You are on page 1of 12

MICROFILTROS

1. INTRODUCCION.
La filtración mediante membranas sigue el principio de la separación de partículas basada en el
tamaño de los poros y en su distribución. Las membranas de microfiltración tienen tamaños de
poro que varían de 0,075 micrones a 3 micrones.
Según la membrana seleccionada, se podrán separar sólidos suspendidos de más de 0,45 micrones,
bacterias, quistes y muchos otros parásitos cuyo diámetro sea mayor que el del poro más grande
de la membrana. Las membranas de nanofiltración tienen tamaños de poro que varían de 0,005
micrones a 0,001 micrones y gracias a este pequeño diámetro del poro pueden remover moléculas
de alto peso molecular tales como ácidos húmicos y ciertas sales. Esto permite producir agua libre
de parásitos y sólidos sin tener que recurrir a productos químicos.

Las membranas están hechas de materiales como cerámica, polímeros y metales sinterizados.
Mientras que las cerámicas y los metales se usan generalmente en aplicaciones industriales, las
membranas poliméricas se están convirtiendo en una herramienta común para el tratamiento de
agua potable y aplicaciones municipales.
Las membranas requieren presión transmembránica para conducir el agua limpia a través de la
membrana, dejando detrás el concentrado que contienen las partículas y los sólidos separados. La
presión transmembránica requerida para operar las plantas con tecnología de membrana puede ser
inducida por presión o vacío.
De igual manera, existen diversas vías de filtración que comúnmente se encuentran en las
membranas: la filtración de extremo cerrado, donde el filtrado forma una torta a medida que el
filtro se obstruye; la filtración de flujo cruzado, donde el filtrado es removido de la membrana, lo
que evita la obstrucción rápida del filtro; y la ósmosis, donde se filtra el agua a través de una
membrana semipermeable. Este documento se centrará en membranas de filtración con flujo
cruzado.
2. TIPOS DE MEMBRANAS.

2.1. Membranas a presión.

Las primeras membranas comercialmente disponibles estaban diseñadas como láminas planas
enrolladas para formar membranas en espiral. Estas membranas no podían tolerar sólidos y
requerían altas presiones para operar. El elevado costo operativo de estas membranas dio lugar a
que fueran poco usadas para la microfiltración en aplicaciones municipales. Las membranas
enrolladas en espiral generalmente se usan en la nanofiltración y ósmosis inversa, y por lo general
se usan en la desalinización de agua salobre y agua de mar para la producción de agua potable.

Las membranas de fibra hueca se desarrollaron en la última década como un medio para abordar
las necesidades de la microfiltración con bajos costos de consumo energético. Ellas rápidamente
se convirtieron en el estándar de la industria y varias empresas empezaron a elaborar estas
membranas de gran superficie para aplicarlas al área de agua potable.

Existen dos tipos de membranas de fibra hueca operadas a presión:


 Membranas de adentro hacia afuera, en las que el afluente ingresa al interior del lumen de la
membrana y el agua limpia se obtiene al pasar del interior de la membrana al exterior.
 Membranas de afuera hacia adentro, en las que el afluente viene por fuera de la membrana y
el agua limpia se obtiene al pasar del exterior de la membrana al interior (lumen).

Todas las membranas de fibra hueca a presión están instaladas dentro de recipientes presurizados
que sirven para aplicar la presión necesaria para la transferencia adecuada del fluido. La presión
de operación típica de estas membranas es de 15 a 30 psi.
2.2. Membrana de fibra hueca operada al vacío – Membrana ZeeWeedä.

El proceso de tratamiento de agua potable basado en la membrana ZeeWeedä es un proceso


revolucionario que usa poca energía y consta de módulos de microfiltración con membranas de
fibra hueca de afuera hacia adentro que se sumergen en el agua de alimentación. Este microfiltro
tiene un tamaño de poro nominal de 0,085 micrones y un tamaño de poro absoluto de 0,2
micrones, lo cual asegura que no pasará al agua tratada ninguna partícula mayor a 0,2 micrones.
Las membranas operan bajo una succión pequeña creada dentro de las fibras huecas por una
bomba de filtración. El agua tratada pasa a través de la membrana, entra a las fibras huecas y es
bombeada para su distribución. Se introduce un flujo de aire en el fondo del módulo de la
membrana para crear una turbulencia que frota y limpia el exterior de las fibras de la membrana
y les permite funcionar a una tasa de flujo alta. Este aire también oxida el hierro y otros
compuestos orgánicos, con lo que se obtiene agua de mejor calidad que la suministrada por sólo
microfiltración

En la medida que se usa una membrana de fibra hueca de afuera hacia adentro, la planta no
necesita pretratamiento, aunque el agua de alimentación contenga arcillas y partículas finas. Por
ello reemplaza, en un solo paso, la coagulación, floculación, clarificación y filtración de arena de
las plantas convencionales y además elimina el pretratamiento requerido por las membranas
espirales y las membranas de adentro hacia afuera.
Una planta de este tipo, consta de membranas sumergidas dentro del denominado tanque de
proceso, desde donde fluye el agua hacia el interior de la membrana. El agua filtrada, ya limpia,
es extraída por medio de una bomba. Un ventilador genera el aire requerido para mantener la
membrana limpia. La planta no sólo es fácil de operar sino también fácil de ensamblar en
pequeñas plantas que pueden instalarse en comunidades grandes o pequeñas. A continuación se
presenta el diagrama de flujo de la planta.
Además, la membrana sumergida de afuera hacia adentro ZeeWeed ofrece ventajas adicionales:

Alto contenido de sólidos - El flujo del agua en las membranas de afuera hacia adentro va desde
fuera de la membrana hacia dentro de la fibra hueca, lo que significa que el interior sólo recibe
agua limpia y microfiltrada. Por ello los sólidos, algas, arcillas y quistes removidos permanecen
fuera de la membrana y nunca entran a ella, lo cual evita que la membrana se contamine y se
obstruya. Esta característica evita el uso de la recirculación interna del filtrado para limpiar las
membranas. Además, las membranas sumergidas no están instaladas dentro de los recipientes
presurizados sino que están sumergidas dentro de los tanques del proceso. Por ello, son inmunes
a la presencia de altos contenidos de sólidos en el tanque. Esto significa que, en las plantas de
tratamiento de agua superficial, el rendimiento de la membrana es independiente de la turbiedad
estacional del agua de alimentación y de niveles muy altos en el contenido de sólidos.
Oxidación y volatilización de los contaminantes – Debido a que el aire para limpiar la membrana
se inyecta en el agua de alimentación, es posible reducir las sustancias orgánicas fácilmente
oxidables y provocar la microprecipitación de ciertos metales como el hierro, además de remover
las sustancias orgánicas volátiles y el H2S. De esta manera se produce agua de mejor calidad que
la obtenida solo con la microfiltración.
Eficiencia en el uso de energía – El tratamiento con membranas sumergidas de afuera hacia
adentro hace un uso eficiente de la energía, ya que la membrana opera bajo una succión pequeña
(-2 a -5 psi) y con una presión del ventilador bastante baja (5,2 psi). Además, en las plantas
construidas al nivel del agua, las membranas pueden sumergirse directamente en el pozo del agua
de alimentación, y así se evitan costos de bombeo. Finalmente, no hay necesidad de consumir
energía en bombeo para la recirculación interna, ya que no existen partículas atrapadas dentro del
cuerpo de la membrana.
Resistencia al cloro - La membrana ZeeWeed® es resistente al cloro y cualquier otro oxidante en
concentraciones tan altas como 200 mg/L. Esto significa que una planta puede preclorar su agua
para el control de la Dreissena polymorpha, sin tener que añadir una etapa de decloración. La
resistencia a los oxidantes permite la adición de etapas de pretatamiento por oxidación, así como
una fácil desinfección de las membranas y de la planta. Bajo recuento de partículas - En ningún
momento las membranas ZeeWeed son sometidas a esfuerzo ni retrolavadas bajo presión. El
resultado es que las plantas de membrana sumergida tienen los recuentos más bajos de partículas
en el campo de la microfiltración, generalmente con menos de 3 recuentos/ml. Esto permite un
monitoreo en línea de la integridad de la membrana durante las 24 horas.

3. APLICACIONES DE TRATAMIENTO DE AGUAS.

El desarrollo industrial de la microfiltración en el tratamiento de aguas está íntimamente ligado


al valor del flujo específico de permeado y al grado de dificultad que presente la regeneración de
la membrana. La principal limitación reside en los problemas de colmatación difícilmente
reversibles que dependen a la vez del tipo de membrana utilizada y de la naturaleza de las aguas
a tratar.
Por otro lado, es necesario destacar que el rango de tamaño de partículas afectado en un proceso
de microfiltración tangencial (0,02-10 mm) no puede ser considerado estrictamente. Por un lado,
por la distribución de tamaño de poros que presentan las membranas y por otro, porque la propia
torta que se pueda formar presenta una estructura porosa que se suma a la propia membrana, con
lo cual una membrana de microfiltración tangencial puede actuar en el rango propio de la
ultrafiltración.
3.1. LA MICROFILTRACIÓN Y ULTRAFILTRACIÓN TANGENCIAL COMO
TRATAMIENTO TERCIARIO.

El biorreactor de membranas implica un diseño completamente nuevo. Entre tanto, considerando


el gran número de depuradoras clásicas, las membranas se han comenzado a aplicar en tratamiento
terciario. La microfiltración se presenta como una técnica de separación interesante ya que
permite la separación de partículas muy pequeñas, lo cual puede ser difícil por medios clásicos.
Por tanto, la microfiltración dispone de un peso importante enla eliminación de partículas
coloidales. Usando membranas de microfiltración con tamaño de poro en el rango 0,01-0,2 mm,
es posible lograr un efluente con una turbidez de 0,1-0,2 NTU, con o sin la adición de coagulantes,
dependiendo del tipo de agua a tratar. En microfiltración tangencial, el flujo paralelo a la
superficie de la membrana genera fuerzas de cizalladura y turbulencias sobe el medio filtrante lo
que asegura un flujo de permeado que varía poco. Sin embargo, el caudal específico de
microfiltración tangencial es inferior al de otros métodos tradicionales de separación, como es el
caso de la filtración en lecho y, para compensarlo, se requieren áreas de membrana relativamente
grandes, que representan mayor coste.
El problema más importante en la aplicación de la microfiltración y la ultrafiltración es el control
del ensuciamiento de la membrana especialmente por partículas biológicas. Se han investigado
varios factores, siendo uno de gran interés la matriz extracelular producida por las bacterias, que
provoca la resistencia hidráulica en la filtración. La membrana tubular es el tipo de membrana
menos afectado por el ensuciamiento (AWWA, 1992). Según sus fabricantes, las partículas
superiores a 13 mm no causan oclusión de los poros. Sin embargo, existen otros aspectos del
ensuciamiento que deben ser considerados como: el deterioro bacteriológico o bioensuciamiento,
la interacción hidrofóbicahidrofilica y otros mecanismos no relacionados con el tamaño que
exhiben los poros.
A pesar de los problemas de ensuciamiento ligados a ellas, las membranas de micro y
ultrafiltración resultan extraordinariamente atractivas, ya que ofrecen la posibilidad de clarificar
y desinfectar simultáneamente, sin el riesgo de que se formen compuestos organo-halogenados
de manera que el cloro puede emplearse solamente en las dosis mínimas requeridas por la
normativa.
Es primordial para que las membranas de ultra y microfiltración puedan presentar la capacidad
de desinfectar efluentes, que éstas eliminen virus, pues la eliminación de bacterias es una
propiedad que se les presupone, dado los tamaños de poros que exhiben. De entre estas técnicas,
la microfiltración de baja presión está resultando particularmente eficaz. No es sorprendente que
el empleo de la ósmosis inversa proporcione la eliminación completa de poliovirus presentes en
efluentes de cloacas. Sin embargo, puede serlo que hayan observado que membranas de
ultrafiltración, con umbrales de corte de 100.000 Daltons, pueden conseguir una eliminación de
estos virus del 99,9 %.
Incluso membranas de microfiltración pueden rechazar virus sin necesidad de formar previamente
una capa dinámica más selectiva. Otros autores han demostrado que la ultrafiltración con
membranas de fibras huecas es capaz de retener virus y puede ser aplicada a la detección de virus
en aguas. Para la microfiltración, han encontrado que la eliminación de poliovirus de agua de
grifo por medio de membranas MILLIPORE de nitrato de celulosa de 0,22 mm de diámetro era
de un 54%. Este porcentaje pudo aumentarse hasta el 99 % empleando una membrana
electropositiva (Zetaplus) y disminuirse a un 35 % empleando una membrana electronegativa.
Estos resultados apoyan el uso, bajo condiciones apropiadas, de las membranas de microfiltración
para conseguir altas retenciones de virus.
Sadr Ghayeni et al. (1996) han realizado ensayos donde la microfiltración se ha empleado como
pretratamiento de un efluente secundario, antes de someterlo a un proceso de ósmosis inversa. La
operación se ha realizado trabajando en el flujo crítico de la membrana de microfiltración. El
concepto de flujo crítico de la membrana será analizado con mayor detalle en capítulos
posteriores, por tanto, en este momento sólo cabe decir que define un flujo de permeación
constante a lo largo de toda la operación de filtración. La transmisión de poliovirus a través de las
membranas de 0,2 mm de microfiltración ha sido minimizada operando a presión baja, con flujo
tangencial y en presencia de biomasa. Para aquellas alimentaciones que contenían niveles
significativos de contaminación bacteriana, se ha observado el paso de pequeñas bacterias, de 0,2-
0,3 mm. han realizado un estudio sobre la transmisión de virus a través de membranas de
microfiltración, comparándolos con estudios paralelos de ultrafiltración. Para estos estudios, los
autores han elegido el poliovirus como un virus humano representativo, y Escherichia coli (E.
coli) como ejemplo de bacteria. Las membranas empleadas han sido la MILLIPORE (GVHP) de
0,22 mm de tamaño nominal de poro y una membrana de ultrafiltración Amicon de polisulfona,
con un umbral de corte de 30.000 Daltons. Ambas membranas presentaban una ligera carga
negativa. Las observaciones por microscopía electrónica mostraron que los virus fueron retenidos
por adsorción y por la formación de un depósito matriz sobre y dentro de la membrana. E. coli
proporcionaba lugares para la adsorción, además de ayudar a bloquear y obstruir los poros, por
tanto se comportaba como una barrera secundaria a los virus. En cambio, para la ultrafiltración,
la retención fue siempre total debido al tamaño de los virus.
El proceso, realizado con una unidad MEMCOR permitió la total eliminación de los indicadores
de patogenicidad (bacterias y virus), así como la reducción significativa de la DBO, de la turbidez,
del contenido en aceites y grasas, de los metales pesados y del fósforo además de la evidente
eliminación total de los sólidos en suspensión.
Langlais et al. (1992) han estudiado la microfiltración después de un proceso de biofiltración, ya
que los métodos convencionales de desinfección de agua residual presentan todos una gran
sensibilidad a las variaciones en la calidad del influente que les llega. La microfiltración a través
de una unidad MEMCOR de 0,2 mm de tamaño de poro consigue eliminar todos los gérmenes
fecales, tenias y huevos de ácaros presentes en el efluente. Además, la DQO y la DBO5 son
reducidas, al igual que la turbidez y los sólidos en suspensión.

4. EN CONCLUSIÓN.
Si la MF permite mejorar considerablemente la calidad de un agua depurada, el principal
problema para su desarrollo consiste en conseguir flujos de valor compatible con los imperativos
económicos. Además, cada sistema alimentación/membrana constituye un caso particular.
OZONO (O3).

1. DEFINICIÓN.

Resulta evidente, y más en países que se enfrentan a una creciente escasez de agua, la necesidad
de enfoques globales respecto a su uso. Una buena medida para la disminución de su consumo
indiscriminado consiste en recurrir a la recuperación de los recursos hídricos, minimizando los
efectos adversos que la sobreexplotación y el aumento de población en regiones urbanas
significan en cuanto a consumo de agua potable e incremento en la generación de aguas
residuales, así como actuando en regiones rurales, recuperando el agua contaminada de veneros,
lagunas y pozos mediante un sistema eficaz de desinfección del agua que la haga apta para el
consumo humano. Al diseñar puntualmente estas medidas, es imprescindible contar con un arma
eficaz en cuanto a desinfección del agua para su potabilización y/o recuperación de aguas
residuales para otros usos (riego, recreativos, ornamentales, etc.).

El ozono, potente desinfectante, destaca como arma eficaz en el tratamiento de agua, tanto en los
últimos pasos de su potabilización, como en la recuperación de aguas residuales, al ser también
capaz de descomponer numerosos compuestos químicos nocivos. Asimismo, el ozono es un
excelente aliado en la industria textil, ya que su uso supone un importante ahorro de agua y una
mejora sustancial de las aguas de vertido.

FICHA DESCRIPTIVA DEL OZONO


2. TRATAMIENTO DE AGUA CON OZONO.

El ozono es un potente oxidante utilizado desde hace décadas en muy diversos campos, tanto en
agua como en aire. Sus propiedades como desinfectante lo hacen ideal o para su uso en los
tratamientos de potabilización de agua, así como en la recuperación de todo tipo de aguas
residuales.

3. RECUPERACIÓN DE AGUAS RESIDUALES.

El origen, composición y cantidad de desechos está relacionado con los hábitos de vida vigentes.
Cuando un producto de desecho se incorpora al agua, el líquido resultante recibe el nombre de
agua residual. Pueden definirse las aguas residuales como el conjunto de aguas que llevan
elementos extraños bien por causas naturales, bien provocadas de forma directa o indirecta por la
actividad humana. El Saneamiento tiene por objeto la evacuación y depuración, hasta niveles
aceptables para el medio ambiente, de las aguas residuales urbanas (domésticas e industriales) y
de las aguas de escorrentía pluvial.

La fase final del saneamiento es la depuración de aguas residuales y su posterior vertido en


condiciones ambientales aceptables, lo que se comprueba mediante diversas mediciones físicas,
químicas y biológicas. Las mediciones más comunes incluyen la determinación del contenido en
sólidos, la demanda bioquímica de oxígeno (DBO5), la demanda química de oxígeno (DQO) y el
pH.

La depuración conlleva la realización de dos actividades adicionales muy importantes, que pueden
ser objeto de sendos servicios diferenciados. Una es el tratamiento y disposición o utilización
última de los fangos, y otra es la reutilización de las aguas residuales, previo su acondicionamiento
al uso destinado.

4. ESTACIONES DEPURADORAS DE AGUA RESIDUAL.

Una estación depuradora de aguas residuales (EDAR), es una instalación en la cual, con el auxilio
de diversos equipos mecánicos, eléctricos e hidráulicos, se llevan a cabo en menor tiempo y en
un espacio más reducido, procesos similares a los realizados naturalmente, liberando el agua
residual de los elementos extraños que lleva incorporados hasta alcanzar un determinado nivel de
pureza. Este tratamiento comprende varios procesos básicos:

a) Pre-tratamiento:
Tiene como objetivo eliminar de las aguas residuales todos aquellos elementos de
diferente tamaño, que por su acción mecánica, pueden afectar al funcionamiento del
sistema depurador, así como las arenas y elementos minerales que pueden originar
sedimentaciones y/o abrasiones a lo largo de las conducciones o elementos mecánicos
de la instalación.

b) Tratamiento Primario:
Tiene como objetivo la eliminación, por medios físicos, de los sólidos en suspensión
no eliminados en el pre – tratamiento.

c) Tratamiento Secundario:
Reduce la cantidad de materia orgánica no biodegradable que no se ha conseguido
eliminar en el tratamiento anterior; esto se logra mediante el desarrollo de
microorganismos capaces de asimilar dicha materia orgánica.
d) Tratamiento Terciario:
El efluente de un tratamiento secundario puede estar todavía insuficientemente
depurado para determinados usos, siendo preciso una serie de procesos que se
agrupan bajo el nombre de tratamiento terciario. Este se lleva a cabo para eliminar
fundamentalmente la materia orgánica que no ha sido retenida en el tratamiento
biológico, o bien que no es biodegradable, y las sales inorgánicas disueltas, entre las
que destacan el nitrógeno y el fósforo, que son dos de los máximos responsables de
la eutrofización de los cursos y depósitos de agua.

Si el agua que ha de recibir el vertido requiere un grado de tratamiento mayor que el que puede
aportar el proceso terciario porque el efluente va a reutilizarse, es necesario un tratamiento
avanzado de las aguas residuales. A menudo se usa el término tratamiento terciario como
sinónimo de tratamiento avanzado, pero no son exactamente lo mismo.

El tratamiento terciario, o de tercera fase, suele emplearse básicamente, como hemos indicado,
para eliminar sales inorgánicas, mientras que el tratamiento avanzado incluye pasos adicionales
para mejorar la calidad del efluente eliminando los contaminantes recalcitrantes. Hay procesos
que permiten eliminar más de un 99% de los sólidos en suspensión y reducir la DBO5 en similar
medida. Los sólidos disueltos se reducen por medio de procesos como la ósmosis inversa y la
electrodiálisis. La eliminación del amoníaco, la desnitrificación y la precipitación de los fosfatos
pueden reducir el contenido en nutrientes. Si se pretende la reutilización del agua residual, la
desinfección por tratamiento con ozono es considerada el método más fiable.

4.1 Recuperación de aguas de vertido.

En lo que respecta a los vertidos industriales, el ozono es asimismo capaz de mejorar la


composición de las aguas de vertido, al ser capaz de oxidar, descomponiéndolos, gran número de
agentes químicos de diversa naturaleza, convirtiéndolos en compuestos menos o nada tóxicos,
incluidos los compuestos resultantes de tintes de la industria textil.
5. ESPECTRO DE ACCIÓN DESINFECTANTE.

Se puede decir que el ozono no tiene límites en el número y especies de microorganismos que
puede eliminar, dado que actúa sobre estos a varios niveles.

La oxidación directa de la pared celular constituye su principal modo de acción. Esta oxidación
provoca la rotura de dicha pared, propiciando así que los constituyentes celulares salgan al
exterior de la célula. Asimismo, la producción de radicales hidroxilo como consecuencia de la
desintegración del ozono en el agua, provoca un efecto similar al expuesto.

Los daños producidos sobre los microorganismos no se limitan a la oxidación de su pared: el


ozono también causa daños a los constituyentes de los ácidos nucleicos (ADN y ARN),
provocando la ruptura de enlaces carbono-nitrógeno, lo que da lugar a una despolimerización.
Los microorganismos, por tanto, no son capaces de desarrollar inmunidad al ozono como hacen
frente a otros compuestos.

El ozono es eficaz, pues, en la eliminación de bacterias, virus, protozoos, nemátodos, hongos,


agregados celulares, esporas y quistes .Por otra parte, actúa a menor concentración y con menor
tiempo de contacto que otros desinfectantes como el cloro, dióxido de cloro y monocloraminas.

6. VENTAJAS QUE OFRECEN LOS TRATAMIENTOS CON (O3).

Por sus singulares características, el ozono cumpliría con gran parte de los ideales de un biocida
como:

• Ser un desinfectante efectivo frente a un amplio rango de microorganismos.

• Descomponer compuestos recalcitrantes como los restos de tintes de los efluentes de


industria textil.

• Actuar rápidamente y ser efectivo a bajas concentraciones en un amplio rango de pH.

• No causar deterioro de materiales.

• Tener un bajo coste, ser seguro y fácil de transportar, manejar y aplicar.

• Asegurar la calidad y potabilidad del agua resultante de los procesos de potabilización.

• Permitir la utilización del agua disponible en pozos y veneros como agua potable.

• Purificación del agua procedente de EDAR para su posterior reutilización en riegos,


fuentes, actividades recreativas, etc., con el ahorro que dicha reutilización supone, tanto
en términos de agua potable como económicos.

• Recuperación de aguas de vertido industrial, lo que supone asimismo una ventaja


económica además de ambiental.
BIBLIOGRAFIA:

1. MICROFILTRACIÓN Y NANOFILTRACIÓN EN EL ÁREA DE AGUA POTABLE


,D. Mourato, Ph.D.,ZENON Environmental Inc.,Burlington, Ontario, Canadá.
2. Microfiltración de agua residual depurada. Mejora del flujo de permeado por inyección
de gas Autor: Luisa María Vera Peña Director: Dr. D. Sebastián Delgado Dí.
3. Application of Membrane Technology to the Production of Drinking Water.

You might also like