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2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA
El modelo intermedio instaurado otorga facultad a los jueces para ponderar y fijar la
pena, ajustándola a cada caso en específico, pero dentro de una escala mediante la
cual el legislador establece un mínimo y un máximo para cada infracción. Además de
esta posibilidad de que el juez se “mueva” dentro de una escala previamente
determinada en la ley en este código, se incorporó la posibilidad de que el juez pudiese
elevar o disminuir la sanción atendiendo a circunstancias modificativas según que el
hecho imputado ocurriese bajo determinadas circunstancias. Por ello se puede afirmar
con propiedad que el surgimiento de las circunstancias modificativas se encuentra
estrechamente relacionado con la corriente codificadora y de manera principal con la
aparición del principio de igualdad. Junto al hecho principal, que es el que permite que
se realice una ponderación de la culpabilidad y de la antijurídica y, desde el punto de
vista valorativo, encontramos aspectos que dan lugar a la llamada teoría de las
circunstancias modificativas.
Las agravantes judiciales: son aquellas que son impuestas por el juez al momento de
juzgar el hecho. En nuestro sistema penal las agravantes judiciales no existen y sólo
pueden aplicarse aquellas contenidas en la ley.
Las agravantes del robo son diversas. Algunas tienen que ver con el tiempo de
comisión de la infracción, otras se encuentran relacionadas con el lugar de comisión del
ilícito, otras tienen que ver con la manera como éste se ejecute y otras tienen que ver
con la calidad de la víctima o del autor que comete la infracción.
3.6.2 La reincidencia
Cabe iniciar este apartado con afirmar que modernamente la legitimidad de la
reincidencia ha sido puesta en duda. Se ha llegado a afirmar que la misma trasgrede
principios fundamentales y que, en consecuencia, no es posible aplicarla. Y en abono a
esta opinión se puede decir que incluir criterios como la reincidencia en una legislación
penal resulta contraria a la exigencia constitucional de desarrollar un derecho penal de
acto. Del mismo modo podemos afirmar que la reincidencia resulta violatoria del
principio de non bis in idem y que con ella se introducen criterios para la imposición de
penas prescindiendo del debate de los hechos, anulando, de esta manera, la
centralidad del juicio y la utilidad de la censura del debate (principios reconocidos por la
Constitución y por el Código Procesal Pena). Art. 56 hasta el 58 del código penal.
Al igual que las atenuantes propiamente dichas las especiales o excusas son una
circunstancia accidental en el tipo que unidas a sus elementos generales y especiales
tiene como efecto atenuar la pena o eximir al imputado de la misma. Las excusas se
encuentran determinadas limitativamente por la ley y la sentencia que reconozca su
existencia debe establecer que se verifican suficientes condiciones para constituirlas.
Tradicionalmente las excusas han sido clasificadas en dos categorías: en primer
término, encontramos las llamadas excusas atenuantes o hechos justificativos y las
excusas absolutorias; en segundo término encontramos las denominadas excusas
generales y las especiales. Los hechos justificativos tienden a disminuir la pena,
mientras que las excusas absolutorias hacen desaparecer, no sólo la posibilidad de
aplicar la pena sino que surten efecto, de manera retroactiva, sobre la responsabilidad
penal y civil la cual desaparece. Cuando se verifica una excusa absolutoria, en realidad
no existe infracción porque bajo tales circunstancias la ley reconoce la inexistencia del
tipo. Dentro del primer grupo encontramos las atenuantes cuyo único efecto es atenuar
o disminuir la pena imponible conforme la ley (tal es el caso de la provocación
establecido en el artículo 321 del Código Penal dominicano); y por otra parte, las
absolutorias, que tienen por finalidad evitar que la pena sea impuesta aun y cuando el
autor de la infracción sea declarado culpable (el arrepentimiento en ciertos tipos de
infracciones como en los casos señalados por los arts 100 y 138 del Código Penal).
Hay concurso medial de delitos cuando se cometen dos o más acciones delictivas
siendo una de ellas necesaria para cometer la otra. Como hemos dicho, el concurso
medial en realidad es una especie de concurso ideal. Un ejemplo claro que explica el
concurso ideal impropio o mediales el caso del estafador, que para poder estafar su
víctima falsifica un documento público, En este caso, la estafa no hubiese tenido lugar,
hubiese sido imposible de lograr, si previamente no se comete dicha falsificación.
La influencia que tiene el concurso de infracciones sobre la responsabilidad penal del
autor o partícipe resulta en responder si ellos deben ser sancionados mediante la
imposición de tantas penas como ilícitos hayan cometido y si tales penas deben ser
ejecutadas todas de manera sucesiva, una detrás de la otra.
(como ocurre con el artículo 49 de la ley 36 sobre armas y el caso de evasión contenido
en el artículo 245 del Código Penal).La regla del no cúmulo de penas es de carácter
general y, por tanto, aplicable tanto a las sanciones contenidas en el Código Penal
como a aquellas contenidas en la legislación especial.
12.2 Excepciones a la regla del no cúmulo de penas
Ya hemos dicho que la regla general es la del no cúmulo de penas. Esta regla
comporta algunas excepciones. Tal es el caso de las contravenciones, cuya pena es
imponible de manera acumulada. Igual hemos dicho de las penas de multa, que se
suman unas a otras.
También algunos casos contenidos en la ley, como el caso del artículo 49 de la ley 36,
que establece el cúmulo de penas cuando dispone que todas las sanciones
establecidas para las armas de fuego, serán aplicada sin perjuicio de aquellas en que
pueda incurrir el imputado por otros hechos punibles cometidos por él correlativamente
con aquellos incriminados por dicha ley. Del mismo modo se incluye el caso
contemplado por el artículo 245 del código penal, que sanciona la evasión de
prisioneros y que dispone que el prisionero que se evada cumplirá la pena impuesta
por la evasión inmediatamente después de cumplida su condena, o después que se le
descargue de la instancia a que dio lugar la imputación del crimen o delito que motivó
su prisión. La doctrina y la jurisprudencia son unánimes en afirmar que el no cúmulo de
pena no tiene aplicación para el caso en que un condenado de manera
irrevocable, cometiere nueva infracción caso en el cual la pena impuesta por la nueva
infracción deberá comenzar a computarse cuando finalice el cómputo de la primera
pena impuesta.