El Dr Jack Mackee es especialista en corazón y pulmones.

En el hospital en el cual
trabaja, es conocido por ser buen cirujano y por ser bromista. Tiene una familia: una esposa
y dos hijos a los cuales no ve mucho por su profesión.

La relación que Jack guarda con sus pacientes se podría decir que es poco humanista
ya que los ve como objetos. De hecho, la actitud del doctor es sarcástica, con tonos de humor
negro y hostilidad. Sin embargo, con su esposa Annie se entiende bien y esto la hacer reír
mucho.

En este lapso, Jack ayuda a un colega con una cirugía la cual termina en una demanda
y él tiene que ser testigo por sus reconocimientos como médico. Las demandas se puede decir
son comunes.

Una noche, Jack comenzó a toser y escupir sangre; por lo que decidió consultar con
un doctor. Lo atiende una otorrinolaringóloga que trabaja en su mismo hospital, la cual le
diagnostica un tumor en la laringe.

Para analizarlo a fondo se le hizo una biopsia. Desde este momento, el Dr Mackee se
da cuenta de la calidad de atención que se proporciona a los pacientes ya que ahora él es uno
de ellos. Después, el tumor resulta maligno con lo que esto empeora la situación pues ahora
tiene que hacer más papeleo y ver cómo funciona más a fondo el sistema de salud y el trato
a la gente.

De esta manera, Mackee comienza un tratamiento en radiología y conoce más

negligencia médica. Por ejmplo, el deficiente trabajo de las enfermeras y el caso de la señorita
Jane a quien no le detectaron a tiempo un tumor cerebral por no realizar un procedimiento
IRM que es muy costosa. Lo bueno de esto es que Jack y June logran establecer una buena
amistad.

Otra ventaja fue que Jack aprendió a tratar mejor a sus pacientes como se pudo ver
cuando ayudo a un señor a pesar de que era uno de los que demandó a los doctores.

Por otro lado, la radiación del Dr Mackee no funcionó y el tumor comenzó a crecer
más. A pesar de la penosa situación, Jack aprendió a verla vida desde otro punto de vista pues
ahora su papel era el de enfermo en vez doctor. En este rol, Jack juega con los que se enferman
y no pueden aceptar su papel social de enfermos; lo rechazan y experimentan su enfermedad
como una degradación, por ejemplo, a nuestro protagonista no le agrada mucho que sus
colegas le tengan lastima, ni mucho menos ser tratado como si no trabajara de cirujano en
ese hospital. Sin embargo, pronto pasa esto y por primera vez en su carrera Jack comienza
a tener un valor indispensable en su profesión: la empatía. Aprendió como cooperar en su
tratamiento y a poner la confianza de sus pacientes en sus manos.

Esta película es un buen ejemplo de los cambios actuales que sufre la relación médico
– paciente. Es bien dicho que núcleo del problema es que la medicina está perdiendo su
sentido humano, que a los médicos les falta vocación y compasión, como es el caso del Dr.
Mackee quien ve a sus pacientes como objeto de bromas entre colegas.

Por otro lado, el personaje de June nos demuestra como la divulgación de información
contribuye al cambio de la relación de los médicos con los enfermos pues, como muchos en
ese hospital, se han informado sobre sus derechos y las obligaciones de los enfermos y les
exigen eficiencia, además de que les reclaman sus errores con la justicia.

A mi parecer, la relación médico – paciente es una de las partes más difícil de enseñar
a un médico en formación pues, es imposible. La teoría siempre se impartirá pero en la
práctica será distinto. El profesional de la salud debe saber tratar a las personas y estar
consciente de que su posición es servir y ayudar a los demás, y eso, muchas veces no se
aprende en las aulas. No hay que olvidar que el médico debe reflexionar acerca del verdadero
significado e importancia de su relación con los enfermos para poder brindarles mejor
atención humanística e integral.