los valores y el andlisis fenomenolé- aiico de las positividades. Son eapaces de determinar las figuras vocales para la conciencia de los sujetos hablantes, aun si éstas petmanecen indeterminadas, no identficables, o como puras expresiones de un orden de valores negativos. Nos vemos, pot To tanto, conducidos a aribuir a las formas lingdsticas un ani- fo buscaremos ahonclar més. Por ejemplo, el inconsciente enguaje no es asimilable al inconsciente del que hablan los ialistas. Si pensamos, no obstante, en poder darles el mis- smbre, es porque parecen tener en comiin un cierto ndmero piedades decisivas: tanto el uno como el otro escapan a cia humana y a los saberes centrados sabre el hombre; tienen manifestaciones empiricas, lo que mantiene @ ¢n un nivel fenomenologico; expresan un orden real e ivo; finalmente, de manera comparable al psicoanilisis, ‘ccurre que el anlisis lingUistico tenga que detectar focurrencias de figuras vocales “cortocireuitos” operados este orden exterior a la conciencia de los sujetos hablan- lems, alas propicdades intrinsecas, hay que agreuar una ancia notable: el inconsciente del lenguaje y el Incons- 40 Sémir Badr jog yfonomenologia en Saussure a {29%] :Tenemos que decir nuestro pensamiento imtimo? Es de emer que la vista exacta de lo que es la lengua nos conduzca a dudar del futuro de la lingistica. Existe desproporcién, para festa cieneia, entre la suma de operaciones necesarias para asi tacionalmente el objeto, y la importancia del objeto. ciiente fueron descubiertos al mismo tiempo. Saussure es con- temporiineo de Freud, no por accidente sino gracias a una ci {a lgica historica —por episteme—. Seguimos aun mejor los lineamientos de su pensamiento si mantenemos presente que tuvo que ir mas alla de un positivismo al cual el linguista no deja de pertenecer, y que limita la expresion de su investigacién filoséfica I futuro de la lingdistica no habria tenido problema, no hay ppreocuparse. Del pensamiento saussuriano, los linglistas wvieron Ia exigencia epistemolégica, no el eseepticismo, y yn por encima de la imposibilidad de conocer la lengua. Hjelmslev, como lo indicamos, basté con revert el juego determinaciones: la lengua no determina el habla, es ésta, | contrario, que es determinada por todo lo que le es ajeno: 1 manera que se convierte en el lugar mismo de la delimi- ny dela invariancia, La hipétesis ontolégica de Hjelmsley bora aque arrojan las reflexiones tomadas de De essence le du langage, pero le agrega una caracteristica de inma- jin absoluta que nunca esta contemplada por Saussure. Mas acpistemologia de la Linguistica aleanza su punto triunfal do empieza a dispersarse hacia otras disciplinas; es la era tructuralismo. La lengua pas6 entonces del lado de las 4 deserita como un sistema de unidades ne~ EL orden complejo de la lengua, a la vez idades y significaciones, el orden doble de sus manifesta- 5, ala vez psiquicas y Fisieas, todo se reduce a disposicio- pistemolgicas de ls cuales el Curso de linguistic gene jieado, desde un inicio, el nivel de exigencia en el isis. Durante esta reduccién, los valores desaparecieron resurgieron mis tarde en la semiotica de Fontaille y Zil~ re) 6. El escepticismo epistemolégico de Saussure ‘A la inversa de Freud, Saussure no habria sabido qué hacer con su descubrimiento. Ante todo, le importa mantenerse lo mis alejado posible de la metafisica. Pues, para él, seria imposible tun saber eientifico que no fuera positivo. La metafisiea, con sus pretensiones de un saber no positivo, esta descartada, No obs- lamte, Saussure permanece cerca de ésta. EI descubrimiento dde un orden negativo, del que un saber positivo es ineapaz de rendir cuentas le obliga a avanzar fuera del saber positivo, es decir fuera det saber, a secas. De hecho, el nivel ontolégico es inal- canzable como tal. tanto para el conocimiento como para la percepcién. La ontologia, como rama de la metafisica, o como. sector que se sitda en su periferia, es un no-saber. Desde enton- ces, la lengua, “objeto de la Linguistica”, es objetivable s6lo mediante un engati. [208] Sin esta ficcién [que consiste en acordar “precipitada- mente” una existencia a elementos aislados del lenguajel, el espiritu se encontraria literalmente incapaz de controlar tal ‘uma de diferencias, en donde no hay en ningin momento un punto de referencia positivo y firme. {29b] Bn realidad ta unidad es siempre imaginara, eflevion sob el vlor ingosicg Hea ection, sts autres cin dc Tasca tenia. Su reflexion seme def lecra dl de a categoria de fox cano, en donde! vinculoenire valor eaters raved. Tumba hace cco a Difference et ripstom (Dierencay repel En cuanto a conocer la lengua, el escepticismo de Saussure ¢ profundo: 2 Sémir Bair nia yfonomenologia en Saussure 8 De nada sirve reclamar una traicién. Lo que Ia lingUistica y las ciencias humanas deben a Saussure, no tienen por qué resti- twirselo intacto. Saussure no hizo una obra, Parece incluso haber sido negligente con los manuseritos que dejaba detris suyo. Los ciemtos de paginas, muy cuidadosamente escritas, experimen- tando la hipétesis de un e&digo hipogramético en la poesia lati na, los millares de horas dedicadas a la reflexisn teérica, una, risa sardénica los sopl6. Resulta, pues, que hoy’ nos mostramos sensibles frente a este escepticismo abierto. De lessence double du langage no constituye un texto co- herente, ni siquiera un borrador: son fragmentos que se adicio- nan fos unos a los otros en busca de la expresién justa, en donde se experimentan los conceptos aun sobre contradieciones entre ellos (al menos en la letra), pero que responden a una dnica preocupacién, reiterada, obsesiva. “Parece que una fatalidad uiera para la lengua que toda nueva verdad cancele a la otra porque las verdades iniciales no son simples” (ELG, item, 4), La preocupacién por la verdad no puede encontrar su plena re- alizacién en una obra de epistemologia de la linguistica. Tam- poco podria satisfacerse con un tratado de metatisica. Y esto es Toque hay de perturbador y de fuerte en el pensamiento de Saus- sure: st falta de unidad no es el signo de una renuncia: es, por cl contrario, una necesidad que emerge de su caminar. Sino hay obra saussuriana, entonces no es necesario busear el motivo zones psicoldgicas que se vincularian a una supuesta sfofobia”. Es por una razén mucho més esencial que no se que Saussure no podia escribirla, Elser del lenguaje siem- falta, | orden ontolgico permanece impenetrable. No podemos ir sino hipOtesis, apuestas. Es, a partir de caracteristicas icas de una cierta apuesta ontol6gica que la metafisica y jstemologia pueden distinguirse en el pensamiento de Saus- =. En efecto, sic! lingilista no se hubiera confrontado con una jlogia negativa de la lengua, no hubiera habido tanta ocasién strarle lo que hace: el positivismo filos6fico reinante hu- bastado para asegurarle que los fenémenos que intenta + existen, de manera tal que la realidad del ser coincide la verdad del saber. De hecho, la lingUistica “esta colocada J extremo opuesto de las ciencias que pueden partir del dato 5 sentidos” (2c). Su “objeto” falta a la objetividad comiin- te admitida: es negativo y de orden complejo, cuando el cimiento supone un orden simple de cosas positivas. Asi s, lo que la hipétesis ontolégica exige separar, el analisis, ymenalégico contribuye a unirlo. En la fenomenologia del aj, la ontologia de la lengua, parte 0 exctecencia de la y laepistemologia lingtistica, encuentran de nuevo articularse la una con la otra. Es en funcidn de la percep- ¥¥ de Ia cognicién practicadas por sujetos hablantes que las lingUisticas pueden emerger en las figuras vocales. El lingiistico consiste, desde entonces, en explicar, bajo de reglas y de categorias metalingUisticas, las diferencias la lengua le impone, sin que los sujetos hablantes tengan cconciencia clara de las representaciones perceptivas y cog ivas, Y si subsiste una desproporcién, incluso hoy, para la stica, ésta se ubica entre la urgencia de la tarea y la difi- del proceder. Pero en cuanto a la “importancia del obje~ * ninguna duda subsist: la produccién filoséfiea y literaria nari desplegando su evideneia. ‘ln de Gilles Deleuze: comentando a et i resumen de valor primado de a nezaion” "Le tem premier, «st bord ce qu spas nip gos, qu, de = fal, se tached impare uo Ladstincon preterit sins de ia difrene-ouen testes Findépendance comme nézation dela dpendance precedrat la diffrence (aeques Fontnille & Claude Zibeber, Tension ef gnfaton, Lit Mar (ses Foi 8 sgn cit Mar ‘Tradccn ibe: “El rin primero es en primer lugar og noe cuaiauir case» que, poreso msm sedetaca deo hale oss La ned pre dela po derecho lorena eh tts tino, a ndependenela com> nega de a dependencia precedeta a eiferencia™ Ln ors temo 600- ogemos agua eposcin ent el alr como categoria negative oncureatech la formacin ono de a engi. yel valor eomo diferencia hecha posit ‘ue emer ene amiss fenomenoldico ycogitivo de ls hechos de la eng. ubian, en una dfiniion

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