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5 BIOCOMBUSTIBLES

Los biocombustibles ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

Los biocombustibles contienen componentes derivados a partir de biomasa, es


decir, organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos. Los
biocomponentes actuales proceden habitualmente del azúcar, trigo, maíz o
semillas oleaginosas.

Todos ellos reducen el volumen total de CO2 que se emite en la atmósfera, ya que
lo absorben a medida que crecen y emiten prácticamente la misma cantidad que
los combustibles convencionales cuando se queman.

Debido a la actual aplicación simultánea de tecnologías de componentes en los


motores de los vehículos que se fabrican en la mayoría de los países, los
biocomponentes son a menudo mezclados con los carburantes en pequeñas
proporciones, 5 o 10%, proporcionando una reducción útil pero limitada de gases
de efecto invernadero. En Europa y Estados Unidos, se ha implantado una
legislación que exige a los proveedores mezclar biocombustibles hasta unos
niveles determinados.

Los combustibles sólidos, líquidos o gaseosos producidos a partir de biomasa se


denominan biocombustibles. Los biocombustibles son renovables y buenos
sustitutos de los combustibles fósiles. La mayoría de los biocombustibles
disponibles en el mercado hoy en día están elaborados a partir de plantas. Con
frecuencia se utilizan como combustibles para el transporte.
Ciertas plantas están siendo cultivadas específicamente para la producción de
biocombustibles. En los Estados Unidos, el pasto varilla Panicum virgatum, las
semillas de soja y el maíz son importantes fuentes de biocombustible. Brasil utiliza
la caña de azúcar, mientras que Europa procesa la remolacha y el trigo. Otros
productos agrícolas que son transformados en biocombustibles son la mandioca y
el sorgo en China, el miscanthus y el aceite de palma en el Sureste de Asia, y la
jatropha en India.

Algunos ejemplos de biocombustibles son el biodiesel, los bioalcoholes (bioetanol,


biometanol, biobutanol), el biogás, el gas de síntesis y biocombustibles sólidos
como la madera, el carbón vegetal y el aserrín. Entre los países que han
promovido firmemente el desarrollo y uso de los biocombustibles se encuentran
Brasil, Estados Unidos, Francia, Suecia y Alemania.

Tipos de biocombustibles
Los biocombustibles se clasifican en tres grupos: primera generación, segunda
generación y tercera generación.
Los biocombustibles de primera generación se producen por medio de tecnología
convencional que utiliza azúcar, almidón, aceite vegetal o grasas animales como
fuentes. Dado que sus materias primas también son fuentes de alimento, el debate
“alimentos vs. Combustibles” es un tema mayor dentro de los combustibles de
primera generación.
La producción de biocombustibles de primera generación tiene limitantes debido a
que podría amenazar el suministro de alimentos y la biodiversidad. Para atender la
creciente demanda de biocombustibles se desarrollaron los biocombustibles de
segunda generación. Estos biocombustibles de segunda generación se producen
a partir de cultivos no destinados a la alimentación o de porciones de cultivos
alimentarios no comestibles y considerados como desperdicios, entre ellos los
tallos, las vainas, las virutas de madera y las cáscaras de fruta.
De acuerdo con los expertos, los biocombustibles de segunda generación generan
mayores ahorros en emisión de gases de efecto invernadero que los
biocombustibles de primera generación. Sin embargo, la producción de
biocombustibles de segunda generación es más complicada porque involucra la
extracción de materias primas útiles de biomasa leñosa o fibrosa.
La tercera generación de biocombustibles corresponde a aquéllos que se
producen a partir de algas. La producción de aceite o combustible de algas
conlleva la fermentación del carbohidrato del alga.
Los biocombustibles de segunda y tercera generación también se conocen como
biocombustibles avanzados. Un ejemplo de un biocombustible avanzado que
todavía se encuentra en desarrollo es el diésel renovable derivado de
hidrogenación (HDRD por sus siglas en inglés). El HDRD se produce a partir de
grasas animales o aceites vegetales que han sido refinados en refinerías de
petróleo. Este combustible puede mezclarse con el petróleo.

Biocombustibles y CO2 sin emisiones netas de carbono


Los biocombustibles son buenas alternativas a los combustibles fósiles porque
producen dióxido de carbono sin emisiones netas de carbono al ser quemados. El
CO2 sin emisiones netas de carbono no tiene una huella de carbono porque no
tiene un efecto neto en la concentración de carbono en la biósfera.
Cuando es quemada, la biomasa libera dióxido de carbono, el cual es absorbido
inmediatamente por las plantas – la fuente de biomasa. A través de este ciclo, las
plantas remueven carbono de la atmósfera, y el carbono se libera nuevamente a la
atmósfera cuando las plantas son quemadas. Este balance hace que la biomasa
no genere emisiones netas de carbono.
El Senado de los Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que contiene una
provisión (RFS) que obligaría a utilizar bioetanol en gasolina hasta una cantidad
de 5 billones de galones para el año 2012. El Comité Conjunto de Tributación ha
estimado que esta provisión costará a los contribuyentes $5 billones en el curso de
los próximos diez años. Debe realizarse un monitoreo adecuado para verificar que
el espíritu de la ley (su mandato sobre bioetanol) no sea quebrantado,
particularmente mediante el uso de etanol importado.

Regulaciones e incentivos
En los Estados Unidos, hay muchos incentivos y leyes para el uso de
biocombustibles a nivel estatal y federal. Tan solo el estado de Washington cuenta
con 4 programas de incentivos y 13 leyes. El biodiesel puro (B100) y mezclas de
biodiesel de B20 o más son elegibles para obtener créditos por el uso de
combustibles alternativos conforme a la Ley de Política Energética de 1992. La
mayoría de los estados ofrecen exenciones y deducciones de impuestos por el
uso de biocombustibles.
Otros países, especialmente en Europa, también ofrecen incentivos similares para
estimular el uso de productos de origen biológico como los biocombustibles.
UN GRAN AVANCE EN BIOCOMBUSTIBLES

BIBLIOGRAFIA
https://www.betalabservices.com/espanol/biocombustibles/sobre-los-
biocombustibles.html
https://www.bp.com/es_es/spain/medio-ambiente-y-sociedad/biocombustibles/que-
son-los-biocombustibles.html
http://www.quo.es/ciencia/un-gran-avance-en-biocombustibles

6.6 HIDRÓGENO

En condiciones normales es un gas incoloro, inodoro e insípido, compuesto de


moléculas diatómicas, H2. El átomo de hidrógeno, símbolo H, consta de un núcleo
de unidad de carga positiva y un solo electrón. Tiene número atómico 1 y peso
atómico de 1.00797. Es uno de los constituyentes principales del agua y de toda la
materia orgánica, y está distribuido de manera amplia no sólo en la Tierra sino en
todo el universo. Existen 3 isótopos del hidrógeno: el protio, de masa 1, que se
encuentra en más del 99.98% del elemento natural; el deuterio, de masa 2, que se
encuentra en la naturaleza aproximadamente en un 0.02%, y el tritio, de masa 3,
que aparece en pequeñas cantidades en la naturaleza, pero que puede producirse
artificialmente por medio de varias reacciones nucleares.

Usos: El empleo más importante del hidrógeno es en la síntesis del amoniaco. La


utilización del hidrógeno está aumentando con rapidez en las operaciones de
refinación del petróleo, como el rompimiento por hidrógeno, y en el tratamiento con
hidrógeno para eliminar azufre. Se consumen grandes cantidades de hidrógeno en
la hidrogenación catalítica de aceites vegetales líquidos insaturados para obtener
grasas sólidas. La hidrogenación se utiliza en la manufactura de productos
químicos orgánicos. Grandes cantidades de hidrógeno se emplean como
combustible de cohetes, en combinación con oxígeno o flúor, y como un propulsor
de cohetes impulsados por energía nuclear.

Propiedades: El hidrógeno común tiene un peso molecular de 2.01594. El gas


tiene una densidad de 0.071 g/l a 0ºC y 1 atm. Su densidad relativa, comparada
con la del aire, es de 0.0695. El hidrógeno es la sustancia más inflamable de todas
las que se conocen. El hidrógeno es un poco más soluble en disolventes
orgánicos que en el agua. Muchos metales absorben hidrógeno. La adsorción del
hidrógeno en el acero puede volverlo quebradizo, lo que lleva a fallas en el equipo
para procesos químicos.
A temperaturas ordinarias el hidrógeno es una sustancia poco reactiva a menos
que haya sido activado de alguna manera; por ejemplo, por un catalizador
adecuado. A temperaturas elevadas es muy reactivo.
Aunque por lo general es diatómico, el hidrógeno molecular se disocia a
temperaturas elevadas en átomos libres. El hidrógeno atómico es un agente
reductor poderoso, aun a la temperatura ambiente. Reacciona con los óxidos y los
cloruros de muchos metales, entre ellos la plata, el cobre, el plomo, el bismuto y el
mercurio, para producir los metales libres. Reduce a su estado metálico algunas
sales, como los nitratos, nitritos y cianuros de sodio y potasio. Reacciona con
cierto número de elementos, tanto metales como no metales, para producir
hidruros, como el NaH, KH, H2S y PH3. El hidrógeno atómico produce peróxido de
hidrógeno, H2O2, con oxígeno. Con compuestos orgánicos, el hidrógeno atómico
reacciona para generar una mezcla compleja de productos; con etileno, C 2H4, por
ejemplo, los productos son etano, C2H6, y butano, C4H10. El calor que se libera
cuando los átomos de hidrógeno se recombinan para formar las moléculas de
hidrógeno se aprovecha para obtener temperaturas muy elevadas en soldadura de
hidrógeno atómico.
El hidrógeno reacciona con oxígeno para formar agua y esta reacción es
extraordinariamente lenta a temperatura ambiente; pero si la acelera un
catalizador, como el platino, o una chispa eléctrica, se realiza con violencia
explosiva. Con nitrógeno, el hidrógeno experimenta una importante reacción para
dar amoniaco. El hidrógeno reacciona a temperaturas elevadas con cierto número
de metales y produce hidruros. Los óxidos de muchos metales son reducidos por
el hidrógeno a temperaturas elevadas para obtener el metal libre o un óxido más
bajo. El hidrógeno reacciona a temperatura ambiente con las sales de los metales
menos electropositivos y los reduce a su estado metálico. En presencia de un
catalizador adecuado, el hidrógeno reacciona con compuestos orgánicos no
saturados adicionándose al enlace doble.
Compuestos principales: El hidrógeno es constituyente de un número muy grande
de compuestos que contienen uno o más de otros elementos. Esos compuestos
incluyen el agua, los ácidos, las bases, la mayor parte de los compuestos
orgánicos y muchos minerales. Los compuestos en los cuales el hidrógeno se
combina sólo con otro elemento se denominan generalmente hidruros.
Preparación: Se pueden aplicar muy diversos métodos para preparar hidrógeno
gaseoso. La elección del método depende de factores como la cantidad de
hidrógeno deseada, la pureza requerida y la disponibilidad y costo de la materia
prima. Entre los procesos que más se emplean están las reacciones de metales
con agua o con ácidos, la electrólisis del agua, la reacción de vapor con
hidrocarburos u otros materiales orgánicos, y la descomposición térmica de
hidrocarburos. La principal materia prima para la producción de hidrógeno son los
hidrocarburos, como el gas natural, gas de aceite refinado, gasolina, aceite
combustible y petróleo crudo.

Efectos del Hidrógeno sobre la salud


Efectos de la exposición al hidrógeno: Fuego: Extremadamente inflamable.
Muchas reacciones pueden causar fuego o explosión. Explosión: La mezcla del
gas con el aire es explosiva. Vías de exposición: La sustancia puede ser absorbida
por el cuerpo por inhalación. Inhalación: Altas concentraciones de este gas
pueden causar un ambiente deficiente de oxígeno. Los individuos que respiran
esta atmósfera pueden experimentar síntomas que incluyen dolores de cabeza,
pitidos en los oídos, mareos, somnolencia, inconsciencia, náuseas, vómitos y
depresión de todos los sentidos. La piel de una víctima puede presentar una
coloración azul. Bajo algunas circunstancias se puede producir la muerte. No se
supone que el hidrógeno cause mutagénesis, embriotoxicidad, teratogenicidad o
toxicidad reproductiva. Las enfermedades respiratorias pre-existentes pueden ser
agravadas por la sobreexposición al hidrógeno. Riesgo de inhalación: Si se
producen pérdidas en su contenedor, se alcanza rápidamente una concentración
peligrosa.
Peligros físicos: El gas se mezcla bien con el aire, se forman fácilmente mezclas
explosivas. El gas es más ligero que el aire.
Peligros químicos: El calentamiento puede provocar combustión violenta o
explosión. Reacciona violentamente con el aire, oxígeno, halógenos y oxidantes
fuertes provocando riesgo de incendio y explosión. Los catalizadores metálicos,
tales como platino y níquel, aumentan enormemente estas reacciones.

Elevadas concentraciones en el aire provocan una deficiencia de oxígeno con el


riesgo de inconsciencia o muerte. Comprobar el contenido de oxígeno antes de
entrar en la habitación. No hay advertencia de olor si hay concentraciones tóxicas
presentes. Medir concentraciones de hidrógeno con un detector de gas adecuado
(un detector normal de gas inflamable no es adecuado para este propósito).

Efectos ambientales del Hidrógeno

Estabilidad ambiental: El hidrógeno existe naturalmente en la atmósfera. El gas se


disipará rápidamente en áreas bien ventiladas.
Efecto sobre plantas o animales: Cualquier efecto en animales será debido a los
ambientes deficientes de oxígeno. No se anticipa que tenga efectos adversos.
sobre las plantas, aparte de la helada producida en presencia de los gases de
expansión rápida.

BIBLIOGRAFIA

https://www.lenntech.es/periodica/elementos/h.htm
https://www.google.com.mx/search?q=hidrogeno&tbm=isch&tbo=u&source=univ&s
a=X&ved=0ahUKEwicrtfg38jYAhXTZiYKHdsUDfYQsAQIYw&biw=1366&bih=613#i
mgrc=J3nypeSK56LX9M:

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