ESCALAS Y ORDENACION DEL TERRITORIO.
UN ANALISIS DESDE LA GEOGRAFIA REGIONAL
vor
GABRIEL CANO GARCIA
Introduccién
‘Se pretende plantear algo tan significative en Geograffa (mas desde
su vertiente regional), como la escala, y relacionarla con un enfoque
reciente, cual es la Ordenacién del Territorio (0.1). Y ello en das
partes; la primera contiene reflexiones toGricas y la segunda presenta
‘un recorrido por niveles politico-administrativos.
La conveniencia de aportar euestiones conceptuales al campo técni-
co de la organizacién espacial os invocada en mas de una ocasién e
inferidaen otras. Efectivamente, los estudios geograficas experimentaron
|hace unos afios deniandas téenico-practicas en un contexto de materias
predominantemente informativas. Y quizas esas apetencias, consogul
das en parte, iban acompafiadas de un cierto rechazo, o por lo menos
descuido, de planteamientos epistemolégicos, que hoy vuelven a ser
requeridos. La téenica precisa un soporte tedrico que alumbre métodos
y objetivos conducentes a orientar propuestas, tras el anslisis, quiza
Ids neutro, y la diagnosis, de mayor compromiso.
La segunda parte, mas amplia, plantea la legislacién y ejecucién de
Gabriel Cano Garcia, Departemento de Geografia. SevillaGABRIEL. CANO GARCIA
ordenacién territorial a distintas escalas; para deducir la importancia
decada una en esas variables y averiguar la desagregacién espacial que
tiene lugar en los diferentes planos.
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‘De esta forma se fundamenta de entrada el que idnticas extensio-
nes presenten aspectos distintos, lo que en realidad est en la rafz dela
misma existencia geogeaica, fundamentalmento de lo calificado como
regional (hoy, A.G.R). Si a ello se une el parametro evolutivo en
interaccién con el espacio, resultan unas organizaciones territoriales,
tentendiéndolas en este momento como la acepeién politico-administra-
tiva, en lus que contenides y dimensién no siempre se atienen a
linealidad. Ahora bien, ipor qué esa acepcién precisamente y no otra
(natural, homogénea, funcional)?: lo trataremos después, poro adelan-
temos que es la mds conveniente para la O:T., cuyas normas y ejecucio-
nes se ajustan a marcos instituctonales (estado, regién, municipio).
‘Tales continentes incorporan su propla naturaleza (competencias
legislativas, ejecutivas, judiciales...) a los contenides que suelen utili
zarse en los estudios geograficos (relieve, cima, poblacién, actividades
‘econémicas, transportes), enriqueciéndolos y contribuyendo a lo que
hhemos escrito en otra ocasién, Pato es, si se admite que el «Andlisis
Geografico Regional. es el estudio del espacio globalmente eonsiderado
—con su diversidad, complejidad y funcionamiento—a distintas esca-
las, éstas han de ser mas que las usuales en Geografia Regional: el
‘mundo y, si aeaso, el propio pais en Ia docencia; Ia eomarea y, menos, ta
regién en Ia investigacién. Y, sobre todo, es necesario una. mayor
‘comunicacién entre ellas para completar la taxonomfa y aumentar la
fluider, lo que facilitard el improscindible trasvase docenciainvestigncin.
BSCALAS ¥ ORDENACION DEL TERRITORIO.
sa conexién puede ser algo més que aplicar los resultados de uno a
otro polo de Ia serie en ambos sentidos; es menester detectar las
relaciones e influencias entre niveles y entre distintos territorios de un
mismo plano, Es decir, lo que podemos denominar divisién vertical
(taxones, politico-administrativos en este caso) y horizontal (tipos de
‘espacio: naturales, histéricos, homogéneos, funcionales...) del territorio
‘en una comprensin abierta, que responda a la realidad de un mundo
cada vez més interrelacionado, Donde las actuaciones en un lugar
repereuten en otro, a veces alejado, y en el que los impactos o conse-
‘cuencias territoriales se intensifican y amplian al compas del desarrollo
—o incremento— de la tecnologia,
La teoria general de sistemas aplicada al espacio compone una,
estructura jerarquizada y dependiente que no es lo propugnado aqui,
sino mas bien una interdependencia 0, mejor, interrelacin, sin perjui-
cio de ciertas conexiones jerarquizadas en beneficio de la eficacia.
tra cosa es la acumulacién de elementos dosde los érdenes superio-
res; 0, lo que es igual, el andlisis territorial a partir de épticas mas
‘amplias, Ast el estudio de un pequeiio espacio sera incompleto o ininte-
Tigible, si no se contempla en un contexto mayor; por ejemplo, los
problemas de a produccién hortfcola de una vega andaluza desconecta
{dos de Ia politica agraria de la C.B.E, Aunque no siempre es obligado
explicitar determinadas cuestiones, como, pongamos por caso, la dina
‘mica atmosférica para describir un clima local,
Pero las esealas inferiores no son un mero producto de las superio-
res, sino que poseen su identidad; mucho més desde el prisma de Ia
‘O-7, donde la especificidad territorial es Ia base argumental. Entonces
hay que introducir variables que desempesan una funcién clave en Ia
cexplieacién de esa especificidad; como la propia diversidad espacial, que
individualiza y earacteriza, Y también lo que se denomina situacién
evestratégica 0, simplemente, loealizacién en un contexto, parémetro,
{que merece un tratamiento mas detallado,
Se habla frecuentemente de zonas de trénsito o encrucijadas, cuando
‘casi todos los territorias son paso de otres; si bien no con la misma
intensidad ni frecuencia y, por ello, Ia visién evolutiva proporciona
laridad a la investigacién, Pero, en cualquier caso, conviene plantear
Jas situaciones en funeidn de limites signifcativas, que a veces mantienen
una cierta constante histérica,GABRIEL CANO GARCIA
El easo de Andalueia puede venir bien a este respecto, porque se
trata de un territorio fronterizo entre, como tantas veces se repite, dos
continentes y dos mares; entre dos culturas, con parte de ambas; entre
os situaciones econémicas (subdesarrollo, en el Magreb y cierta pros-
peridad en la C.E.E,); entre dos tipos de estructura politica; entre, en
‘uma, dos mundos, en los que ha estado incluida alternativamente a lo
largo te la historia y de los que en mayor 0 menor medida participa, ¥
eso sin contar otras enerucijadas de tipo histérico y cultural, a pesar de
i distancias, respecto a Latinoamérica.
De modo general la relacién localizaciénlespecificidad territorial
puede plantearse a escalas més pequofias (en las mayores, sin duda),
feomo las comarcas periférieas a una regién 0 los municipios préximos a
reas metropolitanas... Su conexién con la OT. es mas o menos directa
fen funcién del nivel y quizds habria que distinguir, lo haremos después,
entre O:T. y Planificacién Regional.
La acumulacién hacia los niveles bajos no agota las posibilidades,
porque, al menos como interés didactico, el sentido contrario es atil. O
ea, el trasvase de experiencias de abajo arriba, puesto que allf funcio-
hha mejor el laboratario territorial. Y en este sentido, eabe introducir
otra cuestién: en la actualidad, ¢no es mas real plantear las cosas a
nivel mundial? La respuesta seria miltiple.
Indudablemente la Ordenacién del Torritorio requiere escalas pe
quehas o intermedias, regionales como mucho, ¢ incluso la Planifica-
Gién Regional, utilizada desde luego, no excede ol dmbito que indica el
calificativo, El fundamento es doble: Ia especificidad territorial, que,
salvo excepciones, marca espacias reducidos y, de otro lado, el terreno
‘que abarea la legislacién y, sobre todo, la ejecucién de aquélla, general-
‘mente municipal o comarca
Pero desde otras vertientes lo local, o mejor lo regional como unidad
ids significativa, no es incompatible con lo universal. Y no ya desde el
método, investigador diddctica, ni desde la O/T. tan sélo, sino también
‘1 partir de otros planteamientos. La picza territorio/pueblo es un
feonjunto de validex econdmica, cultural social, politica... aparte de un
patrimonio de la humanidad y garantfa de pluralidad en muchos as-
peetos; primordialmente en el llamado orden internacional,
ESCALAS ¥ ORDENACION DEL TERRITORIO.
Ordenacién del Territorio y geografia regional
Planteadas algunas cuestiones sobre escalas, procede atender al
segundo concepto comprendido en el titulo deeste eserito: la Ordenacién
del Tervitorio, pero referido especialmente al A.G.R, sin pretender
ningzin tipo de exclusién. Por el contrario, la 0.7, no s6lo es funcién de
las tres dreas de conocimiento existentes en Geografia, sino que debe
plantearse como algo mas amplio con entrada de otras materias; lo que
no impide un mayor 0 menor ajuste dresveoncepto de ordenacién terri:
torial
Geografia y Ordenacién Territorial —Bxisten bastantes definiciones
de la misma, que se resumen bien como racionalizacién del espacio
terrestre (Murcia, 1978), pues allas se dirigen las que propugnan una
mejor distribucién de elementos (poblaciGn, actividades econémicas y
sociales...), que aumente el bienestar (Gareia Barbancho, 1979), 0 la
eliminacion de contaminacién y congestiones de trafico con incremento
de la oferta de viviendas asoquibles (Me Loughlin, 1975),
Solo con estas dos ultimas citas se aprecian ya diferentes plantea-
mientos de escala, correspondiendo la segunda mids al nivel de miicleo 0
1udad; lo que, con frecuencia, se admite como O.T, en una considera:
cidn bastante restringida, que est en el origen de este enfoque, pero
que la Geografia, y sobre todo la Regional, amplié, Procede por ello
recordar brevemente los hitos fundamentales, y a tal fin traemos un
texto publieado hace poco (Cano, 1990.1).
Se admite generalmente que lo que puede denominarse O.T. surge
como respuesta a ciertas consecuencias de Ia primera Revolucién In-
‘dustrial: tanto de tipo social, por ol deterioro de las condiciones de vida,
¥y, sobre todo, de trabajo, como de cardcter ambiental, debido a la
‘degradacién, especialmente en las ciudades. Bstas se congestionan,
surgen barrias obreros en precarias condiciones, apa
de transporte, ete.
‘ecen problemas
Es as{ que las primeras actuaciones tienen lugar en el émbito
uurbano, mediante los movimientos denominados de regularizacién (en
la segunda mitad del xix, por ejemplo el Plan Cerda), preurbanismo
(as tesrico que de realidades concretas) y urbanismo desde finales del
xix (Ciudad Lineal de Arturo Soria, Ciudad Jardin de Howard...)