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Diplomado en

Liderazgo y Gestión
Pública Responsable

UNIDAD DIDÁCTICA:

LA ADMINISTRACIÓN SOSTENIBLE

Prof.Enrique Silvestre Catalán


La administración sostenible

Este documento ha sido elaborado para el Diplomado en Liderazgo y Gestión Pública


Local organizado por Goberna América Latina y la ESAP. El contenido de este
documento es responsabilidad exclusiva del autor y en modo alguno se debe considerar
que refleja la posición de las instituciones organizadoras.

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La administración sostenible

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 5
TEMA 1. INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DE SOSTENIBILIDAD (DIMENSIONES
ECONÓMICA, SOCIAL Y AMBIENTAL) Y SU APLICACIÓN A LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA ....................................................................................................................... 6
1.1 La sostenibilidad. Concepto y dimensiones. ........................................................... 6
1.2. Un contexto poco esperanzador .......................................................................... 7
1.3 Las tres dimensiones integradas de la sostenibilidad ............................................ 10
1.3.1 Sostenibilidad ambiental ................................................................................ 11
1.3.2 Sostenibilidad social ..................................................................................... 13
1.3.3 Sostenibilidad económica ............................................................................. 13
1.4 Administración pública y sostenibilidad .............................................................. 15
1.4.1 Principios de una Administración sostenible como impulsora de políticas ...... 15
1.4.2 Principios de una Administración sostenible como organización. Nuevo
paradigma ............................................................................................................ 17
TEMA 2. INDICADORES DE SOSTENIBILIDAD Y SU INCLUSIÓN EN UN CUADRO DE
MANDO ..................................................................................................................... 23
2.1 La dificultad de medir la sostenibilidad ............................................................... 23
2.2 Definición de INDICADOR ................................................................................ 24
2.3 Características de los indicadores ........................................................................ 25
2.3.1 Tipos de indicadores .................................................................................... 26
2.3.2 Otras formas de tipificar los indicadores ...................................................... 26
2.4 La inclusión de indicadores en un cuadro de mando........................................... 27
2.4.1 Características básicas del cuadro de mando ................................................. 28
2.4.2 Ventajas de la utilización de un cuadro de mando ....................................... 28
2.4.3 Utilidad de esta herramienta en la gestión pública ....................................... 29
2.4.4 La variable ambiental .................................................................................. 30
TEMA 3. INSTRUMENTOS Y HERRAMIENTAS DE SOSTENIBILIDAD (SISTEMAS DE
GESTIÓN, MEMORIAS DE SOSTENIBILIDAD, ETC.) .................................................... 33
3.1 El nacimiento de los modelos: del sector privado al público ............................... 33
3.2 Clasificación de las herramientas ........................................................................ 33
3.3 Herramientas más destacadas ............................................................................. 34
CUADRO DE MANDO INTEGRAL DE SOSTENIBILIDAD ................................. 34
MODELOS DE EXCELENCIA ............................................................................ 35

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La administración sostenible

IWA: 4............................................................................................................. 35
NORMA INTERNACIONAL ISO 26000 ........................................................... 36
MEMORIAS DE SOSTENIBILIDAD.................................................................... 37
TEMA 4. ADMINISTRACIÓN SOSTENIBLE Y COMPETITIVA Y RESPONSABILIDAD
SOCIAL ....................................................................................................................... 41
4.1 El concepto de RS ............................................................................................... 41
4.2 Los principios de la RS ....................................................................................... 44
4.3 Áreas de incidencia ............................................................................................ 46
4.4 RSE: una Administración sostenible y competitiva .............................................. 47
4.4.1 La Responsabilidad Social en la Administración como organización .............. 47
4.4.2 La Responsabilidad Social en la Administración como promotora ................ 49
IDEAS CLAVE .............................................................................................................. 53
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 57

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La administración sostenible

INTRODUCCIÓN

Este módulo va a tratar de abordar el concepto de Administración sostenible


como una modesta aproximación inicial a un nuevo paradigma, al que el
alumno se puede acercar como un primer bocado, esperando que abra el
apetito de muchos por alimentarse intelectualmente de una realidad a la que
podrán acercarse posteriormente desde la perspectiva de la ciencia de la
Administración o de la ciencia política, desde la ciencia económica o desde el
activismo ecologista, si se quiere, pero siempre desde una perspectiva sistémica:
la realidad es plural y compleja y el modo de acercarse a ella también lo es. No
se trata, pues, de analizar las políticas públicas ambientales, sino de acercarnos
al concepto de sostenibilidad en su complejidad y cómo el estudio de la
Administración pública puede y debe asumir dicha realidad en forma de nuevo
paradigma, con la finalidad última de que los poderes públicos satisfagan
realmente las necesidades reales, las expectativas, los referentes de actuación
de los ciudadanos a los que sirven.
Asimismo, trataremos de aproximarnos a esta realidad desde una doble
perspectiva:
1. Cómo la Administración debe promover la sostenibilidad en sus distintas
vertientes a través de sus políticas públicas.
2. Cómo las propias estructuras político-administrativas de los Estados pueden y
deben ser sostenibles.
Nos acercaremos a los procesos de evaluación de la sostenibilidad mediante el
análisis de indicadores y su construcción, así como a su inclusión en un cuadro
de mando.
Analizaremos los diversos instrumentos y herramientas de
La eficiencia es sostenibilidad. Veremos que, por mor de la naturaleza
fríamente calculadora e poliédrica del concepto, existen múltiples indicadores y una
inhumana, mientras que amplia gama de sistemas de medición.
la administración exitosa
es cálida y vibrante. Es Finalmente, nos introduciremos en el concepto de
humana. responsabilidad social y su relación intrínseca con la
Administración sostenible.

http://www.youtube.com/watch?v=Nu9f33ddDUI

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La administración sostenible

TEMA 1. INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DE


SOSTENIBILIDAD (DIMENSIONES ECONÓMICA,
SOCIAL Y AMBIENTAL) Y SU APLICACIÓN A LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

1.1 La sostenibilidad. Concepto y dimensiones.


La preocupación por el impacto ambiental y social de la actividad económica
ha sido objeto de atención por parte de estudiosos y políticos desde hace
mucho tiempo, aunque no es hasta el momento en que la actividad prestacional
de los Estados se dispara que la magnitud del impacto social y ambiental de las
actividades económicas, del consumo individual y de los sistemas de
producción se hace más evidente e intensa y, por ello, objeto de mayor
atención por la doctrina.
Las primeras reflexiones críticas sobre el modelo de desarrollo basado en el
consumo proceden de la filosofía social, con Marcuse o Fromm, y de las
reflexiones de Arendt sobre la vida moderna, que empiezan a analizar los
factores básicos de la insostenibilidad del sistema.
Las preocupaciones sobre el agotamiento de los recursos mundiales y las
importantes amenazas de los residuos en los sistemas ambientales analizados
en obras como La primavera silenciosa de Rachel Carson ya nos advertían, entre
otras cuestiones, de los efectos tóxicos de los productos químicos industriales
en el medio ambiente y su impacto en la salud de las personas, lo que ha
constituido el inicio de lo que se considera el movimiento ecologista moderno.
F. Capra, en su obra The Turning Point, apuesta por la necesidad de un enfoque
holístico de los sistemas basados en el desarrollo humano y por un cambio
fundamental de paradigma en nuestro pensamiento, un conjunto de
principios que las empresas, los gobiernos, los inversores y los consumidores
puedan compartir y aceptar a partir de las críticas al orden actual.
Durante las últimas dos décadas del siglo XX, el desarrollo sostenible se asentó
como un posible camino hacia la sostenibilidad de nuestro planeta. El origen
del concepto se sitúa a principios de la década de los años 80, a partir de varios
documentos relevantes, principalmente la Estrategia Mundial para la Conservación
(World Conservation Strategy, UICN, 1980, Primera estrategia global de
Desarrollo Sostenible) y el conocido como Informe Brundtland (Our Common
Future, Comisión de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Mundial

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y el Desarrollo , 1988), que proporciona una definición de referencia sobre el


concepto de desarrollo sostenible:

El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente


sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades.

Se trata de un concepto absolutamente novedoso, por cuanto parte de la


asunción de que el mundo no es tan ancho e ilimitado como habíamos creído y
parte de una visión no contradictoria entre desarrollo y medio ambiente. La
economía y el medio ambiente no pueden tratarse por separado.

De hecho, la propia Estrategia EUROPA 2020 lleva por título “Una Estrategia
para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador”. Cada vez es más
evidente que los poderes públicos y los ciudadanos debemos afrontar nuestras
decisiones individuales y colectivas desde una perspectiva inclusiva, viable,
integradora, sostenible, vivible…

1.2. Un contexto poco esperanzador


Se espera que hacia el año 2050 la población mundial alcance más de 9.000
millones y que la economía mundial crezca casi cuatro veces, con una
creciente demanda de energía y de recursos naturales. Asimismo, se prevé
que las tasas de crecimiento promedio del PIB disminuirán en China e India, en
tanto que África podría experimentar las mayores tasas de crecimiento del
mundo entre 2030 y 2050. Se estima que un cuarto de la población de los

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países de la OCDE tenga más de 65 años en 2050, en contraste con el 15% de


hoy. También es probable que China y la India observen un envejecimiento
significativo en su población, mientras que se espera que crezcan rápidamente
las poblaciones jóvenes en otras partes del mundo, especialmente en África.
Estos cambios demográficos, unidos a estándares de vida más elevados, llevan
implícita una transformación en los estilos de vida y los modelos de consumo, lo
cual tendrá consecuencias considerables para el medio ambiente. Se espera que
en 2050 casi el 70% de la población mundial sea urbana, lo que magnificará
desafíos como la contaminación atmosférica, la congestión del transporte y la
gestión de los residuos.
Se estima que una economía mundial cuatro veces mayor que la de hoy emplee
un 80% más de energía en 2050. A falta de políticas más efectivas, la
proporción de energía fósil en el consumo energético mundial
permanecerá en cerca de 85%. Se prevé que las economías emergentes de
Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica (el grupo BRIICS) sean las que
consuman más energía. Se estima también que la superficie mundial dedicada a
la agricultura se incrementará, si bien a un ritmo decreciente, para alimentar a
una población en constante aumento con preferencias alimentarias cambiantes.

Se prevé que la degradación y erosión del capital ambiental natural continuarán


hacia 2050, con el riesgo de que se presenten alteraciones irreversibles que
podrían poner en peligro dos siglos de crecimiento en los estándares de vida.
Sin políticas más ambiciosas, hacia 2050:
-Es probable que se suscite un cambio climático más perjudicial, ya que se
prevé que las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) se eleven

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un 50%, principalmente debido al incremento del 70% en las emisiones de CO2


relacionadas con la generación de energía.
-Se prevé que continuará la pérdida de biodiversidad, especialmente en Asia,
Europa y Sudáfrica. Globalmente, se estima que la biodiversidad terrestre
(medida como la abundancia media de especies —AME—, un indicador para
calcular cuán intacto está un ecosistema natural) disminuirá un 10% adicional
hacia 2050. Se pronostica que la extensión de los bosques primarios, ricos en
biodiversidad, se reducirá un 13%. Cerca de un tercio de la biodiversidad en
agua dulce en el mundo ya se ha perdido, y se proyecta aún una mayor pérdida
hacia 2050. El deterioro de la biodiversidad amenaza el bienestar humano, sobre
todo en el caso de los pobres de zonas rurales y las comunidades indígenas
cuyo medio de subsistencia a menudo depende directamente de la
biodiversidad y de los beneficios de los ecosistemas.
- La disponibilidad de agua dulce se verá aún más restringida, ya que habrá
2.300 millones de personas más que hoy (en total, más del 40% de la población
global) que vivirán en cuencas hidrográficas con un estrés hídrico severo, en
particular en el norte y el sur de África, Asia Central y del Sur. Se pronostica que
la demanda mundial de agua aumente en un 55%. Los caudales ambientales
estarán en disputa, lo que pondrá en riesgo a los ecosistemas. El agotamiento
de los mantos acuíferos podría ser la mayor amenaza para el abastecimiento
agrícola y urbano en diversas regiones. Se estima que la contaminación por
nutrientes derivada de las aguas residuales urbanas y agrícolas empeorará
en la mayoría de las regiones, lo que intensificará la eutrofización y dañará
la biodiversidad acuática; para 2050, se proyecta que 1.400 millones de
personas seguirán sin acceso a servicios sanitarios básicos.
- La contaminación del aire se convertirá en la
principal causa ambiental de mortalidad
prematura en el mundo. La cantidad de
Naciones Unidas, frente a la gravedad y
urgencia de los problemas a los que se enfermedades relacionadas con la exposición a
enfrenta hoy la humanidad, ha instituido productos químicos peligrosos es significativa
una Década de la Educación para un futuro alrededor del mundo.
sostenible (2005-2014), designando a
UNESCO como órgano responsable de su Estas proyecciones enfatizan la urgencia de actuar
promoción y encareciendo a todos los hoy a fin de cambiar el curso de nuestro desarrollo
educadores a asumir un compromiso para futuro. Los sistemas naturales tienen "puntos de
que toda la educación, tanto formal inflexión" más allá de los cuales los daños se
(desde la escuela primaria a la
universidad) como informal (museos,
vuelven irreversibles (por ejemplo, la pérdida de
medios de comunicación...), preste especies, cambio climático, agotamiento de mantos
sistemáticamente atención a la situación acuíferos, deterioro de la tierra). No obstante, en
del mundo, con el fin de fomentar muchos de los casos estos umbrales no han sido
actitudes y comportamientos favorables entendidos en su totalidad; tampoco las
para el logro de un desarrollo sostenible

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La administración sostenible

consecuencias ambientales, sociales y económicas de cruzarlos. Un reto clave es


encontrar el justo equilibrio entre brindar señales políticas claras a los usuarios
de los recursos y a los consumidores y dejar un margen de maniobra y
adaptación a la luz de las incertidumbres.

1.3 Las tres dimensiones integradas de la


sostenibilidad
Este panorama un tanto catastrófico nos debe impulsar a actuar para evitar que
no tengamos espacio vital sobre el que actuar en un futuro. Hemos empezado
con este panorama ambiental desolador para que seamos conscientes de que el
desarrollo sostenible no es una opción, sino una obligación. Si recordamos la
definición de desarrollo sostenible como el que satisface las necesidades de la
generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
para satisfacer sus propias necesidades, deduciremos que nuestra obligación
como seres humanos consiste:
a) En satisfacer nuestras necesidades de modo que nuestros hijos tengan
posibilidad de satisfacer las suyas.
b) En reducir el ámbito de significado del término “necesidad”.
c) En reducir los costes de todo tipo al satisfacerla.
Desde esta perspectiva, el concepto de sostenibilidad nos empuja fuera del
territorio medioambiental, para adentrarnos en la perspectiva económica y
social, en toda su amplitud. Pero también nos permite aplicar dichos principios
no solo al terreno individual, en nuestro desenvolvimiento como individuos,
sino también al terreno colectivo, como sociedad y, por tanto, también al
ámbito político.
Hoy, la necesaria integración de la perspectiva sistémica en el análisis de los
complejos problemas sociales, he generado que la doctrina hable de las tres
dimensiones integradas de la sostenibilidad. El mundo es concebido como
un sistema global cuyas partes están interrelacionadas; por ello, el concepto de
desarrollo sostenible se analiza como un proceso multidimensional que afecta al
sistema económico, ecológico y social, por lo que pasa a ser una variable a
tener en cuenta en las decisiones de política económica.
El informe presentado en 1987 por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente
y Desarrollo a Naciones Unidas, conocido como el Informe Brundtland, definió
el desarrollo sostenible como "el desarrollo que satisface las necesidades del
presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
satisfacer sus propias necesidades". En definitiva, garantizar una mejor calidad
de vida para la población actual y futura.

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La administración sostenible

La Declaración de Río de 1992 asumió la citada definición e incorporó un


conjunto de principios como base de referencia para la interpretación del
término. Estos principios eliminan cualquier intento de asociar exclusivamente la
sostenibilidad con el medio ambiente, situándolo, por el contrario, directamente
vinculado a un nuevo modelo de desarrollo y, por tanto, en el centro de las
políticas.
En definitiva, el desarrollo sostenible entraña dos ideas principales sobre las que
existe un amplio consenso mundial:
- El desarrollo tiene una dimensión económica, social y ambiental y sólo será
sostenible si se logra el equilibrio entre los distintos factores que influyen en la
calidad de vida.
- La generación actual tiene la obligación, frente a las generaciones futuras, de
dejar suficientes recursos sociales, ambientales y económicos para que puedan
disfrutar, al menos, del mismo grado de bienestar que ella.

En resumen, lo que se plantea es una propuesta a largo plazo para una sociedad
más justa, más solidaria, más próspera, más segura, más sana y que ofrezca una
calidad de vida duradera intra e inter generaciones. Pero, además, supone un
punto de inflexión en el discurso ambiental, al asociar el crecimiento económico
y la cohesión social con la protección de los recursos y del entorno. Implica, por
tanto, el reto fundamental de conseguir una economía dinámica para una
sociedad que ofrezca oportunidades para todos, al tiempo que se mejora la
productividad de los recursos y se desliga el crecimiento de la degradación del
medio ambiente.

El desarrollo sostenible es la combinación de tres aspectos al mismo tiempo: un crecimiento


económico que favorezca el progreso social y respete el medio ambiente; una política social
que estimule la economía; y una política ambiental que sea a la vez eficaz y económica.
Objetivos que, al estar ligados entre sí, obligan a una concepción integrada.

1.3.1 Sostenibilidad ambiental


La sostenibilidad ambiental considera el impacto y la gestión de recursos como
el agua, el suelo, el paisaje, el aire (incluyendo emisiones contaminantes), y
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que contribuyen al

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calentamiento global y estimulan el cambio climático. También tiene en cuenta


los impactos sobre el medio biótico; la generación y gestión de residuos; la
eficiencia en el uso de los recursos, y el uso de sustancias químicas sobre las
cuales existe evidencia o sospecha de que pueden tener impactos negativos, ya
sea sobre los ecosistemas o sobre la salud humana.
El desarrollo económico es evidente que altera los ecosistemas naturales. Se
hace necesario, por tanto, integrar los aspectos medioambientales en las
políticas de desarrollo económico y social; formular estrategias preventivas y
demostrar los beneficios que unas políticas medioambientales adecuadas
aportan al desarrollo económico.
En el análisis de la dimensión ambiental de la sostenibilidad, la doctrina suele
centrarse en los siguientes aspectos:
AGUA (subterráneas y superficiales; mareas y costas; uso y gestión del agua;
embalses y distribución; desalación; tratamiento de aguas; uso agrícola,
industrial y doméstico)
AIRE
CONTAMINACIÓN (acústica, de las aguas, atmosférica, lumínica, por
radiaciones o contaminación de los suelos)
DESASTRES NATURALES (actividad sísmica, huracanes y ciclones, incendios,
inundaciones, temperaturas extremas)
HUELLA ECOLÓGICA
NATURALEZA Y BIODIVERSIDAD (biodiversidad, agrobiodiversidad, bosques,
ecosistemas y especies; especies invasoras; medio físico y entorno geográfico;
conservación de la naturaleza; conservación y gestión de los espacios y del
paisaje: espacios naturales protegidos; conservación y gestión de las especies:
especies protegidas; uso de los recursos genéticos; usos y prácticas
tradicionales)
RESIDUOS (generación; residuos agrícolas y ganaderos; residuos de la
construcción y mineros; residuos especiales y peligrosos; residuos industriales;
residuos nucleares; residuos sanitarios; residuos municipales; impacto
ambiental; contaminación del medio; efectos sobre la salud de las personas)
SUELO (estructura y problemática del suelo; desertificación; sequía y erosión)

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1.3.2 Sostenibilidad social


La sostenibilidad social se da cuando los procesos, sistemas, estructuras y
relaciones, tanto formales como informales, aportan activamente a las personas,
creando comunidades saludables y sanas. Las comunidades socialmente
sostenibles son equitativas, diversas, conectadas, democráticas y proveen una
buena calidad de vida.
Dentro de la dimensión social, la sostenibilidad no es muy proactiva, está
principalmente relacionada con el cumplimiento de los requisitos mínimos de
las normativas legales y con acciones caritativas y bondadosas. Este
desequilibrio se debe al origen del concepto, que procede de los movimientos
ambientales.
Algunos aspectos fundamentales, pero no exclusivos, están relacionados con la
gobernanza de la organización; los derechos humanos; prácticas laborales;
asuntos del consumidor; participación activa y desarrollo de la comunidad, y
cadena de valor.
Dos aspectos son esenciales en la valoración de la sostenibilidad social: la
equidad intrageneracional y la equidad intergeneracional. Una sociedad será
tanto más sostenible cuanto más cohesionada se encuentre, más correcta sea su
organización social y más invierta en capital humano.
En el análisis de la dimensión social de la sostenibilidad, la doctrina suele
centrarse en los siguientes aspectos:
ALIMENTACIÓN; EDUCACIÓN; SALUD; TRABAJO; VIVIENDA; DERECHOS
HUMANOS; DESARROLLO; DESIGUALDADES (MINORÍAS, GÉNERO, POBREZA,
PRECARIEDAD); POBLACIÓN (ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN,
MIGRACIONES HUMANAS, NATALIDAD, SUPERPOBLACIÓN).

1.3.3 Sostenibilidad económica


Describe las formas de negocio que garantizan un bienestar duradero y sólido a
través de un crecimiento económico continuo y estable. El objetivo es la
consideración y conciliación equilibrada del éxito económico, de la
compatibilidad social y de la gestión responsable de los recursos naturales.
Este concepto nos obliga a valorar el crecimiento económico como sostenible
solo si es respetuoso con el medio ambiente y permite un adecuado reparto de
los beneficios de dicho crecimiento.

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La administración sostenible

A) Las políticas económicas deben respetar, en primer lugar, la capacidad


de regeneración de los recursos, es decir, que la explotación de estos permita su
regeneración.
B) En segundo lugar, se exige un cambio en los valores humanos,
especialmente en los económicos, para preservar el capital natural.
C) Además, y considerada como otra cuestión de consenso, el logro de la
sostenibilidad se ha interpretado como un compromiso moral hacia las
generaciones venideras. El desarrollo, tanto económico como social, debe
realizarse de tal manera que el impacto sobre las futuras generaciones sea
mínimo. Por tanto, la asunción del concepto de sostenibilidad implica que las
generaciones presentes deben reconocer el derecho que tienen las
generaciones futuras a disfrutar de un nivel de bienestar no inferior al que
gozan las generaciones actuales.
D) Supone un proceso de cambio estructural. Una economía que eleva su
nivel de renta per cápita con el paso del tiempo, pero que lo hace sin llevar a
cabo ninguna transformación de su estructura social y económica, no es
probable que pueda considerarse una economía en desarrollo.
E) Exige un consenso mundial, además de un compromiso político,
respecto a la conservación del medio ambiente. Es decir, desde el punto de vista
de la política económica, obliga a replantearse los objetivos perseguidos.
Primero, apostando no sólo por metas a corto plazo, sino también a largo plazo,
que abarquen intereses globales y no exclusivamente nacionales; segundo,
instaurando nuevos instrumentos y mecanismos que reorienten el
comportamiento económico hacia una mayor integración entre las tres
dimensiones de la sostenibilidad, y, por último, modificando o elaborando
nuevos indicadores -económicos, ambientales y sociales- que sirvan como
sensores de si realmente esa integración se está logrando, que midan los
diferentes grados del proceso o si, por el contrario, se alejan de la senda de
sostenibilidad.

Puedes ver las cinco dimensiones que Naciones Unidas plantea para su integración en las
agendas de los Estados en el Documento I.

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La administración sostenible

1.4 Administración pública y sostenibilidad


La Administración pública, los poderes públicos en general, en tanto que no son
sino un elemento más del proceso de autoorganización política de la sociedad,
deben ser SOSTENIBLES como organizaciones y como definidores de políticas
públicas, como impulsores del cambio de valores de la sociedad a la que sirven
y como ejecutores de dichos valores en su funcionamiento cotidiano.

1.4.1 Principios de una Administración sostenible como


impulsora de políticas
A) Enfoque integrado de los problemas y las oportunidades del país, sin
olvidar la dimensión exterior de su modelo de desarrollo, para optimizar su
contribución a la sostenibilidad nacional y global.

B) Debe existir un fuerte compromiso institucional, que se manifieste en


la orientación de los procesos y sistemas de gestión, que sirvan como
garante de la consolidación y la coherencia de las políticas.

C) Consenso social y participación en la definición de políticas


públicas. Puesto que el objetivo de la sostenibilidad está
ineludiblemente unido a la mejora de la calidad de vida, la
participación es el instrumento que puede permitir que estos objetivos
sean plenamente asumidos y, de este modo, contribuir al avance hacia
pautas más sostenibles como un proyecto colectivo.

D) Pensar y actuar en términos de sostenibilidad, atendiendo a la


complejidad de las interacciones entre variables ambientales,
económicas y sociales desde una perspectiva integrada. Se exige
cambio e innovación tanto en el tipo de intervenciones públicas como
en la forma de actuar y organizarse para la acción. La idea de desarrollo
sostenible conlleva en el fondo replantearse el paradigma de la riqueza
material como único componente del proceso de mejora del bienestar.
Esto representa un cambio de planteamiento que no es fácil de asumir,
y que por tanto se plantea como un reto a largo plazo.

E) Reconocimiento de los límites de la acción política y del concepto de


escasez, no entendiendo ésta solamente con relación al volumen

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 15


La administración sostenible

global de recursos para intervenir desde el sector público o al objetivo


de equilibrio presupuestario, sino como consecuencia de las lógicas
limitaciones que impone la elección entre objetivos en conflicto. La
sostenibilidad, como concepto integrado, debe llevar a la reflexión
sobre los vínculos entre cada uno de los objetivos de la acción política

F) La sostenibilidad es un compromiso con el largo plazo sobre la base


de un consenso político y de la sociedad.

La actuación del Estado y su Administración deben basar su acción pública


en los principios de la Declaración de Río:
1º Derecho a una vida saludable y en armonía con la naturaleza,
como renovado objetivo de progreso social que significa dotar de una
dimensión cualitativa al desarrollo. Supone introducir la calidad de vida como
objetivo de las políticas en sus tres componentes: bienestar social, calidad
ambiental e identidad cultural.
2º Equidad intra e intergeneracional del derecho al desarrollo.
Responde a la exigencia de solidaridad internacional y a futuro para conseguir
la conservación, protección y restablecimiento de los recursos de la tierra.
Obliga a abordar los desequilibrios territoriales en las condiciones de desarrollo
y, en especial, la atención a los grupos y situaciones más desfavorecidas y a
introducir el largo plazo en el diseño de las políticas.
3º Integración del medio ambiente en los procesos de desarrollo.
Constituye el principal desafío para hacer más sostenible el desarrollo
económico, incluidas las relaciones comerciales. Obliga a considerar los factores
demográficos e invita a explorar las nuevas oportunidades que brinda el
desarrollo y el uso de nuevas tecnologías.
4º Incorporación del principio de precaución, como base para la
formulación y generalización del uso de instrumentos legales, técnicos y
financieros para su desarrollo.
5º Internalización de los costes y beneficios ambientales en los
procesos de producción y de prestación de servicios, lo que conlleva el
desarrollo de instrumentos para su medida y utilización.
6º Garantía de acceso a la información y a la participación, como
cometido de las Administraciones públicas y su incorporación a la normativa
para la elaboración de instrumentos y actuaciones, respectivamente.
A este listado cabe añadir otros principios:

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 16


La administración sostenible

7º Promoción de sistemas de producción y consumo sostenibles que,


mediante la información y la formación, garanticen, por un lado, la calidad
ambiental en términos de eficiencia y ahorro de recursos naturales y residuos y
permitan, por otro, la capacidad de elección de los consumidores.
8º Corresponsabilidad de los diferentes agentes. Involucra a los
poderes públicos en el ejercicio de sus competencias y a la opinión pública en la
adopción de decisiones. Destaca el papel determinante de las autoridades
locales invitadas a la elaboración de la Agenda 21 Local; de la sociedad civil, a
través de colectivos y organizaciones; de los agentes privados, en especial del
comercio, la industria o la agricultura; y de la comunidad científica.
9º Coherencia y equilibrio en el desarrollo territorial. La cohesión
económica y social es uno de los fundamentos de los Estados democráticos. El
acceso al empleo, a los equipamientos, a los servicios, a la justicia y al desarrollo
y progreso individual en condiciones de equidad, en todos los territorios, ha de
ser uno de los principios inspiradores del desarrollo sostenible.

1.4.2 Principios de una Administración sostenible como


organización. Nuevo paradigma
La profundidad y el alcance de los problemas que presenta en la actualidad la
Administración pública conducen indefectiblemente a la necesidad de su
transformación. No se trata solo de abordar cada una de las disfuncionalidades
o de hacerlo de una manera conjunta desde una perspectiva de gestión, sino de
modificar los fundamentos en los que se basa la actuación política y
administrativa. Los ciudadanos, a través de numerosos estudios de opinión y
de su propia actitud y manifestaciones, y diversas instituciones y organismos
internacionales, a través de la expresión de los más variados indicadores de
gobernanza y de calidad de los servicios públicos y de la democracia, señalan la
necesidad de repensar la forma en que el poder público se relaciona con la
sociedad, una transformación que puede partir de los siguientes fundamentos:
1º Toda actividad pública debe contrastarse con la satisfacción del
interés público. Para ello es necesario redefinirlo y preservar un núcleo central
de actividad de la Administración y re-priorizar la oferta de servicios, actividades
y bienes públicos.
2º Los poderes públicos deben rendir cuentas y ser transparentes, lo
que nos remite a la función política de la actividad pública y administrativa y a
su legitimidad.
3º Los recursos públicos deben optimizarse, porque la Administración
debe hacer un uso eficiente de aquellos, porque cuando no lo hace puede dejar

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 17


La administración sostenible

de satisfacer algunas prioridades sociales y puede acabar reduciendo los


derechos de los ciudadanos.
4º Esta optimización, necesaria para lograr la efectividad de los servicios
públicos, debe ir acompañada de su medición, contrastación y evaluación. La
construcción y utilización de estándares de costes, eficiencia o calidad puede ser
un buen camino para mejorar el rendimiento de la Administración y su
rendición de cuentas, así como para apoderar a los ciudadanos.
5º Las estructuras y procedimientos deben simplificarse. Su proliferación
encarece los servicios públicos y recorta los derechos de los ciudadanos, reduce
la capacidad competitiva de las empresas y dificulta la inversión internacional.
6º La actividad administrativa debe orientarse a la creatividad y a la
innovación, sobre todo a la innovación social. Las tres hacen referencia a la
función de liderazgo de la Administración en alianza con un amplio
conglomerado de organizaciones e intereses. La innovación permite adoptar
como principio una orientación permanente al cambio y la transformación en la
actuación. La creatividad posibilita construir aprovechando el talento existente
en la Administración y en la sociedad, y la innovación social supone compartir
la responsabilidad de la marcha de la sociedad con los ciudadanos y sus
organizaciones y crear comunidades de conocimiento transformadoras. La
coproducción de servicios, el conocimiento compartido a través de las
redes sociales y la interacción entre la Administración, sus integrantes y los
ciudadanos ayudarán a construir una sociedad más inclusiva, más
desarrollada y más democrática.
7º Es necesario revisar la cartera de servicios. El establecimiento del
núcleo duro de la función político-administrativa debe corresponderse con la
determinación de la cartera de servicios garantizados apropiada. La mayor parte
de los Estados necesitan redefinir la cartera de servicios públicos de acuerdo
con las prioridades y necesidades sociales y los criterios de sostenibilidad y
equilibrio financiero. Se trata de reescribir el contrato que liga a las
instituciones políticas con la sociedad. La falta de reflexión sobre la oferta de
servicios está en la base de la crisis administrativa actual, que deriva de una
inadecuación entre ingresos ordinarios y gastos. Los debates sobre prioridades,
las formas de gestión, la privatización, etc., se producen en medio de una
confusión que procede de no distinguir entre qué hacer, en qué orden, quién
debe hacerlo y cómo hacerlo, además de no seguir este orden discursivo.
8º La reforma de las Administraciones públicas debe abordarse de una
manera integral. Esta necesidad procede del entendimiento de que nos
encontramos ante una única sociedad y un sistema político-administrativo
común en el que un ciudadano actúa con diversas instancias gubernamentales y
administrativas y estas interactúan entre sí en una intrincada red de relaciones.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 18


La administración sostenible

Sin embargo, esta complejidad que hay que simplificar todo lo posible no
puede trasladarse al ciudadano, ni a las organizaciones sociales, ni a las
empresas, ya que menoscaba sus derechos y su capacidad de actuación. Las
nuevas tecnologías deben facilitar y guiar el camino; de no hacerlo, se ampliará
la brecha entre la Administración pública y la sociedad y, cuando sea posible,
provocará que el ciudadano busque o demande alternativas a la oferta pública.
La clave está en ordenar los servicios y actividades públicas desde su
receptor, el ciudadano, y no, como es habitual, desde las entidades
prestatarias atendiendo a la división competencial.

LOS CIUDADANOS TIENEN, POR TANTO, EL DERECHO A UNA BUENA


ADMINISTRACIÓN

9º Debe extenderse de manera generalizada la e-Administración y, sobre


todo, la interoperabilidad. Se trata de interconectar Administraciones, servicios e
información y de facilitar el conocimiento compartido. La participación en las
decisiones que afectan a los distintos actores gubernamentales territoriales
deberá favorecer el fortalecimiento de la integración de las Administraciones, su
apuesta por la articulación de servicios con la meta en una Administración
compartida, sin costuras e interoperable. Sin embargo, debemos señalar que, en
relación con este fundamento, lo esencial no es la tecnología. Las dificultades
para implantar la interoperabilidad no provienen principalmente del encuentro
de las soluciones tecnológicas, sino de una cultura político-administrativa que
prima la gestión no cooperativa.

Debemos conseguir un mayor apoderamiento del ciudadano a costa de los


poderes públicos y partir de la consideración del ciudadano como un sujeto
democrático co-conformador de sus derechos y consciente de su papel en la
sociedad, a la que vez que comprometido con la marcha de su comunidad. La
Administración pública no puede por sí sola detectar las necesidades y
preferencias sociales ni satisfacerlas –mucho más, si cabe, en los países con
menores cotas de desarrollo-, por lo que necesita el concurso de muchos,
aunque mantenga la responsabilidad de la dirección y la actuación pública.
La actuación pública debe guiarse por unos referentes de actuación que
impliquen un impacto efectivo en la mejora de las condiciones de vida de las
personas, organizaciones y empresas. Implica determinar objetivos del gobierno
y de las políticas públicas, establecer los indicadores adecuados, contrastarlos

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 19


La administración sostenible

con estándares válidos y evaluar la consecución de los objetivos fijados. Supone


considerar la Administración pública como una institución política destinada a
determinar las necesidades y expectativas de la sociedad.
El derecho a la buena Administración, como el derecho al buen Gobierno,
persigue el logro de una ciudadanía fuerte frente a los poderes públicos, a la
vez que una Administración capaz de liderar la sociedad. Para ello necesita
percibir que se orienta y se compromete de una manera efectiva con el bien
común. Y ello pasa por revisar el concepto de Estado que se viene manejando
en las últimas décadas en los enfoques que lo consideran un actor más en las
redes de políticas o que debe reducirse su papel al mínimo, ya que entienden
que debe ser la sociedad o la empresa privada quienes ocupen su lugar. De ahí
se ha deducido en ocasiones que la Administración debe ser algo residual, lo
que ha producido un debilitamiento o pérdida de los principales valores
públicos y ha conducido, junto con el alejamiento de los fines de la
Administración de los referentes de los ciudadanos, a la baja aceptación
ciudadana del ejercicio del poder público.
El Estado tiene la misión de liderar la sociedad y de responsabilizarse del
resultado de las políticas formuladas y ejecutadas con la participación de los
más variados agentes gubernamentales, sociales y económicos. En relación con
la sociedad, debe activar a los ciudadanos para que actúen en el ámbito
público. Esto debe llevarle, por un lado, a impulsar que el ciudadano se
comprometa con el bien común y, por otro lado, al desarrollo, en el
conjunto de la sociedad, de la civilización, de la democracia y de nuevos
patrones de conducta participativa, cooperativa, autoorganizada y
autorregulativa. Se trata de apoderar a los ciudadanos para que se
impliquen en los asuntos públicos y se corresponsabilicen con el Estado en
la búsqueda de su propio bienestar y para que presionen a las instituciones
públicas para que rindan cuentas y sean transparentes.
Aparece así un Estado como socio, garante del diálogo con la sociedad, que
gestiona los intereses de la comunidad e interviene en su vida. Un Estado que
sigue siendo un actor decisivo en la arena política nacional y global y que
continúa teniendo como fin la cohesión social, pero ahora como centro en
el que se conectan los más diversos actores. Se debe abandonar el concepto
de Estado universal y virtual y ser sustituido por un Estado posible, real,
modesto y fuerte que debe mantener la cohesión social, evitar la quiebra
social y liderar las iniciativas sociales y económicas. Ello debe implicar que,
en situaciones como la actual y en muchas partes del mundo, deba encaminar
prioritariamente su actuación a la defensa de los más vulnerables.
El logro de una Administración que optimice los recursos y que se oriente a la
calidad o la eficiencia es condición necesaria, pero no suficiente para alcanzar

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 20


La administración sostenible

una Administración exitosa, esto es, legítima y aceptada por los ciudadanos. A
los ciudadanos hay que hablarles de eficacia, rendimiento, economía y de otras
cuestiones objetivables, pero fundamentalmente la Administración pública
debe conectar con los ciudadanos a través del nivel emocional y, por tanto,
transmitirles seguridad, esperanza, futuro, valores de comunidad y
responsabilidad. Esto es, hay que hablarles de sus necesidades más profundas,
muy especialmente en momentos de una dura crisis como la actual. En
conclusión, la Administración pública trata de personas, tanto de las que
están en su interior, como de las que reciben sus servicios.
No hay que olvidar que los problemas de lo público y de la Administración se
encuentran fundamentalmente en el sentimiento de desafección de los
ciudadanos, que no se puede combatir principalmente con medidas eficientistas
o de reducción de gastos, aunque estas sean necesarias para mejorar su
rendimiento. En definitiva, lo que requieren los tiempos actuales es una
dirección y un liderazgo que sitúen a la política en el centro de la actuación
pública.
La noción de buena Administración se completa con otra idea: la
responsabilidad, que se puede concretar en que el Estado y sus instituciones
son responsables para la comunidad que gestionan y responden ante ella;
en que la Administración pública tiene como finalidad proteger a los
ciudadanos y garantizar el interés público, y en que los empleados públicos
deben comprometerse con un modelo sostenible de desarrollo y con la
satisfacción de las necesidades humanas fundamentales.
La nueva Administración debe orientarse al logro efectivo de sus fines, que
pueden resumirse en lograr la mejora de la sociedad; evitar las brechas
sociales, por lo que debe desarrollar políticas de cohesión social; orientarse
a los más vulnerables y al bien común; activar a los ciudadanos en la vida
en la comunidad, con el fin de lograr una democracia avanzada; ser
éticamente ejemplar; favorecer el conocimiento político y social; basar su
actuación en la transparencia; rendir cuentas de su actividad; someterse a
evaluación periódicamente, e implantar la responsabilidad institucional e
individual.

Ver Documento II “Referencias internacionales en materia de eficiencia energética”

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 21


La administración sostenible

Las tres dimensiones de la sostenibilidad permiten abordar un cambio de paradigma en el


estudio de la Administración pública, tanto en su vertiente de diseñadora de políticas
favorables a un desarrollo sostenible que abarque dichas dimensiones, como en su vertiente
organizativa, en tanto que “primer ejemplo” en la ejecución de las políticas que impulsa. Los
Estados deben promover otra forma de hacer política, otra forma de diseñar su política
económica, de acuerdo con los principios expuestos en este tema, pero también deben ser los
primeros en aplicar estos principios a sus organizaciones. Como veremos en el último tema,
también las Administraciones públicas empiezan a asumir el concepto de responsabilidad social
como factor estratégico de sus organizaciones en pos de su legitimación ciudadana.

PNUMA, 2011. Hacia una economía verde: Guía para el desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza - Síntesis para los encargados de la formulación de políticas.
www.unep.org/greeneconomy (Documento III)
Administración 2032. Teclas para transformar la Administración pública española. INAP.
2014. Capítulo I. (Documento IV)

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 22


La administración sostenible

TEMA 2. INDICADORES DE SOSTENIBILIDAD Y SU


INCLUSIÓN EN UN CUADRO DE MANDO

2.1 La dificultad de medir la sostenibilidad


A partir del informe Brundtland, el mundo es concebido como un sistema global
cuyas partes están interrelacionadas, entendiendo el concepto de desarrollo
sostenible como un proceso multidimensional que afecta al sistema económico,
ecológico y social y que pasa a ser una variable a tener en cuenta en las
decisiones de política económica. Sin embargo, en los últimos años, una de las
cuestiones más preocupantes ha sido conocer si realmente se siguen pautas
de sostenibilidad, es decir, si se tienen indicadores que nos alerten sobre la
evolución positiva o negativa de este proceso. Aunque, la ambigüedad del
propio concepto dificulta esta tarea, se han ido elaborando algunos indicadores
que muestran aspectos de las tres dimensiones mencionadas anteriormente.
La tensión entre el pensamiento global y la gestión local se hace más evidente,
si cabe, cuando analizamos cuestiones como la sostenibilidad. Para evaluar el
progreso de las acciones y políticas llevadas a cabo por el poder público es
preciso contar con un conjunto de indicadores adecuados. Sin embargo, los
indicadores promovidos y recomendados por varias de las instituciones
internacionales como herramientas para medir la gestión local no brindan
información suficiente sobre la capacidad de gestión de las
Administraciones, principalmente en lo que respecta a la sostenibilidad.
Con el fin de diagnosticar, evaluar y hacer seguimiento a los avances alcanzados
en materia de sostenibilidad, distintos organismos internacionales (OCDE, ONU,
Banco Mundial, Unión Europea, World Resources Institute, entre otros), la
academia y los gobiernos han coincidido en proponer los indicadores como una
de las estrategias metodológicas básica para medir la sostenibilidad. Uno de los
principales instrumentos de gestión para el desarrollo de la sostenibilidad de las
actividades humanas dentro de la naturaleza son los indicadores, los cuales
requieren un marco conceptual integrado y una propuesta teórica y
metodológica clara que facilite el entendimiento y la participación de los
diferentes actores y sectores de la sociedad.
Existe una amplia variedad de iniciativas que proponen la utilización de
indicadores para medir la sostenibilidad, algunas con un mayor grado de
complejidad y desarrollo que otras: indicadores ambientales, de desarrollo
sostenible, de sostenibilidad (fuerte y débil), de desarrollo humano o
indicadores de sostenibilidad urbana.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 23


La administración sostenible

Dada su complejidad, se recomienda la participación de todos los actores


implicados en la definición de indicadores, lo que permitirá contar con un único
modelo de interpretación de la realidad compartido.

2.2 Definición de INDICADOR


Existe una amplia gama de definiciones provenientes de diferentes fuentes,
primordialmente, de agencias internacionales:
 El Banco Mundial define indicador como una medición numérica
de la calidad de vida en un país. Los indicadores se utilizan para
ilustrar el progreso de un país en el logro de una serie de objetivos
económicos, sociales y ambientales.

Como los indicadores representan datos que han sido recolectados por distintas
entidades utilizando diferentes métodos, puede haber incongruencias entre
ellos.‖
 Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), un indicador puede definirse como un
parámetro o valor, derivado de parámetros generales
(variables), que señala o provee información o describe el
estado de un fenómeno dado - del ambiente o un área
específica - con un significado que trasciende el valor específico
del parámetro (análisis).

 La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)


define indicador como una variable que, en función del valor que
asume en determinado momento, despliega significados que no
son aparentes inmediatamente, y que los usuarios decodificarán
más allá de lo que muestran directamente, porque existe un
constructor cultural y de significado social que se asocia a él.‖

 Para el Instituto Nacional de Administración Pública de España


(INAP) un indicador es una expresión (una serie de números,
símbolos o palabras) utilizada para describir actividades
(sucesos, objetos, personas) en términos cuantitativos y
cualitativos, para evaluar dichas actividades, y el método
utilizado.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 24


La administración sostenible

 El Instituto Navarro de Administración Pública define indicador


como la expresión cuantitativa o cualitativa de una variable que
permite describir algún aspecto de la intervención y ayuda a
valorar lo alcanzado en relación con un parámetro de
referencia.‖

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) definió en


2008 los indicadores como una importante herramienta para analizar los
cambios en una sociedad y para centrar la atención en las prioridades clave. Así
mismo, reconoció que la principal función que cumplen los indicadores está
relacionada con la ayuda que prestan a los tomadores de decisiones en el
control y seguimiento de los logros alcanzados para llegar a un producto,
resultado, meta u objetivo.

Un indicador puede definirse como un instrumento de medición que aporta información sobre
la condición actual de una situación, evento o fenómeno determinado y sirve para orientar a
los tomadores de decisiones en la formulación de políticas que busquen dar soluciones a
problemas reales identificados por la sociedad.

2.3 Características de los indicadores


Los indicadores deben ser objetivos; medibles; relevantes; específicos;
prácticos y económicos, y asociados a un plazo.
Para el caso de los indicadores de sostenibilidad, estos deben cumplir como
mínimo las siguientes características:
• Ser de fácil elaboración y comprensión.
• Contribuir a inculcar y reforzar la conciencia pública sobre aspectos del
Desarrollo Sostenible, y promover la acción a nivel local, regional o nacional.
•Ser relevantes para la medición y evaluación del progreso encaminado hacia la
sostenibilidad.
• Ser factibles de elaborar a cualquier escala (local, regional y nacional),
considerando: la capacidad nacional, la disponibilidad de información básica, el
tiempo de elaboración y las prioridades nacionales, regionales y/o locales.
• Estar fundamentados conceptualmente para facilitar comparaciones objetivas
(nacional e internacionalmente).

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 25


La administración sostenible

• Ser susceptibles de adaptarse a desarrollos metodológicos y conceptuales


futuros.
• Ayudar a identificar aspectos prioritarios o de emergencia, orientando nuevas
investigaciones y políticas.

2.3.1 Tipos de indicadores


La doctrina se refiere, en el caso de indicadores de sostenibilidad, a los siguientes
tipos:
A) Indicadores de primera generación. Se refiere a los indicadores sectoriales o
ambientales clásicos, que no incorporan interrelaciones entre los componentes
de un sistema. A este grupo pertenecen los llamados indicadores ambientales.
B) Indicadores de segunda generación. Se refiere a los indicadores de desarrollo
sostenible, normalmente compuestos por cuatro grupos de variables
(económicas, sociales, institucionales y ambientales), pero que en la mayoría de
los casos no se ha logrado establecer indicadores realmente vinculantes o
transversales a todos los temas. Los indicadores de Desarrollo Sostenible son
aquellos que informan o señalan avances y retrocesos, o permiten objetivar una
evaluación sobre el grado de progreso hacia el objetivo de lograr el
mejoramiento en la productividad económica, la equidad social, el desarrollo
institucional y participativo, y la preservación de las funciones ecosistémicas.
C) Indicadores de tercera generación. Corresponden a indicadores vinculantes,
sinérgicos o transversales, que incorporan simultáneamente varios atributos o
dimensiones, por ejemplo, el componente cultural y político.

2.3.2 Otras formas de tipificar los indicadores


Presión – Estado – Respuesta (PER): este es uno de los marcos ordenadores más
usados para la toma de decisiones, formulación y control de las políticas
públicas.
Fuerza Motriz-Estado-Respuesta (F-E-R): este sistema de indicadores fue
desarrollado por el Departamento de Coordinación de Políticas y Desarrollo
Sostenible de las Naciones Unidas, a partir del marco PER; en esta propuesta el
término presión (de connotación negativa), es reemplazado por el de fuerza
motriz por considerar que esta palabra puede impulsar cambios tanto negativos
como positivos en las otras variables del sistema.
Fuerza Motriz- Presión- Estado- Impacto- Respuesta (FPEIR): esta toma los
elementos de los marcos PER y FER, adicionando a este nuevo marco la variable
Impacto.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 26


La administración sostenible

Ante la complejidad de su definición, los autores y los diversos organismos han ido
confluyendo en la elaboración de tablas de indicadores (ver tablas 1, 2, 3, 4, 5 y 6).

Desde una perspectiva micro, podemos analizar cómo una organización puede
evaluar el impacto de su labor en el medio ambiente y en su entorno en general
a través de un ejemplo concreto.

EL CASO DEL INAP (Instituto Nacional de Administración Pública del Reino de España)
Plan de Eficiencia Energética y Sostenibilidad Medioambiental (Documento V)

2.4 La inclusión de indicadores en un cuadro de


mando
Los indicadores nos deben proporcionar una información relevante para
analizar el grado de cumplimiento de los objetivos de una organización, una
región o un país. Desde el punto de vista de una organización pública, el
impacto medioambiental de su actividad será medida a través de indicadores de
efectividad, incluidos en una herramienta fundamental para la toma de
decisiones: el cuadro de mando.
Una mejor actuación ambiental, al igual que la mejora del rendimiento
financiero o de la calidad de una organización, es el resultado de un diseño y no
del azar; por ello, para garantizar su consecución, las organizaciones deben
plantearse el establecimiento de un sistema de gestión ambiental que les
permita establecer objetivos y procedimientos, así como con los recursos
necesarios para alcanzar los resultados deseados. Cuanto más importantes son
para una organización unos resultados ambientales concretos, más precisa de
un sistema formal.
La dirección estratégica, entendida como el proceso de análisis, decisión y
acción que una organización emprende para crear y mantener ventajas
competitivas será la encargada de llevar a cabo la articulación entre los
tradicionales objetivos económicos y los nuevos objetivos sociales y
ambientales que surgen como consecuencia de las exigencias del entorno y el
compromiso con el desarrollo sostenible.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 27


La administración sostenible

El Cuadro de Mando es una herramienta de gestión que ayuda a la toma de decisiones


directivas al proporcionar información periódica sobre el nivel de cumplimiento de los
objetivos previamente establecidos mediante indicadores. El CM permite la translación de la
estrategia de la organización en objetivos concretos y la evaluación de la interrelación entre los
diferentes indicadores.

2.4.1 Características básicas del cuadro de mando


1. Adopta una perspectiva global, equilibrando objetivos del corto plazo
con los del largo plazo, y los indicadores monetarios con los no monetarios. Por
ello, el control de gestión adquiere una dimensión estratégica.
2. Su formulación presenta un carácter participativo, ya que se ha de
construir con la participación conjunta de todos los directivos y empleados que
tendrán que ver con la definición y el despliegue estratégico de la organización.
3. Los indicadores se estructuran bajo cuatro perspectivas clave: los
empleados, los procesos internos, los clientes y los resultados económico-
financieros.
Respecto a la definición de las perspectivas, se han citado las más habituales,
pero algunas organizaciones han preferido añadir otra perspectiva, la del
empleado o humana. Por otra parte, dichas perspectivas se encuentran
interrelacionadas entre sí, por lo que deben estudiarse de forma conjunta.
El cuadro de mando permite relacionar indicadores entre sí, por lo que las
perspectivas o áreas reproducen relaciones del tipo causa-efecto. De esta forma,
se recibe información de lo que sucede y se sabe el porqué. La novedad, sin
duda, es que no se trata de presentar una batería de indicadores clave de la
organización sin una conexión entre ellos, sino de ver precisamente las
relaciones causales existentes entre ellos, de tal manera que se pueda evaluar
cómo las variaciones unitarias en los diferentes indicadores afectan (son la
causa) a los otros, de tal manera que podamos simular cómo hemos de lograr el
objetivo último y finalista de nuestra organización.

2.4.2 Ventajas de la utilización de un cuadro de mando


1. Traduce la estrategia de una organización en un conjunto de
indicadores: convierte la estrategia en acción.
2. Es un instrumento que comunica la misión al conjunto de la
organización. En este sentido, la información debe ser estimulante y

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 28


La administración sostenible

clarificadora para la actuación diaria. Este hecho plantea coherencia en todas las
acciones ya que permite alinear los objetivos.
3. Además de ser un sistema de información y de control, es también un
instrumento de formación, ya que supone un aprendizaje de las buenas
acciones desarrolladas y de los errores. Este factor supone obtener posibilidades
de mejora continua, ya que sólo se mejora lo que se mide.
4. Obliga a coordinar las tareas de planificación con la estrategia. Orienta
la organización hacia objetivos estratégicos.
5. Contribuye a la redefinición permanente de la estrategia. El entorno en
el que se mueve una organización es cambiante, por lo que se consigue un
efecto de retroalimentación entre las experiencias y las decisiones de la visión
global de la organización.

Además de informar, contribuye a formular la estrategia, comunicarla, alinear los objetivos de


la organización y de los empleados, motivar y formar continuamente y rediseñar la estrategia.
Implica la generalización de los indicadores no financieros, elimina la obsesión por el corto
plazo y, además, permite y plantea el análisis de las relaciones causa-efecto entre indicadores.

2.4.3 Utilidad de esta herramienta en la gestión pública


La perspectiva global que plantea el CMI permite introducir el planteamiento
estratégico en la Administración pública, factor que tradicionalmente no se
ha incorporado en dicho tipo de entidades, al menos formalmente.
Introduce la posibilidad de utilizar variables que no son de tipo financiero,
pero que son de gran interés en las Administraciones públicas. Para el caso de
las entidades públicas, los resultados financieros, aun siendo útiles, deben
complementarse con muchos otros.
Las cuatro perspectivas en las que se divide un cuadro de mando integral:
formación e innovación, procesos internos, clientes y finanzas, reflejan las
áreas más relevantes de actividad en los entes públicos, pero parece razonable
dar mayor insistencia a la perspectiva del ciudadano y al impacto de la
acción pública en el entorno.
El CM favorece, pues, la transparencia en la gestión y el establecimiento de un
equilibrio entre las acciones inmediatas y las líneas estratégicas. Como
herramienta de gestión, es un concepto dinámico que da un apoyo

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 29


La administración sostenible

continuo a la toma de decisiones, contribuye a comunicar la estrategia e


implica a las personas en su elaboración y seguimiento.

Puedes analizar el documento de la Junta de Andalucía (Documento VI)

2.4.4 La variable ambiental


Sin embargo, los aspectos ambientales no han sido incluidos tradicionalmente
en los cuadros de mando.
Siguiendo el trabajo de Gimeno, se propone un cuadro de mando integral que
incorpore la variable ambiental de manera transversal en todas las perspectivas
de actuación. Se trata de reformular la pregunta ¿cómo alcanzar el éxito
financiero?, por ¿cómo alcanzar y mantener la sostenibilidad? y, en
consecuencia, sustituir la perspectiva financiera por la de desarrollo sostenible,
cuyo fin último sea la creación de un valor global a largo plazo.

EXTRAIDO DE “CUADRO DE MANDO PARA LA GESTIÓN AMBIENTAL”, de Ingrid Lameda Montero. ProfesoraTitular de la
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, y Javier Gimeno Zuera, Profesor Universidad de Zaragoza.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 30


La administración sostenible

Incorporar la variable ambiental en los procesos de toma de decisiones concede


a la contabilidad un papel no sólo relevante, sino muy amplio y extenso,
contribuyendo a:
○ Desarrollar actividades más ecológicas,
○ Poner un mayor énfasis en la sostenibilidad,
○ Internalizar los costes ambientales, y
○ Establecer una adecuada comunicación con los diferentes grupos de
interés.
De esta forma, con la introducción de medidas tanto financieras como no
financieras, los nuevos sistemas desarrollados en el ámbito de la contabilidad de
gestión van a facilitar la recogida y transmisión de información sobre las nuevas
variables que, en el contexto que se está considerando, interesa gestionar.
Cuando la organización asume como propia la variable medioambiental y la
integra en el sistema de gestión se favorece el aprovechamiento de nuevas
oportunidades, apoyándose en sus fortalezas, dando así un mayor impulso a su
sostenibilidad; y en este contexto, el establecimiento de un cuadro de mando la

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 31


La administración sostenible

gestión ambiental constituye un medio eficiente para alcanzar mejoras en el


desempeño, y ofrece, a su vez, una oportunidad de que la contabilidad
desempeñe un papel más activo en el proceso de mejora.
Es de destacar que, a partir de la evidente distinción entre crecimiento y
desarrollo, en el ámbito de la elaboración de las cuentas nacionales, además de
las variables macroeconómicas convencionales que integran la contabilidad
nacional (producto interior bruto, renta nacional, renta per cápita, etc.), se han
propuesto otros indicadores que reflejan la calidad de vida de una comunidad.
Entre ellos figuran el BEN (bienestar económico neto), el IDH (índice de
desarrollo humano), el IBES (índice de bienestar económico sostenible) y el IPG
(índice de progreso genuino). Todos ellos incorporan al Producto Interior Bruto
otras variables, como la esperanza de vida al nacer, el índice de alfabetización, la
depreciación del capital natural, el grado de desigualdad en la distribución de la
renta, el valor del trabajo doméstico y del voluntariado o el coste del crimen y
de la contaminación. Diversos organismos internacionales han impulsado la
creación de sistemas de cuentas ambientales que completen la contabilidad
nacional, desde los indicadores citados anteriormente hasta las cuentas satélite
de los recursos naturales y los sistemas de contabilidad integrada.

DESARROLLO SOSTENIBLE Y SUS INDICADORES, Arias Arbeláez, Fabio Alberto.


Documento de Trabajo no. 93. CIDSE, Centro de Investigaciones y
Documentación Socioeconómica, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad del
Valle, Cali: Colombia. Diciembre. 2006. (Documento VII)

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 32


La administración sostenible

TEMA 3. INSTRUMENTOS Y HERRAMIENTAS DE


SOSTENIBILIDAD (SISTEMAS DE GESTIÓN,
MEMORIAS DE SOSTENIBILIDAD, ETC.)

3.1 El nacimiento de los modelos: del sector privado


al público
Se han desarrollado diversos modelos para medir y fomentar la sostenibilidad
en el sector privado, el público y el no gubernamental. Muchos de los modelos
han surgido de las memorias de sostenibilidad del sector privado, cuyo
objetivo primordial era el fortalecimiento de la confianza y la
responsabilidad de las empresas sobre la sostenibilidad de sus prácticas
ante los intereses afectados más importantes y ante el público en general.
Al tiempo, dichas memorias proporcionan la base empírica y numérica para
ayudar a los decisores a medir el progreso hacia el desarrollo sostenible y a
integrarlo en los sistemas de gestión de sus organizaciones. Mientras que los
datos económico-financieros de las empresas son sólidos, la dimensión social y
medioambiental de la sostenibilidad se ha basado frecuentemente más en
información descriptiva que en datos cuantitativos.
Con el tiempo se han desarrollado modelos de medición y gestión de la
sostenibilidad específicos y adaptados a los organismos públicos. En
algunos modelos de gestión se ha incluido recientemente la sostenibilidad
como en el Cuadro de Mando Integral de la Sostenibilidad o en los modelos de
excelencia (EFQM y CAF)… Los modelos existentes de evaluación de la
sostenibilidad se han ideado para servir a uno o varios fines:
-la integración de la sostenibilidad en la gestión organizativa
-la rendición de cuentas a partir de la publicación de las memorias de
sostenibilidad
-la realización de benchmarking para aprender de los demás
-el fortalecimiento de la confianza y la responsabilidad de la organización
frente a terceros e intereses afectados.

3.2 Clasificación de las herramientas


Existen diferentes maneras de clasificar las herramientas de sostenibilidad,
dependiendo de su origen y contenido. A continuación, se propone la siguiente

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 33


La administración sostenible

clasificación que permitirá agrupar las herramientas en función de sus


principales características:
1. Modelos teóricos estratégicos. Proponen exclusivamente la estrategia
a desarrollar sin explicar su despliegue operativo y valoración mediante
indicadores.
2. Modelos teóricos basados en una declaración de principios. Similares a
los anteriores, pero su estructura está basada en la legislación y pactos
mundiales entre organizaciones, fundamentalmente de carácter gubernamental.
3. Modelos voluntarios. Normas ISO, UNE, etc., que se elaboran a través
de acuerdos multilaterales como pauta de comportamiento a seguir en un país,
continente o incluso en el nivel internacional.
4. Modelos prácticos basados en indicadores. Son aquellos que
proponen la metodología práctica para valorar la sostenibilidad utilizando
indicadores.
5. Modelos teórico–prácticos. Son los menos desarrollados y más
completos, ya que además de la estrategia y el cumplimiento legal, proponen
una serie de indicadores para su medida, evaluación y revisión.

Ver TABLA 7 del Documento TABLAS

3.3 Herramientas más destacadas


CUADRO DE MANDO INTEGRAL DE SOSTENIBILIDAD

El cuadro de mando integral constituye un instrumento de gestión muy


relevante para centrar la organización en sus objetivos estratégicos al tiempo
que ofrece un punto de vista equilibrado de las distintas perspectivas de la
organización. Una novedad muy importante es la introducción de la
sostenibilidad, bien integrada en las cuatro dimensiones tradicionales del
instrumento, bien como una dimensión independiente de las otras cuatro. El
CMI de sostenibilidad, sin embargo, emplea indicadores centrados en la
organización, por lo que hace difícil la comparación entre organizaciones. Lo
cierto es que se está debatiendo sobre cómo integrar la sostenibilidad en el
instrumento. La idea de tener una perspectiva adicional sobre la sostenibilidad,
y no solo indicadores y objetivos incorporados a las perspectivas existentes, es
muy atractiva al resaltar la importancia del factor como parte de la misión de la
organización.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 34


La administración sostenible

MODELOS DE EXCELENCIA

Los modelos de excelencia han integrado la medición de la sostenibilidad. No


obstante, dichos modelos deben superar algunas dificultades para considerar la
sostenibilidad como un asunto prioritario para el sector público. Por una parte,
el progreso relativo a dicho concepto se diluye en otros aspectos de la
organización que no guardan relación con ella, salvo algún criterio. Por otro
lado, los indicadores “blandos” de sostenibilidad no miden los resultados reales
comparables de organismos públicos similares para poder establecer
prioridades en materia de sostenibilidad. Finlandia ha añadido un suplemente
de sostenibilidad al CAF, con ejemplos y preguntas sobre sostenibilidad, pero
sigue careciendo de indicadores “duros”.

IWA: 4

El IWA:4 (International Workshop Agreement) es un modelo mixto de


autoevaluación y descriptivo. Trata de garantizar que los gobiernos locales sean
gestores fiables de políticas y servicios. Es el resultado de un taller internacional
aceptado por ISO y que se renueva cada cuatro años. La finalidad de IWA:4
2009 es traducir el lenguaje técnico ISO 9001:2008 a una terminología más
sencilla y adecuada para el personal de la administración local. Trata a su vez de
ofrecer una visión más estratégica y menos compartimentalizada de lo que ha
supuesto la aplicación en los gobiernos locales de la ISO 9000. Una de sus
ventajas es que combina indicadores blandos y duros y que concede a los
objetivos vinculados con distintas dimensiones del desarrollo sostenible una
gran importancia. Sin embrago, pretende ser un modelo universal y lo cierto es
que muchas administraciones locales ya han superado determinados
planteamientos del modelo. El IWA:4 basado en la Agenda 21 es muy adecuado
para administraciones locales de tipo multifuncional, pero no para organismos
públicos más especializados.

Sistema de diagnóstico para los gobiernos locales confiables del IWA:4


1. Desarrollo institucional para un buen gobierno
2. Desarrollo económico sostenible
3. Desarrollo social incluyente
4. Desarrollo ambiental sostenible
Indicadores
1. Cuidadoso de la calidad del aire

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 35


La administración sostenible

2. Responsable de la recogida y la eliminación de residuos


3. Consciente de la imagen de la corporación local
4. Protector de sus recursos naturales
5. Sistema eficaz de la gestión del territorio
6. Responsable del agua
7. Cuidadoso y responsable del suelo
8. Promotor de la educación ambiental

NORMA INTERNACIONAL ISO 26000

Es una norma para orientar a cualquier clase de organización en la integración


de un comportamiento socialmente responsable en el sistema de gestión. No
puede utilizarse para fines de certificación. El documento emplea el concepto de
responsabilidad social porque su preocupación principal es el comportamiento
socialmente responsable de la organización capaz de posibilitar la sostenibilidad
de sociedades y comunidades. La guía se basa en siete principios de
responsabilidad:
Rendición de cuentas, transparencia, comportamiento ético, respeto de los
intereses de los afectados, respeto a la ley y al derecho, respeto de las normas
internacionales de comportamiento, respeto de los derechos humanos. El
documento incluye también distintas acciones que debe llevar a cabo la
organización para comportarse de modo socialmente responsable:

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 36


La administración sostenible

Materias centrales de la conducta socialmente responsable


Gobierno de la organización
Derechos humanos
Prácticas laborales
Medio Ambiente
Aspecto 1: Prevención de la contaminación
Aspecto 2: Uso sostenible de los recursos
Aspecto 3: Mitigación del cambio climático y adaptación a este
Aspecto 4: Protección y restauración del entorno natural
Prácticas de negocio justo
Cuestiones relevantes de los consumidores
Participación y desarrollo de la comunidad

Es interesante que la guía combine principios con acciones concretas y es de


enorme valor para poner en práctica la RS. Sin embargo, no ofrece un sistema
de medición concreto, no sirve para comparar esta dimensión de la
sostenibilidad entre organizaciones. También es verdad que puede ser más útil
para países en vías de desarrollo.

MEMORIAS DE SOSTENIBILIDAD
Las memorias de sostenibilidad incluyen la medición, la rendición de cuentas y
la difusión de los resultados económicos, medioambientales y sociales e una
organización, con el fin de mejorar su rendimiento y de avanzar en el desarrollo
sostenible. Lo cierto es que los datos sobre las dimensiones económica y
financiera de la sostenibilidad parecen ser sólidos; en cambio, la dimensión
social y medioambiental de la sostenibilidad se ha basado frecuentemente en
informes narrativos o descriptivos y menos en datos numéricos.
Las empresas privadas utilizan cada vez más las memorias de sostenibilidad en
tanto mejoran su reputación. Sin embargo, su utilización en el sector público
todavía es incipiente. Las consideraciones sobre sostenibilidad se tienen en
cuenta primordialmente en tres áreas del sector público: a) compra pública; b)
legislación obligatoria en algunos países para que las empresas públicas
presenten memorias de sostenibilidad (p.ej. España desde 2009 con le Ley de
Economía Sostenible); c) en el nivel local se ha asumido con más rigor la
adopción de la Agenda 21, aunque también se ha utilizado la “huella ecológica”.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 37


La administración sostenible

Puedes consultar el Documento VIII “Guía para la elaboración de memorias de


sostenibilidad del GRI y Comunicación del Progreso del Pacto Mundial”

La Guía para la elaboración de memorias de sostenibilidad de la Global


Reporting Inititative (GRI) representa la norma internacional de facto para el
sector privado. Además, publicó un suplemento para el sector público en 2005.
La GRI está en línea con los diez principios del Pacto Mundial, iniciativa de
Naciones Unidas para comprometer a las empresas con diez principios en el
ámbito de los derechos humanos, el medio ambiente, el trabajo y la lucha
contra la corrupción.
Estructura de la memoria GRI para los organismos públicos (con ejemplos
de indicadores duros de sostenibilidad)

Los organismos que elaboran memorias de conformidad con la Guía GRI se han
encontrado con varias dificultades cuando la utilizan: el lenguaje, los conceptos
y los indicadores de rendimiento, que consideran inadecuados. A pesar de ello,
la Guía ofrece una serie de ventajas:
a) Distingue tres ámbitos diferentes para la mejora de la sostenibilidad: el
funcionamiento de la organización, el impacto de las políticas y los
servicios públicos y el impacto de todos los intereses afectados.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 38


La administración sostenible

b) El modelo identifica indicadores fundamentales y complementarios para


que los primeros puedan garantizar la comparabilidad y los segundos
puedan adaptarse a las características específicas de un organismo
público.

c) Combina la descripción de la estructura de gobierno así como de


políticas de sostenibilidad con indicadores duros para cada una de las
dimensiones de la sostenibilidad y para cada ámbito de aplicación.
A partir de todos estos modelos y de muchas iniciativas internacionales, algunas
instituciones están impulsando la creación de un nuevo marco simplificado de
sostenibilidad, que pueda servir tanto para la autoevaluación como para la
rendición de cuentas, y que se adapte a la diversidad de organismos públicos.

A modo de conclusión
La función de las memorias, como de todas las herramientas que permiten
medir y comunicar la sostenibilidad, es aportar la información necesaria para
que los grupos de interés puedan orientar sus decisiones hacia la consecución
del desarrollo sostenible. Las memorias contienen una ingente cantidad de
información, no relevante en todos los casos. Es una herramienta muy útil, para
muchos grupos de interés como pueden ser los accionistas, los futuros
inversores, organizaciones no gubernamentales, incluso para el personal de la
propia organización.
Pero no resulta de mucha utilidad para los usuarios. La información está
demasiado dispersa y para hacerse una idea del comportamiento de la
organización es necesario un análisis profundo de la memoria, tomar notas y
cotejar la información con otras organizaciones. Además, la falta de valores
umbrales para los indicadores presentados en las memorias dificulta que sean
herramientas útiles para la toma de decisiones de los usuarios.
La propuesta realizada por Juan Luis Domenech, en su libro Huella ecológica y
desarrollo sostenible, de integrar la huella ecológica corporativa en la memoria
de sostenibilidad, apunta en este sentido (Domenech, 2007). La huella ecológica
integra en un solo indicador todos los indicadores de entrada y salida, ofrece un
número con claro significado y de fácil interpretación (número de hectáreas) y
además existe un valor umbral perfectamente identificable. Además, la mayoría
de los actuales indicadores ambientales recomendados por el GRI están
recogidos en la huella ecológica; por tanto, la complementación de ambas
herramientas es muy elevada y la incorporación de la huella ecológica a la
memoria de sostenibilidad les aportaría a ambas un interesante valor añadido.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 39


La administración sostenible

Los informes de sostenibilidad: presente y futuro. Mediaresponsable.


www.corresponsables.com (Documento IX)

Os recomiendo leer el Documento XIV Huella ecológica y desarrollo sostenible.


Juan Luis Doménech Quesada. AENOR ediciones.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 40


La administración sostenible

TEMA 4. ADMINISTRACIÓN SOSTENIBLE Y


COMPETITIVA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL

Hemos visto hasta ahora cómo el concepto de sostenibilidad ha evolucionado


desde la perspectiva ambiental hasta un enfoque global, estratégico, y que, con
el tiempo, se ha transmutado –al menos en términos generales- en el de
Responsabilidad Social, que en este tema analizaremos.

4.1 El concepto de RS
Las nuevas inquietudes y expectativas de los ciudadanos, consumidores,
poderes públicos e inversores en el contexto de la mundialización y el cambio
industrial a gran escala; la cada vez mayor influencia de los criterios sociales en
las decisiones de inversión de las personas o las instituciones tanto en calidad
de consumidores como de inversores; la cada vez mayor preocupación sobre el
deterioro medioambiental provocado por la actividad económica, o la
transparencia de las actividades empresariales propiciada por los medios de
comunicación y las modernas tecnologías de información y comunicación, han
incidido en un cambio de cultura empresarial y organizacional en general,
plasmado en una decisión voluntaria de contribuir al logro de una sociedad
mejor y un medio ambiente más limpio, extendiendo su objetivo más allá de la
obtención de beneficios.
Ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plenamente las
obligaciones jurídicas, sino también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo
«más» en el capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores.
La experiencia adquirida con la inversión en tecnologías y prácticas comerciales
respetuosas con el medio ambiente sugiere que ir más allá del cumplimiento de
la legislación puede aumentar la competitividad de las empresas. La aplicación
de normas más estrictas que los requisitos de la legislación del ámbito social,
por ejemplo en materia de formación, condiciones laborales o relaciones entre
la dirección y los trabajadores, puede tener también un impacto directo en la
productividad. Abre una vía para administrar el cambio y conciliar el desarrollo
social con el aumento de la competitividad.

Podemos, por tanto, definir la RS como la integración voluntaria, por parte de


las empresas y de las Administraciones públicas, de las preocupaciones
sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus
relaciones con sus interlocutores.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 41


La administración sostenible

Otras definiciones:
El Instituto Ethos, de Brasil, sostiene que la RSE «es la forma de gestión definida
por la relación ética y transparente de la empresa con todos los públicos con los
cuales se relaciona, y por el establecimiento de metas empresariales
compatibles con el desarrollo sustentable de la sociedad, preservando recursos
ambientales y culturales para las futuras generaciones, respetando la diversidad
y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales».
World Business Council for Sustainable Development (WBCSD): “La
responsabilidad social corporativa es el compromiso continuo que deben
adoptar las empresas para contribuir al desarrollo económico sostenible,
trabajando con los empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en
general para mejorar su calidad de vida.” Unión Europea (Libro Verde ‘Fomentar
un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas’): “La mayoría
de las definiciones de la responsabilidad social de las empresas entienden este
concepto como la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las
preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y
sus relaciones con sus interlocutores.”
Foro de Expertos en RSE del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales del Reino
de España: “La Responsabilidad Social de la Empresa es, además del
cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, la integración
voluntaria en su gobierno y gestión, en su estrategia, políticas y procedimientos,
de las preocupaciones sociales, laborales, medioambientales y de respeto a los
derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transparentes con sus
grupos de interés, responsabilizándose así de las consecuencias y los impactos
que se derivan de sus acciones. Una empresa es socialmente responsable
cuando responde satisfactoriamente a las expectativas que sobre su
funcionamiento tienen los distintos grupos de interés.”
Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA): “La
responsabilidad social corporativa es el compromiso voluntario de las empresas
con el desarrollo de la sociedad y la preservación del medio ambiente, desde su
composición social y un comportamiento responsable hacia las personas y
grupos sociales con quienes interactúa. La responsabilidad social corporativa
centra su atención en la satisfacción de las necesidades de los grupos de interés
a través de determinadas estrategias, cuyos resultados han de ser medidos,
verificados y comunicados adecuadamente. La responsabilidad social
corporativa va más allá del mero cumplimiento de la normativa legal establecida
y de la obtención de resultados exclusivamente económicos a corto plazo.
Supone un planteamiento de tipo estratégico que afecta a la toma de
decisiones y a las operaciones de toda la organización, creando valor en el largo

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 42


La administración sostenible

plazo y contribuyendo significativamente a la obtención de ventajas


competitivas duraderas.”
Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa: “La Responsabilidad Social
Corporativa (RSC) es la forma de conducir los negocios de las empresas que se
caracteriza por tener en cuenta los impactos que todos los aspectos de sus
actividades generan sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades
locales, medioambiente y sobre la sociedad en general. Ello implica el
cumplimiento obligatorio de la legislación nacional e internacional en el ámbito
social, laboral, medioambiental y de derechos humanos, así como cualquier otra
acción voluntaria que la empresa quiera emprender para mejorar la calidad de
vida de sus empleados, las comunidades en las que opera y de la sociedad en
su conjunto.”
La RS en ningún caso se debe confundir con acciones filantrópicas casuales que
no se relacionan con los objetivos estratégicos de la organización ni tampoco
como una estrategia de marketing, sino que se integra en la estructura de la
organización, en todos los procesos y abarcando todas las decisiones que
adopta. La RS es mucho que más que acción social; es medio ambiente, ética,
transparencia, desarrollo, integración, accesibilidad e innovación social.
El enfoque RSE presupone la ampliación de los grupos de interés a los que se
dirige la actividad de la empresa. Pasando del enfoque tradicional (que a veces
tenía como referencia exclusivamente a los accionistas y a los clientes y, en
menor medida, a los trabajadores) a una apertura que tiene en cuenta a otros
actores involucrados. Incluso a veces se plantea la atención a amplios sectores
sociales que pueden llegar a involucrar, como ocurre con los aspectos
medioambientales, a las generaciones venideras. En definitiva, la RSE supone
que la empresa se responsabiliza ante todos los grupos concernidos por su
actividad de las consecuencias que tienen sus acciones en la sociedad.
El origen del concepto se encuentra en el ámbito empresarial. Sin embargo,
todas las organizaciones generan impactos a partir de su actuación. Y las
Administraciones públicas no son una excepción. La Administración tiene un
papel fundamental en el ámbito de la Responsabilidad Social desde dos
perspectivas diferentes: por una parte, desde el punto de vista de la
aplicación de los principios de la RSC a su propia forma de actuar y
desempeño interno y, por otra, como impulsora de conductas
empresariales y ciudadanas responsables.
Más allá de su papel ejemplarizante, en contextos de crisis como los actuales la
aplicación de principios y líneas de actuación vinculadas a la responsabilidad
social y al buen gobierno pueden contribuir en cierta medida a afrontar la crisis
de confianza hacia el sector público. En este sentido, las cuestiones éticas y de

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 43


La administración sostenible

buen gobierno cobran una especial relevancia, así como la apertura de vías y
posibilidades para una participación ciudadana más directa.
Por otra parte, la Administración, como impulsora de políticas públicas y de
marcos legislativos en los que actúan no sólo los ciudadanos sino también
las empresas, ocupa una posición privilegiada para facilitar el desarrollo de la
RS. De esta manera, puede contribuir de forma directa a un logro de mayor
calado, como es la construcción de un modelo de desarrollo sostenible para el
país, donde el crecimiento económico se produzca de forma equilibrada con la
protección del patrimonio natural y con el progreso y bienestar social.

4.2 Los principios de la RS


Elementos conceptuales básicos de la RS

Sostenibilidad

Cohesión social Triple balance

Creación de valor
compartido
RS Voluntariedad

Competitividad Transparaencia

COMPETITIVIDAD
La puesta en marcha de actuaciones en materia de responsabilidad social se
puede identificar también como una apuesta por la excelencia en la gestión
dando respuesta a retos sociales y ambientales. La asunción de la RSE por las
empresas no tiene sentido si se entiende como una carga colateral a su
actividad, en vez de asumirla como una cultura innovadora y transparente que
corresponde a un modelo de competitividad responsable y sostenible. De este
modo, la RSE forma parte esencial de una estrategia empresarial en la que la
tendencia a la excelencia impregna sus relaciones con todos sus grupos de
interés.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 44


La administración sostenible

COHESIÓN SOCIAL
La RS debe aumentar la efectividad de las organizaciones en la promoción de la
igualdad de oportunidades y la inclusión social. No puede existir una auténtica
política responsable que no se ocupe suficientemente de la vertiente social.

CREACIÓN DE VALOR COMPARTIDO


La aplicación de los criterios y valores de la RS, en colaboración efectiva con los
grupos de interés, contribuye a generar y reforzar el impacto positivo. Debe, al
mismo tiempo, contribuir a identificar, prevenir y eliminar los impactos
negativos y crear más valor no sólo para la propia organización que los aplica,
sino también para aquellos con los que lo comparte que son los principales
grupos de interés involucrados en su actividad y la sociedad en general.
La Administración debe incrementar el valor social generado mediante la
incorporación de aproximaciones y prácticas innovadoras a la acción pública.

SOSTENIBILIDAD
La RS se constituye como un instrumento para desarrollar organizaciones
conscientes de su papel principal en el logro de un desarrollo humano,
económico y medioambiental sostenido en el tiempo para las sociedades en las
que se integran. Es posible una evolución justa y responsable hacia una
economía más competitiva que dé lugar a un desarrollo sostenible y logre
progreso social.

TRANSPARENCIA
La RS contribuye a promover organizaciones ejemplares y transparentes, lo que
redunda en un aumento de la credibilidad y de la confianza. Las organizaciones
socialmente responsables dialogan con sus interlocutores y adquieren
compromisos con sus grupos de interés, lo que facilita que éstos puedan tomar
decisiones mejor informadas. Ello repercute de manera directa en su reputación
ante el resto de la sociedad.

VOLUNTARIEDAD
La adopción de políticas de responsabilidad social es voluntaria y supone un
valor añadido al cumplimiento de la normativa vigente. El compromiso asumido
voluntariamente con las partes interesadas debe ser la base del cumplimiento
de las expectativas que generen las organizaciones.

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 45


La administración sostenible

TRIPLE BALANCE AMBIENTAL, SOCIAL Y ECONÓMICO


La RS ha de ser contemplada desde la óptica del triple balance económico,
social y ambiental, que incorpora nuevos interlocutores, nuevos aspectos de
interés y nuevas exigencias de diálogo y transparencia. Por lo tanto, la RS
comprende la atención de manera integrada a cuestiones ambientales,
económicas, laborales y sociales. No se puede ser verdaderamente responsable
si se desatiende cualquiera de estas áreas.

El Pacto Mundial es una iniciativa voluntaria, en la cual las empresas se comprometen a alinear
sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas
temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción. Por su
número de participantes, 12,000 en más de 145 países, el Pacto Mundial es la iniciativa de
ciudadanía corporativa más grande del mundo. El Pacto es un marco de acción encaminado a la
construcción de la legitimación social de las corporaciones y los mercados. Aquellas empresas
que se adhieren al Pacto Mundial comparten la convicción de que las prácticas empresariales
basadas en principios universales contribuyen a la construcción de un mercado global más
estable, equitativo e incluyente que fomentan sociedades más prósperas. Derechos Humanos:
Principio 1: las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos
fundamentales reconocidos universalmente, dentro de su ámbito de influencia. Principio 2: las
empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices de la vulneración de los
derechos humanos. Estándares Laborales: Principio 3: las empresas deben apoyar la libertad de
asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva. Principio 4: las
empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo
coacción. Principio 5: las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil. Principio 6:
las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y
ocupación. Medio Ambiente: Principio 7: las empresas deberán mantener un enfoque
preventivo que favorezca el medio ambiente. Principio 8: las empresas deben fomentar las
iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental. Principio 9: las empresas
deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio
ambiente. Anticorrupción: Principio 10: las empresas deben trabajar en contra de la
corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno.

4.3 Áreas de incidencia


Existe un acuerdo sobre las grandes áreas temáticas que abarca la RS: la
económica, la social y la medioambiental. Sin embargo, si algo caracteriza a la
RS es su carácter pluridimensional que afecta a distintos ámbitos de la gestión:
a) derechos humanos
b) prácticas de trabajo y empleo
c) protección de la salud
d) cuestiones medioambientales
e) lucha contra el fraude y la corrupción
f) intereses de los consumidores

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 46


La administración sostenible

Pueden agruparse en tres grandes áreas temáticas:


MEDIO AMBIENTE: a) gestión de consumos; b) emisiones y vertidos; c) residuos
y reciclaje; d) gestión medioambiental; e) eficiencia; f) biodiversidad; g)
transporte y movilidad; h) contratación pública con criterios medioambientales.
DERECHOS Y POLÍTICAS LABORALES: a) diálogo social y negociación
colectiva; b) políticas de igualdad (entre mujeres y hombres y de inclusión de
personas con capacidades diferentes); c) conciliación de la vida laboral, personal
y familiar; d) salud, seguridad e higiene en el trabajo; e) formación y promoción;
f) empleo y retribuciones; g) acción social; h) medios y organización del trabajo;
i) evaluación del desempeño; j) voluntariado.
BUEN GOBIERNO: a) códigos éticos o de conducta; b) transparencia; c)
actuación en relación con los grupos de interés; d) calidad en los servicios
prestados a los ciudadanos; e) reducción de cargas administrativas; f)
contratación pública socialmente responsable; g) comunicación; h) innovación.

4.4 RSE: una Administración sostenible y


competitiva
La responsabilidad social en la Administración pública debe constituir una
política que se integre directamente en la estrategia de la organización, con el
apoyo de un liderazgo responsable y permanente y basado en la
participación de todas las personas que forman parte de ella.
Es cierto que podemos pensar que hablar de responsabilidad social en la
Administración pública es un pleonasmo, por cuanto la Administración o es
responsable, o no es; o es social, o no es. Sin embargo, puede servir para
acercar de nuevo a la Administración a su origen, a su esencia: garantizar los
derechos y libertades de los ciudadanos y mantener la cohesión social, así
como para reducir la brecha de confianza existente entre el poder público
y los ciudadanos a los que sirve.

4.4.1 La Responsabilidad Social en la Administración


como organización
El INFORME DE LA SUBCOMISIÓN PARA POTENCIAR Y PROMOVER LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS del Congreso de los Diputados
del Reino de España, del año 2006, expresaba que no es posible ni coherente
que desde las instancias públicas preconicemos una política de RSE, sin aplicarla
previamente en nuestros ámbitos de responsabilidad. Constatamos que las

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 47


La administración sostenible

empresas públicas españolas y administraciones públicas en general, no han


incorporado estrategias de RSE. Por ello, recomendamos a la Administración del
Estado, a la de las Comunidades Autónomas, a los Órganos Públicos
dependientes de la Administración, las Empresas Públicas y la Administración
Local que sean ejemplares internamente en la integración de principios y
prácticas de RSE en su propio funcionamiento.
Los principios de la responsabilidad social pueden y deben aplicarse a las
organizaciones públicas, sea cual sea su forma jurídica. No hablamos
únicamente de las empresas públicas que prestan servicios o entidades de
carácter comercial, sino de cualquier organización de la estructura
administrativa (un ministerio, una dirección general, un organismo
independiente…). En tanto que organización con unas competencias atribuidas,
unos servicios que prestar, unos procedimientos que gestionar y, por supuesto,
con unas personas que la conforman, los principios de responsabilidad social
son aplicables.
1. La planificación de RS debe estar alineada con los objetivos estratégicos de la
organización.
2. Debe tender a que la RS forme parte intrínseca de la cultura de la
organización.
3. Debe partir del concepto de gestión integral de la RS.
4. Debe tender al desarrollo de proyectos de valor.
La organización debe actuar en los siguientes ámbitos, que ya han sido
expuestos anteriormente: buen gobierno y transparencia; recursos humanos;
medio ambiente; proveedores y empresas subcontratadas; innovación;
gestión del conocimiento; patrocinio y acción social; comunicación y
relación con los grupos de interés.

Puedes valorar el Plan de Responsabilidad Social del Instituto Nacional de


Administración Pública de España (Documento X)

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 48


La administración sostenible

4.4.2 La Responsabilidad Social en la Administración


como promotora
El papel de las Administraciones públicas en el fomento y la promoción de la RS
puede asumir las siguientes formas:
1. Políticas de promoción e incentivos de la RS, aplicables no sólo a las
grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas empresas.
2. Regulación y universalización de los aspectos cruciales que dan
credibilidad y rigor a la RS: el reporte de las empresas a las partes interesadas y
a la sociedad en general y la verificación de dicho reporte.
3. Fomento, mediante la educación y la formación, la información y el
apoyo técnico, del desarrollo de la RS entre los diversos agentes de la sociedad
civil, en toda la sociedad en general y entre las empresas y sus directivos en
particular.
4. Consolidación de la voz de todas las partes interesadas que mantienen
vínculos con las empresas: consumidores, trabajadores, organizaciones de la
sociedad civil, etc.
5. Mediación entre todas las partes interesadas que mantienen vínculos con
las empresas y las propias empresas, mediante la creación de instrumentos de
deliberación y concertación.
6. Impulso dentro del Estado de las mismas pautas de conducta
responsable que intenta promover en la sociedad, aplicándose en todas sus
actividades económicas, en las empresas públicas y en los organismos públicos
(ver apartado anterior).
7. Utilización de criterios de la RS como guía para toda la normativa
administrativa, con el fin de proteger, entre otros, los derechos de los
consumidores, no permitir las agresiones a los derechos humanos, alcanzar la
máxima observancia de estándares laborales dignos y no discriminatorios,
respetar el medio ambiente y erradicar cualquier corrupción, así como cualquier
otro aspecto en el que se identifique una desprotección de derechos básicos.
8. Impulsar la Inversión Socialmente Responsable (ISR).

En el marco europeo, el diseño e implementación de las políticas públicas de RS


se ha desarrollado según cuatro modelos de actuación gubernamental, con una
perspectiva dominante cada uno de ellos, pero no excluyente entre sí (Lozano,
J.M.; Albareda, L. y Tamyko, Y. (2005): Qué pueden hacer los gobiernos para
promover la RSE. CIREC-España, 53. Consultado en http://www.redalyc.org/).

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 49


La administración sostenible

El modelo Partenariado
El modelo Paternariado es la forma de diseñar e implementar políticas públicas
de RS propia de los países nórdicos y escandinavos (Dinamarca, Suecia y
Finlandia) y Países Bajos. Estos países cuentan con una larga experiencia en
gestión ambiental, a la que se ha añadido el componente de RS, y una favorable
tradición histórica de negociación social. Por lo tanto, el impulso de
partenariados público-privados es el resultado de una cultura política que pone
el énfasis en la cooperación, el consenso y la participación.
Estos países cuentan con una tradición política desarrollada a lo largo del siglo
XX, donde el Estado tiene una vocación político-social y articula políticas
sociales dirigidas al desarrollo de coberturas y servicios sociales, con el afán de
resolver los problemas sociales considerados como la cuestión básica que
deben resolver las políticas. En la última década del siglo XX, los gobiernos
empezaron a considerar la importancia de los actores económicos, sobre todo
de las empresas, en la dinamización y resolución de la resolución de los
problemas sociales. Esto ha supuesto un cambio hacia la RS, que conlleva un
cambio de actitud por parte de los actores sociales, quienes pasan a asumir
corresponsabilidad en un desarrollo social más equitativo.
En este marco cultural y político, para muchas empresas el hecho de ser
socialmente responsables es un carácter inherente a su modelo de negocio.
Muchas de sus iniciativas sociales son implementadas de manera informal en
respuesta a las expectativas y demandas locales. Además, son los propios
consumidores quienes conceden una gran importancia a la producción
socialmente responsable.
En este contexto, el partenariado es considerado como una herramienta
innovadora y fundamental para la resolución de problemas sociales complejos,
y se articula mediante la creación de un ámbito público compartido en virtud
del cual Gobierno y empresas mantienen una relación colaborativa positiva.
Asimismo, en este modelo de desarrollo de políticas públicas de RS se da una
gran importancia a la implicación de los gobiernos locales como responsables
de la canalización de la formación de partenariados. Las políticas comunes en
materia de RS en estos países giran en torno a velar por los principios de
transparencia en información sobre RS elaborada por las empresas y la asunción
por las autoridades de que deben predicar con el ejemplo.

El modelo Empresa en la Comunidad (business in the community)


El modelo business in the community es más propio de los países anglosajones
(Reino Unido e Irlanda). Este modelo surge en las últimas décadas del siglo XX,
como respuesta a las crisis económicas que afectaron a la economía de los

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 50


La administración sostenible

países industrializados, que derivaron en graves problemas de exclusión social,


pobreza, falta de servicios sociales y pérdida de calidad de vida en áreas
económicamente desfavorecidas. Así, el concepto de business in the community
responde a la idea de que las empresas tienen un papel fundamental en el
desarrollo económico de la comunidad en la que están implantadas y en la
resolución de los problemas exclusión social y el empobrecimiento derivados de
la crisis.
Este modelo desarrollado en los países anglosajones promueve una perspectiva
totalmente voluntaria basada en el compromiso público-privado, que evita la
legislación directa. La acción gubernamental se basa en la adopción de políticas
denominadas soft intervention, que tienen por objeto promover, facilitar e
incentivar la actuación de las empresas en el marco de la RS. Estas políticas
fomentan el reporting y las iniciativas voluntarias, utilizando la experiencia de
instituciones no gubernamentales para establecer e implementar un marco que
fomente las prácticas socialmente responsables de las empresas. La
materialización de este rol de la Administración pública se consigue mediante el
desarrollo de soft regulation que favorecen las acciones empresariales de RS o a
través de medidas fiscales. Además, se promueve el desarrollo de proyectos de
partenariado entre el sector público, el sector privado y el tercer sector. Por
medio de estos proyectos de partenariado, las empresas colaboran con los
gobiernos locales en proyectos sociales de inversión en la comunidad.
Entre otras actuaciones, en el Reino Unido se promueven desde el gobierno
premios para el reconocimiento público a las empresas con mejores prácticas
de RS, el Annual Award for Excellence, que contribuyen a fomentar la imagen de
las empresas británicas más innovadoras en esta materia. Además, el Gobierno
del Reino Unido ha sido el primero en crear la función de un alto responsable
político de RS, el Minister for RSE, encargado de gestionar programas y
proyectos vinculados a la RSE implementados desde diferentes ministerios. El
secretario de Estado para la RSE es el responsable de orientar los programas
vinculados a la RSE y de incorporarlos en una red transversal sobre RSE de
políticas y proyectos del Gobierno británico.

El modelo sostenibilidad y ciudadanía (Sustainability and Citizenship)


Este modelo es propio de países como Alemania, Francia, Austria, Bélgica y
Luxemburgo y se desarrolla en la década de los noventa en paralelo a la
publicación del Libro Verde de la Comisión Europea. Se trata de un modelo
basado en la consideración de las empresas como "buenas ciudadanas". Bajo el
cliché de esta ciudadanía corporativa asumido por las empresas, estas son
buenas ciudadanas mediante la transparencia de sus actividades y el
cumplimiento de sus deberes fiscales, además del manteniendo de un estrecho

LIDERAZGO Y GESTIÓN PÚBLICA RESPONSABLE 51


La administración sostenible

vínculo con su entorno local, contribuyendo a solventar problemas sociales


mediante partenariados con otros actores sociales.
Bajo esta perspectiva, la acción de los gobiernos se centra fundamentalmente
en el fomento de la RS y en la creación de incentivos que ayuden a las empresas
a asumir su responsabilidad social. Ahora bien, en según qué países, el rol de los
gobiernos en materia de RSE puede tener un carácter voluntario (Alemania,
Austria, Bélgica o Luxemburgo) o tener un mayor componente normativo
(Francia).

El modelo Ágora
El modelo Ágora es más propio de los países mediterráneos (Italia, España,
Portugal y Grecia), que empezaron a incluir en la agenda política las acciones de
RS más recientemente (fundamentalmente desde 2002), a partir de la
publicación del Libro Verde de la Comisión Europea, presentando cada uno de
estos países diferentes grados de implementación de políticas de RSE.
Este modelo se basa en un enfoque multistakeholder, en virtud del cual la
aplicación política de RSE nace de procesos de discusión entre empresas,
organizaciones empresariales, universidades, organizaciones sociales y
sindicatos, y representantes políticos. Estos procesos de discusión se articulan
mediante debates en el seno de grupos de trabajo o comisiones creados por los
gobiernos, como primera acción gubernamental en materia de RSE. Estos
procesos de discusión giran en torno a la delimitación conceptual de la RSE y a
la búsqueda de soluciones consensuadas por todas las perspectivas sociales
acerca del papel que debe ejercer el Gobierno en dicha materia.
Debido a que los tejidos empresariales de estos países están formados
mayoritariamente por pymes, uno de los elementos más destacados de las
políticas públicas en materia de RSE es la promoción y desarrollo de medidas e
instrumentos de RSE adecuados a esas empresas.

GRI e ISO 26000: Cómo usar las Directrices del GRI, en conjunto con la Norma ISO
26000 (Documento XI)
www.globalreporting.org
SGE 21:2008. Sistema de gestión ética y socialmente responsable (Documento XII)

Puedes acceder a una serie de enlaces web que te ofrecemos en el Documento XIII.

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La administración sostenible

IDEAS CLAVE

De acuerdo con el Informe Brundland, el desarrollo sostenible es el desarrollo


que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Asume una visión integradora de los aspectos sociales, ambientales y
económicos, con el fin de conseguir una sociedad inclusiva, equilibrada,
equitativa y respetuosa con el entorno.
Las cifras de desarrollo humano son cada vez más preocupantes. De ahí la
necesidad de que ciudadanos, poderes públicos y la sociedad en general
adoptemos con rapidez medidas estructurales que cambien el modo en el que
nuestras decisiones económicas impactan en el entorno.
La Declaración de Río propone un nuevo modelo de desarrollo a largo plazo
para una sociedad más justa, más solidaria, más próspera, más segura, más sana
y que ofrezca una calidad de vida duradera intra e inter generaciones.
El desarrollo sostenible se nos presenta, pues, como una combinación de tres
aspectos: un crecimiento económico que favorezca el progreso social y respete
el medio ambiente; una política social que estimule la economía; y una política
ambiental que sea a la vez eficaz y económica. Objetivos que, al estar ligados
entre sí, obligan a una concepción integrada.
Se configura también como un discurso ético, que nos obliga a transformar
nuestros valores individuales y colectivos en un marco de globalización cuyos
impactos negativos, que los tiene, deben ser reducidos mediante el consenso, la
educación, la transparencia, la exigencia y la profundización en los valores
democráticos.
El concepto de Administración sostenible nos conduce a un nuevo paradigma
de lo público, en el cual el ciudadano se configura como el elemento central de
toda reflexión –nunca debió dejar de serlo-. Tiene derecho a una buena
administración, pues no es un cliente, sino un co-conformador de las políticas.
La Administración pública garantiza los derechos fundamentales de las personas
y mantiene y profundiza la cohesión social, y solo ella puede hacerlo. Los
ciudadanos son los dueños y, como tales, exigen transparencia, gestión eficiente
y efectiva de los recursos que pone a disposición de los poderes públicos,
liderazgo ético, nuevos procesos de empoderamiento de la sociedad, inclusión
de las personas con mayores dificultades para desarrollarse y apoyo a quienes
se encuentran más necesitados.
Los funcionarios públicos no prestamos servicios; prestamos democracia.

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La administración sostenible

La noción de buena Administración se completa con otra idea: la


responsabilidad, que se puede concretar en que el Estado y sus instituciones
son responsables para la comunidad que gestionan y responden ante ella; en
que la Administración pública tiene como finalidad proteger a los ciudadanos y
garantizar el interés público, y en que los empleados públicos deben
comprometerse con un modelo sostenible de desarrollo y con la satisfacción de
las necesidades humanas fundamentales.
Los fines de las Administraciones públicas se resumen en lograr la mejora de la
sociedad; evitar las brechas sociales, por lo que debe desarrollar políticas de
cohesión social; orientarse a los más vulnerables y al bien común; activar a los
ciudadanos en la vida en la comunidad, con el fin de lograr una democracia
avanzada; ser éticamente ejemplar; favorecer el conocimiento político y social;
basar su actuación en la transparencia; rendir cuentas de su actividad;
someterse a evaluación periódicamente, e implantar la responsabilidad
institucional e individual.
Para poder hacer un seguimiento de las políticas de sostenibilidad es necesario
contar con indicadores que nos alerten sobre la evolución del proceso. Pero los
que se han propuesto hasta el momento generalmente tienen dificultades para
medir la sostenibilidad.
Los indicadores se caracterizan por su variedad y su complejidad. Un indicador
puede definirse como un instrumento de medición que aporta información
sobre la condición actual de una situación, evento o fenómeno determinado y
sirve para orientar a los tomadores de decisiones en la formulación de políticas
que busquen dar soluciones a problemas reales identificados por la sociedad.
Los indicadores deben ser objetivos; medibles; relevantes; específicos; prácticos
y económicos, y asociados a un plazo.
El cuadro de mando es una herramienta de gestión que ayuda a la toma de
decisiones directivas al proporcionar información periódica sobre el nivel de
cumplimiento de los objetivos previamente establecidos mediante indicadores.
El CM permite la translación de la estrategia de la organización en objetivos
concretos y la evaluación de la interrelación entre los diferentes indicadores.
El cuadro de mando exige perspectiva global, participación e integración de las
cuatro perspectivas: empleados, procesos internos, clientes y resultados
económico-financieros. Además de informar, contribuye a formular la estrategia,
comunicarla, alinear los objetivos de la organización y de los empleados,
motivar y formar continuamente y rediseñar la estrategia. Implica la
generalización de los indicadores no financieros, elimina la obsesión por el
corto plazo y, además, permite y plantea el análisis de las relaciones causa-
efecto entre indicadores.

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La administración sostenible

Es complejo introducir la variable ambiental en los cuadros de mando. Sin


embargo, cuando se consigue se añaden nuevas perspectivas a la contabilidad.
Hoy por hoy, cada vez es más frecuente una valoración más positiva del
indicador de desarrollo humano que del producto interior bruto para medir el
desarrollo –que no el crecimiento- de los países.
Los modelos públicos existentes de evaluación de la sostenibilidad, a partir de
los modelos privados que han ido integrando la sostenibilidad para ganar
legitimidad ante sus grupos de interés, se han ideado para conseguir la
integración de la sostenibilidad en la gestión organizativa, la rendición de
cuentas, la realización de benchmarking para aprender de los demás o el
fortalecimiento de la confianza y la responsabilidad de la organización frente a
terceros e intereses afectados.
Son muchos los modos de clasificar las herramientas de medición: teóricos,
voluntarios, teórico-prácticos, etc. Las más importantes tienen puntos fuertes y
puntos débiles, esos últimos normalmente relacionados con la dificultad
intrínseca de la sostenibilidad para ser medida. La Guía GRI, a pesar de algunos
inconvenientes, puede resultar un marco referencial para elaborar memorias en
el sector público.
RS es la integración voluntaria, por parte de las empresas y de las
Administraciones públicas, de las preocupaciones sociales y medioambientales
en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores.
Se integra en la estructura de la organización, en todos los procesos y
abarcando todas las decisiones que adopta. La empresa se responsabiliza ante
todos los grupos concernidos por su actividad de las consecuencias que tienen
sus acciones en la sociedad.
La Administración tiene un papel fundamental en el ámbito de la
Responsabilidad Social desde el punto de vista de la aplicación de los principios
de la RSC a su propia forma de actuar y desempeño interno y como impulsora
de conductas empresariales y ciudadanas responsables.
La ética y el buen gobierno son esenciales para superar la crisis de confianza de
los ciudadanos en sus instituciones
Se pueden identificar como principios de la RS la competitividad, la cohesión
social, la creación de valor compartido, la sostenibilidad, la transparencia, la
voluntariedad y el triple balance ambiental, social y económico.
Las grandes áreas de la RS son derechos humanos, prácticas de trabajo y
empleo, protección de la salud, cuestiones medioambientales, lucha contra el
fraude y la corrupción e intereses de los consumidores.

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La responsabilidad social en la Administración pública debe constituir una


política que se integre directamente en la estrategia de la organización, con el
apoyo de un liderazgo responsable y permanente y basado en la participación.
El diseño e implementación de las políticas públicas de RS se ha desarrollado
según cuatro modelos de actuación gubernamental: partenariado, empresa en
la comunidad, sostenibilidad y ciudadanía, y modelo ágora.
La doctrina suele decir que una buena performance social suele implicar una
buena performance financiera y que las empresas evaluadas positivamente
siguiendo criterios de responsabilidad social destacan por la fortaleza de sus
sistemas de gobierno y control, por las capacidades para gestionar crisis y
aprovechar oportunidades, por su respeto al medio ambiente o por su
transparencia y relación con las partes interesadas; en suma, por sus buenas
prácticas de gestión empresarial, ya que cada vez más se tiende a identificar
el concepto de sostenibilidad o responsabilidad social corporativa con el de
empresa bien gestionada, orientada a futuro y centrada en la creación de
valor a largo plazo.

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