You are on page 1of 2

Recomendaciones para redactar textos breves o comentarios de texto

Estas sugerencias sirven de orientación para entregar un trabajo breve. Por ejemplo, un
comentario de texto, que es uno de los trabajos que acostumbran a solicitar los
profesores universitarios. Con breve me refiero a una extensión aproximada de entre
uno y nueve folios.

Cuando se comienza un trabajo breve -así como uno extenso- es útil reflexionar primero
sobre qué se va a contar, en qué orden se va a expresar, y cómo se va a escribir.
Incluso, para aclarar las ideas, es útil verbalizarlas previamente y explicar a un colega
qué se pretende hacer. Segundo, conviene redactar un esquema escribiendo qué se va a
contar y en qué orden. Raras veces sirve de algo abalanzarse sobre el papel para verter
escritura de modo vertiginoso, si no se tienen claras las ideas. Tercero, es útil desarrollar
el esquema se ha de expresar adecuadamente, de una forma sencilla. El autor (por
ejemplo un alumno) ha que tener en cuenta que el lector (pongamos que es un profesor
que corregirá el trabajo) no tiene por qué adivinar qué quiere contar el alumno, quien ha
de expresarse bien sólo mediante su escritura.

Debería ser propio de un universitario entregar los trabajos escritos con ordenador,
máxime conociendo las facilidades de que se dispone en la actualidad, con salas
gratuitas de informática casi en cualquier facultad del país. Pero, si por cualquier causa
alguien escribe un trabajo a mano, también puede seguir muchas de estas sugerencias,
aunque en su totalidad estén pensadas para trabajos escritos a ordenador[1].

Con respecto al soporte escriturario, es prudente usar folios blancos y escribir por una
sola cara. Animo a olvidarse de las hojas de cuadros, que traen a la memoria a los
jóvenes preescolares y van en detrimento de la imagen del trabajo.

Sobre la presentación formal, con respecto al tipo y tamaño de las letras, recomiendo
tender a un estilo sencillo, utilizando por ejemplo Times New Roman tamaño 12, muy
empleado en el ámbito académico. Es suficiente con dejar un espacio interlineal de una
línea (o línea y media, pero el espacio doble en un trabajo breve puede resultar
excesivo). Recordad siempre paginar, salvo que se presente solo un folio escrito por
una sola cara. Para paginar, es útil elegir la parte central inferior de la hoja por motivos
prácticos, pues si posteriormente se decide ampliar el trabajo e imprimirlo por ambas
caras, la paginación siempre quedará simétrica.

El título ha de definir el contenido del trabajo. Para que destaque, se puede situar
centrado, en negritas y cursivas, con letras de módulo mayúsculo o minúsculo, según se
prefiera. Debajo se añadirá la autoría, el nombre y el apellido del alumno, y un correo
electrónico. Si el trabajo ha sido realizado entre varios compañeros han de constar todos
en la primera página. Téngase en cuenta que la entrega de varios trabajos iguales pero
con diferentes nombres ofrece una pésima impresión al profesor, pues parecen trabajos
copiados. Además, es un gasto de papel innecesario.

Tras el título, conviene dejar algunos espacios en blanco de cortesía antes de comenzar
la redacción. Alinear el texto en los márgenes ofrece una apariencia equilibrada. Al
finalizar la redacción, es interesante añadir una breve conclusión o un colofón para
resumir qué aporta ese comentario breve.
Si procede citar bibliografía, remito al apartado dedicado a trabajos extensos donde
explico cómo hacerlo. En cualquier caso, siempre hay que citar la fuente de donde se
haya obtenido la información, sea cual sea. Desde una conferencia hasta cualquier
página de Internet. Hoy dia, la red cuenta con numerosos espacios científicos[2].
Citándolos también se demuestra que se sabe investigar en cualesquier fuentes[3]. La
honestidad intelectual es necesaria, y lo contrario es un delito intelectual. En efecto, la
copia es un método aberrante y acientífico susceptible de ser denunciado, al amparo de
la Ley de Propiedad Intelectual de 1996, según Real Decreto Legislativo 1/1996 de 12
de abril.

Una vez redactado el escrito, tras haberlo revisado varias veces, es útil hacer un
ejercicio de crítica externa, entregándoselo a alguien que lo revise o pueda sacar alguna
objeción, tanto de forma como de fondo. Es probable que sea posible mejorarlo. Cuando
esté suficientemente revisado, está listo para entregar al profesor o a quien corresponda.
Es recomendable hacer esta prueba crítica para todo tipo de textos, sobre todo, si se
piensa en publicarlos.

[1] Por ejemplo, al escribir a mano no deben ponerse puntos sobre las letras i latina
ni jota mayúsculas.

[2] L. Zozaya (2009). “El desarrollo de competencias en Historia y Ciencias y Técnicas


Historiográficas a través de un espacio virtual en Internet“. Relada (Revista Electrónica
de ADA), 3 (3), 240-242.

[3] Se ofrecerá la referencia como mínimo citando la dirección de internet, aunque es


muy útil que consten más datos, como el día en que se consultó.

___

You might also like