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entiendo asÍ; no es -«de por sí una ,> con unidad numera!, ni


DIST/NCION III �muchas» con pluralidad opuesta a esa unidad; ni es -«univer­
iI1)¡¡. en acro (del modo como algo es universal como objeto
PRIMERA PARTE: Del principio de individuación del entendimienlo), ni es de por sí «particulan.

CUES'I'IÓN 1 3.088 :en efecto, aunque DO se dé nllnea reillmenle sin


alguna de esa� cosa.�, �in emb:lrgo, no es de por sí alguna de
t:Es la sustancia material ellas, sino que se da antes en el orden de la naturaleza que
indivd
i ual lodas ellas, y según (en) esa prioridad natural es la esencia,
de por sí, d ohjeto del entendimiento, }' es considerada de
3.086 ,. A 1:1 cueMión propuesta..., digo que la sustan· por sí como tal por el metafísico, y es expresada por la defi­
Cla material p or su nalUrtlJe"!I no e<; de por sí ésta, porque nición; r las proposicione.� «verdaderas por el primer modo)¡>
entonL'eS ... no poorfa pensarla el entendimiento en el estado son verdaderas por la quididad así tomada (en ese s�ntido),
contrario sino entendiendo su objeto hajo una forma que re­ porque no se dice nada de! primer modo de la quididad, sino
pugnaría o se opondría a la razón (o manera de ser) de t al Jo que esta incluido esencialmente en ella, en cuanto 'lile es
ohjeto. ahsmdda de todas esas cosas que son posteriores naturalme nte
Como lo deduce la segunda razÓn..., se da alguna unidad A ella.
real en la cosa independientemente de toda operaci6n dd en­
J,089 Pero no sólo la naturaleza es de por sí indiferente
tendimiento, me nor que la l111idad numeral o la unidad pro­
¡¡estar en el entendimiento y en el estado particular, y con
pia del si ngul ar , la cual «unidad» es propia de la naturaleza
eso, al ser universal y al ser particular (o singular), sino yue
en sf misma, y según esa «l111idad propia» de la naturaleza
también. c uando tiene el ser en el entendimiento, no tiene
como tal, la nanlraleza es indiferente a la unidad de singu­
de por si primari,lmente la universalidad. Pues, aunque se la
laridad; por lu tanto, no es de por sí una por ella de esa
piensa baju la universalidnd wmo modo de pensarla, sin cm­
manera, es decir, con unidad de singularidad.
Dm·go, la universalidad no es p¡lrte de su conrepto primero, ya
l.087 C6mo hay que emendc.r esto se puede ver de al­ que no form!l parte de s u concepto metafísico, si no del 16gico
guna manera por la c--:presión de Avicena (en el libro V Met ), (el lógico, e n efecto, considera 1as segundas intenciones, opli­
en l a que dice que .¡ola equinidad es sólo la equinidad y nu cado:> a has primeras). La primera imclección es, pues, de la
es de por sí una ni muchos, ni universa.l ni p.1rticular». Lo ..natur:lle:tai> en CUAntO que no es simultánelllnente entendido
o pensado algun modo (de ser de dial, ni el que tiene cU1\ndo
3086-3131 Mn'GFs. 0'<:., I P 64-10f>; n MLSS)oIO'R, Dar lJUli"idud(io"rpm'·
zip ", SkoIil(IJ<h<'" S("hd" \'(IWen,..h und Wei<l",;¡ 1 (1914) R·27; J. C...s· está e n el entendimiento, ni el que tiene fue ra del entendi­
�"\lI'f.LL. D"1t1 j"CfJ/"¡ Olt (be Com Hton N41u""" "0 Juhn Dutls S("ot 1161·1%$ miento. aunque el modo de entender ese objeto sea 13 un iver­
p.l22.132; R SoIBnT·SoI.lIO'ItN, V'Jj IIIJ",iJ..a/lOnrp.'''':.jp Ix:. Dun<. Swl
Acta !e"!"(;; Conlr 1 p.70�·711; J. R ROSf.NHJ:RG, lhc pr"'("lpla 01 md'ltl· salid;ld, p er o e� modo de universalidad no es entendido.
duillrofl. ..... 'flm/U'dll,,-e ¡",J, on JI Thfl"¡�s, Seo/us IlfIJ Suanz (W·...hip�run
1950).
3086.}(l% S. DI: M",,·s, 0, F M. C'P. L1 dirlinc/ um fO"'ld{� d� 5'(;1 �I
3.090 Y así como en ese mod.o de M:r no es la naturA­
l�f Imil"mallx El. fl'llpci",,· 2} (19HJ) 239·2�1; E. 13FTTONI, JI problema d�¡.I' le za de pnr �í llni\'Pt�a1. sino ljue la universalidad e� algo que
"ni,'�rs�ll m DUlIs .l"cM Swdi fr�nc, '8 (1941) J7-63; J- CARlU:RA5 AUAu
r... doc/rill� dt lor u"'¡;lm�I�¡ tn JU<!II D,,,,s Smlu: Archivo lberu-Amerie. }-I sohrevirnc a b nalllnJI¡;o'!¡¡ en 511 prinwI modo de ser en el
(1 9'1 ) �-29209·233: !.YCH'T
- , o.e.. xn D49(.)-�3.'
Cllal e� ohjet(1, así también, en Ji! realidad fuera del entendi-
}OSi·}094 J. K"AUS, Dlt Lc"'( d�s Jo, DullS SknlfJS VOI/ da MIUM (,,"'­
mU>Ils (P�ril 1927).
3087.3090 P. T Sn:LLA, Lo t�o,ia liemorfica l/el ¡islema ,eollila Acto JO.<lIl [)TJ"-S ESCrTro. Ordjl1411O 1 d,3 n,(M (Opua I1r 101·1011� d' n 18
ten;; Gongr 'p,2,4!. ilV 17·111)
3087 AVlcEM, Mn V 1. J089·}O">O L,'c�n. O,C., XII p.53 (b) (e).
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miento en la que la naturaleza se halla con la singularidad, muchos. Pues no hay nada--con cualquier unidad de que se
no está esa naturaleza determinada de por sí a la singularidad, trate-en la realidad, que según esa unidad precisamente se
sÍno que es anterior naturalmente a la razón misma que la halle en potencia próxima para cualquier sup6sito con una
contrae a esa singul aridad, y en cuanto que es anterior natural, predicación que afirme: «esto es estQ)', porque, aunque a al­
mente a ella, no le repugna el estar sin tal razón que la con. gún existente realmente no le repugne estar en otra smgu­
trac. Y así como el objeto en el entendimiento tuvo, segun laridad de aquella en que se halle, sin embargo, no puede
esa primada y universalidad, un verdadero ser inteligible, así ser afirmado verdaderamente de cualquier inferior que «cu al­
tambien en la realidad la naturaleza, en cuanto que posee esa qmem es eSQ)': eso sólo es posible decirlo de un objeto idén­
entidad, tiene un verdadero ser real fuera del alma, y en cuan­ tico numéricame n te, considerado actualmente por el entendi­
to teniendo esa entidad, tiene UIla unidad a ella proporcio ­ miento, en el cual, «como entendido» (o pensado), tiene tam­
nada, que es indiferente a la singularidad, de suerte que no bién la unidad numérica del objeto, segtín la cual eso mismo
repugna a esa unidad de por sí el ser puesta con cualquier es predicable de todo singular, diciendo: «(esto es esto».
unidad de singularid�d (de ese modo entiendo, pues, que «la
3.093 Con esto se ve cómo se puede rdutar 10 que se
naturaleza tie'1e una unidad real, menor que la unidad nume·
suele decir, que {(el entendimiento agente h ace la universali­
rah»; \' aungue no In teng� de por sí, de suerte que esté
dad en las cosas» por el hecho de que toda «quididad» que se
incluida en ia razón de la naturaleza (ya que «la equinidad
halla en el fantasma se puede decir que es tal que no le re­
es sólo la equinidad,>, seglin Avicena en el libro V Alet.), sin
pugna estar en otro, y porque deja libre a la quididad exis­
embargo, tal unidad es una propiedad de la naturaleza en
tente en el fantasma, ya que dondequiera que se halle antes
cuanto posee su primera entidad, y, por consiguiente, ni es
de que tenga un ser objetivo en el entendimiento posible, ya
de por sí «ésta» interiormente, ni por una entidad propia
sea en la realidad, ya en el fantasma, ya tenga un ser cierto
incluida necesariamente en la naturaleza misma en su entidad
o deducido por la razón (y, por lo tanto, no por influencia
primera .

o intervención de una {(iluminación», sino que siempre sea


3.091 Pero contra esto parece que pueden presentarse una naturale7a tal que no le repugne estar en otro), sin em­
dos ohjeciones: Una es que parece que se hace que el univer­ bargo, no es de t�l condición que le convenga e n potencia
sal sea algo real en la realidad (lo que va contra el Comen­ próxima ser predicado de algunos, sino que sólo existe en
tador. libro I De an., com.B, que dice que «(el entendimiento potencia próxima en el entendimiento posible.
hace la universalidad en las cosas, de suerte que ésta no existe
sino por la obra del ente ndimiento, y es, por 10 tanto, un ser 3.094 Se da, pues, en la realidad algo «común» que no

de raz6n,.), ya gl1e esa naturaleza en Cllanto que es un ente es de por sí esto, y, por consiguiente, no le repugna el ser
no-esto. Pero tal comtín no es universal en acto, ya que falta
en esta piedra, pero anterior n�turalmente a la singularidad
aquella indiferencia por la cual el universal se consuma como
de la piedra, es, por lo que queda dicho, indiferente a este
universal, porque por ella ese objeto, siendo idéntico, es pre­
o a ¡lquel singular.
dicable de cualquier individuo, de suerte que cualquiera sea
3.092 A lo pri me ro, re�pondo que universal en acto es él. (Opera omnia VIl p.402-40B).
aquello que tiene alguna unidad indiferen te, según la cual eso

mi omo halla potencía próxim a para ser p redicado de 3.095 Con 10 dicho, esta clara la respuesta que hay que
u mento principal aducido, porque el FIlósofo re-
� en

cualquier supósito, pues, segün el Filósofo (en el libro r Post.), dar al arg

«universal>, es lo qlH�� es uno en muchm y se predica de 3093 Ll"CIIET, oc., p.58 (e).
309' DrNs ESCOTO Ord¡ntttm r d 3' nA1 (Opr'a VI 262): ID_. Expos
3091 bTHFT, [>,C . . p_%lú STrLU. D_C .. p.25'. ¡" lib. Met, VII <2 e 14 n 110-112 (ed W",lding-Viv�", VI 243a-244b);
3092 LVCHLT. <H" p.% (bl-'8. I •.3 c.3 n,8-H09 (W,dding.viveo, V '32a-"7c); LYClIEJ, O-C., p,'9.

910 ]. Dum Escoto OrdinatlO 911

prueba la ficción que él atribuye a Platón, ya que «este hom­


bre» existente en sí-que se llama «idea»-no puede de por CUESTIÓN 11
sí ser universal a todo hombre, pues «toda sustancia exis­
,'Es !" sustancia material de por ú individua por algo
lente en sí es propia del suíeto en que se halla», esto es: o es
positivo intrínseco?
de por sí «propia», o ha sido «constituida o hecha propia»
por algo que la contrae; puesto 10 cual, ya no puede estar 3.097 En esta cuestión una opinión sostiene que la indi­
en otro, aunque a ella no le repugne de por sí estar en otro. viduación, en los seres creados, se tiene por dos negaciones.
y esta glosa es también verdadera, entendiendo por sustan­
cia, naturaleza; y entonces se sigue ljue la idea no será la Impugnación de esta opinión
sustancia de Sócrates, ya que ni es la naturaleza de Sócrates,
porque ni es de por �í propia, ni ha sido apropiada a Sócra­ En primer lugar, expondré el sentido de las cuestiones
tes de suerte que esté sólo en él, sino que está también en que se plantean sobre esta materia: no pregunto por qué
otro, según el mismo Platón. Pero, si se entiende por sus­ cosa es la naturalela singular o individua, si se torna por
tancia la sustancia primera, entonces es verdad que toda sustan­ naturaleza b segunda intención (porque entonces la <<natura­
cia es de por sí propia de aquel de quien es, 'v entonces con leza» sería singular formalmente pur la segunda intención, y
mucho mayor razón se sigue que esa idea, que se pone como eficientemente por el entendimiento, causa de tal segunda in­
«sustancia existente en sh>, pueda así ser la sustancia de Sócra­ tención, al poner en relación a «esta naturaleza» con la «natu­
tes o de Platón; pero basta para nuestro propósito la primera raleza>� como lo que puede ser sujeto de predicación con 10
hipótesis, que se predica), ni tampoco planteo sobre la unidd numérica
real, la pregunta de por qué cosa es la naturaleza una de esa
3.096 En cuanto a la confirmación que se aduce, es evi· manera, ya que una cosa es formalmente una por la unidad
dente que no es el mismo el caso de la comunidad y singula­ numerica, ya se3 que tal unidad se convierta o reciproque con
ridad respecto de la naturaleza que el del ser en el entendi· el ente, ya pertenezca al predicamento de la cuantidad, ya sea
miento y el ser verdadero fuera del alma. ya que la comu­ una privación o algo positivo.
nidad conviene a la naturaleza fuera del entendimiento 'v 10
mismo la singularidad, y la comunidad compete de por �í a la 3.098 El sentido de la cuestión es, más bien, éste: ya
naturaleza, y la singularidad le cumpete por algo que en la que en los seres hay algo que no se puede dividir en partes
realidad la contrae; en cambio, la universalidad no compete subjetivas, esto es, algo «a lo cual repugna formalmente el ser
a la cosa de por sí. Y por eso, concedo que hay que buscar dividido en muchos cada uno de los cuales sea eso», se pre­
la causa de la universalid3d, pero, en cambio, no hay que gunta, no por qué cosa eso repugna formalmente (pues repug­
buscar causa de la comunidad, distinta de la naturaleza mis­ na formalmente por la repugnancia), sino por qué cosa como
ma; y, puesta la comunidad en la naturaleza por su propia fundamento próximo e intrínseco se da en él tal repugnancia.
identidad y unidad, h3y que buscar la causa de la singul3ridad, El sentido, pues, de las cuestiones que se plantean sobre esta
q'.1e añade algo a la naturaleza en que se halla (Opera omnia materia es; qué hay en esta piedra por 10 cual, «como por
vn pA09-410). fundamento próximo», le repugna simplemente el ser divi­
dida en muchos cada uno de los cuales sea eso, división que
)D96 STELLA. ('o.c., p.2.�', es la propia de todo universal en SL1S partes subjetivas.
3097·3108 T. BARTH. ]ndit.'idualitiit und Allgtmánhát hei J. Dun� SkotUl;
Wi33�nsch. une! We;,hc;t (195�) 192·216; (19'!61117·136; 119'71Hlfi.l1919S·220.
}097 E).IRIQUE DE GANTE, Quodl. V <j,S in corp.; LYCHET, o.c., p,SO (a).
3098 LYCIIET, O,C., p.81 (b).
912 ]. Duns Erc% Ordtnlltlo

3.099 E nt en dida la cuestión así, pruebo que una COsa gunu imperfección repugna Íormalm� n te a algtín se� sino po.r
.
no es inJividll.l formalmente del modo que !>()stjenc la opinión alguna perfe:cci6m�, que e� algo posltlvO y una enudad poSJ­
citada: tiva ; ahora bien, «ser dividido» es un:l imperfcrclón (y por
Primero: nada rcpugllll a algún ser por la mera privación eso no puede competer a la nalUraleza divina); luego. ele.
que renga en él, sino por algo positivo que se de en él mismo;
3.J04 Asimismo, nada se constituye formalmeme por una
luego el ser dividida In pi<..am en partes subjetivas no le re­
pugna-en cuanto que es un ser-, por algunas negaciones . negac ió n en una e ntdad más perfecta de lo q ue es la emidad
i

presupuesta :l la negación (de lo contrario, la negación sería


3.100. Prueba del anteceden/e: por mucho que una hega­ formalmente una entidad positiva); mas la sustancia prime ra
.
CJón supnma b pOl e ncia para obrar y recibir una acción, de (según el Filósofo en los Predic.) es la susulllcia por exce­
suerte que por ese hecho el eme en que esd esa negación lencia v es tambic:n más sustancia que la suslanci:"l seg u nda;
no se halla en pOlencia próxima para algo'), �in emh:lrgo, no luego ' n'a se constituye formalmente en su entidad de sustan­
pone una form:!! repugnancia de ese ser para algo, porque, cia prime ra por una negación, en cuamo que se dist ing ue de:
desaparecidas posib l e o imposiblemente tales negaciones, per­ lo segunda . . . (Opera omnia Vll p.412-4l5).
manecería ese ser COll lo opuesto de esas negaciolles, y, por
lo mismo, con eso con lo cual se dice que tiene de por sí .3.105 Además, aunque esta opinión parezca falsa en sr.
repugnancia, 10 cual es imposible, por las ra:wnes aduddas, si entiende que el individuo se cons­
tituye en su entidad y su unidad singular por negación, sin
3.101 Ejemplo: si se piensa que una sustancia es no­ embargo, parece completamente superflua y que no r e sp on de
cuanta, no es divisible (esto es, no puede ser dividida con a )a cuestión propllesta, pues, una vez asentada, subsiste roda­
potencia próxima), pero, sin embargo, no le repugna el ser vía !:J misma cuestión.
dividida, porque, entonces, le repugnaría el recibir la cuall­
t�dad, por l a cual podría formalmente ser dividida; permane­ 3.106 En efecto: de esas dos negaciones que pone, pre­
Ciendo, pues, la naruraleztl de una misma sustancia corpórea, gunto: ¿cuál es la mzón por la cual tal negación conviene
no le repugna el ser divisible. Igualmente: si «el no tener al in d iv idu o? Si se dice que esas dos negaciones son de por
vista» quita la potencia próxima para ver, sin embargo, no si lllS causas, 110 se responde a b cuestión: se preg unta por
crea o pone la repugnancia para ver, porque puede permane­ aquello por lo cual repug na n los opuestos de esas negacio nes.
cer la misma nawraleza, positiva (en la cual se daba la nega­ y, por lo mismo, por qué cosas o factores se dan esas nega­
ción de «no tener vista... ), y puede c"tar en cl1a el 0pucsro ciones.
d e esa negación sin repugnanLia por pane de la nalUraleza.
3.107 Asimismo, pregunto: ¿de dónde viene el que la
3.lO2 Pues asf �e podría argumentar en nuestro caso: negación sea «ésta�, siendo, como es, de l a misma 'ndole
dicho aUlor pone que la naturaleza «es de por sí un!! e indi­ en éste y en aquél? En efecto: 3�í como en S6cnnes hay dos
vidua»; pero nunca tepugnará formalmente a esa naturaleza negaciones, también las hay en Platón: ¿de dónde, entonces,
el ser dividida por alllunn negació n «puesta en la naturaleza>�, procede el que Sócrates es un «�ingular» con esta s ing ula­
y así, nunca habrá en la reaJ¡d:"ld algún ser positivo que sea ridad (propia y determinada) y no con la �ingularidad de
completamente individuo. Plat ón? No hay rl"spuesta posible si no se encuentra de dónde
la «nep;:lcióm.. es esta negación, y eso no pucde ser sino por
3.103 Si se h:lce oposici6n a la primera proposición de algo pos itivo.
este argumento, asiento, por lo meno.s, esta proposición: «nm-
3104 ARISTOTalls, PraediCi1m p.2 div.1 .'5 (2 .11.15); LVCIIU, (l.C., p.S.5 (d).
3103 LVCfIl;T, M. . XII 1'.81 (c¡'S.5. 3105 LYCHF.r. o.c., p.86 (f).
914 J Duns Esc{)l(J
O,dinatlO ."
J.108 AceptO, pues, la conclusión a que conducen esas
e los aecidenres; tercero, por el conccplO de coordinación
ra%Om:s, a saber, que la repugnancia que tiene una riedra
predicame.
para ser dividida en partes subjetivas la tiene necesari;¡mente
que ningun aCCidente puede ser la razon propia por la cual
por algo positivo inrtÍnseco, como propia razón de ella; y eso
se individua la sustancill.-; el cuarto capitulo de razones serlÍ
positivo sed de Jo que se dirá que es causa propia de lB indi,
e-speeialmente contra la cuantidad, tal como la describe tal
viduación, ya Ljue por individuación entiendo esa indivisihi_
opinión; en quinw lugM, argumentaré contra las razones por
lidad o repugnancia a la divisibilidad.
Al argumento en contra respondo; ella aducidas.

Aunque la afirmación fuese falsa (de lo que se tratará J.IIO Por lo que hace al primer capítulo, expondré pti.
e n otro lugar l, sin embargo, si fuese verdad que «uno» signi. :netO qué entiendo por individuación, O unidad numérica o
.
{¡ca formalmente esas dos negaciones. no se sigue que no �jngularidad. 1\""0 entiendo una unidad indeterminada (por la
tenga alguna cau�l1 positiva por la cunl se hallen en él esas cual todo 10 que e�tá constituido en su especie se dice que es
dos negaciones, ya que con igual ralón la unidad especifica U'lO numericamente), sino una unidad desigMda (como .<é�la»),
significaría dos negaciones, y. sin embllTgo, nadie niega que de suene que, así como antes hemos dicho que el individuo
esté incluida tn b noción de la entidad especifica una entid:td liene repugnancia a !;cf dividido en pal[es suhjetivas, y �e
positiva. de la cual se tom:l la razón de la diferencia espe­ pregunta por la razón de tal repugnancia, as! ahora digo que
cífica. y éste es un buen argumentO para la soludón de la al individuo le repugna el no ser �estO» designado o señahtdo
cuestión y en favor de la opinión aquí defendida, ya que si con esta singularidad, y se pregunta por la causa, no de la
en toda unidad menor que la unidad numérica hay que nsig. singularidad en general . sino de «esta» singularidad en par­
nar una entidad positiva (que �ea de por sí la razón de esa ticular. sei'ialada, es dedr, como es «éstal) dcterminadameme.
unidad y de la repugn,mcia a la multÍtlld
ella opuesta), con
a
3.111 Entendida Olsl la singularidad, arguyo por el primer
mayor--o al menos con igual razón-habrá que asignar eso
c:lphulo de dos mllnef',Is:
en la unidad más perfecta que es la unidad numéric:t (Opera
Primero: la sustancia existente aClualmente, que no sufra
omnia VII p.412-417).
ninguna mutación sustancial, no puede convertirse de .. ¿sta»
en «no-ésta,>, ya que e sa singularidad-conforme a lo que aca­
bamos de decir-no puede, haciendosc otrrt, estar en la misma
CUESTTÓN rv
Sustancia. que permanezca la misma e inmutada sustancial·
¿F.s /a'su.ftancia material indiVIdua o s;ngu/ar por la Clf(JIt1id«d' mente; pero la sust,mcia existente acmalmente, sin que se
haya hecho en ella ninguna mutación sustancial, o haya sido
muJada, puede sin contradicci6n estar bajo una cuantidad y
).109 En esta cuestión. una opinión responde afirmati.
bajo otra distinta, y t�ualquier accidente absoluto; luego por
vamente, es decir, que la sustancia malerial es singular e indio
ningún accidente de esa clase está formalmente «esta sustan·
vidua por la cuantidad ...
Contra esta opinión :trguyo por cuatro capitulos: primero.
cih �i'ialada con esl.Il. singul:'lridad.

por la identidad de la unidad numerica o de la individuación 3.IIZ La menor está clara: no exisle contradicción en
o de la singularidad; segundo, por el orden de la sustancia que Díos. a un:! sUHancia que es nl:'lnla con eSla cuantidad,
HOS Du:.s ES<":OTO. OrJinalio n.l69·1n (O�ril VII pAn nl.J); ID, la confoerve idéntica y '" ínforme con otra cuantidad; y no por
In
Met IV �.2 n.2.479.1J; VII q.13 n.H.
3109·31l2 STHU, 1.lZ leOf/a zl�morfjca fiel Jiuema reolisla. Act� Con�r. 311r'1 K Co.H"�"kllAl"<:�. (mi,�·;d,ulwn ,.. t"" O"tnloK.Y 01 DUNf Sr"I",
p.28}·2R9. F,u'c- :"",d 32 (1972) 6�.7); 'i(I. O·MHJ.A. A(I,,�I t:t;.lln
tc a"d Ihe ¡"dh·t.
Jl09·3110 LY(".jHit, a.c., p % (�)·97. J,,�I arcn,dEn:' lo D""I 5rol ;"\nni.t 4" (I��") 6'''·669.
)11\ Lrcl!EI, oc., p97(b)·9&.
916 f. Duns Escoto
Ordilla/io 917
c¡;¡o esa SuStancia existente actualme
nte sufrirá mutación Sus- bro 1 Ph}'r. }' libro 11 Met.), los singulares tienen causas
'?OC13. J ya que no se trnta más que

de: cambiar de una CUan­ singuhres (en tOdo género de c¡¡usa); luego la causa del acci­
ttdad a otra. Igualmente, si sufre camb
io en CUAlquier ae � " dente singular es un sujeto singular.,.
dc?te, 0:' experimentaría cambio susta
o I �POSlbl,c
ncial: sea esto POSib � 3.116 Además. toJo lo que es anterior naturalmenre a
omma VIl p.426·429 l. otro, es anterior en la duraci6n en este �cntido, que, en
nocuan­
por eso será
o�or el scgunl..!o capímJo arguyo así: la sust:mci ro es de su parte, no le repugna contradictoriamente el p.:xl.er
a riene
priorIdad natural sobre toJo accidente existir anres temporalmente que lo que le es posterior; pues,
, seglín el Filósofo (l',
1
bro VII Me/.). por 10 común, la prioridad de naturaleza implica en 10 que
es anterior «poder existir sin lo que le es posterior» sin con·
J.� l3 A propósüo de esto, dicen algunos que ¡radicción (según cllibro
la Sustan­
era prtmeta, aunque sea anterior
a la cuantidad en el se cualquier sustancia podría sin contradicción (por 10 que es
no 1:, es, sin embargo, ell la divis
[¡l.flCIa segunda es anterior en lo
ión--<omo tambjén l a s �
enridad' pero no en .la d'IVI-
U: de su parte) existir ante� temporalmente que todo accidente,
. y. por lo m ismo. que la cuantidad. . . (Opera umnia vn
sibilidad.
p.429.433 ).
Per? esta respuesta se destruye a sí mism
a, porque. si la
SuSta�C1a primer:l es anterior por 3.11 j Pam esquivar, tal vez. los :lrgumenlos preceden­
nalutale2a en el ser a la
Clhlnudad, y no se puede entender tes, se ha ideado esta otra teoría sobre la cuantidad: así como
la sustancia en su �r sino
e n Cll:lnto que es ésta; luc o no la extensión de la mareria es diversa por naturaleza de la
g es anrerior por naturaleza
SI. no 10 es en cuanto que es ésra; esencia de la cuantidad de la maleria misma, y no añ.ade nada
luego no es «ésta» por la
. d.
CuantIda n la e�encia de la materia, así, la signación o determinación
de la materia que tiene causaltnente por la cuantidad, es di·
3.114 Ademl1s, l a forma es absolura versa de la signación o determinación de la cuantidad, ante·
�resto, conforme a meote 301erior ¡JI como
lo que pnreba el riló�o(o en el libro
vrr rior por naturaleza a la �ignación o determinación que tiene
�t. c.2. Luego, si la cuantidad es la forma de la sustancia por la cunntidad; esa signación o determinación es diHinta
pnmer a en Cuanto tal, será absolutam de la que es (propia) de la cU:lmidad. per o no es distinta de
ente anterior en el ser
a la sustancia primera, porque, si no la susuincia, de sucrte que, así como la ¡rratetÍa no tiene partes
es forma en el ser tamo
poco la será en la división, ni en In
. unidad que compel� a b por la naturaleza de la cuantidnd (la parte de b materia es
sustanda pnm. era
en CUanto tal (pues? rcxla emid m:Heri:! l. así la sustancia signada o determinada no es más
ad se sj"ue
su propia unidad, que no reconoce
. Ad). otra caus a que la ca7rsa que S\lstll.ncia (ya que J.t signaciún o determinación sólo de·
de su entld nota un mooo de estar O de ser).
3.115 Además, la sustancia es 3.118 Pero lal teoría parece incluir cosas contradictorias,
anterior naturalmente a
todo accidente del modo como es por dos capíTUlo�:
5\ljeto de todo accidente.
�ucs en clIamo �lIjeto, se prueb:l quc es anlerior en la defin Primcro: es ¡Ir. posible que algo que dependa l1atunlmen·

CIón a todo accidente, porque com,� t�l te de Otro posterior. SE'a idén'ico a 10 que lc es posterior
se parle en la definición
de todo (acc'1d ent)
e por ad'lCI'6n; >.U '
. _ Llo ra b ren , en cuanto qut natmalmcnle, porgue eNances sería anLerior y no anterior.
es sUJeto, es «esta sUSfllnci:I», pues Mas la SUSland<1 es anterior por naturalc%u a la nlalllidad,
, segl'in el r:i1ówfo (Ji.
\113 ¡\Rln�rr.LH, Met VIT 1 (102S aIO·b2)· L\"(:II
s(,�lín esa teoría; ILlego nada que por cualquier título precxija
JJl4·3116 LrrJIET, ,,�.. [>.1000)
, ,', . ... '
o, ''' "100
(1, ,.)
)114 ARfsrrirl!u;s. Mtl. VII 2 (1029 jl17 Lr......�T. n,c,. [>.103(.)
"'.7).
}ll8-JII<) Lrarn. O.(C.• p.lO'lb).
Ordinario 'lO
'l' J. DU/1S 1!:;coIO
anc ia
l:J n!lwra!eza de la cuamidad puede ser idéntico a la sustancia. así también patL'(e que la cuantidad es forma de la sust
en el sujeto ot1'3
Luego esa signación o determinación no es de la sllstanci:l, y, por la cual esta es cuanta y no deja num:a
con todo, causada por b cuantidad. forma ...

).119 Prueba de 1:1 mayor: donde se da una verdadera


CUESTIÓ;-'; VI
y real identidad (aun4ue no sea forma\), es imposible que se
dé esto y no aquello, porque entonces �aIgo idéntico real.
·Es la sustancia mateTlal individua por alf..una entidad
mente» sería y no seda; mas es posible que lo que es anterior
por naturaleza exista �in lo que le es I)()!;terior por nflwr:\.
�ue determina por sí d Ca naturale�11 a la singularidad?

leza; luego. con�jguicntcmente, y con mucha mayor razón,


).123 .. A la cuestión propuesta respondo afirmativa·
podrá existir sin lo que ha sido dejado o causado por 10 que
mente.
le es t)()sterior por n3t\l1:aleza.
y aduzco esta nlzón: Así corno la unidad en general sigue
3.120 Además, lo que es condici6n neres.nia de la causa de por sí a la entidad en general. n!'>Í, cada unidad sigue de
en el causar no puede ser conferido por lo causado. porque, por sí ;t alguna entidad; luego la unidad ahsoluta, cual es l a
entonces, la causa---cn cuanto suficiente p:J.ra causar-sería «unidacl. del individuo» antes frl.'Cuentementc descrita, titO es,
cllll$ada por 10 causado, y eso caustldo sería la causa de sr la unidad a la cual repugna la divisi6n en muchas partes �tlbje'
mismo y, por lu mismo, podría conferir a la causa causación d\'as. -v el «no ser esto, determinado», si se da en los seres
de sí misrn¡¡. Ahora bien, la singularid:td o la signadón (l de· (como suponen todas las opiniones), �igue de por sí a a.lguna
terminaci6n es condición nccesaria en la SlIstancia para causar verdadera realidad; pero no sigue de por sí a la entidad de la
la cuantidad. porlJUe (como se ha argumentado) lo caus<ldo n3wralela, porque de ésta es propia alguna unidad y de por
singular requiere una causa singular; luego es imposible que sí y real, como se ha prohado en la resolución de la cuesti.6n
es:! si�nac¡ón o determinación de la susrancia signada o deter· primer:!; luq,'Ü �igue a alguna otr a entidad que detcrmlOa
minada o singular provenga de la cll:lntid:ld singular ro prn· n la naturaleza, y ésa formara con la emidAd de la naturaleza
un
ceder de lo causado), y no de la sust:lncia en cuanto singular. uno propio, ya qtle el «todo» del cual es esta unidad. es de
por sí perfecto.
3.l21 Además, ¿qué es eso de que b cuantidad deia
o causa tal modo en la sustancia? Si no es más que el que 3.124 Asimismo. toda diferencia de los seres que difie­
preexisrió a la cuantidad, entonces la si¡!nación no se tiene ren se reduce en tí1rimo rérmino l! al¡!unos elemcntos que
en modo alguno por la cuantidad, porque, en ese caso, la son irreductiblemente diversos (de lo contrario, no habría tér­
si¡lnación de la sust:lnda precedería naturalmente a la cuan· mino final en los que difier"n l. AhMa hien: los individuos
tidad. Pero, si es alguna otra cosa, ¿cómo es causada por la son en sentido propio diferentes porque son diversos, siendo
cuantidad y con qué género de camalidad? (Opera omnia VJI en cierto modo idénticos; luego su diferencia se reduce a al.
1'.436·438). gunos términos que son irreductiblemente diversos. Mas esos

).122 AdC'lIlás. �por Ljué b de dejar 1:-. mantilla" l,ll JI2J·3131 L YCllIT oc . p.t48-15-I. " , .
.
modo en la sustancia idén tica realmente a la sustancia, y no "}123-)1� l\�r...().'ID L·I.(crlm1t� JcnJ/!/( e.. "",1 "�JI ¡HIJ. ce '1011/ tSI.
Si> ....Ieur 4polOf.b,,,..,· El f"",cisc '¡7 (19"1 159·1711; M. F. 5o:.' lAO:,._
M,1r
1:"1 cualidad, como la hlllnmr:l.? No aparece ninguna razón, P(.'T· �HtMt:«it.n� d, "./IIt :iwro (f\'"�p<)li l'H'I: F B¡;:noNI, 11 p,.obl(..,�
""i•.(""I; 1'1 D..'H JC<!lu: S!udi ¡rnocesc 38 (\9411 37.1)3; J CU!Rf.!I..\S Af.1"Au,
que, ��í como la bbncura es por sí misma forma de la super· L� d()C/fino d� ¡UI "m�frs�ln �>I Juan DUn$ Seot; Archivo Il,.,w·Amerlc�no )4
ficie y no mediante alguna otra form;1 que deje en el sujeto, (19311 "·29.
3123 LYCHF.1", o.c. pli6(a): SULJ...., O.C., p29O.
;¡zo.J122 LYc�n. o.c. . pIOJ(c). 3124LYc��'1", oc, XIl p.lJ.6 (b) (c}139; SnLLA, oc. p.2'91.
Ordinario 921
.20 J Dun! Escoto
te la entidad propia a la
«irreJuCliblemcnte diversos» no son la naturaleza en éste y la negar a esta unidad perlectísimamen
r
natu aleza en aquél, ya que no es una m isma cosa eso en que cual siga .
rllgunos convienen formalmente y en Jo que difieren realmen­ 3,127 Considerando ilhora la naturaleza específica en re­
te, aungue una misma cosa pueda distinguirse realmente y con­
lación eon lo que eSTá sobre ella, digo
que esa real dad de i
venir realmente con otra: pues va much de ser algo distinto u .
la cual se toma la diferencia e�pecífica,
es actual respecto de la
del géneto.
a 5et eso por 10 cual algo se distingue irreductiblemente (luego realidfld de la cual se toma el género o la tazón
l e aquélla ; de lo
lo mismo sucederá ron la unidad). Luego, además de la natu ­ de !iuerrc que esta realidad no c� form a m ent
raleza que se da en éste y en aquél, se dan unos elementos i i
contrario, la dd nic ón sería banal, pues definirí a suf cente i i ­

irreductiblemente diversos por los cuales eSlo y aquello difie­ diferenc ia), porque deno­
mente sólo al género (o a aquella
ren, esto en éste y aquello en aquél; y no pueden ser nega­ Huía il toda la entidad de 10 defin do . i Algunas veces, sin
ciones, por la segunda cuestión, ni accidentes, por la cuarta; embargo eso que «contrae»
,
es una cosa diversil de la for":a
luego serán unas entidades positivas, que determinan de p0r del género (cuando la especie
de la cual se toma la razón
veces,
sí a la naturaleza. (Opera omnia VIl pA74-475). aii:1de ;¡]guna realidnd a la naturaleza dd género); otras
no es una cosa J istin n , t
sino sólo otra formalid ad u otro
3.125 Para exp l icar más esta solución, se puooe dedartlr concepto formAl de la misma cosa . . .
qué entidad es ésa de la cual se deriva esa unidad perfecta,
por semejanza con la entidad de la cunl se toma la diferencia 3.128 Esta realidad del individuo se asemeja a la reali­
dcrermina
e�pecífica. En efecto, la diferenda especifica, o la entidad de dad específica en que viene a ser como el acto que
potencial de la especie, pero se
la cual se toma la diferencia específica, puede ser considerada a esa realidad como posible y
toma de una forma anadida , sino
o en relación con lo que está ba jo ellil, o en relación con 10 diferencia en que nunca se
realidad de b forma . (Opera um­ ..
que es(á sobre ella, o en relación con lo que está en su mismo precisamente de 1:1 última
orden o plano; considemda dd primer modo, repugna a la nia VII p,478-479).
d
diferencia específica y a dicha entidad específica el ser divi­ 3.129 Si se me pregunta qué entidad es esa «entida
didas en muchos esencialmente con división en especie o en cia individ ual, si es
jndividua¡'� de la cual se toma la diferen
naturaleza, y con ello, repugna al todo o compuesto del cual la materia, o la forml1 , o el compues , respon tc'l do: No es «esa
esa entidad es parte; pues aSÍ, en nuestro caso, repugna pri­ ni el compu esto, en cuanto
entidad» la materia, ni la forma,
mariamente a esta entidad individual el ser dividida en cuales­ uteza/lo ; sino que es la última
que ['.Ida uno de esos es «natllt
quiera partes subjetivas, y por ella, repugna (tll división al todo u
realidad del ser q e es hl ma e ia, tr
o q ue es la forrr a, o q�e
t
del cual es pa le esa entidad. La única diferencia que hA}' enlre e.<; el L'Ompuesto; de suerte
que roda lo que es co

mun, y, SiO
ambos casos, es q ue la unidad de la naturalelil específica es embargo, determinable , todaví a se puede disting uir (au q lie
. �
menor que esta unidad de que tratamos ahora, y por eso, no s realida des formal mente d!stln­
sea una única cosa l, en mucha
otra ; }' ésta es
excluye toda división en partes cuantitativas, sino la división tas de la� cuales ésta formalmente no es la
en panes esenciales; en cambio, esta unidad presente las ex­ ;
for nalmente la entidad de la singula ridad, y aquélla es for­
cluye a tooas. de la natura te?a, Y no pueden ser esas
malmente la entidad
cosa, como pueden ser la realida d de
y con es to dos re-.Jlidades ("Osa y
3.126 se obtiene una confirmación bastante
sólicb de nuestra tesis, porque, desde el momenw en que toda 3J27 LYCIIF.r, o.c., ".142(�); Srul.A, Q.';., p.292; .
1Ú/(',,,d,,,utllO (Off'!
H� LW"llET. u.C. p.142(d , G. CACC!AT<lU, L �"'111
unidad menor que esta unidad tiene lIna entidad propia a la ¡n,(noma dtl wn<:rno JUQnda D"", Seulo. lIel. (.<llI
gJ:. .. 1 p.214. •
form�lIc d� :)rol (t
cllal sigue por nattltaleza, no parece prohflble que se p eda u 1 1 2').)131 s. DIi M,))i�. U. F. M. c.v., 1... diJI;nclioll
les "";vas,,,"": Ik francisc. 23 (1910) 239·2S 1 .
H 2'l L\C11El. o.c.. p 144(1); MING�S. O.C., r p.66.
31,5·3126 LYC"IOl", o.c., p.141 (8); SULU, O.C., p.29l.
Ordinalio 92'
922 ]. Dunr Ere%

que se toma el género y la realidad de que se toma la dife_ nic�ble, es cosa clara, porque el serlo no le repugna ni por
rencia (de bs cuales se turna la realidad r total ] específica), la pcrfeL'Ción , ya que compete a la esenci a divina, ni por la im­
sino que siempre en el mismo sujeto (sea parte, sea todo), son perfección , y¡l que compete a las esencias generable s y corrup'
realídades de lIna misma cosa., form almente distint.:ls . tihb. Lue go, elc. (Opera Qmnia VII p.495).
(Ope­
ra Olnffitl V[J pAS.3s).
3.1.H Digo, pues, que tuda naturaleza que de por sí no
3.130 Al segundo argumento concedo que el «singu_ es ;aCIO puro, pucde----cn el orden de esa rcalidad en que es
lar» el'! por sí inteligible, en ClIanto est:t de su parte (si no naturaleUl-ser potencial a la realidad por la cual es eSla na­
es por sí imeligblc a algún enlendimiento, por ejemplo, al
i
IUraleza y, por consiguiente, puede ser «ésta» y, así como de
nuestro, se e�fUdiará más adcJanle); por lo menos, la imposi­ por si no incluye Ufl:l entid;ad como singular, asi tampoco 1:
bilidad de ser ente"d¡do no procede de ('1, como la imposibili­ repugnan ,:uantas realidades de esa clase pueda haber, y asl
dad de ser \'i�to cJ wl por la lech uza no es de parte del sol, puede enCOntra rse en cualquier nl'tmcro de cUas.
�ino del ojo de la lechu;m. En cambio, en el ser que de por si es necesario en el exis­
ti r, hay de terminación en su na lurale'/.a a ser «esto», porque
3,l3! Al otro !lrgumcnto sobre l a defini ción, digo que,
CU:lnIO puede darse en su naturaleza, se da en ése, de Sllerte
si ;¡]gún concepto puede expre�ar lo que concurre a la enti·
que eS:l determinación no p uede darse por algo extrlnseco a
dad del ind ividuo, ese concepto no �erá una definición per­
la singularidad, si en la naturaleza hay de par sí posib ilidad
fecta, ya que no expresa la quididad, y, según el Filó50fo
para la infinitud ; 10 contrario sucede en toda natumlcza me·
(en li hro T Top.): «La definicMn expresa » , etc.. Por eso
nmente p05ible, en la que tiene cabida la multiplicación.
concedo que el sillgular 110 defini ble con una definición
e�

distinta de la de In e�pecie y, sin embargo, es un ser en sen­ 3.134 Al primer argumen to, digo que, aunque el Fil6so­
tido verdadero, que añade alglma entidad a la entidad de la fa t:nticnde eso que dice en ese pasaje , de la materin (esto es,
espe<:le, pero eSR identidlld verdadera no es una entidad qui­ de la entidad que contrae de por s¡ a la quididad), sin embar·
di tativa . . . (Opera omnia VI l p,486). go, aplicándolo a lo que tiene materia, que es la otra parte
del compuesto, }' a 10 que no la tiene, concedo que la mente
del Fi!ó�ofo fue que todo lo que no tiene: materia como pllrte
CUl:.ST1Ór< VI t esendal SU)':I, se identifica sin más con su quiddad, porque i

loda quididad de esa clase pone de por sí <O!e5to»; y la razón


¿Puc'de haher muchQ,� ángeles CII Ufla mlJmo especie? es que: :1 [()(Jo lo que no tiene la maleria como parte suya, lo
tenfa como formalmcmc necesario. Ahora bien, toJo lo que
J.I}2 , ' . Fs posib le que haya muchos ángeles en la mis­ pm.'de d:1cse en una nal.uf".11eza formalmeme necc�aria, se da;
ma espt:cic_ luego todo lo que puede tener esa quididad, la üene, ya que
cmlnlo está de su parle, es
Se prueba : Toda escncia , en en lal ser no se da potencia separada del acto ; de ahí que,
comunicable, aun la quididad divina; pero ninguna 10 es en a tOt.la la posibilidad que puso en esa naturaleza respe<:to de
identidad numérica, a no ser la infinita ; por tanto, cualquiera
sus stlp6sitos, la puso ya actuada. y si se diese en esa natu·
otra es cnmunkablc, y cnn distinción numérica, (On lo cual se
ralezll posibilidad para muchos individuos, sería posibilidad
ti ene 10 quc se pretendfa probar. Que toda e�encia sea comu- par¡¡ seres infinitos, luego se darlan infinitos en acto ; por lo
30.0 L\'CH�T <J.C . p.148 Id 2. cual, como la infinitud en una naturale;(.a es imposible, h.�ego
3 1 3 1 LYCIIU, o c ¡..r48 ad 3; A�l�T()·tEL!S. 1'op r � ( 101 b39).
3132·31}8 �1¡:-;GES. (I.C.. J p.�83·'86.
;;13:; LYC¡W'r, O.C., p.165 (s).
3132 Lyr�n, (H. . )1.162 (b); AR1�"'ón I.��, M,: V11 11 (1037 a32-1037 :;n,. LYclln, o.c., 11170 (a).
b�),

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