You are on page 1of 8

RESUMEN DE CAPÍTULOS

GERSON ANADONI GUDIEL LÓPEZ


290-12-20125

CAPÍTULO 8 EUROPA
Al ser un mercado único de 28 países, la UE es una potencia comercial de primer
orden. La política económica de la UE quiere mantener el crecimiento invirtiendo
en transporte, energía e investigación, a la vez que intenta reducir al mínimo la
repercusión del desarrollo económico en el medio ambiente
Una Unión Europea que, según el Preámbulo de la Constitución, se inspira en la
herencia cultural, religiosa y humanista de Europa, a Partir de la cual se han
desarrollado los valores universales de los derechos inviolables e inalienables de la
persona humana, la democracia, la igualdad, la libertad y el Estado de Derecho.
Un largo camino que, en la actualidad, ha perdido en cierta manera la base de sus
principios, siendo lo económico y lo político lo que mueve, en lo fundamental, sus
actuaciones; sobre todo desde que se puso en marcha la Unión Económica y
Monetaria que dio origen en 2002 a la moneda única, el euro, siguiendo lo
establecido en 1992 por el Tratado de Maastricht.
La economía de la UE, medida en términos de producción de bienes y servicios
(PIB), está por delante de la de Estados Unidos. PIB de la UE en 2015: 14.600 mil
millones de euros

CAPITULO 9 ASIA
Un grupo de países que, en lo económico, parecen constituir el soporte del
crecimiento mundial, presente y futuro De manera que Japón vivió 30 años de
crecimiento económico explosivo, situándose como una potencia económica e
industrial frente a Estados Unidos. El segundo efecto, fue el desarrollo imparable de
las economías asiáticas en su conjunto. Las del sudeste asiático, Filipinas,
Indonesia, Malasia, Singapur,
Tailandia y Vietnam. Luego China, con los países del mar de China,
Corea del Sur y Taiwán. Y, en tercer lugar, la India; formando también parte del
Sudeste Asiático pero por sus características singularmente únicas. Dragones y
tigres.
En realidad, Asia Central ha tenido desde hace siglos un papel geopolítico
primordial. Hacia el final del siglo xix esta área (formando parte del imperio ruso) era
el mayor productor de petróleo del mundo, y durante la Segunda Guerra Mundial el
área y, especialmente, los pozos de Bakú, fueron objetivo alemán como parte de la
campaña militar contra Rusia.
CAPÍTULO 10 LAS OTRAS REGIONES

Esta zona, durante siglos, perteneció en su mayoría al Imperio otomano que, a su


caída, abrió un nuevo mundo, cuyas gentes pasaron de vivir inmersas en un imperio
a desarrollar naciones estado. La mayoría de ellas de religión islámica. Si bien, con
grandes diferencias en su organización política y económica, y la mayor parte sin
demostrar ambiciones de expansión geopolítica salvo, quizás, Irán. Una zona toda
ella en difíciles equilibrios económicos, estratégicos y políticos ad-intra que tienen,
en lo geoeconómico, unos efectos determinantes ad-extra. De manera que esta
región se imbrica económicamente y en algún caso también culturalmente– en
Occidente, a la vez que mantiene sus peculiaridades políticas, religiosas y sociales
propias del Oriente.
En lo energético, dos tercios, prácticamente, de las reservas probadas de petróleo
y casi la mitad de las de gas residen en los países del Golfo.
De manera que los problemas de orden político que allí se dan se traducen en
incrementos de precios que, inmediatamente, se convierten en problemas
económicos globales. Así sucedió, por ejemplo, en tres situaciones: en la crisis
económica nacida de la guerra de Yom Kipur en 1973; con la revolución iraní de
1979; o con la invasión de Kuwait por parte de Irak en 1990. Un hecho que viene a
reforzar lo referido anteriormente.
Es decir, que los problemas económicos globales derivados de las escaladas de los
precios del petróleo, suelen provenir de inestabilidades en Oriente Medio. Una fuerte
dependencia económica de Occidente con estos países, como se ha apuntado.2el
interior de los propios países productores. Lo que se ha venido en llamar la
enfermedad holandesa; según la cual estas economías son extremadamente ricas
en capital y muy deficientes en lo referente al factor trabajo. A la vez que las élites
dirigen de manera autocrática la política y la economía y el reparto de la riqueza
están muy desequilibrado.
CAPÍTULO 11 LAS CRISIS ECONÓMICAS

Un ciclo económico se estructura en dos fases: un período de recesión que conduce


a una depresión, y un renacer posterior que lleva de nuevo al repunte de la actividad
económica. En cada cambio se produce invariablemente una inflexión de la
tendencia anterior. Una suerte de sube y baja permanente.
Pero no sólo eso, el ciclo de Schumpeter incluye un esquema de tres ciclos que se
superponen unos con otros, y cuyas oscilaciones son irregulares en el tiempo y en
su intensidad de acuerdo con los diferentes comportamientos de los ciclos
económicos dados por Kondratiev, Juglar y Kitchin; es decir, una concatenación de
ciclos largos y cortos en el tiempo.
Un ciclo que, en lo fundamental, se comporta de la manera siguiente:
• Fase 1: Aumento de la demanda inmobiliaria: se incrementan los precios y
escasean las viviendas (alcanzando su madurez en un período de 3 a 5 años).
• Fase 2: Exceso de construcción, que se alcanza en el momento en que las ventas
se equilibran con el número de viviendas disponibles.
• Fase 3: Ajuste, que se realiza en el momento en que las ventas de viviendas
decrecen.
• Fase 4: Adquisición de nuevas viviendas, que se da en el momento en que las
ventas se mantienen aunque siga decreciendo el número de viviendas construidas.
La larga digresión anterior sobre lo que es la ciencia económica nos sirve de
necesario preámbulo al tema de este apartado: los sistemas financieros globales.
Ya que el funcionamiento de los mismos y las crisis financieras que, a veces, surgen,
no son ajenas al comportamiento de las personas –individualmente o en grupo–,
que son, al final, las que con sus decisiones afectan a la marcha económica en lo
pequeño o en lo global, en la microeconomía y en la macroeconomía. O dicho con
más contundencia: las crisis económicas son fruto de las decisiones de aquellos
que tienen la capacidad de influir determinantemente en las actividades
económicas. No son algo externo como pudieran ser los cambios atmosféricos o los
desastres naturales, sino que se imbrican en las decisiones –positivas o negativas–
de los seres humanos.
CAPÍTULO 12 LAS MATERIAS PRIMAS

Las fuentes de energía tienen diversas formas. Unas soportan procesos químicos,
como las procedentes del petróleo, gas natural, carbón, biomasa, bioetanol o pilas
de combustible; otras son mecánicas, que utilizan la fuerza del viento (energía
eólica), la caída libre del agua acumulada en presas o el movimiento de las mareas
(energía hidroeléctrica y energía de las olas, respectivamente); otro grupo usa la
radiación del sol (energía solar fotovoltaica o térmica, dependiendo de si se hace
mediante células electrónicas o por calentamiento de un gas mediante
concentradores); otras utilizan los procesos de fisión nuclear y sus posteriores
reacciones en cadena (energía nuclear); y un último grupo usa depósitos térmicos
naturales (energía geotérmica). Procesos energéticos que se utilizan para generar
electricidad o para otros usos, como mover todo tipo de vehículos, así como
disponer de sistemas de calefacción o refrigeración. Unos procesos que son
esenciales para la vida tal como la entendemos actualmente.
Cuando se utilizan recursos naturales, se trata de energía primaria; siendo las
energías secundarias aquellas que se obtienen transformando la energía primaria,
como puede ser la electricidad: una fuente energética vital para el sostenimiento de
la civilización actual. Energías primarias serán, por tanto, aquellas que nacen de
procesos realizados con carbón, petróleo, gas natural, uranio, viento, sol o sistemas
hidráulicos; y secundarias las que resultan de la utilización de la electricidad o de
los productos derivados del petróleo, por ejemplo. En ambos casos
energías primarias o secundarias, serán renovables si son inagotables , como el
sol o el viento; y no renovables, cuando sus fuentes sean limitadas, como son los
combustibles fósiles (petróleo, gas natural), el carbón o el uranio, cuya existencia
tarde o temprano llegará a su fin.
Adicionalmente, se consideran energías limpias las «no contaminantes como
pueden ser las energías renovables, y el resto entra en el capítulo de las energías
contaminantes, abocadas a ser controladas en su difusión y uso, o incluso a
desaparecer (por ejemplo, la energía nuclear que, según lo previsto, desaparecerá
en Alemania en 2020).
De todas las materias primas energéticas, el petróleo es la de mayor utilización. El
siglo xx fue el siglo del petróleo, y todo apunta a que seguirá manteniendo su
predominio como fuente energética principal durante este siglo. Se trata del
elemento vital de cualquier industria. Además, tiene una elevada capacidad
energética y es muy manipulable, fácil de usar, y fuente de un gran número de otros
elementos energéticos o capaces de ser transformado en multiplicidad de
materiales plásticos
CAPÍTULO 13 PETRÓLEO Y GAS

Durante los años 1950 el precio pagado por cada barril de petróleo se distribuía a
razón de 70% para las compañías petroleras y 30% para los Estados productores.
Una situación de enorme desequilibrio, que enriqueció mucho a las petroleras y los
bancos pero que poco a poco se fue desmantelando. Así, durante la década
siguiente, el esquema pasó a ser un 50% para cada uno de los interesados:
empresas y países. Después del golpe de Estado en Libia, en 1971, se invirtieron
los términos, pasando a ser el 70% para los Estados productores y 30% para las
empresas. Y, un año más tarde, se establecía el esquema que aún pervive:
95% para los Estados y 5% para las petroleras. La OPEP, creada en 1960 en Viena
–a iniciativa del ministro venezolano de Energía y Minas, Juan
Carlos Pérez Alfonzo– por Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela, empezaba
a cambiar las reglas que habían existido durante décadas.
En octubre de 1973 se produjo por parte de la OPEP el embargo del petróleo a
Estados Unidos y otras naciones occidentales como respuesta al apoyo dado a
Israel durante la guerra de Yom Kippur. Una congelación de suministro que duró
hasta marzo de 1974 y que multiplicó los precios del barril casi por tres. Situación
que llevó a los países occidentales a crear reservas estratégicas de petróleo,
controladas por los Gobiernos. Respecto de los precios, la escalada fue imparable
en esa década: en Estados
Unidos, el barril de petróleo subió de 3,35 dólares en enero de 1970 a
32,50 dólares a finales de los años setenta. Con momentos muy dramáticos como
el 1 de enero de 1974 en que la OPEP los incrementó de 4,31 dólares a 10,11
dólares. Una situación que produjo en los países compradores y, muy
especialmente, en Estados Unidos fuerte incremento de la inflación y desempleo.
Una crisis ya comentada páginas atrás.
Desde entonces, en la defensa de sus intereses (o ataque), los países productores
han utilizado el precio o la cantidad de suministro, se ha utilizado con asiduidad; ya
fuera para mantener un nivel de precios conveniente en el mercado o para subir las
condiciones de los contratos.
Y esto, no sólo con el petróleo, sino con el gas, como sucedió con Rusia al cortar el
suministro de gas a Ucrania y Moldavia en enero de 2006 –y posteriormente a
Georgia– durante las renegociaciones contractuales.
Sin embargo, el uso de la energía como arma de dominio político va más allá, dado
que no sólo las fuentes primarias, sino las secundarias están reguladas en sus
precios por todos los Gobiernos. La energía se constituye, así, como un poder: un
poder de enorme eficacia.
CAPÍTULO 14 AGUA Y MEDIO AMBIENTE

El agua es un elemento muy abundante en la naturaleza: ocupa el 98% de su


superficie. Sin embargo, sólo el 2% es agua dulce. Y únicamente el 0,02% es
utilizable para usos humanos. Aun así, esto da un volumen de casi 7.000 metros
cúbicos por persona y año.
Desgraciadamente, como en el caso del petróleo, el agua está desigualmente
repartida: más de 1.000 millones de personas no tienen acceso fácil a este elemento
vital. Y 2.500 millones no tienen ningún sistema de saneamiento.
El resultado son las infecciones y la enorme mortandad en muchos países por su
falta o por disponer de ella en malas condiciones.
Sigamos con las desigualdades1: Asia, que tiene un 61% de la población mundial,
sólo dispone de un 36% de agua utilizable; Europa, con el 12% de la población,
tiene el 8% de agua; América del Sur, que acoge al 6% de la humanidad, tiene el
26% de las reservas hídricas mundiales.
Alrededor de 1.700 millones de personas están por debajo del umbral de agua dulce
necesario determinado por las Naciones Unidas (1.000 metros cúbicos por persona
y año). La agricultura es el mayor consumidor de agua dulce: alrededor del 70% del
uso total. Algo que impacta seriamente en el precio de los alimentos: sin agua no
hay agricultura un informe de la ONU publicado por la UNESCO2, la demanda de
agua potable crece alrededor de los 64.000 millones de metros cúbicos anualmente.
Y de los 3.000 millones de nuevos seres humanos que se esperan en 2050, el 90%
de ellos se encontrarán en países poco desarrollados, sin suficiente acceso al agua
dulce, ni sistemas de potabilización ni de depuración de aguas residuales. A lo que
se unirá la circunstancia de que, años antes, en 2030, el 60% de la población
mundial vivirá en áreas urbanas, con las necesidades de inversión en nuevas
infraestructuras que ello traerá consigo, que en muchos casos no será factible por
la capacidad económica local.
El agua es indispensable para los procesos industriales, no sólo en el caso de la
generación de energía nuclear, sino en otras muchas aplicaciones.
A la vez que la energía es indispensable para todos los procesos de manipulación
con el agua.
CAPÍTULO 15 LIDERAZGO EN UN MUNDO COMPLEJO
En el contexto geoeconómico el liderazgo se concreta en desarrollar una visión
estratégica global, de lo que sucede en el complejo mundo multipolar y de lo que
puede sobrevenir. A partir de ahí, el líder ejercerá su liderazgo en el sentido que
mejor considere, y con los mecanismos de poder que tenga en su mano.
La estrategia, por su parte, es un proceso: un proceso, según el cual, los individuos
y las organizaciones buscan satisfacer sus objetivos haciendo las elecciones que
consideran apropiadas; siempre en un entorno incierto y con recursos limitados. Y
la estrategia tiene que desarrollarse ante lo inesperado. El mundo actual, el entorno
geoeconómico, presenta cambios bruscos e imprevistos. La crisis económica de
2007-2008 lo fue; como lo fueron los sucesos del norte de África, que estallaron en
Túnez y corrieron hacia Egipto y otros países. Y el liderazgo ha de asegurar el logro
de unos objetivos estratégicos en un entorno altamente complejo.
Ejercer el liderazgo, ante situaciones inesperadas, implica, por tanto, poner en
práctica una especial inteligencia emocional:
Un análisis certero y aplicable a muchos países desarrollados que, hoy, se enfrentan
con la «feroz» competencia de los nuevos países industrializados en unas
condiciones financieras muy complejas, debido a una crisis mal gestionada y peor
generada. Para la autora de la obra que comentamos, hacer el foco en estas
industrias era clave para solucionar los problemas
CAPÍTULO 16 LAS GUERRAS ECONÓMICAS
La guerra nos lleva a considerar actos de violencia. Sin embargo, cuando se
analizan las relaciones de poder –especialmente económico–, el dominio sobre un
mercado, sobre una tecnología o sobre un producto, se pueden ver prácticas, si no
violentas, sí con técnicas que se asemejan a la toma militar de una posición
determinada. De ahí el concepto guerra económica. Un término quizás inapropiado,
pero que representa bien la situación de enorme competencia entre Estados,
empresas, y otros agentes económicos en el contexto global. Obviamente, la
economía no ha sustituido a los conflictos armados.
A veces los ha impulsado. Sin embargo, sí hay algo de cierto en las consideraciones
de Luttwak: en lo global, las acciones militares se han reducido a áreas concretas
donde actúan fuerzas multinacionales, y muchas tensiones bilaterales o
multilaterales se han trasladado al mundo económico. Y es ahí donde se
desenvuelven las luchas de poder entre los Estados, y también entre las grandes
compañías transnacionales. Es en lo económico donde han surgido conceptos
como «campeones nacionales y donde se libran confrontaciones sin cuento por
lograr posiciones dominantes en el mercado. Una nueva manera de confrontación;
una soterrada guerra económica en la que no son ajenos los intereses estratégicos
de muchos Estados. Ya que, de alguna manera, el mundo ha girado en círculo, para
volver al poder del Estado como garante y protagonista del hecho económico. Una
circunstancia que la crisis financiera iniciada en 2007 en Estados Unidos y asentada
en 2008 en Occidente ha devuelto al mundo –en lo relativo al peso de los Estados
a los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
¿Cuáles son los ejes principales de estos conflictos geoeconómicos?
Algunos ya han sido explicados hasta aquí. Sobre todo los que provienen de los
riesgos que amenazan la estabilidad de la economía global.
Sin embargo, se pueden resumir en cinco grandes grupos los intereses estratégicos
de los Estados, que son el origen de las guerras de poder en el contexto global:
1. Las materias primas. Incluidos los combustibles fósiles y sus productos derivados,
2. La expansión comercial. Que se refiere a las luchas por ocupar mercados de
carácter global
3. Sistemas y tecnologías de poder global. Los más evidentes son los que otorgan
un poder disuasorio desde el dominio militar (hard power).
4. El dominio sobre las tierras explotables. La falta de alimentos en algunos lugares,
como Oriente Medio, Corea y la propia China
5. La guerra de divisas. Fundamentalmente, existen actualmente tres divisas
globales: dólar, euro y yen

You might also like