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miento en la que la naturaleza se halla con la singularidad, muchos. Pues no hay nada--con cualquier unidad de que se
no está esa naturaleza determinada de por sí a la singularidad, trate-en la realidad, que según esa unidad precisamente se
sÍno que es anterior naturalmente a la razón misma que la halle en potencia próxima para cualquier sup6sito con una
contrae a esa singul aridad, y en cuanto que es anterior natural, predicación que afirme: «esto es estQ)', porque, aunque a al
mente a ella, no le repugna el estar sin tal razón que la con. gún existente realmente no le repugne estar en otra smgu
trac. Y así como el objeto en el entendimiento tuvo, segun laridad de aquella en que se halle, sin embargo, no puede
esa primada y universalidad, un verdadero ser inteligible, así ser afirmado verdaderamente de cualquier inferior que «cu al
tambien en la realidad la naturaleza, en cuanto que posee esa qmem es eSQ)': eso sólo es posible decirlo de un objeto idén
entidad, tiene un verdadero ser real fuera del alma, y en cuan tico numéricame n te, considerado actualmente por el entendi
to teniendo esa entidad, tiene UIla unidad a ella proporcio miento, en el cual, «como entendido» (o pensado), tiene tam
nada, que es indiferente a la singularidad, de suerte que no bién la unidad numérica del objeto, segtín la cual eso mismo
repugna a esa unidad de por sí el ser puesta con cualquier es predicable de todo singular, diciendo: «(esto es esto».
unidad de singularid�d (de ese modo entiendo, pues, que «la
3.093 Con esto se ve cómo se puede rdutar 10 que se
naturaleza tie'1e una unidad real, menor que la unidad nume·
suele decir, que {(el entendimiento agente h ace la universali
rah»; \' aungue no In teng� de por sí, de suerte que esté
dad en las cosas» por el hecho de que toda «quididad» que se
incluida en ia razón de la naturaleza (ya que «la equinidad
halla en el fantasma se puede decir que es tal que no le re
es sólo la equinidad,>, seglin Avicena en el libro V Alet.), sin
pugna estar en otro, y porque deja libre a la quididad exis
embargo, tal unidad es una propiedad de la naturaleza en
tente en el fantasma, ya que dondequiera que se halle antes
cuanto posee su primera entidad, y, por consiguiente, ni es
de que tenga un ser objetivo en el entendimiento posible, ya
de por sí «ésta» interiormente, ni por una entidad propia
sea en la realidad, ya en el fantasma, ya tenga un ser cierto
incluida necesariamente en la naturaleza misma en su entidad
o deducido por la razón (y, por lo tanto, no por influencia
primera .
de raz6n,.), ya gl1e esa naturaleza en Cllanto que es un ente es de por sí esto, y, por consiguiente, no le repugna el ser
no-esto. Pero tal comtín no es universal en acto, ya que falta
en esta piedra, pero anterior n�turalmente a la singularidad
aquella indiferencia por la cual el universal se consuma como
de la piedra, es, por lo que queda dicho, indiferente a este
universal, porque por ella ese objeto, siendo idéntico, es pre
o a ¡lquel singular.
dicable de cualquier individuo, de suerte que cualquiera sea
3.092 A lo pri me ro, re�pondo que universal en acto es él. (Opera omnia VIl p.402-40B).
aquello que tiene alguna unidad indiferen te, según la cual eso
mi omo halla potencía próxim a para ser p redicado de 3.095 Con 10 dicho, esta clara la respuesta que hay que
u mento principal aducido, porque el FIlósofo re-
� en
cualquier supósito, pues, segün el Filósofo (en el libro r Post.), dar al arg
«universal>, es lo qlH�� es uno en muchm y se predica de 3093 Ll"CIIET, oc., p.58 (e).
309' DrNs ESCOTO Ord¡ntttm r d 3' nA1 (Opr'a VI 262): ID_. Expos
3091 bTHFT, [>,C . . p_%lú STrLU. D_C .. p.25'. ¡" lib. Met, VII <2 e 14 n 110-112 (ed W",lding-Viv�", VI 243a-244b);
3092 LVCHLT. <H" p.% (bl-'8. I •.3 c.3 n,8-H09 (W,dding.viveo, V '32a-"7c); LYClIEJ, O-C., p,'9.
•
3.099 E nt en dida la cuestión así, pruebo que una COsa gunu imperfección repugna Íormalm� n te a algtín se� sino po.r
.
no es inJividll.l formalmente del modo que !>()stjenc la opinión alguna perfe:cci6m�, que e� algo posltlvO y una enudad poSJ
citada: tiva ; ahora bien, «ser dividido» es un:l imperfcrclón (y por
Primero: nada rcpugllll a algún ser por la mera privación eso no puede competer a la nalUraleza divina); luego. ele.
que renga en él, sino por algo positivo que se de en él mismo;
3.J04 Asimismo, nada se constituye formalmeme por una
luego el ser dividida In pi<..am en partes subjetivas no le re
pugna-en cuanto que es un ser-, por algunas negaciones . negac ió n en una e ntdad más perfecta de lo q ue es la emidad
i
Aunque la afirmación fuese falsa (de lo que se tratará J.IIO Por lo que hace al primer capítulo, expondré pti.
e n otro lugar l, sin embargo, si fuese verdad que «uno» signi. :netO qué entiendo por individuación, O unidad numérica o
.
{¡ca formalmente esas dos negaciones. no se sigue que no �jngularidad. 1\""0 entiendo una unidad indeterminada (por la
tenga alguna cau�l1 positiva por la cunl se hallen en él esas cual todo 10 que e�tá constituido en su especie se dice que es
dos negaciones, ya que con igual ralón la unidad especifica U'lO numericamente), sino una unidad desigMda (como .<é�la»),
significaría dos negaciones, y. sin embllTgo, nadie niega que de suene que, así como antes hemos dicho que el individuo
esté incluida tn b noción de la entidad especifica una entid:td liene repugnancia a !;cf dividido en pal[es suhjetivas, y �e
positiva. de la cual se tom:l la razón de la diferencia espe pregunta por la razón de tal repugnancia, as! ahora digo que
cífica. y éste es un buen argumentO para la soludón de la al individuo le repugna el no ser �estO» designado o señahtdo
cuestión y en favor de la opinión aquí defendida, ya que si con esta singularidad, y se pregunta por la causa, no de la
en toda unidad menor que la unidad numérica hay que nsig. singularidad en general . sino de «esta» singularidad en par
nar una entidad positiva (que �ea de por sí la razón de esa ticular. sei'ialada, es dedr, como es «éstal) dcterminadameme.
unidad y de la repugn,mcia a la multÍtlld
ella opuesta), con
a
3.111 Entendida Olsl la singularidad, arguyo por el primer
mayor--o al menos con igual razón-habrá que asignar eso
c:lphulo de dos mllnef',Is:
en la unidad más perfecta que es la unidad numéric:t (Opera
Primero: la sustancia existente aClualmente, que no sufra
omnia VII p.412-417).
ninguna mutación sustancial, no puede convertirse de .. ¿sta»
en «no-ésta,>, ya que e sa singularidad-conforme a lo que aca
bamos de decir-no puede, haciendosc otrrt, estar en la misma
CUESTTÓN rv
Sustancia. que permanezca la misma e inmutada sustancial·
¿F.s /a'su.ftancia material indiVIdua o s;ngu/ar por la Clf(JIt1id«d' mente; pero la sust,mcia existente acmalmente, sin que se
haya hecho en ella ninguna mutación sustancial, o haya sido
muJada, puede sin contradicci6n estar bajo una cuantidad y
).109 En esta cuestión. una opinión responde afirmati.
bajo otra distinta, y t�ualquier accidente absoluto; luego por
vamente, es decir, que la sustancia malerial es singular e indio
ningún accidente de esa clase está formalmente «esta sustan·
vidua por la cuantidad ...
Contra esta opinión :trguyo por cuatro capitulos: primero.
cih �i'ialada con esl.Il. singul:'lridad.
por la identidad de la unidad numerica o de la individuación 3.IIZ La menor está clara: no exisle contradicción en
o de la singularidad; segundo, por el orden de la sustancia que Díos. a un:! sUHancia que es nl:'lnla con eSla cuantidad,
HOS Du:.s ES<":OTO. OrJinalio n.l69·1n (O�ril VII pAn nl.J); ID, la confoerve idéntica y '" ínforme con otra cuantidad; y no por
In
Met IV �.2 n.2.479.1J; VII q.13 n.H.
3109·31l2 STHU, 1.lZ leOf/a zl�morfjca fiel Jiuema reolisla. Act� Con�r. 311r'1 K Co.H"�"kllAl"<:�. (mi,�·;d,ulwn ,.. t"" O"tnloK.Y 01 DUNf Sr"I",
p.28}·2R9. F,u'c- :"",d 32 (1972) 6�.7); 'i(I. O·MHJ.A. A(I,,�I t:t;.lln
tc a"d Ihe ¡"dh·t.
Jl09·3110 LY(".jHit, a.c., p % (�)·97. J,,�I arcn,dEn:' lo D""I 5rol ;"\nni.t 4" (I��") 6'''·669.
)11\ Lrcl!EI, oc., p97(b)·9&.
916 f. Duns Escoto
Ordilla/io 917
c¡;¡o esa SuStancia existente actualme
nte sufrirá mutación Sus- bro 1 Ph}'r. }' libro 11 Met.), los singulares tienen causas
'?OC13. J ya que no se trnta más que
•
de: cambiar de una CUan singuhres (en tOdo género de c¡¡usa); luego la causa del acci
ttdad a otra. Igualmente, si sufre camb
io en CUAlquier ae � " dente singular es un sujeto singular.,.
dc?te, 0:' experimentaría cambio susta
o I �POSlbl,c
ncial: sea esto POSib � 3.116 Además. toJo lo que es anterior naturalmenre a
omma VIl p.426·429 l. otro, es anterior en la duraci6n en este �cntido, que, en
nocuan
por eso será
o�or el scgunl..!o capímJo arguyo así: la sust:mci ro es de su parte, no le repugna contradictoriamente el p.:xl.er
a riene
priorIdad natural sobre toJo accidente existir anres temporalmente que lo que le es posterior; pues,
, seglín el Filósofo (l',
1
bro VII Me/.). por 10 común, la prioridad de naturaleza implica en 10 que
es anterior «poder existir sin lo que le es posterior» sin con·
J.� l3 A propósüo de esto, dicen algunos que ¡radicción (según cllibro
la Sustan
era prtmeta, aunque sea anterior
a la cuantidad en el se cualquier sustancia podría sin contradicción (por 10 que es
no 1:, es, sin embargo, ell la divis
[¡l.flCIa segunda es anterior en lo
ión--<omo tambjén l a s �
enridad' pero no en .la d'IVI-
U: de su parte) existir ante� temporalmente que todo accidente,
. y. por lo m ismo. que la cuantidad. . . (Opera umnia vn
sibilidad.
p.429.433 ).
Per? esta respuesta se destruye a sí mism
a, porque. si la
SuSta�C1a primer:l es anterior por 3.11 j Pam esquivar, tal vez. los :lrgumenlos preceden
nalutale2a en el ser a la
Clhlnudad, y no se puede entender tes, se ha ideado esta otra teoría sobre la cuantidad: así como
la sustancia en su �r sino
e n Cll:lnto que es ésta; luc o no la extensión de la mareria es diversa por naturaleza de la
g es anrerior por naturaleza
SI. no 10 es en cuanto que es ésra; esencia de la cuantidad de la maleria misma, y no añ.ade nada
luego no es «ésta» por la
. d.
CuantIda n la e�encia de la materia, así, la signación o determinación
de la materia que tiene causaltnente por la cuantidad, es di·
3.114 Ademl1s, l a forma es absolura versa de la signación o determinación de la cuantidad, ante·
�resto, conforme a meote 301erior ¡JI como
lo que pnreba el riló�o(o en el libro
vrr rior por naturaleza a la �ignación o determinación que tiene
�t. c.2. Luego, si la cuantidad es la forma de la sustancia por la cunntidad; esa signación o determinación es diHinta
pnmer a en Cuanto tal, será absolutam de la que es (propia) de la cU:lmidad. per o no es distinta de
ente anterior en el ser
a la sustancia primera, porque, si no la susuincia, de sucrte que, así como la ¡rratetÍa no tiene partes
es forma en el ser tamo
poco la será en la división, ni en In
. unidad que compel� a b por la naturaleza de la cuantidnd (la parte de b materia es
sustanda pnm. era
en CUanto tal (pues? rcxla emid m:Heri:! l. así la sustancia signada o determinada no es más
ad se sj"ue
su propia unidad, que no reconoce
. Ad). otra caus a que la ca7rsa que S\lstll.ncia (ya que J.t signaciún o determinación sólo de·
de su entld nota un mooo de estar O de ser).
3.115 Además, la sustancia es 3.118 Pero lal teoría parece incluir cosas contradictorias,
anterior naturalmente a
todo accidente del modo como es por dos capíTUlo�:
5\ljeto de todo accidente.
�ucs en clIamo �lIjeto, se prueb:l quc es anlerior en la defin Primcro: es ¡Ir. posible que algo que dependa l1atunlmen·
i
CIón a todo accidente, porque com,� t�l te de Otro posterior. SE'a idén'ico a 10 que lc es posterior
se parle en la definición
de todo (acc'1d ent)
e por ad'lCI'6n; >.U '
. _ Llo ra b ren , en cuanto qut natmalmcnle, porgue eNances sería anLerior y no anterior.
es sUJeto, es «esta sUSfllnci:I», pues Mas la SUSland<1 es anterior por naturalc%u a la nlalllidad,
, segl'in el r:i1ówfo (Ji.
\113 ¡\Rln�rr.LH, Met VIT 1 (102S aIO·b2)· L\"(:II
s(,�lín esa teoría; ILlego nada que por cualquier título precxija
JJl4·3116 LrrJIET, ,,�.. [>.1000)
, ,', . ... '
o, ''' "100
(1, ,.)
)114 ARfsrrirl!u;s. Mtl. VII 2 (1029 jl17 Lr......�T. n,c,. [>.103(.)
"'.7).
}ll8-JII<) Lrarn. O.(C.• p.lO'lb).
Ordinario 'lO
'l' J. DU/1S 1!:;coIO
anc ia
l:J n!lwra!eza de la cuamidad puede ser idéntico a la sustancia. así también patL'(e que la cuantidad es forma de la sust
en el sujeto ot1'3
Luego esa signación o determinación no es de la sllstanci:l, y, por la cual esta es cuanta y no deja num:a
con todo, causada por b cuantidad. forma ...
).122 AdC'lIlás. �por Ljué b de dejar 1:-. mantilla" l,ll JI2J·3131 L YCllIT oc . p.t48-15-I. " , .
.
modo en la sustancia idén tica realmente a la sustancia, y no "}123-)1� l\�r...().'ID L·I.(crlm1t� JcnJ/!/( e.. "",1 "�JI ¡HIJ. ce '1011/ tSI.
Si> ....Ieur 4polOf.b,,,..,· El f"",cisc '¡7 (19"1 159·1711; M. F. 5o:.' lAO:,._
M,1r
1:"1 cualidad, como la hlllnmr:l.? No aparece ninguna razón, P(.'T· �HtMt:«it.n� d, "./IIt :iwro (f\'"�p<)li l'H'I: F B¡;:noNI, 11 p,.obl(..,�
""i•.(""I; 1'1 D..'H JC<!lu: S!udi ¡rnocesc 38 (\9411 37.1)3; J CU!Rf.!I..\S Af.1"Au,
que, ��í como la bbncura es por sí misma forma de la super· L� d()C/fino d� ¡UI "m�frs�ln �>I Juan DUn$ Seot; Archivo Il,.,w·Amerlc�no )4
ficie y no mediante alguna otra form;1 que deje en el sujeto, (19311 "·29.
3123 LYCHF.1", o.c. pli6(a): SULJ...., O.C., p29O.
;¡zo.J122 LYc�n. o.c. . pIOJ(c). 3124LYc��'1", oc, XIl p.lJ.6 (b) (c}139; SnLLA, oc. p.2'91.
Ordinario 921
.20 J Dun! Escoto
te la entidad propia a la
«irreJuCliblemcnte diversos» no son la naturaleza en éste y la negar a esta unidad perlectísimamen
r
natu aleza en aquél, ya que no es una m isma cosa eso en que cual siga .
rllgunos convienen formalmente y en Jo que difieren realmen 3,127 Considerando ilhora la naturaleza específica en re
te, aungue una misma cosa pueda distinguirse realmente y con
lación eon lo que eSTá sobre ella, digo
que esa real dad de i
venir realmente con otra: pues va much de ser algo distinto u .
la cual se toma la diferencia e�pecífica,
es actual respecto de la
del géneto.
a 5et eso por 10 cual algo se distingue irreductiblemente (luego realidfld de la cual se toma el género o la tazón
l e aquélla ; de lo
lo mismo sucederá ron la unidad). Luego, además de la natu de !iuerrc que esta realidad no c� form a m ent
raleza que se da en éste y en aquél, se dan unos elementos i i
contrario, la dd nic ón sería banal, pues definirí a suf cente i i
irreductiblemente diversos por los cuales eSlo y aquello difie diferenc ia), porque deno
mente sólo al género (o a aquella
ren, esto en éste y aquello en aquél; y no pueden ser nega Huía il toda la entidad de 10 defin do . i Algunas veces, sin
ciones, por la segunda cuestión, ni accidentes, por la cuarta; embargo eso que «contrae»
,
es una cosa diversil de la for":a
luego serán unas entidades positivas, que determinan de p0r del género (cuando la especie
de la cual se toma la razón
veces,
sí a la naturaleza. (Opera omnia VIl pA74-475). aii:1de ;¡]guna realidnd a la naturaleza dd género); otras
no es una cosa J istin n , t
sino sólo otra formalid ad u otro
3.125 Para exp l icar más esta solución, se puooe dedartlr concepto formAl de la misma cosa . . .
qué entidad es ésa de la cual se deriva esa unidad perfecta,
por semejanza con la entidad de la cunl se toma la diferencia 3.128 Esta realidad del individuo se asemeja a la reali
dcrermina
e�pecífica. En efecto, la diferenda especifica, o la entidad de dad específica en que viene a ser como el acto que
potencial de la especie, pero se
la cual se toma la diferencia específica, puede ser considerada a esa realidad como posible y
toma de una forma anadida , sino
o en relación con lo que está ba jo ellil, o en relación con 10 diferencia en que nunca se
realidad de b forma . (Opera um ..
que es(á sobre ella, o en relación con lo que está en su mismo precisamente de 1:1 última
orden o plano; considemda dd primer modo, repugna a la nia VII p,478-479).
d
diferencia específica y a dicha entidad específica el ser divi 3.129 Si se me pregunta qué entidad es esa «entida
didas en muchos esencialmente con división en especie o en cia individ ual, si es
jndividua¡'� de la cual se toma la diferen
naturaleza, y con ello, repugna al todo o compuesto del cual la materia, o la forml1 , o el compues , respon tc'l do: No es «esa
esa entidad es parte; pues aSÍ, en nuestro caso, repugna pri ni el compu esto, en cuanto
entidad» la materia, ni la forma,
mariamente a esta entidad individual el ser dividida en cuales uteza/lo ; sino que es la última
que ['.Ida uno de esos es «natllt
quiera partes subjetivas, y por ella, repugna (tll división al todo u
realidad del ser q e es hl ma e ia, tr
o q ue es la forrr a, o q�e
t
del cual es pa le esa entidad. La única diferencia que hA}' enlre e.<; el L'Ompuesto; de suerte
que roda lo que es co
�
mun, y, SiO
ambos casos, es q ue la unidad de la naturalelil específica es embargo, determinable , todaví a se puede disting uir (au q lie
. �
menor que esta unidad de que tratamos ahora, y por eso, no s realida des formal mente d!stln
sea una única cosa l, en mucha
otra ; }' ésta es
excluye toda división en partes cuantitativas, sino la división tas de la� cuales ésta formalmente no es la
en panes esenciales; en cambio, esta unidad presente las ex ;
for nalmente la entidad de la singula ridad, y aquélla es for
cluye a tooas. de la natura te?a, Y no pueden ser esas
malmente la entidad
cosa, como pueden ser la realida d de
y con es to dos re-.Jlidades ("Osa y
3.126 se obtiene una confirmación bastante
sólicb de nuestra tesis, porque, desde el momenw en que toda 3J27 LYCIIF.r, o.c., ".142(�); Srul.A, Q.';., p.292; .
1Ú/(',,,d,,,utllO (Off'!
H� LW"llET. u.C. p.142(d , G. CACC!AT<lU, L �"'111
unidad menor que esta unidad tiene lIna entidad propia a la ¡n,(noma dtl wn<:rno JUQnda D"", Seulo. lIel. (.<llI
gJ:. .. 1 p.214. •
form�lIc d� :)rol (t
cllal sigue por nattltaleza, no parece prohflble que se p eda u 1 1 2').)131 s. DIi M,))i�. U. F. M. c.v., 1... diJI;nclioll
les "";vas,,,"": Ik francisc. 23 (1910) 239·2S 1 .
H 2'l L\C11El. o.c.. p 144(1); MING�S. O.C., r p.66.
31,5·3126 LYC"IOl", o.c., p.141 (8); SULU, O.C., p.29l.
Ordinalio 92'
922 ]. Dunr Ere%
que se toma el género y la realidad de que se toma la dife_ nic�ble, es cosa clara, porque el serlo no le repugna ni por
rencia (de bs cuales se turna la realidad r total ] específica), la pcrfeL'Ción , ya que compete a la esenci a divina, ni por la im
sino que siempre en el mismo sujeto (sea parte, sea todo), son perfección , y¡l que compete a las esencias generable s y corrup'
realídades de lIna misma cosa., form almente distint.:ls . tihb. Lue go, elc. (Opera Qmnia VII p.495).
(Ope
ra Olnffitl V[J pAS.3s).
3.1.H Digo, pues, que tuda naturaleza que de por sí no
3.130 Al segundo argumento concedo que el «singu_ es ;aCIO puro, pucde----cn el orden de esa rcalidad en que es
lar» el'! por sí inteligible, en ClIanto est:t de su parte (si no naturaleUl-ser potencial a la realidad por la cual es eSla na
es por sí imeligblc a algún enlendimiento, por ejemplo, al
i
IUraleza y, por consiguiente, puede ser «ésta» y, así como de
nuestro, se e�fUdiará más adcJanle); por lo menos, la imposi por si no incluye Ufl:l entid;ad como singular, asi tampoco 1:
bilidad de ser ente"d¡do no procede de ('1, como la imposibili repugnan ,:uantas realidades de esa clase pueda haber, y asl
dad de ser \'i�to cJ wl por la lech uza no es de parte del sol, puede enCOntra rse en cualquier nl'tmcro de cUas.
�ino del ojo de la lechu;m. En cambio, en el ser que de por si es necesario en el exis
ti r, hay de terminación en su na lurale'/.a a ser «esto», porque
3,l3! Al otro !lrgumcnto sobre l a defini ción, digo que,
CU:lnIO puede darse en su naturaleza, se da en ése, de Sllerte
si ;¡]gún concepto puede expre�ar lo que concurre a la enti·
que eS:l determinación no p uede darse por algo extrlnseco a
dad del ind ividuo, ese concepto no �erá una definición per
la singularidad, si en la naturaleza hay de par sí posib ilidad
fecta, ya que no expresa la quididad, y, según el Filó50fo
para la infinitud ; 10 contrario sucede en toda natumlcza me·
(en li hro T Top.): «La definicMn expresa » , etc.. Por eso
nmente p05ible, en la que tiene cabida la multiplicación.
concedo que el sillgular 110 defini ble con una definición
e�
distinta de la de In e�pecie y, sin embargo, es un ser en sen 3.134 Al primer argumen to, digo que, aunque el Fil6so
tido verdadero, que añade alglma entidad a la entidad de la fa t:nticnde eso que dice en ese pasaje , de la materin (esto es,
espe<:le, pero eSR identidlld verdadera no es una entidad qui de la entidad que contrae de por s¡ a la quididad), sin embar·
di tativa . . . (Opera omnia VI l p,486). go, aplicándolo a lo que tiene materia, que es la otra parte
del compuesto, }' a 10 que no la tiene, concedo que la mente
del Fi!ó�ofo fue que todo lo que no tiene: materia como pllrte
CUl:.ST1Ór< VI t esendal SU)':I, se identifica sin más con su quiddad, porque i