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I.

INTRODUCCIÓN

1.1. ANTECEDENTES

Nuestro planeta, en general, está siendo afectado por la deforestación, causa

principal de los efectos de los cambios climáticos en todas las zonas

de la tierra, por eso es importante tomar medidas preventivas de

remediación que por su viabilidad y múltiples beneficios es la

implementación y aplicación de planes de forestación, reforestación,

sistemas agroforestales y proyectos productivos en sitios afectados

por los efectos de la desertificación, entre otros, y que nos permita

generar ingresos económicos y nos posibilite la satisfacción de

necesidades urgentes de productos forestales, agrícolas, pecuarios y

la recuperación de hábitats dañados (Calvo, 1994).

El desarrollo, la globalización y la modernidad son procesos que, a nivel

mundial, están produciendo una serie de cambios en los que se involucran aspectos

importantes que afectan la vida de las naciones como los culturales, sociales,

políticos, económicos, y ambientales, pero sobre todo en el agotamiento de los

recursos naturales (Galleti, 1992). La cubierta vegetal juega un papel muy

importante en el estado armónico de los ecosistemas, pues forma el nicho ecológico

que sostiene otras formas de vida además de brindar servicios ambientales en la

limpieza de la atmósfera, el suministro y regulación del ciclo del agua, en la

conservación del suelo (Carabias y Arizpe, 1993), así como en el importante


equilibrio climático global (Toledo, 1992). La importancia de los bosques radica en

que contienen la mayor diversidad genética y biológica de todas las comunidades

terrestres, y sólo se asemejan en biodiversidad a las selvas y los arrecifes de coral

(Patiño, 1987). Desde el punto de vista antropológico, es necesario considerar que

en Perú estos ecosistemas dieron pie al desarrollo de importantes civilizaciones

(Gómez-Pompa, 1993).

Sobre la cantidad de superficie cubierta con bosques se cuenta con

información de diferentes años y en algunos casos contradictoria porque las

definiciones y categorías utilizadas en los diversos estudios no siempre son

compatibles, por lo que se debe tomar con cuidado dichas cifras. En lo que respecta

a la deforestación la información con la que se cuenta es menos confiable por las

diversas metodologías empleadas, y es más limitada pues no corresponde a todo el

territorio nacional (Ministerio del Ambiente (MINAM), 2010a).

El MINAM (2010b) indica que respecto de los bosques, la información más

actualizada con la que se cuenta es la elaborada con imágenes de satélite Landsat

2009 por la Dirección General de Evaluación, Valoración y Financiamiento del

Patrimonio Natural del Ministerio del Ambiente (MINAM), quienes han elaborado

un mapa de distribución de bosques y recursos forestales denominado Mapa del

Patrimonio Forestal Nacional 2010 en el que se identifican los tipos de bosques

amazónicos, andinos y costeños. De acuerdo al Mapa del Patrimonio Forestal

Nacional 2010, el 62% (79 942 865 ha) del territorio nacional es parte del

patrimonio forestal. De los cuales 76 004 860 ha se encuentran en la Amazonía (69

941 309 ha de bosque y 6 063 551 ha de aguajales y pantanos) que representan el

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59,1% del territorio nacional. Por su parte las regiones Andina y Costera albergan

3 938 005 ha de bosques, el 3,03% del territorio nacional. Sin embargo, Informe

Nacional Perú para la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2010,

compendia la información del Mapa Forestal del 1975, el Mapa Forestal del 1995

y la actualización del Mapa Forestal del 2000, pero estas muestran diferencias y en

algunos casos errores, como por ejemplo al sumar las categorías de la actualización

del Mapa Forestal del 2000, erróneamente se indica que son 128 521 560,00 ha,

pero cuando se verifica dicha suma resulta ser 133 653 846,58 ha, es decir, más que

la superficie nacional en 5 millones de hectáreas.

La deforestación es uno de los problemas ambientales que más preocupa a

los científicos, gobernantes y ciudadanos, ya que las consecuencias son

catastróficas y prueba de ello es el crecimiento de los desiertos. La deforestación da

paso a la erosión de los suelos que una vez alcance el punto culminante de su

evolución es prácticamente irreversible a escala humana. Conseguir que un desierto

vuelva a ser suelo fértil es una tarea de siglos o milenios. En cambio, conseguir que

los suelos fértiles se vuelvan eriales cuesta muy poco, basta una lluvia no

excesivamente fuerte sobre una ladera desprovista de vegetación para que el

proceso de la erosión se inicie (Rodríguez, 2012).

Respecto la deforestación, la información más actualizada con la que se

cuenta es el Mapa de Deforestación de la Amazonía Peruana del 2000 elaborado

por el Programa de Fortalecimiento de Capacidades Nacionales para manejar el

Impacto del Cambio Climático y la Contaminación del Aire (PROCLIM) del

entonces Consejo Nacional del Ambiente (CONAM). Al respecto, el Mapa de

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Deforestación de la Amazonía Peruana 2000 indica que la superficie deforestada

asciende a 7 172 553,98 ha, que representa el 9,25% de la región amazónica y el

5,58% del territorio nacional. Asimismo, en este estudio se determinó que la

superficie deforestada entre los años 1990 y 2000 representó el 10,36% de la

superficie de los bosques amazónicos por lo que tasa anual de deforestación fue de

149 631,76 ha/año; la clase mixta de deforestación, conocida como Bosque

Secundario-Agricultura, presentó el mayor valor, con 44,18% del total de área

deforestada. Por otro lado, la región de San Martín fue la que obtuvo el mayor valor

de deforestación, con 1 327 668,52 ha (MINAM 2010b).

En lo que respecta a la propiedad, manejo y uso de dichos bosques, según

Informe Nacional Perú para la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales

2010 respecto de la información más reciente para el año 2009 señala que el 18,68%

del bosques, es decir 12 786 480 ha corresponden a propiedad privada

(comunidades nativas, campesinas, predios privados, etc.) y el 81,32% de los

bosques, es decir 55 660 330 ha, corresponden a propiedad pública (áreas naturales

protegidas, bosques de producción, reservas territoriales del Estado, concesiones

forestales, etc.). Por su parte el Ministerio de Agricultura, a través de la Dirección

General Forestal y de Fauna Silvestre, elaboró en noviembre de 2010 el Mapa de

Concesiones Forestales, Áreas Naturales Protegidas (ANP), Comunidades Nativas

(CCNN), Comunidades Campesinas (CCCC), Reservas Territoriales y del Estado;

en cuya memoria descriptiva detalla que los Bosques de Producción Permanente

abarcan un área de 17 763 446,98 ha y que los derechos otorgados a las

Concesiones Forestales con Fines Maderables, las Concesiones Forestales con

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Fines No Maderables y las Concesiones de Forestación y Reforestación cubren 7

903 723,20 ha, 1 595 809,68 ha y 136 863,86 ha, respectivamente (Organización

de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 2011).

El MINAM (2011) ha suscrito un convenio con el Deparment of Global

Ecology del Carnegie Institution for Science, para impulsar actividades de

investigación y de aplicación de tecnologías de sistemas de información geográfica

y teledetección espacial en áreas de competencia de MINAM y Carnegie, en favor

del estudio de la situación territorial y los procesos de ordenamiento territorial en

el Perú. En el marco de dicho convenio, desde el 2009 se viene ejecutando el

proyecto piloto estimación de stocks de carbono y emisiones en alta resolución para

Madre de Dios con apoyo de los organismos no gubernamentales (ONG)

Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA) y World

Wildlife Fund (WWF). Asimismo, en el marco de la cooperación técnica y

financiera de la FAO y Finlandia, el MINAG, el MINAM, los Gobiernos

Regionales y otros actores han suscrito un convenio para realizar un Inventario

Forestal Nacional, que debe iniciarse el año 2011. Se espera que dicho inventario

determine los mapas de potencial forestal, deforestación, bosques de alto valor

comercial, plantaciones forestales y biodiversidad, así como los valores de stocks

de madera, productos forestales diferentes de la madera, reservas de carbono,

emisiones de GEI, entre otros componentes.

La Segunda Comunicación Nacional del Perú a la Convención Marco de las

Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), señala que las causas

directas de la deforestación son la agricultura (incluyendo cultivos ilícitos) y la

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ganadería, debido a la tumba, la tala y la quema del bosque; en ese sentido, los

actores directos de la deforestación serían los colonos que destruyen el bosque para

instalar cultivos y pasturas. Pero la deforestación también es causada de manera

directa por agricultura intensiva para la producción de monocultivo como la palma

aceitera, la soja, etc. por actores agroindustriales (Enrique & Cueto, 2010).

Existen otras actividades que también son causas directas de la

deforestación aunque en menor magnitud que las anteriores, estás son: el

incremento de las áreas urbanas, la construcción de infraestructura vial, energética,

la extracción de hidrocarburos, minerales, madera, la recolección de leña, etc. Sin

embargo, estas causas son provocadas por otros factores que impulsan la

deforestación. El mencionado documento, señala que los factores que incrementan

la deforestación son el desarrollo urbano, la infraestructura de comunicaciones, la

explotación minera y petrolera, y las plantaciones ilegales de coca, que se ven

agravados por el débil régimen de tenencia de tierras (Che Piu, 2010).

El incremento de la población en las áreas con bosque se debe a la migración

de pobladores de la región andina, donde existen altos índices de pobreza que

impulsan procesos migratorios hacia la Amazonía donde expanden las áreas

agrícolas para el consumo de productos de pan llevar. Así, la población de la selva

del Perú ha pasado de 1 millón 772 mil pobladores, en 1981, a 4 millones 115 mil

en el año 2007 (Che Piu & García, 2010).

La construcción de carreteras sin adoptar las medidas que contrarresten los

impactos ambientales y sociales provocados por las mismas es una de las

principales causas indirectas de la deforestación, pues la experiencia indica que la

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deforestación se incrementa con la existencia de vías de acceso (carreteras, ríos,

etc.) y la calidad del transporte a través de dichas vías (Carretera Olmos – Marañón

– Saramiriza, Selva Central al Pichis y Marginal de la Selva y actualmente los ejes

IIRSA Norte, Sur y Centro) (MINAM, 2010a).

Las actividades económicas como la minería, los hidrocarburos, la

construcción de infraestructura, etc. generan la migración y el establecimiento de

asentamientos humanos cercanos, pues estas actividades permiten el acceso a áreas

que antes eran impenetrables facilitando la migración hacia la selva. La Segunda

Comunicación Nacional del Perú a la Convención Marco de las Naciones Unidas

sobre Cambio Climático señala que la tasa de deforestación nacional del 2000 al

2005 fue de -0.136%. Sin embargo, el estudio de la FAO denominado Situación de

los Bosques en el Mundo 2011 señala que la tasa de variación anual de la superficie

cubierta por bosque entre el 2000 - 2010 fue de menos 122 000 ha es decir menos

0,2%. Esta tasa de variación anual es un incremento en comparación con la década

del 1990-2000 donde fue de menos 94 000 ha año (menos 0,1%). Esta tendencia

es completamente opuesta a la tendencia mundial que tuvo una tasa de variación

anual de menos 0,2% para el 1990 - 2000 y de menos 0,1% para el 2000 - 2010

(FAO, 2011).

El incremento de la deforestación en el Perú se puede explicar debido al

crecimiento económico actual y de mediano plazo, que han incrementado e

incrementarán la deforestación en la Amazonía, ejemplo de ello son inversiones en

la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana

(IIRSA), la instalación de plantaciones para la producción de productos

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agroindustriales, la explotación minera, petrolera y de gas, y la construcción de

represas para la generación de energía (MINAM, 2010b).

Los impactos de este crecimiento económico van más allá de la

deforestación, además, se vulnera la biodiversidad de los bosques y se generan

conflictos socio-ambientales. El MINAM y la Defensoría del Pueblo han suscrito

un convenio para compartir información que ayudará a prevenir y resolver dichos

conflictos. Asimismo, entre las siete metas del Plan Nacional de Acción Ambiental

– PLANAA para el periodo 2011 – 2021 (aún sin aprobar) se ha planteado como

reducir la deforestación neta y la tala ilegal a cero; reducir al 80% las emisiones de

GEI respecto a las que corresponden al año 2000, entre otras medidas, a través de

la conservación de 54 millones de hectáreas de bosques –correspondientes al

Programa Nacional de Conservación de Bosques que empezó a implementarse en

el año 2010; aumentar el valor de los bienes y/o servicios de las ANP en 100%

respecto al 2012; lograr que el 100% de las entidades del Sistema Nacional de

Gestión Ambiental implementen la Política Nacional del Ambiente y cuenten con

un marco técnico normativo, así como con instrumentos de gestión actualizados,

entre otras medidas (Reducing Emissions From Deforestation And Forest

Degradation (REDD), 2014).

Aún no es posible cuantificar la participación del Perú en la emisión

mundial de GEI porque el último Inventario Nacional de Emisiones de

Gases de Efecto Invernadero, que fue elaborado entre los años 2003 y 2005

por el Programa de Fortalecimiento de Capacidades Nacionales para

Manejar el Impacto del Cambio Climático y la Calidad del Aire

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(PROCLIM) tiene como escenario base la información obtenida al año

2000. Sin embargo, a entender del MINAM “el PROCLIM no cumplió con

los requisitos de archivo de fuentes de datos, documentación de supuestos

utilizados ni archivo de la metodología y hojas de cálculo utilizados, la

reconstrucción y revisión del inventario resulta prácticamente imposible”

(MINAM, 2009). Para su elaboración se aplicaron diferentes metodologías

y no todas de la forma sugerida por lo que dichos datos deben ser utilizados

como referenciales.

Al respecto, es importante hacer notar que no solo es necesario aplicar una

metodología objetiva y clara, validada por especialistas y aprobada por el

organismo competente, además, dicho ejercicio debe ser reproducible en el tiempo

para garantizar la transparencia, coherencia y calidad de la información obtenida.

Los resultados publicados por el MINAM indican que la emisión GEI más

importante de Perú es el dióxido de carbono y la categoría que más lo produce es el

uso del suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura (USCUSS).

Finalmente, las proyecciones hechas en la Segunda Comunicación Nacional

del Perú a la CMNUCC, del MINAM para los periodos 2010 – 2020 y 2020 – 2050,

nos muestran que dichas tendencias se mantendrían por los próximos cuarenta años.

Si dichos resultados expresan cálculos que son lo más cercano posible a la realidad,

la mayor fuente de emisiones nacionales de GEI se encuentra en la categoría

USCUSS, específicamente, en la “Conversión de bosques y pasturas, atribuida a la

deforestación de la Amazonía para cambiar el uso de la tierra al agrícola; mientras

que la principal y única fuente que contribuye a la remoción de GEI es Cambios en

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biomasa forestal y otros stocks leñosos” (MINAM 2010a). Estos datos corroboran

la importancia que la implementación de REDD tiene como la principal estrategia

de mitigación de las emisiones de GEI en Perú.

Por otra parte, la degradación del medio ambiente es uno de los problemas

mundiales más graves que enfrenta la sociedad moderna. El deterioro ambiental, a

pesar de no tener fronteras geográficas ni políticas, se presenta con diferentes

matices según la realidad socioeconómica y las características ecológicas de los

diferentes países y regiones. El desarrollo científico y tecnológico ha dado al

hombre la capacidad de influir positiva y negativamente sobre la Tierra. El ser

humano ha dominado la naturaleza para satisfacer sus necesidades, lo cual ha

producido un desequilibrio ecológico que afecta a todas las sociedades (Ruiz,

2008).

El deterioro ambiental es el resultado de un proceso, en el que han

prevalecido los intereses económicos inmediatos sobre las consideraciones

ambientales. Así, las necesidades de resolver los problemas de alimentación y otros

satisfactores básicos se han combinado con acciones depredatorias e irresponsables

respecto a los recursos naturales. El uso de la tecnología ha sido más bien aplicado

para obtener mayores y más rápidas ganancias y ha sido sólo en las últimas décadas

cuando la tecnología se ha aplicado para revertir los daños y/o para prevenir los

efectos nocivos sobre el medio ambiente (Lanegra, 2008).

El Banco Mundial (2007) señalo que el deterioro del medio ambiente,

producto de la explotación irracional de los recursos naturales y de la excesiva

contaminación, pone en riesgo no solamente la viabilidad de un desarrollo en el

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largo plazo, sino que amenaza la vida misma del planeta. El entorno natural que

sustenta las actividades económicas productivas puede entenderse como capital

humano o capital ecológico que ofrece un flujo de bienes y servicios ambientales

proporcional a su existencia y calidad. Si el consumo del capital natural supera sus

tasas de renovabilidad, se puede provocar una degradación creciente e inclusive

imposible de revertir o compensar. En la actualidad se ha hecho evidente la

importancia de la protección al medio ambiente por las severas repercusiones que

su alteración puede producir para el desarrollo de la humanidad. De esta manera, se

ha tratado de vincular los intereses de científicos dedicados a la investigación de

este tipo de alteraciones, con los objetivos de las políticas nacionales e

internacionales. Esta coordinación de intereses ha derivado, en un buen número de

países, en la elaboración de políticas dedicadas a proteger el medio ambiente.

Por desarrollo sustentable debe entenderse la más cabal noción de

desarrollo, vinculado indisolublemente a la durabilidad, difundida y amplificada en

el Programa 21 y la Declaración de Río en la Cumbre de la Tierra de 1992. Fue

inicialmente expuesta de manera clara y contundente por la Comisión Brundtland

en su informe intitulado Nuestro Futuro Común, considerando al desarrollo tanto

en función del hombre mismo como de su entorno y definiendo como durable una

evolución que permita cubrir las necesidades de la generación actual sin perjuicio

de las necesidades de las generaciones futuras (Hernández-Vela, 1999).

El desarrollo sustentable contiene dos componentes claves: a) el concepto

de las necesidades, en particular, las esenciales de las personas pobres del mundo,

y b) la idea de las limitaciones que imponen la tecnología y la sociedad a las

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capacidades del medio ambiente para satisfacer las necesidades antes mencionadas

(Lanegra, 2008).

En este sentido, el marco indicado por Centro Internacional para La

Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) (2014), señalando que en el

Convención Marco sobre Cambio Climático (CMCC), el cambio climático se

entiende como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad

humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la

variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables.

Por otro lado, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático

(IPCC) define el cambio climático como cualquier cambio en el clima con el

tiempo, debido a la variabilidad natural o como resultado de actividades humanas.

El cambio climático es, en parte, producto del incremento de las emisiones

de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). No obstante existe una diferencia entre

variabilidad climática (Evento EL niño) y cambio climático. La variabilidad

climática se presenta cuando con cierta frecuencia un fenómeno genera un

comportamiento anormal del clima, pero es un fenómeno temporal y transitorio. El

cambio climático, por otra parte, denota un proceso que no es temporal y que puede

verificarse en el tiempo revisando datos climáticos (CIIFEN, 2014).

Los bosques ayudan a mantener el equilibrio ecológico y la biodiversidad,

limitan la erosión en las cuencas hidrográficas e influyen en las variaciones del

tiempo y en el clima. Asimismo, abastecen a las comunidades rurales de diversos

productos, como la madera, alimentos, combustible, forrajes, fibras o fertilizantes

orgánicos. Una de las mayores amenazas para la vida del hombre en la Tierra es la

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deforestación. La deforestación lleva a un incremento del dióxido de carbono (CO2)

en el aire debido a que los árboles vivos almacenan dicho compuesto químico en

sus fibras, pero cuando son cortados, el carbono es liberado de nuevo hacia la

atmósfera. El CO2 es uno de los principales gases "invernadero", por lo que el corte

de árboles contribuye al peligro del cambio climático (Comisión Nacional para el

Desarrollo y Vida Sin Drogas (DEVIDA), 2014).

La deforestación, como todo proceso tiene sus causas fundamentales. Entre

ellas pueden citarse: el cambio del uso del agua para actividades ganaderas y

agrícolas, los incendios y enfermedades forestales o la tala incontrolada de

árboles. En la actualidad, la deforestación de los bosques tropicales constituye una

auténtica amenaza. Si analizamos estadísticamente tasas de deforestación en las

distintas áreas ecológicamente importantes (bosques tropicales húmedos, bosques

tropicales secos, bosques de llanura, bosques de montaña), se puede concluir que,

en los últimos años, este proceso ha resultado mucho más intenso en las zonas secas

y semiáridas, especialmente en las montañas (Derecho, Ambiente y Recursos

Naturales (DAR), 2010).

Esto es comprensible, dado que las áreas de mayor altitud o más secas

resultan más adecuadas para la ganadería. Los suelos de estas regiones, en general,

son más ricos y fácilmente cultivables que los suelos viejos de las llanuras

tropicales, prácticamente lavados de todo tipo de nutrientes. Además de las

restricciones agronómicas, hay que tener en cuenta la limitación que supone para la

colonización la presencia de diferentes enfermedades, como malaria o fiebre

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amarilla, mucho menos extendidas en zonas de montaña o secas que en áreas

húmedas (CIIFEN, 2014).

De acuerdo con las recomendaciones de las Naciones Unidas, existen

diversas medidas encaminadas a frenar el proceso de deforestación. Por un lado, los

programas forestales de cada país, los cuales deben hacer partícipes a todos los

interesados e integrar la conservación y el uso sostenible de los recursos biológicos.

Asimismo, las capacidades nacionales de investigación forestal deben mejorarse y

crear una red para facilitar el intercambio de información, fomentar la investigación

y dar a conocer los resultados de las distintas disciplinas (CIIFEN, 2014).

Es necesario llevar a cabo estudios que analicen las causas de la

deforestación y degradación ambiental en cada país, y debe fomentarse la

cooperación en temas de transferencia de tecnología relacionada con los bosques,

tanto Norte-Sur como Sur-Sur, mediante inversiones públicas y privadas, empresas

mixtas, etc. Por otro lado, se requieren las mejores tecnologías de evaluación para

obtener estimaciones fidedignas de todos los servicios y bienes forestales, en

especial los que son objeto de comercio general.

Mejorar el acceso al mercado de los bienes y servicios forestales con la

reducción de obstáculos arancelarios y no arancelarios al comercio, constituye otra

de las vías posibles, así como la necesidad de hacer un uso más efectivo de los

mecanismos financieros existentes, para generar nuevos recursos de financiación a

nivel nacional como internacional. Las políticas inversoras deben tener como

finalidad atraer las inversiones nacionales, de las comunidades locales y extranjeras

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para las industrias sostenibles de base forestal, la reforestación, la conservación y

la protección de los bosques (CIIFEN, 2014).

Otro severo problema relacionado con el cambio climático es la expansión

urbana descontrolada, la cual se presenta cuando la tasa de cambio del uso del suelo

supera la tasa de crecimiento demográfico. Una serie de cambios demográficos y

económicos están marcando la expansión de varias clases de nuevos conjuntos

residenciales en América Latina. Desde grandes proyectos para sectores sociales de

ingresos medios y bajos hasta las exclusivas "urbanizaciones enrejadas" (gated

communities) para los grupos de altos ingresos, a veces estas áreas residenciales

coexisten con grandes centros comerciales situados a lo largo de las autopistas

principales. No obstante, en los asentamientos pobres de las ciudades

latinoamericanas persiste la falta de equipamientos y servicios urbanos como el

transporte público, suministro de agua municipal y alcantarillado, y vías de acceso

adecuadas (CIIFEN, 2014).

¿Qué costo tiene la pérdida de los bosques nativos? ¿Cómo se mide la

pérdida de la biodiversidad? ¿Cuáles son las consecuencias del mal uso del suelo?

Según datos de la Convención contra la Desertificación de las Naciones Unidas,

que en marzo de este año realizó su quinta reunión anual en Buenos Aires, el 70 por

ciento de los 5 200 millones de hectáreas de tierras áridas utilizadas en todo el

mundo para la agricultura ya están degradadas, con una pérdida estimada en 42

000 millones de dólares por año. La problemática del cambio climático impacta

directamente en la degradación de las tierras, generando sequías, falta de

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productividad, aumento de la salinidad, erosión hídrica y eólica, de acuerdo a Pérez

(2007).

Las eventuales consecuencias del cambio climático no son ajenas al modelo

agrícola extendido en todo el territorio nacional y a la forma en que se utiliza el

suelo. El 50 % de los suelos cultivados sufrirá procesos de salinización y

desertificación y habrá una menor productividad en cultivos y carnes, amenazando

la seguridad alimentaria en varias regiones. Los fenómenos ambientales y las

catástrofes (inundaciones, tornados, sequías) serán casos más recurrentes y de

aparición permanente en un país que prácticamente no las tenía”, afirma Pengue

(2007). Para el especialista, esta situación se explica por un proceso de

“pampeanización”, es decir, la importación de un modelo tecnológico sobre un

territorio que no es pampa, como ocurre en la zona chaqueña.

A partir de ese proceso, la frontera de la agricultura industrial está llegando

a zonas de bosques nativos. Según datos de la Dirección de bosques de la Secretaría

de ambiente, en el período 1998-2002 se desforestaron más de 920 000 ha.

Menéndez (2008) indica que en el período 2002-2006 en Sudamérica se han

duplicado sus áreas deforestadas.

La práctica habitual de la deforestación implica primero el desmonte y luego

la quema de los residuos dejados por las topadoras. La quema produce la liberación

de dióxido de carbono, y como ya no hay bosques desaparece la posibilidad natural

de absorberlo y purificar el ambiente con oxígeno”, explica Pengue (2007). Perú

aprobó la Convención de cambio climático de las Naciones Unidas (1994), por lo

que se comprometió a “promover y apoyar con su cooperación la conservación y el

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reforzamiento de los sumideros y depósitos de todos los gases de efecto

invernadero. Es decir, los bosques.

Deforestación, incremento en las precipitaciones, concentración de cultivos

forman parte, entre otras variables, del mismo problema: la relación entre un

modelo económico sustentable y el cuidado del ambiente y los recursos naturales.

Detrás de la frontera agrícola existen poblaciones que viven de lo que produce el

bosque (DAR, 2010).

En el caso del Perú muestra una gran vulnerabilidad ante variaciones

climáticas drásticas, siendo evidencia de ello las pérdidas económicas que

implicaron fenómenos como el Niño. Así, bajo un escenario pasivo los efectos del

cambio climático podrían ser incluso superiores ya que los efectos se potenciarían

al involucrarse otros mecanismos que afectan negativamente el crecimiento; como

la pérdida de disponibilidad de recursos hídricos (para consumo humano y

generación energética) debido al retroceso glaciar, la pérdida de productividad

primaria agrícola y pesquera producto del aumento de la temperatura del mar, la

pérdida de biodiversidad, y efectos sobre la salud humana (Vargas, 2009).

La deforestación en el Perú está alcanzado niveles tan alarmantes que hasta

la misma NASA expresa su preocupación sobre el problema y ha revelado,

recientemente, la grave depredación de más de mil hectáreas de bosques en el

departamento amazónico de Loreto, registrada mediante fotografías satelitales. Las

imágenes tomadas por la NASA durante casi un año, evidencian la devastación de

los bosques ubicados en el territorio peruano. Este problema se debe,

principalmente, a tres factores que amenazan al país: el avance depredador de la

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minería ilegal, la tala ilegal de árboles y una actividad agrícola desordenada

(Marapi, 2013).

El problema en el Perú es tan grave que, según la ONU, la deforestación se

ha incrementado a casi el doble del promedio mundial en los últimos cinco años. A

nivel mundial, la deforestación es de 5 millones de hectáreas en el periodo 2008 al

2013. Hace poco, un equipo de científicos de quince universidades del mundo

presentó el primer mapa global, de alta resolución, que muestra los alcances de la

pérdida de vegetación (Diario El Comercio, 2013). Las cifras reflejan la catástrofe:

entre 2000 y 2012, se perdieron; en el Sudamérica, más de 4 millones de hectáreas

de área forestal.

En el caso del Perú, la deforestación está bordeando las 113 000 hectáreas

de bosques en el Periodo 2000 al 2013, equivalentes a casi tres veces (2,7) el tamaño

de toda la región Lima (Álvarez, 2013). Eso significa que más del 15% del total de

bosques del país han sido deforestados, y las pérdidas económicas actualmente

alcanzan los 60 mil millones de dólares. Esto se agrava al conocer que cada año se

pierden aproximadamente 15 mil hectáreas de bosques, el equivalente a diez veces

la superficie de toda la provincia constitucional del Callao (Defensoría del Pueblo,

2010).

Uno de los departamentos que causa mayor preocupación en relación con el

tema es San Martín. En San Martín, se ha arrasado 1 600 000 hectáreas de bosques

naturales de 5 000 000 de hectáreas, es la principal preocupación de su población.

Así lo señalaron los asistentes a la Audiencia sobre Cambio Climático realizada por

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el diario El Comercio en convenio con el Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo (PNUD) (Chipana, 2014).

La región San Martín tiene un crecimiento de deforestación igual a 0.625%

(2000-2005) y 0.696% (2005 – 2010). Si la tendencia se mantiene al 2021, la

deforestación se incrementaría en casi 250 mil hectáreas. Así se informó, durante

la presentación del informe “San Martín: Análisis Económico del Impacto del

Desarrollo Alternativo en relación a la Deforestación y la Actividad Cocalera” de

la Oficina de las Naciones Unidas contra la Drogas y el Delito (UNODC) en

coordinación con el gobierno regional de San Martín (Comisión Nacional para el

Desarrollo y vida Sin Drogas – DEVIDA, 2014).

El MINAM (2014) señala que el estudio revela que en la Región San Martín

hay una pérdida de bosque para el periodo del 2000 al 2005 de 114 991 hectáreas y

para el periodo del 2005 al 2010 de 117 727 hectáreas. Estos datos se obtuvieron

teniendo como base imágenes del satélite LANDSAT y utilizando una metodología

de clasificación denominada “Árbol de decisiones”. Los resultados del estudio

fueron validados en el taller por los representantes de las diferentes instituciones

regionales, quiénes verificaron las tendencias de la deforestación en las provincias

de San Martín causadas principalmente por el avance de la frontera agrícola debido

a la migración.

Las provincias de San Martín, Bellavista, Mariscal Cáceres, Picota y

Moyobamba son las que han tenido mayor pérdida de cobertura forestal en los

últimos 10 años de acuerdo a los resultados del estudio “Análisis de cambios de

cobertura forestal de la Región San Martín de los periodos 2000 – 2005 y 2005 –

19
2010”. Este estudio fue presentado el viernes 14 de septiembre en la ciudad de

Moyobamba, en un taller de validación con actores de la Región San Martín,

realizado por la Universidad Agraria La Molina y la Mesa REDD de San Martín

con el apoyo de Conservación Internacional (MINAM, 2014).

La provincia San Martín, es un lugar en donde se observa un avance

importante de deforestación, causada principalmente por el cambio de uso de la

tierra a actividades agrícolas realizado por inmigrantes provenientes de las regiones

andinas vecinas a San Martín (Reducing Emissions From Deforestation And Forest

Degradation – REDD, 2014).

Actualmente, según los datos del CONAM (2014), las hectáreas

deforestadas abarcarían más de dos mil. Según la misma fuente, la ampliación de

los cultivos han contribuido con la expansión de la deforestación. Entre los efectos

más importantes de la deforestación se cuenta cambios en el clima y obtención del

agua, entre otros.

San Martín también ha iniciado un proceso de concesiones forestales

equivalentes a 120 unidades de aprovechamiento (750 336 ha) adjudicándose la

buena pro a más de 500 mil hectáreas. Sin embargo la concentración de áreas bajo

contrato forestal no ha desanimado las formas ilegales de los madereros, que

realizan prácticas desordenadas al extraer madera de zonas no autorizadas. El

problema se acrecienta debido a la facilidad en la formalización (lavado) vía los

permisos forestales (CONAM, 2014).

La deforestación es uno de los más grandes problemas en la provincia.

Según los análisis realizados por el IIAP, la deforestación en la región para el año

20
2013 fue de 160 788.75 ha, que representan el 21.8 % del total deforestado en la

Amazonía peruana para ese año, lo que es relativamente alto, considerando que San

Martín representa solo el 6,5 % de la Amazonía. La distribución de la población

está directamente relacionada con las áreas deforestadas (IIAP, 2014).

Por lo antes expuesta, la investigación tuvo como objetivo determinar el

efecto de la deforestación en el cambio climático en la provincia de San Marín; así

como generar una propuesta de gestión y desarrollo para mitigar la deforestación y

reforestar y recuperar las áreas forestales.

1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

Las actividades humanas, específicamente las que causan deforestación, en

su afán de subsistencia, está perjudicando el sistema ecológico del planeta tierra.

Esta situación también se presentó en la Provincia de San Martín, en la cual se

observó cómo el clima va cambiando, no siendo igual que en años anteriores; por

lo que planteamos la siguiente interrogante:

¿En qué medida las actividades humanas que producen deforestación

inciden en el cambio climático en la Provincia de San Martín?

1.3. HIPÓTESIS

Las actividades humanas que producen deforestación si inciden

significativamente en el cambio climático en la Provincia de San Martín.

21
1.4 OBJETIVOS

1.4.1 OBJETIVO GENERAL

Determinar la incidencia de la deforestación por el desarrollo de las

actividades humanas (Agricultura, Poblamiento, Transportes) en el cambio

climático de la provincia de San Martín.

1.4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Formular un diagnóstico de la situación forestal de la provincia

de San Martín

 Determinar las incidencias de las actividades humanas derivadas

de la deforestación en el cambio climático de la provincia.

 Evaluar las medidas de proyección y el sistema normativo de

protección ambiental.

 Evaluar la viabilidad de una propuesta de gestión y desarrollo

forestal .

22
II. MATERIAL Y MÉTODOS

2.1. Área de estudio

El área de estudio fue la provincia de San Martín, ubicada en Región de

San Martín ocupa una superficie de 5 639,82 km2, la cual representa el 11% del

total Región, y está situado en la parte septentrional - oriental del territorio peruano.

San Martín limita por el norte y este con el departamento de Loreto, por el sur con

la provincia de Picota y por el Oeste con la provincia de Lamas (Banco Central de

Reserva del Perú, 2014). San Martín se encuentra ubicado en la selva alta,

distinguiéndose 4 zonas morfológicas; la parte occidental limita con la vertiente

oriental de la cordillera de los Andes y presenta topografía accidentada; la zona de

valles amplios con presencia de terrazas escalonadas, formadas por el río Huallaga

y sus afluentes, la cual tiene aptitud agropecuaria por excelencia; la zona Sur-Este

con un relieve que es continuación de la llamada "Cordillera Azul" tiene poca

elevación pues sus cumbres no sobrepasan los 3000 msnm; y la zona Noreste, poco

accidentada, corresponde a la selva baja (Figura 1).

2.2. Material de estudio

El material de estudio estuvo conformada por los informe sobre áreas

deforestadas, temperatura, humedad, precipitación fluvial en la provincia de San

Martín obtenidos del SENAMHI, Proyecto especial Huallaga Central y Bajo Mayo,

Gobierno Regional San Martín, Ministerio de Agricultura, Ministerio del Ambiente

y la Municipalidad Provincial de San Martín.

23
Figura 3. Mapa Político Administrativo del Departamento de San Martín.

Fuente: Banco Central de Reserva del Perú – BCRP (2014).

24
2.3. Métodos, técnicas e instrumentos

Para el desarrollo de la investigación se utilizó el método deductivo y como

técnicas, la recolección de información de trabajo de campo para establecer cómo

la actividad humana ha influenciado en la forma de vida de los habitantes de la

provincia de San Martín.

Este estudio busca especificar la situación actual de la deforestación en la

provincia de San Martín, durante el periodo de 1973 al 2014. Para su elaboración

se obtuvo datos de área deforestada acumulada de la Provincia San Martín

(MINAM), desde 1973 hasta el 2014, mediante una fórmula de regresión lineal se

determinó el área deforestada acumulada; además de las variables climáticas más

representativas de la provincia (Temperatura máxima, temperatura mínima,

humedad relativa y precipitación). Así mismo se estableció la relación entre el área

deforestada acumulada y la diferencia de temperatura, determinándose anomalías

térmicas conforme se incrementa la deforestación durante el periodo de estudio.

También se determinó la relación entre el área deforestada acumulada con humedad

relativa y la precipitación. Los datos fueron agrupados en cinco años, obteniéndose

nueve periodos.

La investigación estuvo dividida en tres etapas; las cuales tuvieron el

siguiente orden:

La primera etapa comprendió el diagnóstico de la deforestación, el análisis

de los sectores y una evaluación de impactos en el medio ambiental de la

deforestación:

 Diagnóstico de la deforestación en la Provincia de San Martín

25
 Se analizó los sectores con mayor deforestación en la provincia.

 Evaluación del impacto en el medio ambiental.

En la segunda etapa se identificó y se determinó los valores de

Temperatura máxima, temperatura mínima, humedad relativa y precipitación; así

como su relación con el área deforestada en la provincia.

La tercera etapa se realizó una Propuesta de gestión y desarrollo forestal

para la provincia de San Martín que permita la recuperación de las zonas

deforestadas; así como mitigación de la deforestación en la provincia.

Para la recolección se empleó las siguientes estrategias:

 Recolección de datos del área deforestada en la provincia de San

Martín obtenidos del Proyecto especial Huallaga Central y Bajo

Mayo, Gobierno Regional San Martín, Ministerio de Agricultura,

Ministerio del Ambiente y la Municipalidad Provincial de San

Martín.

 Recolección de información del acontecimiento de cambios

climáticos en el periodo 1973 al 2007 obtenidos del SENAMHI y el

MINAM.

 Recolección de los datos con respecto a Temperatura máxima,

temperatura mínima, humedad relativa y precipitación en el periodo

1973 al 2007 obtenidos del SENAMHI y el MINAM.

26
2.4. Procedimiento y análisis estadístico de datos

Una vez completado el trabajo de campo, se realizó un análisis descriptivo

de los datos obtenidos con la ayuda de tabulación de datos, tablas estadísticos y

figuras en el Programa Excel y SPSS versión 19.00; para determinar las

características del cambio climático y la deforestación en la provincia de San

Martín.

Se emplearon técnicas estadísticas de análisis para identificar señales de

cambio climático en registros hidrológicos y climáticos de la provincia,

relacionados con las áreas deforestadas. Se empleó la mediana, la varianza y

desviación estándar para datos de temperatura, humedad relativa y precipitación;

así mismo la regresión lineal para establecer la correlación con entre los índices de

deforestación y parámetro de temperatura, humedad relativa y precipitación. Por

otra parte empleando gráficas y tablas se examinó el cambio en la fase y la amplitud

de los ciclos anuales de series de diversas variables climáticas.

27
III. RESULTADOS

3.1. Diagnóstico de la Región San Martín

La Región de San Martín, tiene una extensión de 51253 km2, con altitudes

que oscilan entre 140 a 4 760 msnm. Presenta un alto crecimiento

demográfico, su población redondea a los 840 790 habitantes para el 2015

de acuerdo al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables

(MIMP) (2016). En el caso del índice de desarrollo humano; el Programa de

las. Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD (2013) señaló que osciló

entre 0,54 y 0,62 como se muestra en la figura 2.

En cuanto a la zonificación ecológica económica de San Martín, de acuerdo

al Sistema de Información Ambiental Regional Piura (SIAR) (2016), identificó que

el 14,87 % fue para zonas productivas, el 64,60 % de zonas de protección y

conservación ecológica; el 20,38 % de zonas de recuperación; el 0,15% de zonas

de vocación urbana y/o industrial; y 0,13% de zonas de tratamiento especial (Figura

3 y Tabla 1). Los agentes de deforestación identificados en la región San Martín

fueron:

 Agricultores (no industriales): arroceros, cafetaleros, agricultura

diversificada, etc. Ocupan el aproximadamente el 70% de áreas

deforestadas.

 Ganaderos: similares a agricultores (Social) e ingresos tienden a ser

mayores por agricultura que por ganadería.


 Agroindustria: cultivos de palma localizados en Tocache y Lamas, aunque

importante, su contribución a la deforestación total es baja.

 Concesiones Forestales Maderables: no se consideran agentes directos, son

facilitadores para la colonización.

Figura 2. Índice distrital de desarrollo humano de la Región San Martín.

Fuente: Programa de las. Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD (2013).

28
Figura 3. Mapa de Zonificación Ecológica y Económica de la Región San Martín.

Fuente: Sistema de Información Ambiental Regional Piura (SIAR) (2016).

29
Tabla 2. Distribución porcentual de ñas zonas ecológicas y económicas.

Superficie
Zona Zonas Ecológicas y económicas
ha. %
Zonas Productivas

Zona para producción agropecuaria 509 063 9.83


(770 244 ha. /
14.87%)

Para producción forestal y otras asociaciones 227 714 4,40

Para producción pesquera 33 467 0,65


Parque Nacional Cordillera Azul 500 734 9,76
Parque Nacional Río Abiseo 271 930 5,25
Zonas de Protección y Conservación Ecológica

Bosque de protección Alto Mayo 196 736 3,80


Área de conservación Regional Cordillera Escalera 150 357 2,90
Zona de Protección de pendientes y suelo con áreas 1 341 349 25,90
(3 346 287 ha. / 64,60%)

boscosas
Zona de Protección de pendientes y suelo en pajonales 75 818 1,46
altoandinos
Zona de Protección en pantanos y aguajales 40 342 0,78
Zona de Protección de cochas 1 679 0,03
Zona de Protección por pendientes y suelo asociado con 490 267 9,47
producción forestal de potencial maderero regular a pobre
Zona de Protección por inundación y drenaje asociado con 32 629 0,63
producción forestal de potencial maderero regular a pobre.
Zona de alto valor bioecológico en pajonales alto andino 88 390 1,71
Zona de alto valor bioecológico en bosques secos 149 498 2,89
Zona de alto valor bioecológico en pantanos y aguajales 6 559 0,13
Área de conservación Municipal --/-- --/--
Zona de tratamiento especial: Complejo Arqueológico --/-- --/--
Zona de Recuperación

Zona de recuperación de tierras de protección 649 843 13,41


(1 055 579 ha /

Zona de recuperación de tierra forestales 51 330 0,99


20,38%)

Zona de recuperación de tierras forestales asociadas con


tierras para cultivos permanentes
289 311 5,59

Zona de recuperación de la cuenca del Sauce 20 095 0,39

Zona para expansión urbano industrial 1 964 0,04


Zona VUI
(7 531ha /
0,15%)

Centros poblados urbanos 5 567 0,11

Fuente: Sistema de Información Ambiental Regional Piura (SIAR) (2016).

30
De acuerdo al Ministerio del Ambiente (2016), para el periodo 2010-2015

revelaron que la conversión de la cobertura de bosques a otros usos en ese periodo

ha sido de 153 188,66 has. (30 637,73 has/año). Comparativamente a otros años

con los datos generados por la DGOT, se tiene que la superficie de pérdidas en el

periodo 2000-2005 fue 69 235,35 has, en el periodo 2005-2010 fue de 119 091,00

has, siendo el total de área deforestada en los últimos 14 años de 341 515,01 has

(Figura 4).

En la figura 5, se pudo apreciar las zonas deforestadas hasta el 2015 en la

región San Martín; siendo las provincias más afectadas las de Bellavista, Picota,

Huallaga, Mariscal Cáceres, El Dorado y Tocache.

120000
SUPERFICIE DEFORESTADA (ha)

100000

80000

60000

40000

20000

0
2000 - 2005 2005 - 2009 2009 - 2010 2010 - 2011 2011 - 2013 2013 - 2014 2014 - 2015

PERIODO (AÑOS)

Figura 4. Evolución de la deforestación en la Región San Martín, 2000 – 2015.

Fuente: Ministerio del Ambiente (2016).

31
Figura 5. Mapa de la deforestación de la Región San Martín, 2015.

Fuente: Ministerio del Ambiente (2016).

San Martín es una provincia cubierta mayormente por bosques tropicales.

La evaluación de los tipos vegetales (formaciones vegetales) muestra que de las 53

32
formaciones vegetales identificadas, 39 corresponden a bosques. Desde la

perspectiva forestal orientada a la producción de bienes maderables, el 49% de la

provincia corresponde a bosques húmedos de montañas altas. Sigue en orden

decreciente de superficie los bosques intervenidos (agricultura y purmas en

diferente grado de recuperación) con el 28% y en tercer lugar los bosques húmedos

de montañas bajas con 5%. Las 23 restantes unidades boscosas presentes en San

Martín (12 % superficie). Los volúmenes potenciales maderables se encuentran

dentro de los rangos señalados para otras regiones Amazónicas; sin embargo, es

importante señalar que estos volúmenes por lo general incluyen especies que no

tienen un mercado actual. Entre enero y junio del 2006, el Centro de Información

Forestal – CIF (unidad dentro de la Intendencia Forestal y de Fauna Silvestre -

INRENA) recopila alrededor de 56 morfo-especies que contribuyen a la producción

maderable de San Martín en dicho periodo. Sin embargo, sólo cinco de ellas dan

cuenta del 71% del volumen de productos maderables registrado en la provincia

(Ávila et al., 2015).

En la estratificación en la Región se identificó cinco estratos, siendo los

principales los boques húmedos amazónicos y bosques húmedos andinos, como se

pudo apreciar en la tabla 3.

33
Tabla 3. Estratificación preliminar de la Región San Martín.

Número de Media del


Tamaño del
Estrato parcelas en el estrato
estrato (ha)
estrato (t-C/ha)
Bosques húmedos
1 901 557 133 74,8
amazónicos
Bosques húmedos
1 595 052 221 86,6
andinos
Bosques inundables por
59 532 13 69,1
aguas blancas
Vegetación azonal
amazónica
11 228 4 71,3
(edáficamente
condicionada)
Vegetación inundable
59 171 6 55,0
amplia

Total 3 626 539 377 ---


Fuente: Gobierna Regional de San Martín (2013).

De acuerdo a Ávila et al. (2015), San Martín cuenta con tres Bosques de

Producción Permanente (BPP). Estos bosques están ubicados en el sector Huallaga

son resultado de la “Ley Forestal y de Fauna Silvestre” del año 2000 (Ley N°

27308) y su reglamentación (Decreto Supremo N° 14-2001-AG). Estos BPP son

creados en el año 2002 mediante la Resolución Ministerial N°. RM 549-2002-AG;

pero en el 2005 y el 2006 se hacen recortes a su extensión (Figura 7).

34
Figura 6. Mapa de cambio de la deforestación por provincia de la Región San

Martín.

Fuente: Programa de las. Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD (2013).

35
Basado en la información que se obtuvo del Gobierno Regional de San

Martín y en concordancia con lo expuesto por Ávila et al. (2015), se identificó que

es importante indicar que el diseño y creación de los BPP en San Martín, contó con

un alto grado de resistencia de un amplio sector de la población organizada debido

a que dicho diseño fue muy rápido, con limitada consulta en la región y porque en

el momento de la creación aún no se completaba la Zonificación Ecológica

Económica (ZEE), la cual proveería de valiosa información para un diseño más fino

de dichos BPP. Habiendo terminado el proceso de ZEE, actualmente sabemos que

alrededor del 38,4% de dichos BPP se encuentran en zonas de protección, 18,8%

en zonas de protección asociado a producción forestal, y 15.8% en zonas de

recuperación (Figura 7). En los BPP se encuentran concesionadas 79 Unidades de

Aprovechamiento en 34 contratos otorgados a un conjunto de 28 Concesionarios

(Figura 8).

La contribución de San Martín en la producción de productos maderables es

relativamente baja comparada al resto del país. Entre 1997 y el 2005, la producción

registrada de madera aserrada en la región no supera el 45% de la producción

regional y un 3% de la producción nacional, habiéndose estabilizado alrededor del

5% desde el 2003. La principal industria forestal en la provincia es la producción

de madera aserrada. También existe una pequeña participación de las industrias de

parquet, laminado y producción de carbón según lo revela el boletín del CIF para el

primer semestre del 2006.

36
Figura 7. Catastro de las zonas de protección y conservación ecológica de la Región

San Martín.

Fuente: Programa de las. Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD (2013).

37
Figura 8. Mapa forestal: bosques de producción permanente y concesiones
forestales de la Región San Martín.
Fuente: Gobierno Regional de San Martín (2013).

38
Por otro lado, existen carpinterías y centros de producción de tablillas para

cajones, tablas cepilladas y machihembrados que operan con madera de

recuperación. Los volúmenes procesados por estas industrias pueden ir desde los

90 hasta los 1 400 m3 por año. El Anuario Geográfico de San Martín da cuenta de

116 MYPES dedicadas a la transformación de madera y 66 ladrilleras para el 2014.

Este mismo documento estima que en general existen unas 150 MYPES adicionales

que no están formalizadas. Creemos prioritario la promoción de nuevas tecnologías

de transformación a partir de las plantaciones forestales. Pero también, creemos que

la innovación tecnológica y el desarrollo de estas MYPES no deben ser relegados

al segundo plano porque es reconocido que son las MYPES las principales

generadoras de empleo. Así, el trabajo con este sector económico debe ser

estratégico para construir cadenas de valor y aumentar valor agregado a los bienes

forestales en el corto y mediano plazo. Por otro lado, el procesamiento de carbón si

bien es pequeño, nos sugiere el desarrollo de una industria incipiente que merece

mayor atención.

En este cálculo se empleó como base la superficie original de los BPP de

San Martín del 2002 y actualizada al 2013, debido a que al elaborar el presente plan

no contamos con información georeferenciada de las modificaciones introducidas

en el 2005 y 2006; estimó el consumo de leña a partir de estimados de la población

rural en 1997 y el empleo de una constante de consumo anual per cápita de 1,3 m3.

Según esta cifra, se estuvo consumiendo en la provincia alrededor de 304 200 m3.

Este hecho fue suficientemente importante para que la autoridad forestal regional

39
preste mayor atención al manejo forestal destinado a la producción de combustibles

para fines domésticos.

El registro del Producto Bruto Interno para San Martín no hace una

distinción entre la agricultura, la caza y la silvicultura. Así, para el 2006, se estima

que estos sectores contribuyen con el 30,35% del PBI Regional, el cual para dicho

año asciende alrededor de 2 320 millones de soles constantes de 1994. Al analizar

la superficie que ha sido desboscada y se mantiene bajo uso agropecuario o en

diferente grado de recuperación/abandono en zonas de uso forestal o protección,

observamos que existe un potencial de 1 035 484 millones de hectáreas sujetas a

ser reforestadas o sometidas a un manejo-enriquecimiento de bosques secundarios.

Debido a la cercanía de estas áreas a la infraestructura vial y centros poblados

creemos que estas áreas ofrecen un alto potencial para la reforestación / manejo de

purmas con un variado portafolio que incluya tanto especies de rápido crecimiento

con fines industriales como especies nativas para regulación hídrica, protección de

cuencas y mantenimiento de biodiversidad.

La creciente demanda nacional e internacional de productos forestales

coloca a San Martín en una ventajosa situación para el desarrollo de una industria

forestal local basada principalmente en madera de plantaciones. El nivel de

deforestación en San Martín viene afectando seriamente la provisión y calidad del

agua en la provincia. Esta preocupación acrecentada por los continuos eventos de

sequía e inundaciones viene generando consenso sobre la prioridad que debe tener

el buen uso y conservación del agua por encima de otros usos alternativos de la

tierra.

40
3.2. Diagnóstico global de las áreas deforestadas y parámetros meteorológicos

en la Provincia San Martín

Uno de los impactos más visibles de la ocupación humana de la región San

Martín es el proceso acelerado de deforestación y transformación del paisaje

forestal. Es importante señalar que San Martín hasta antes de la colonización fue

una región predominantemente boscosa. Es probable que en el período 1940 – 1960,

el incremento anual de la deforestación no haya superado los 8 mil ha/año, es decir,

a un ritmo anual del 3% aproximadamente. En el periodo 1973 – 1980, el área

deforestada pasa de 887 162 ha a 1 108 597 ha, creciendo la tasa de deforestación,

a un promedio de 30 000 ha/año. Esto se debe al hecho de que, al inicio de la década

del 70, se inicia la articulación terrestre con la costa mediante la carretera Marginal

de la Selva (hoy Fernando Belaunde Terry), y el consecuente incremento en las

tasas de inmigración. En 1979 el ritmo anual de la deforestación declina levemente.

En 1983 el área deforestada había alcanzado 1 203 498 hectáreas, habiéndose

perdido aproximadamente 168 mil hectáreas en los cuatro años precedentes (Tabla

4 y figura 9).

A partir de 1983 el ritmo de la deforestación se detiene e inclusive, se

recuperan algunas áreas anteriormente deforestadas. Esto podría explicarse por la

sustitución de pastizales con cultivos de arroz y maíz, como consecuencia de la

construcción de infraestructura de riego. Entre 1987 y 1989 la deforestación de

nuevos bosques se incrementa nuevamente, habiéndose perdido en este lapso

alrededor de 63 000 ha de nuevos bosques, a un ritmo de 30 mil hectáreas por año.

41
Esto coincide con el auge del narcotráfico en la región. Las nuevas áreas

deforestadas en este periodo ocurren principalmente en zonas marginales de difícil

accesibilidad, particularmente hacia el sur del departamento. Según la estimación

la superficie deforestada hasta el año 2002 alcanza 1 804 537 ha. La tasa corriente

de deforestación puede estar alrededor de las 30 000 has/año. El nivel de

deforestación en San Martín viene afectando seriamente la provisión y calidad del

agua en la región. Esta preocupación acrecentada por los continuos eventos de

sequía e inundaciones viene generando consenso sobre la prioridad que debe tener

el buen uso y conservación del agua por encima de otros usos alternativos de la

tierra (Tabla 4 y figura 9).

La deforestación en el periodo 2010 al 2014, disminuyó de 1 922 117 a 1

890 023 ha; esto se debió a la recuperación de zonas deforestadas por parte del

Gobierno Regional de San Martín y con el GORESAM y la MESA REDD. La

recuperación de la zonas deforestadas llego a 472 717,46 ha; de las áreas de

Concesiones de Conservación fueron 19, área de conservación en proceso de

Ronsoco Cocha fue de una y el área de conservación en proceso de Bosques de

Shunte y Mishollo es de una.

42
Tabla 4. Área deforestada acumulada anual y variables meteorológicas de la

Provincia San Martín para el periodo 1973 - 2014.

ÁREA (ha) HUMEDAD PRECIPITACIÓN


AÑO T°C Max T°C Min
ACUMULADA RELATIVA (%) (mm)

1973 887 162 31,41 20,04 81,17 1040,71


1974 918 796 31,32 20,04 80,80 999,27
1975 950 429 31,89 19,52 82,89 1126,51
1976 982 063 32,14 19,57 83,42 966,98
1977 1 013 697 32,31 21,10 83,55 1727,51
1978 1 045 330 32,60 20,09 79,18 854,72
1979 1 076 964 32,81 20,37 74,57 854,46
1980 1 108 597 33,31 20,60 73,09 887,26
1981 1 140 231 32,88 21,11 74,99 685,28
1982 1 171 865 33,27 21,53 73,20 1035,58
1983 1 203 498 34,35 21,08 70,03 788,67
1984 1 235 132 33,09 21,69 71,71 437,14
1985 1 266 765 32,30 21,68 73,48 275,09
1986 1 298 399 32,67 21,85 74,30 953,27
1987 1 330 033 32,67 21,54 78,94 815,89
1988 1 361 666 33,10 21,60 77,74 581,89
1989 1 393 300 32,30 21,28 79,83 1089,98
1990 1 424 933 32,05 21,49 80,15 535,96
1991 1 456 567 33,01 21,48 78,63 529,35
1992 1 488 201 33,45 22,31 73,91 442,44
1993 1 519 834 32,38 23,55 75,98 459,76
1994 1 551 468 32,75 22,74 75,90 577,33
1995 1 583 101 33,44 21,81 75,55 63045
1996 1 614 735 33,44 21,36 77,86 1006,62
1997 1 646 732 34,23 21,87 73,97 943,38
1998 1 678 002 34,98 21,73 73,83 705,10
1999 1 709 636 33,67 20,94 77,64 29,20

43
2000 1 741 269 33,31 21,41 78,56 630,94
2001 1 772 903 33,05 21,11 77,54 1170,20
2002 1 804 537 32,73 21,54 75,98 535,46
2003 1 815 044 33,18 21,06 73,44 1018,82
2004 1 836 170 33,22 21,29 73,55 508,24
2005 1 851 143 33,35 21,30 73,71 923,51
2006 1 878 544 33,27 20,96 75,16 992,39
2007 1 887 804 33,40 20,60 76,45 1041,95
2008 1 909 431 31,89 19,52 82,89 1026,51
2009 1 910 113 32,14 19,57 83,42 976,98
2010 1 922 117 32,31 21,10 83,55 1527,51
2011 1 931 071 32,60 20,09 79,18 954,72
2012 1 930 104 32,81 20,37 74,57 954,46
2013 1 902 304 33,31 20,60 73,09 987,26
2014 1 890 023 32,88 21,11 74,99 785,28

2000000
DEFORESTACIÓN ACUMULADA (ha)

1800000

1600000

1400000

1200000

1000000

800000
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1973
1975
1977

1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013

TIEMPO (AÑO)

Figura 9. Área (ha) deforestada acumulada anual de la Provincia San Martín para

el periodo 1973 - 2014.

44
Con respecto a su temperatura, en 1998 fue el año más caluroso, alcanzando

una temperatura máxima de 36,40°C y una temperatura máxima promedio 34,98

°C anual; en el caso de la temperatura mínima, 1975 se presentó la temperatura más

fría, con un valor de 19,52 °C promedio anual (Tabla 5 y figura 10).

Tabla 5. Diferencia de temperaturas anuales de la Provincia San Martín para el

periodo 1973 - 2014.

TEMPERATURA DIFERENCIA DE
AÑO
T°C Max T°C Min TEMPERATURAS

1973 31,41 20,04 11,37


1974 31,32 20,04 11,28
1975 31,89 19,52 12,37
1976 32,14 19,57 12,57
1977 32,31 21,10 11,21
1978 32,60 20,09 12,51
1979 32,81 20,37 12,44
1980 33,31 20,60 12,71
1981 32,88 21,11 11,77
1982 33,27 21,53 11,74
1983 34,35 21,08 13,27
1984 33,09 21,69 11,40
1985 32,30 21,68 10,62
1986 32,67 21,85 10,82
1987 32,67 21,54 11,13
1988 33,10 21,60 11,50
1989 32,30 21,28 11,02
1990 32,05 21,49 10,56
1991 33,01 21,48 11,53
1992 33,45 22,31 11,14

45
1993 32,38 23,55 8,83
1994 32,75 22,74 10,01
1995 33,44 21,81 11,63
1996 33,44 21,36 12,08
1997 34,23 21,87 12,36
1998 34,98 21,73 13,25
1999 33,67 20,94 12,73
2000 33,31 21,41 11,90
2001 33,05 21,11 11,94
2002 32,73 21,54 11,19
2003 33,18 21,06 12,12
2004 33,22 21,29 11,93
2005 33,35 21,30 12,05
2006 33,27 20,96 12,31
2007 33,40 20,60 12,80
2008 31,89 21,68 10,21
2009 32,14 19,57 12,57
2010 32,31 21,10 11,21
2011 32,60 20,09 12,51
2012 32,81 20,37 12,44
2013 33,31 20,60 12,71
2014 32,88 21,11 11,77

46
35.00

33.00

31.00
TEMPERATURA (°C)

29.00

27.00

25.00

23.00

21.00

19.00
1988

1998

2008
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987

1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997

1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007

2009
2010
2011
2012
2013
2014
T°C Max T°C Min TIEMPO (AÑO)

Figura 10. Temperatura (°C) máxima y mínima anual de la Provincia San Martín

para el periodo 1973 - 2014.

La humedad relativa se mantuvo en un rango que oscilo entre 70,03 y 83,55

% este valor fue anual. La humedad más baja se presentó en 1983 (Figura 11). Para

la precipitación pluviométrica, se registró el valor más bajo en 1984, con un valor

promedio anual de 437,14 mm y el más alto se registró en 1977 con un valor de 1

727,55 mm (Figura 12).

47
PRECIPITACIÓN (mm) HUMEDAD (%)

70.00
75.00
80.00
85.00

25.00
225.00
425.00
625.00
825.00
1025.00
1225.00
1425.00
1625.00
1973
1973 1974
1974 1975
1975 1976
1976 1977
1977 1978
1978 1979

1973 - 2014.
1979 1980

1973 - 2014.
1980 1981
1981 1982
1982 1983
1983 1984
1984 1985
1985 1986
1986 1987
1987 1988
1988 1989
1989 1990
1990 1991
1991 1992
1992

48
1993
1993 1994
1994 1995
1995 1996
1996
1997
1997
1998
1998
1999 1999
2000 2000
2001 2001
2002 2002
2003 2003
2004 2004
2005 2005
2006 2006
2007 2007
2008 2008
2009 2009
2010 2010
2011 2011
2012 2012
2013 2013
2014 2014

TIEMPO (AÑO)
TIEMPO (AÑO)

Figura 12. Precipitación (mm) anual de la Provincia San Martín para el periodo
Figura 11. Humedad relativa (%) anual de la Provincia San Martín para el periodo
3.3. Análisis comparativo de la deforestación y variables meteorológicas

En la tabla 6 se pudo apreciar que mientras el área deforestada se incrementa

en cada periodo transcurrido, la temperatura sufre un incremento progresivo. La

humedad relativa que se encontró, tuvo una oscilación entre 82,37 % descendiendo

hasta 74,46 %; los periodos que presentaron menores porcentaje de humedad fueron

el de 1983 – 1987 (73,69%) y 2008 – 2014 (78,81%). En cuanto a la precipitación

pluvial, en el periodo 1973 – 1977 presentó un valor de 1172, 20 mm; para después

tener una tendencia general a la disminución; siendo muy marcada en los periodos

de 1983 – 1987 (654,01 mm), 1993 – 1997 (635,92 mm) y 1998 -2002 (614,18

mm).

Tabla 6. Área deforestada y variables meteorológicas de la provincia de San Martín

por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

ÁREA (ha) HUMEDAD


TEMPERATURA PRECIPITACIÓN
AÑO ACUMULADA RELATIVA
PROMEDIO (°C) (mm)
DEFORESTADA (%)

1973 - 1977 1013697 25,93 1172,20 82,37


1978 - 1982 1171865 26,86 863,46 75,01
1983 - 1987 1330033 27,29 654,01 73,69
1988 - 1992 1488201 27,21 635,92 78,05
1993 - 1997 1646369 27,76 723,51 75,85
1998 - 2002 1804537 27,45 614,18 76,71
2003 - 2007 1962704 27,16 896,98 74,46
2008 - 2014 1913595 26,60 1030,39 78,81

49
Así mismo, se identificó que la temperatura máxima con respecto a la

temperatura mínima sufrió una variación promedio de 11,72 °C. La temperatura

máxima presento una oscilación entre 31,81 a 33,55°C, siendo los periodos con

mayores temperaturas los de 1983 – 1987 (33,02°C), 1993 – 1997 (33,25°C), 1998

– 2002 (33,55°C) y 2008 – 2014 (32,56°C); mientras que la temperatura mínima

varió entre 20,05 a 22,27°C como se observó en la tabla 7 y figura 13.

Tabla 7. Temperatura (Máxima, mínima y promedio) de la provincia de San Martín

por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

TEMPERATURA (°C)
AÑO
Promedio Máxima Mínima Diferencia
1973 - 1977 25,93 31,81 20,05 11,76
1978 - 1982 26,86 32,97 20,74 12,23
1983 - 1987 27,29 33,02 21,57 11,45
1988 - 1992 27,21 32,78 21,63 11,15
1993 - 1997 27,76 33,25 22,27 10,98
1998 - 2002 27,45 33,55 21,35 12,20
2003 - 2007 27,16 33,28 21,04 12,24
2008 - 2014 26,60 32,56 20,65 11,92

50
35.00
TEMPERATURA (°C)

30.00

25.00

20.00

15.00

10.00
1973 - 1977

1978 - 1982

1983 - 1987

1988 - 1992

1993 - 1997

1998 - 2002

2003 - 2007

2008 - 2014
TIEMPO (AÑO)
T°PROMEDIO T°C Max T°C Min

Figura 13. Temperatura (Máxima, mínima y promedio) de la provincia de San

Martín por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

En la comparación de entre el área deforestada y la temperatura promedio,

se pudo identificar que a mayor área deforestada, se incrementa la temperatura

promedio. Así se pudo apreciar en la tabla 8 y figura 14, donde la deforestación

presentó una oscilación entre 10,13697 * 105 ha a 19,62704 * 105 ha y la

temperatura promedio tuvo un rango entre 25, 93 a 27,76 °C; presentando la

temperatura promedio unos descensos mínimos de temperatura en los periodos de

1988 – 1992 (27,21 °C) y en el periodo de 1993 al 2014 la temperatura disminuyó

de 27,76 a 26,60 °C.

51
Tabla 8. Área deforestada (ha * 100000) y temperatura promedio (°C) de la

provincia de San Martín por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

ÁREA ACUMULADA TEMPERATURA


AÑO
(ha * 100000) PROMEDIO (°C)
1973 – 1977 10,13697 25,93
1978 – 1982 11,71865 26,86
1983 – 1987 13,30033 27,29
1988 – 1992 14,88201 27,21
1993 – 1997 16,46369 27,76
1998 – 2002 18,04537 27,45
2003 – 2007 19,62704 27,16
2003 – 2014 19,13595 26,60

29.00 25
TEMPERATURA PROMEDIO (°C)

23
27.00

ÁREA DEFORESTADA (ha)


21
25.00 19
17
23.00
15
21.00
13

19.00 11
9
17.00
7
15.00 5
1973 - 1977 1978 - 1982 1983 - 1987 1988 - 1992 1993 - 1997 1998 - 2002 2003 - 2007 2008 - 2014

TIEMPO (PERIODO DE 5 AÑOS)

T°PROMEDIO ÁREA (ha) ACUMULADA

Figura 14. Área deforestada (ha * 100000) y temperatura promedio (°C) de la

provincia de San Martín por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

52
En la figura 15 se identificó que la relación entre la deforestación y la

temperatura promedio fue directamente proporcional indicando que a mayor

deforestación mayor temperatura promedio; así mismo se observó que el grado de

asociación fue significativo con un valor de 66,28%.

28.00
TEMPERATURA PROMEDIO (°C)

27.50

27.00

26.50

26.00
y = 8E-07x + 25.846
R² = 0.6628
25.50
1000000 1200000 1400000 1600000 1800000 2000000
ÁREA DEFORESTADA (ha)

Figura 15. Regresión lineal y Correlación entre Área deforestada (ha) y


temperatura promedio (°C) de la provincia de San Martín por
periodos de 5 años de 1973 al 2014.

La humedad relativa para el periodo de estudio fue descendiendo, mientras

que la deforestación se incrementaba tabla 9 y figura 16. También se observó que

la humedad relativa y la deforestación presentaron una relación inversamente

proporcional, es decir a mayor deforestación, menor humedad relativa. Así mismo

se apreció que el grado de asociación fue significativo con un valor de 68,71%

(Figura 17).

53
Tabla 9. Área deforestada (ha * 10000) y humedad relativa (%) de la provincia de

San Martín por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

ÁREA ACUMULADA HUMEDAD


AÑO
(ha * 10000) RELATIVA (%)

1973 - 1977 101,3697 82,37

1978 - 1982 117,1865 75,01

1983 - 1987 133,0033 73,69

1988 - 1992 148,8201 78,05

1993 - 1997 164,6369 75,85

1998 - 2002 180,4537 76,71

2003 - 2007 196,2704 74,46

2003 – 2014 191,3595 78,81

90 250

ÁREA DEFORESTADA (ha)* 10000


HUMEDAD RELATIVA (%)

85 230
210
80
190
75 170
70 150
65 130
110
60
90
55 70
50 50
1973 - 1977 1978 - 1982 1983 - 1987 1988 - 1992 1993 - 1997 1998 - 2002 2003 - 2007 2008 - 2014

TIEMPO (PERIODO DE 5 AÑOS)

HUMEDAD RELATIVA (%) ÁREA (ha) ACUMULADA

Figura 16. Área deforestada (ha * 10000) y Humedad relativa (%) de la provincia

de San Martín por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

54
83
82 y = -2E-06x + 80.536
HUMEDAD RELATIVA (%)
R² = 0.6871
81
80
79
78
77
76
75
74
73
1000000 1200000 1400000 1600000 1800000 2000000
ÁREA DEFORESTADA (ha)

Figura 17. Regresión lineal y Correlación entre Área deforestada (ha) y Humedad

relativa (%) de la provincia de San Martín por periodos de 5 años de 1973

al 2014.

En la comparación de entre el área deforestada y la precipitación, se pudo

identificar que a mayor área deforestada, la precipitación desciende. En la tabla 10

y figura 18 se apreció que la deforestación presentó una oscilación entre 1013,697

* 103 ha a 1962,704 * 103 ha y la precipitación tuvo un rango entre 1172,20 a 614,18

mm; presentando la precipitación unos incremento máximos en los periodos de

1993 – 1997 (723,51 mm) y 2008 – 2014 (1030,40 mm).

También se observó que la precipitación y la deforestación presentaron una

relación inversamente proporcional, es decir a mayor deforestación, menor

precipitación. Así mismo se apreció que el grado de asociación fue significativo

con un valor de 63,39% (Figura 19).

55
Tabla 10. Área deforestada (ha * 1000) y Precipitación (mm) de la provincia de

San Martín por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

ÁREA ACUMULADA PRECIPITACIÓN


AÑO
(ha * 1000) (mm)

1973 - 1977 1013,697 1172,20

1978 - 1982 1171,865 863,46

1983 - 1987 1330,033 654,01

1988 - 1992 1488,201 635,92

1993 - 1997 1646,369 723,51

1998 - 2002 1804,537 614,18

2003 - 2007 1962,704 896,98

2003 – 2014 1913,595 1030,40

1400.000 2500.000

ÁREA DEFORESTADA (ha) * 1000


2300.000
1200.000
PRECIPITACIÓN (%)

2100.000
1000.000 1900.000
800.000 1700.000
1500.000
600.000 1300.000
400.000 1100.000
900.000
200.000
700.000
0.000 500.000
1973 - 1977 1978 - 1982 1983 - 1987 1988 - 1992 1993 - 1997 1998 - 2002 2003 - 2007 2008 - 2014

TIEMPO (PERIODO DE 5 AÑOS)

PRECIPITACIÓN (mm) ÁREA (ha) ACUMULADA

Figura 18. Área deforestada (ha * 1000) y Precipitación (mm) de la provincia de

San Martín por periodos de 5 años de 1973 al 2014.

56
1300.000

1200.000 y = -0.0003x + 1215.9


R² = 0.6339
PRECIPITACIÓN (mm)

1100.000

1000.000

900.000

800.000

700.000

600.000
1000000 1200000 1400000 1600000 1800000 2000000
ÁREA DEFORESTADA (ha)

Figura 19. Regresión lineal y Correlación entre Área deforestada (ha) y

Precipitación (mm) de la provincia de San Martín por periodos de 5 años

de 1973 al 2014.

57
IV. DISCUSIÓN

Marengo et al. (2004) señalan que lo numerosos recursos forestales, tanto

maderables como no maderables, pueden ser aprovechados sosteniblemente en el

bosque amazónico y los lagos y pantanos asociados, sin alterar la estructura y

conservando las funciones esenciales de los ecosistemas. Esto concuerda con lo

encontrado en la investigación, donde se identificó que en la Región San Martín; se

encuentran cinco estratos, siendo los principales bosques húmedos amazónicos y

húmedos andinos.

La zonas forestales existente en la provincia de San Martín son parte de un

ecosistema frágil y se considera como refugio de vida silvestre por lo que merece

protección y conservación y hace prioritario que se implementen proyectos de

forestación, reforestación y revegetación con especies nativas y exóticas, tanto

arbóreas como arbustivas y herbáceas recomendadas en los perfiles de proyectos de

repoblación y que nos ayudarán a mejorar el suelo, el paisaje, la cobertura vegetal

y con estas actividades se lograría recuperar la áreas utilizadas para rellenos

sanitarios, para luego ser utilizadas por la comunidad para fines propuestos en los

objetivos de la investigación como son: zonas de protección, preservación,

explotación y manejo adecuado de ecosistemas y formaciones vegetales lo que

permitirá la adecuada conservación de la biodiversidad existente.

Marengo et al., también mencionan que en los proyectos del IIAP y otras

organizaciones, como los Proyectos Nanay, BIODAMAZ y el Proyecto de Apoyo

al PROCREL (GOREL, IIAP, NCI, Moore F.) han demostrado que las poblaciones

58
locales pueden incrementar de forma substancial sus ingresos aprovechando el

bosque sin destruirlo, con manejo recursos. Hay miles de potenciales fuentes de

ingreso en los recursos de nuestra flora silvestres, que sólo esperan algo de apoyo

para ser puestas en marcha, evitando la deforestación. Esto no coincide con lo

identificado en la investigación, donde se encontró que los agentes de la

deforestación fueron los programas agroindustriales, agrícolas, ganaderos y

concesiones forestales.

En la investigación se concretó que la ocupación humana en la región San

Martín acelera la deforestación en la zona y produce una perdidas culturales,

sociales, económicos, y ambientales esto es reafirmado por lo expuesto por la

Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER) (2005) quien indica que la

deforestación es un proceso que a nivel mundial, están produciendo una serie de

cambios en los que se involucran aspectos importantes que afectan la vida de las

naciones como los culturales, sociales, políticos, económicos, y ambientales, pero

sobre todo en el agotamiento de los recursos naturales.

La zonas forestales juega un papel muy importante en el estado armónico

de los ecosistemas, pues forma el nicho ecológico que sostiene otras formas de vida

además de brindar servicios ambientales en la limpieza de la atmósfera, el

suministro y regulación del ciclo del agua, en la conservación del suelo (Martino,

2007), así como en el importante equilibrio climático global (Organización de las

Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 2006). La

importancia de las zonas forestales radica en que contienen la mayor diversidad

genética y biológica de todas las comunidades terrestres, y sólo se asemejan en

59
biodiversidad a los arrecifes de coral (Montenegro et al., 2006); estas investigación

permite afirmar lo encontrado en el estudio, donde se presentó que en San Martín

se encontraron cinco estratos de bosques con grandes recursos madereros y ricos en

biodiversidad; que así como contribuir en el equilibrio regional y nacional.

Las causas de la deforestación son muy variadas y se pueden indicar de la

siguiente manera: por cambio de uso del suelo para agricultura, fruticultura,

ganadería, asentamientos humanos, construcción y funcionamiento de vías de

comunicación (principalmente carreteras); en la construcción de presas, explotación

del subsuelo, turismo; aprovechamientos inadecuados de los recursos forestales,

sobreexplotación selectiva de pocas especies, desconocimiento de tecnologías para

el aprovechamiento de maderas principalmente duras tropicales, aplicación de

políticas inadecuadas en los planes de desarrollo forestal, falta de aplicación de

técnicas silvícolas adecuadas a las diferentes regiones del trópico; y por otros

factores como fenómenos meteorológicos (principalmente huracanes y ciclones),

incendios, plagas, enfermedades (Instituto de Investigación de la Amazonía

Peruana – IIAP, 2002); esto coincide con lo encontrado en la investigación donde

los principales agentes de la deforestación son la agricultura, ganadería,

agroindustria y concesiones forestales; así mismo con se identificó la relación con

la deforestación y los parámetros meteorológicos.

Se ha observado con alarma una notable reducción en la superficie de las

zonas forestales a nivel mundial, de tal manera que están desapareciendo a una tasa

de cientos de miles de hectáreas cada año de acuerdo Sánchez y Rebollar (1999),

concordando con los observado en la investigación donde la deforestación tiene una

60
tasa de crecimiento del 8 mil ha/año. En la década de los 70, los bosques tropicales

y andinos se habían reducido en una quinta parte de su superficie total, y el ritmo

se aceleró en la década de los 80’s, de tal manera que para la década del 90 y

principios del 2000 se perdieron anualmente por lo menos 7 millones de hectáreas

(Louman y Stanley, 2002). En recientes reportes se muestra que esta tasa de

deforestación anual se ha mantenido, incluso incrementado y encabezan la lista de

países afectados: Brasil, Indonesia, Colombia, México y Perú (Louman y Stanley,

2002). Esto coincide con lo identificado para San Martín, donde la superficie

forestal cayó 26,86% de la superficie del territorio para el 2007 debido a la

deforestación; esto disminuye para el 2014 donde la deforestación fue del 22%

aproximadamente, presentando un valor de 1 890 023 ha acumuladas, debido a los

programas de recuperación de zonas forestales.

En la investigación se identificó que en la provincia de San Martín desde

1973 existe una mala planeación en el aprovechamiento de los recursos forestales,

esto se mantiene hasta 2007, debido principalmente a las políticas sexenales

inapropiadas que han establecido el cambio de uso del suelo, así como leyes y

reglamentos restrictivos con vedas totales o parciales, legislaciones que también

han propiciado la tendencia a segregar a la población de la naturaleza, lo que impide

o dificulta el adecuado aprovechamiento y conservación de los recursos naturales.

Por otra parte se dio lugar a la ampliación de la frontera agrícola aplicada en forma

intensiva, lo que propició la destrucción del recurso forestal al subsidiar en forma

masiva el cambio de uso del suelo a la aplicación de programas de tipo

agropecuario. Otro aspecto importante fueron las concesiones de explotación

61
forestal a grandes empresas, las cuales hicieron una sobreexplotación selectiva de

especies y excluyeron de la participación en este negocio a los sectores campesinos,

lo que causó un deterioro en el aspecto social y económico, ya que las ganancias no

se reflejaron ni en los poseedores del recurso, ni en la vegetación; esta información

es corroborada por el Instituto de Investigación de la Amazonía Peruana - IIAP

(2014) quien señala los problemas forestales y sus agentes que lo ocasionan.

Así mismo en este estudio se determinó que esta situación se está

corrigiendo, en el periodo 2008 – 2014 se han constituido las BPP que ha permitido

corregir (si se considera la vocación de los suelos) en los programas agrícolas,

ganaderos de producción maderera, ya que estas actividades son destructivas, si se

vuelven intensivas, por lo que se deben elaborar adecuados programas

agropecuarios en estas áreas, así como mencionan Argüelles & Gonzales (2007),

donde señalan que al aplicar la teoría que han manejado las Direcciones Técnicas

de las Sociedades Civiles Forestales de Quintana Roo en México, respecto a la

necesidad de conocer la dinámica de crecimiento de las selvas e imitar el modelo

dado por la naturaleza en todos los procesos silvícolas seguidos para su

aprovechamiento y conservación que fundamenten planes de manejo basados en el

rendimiento sostenido de las selvas; tomando en cuenta los aspectos sociales,

económicos y culturales de la población involucrada en el uso del recurso.

El IIAP (2014) menciona que en el periodo 2000 al 2013, la población de

mundial ha sido testigo de algunos fenómenos que vinculan con el cambio

climático, como el cambio en la fenología de algunas plantas, que han florecido y

fructificado en épocas del año diferentes a las habituales. También los cambios en

62
las temperaturas y humedad; ha tenido algunos comportamientos extraños,

incluyendo la precipitación de los diferentes meses en el periodo de 1970 al 2014,

algo que causó mucha preocupación en todo los países. Por otro lado, se ha podido

observar la ocurrencia de sequías y periodos de lluvias en temporadas diferentes a

las habituales, incluyendo la gran sequía del 2000 que asoló a toda la Amazonía,

fenómenos que produjeron a su vez cambios en los regímenes fluviales de muchos

ríos amazónicos (Ministerio del ambiente - MINAM, 2010c); afirmado lo

encontrado en la investigación, donde la deforestación tiene una relación directa

con la temperatura e inversa con la humedad y precipitación.

En la Región San Martín, caracterizada como selva alta, la interrelación

entre la deforestación y el cambio climático se expresa en la variabilidad climática

y consecuentemente la pérdida de hábitat y biodiversidad, que ya está generando

impactos importantes en la vida y la economía local por efecto de las inundaciones

de áreas de cultivo ubicadas en las zonas ribereñas, deslizamientos y afectación de

la infraestructura vial y a la agrobiodiversidad local (IIAP, 2014). El MINAM

(2010c), en algunos centros poblados la gente reporta un incremento de la

temperatura, como es el caso de la Provincia de San Martín; así en la última década

(2000 – 2010) se habría incrementado un promedio en dos grados centígrados; en

otras provincias, como Pucallpa, se hacen visibles a los incendios no controlados

en parcelas de agricultores y a la presencia de humo en la misma ciudad. En Madre

de Dios, los incendios de pacales en épocas de sequías, como la registrada en el

2005, complementan estas anomalías sobre el clima; reafirmando lo encontrando

63
en la investigación donde la temperatura aumenta en promedio de 1 a 3°C, al igual

que la deforestación; guardando una relación directa.

El Centro Internacional para La Investigación del Fenómeno de El Niño –

CIIFEN (2014) menciona que las entrevistas realizadas a algunos campesinos

afirman que para ellos el sol está brillando con más fuerza en los últimos años, y

aunque en los últimos dos o tres años ha llovido con mucha intensidad, cuando sale

el sol lo hace con tal fuerza que daña algunas de las plantas de sus cultivos. Otra de

las percepciones es que la falta de zonas forestales influencia directamente sobre

las cosechas de los cultivos tradicionales, los cuales han disminuido

significativamente.

La deforestación al tener una relación directa con la temperatura, se indica

que afecta también en forma directa la variación en la época de cosecha de muchos

frutales silvestres: antes la temporada estaba vinculada claramente con el inicio de

la temporada de lluvias, entre noviembre-diciembre y abril-mayo. Hoy, con

frecuencia se observa a plantas, tanto cultivadas como silvestres, que florecen y

fructifican en diferentes épocas del año y en menor cantidad que cuando lo hacían

en su temporada habitual (IIAP, 2014).

El MINAM (2010c) señala a la deforestación como uno de los factores clave

que generan cambio climático en la Amazonía. Así mismo, sabe que la Amazonía

es el único ecosistema en el Planeta capaz de regular su propio clima. La razón está

en el bosque amazónico; alrededor de la mitad de la lluvia que cae en la Amazonía

es producida por el mismo bosque, por condensación del vapor de agua de la

evapotranspiración. Otro 25% de lluvia no se condensaría si no existiese el colchón

64
térmico del bosque en la superficie terrestre, que mantiene una temperatura inferior

en varios grados a la del dosel, y una humedad mucho más alta. Los científicos

calculan que si más de un 40-50% del bosque amazónico fuese talado o alterado

podría colapsar el ecosistema Amazónico tal como lo conocemos hoy, y convertirse

en una sábana, un paisaje dominado por hierbas y arbustos (Rocha, 2008).

La Amazonía se convirtiese en sabana, la mayor parte del carbono

almacenado en su vegetación actual y en sus pantanos sería liberada a la atmósfera,

lo que incrementaría entre 1 y 2 grados la temperatura del Planeta, agudizando los

efectos del cambio climático. Un estudio reciente en la Amazonía brasileña

demostró que las lluvias decrecieron en un 15,7% en zonas donde el bosque había

sido sustituido por biocombustibles o soya (Moutinho & Schwartzman 2005). De

ahí la importancia estratégica de esta investigación donde se indica la necesidad de

conservar el bosque amazónico, no sólo por su importancia como regulador del

clima mundial, sino por valor como reserva genética y de recursos importantes para

la economía de las comunidades locales.

65
V. PROPUESTA

El proceso de mejora y la función de los recursos forestales en un escenario

de cambio climático

La función de los recursos forestales respecto al cambio climático ha

seguido un proceso de evolución, que va desde considerarlos en los primeros años

sólo como simples herramientas para la captación y fijación de carbono (promoción

de las actividades de reforestación), para luego ser valorados de una manera más

integral, identificando entonces procesos más complejos que no sólo se centran en

la cantidad de carbono que pueden captar o fijar, sino también en la importancia de

su conservación o mantenimiento en pie, es decir, que éstos no sean afectados.

Asimismo, se ha ampliado nuestra perspectiva y comenzamos a internalizar que los

bosques entonces no sólo tienen importancia para la mitigación, sino también para

la adaptación al cambio climático.

Bajo esa perspectiva, no ha sido ajeno a estas discusiones y a lo largo de

estos del periodo de 1973 - 2007 ha venido implementado una serie de políticas

implícitas o explícitas que han servido para impulsar y potenciar el valor de nuestros

recursos forestales. Sin embargo, la conjunción del potencial de recursos primarios

que posee nuestro territorio (minería, hidrocarburos, gas natural), así como la

estabilidad social y económica que nos ha caracterizado en los últimos 10 años, ha

generado que la explotación de nuestros recursos naturales (renovables y no

renovables) incremente su atractivo para los inversionistas.

66
Tenemos entonces que a lo largo de estos últimos doce años nuestros

recursos forestales se han visto afectados por una serie de procesos que no sólo

implican cambios o modificaciones en la política forestal o ambiental del país, sino

que debido a las políticas de desarrollo y explotación de recursos naturales, se han

creado situaciones jurídicas que vienen afectando la gestión y aprovechamiento

sostenible de los bosques, ya sea por la decisión política de implementar mejores

vías de comunicación con la Amazonía, incrementar la oferta energética, cambio

de uso de la tierra y hasta el incremento de amenazas como la deforestación por

actividades ilícitas.

• Los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre.


• Los recursos forestales y de fauna silvestre mantenidos en su fuente.
• La diversidad biológica forestal y de fauna silvestre, incluyendo sus recursos
genéticos asociados.
• Los bosques plantados en tierras del Estado.
• Los servicios de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación
silvestre.
• Las tierras de capacidad de uso mayor forestal y tierras de capacidad de uso
Patrimonio forestal y mayor para protección, con bosques o sin ellos.
fauna (Art. 4°) • Los paisajes de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación
silvestre en tanto sean objeto de aprovechamiento económico.

• La administración, investigación, conservación, protección, monitoreo,


restauración, evaluación, manejo, aprovechamiento, poblamiento,
repoblamiento y mejoramiento del patrimonio forestal y de fauna silvestre de la
Nación.
• La forestación y reforestación.
• El manejo de la flora y fauna silvestre in situ y ex situ.
• Las actividades agroforestales y silvopastoriles en tierras de capacidad de uso
mayor forestal o de protección.
Actividades forestales y • Coadyuvar a la provisión de los servicios de los ecosistemas forestales y otros
de fauna silvestre sistemas de vegetación silvestre.
• El aprovechamiento económico no consuntivo de los paisajes de los
(Art.5°) ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre.

Figura 20. Patrimonio y actividades forestales y de fauna silvestre

67
Antecedentes (1973 – 2012)

Para entender el contexto del sector forestal peruano de los últimos cinco

años, hay que considerar como procesos claves el de reforma estatal generado a

partir de la suscripción del Acuerdo de Promoción Comercial con los Estados

Unidos, así como la construcción de una nueva propuesta de política y ley forestal

y de fauna silvestre, la cual finalmente fuera aprobada mediante Ley N° 29763.

a. El Acuerdo de Promoción Comercial y el sector forestal peruano.

b. El proceso de creación de una nueva política y ley forestal y de fauna

silvestre.

El Plan de Reforestación:

Una de las primeras acciones tomadas desde las políticas forestales en razón

al cambio climático fueron aquellas tendientes a promover las actividades de

reforestación, a fin de incrementar la cobertura forestal.

De acuerdo a las cifras oficiales del Ministerio del Ambiente (2010d), la tasa

de deforestación promedio entre 1990 – 2000, resultó ser 149,631.76 hectáreas por

año, las áreas deforestadas por la agricultura significan el 44,18% de la totalidad de

las hectáreas deforestadas a nivel nacional, lo que la sitúa como la primera causa de

la deforestación a nivel nacional. Con el objetivo de dar respuesta a esta realidad,

el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAG) (2006) aprobó mediante Resolución

Suprema N° 02-2006-AG, el Plan Nacional de Reforestación, una de las

68
herramientas de política que habían sido previstas dentro de la Ley N° 27308, Ley

forestal y de fauna silvestre promulgada en julio de 2000.

El Plan de Reforestación advierte de la existencia de 2,5 millones hectárea

en la selva (MINAG, 2010). Además hace hincapié en la falta de incentivos para la

reforestación en el país, el escaso aporte al producto bruto interno del sector

forestal, los bajos niveles de producción y exportación maderable proveniente de

plantaciones, entre otros. Marca una hoja de ruta en lo que respecta a la

planificación en el sector agricultura.

A. Objetivos

En este punto del análisis corresponde indicar objetivos estratégicos del plan

de reforestación que no han sido desarrollados a la fecha y que vienen

retrasando el desarrollo de las inversiones en materia de reforestación, así

tenemos entre otros:

i) La implementación de un catastro de tierras disponibles para

plantaciones forestales;

ii) Establecimiento de un programa de mejora tecnológica;

iii) Aplicación de una política de mecanismos e incentivos financieros;

iv) Instrumentar mecanismos de pagos por servicios ambientales

provenientes de plantaciones, entre otros. En consecuencia, existen

pendientes aún una serie de iniciativas plasmadas en el plan nacional de

reforestación, que no han venido siendo desarrolladas por los diversos

sectores, en especial del sector agricultura, por lo que resulta necesario

69
incorporarlas dentro del debate y la agenda nacional a fin de impulsar

las inversiones sostenibles en materia de forestación y reforestación.

v) Establecer un programa de reforestación con plantas nativas en la parte

deforestada de la provincia de San Martín.

vi) Desarrollar capacitaciones sobre temas tales como reforestación,

protección de los recursos naturales, importancia del agua y su relación

con el bosque natural y los pobladores de la zona.

B. Descripción del proyecto

Tomando como base el Proyecto de reforestación de la Confederación de

Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP) (2012); este proyecto

pretenderá contemplar la construcción de 6 viveros volantes con capacidad

instalada para 10 000 plantones forestales y agroforestales c/uno dando un total

de producción de 60 000 plantones anuales listos para campo en épocas de

invierno. El restante 40 000 plantones anuales serán comprados a las

instituciones municipales y viveros comunitarios para impulsar la reforestación

en la Selva central ya sea con diferentes fines; caso nuestro: conservación y

protección del suelo y las microcuencas.

El proyecto tendrá una duración de tres años calendario, donde se aprovechará

los tres periodos de invierno (para la reforestación). Quiere decir que se

realizaran al término del proyecto: 180 000 plantones forestales y

agroforestales y se contribuyó a la actividad con la compra de 120 000

plantones para impulsar el negocio forestal en las comunidades nativas de la

provincia (CONAP, 2012).

70
Se beneficiarán con el proyecto un aproximado de 300 familias de la provincia

de San Martín. El área a reforestar es aproximadamente 450 has. Siendo las

áreas ribereñas, erosionadas, desgastadas, taladas, abandonadas fueron

utilizadas para el proyecto.

El proyecto utilizará a las siguientes especies forestales:

- Protección ribereña: Bobinsana, Cetico, Lupuna, Nogal, Cedro de

altura, Bambú,Buchilla

- Separación de linderos: Bolaina blanca, Capirona.

- Sombra café y cacao: Tornillo, Moena, Palo peruano, pino Chuncho,

Roble Alcanfor, Huayruro.

- Especie a introducir: Shihuahuaco, Cedro Rosado, Pino y Eucalipto.

La reforestación con especies nativas y utilización de plantas perennes

agroforestales como el cacao y café necesitaron de una asistencia técnica. El

proyecto contemplará dentro de sus actividades la asistencia técnica en

construcción de viveros y en todas las labores que involucra. La puesta en

campo de las plantas también tendrá una asistencia técnica permanente por

parte del staff. Se realizarán además pasantías a viveros grandes de la zona

(CONAP, 2012).

El CONAP (2012) indica que la educación ambiental a través de talleres de

concientización involucró aún más a la población directamente beneficiada del

proyecto. Se buscó crear lazos de unión entre los anexos y caseríos para el

trabajo en equipo. Nuestra experiencia en campo nos ha servido para identificar

71
las debilidades del agricultor y nativo de estas zonas en particular. En la

perspectiva de informar, orientar, sensibilizar y comprometer a las autoridades

locales y la población objetiva se empleará una estrategia de comunicación

efectiva a través de la utilización de los medios de comunicación radial y

televisivo local, mediante la difusión de microprogramas alusivas a los

objetivos del proyecto.

C. Área del proyecto

El proyecto se realizará en la provincia de San Martín y comprenderá un área

de 450 ha. Este proyecto contribuirá directamente a:

• Conservar y mantener en estado óptimo las zonas forestales y cursos de

agua, impulsando actividades de protección del bosque natural.

• Mejoramiento del paisaje.

• Captación de agua de lluvia.

• Mayor control de la erosión de los suelos.

D. Actividades

Se presentará las siguientes:

• Acondicionamiento de Plantones Nativos: a partir del estudio realizado

en el bosque natural se han identificado especies de flora nativa, las cual

les se trasladaron al vivero del proyecto donde se acondicionaron. Para su

posterior plantación.

• Marcación: el sistema de plantación es tresbolillo con distanciamiento de

3 por 3, para ello se utilizó un triángulo equilátero de madera con distancias

72
en los lados de 3 m. En el área seleccionada se traza desde la base del

terreno, hacia un lado y hacia arriba.

• Apertura de hoyos: se utilizó el sistema de bancal profundo para realizar

esta actividad, los hoyos tuvieron la siguiente dimensión: 0,40 x 0,40 x

0,40 m. El personal debió de sacar la capa de tierra de los primeros 20 cm.

para colocarlo en un costado del hoyo, luego los siguientes 20 cm. se

colocaron en el otro lado del hoyo, de tal manera que al momento de

realizar la plantación se inviertan.

• Transporte de plantones: los plantones fueron transportados en una

camioneta desde el vivero ubicado en la zona hasta el lugar de la plantación

y luego el traslado por parte del personal hasta cada uno de los hoyos.

• Llenado de hoyos y plantación: este proceso contempla las siguientes

acciones:

- Llenado del hoyo hasta 20 cm. aproximadamente, para este

proceso debió colocarse la primera capa de tierra que

inicialmente se retiró

- Extracción de la bolsa de cada plantón y colocado de las plantas

con todo pan de tierra en el hoyo.

- Llenado del hoyo con la segunda capa de tierra que se retiró

inicialmente.

- Apisonar la tierra para no dejar espacios con aire.

73
E. Beneficios

• Ambientales

- Se evitará la pérdida del suelo en las zonas sensibles a la erosión

y asegurar un mejor sistema hídrico, aumentando la

disponibilidad del agua para las poblaciones locales.

- Los suelos ubicados en pendientes serán protegidos de los

efectos de la erosión.

- Las plantaciones forestales disminuirán el efecto de las sequías.

- Protección y recuperación de la biodiversidad debido al uso de

especies nativas.

• Socio-Económicos

- Ingresos económicos por la venta de productos maderables.

- Ingresos económicos por la venta de captura de carbono.

- Generación de empleo, al requerir mano de obra local para las

actividades de implementación del proyecto, así como en la

cosecha de los productos (semillas, hongos, micorriza).

- La calidad de vida mejorará a largo plazo debido a la mejora de

los ingresos per – cápita, reduciéndose la situación de pobreza

entre los pobladores locales.

- Se reducirá la tasa de migración local.

74
Tabla 11. Cronograma de reforestación.

AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4

75
VI. CONCLUSIONES

 En el diagnóstico, se identificó que la Región San Martín presentó cinco

estratos, siendo los principales los bosques húmedos amazónicos y bosques

húmedos andinos. Así mismo se identificó que los agentes de deforestación

en la región fueron agricultores (no industriales), ganaderos, agroindustria

y las concesiones Forestales Maderables.

 En cuanto a deforestación acumulada en la Provincia de San Martín se

observó que en el periodo 1973 – 1977 fue de 1 013 697 ha, aumentando

para el periodo 2008 – 2014 con un valor de 1 913 595 ha.

 Se identificó que la relación entre la deforestación y la temperatura

promedio fue directamente proporcional indicando que a mayor

deforestación mayor temperatura promedio; con grado de asociación igual

a 62,80%. Mientras que la humedad relativa y la deforestación presentaron

una relación inversamente proporcional, es decir a mayor deforestación,

menor humedad relativa; con un grado de asociación de 68,71%. De igual

manera se apreció para la precipitación y la deforestación; con grado de

asociación significativo y un valor de 63,39%.

 En la región San Martín como medida de conservación forestal se ha

implementado a partir del 2008 los Bosques de Producción Permanente, son

resultado de la “Ley Forestal y de Fauna Silvestre” del año 2000 (Ley No

27308) y su reglamentación (Decreto Supremo no 14-2001-AG).

76
 La deforestación produce un círculo vicioso; contribuye a

incrementar el cambio climático, lo cual afecta a los bosques

por el aumento de la temperatura y el cambio en los patrones

e intensidad de las lluvias. En este estudio se mostró que un

incrementó de tan sólo 2°C en la temperatura promedio y una

disminución de 10 % en las precipitaciones afectó

gravemente a la vegetación del clima cálido de la Región San

Martín, modificando drásticamente su distribución.

77
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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