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Sobre la utilización de la entrevista no dirigida en sociología.

Guy Michelat

"Lo importante es que la exploración del ‘contenido latente’ acarrea aquí un abanico de significaciones tendiendo a valer
en varios planos al mismo tiempo que a valer para todos... "
André Breton, Antología del humor negro

Nos proponemos en este artículo formular ciertas observaciones sobre la utilización de la entrevista no dirigida como
método de análisis de los fenómenos sociales, y no exponer las técnicas de entrevista no dirigida de investigación1 ni
proponer una técnica original de análisis de esas entrevistas.2 Estas observaciones se originaron simultáneamente de la
enseñanza de estos métodos y de su utilización, que practicamos hace más de una década, en colaboración con
Monique y Raymond Fichelet y con Michel Simon.3 Digamos, en primer lugar, que la entrevista no dirigida es para
nosotros un método entre otros y que no puede sustituir a algunos de ellos, de los cuales es complementario. Su
contribución nos parece esencial cada vez que se intenta aprehender y rendir cuentas de los sistemas de valores, de
normas, de representaciones, de símbolos propios de una cultura o una subcultura. Esto quiere decir que aquí, en
particular, la psicosociología no deja de tener relación con los dominios propios de otras disciplinas. Desde este punto de
vista, se puede considerar que nuestro objetivo se acerca al objetivo del etnólogo. De otro modo, Henri Raymond,
examinando en esta revista estos mismos métodos, llama ideologías a los "conjuntos organizados de representaciones"
que este tipo de entrevista pretende alcanzar.4 Añadamos finalmente que, para nosotros, esos sistemas culturales son
igualmente fruto de la historia.

El recurso a la entrevista no dirigida, por oposición a la entrevista dirigida, tiene el objetivo de sortear ciertas
amputaciones de las entrevistas por cuestionario con preguntas cerradas que representan el polo extremo de la
directividad. En efecto, en una entrevista por cuestionario, existe estructuración completa del campo propuesto al
entrevistado, éste sólo puede responder a las preguntas que le son propuestas en los términos formulados por el
investigador y enunciados por el entrevistador, que tiene el monopolio de la exploración cuando no el de la inquisición.
Se ha dicho con frecuencia, y con razón, que el peligro es que sea grande la distancia entre la significación que el
investigador da a las preguntas que hace y a las respuestas que propone, y la que le darán las personas entrevistadas.

1
Este artículo retoma una exposición que hicimos en el marco de los Journées de Ia Société Française de Psychologie (octubre de
1972), donde la Sección de Psicología Social propuso como tema: "El análisis de entrevistas no dirigidas en el ámbito político". Eric
Landowski expuso también el enfoque semiológico de este tipo de entrevista.
2
Recordemos sólo que, en la entrevista no dirigida, se procura hacer que la persona entrevistada asuma el papel de la exploración
habitualmente detentado por el entrevistador; este último entonces no desempeña más que un papel de facilitación y de apoyo. Se
parte así de la idea de que la persona interrogada es la más apta para explorar el campo del problema que se le plantea, en función
de lo que piensa y siente. Esto debe corresponder a una aceptación real, por el entrevistador, de la persona interrogada tal como es.
Se ven aquí ciertas semejanzas con la entrevista de asesoramiento psicoterapéutico de Carl Rogers. No analizaremos más
detalladamente las similitudes y las diferencias entre estos dos tipos de entrevista (cf. ROGERS, C., "The Non-Directive Method as a
Technique for Social Research", in American Journal of Sociology, 50 (4), jan. 1945, p. 279-89; PAGÈS, M., L'orientation non directive
en psychothérapie et en psychologie sociale, Paris, Dunod, 1965; LEGRAS, D., "Quelques contributions à Ia méthodologie de
l'entretien non-directif d'enquête", in Bulletin du C.E.R.P., 20 (2), 1971, p. 131-41). Sin embargo, observamos que la entrevista de
investigación no puede ser realmente no dirigida, en sentido estricto, aunque más no fuera porque es el entrevistador quien pide al
entrevistado que hable sobre un tema escogido por el responsable de la investigación, mientras que en la entrevista rogeriana es el
paciente quien escoge buscar al psicoterapeuta y que escoge aquello sobre lo que va a hablar.
3
Un ejemplo del tipo de tratamiento y de los resultados a los que llegamos puede ser proporcionado por nuestro estudio en el
ámbito de la psicosociología política, cf. Michelat, G. y Simon, M., " Catholiques déclarés et irréligieux communisants: vision du
monde et perception du champ politique", en Archives des Sciencies Sociales des Religions, 18 (35), 1973 de enero a junio, p. 57-111.
4
RAYMOND, H., "Analyse de contenu et entretien non directif", in Revue Française de Sociologie, 9(2), abril-junho de 1968, p. 167-
79. Tal definição está próxima da que é dada por Adorno et al.
"Se emplea el término ideología en el sentido que está difundido en la literatura corriente para representar una organización de
opiniones, de actitudes y de valores, una manera de abordar al hombre y a la sociedad. " ADORNO, T. W.; FRENKEL-BRUN-SWIK, E.;
LEVINSON, D. J. e SANFORD, R. N., The Authoritarian Personality, Nova Iorque, Harper and Brothers, 1950, p. 2.
Es igualmente posible que las preguntas sean mal escogidas o mal formuladas y constituyan indicadores muy malos de lo
que el investigador quiere aprehender. Precisando mejor, el entrevistado tal vez se plantee los problemas en términos
completamente diferentes de los que el investigador se imagina. Además, las respuestas que se le impone tal vez no
correspondan a la formulación que el entrevistado habría escogido; pero, lo que es más grave, esas respuestas tal vez no
correspondan a la dimensión que habría tenido una significación para él. Estas críticas no nos parecen sacar el valor de
los cuestionarios, sino hacerlos poco adecuados a determinados objetivos.5 En realidad, sucede que a una pregunta
cualquiera las personas interrogadas no responden al azar; de modo más general, se puede considerar que toda
respuesta a un estímulo dado tiene una significación (y la ausencia de respuesta es también una respuesta). Resta saber
si ese estímulo es el más adecuado y el más fácilmente interpretable en relación con el objetivo, y si es el mejor
indicador disponible. No por ello, al usar cuestionarios además de la utilización periodística de los sondeos, deja de ser
igualmente posible llegar al sistema que preside la organización de los temas en las personas interrogadas: pero eso
pasa por la estructuración previa del campo impuesta por el investigador que dirige la investigación (esta estructura es
dependiente de la personalidad psicosocial del investigador, es decir, entre otras cosas, de las "ideologías" de los grupos
a los que pertenece o de referencia).6 El recurso a la entrevista no dirigida reposa igualmente en la hipótesis de que la
información más fácilmente accesible, la que se logra por cuestionario, es la más superficial, la más estereotipada y la
más racionalizada.

Por el contrario, la información obtenida por la entrevista no dirigida se considera que corresponde a niveles más
profundos, porque parece existir una relación entre el grado de libertad dejado al entrevistado y el nivel de profundidad
de la información que puede proporcionar. La libertad dejada al entrevistado (siendo la no-directividad todavía relativa)
facilita la producción de informaciones sintomáticas que correrían el riesgo de ser censuradas en otro tipo de entrevista.

También existe una relación entre el nivel de profundidad que se puede alcanzar y la cantidad de material que se
dispone. Independientemente del objetivo y del procedimiento propios del psicoanálisis individual, no existe
comparación entre el discurso de una o dos horas de una entrevista no dirigida y las decenas, sino los cientos de horas
de un psicoanálisis. Cuanto más importante es el material, más se enriquece con elementos que permiten al analista
alcanzar niveles más profundos.

Otra hipótesis, corolario de la precedente, es la hipótesis de que lo que es del orden afectivo es más profundo, más
significativo y más determinante de los comportamientos que lo que es sólo intelectualizado. Esto no quiere decir que lo
que es afectivo no tiene su correspondencia en una expresión intelectualizada, o no tiene componente intelectualizado.
Pero lo que es sólo intelectualizado, lo que no es asumido afectivamente por la personalidad, tiene una trascendencia
débil y una relación reducida con los comportamientos del individuo. Se considera que la entrevista no dirigida permite,
mejor que otros métodos, la emergencia de este contenido socio-afectivo profundo, facilitando al entrevistado el acceso
a informaciones que no pueden ser alcanzadas directamente. Pero estas observaciones pueden ser aplicadas tanto a
entrevistas cuyo objetivo es el análisis psicológico del individuo, cuanto a entrevistas como las que nos interesan aquí y
que están destinadas al análisis de los fenómenos sociales. Precisemos ahora algunos de los elementos de la
especificidad de la utilización de este tipo de entrevista en sociología.

Partimos de la hipótesis de que cada individuo es portador de la cultura y de las subculturas a las cuales pertenece y que
es representativo de ellas. Comprendemos aquí por cultura el conjunto de representaciones, de valorizaciones efectivas,
de hábitos, de reglas sociales, de códigos simbólicos señalados por Sapir cuando escribe: “El individuo es un portador
pasivo de tradiciones o, en términos más dinámicos, aquel que concretiza, bajo mil formas posibles, ideas y modos de
comportamiento implícitamente inherentes a las estructuras o a las tradiciones de una sociedad determinada”,7 y Jean

5
Evidentemente ocurre lo mismo con todos los métodos, teniendo cada uno de ellos una especificidad (que marcha junto con una
complementariedad de los enfoques). Pero el examen crítico de los métodos no significa el abandono de su utilización: reduce
simplemente su empleo a determinadas situaciones y a determinados objetos en función de condiciones que deben ser explicitadas.
Es así que hay que estar conscientes de los límites de la "no-dirigida" y de las ilusiones a las que puede llevar. No evocaremos aquí
las críticas que se pueden hacer a la entrevista no dirigida y que nos parecen pertinentes. Cf. KANDEL, L., "Reflexiones sobre el uso
de la entrevista, especialmente la no dirigida, y sobre las encuestas de opinión", incluida en esta colección.
6
Si las preguntas planteadas no son independientes de aquel que las formula, lo mismo se da, sin duda en menor grado, con la
simple observación, como lo muestran las experiencias sobre los factores sociales de la percepción.
7
SAPIR, E., Anthropologie, Paris, Editions de Minuit, 1967, tomo I, p. 89.
Stoetzel añade: "El hombre es actor y vector de su cultura".8 Tal concepción implica, para nosotros, que la constitución y
la evolución de una cultura se deben a un conjunto de procesos históricos. Estableciendo una aproximación con lo que
Engels dice sobre la historia,9 se podría decir que la cultura sería hecha por la acumulación y la interacción de las
producciones ideológicas de las diversas estructuras sociales que se sucedieron históricamente, mientras que en cada
época habría interacción de un gran número de individuos viviendo existencias particulares, en función de los diversos
grupos sociales a los que pertenecen o a los que se refieren, dentro de una sociedad que tiene estructuras dadas.

Es porque estos modelos son interiorizados -aunque, a veces, de modo conflictivo- por cada individuo, que ellos pueden
desempeñar un papel explicativo de los comportamientos sociales cuyos mecanismos intentamos analizar. Sólo se
puede construir el modelo de una cultura a partir de sus producciones. En nuestro caso, la utilización de la entrevista no
dirigida tiene el objetivo de provocar las producciones verbales de los individuos de tal manera que ellas puedan
constituir otras tantas informaciones sintomáticas. Estas son consideradas como reveladoras al mismo tiempo de la
cultura y de las subculturas propias de cada individuo y de ciertos mecanismos que presiden su constitución (utilización,
transformación, organización de los diferentes "estereotipos" disponibles).10

"De otro modo y por analogía11 con lo que Lévi-Strauss dice sobre los mitos,12 consideramos que cada individuo,
aprehendido a través de las informaciones sintomáticas proporcionadas por la entrevista, es una aplicación restringida
de su cultura y de sus subculturas. A partir de esas diversas aplicaciones particulares, nuestro objetivo es intentar
reconstituir el modelo de su cultura o los modelos culturales subyacentes. El hecho de considerar que el individuo es
representativo de su cultura no significa que los individuos sean intercambiables y que se encuentre una imagen idéntica
de la cultura a través de los síntomas particulares contenidos en una entrevista dada. Cada individuo es caracterizado
por su filiación actual a un cierto número de grupos sociales que, al mismo tiempo, producen una subcultura que les es
específica y que no tienen relaciones idénticas con la cultura global. Además de eso, cada individuo perteneció
igualmente a numerosos otros grupos, a los que puede no pertenecer más, pero que dejaron en él rasgos más o menos
importantes. Muchos otros factores todavía entran en juego: se va a encontrar, así, en cada individuo, un modelo
cultural asumido por personalidades diferentes con historias de vida diferentes en las cuales las necesidades, las
expectativas, las participaciones fueron diferentes; esto significa que los fenómenos de socialización han sido diferentes.
En realidad, el individuo no toma la cultura como un todo que le es dado, él la percibe y la hace más o menos suya en
función de su personalidad psicosocial y de sus necesidades, las cuales en gran medida son función de una interacción
de influencias, las de los medios en los que nació y en los que vivió en los diferentes momentos de su existencia. Hay,
así, para cada individuo, un sistema complejo de acentuaciones, de contradicciones, de transformaciones en función de
los diferentes elementos que actúan o actuaron en su proceso de socialización.13

8
STOETZEL, J., "La connaissance dês opinions", in PIERON, H., Traité de psychologie appliquée, Paris, Presses Universitaires de
France, tomo II, p. 326.
9
“La historia se hace de tal modo que el resultado final se desprende siempre de los conflictos de un gran número de voluntades
individuales, las cuales cada una a su vez es hecha tal cual es por una multiplicidad de condicionamientos particulares de existencia;
existen entonces innumerables fuerzas que se oponen mutuamente, un grupo infinito de paralelogramas de fuerzas de donde sale
una resultante - el acontecimiento histórico - que puede ser visto a su vez como el producto de una fuerza actuando como un todo,
de manera inconsciente y ciega.” ENGELS, F., "Lettre à Joseph Bloch, 21-22 septembre 1890", in MARX, K. e ENGELS, F., Sur la
religion, Paris, Editions Sociales, 1968, p. 270.
10
Se puede sugerir también la comparación de un conjunto de entrevistas con la obra de un escritor: "Ciertamente Rabelais
'expresa' su época, su tiempo, la sociedad de ese tiempo, su pueblo y su nación, las clases y las relaciones de clase en la nación
francesa en pleno crecimiento. (LEFEBVRE, H., Rabelais, Paris, Lês Editeurs Français Reunis, 1955, p. 29). Lo que no quiere decir que
se considera que las entrevistas o la obra artística dan directamente una imagen de la sociedad equivalente a la que los
historiadores, economistas o sociólogos pueden construir. Se pretende sólo sugerir que la obra literaria (o plástica), así como las
entrevistas, proporcionan, a través de las conciencias individuales, informaciones sintomáticas complejas, si no contradictorias,
sobre una sociedad en un momento dado de su desarrollo histórico: "La gran risa de Rabelais , su alegría de vivir, su auténtica alegría
no prueban que todos a su alrededor tenían y consideraban la vida bella "(op. cit.).
11
Las analogías entre diversos procedimientos, que destacaremos en el transcurso de esta exposición, no implican una identificación
entre nuestro procedimiento y los del psicoanálisis o de la antropología estructural.
12
LÉVI-STRAUSS, C., Mythologigues, le cru et lê cuit, Paris, Plon, 1964, p. 21.
13
SAPIR, E., Anthropologie. Tomo I, Paris. Editions de Minuit, 1967, p. 89-90.
Sin embargo, existe una especie de paradoja en el hecho de dirigirse a individuos, en sus particularidades, a través de
sus vivencias, de su personalidad, para alcanzar lo que es social. En efecto, a partir del discurso de las personas
interrogadas que expresa su relación con el objeto social del cual se les pide que hablen, nuestro objetivo es pasar por lo
que hay de más psicológico, de más individual, de más afectivo, para alcanzar lo que es sociológico, lo que es cultural. Lo
que buscamos a través de la entrevista no dirigida es realmente reconstituir los modelos culturales de nuestra sociedad.
Pero no pensamos que se pueda hacer economía del paso por el individuo considerado como lugar de su cultura. En
tanto antropólogo, Sapir precisa: "Si un testimonio individual es registrado como tal (cosa muy frecuente en etnografía),
esto no quiere decir que se considere preciado al individuo, entidad adulta y singular, sino que es tomado como muestra
de la comunidad".14

Pero se ve claramente ahí, a pesar de ciertas analogías, una diferencia en relación a la entrevista no dirigida: en general
el etnólogo pide a un miembro de la comunidad estudiada, considerado un informante, informaciones de tipo objetivo:
lo que sabe sobre los mitos, los ritos, las tradiciones, etc. (en forma de preguntas que se asemejan a las de una
entrevista dirigida). Por el contrario, en la entrevista no dirigida lo que se hace es dirigirse a un participante de la cultura
estudiada preguntándole no lo que sabe, sino lo que piensa, lo que siente como individuo.15 Si un miembro de la
comunidad es considerado representativo de su cultura, esto se da a través de su singularidad, que consideramos
reveladora. El análisis se basa más en lo que es sentido que en lo que es conocido y esto a partir de la producción de
síntomas obtenida por la entrevista no dirigida: "el individuo siente, más que conoce, estos modelos y los aplica con
toda naturalidad sin poder describirlos conscientemente".16

Este pasaje por el individuo implica, como decíamos arriba, una cierta paradoja: es a partir de lo que hay de más
individual y de más afectivo que vamos a intentar alcanzar lo que es sociológico. Pero si se percibe el hecho de que no
hay comportamientos sociales y comportamientos individuales, de que no hay diferencias de naturaleza de los
fenómenos sino apenas una diferencia de punto de vista según el objetivo de la observación, se podrá analizar lo que es
individual o lo que es social. Parafraseamos aquí a Sapir, que añade: "No hay ninguna diferencia entre una respiración y
una religión o un régimen político, con la condición de interpretarla como un comportamiento social" y "el hombre,
tanto en su comportamiento social como en el pretendido comportamiento individual , obedece a modelos culturales
íntimos".17 Pero, una vez que cada individuo es singular, hay que servirse de lo que hace que sea él, lo que lo
particulariza, es decir, una determinada organización de filiaciones y de experiencias sociales específicas, y no
considerarlo de manera abstracta. Se puede, así, estimar que determinadas situaciones particulares harán aparecer
mejor el modelo general que buscamos. En efecto, las particularidades, las "historietas" propias a cada individuo (su
vivencia, sus filiaciones...) pueden ser descompuestas en un cierto número de variables de las cuales se podría decir que
constituyen el equivalente a un ítem de un plano experimental en el cual cada individuo representaría una réplica de la
experiencia. El haz de esas variables que establecen la ecuación particular de un individuo va a desempeñar un papel de
revelador del modelo de la cultura y de las sub-culturas a través de los síntomas particulares contenidos en una
entrevista dada.18

Los modelos culturales nos aparecen entonces bajo las formas concretas y particulares según las cuales son vividos por
individuos dados y que, por eso mismo, son las más típicas y las más significativas. Se podría establecer una analogía con
la comprensión de lo "normal" por el estudio de "casos patológicos" pero, a pesar de ciertas semejanzas, hay que notar
que cada individuo no es definido ni por la diferencia con lo que pasa "normalmente", en el sentido valorado del

14
SAPIR, E., Anthropologie, op. cit., p. 89-90.
15
Es evidente que la distinción entre lo que es conocido y lo que es sentido no es simple. Cabe al analista separar lo que es
realmente sentido de lo que es dado como sentido y que no hace más que reproducir un discurso conocido estereotipado sin que
éste sea afectivamente asumido. Así, también la persona interrogada puede presentar lo que de hecho siente como cualidades
objetivas de una realidad que conoce.
16
SAPIR, E., Anthropologie, op. cit., p. 40.
17
SAPIR, E., Anthropologie, op. cit., p. 39.
18
Así, en la entrevista de una obrera bretona, el hecho de tener un hijo retardado es el punto de partida y el revelador de todo un
sistema de representaciones y de valoración concerniente a la religión y a la política, característica de una subcultura. ("El Buen Dios,
si hubiera un buen Dios, por qué haría tantas miserias en la tierra, esto me subleva", cf. MICHELAT, G. y SIMON, M., "Catholiques
déclarés ...", op. Cit ,, p. 107.)
término, ni por el alejamiento de una norma determinada por su frecuencia, sino que, antes, representa formas
particulares de sistemas generales o parciales que corresponden a grupos o subgrupos.

Sin embargo, a pesar de la gran diversidad de los elementos que constituyeron la personalidad psicosocial de cada
individuo, se van a encontrar en cada uno de ellos modelos que presentarán profundas semejanzas. La propia existencia
de esas constantes podrá ser considerada como reveladora de los modelos culturales. "Es preciso reconocer que todo
individuo en un grupo ofrece particularidades culturales que no comparte con todos los miembros y que puede ser
incluso el único en poseer. En lugar de abordar las variaciones individuales a partir de una pretendida objetividad de la
cultura es preciso hacer en el sentido inverso. Es necesario hacer abstracción de la cultura y analizar lo mejor posible los
actos y los pensamientos cotidianos de un cierto número de individuos acostumbrados a vivir en común. Así, estaríamos
forzados a admitir la existencia de determinadas constantes dentro de esas relaciones interpersonales.19 Se constatará
incluso una persistencia de estos modelos de una generación a otra, dentro de una cultura o de una subcultura. Esta
herencia de naturaleza evidentemente social y no biológica podrá, sin embargo, ser considerada, en determinados
casos, como biológica por las personas interrogadas.20 A este respecto, observamos que los modelos culturales a los que
llegaremos están ligados a la historia y pueden llevarnos, para comprenderlos, a hacer ensayos de sociología histórica, si
es verdad, como dice M. Mauss, que "detrás de todo hecho social existen historia, tradición, lenguaje y hábitos".21

La elección de la muestra.

En una investigación cuantitativa, es la muestra, constituida por individuos elegidos al azar, la que es considerada como
representativa. Es, de algún modo, un modelo reducido de la población total, en la cual los diferentes grupos sociales se
encuentran con los pesos respectivos que tienen en la población.
En una investigación cualitativa, sólo un pequeño número de personas es interrogado. Se eligen en función de criterios
que nada tienen de probabilistas y no constituyen en modo alguno una muestra representativa en el sentido estadístico.
Es, sobre todo, importante elegir a los individuos más diversos posibles. Y, en realidad, en función de lo que dijimos más
arriba, es el individuo el que es considerado como representativo por el hecho de ser él quien detenta una imagen,
particular es cierto, de la cultura (o de las culturas) a la que pertenece. Se intenta aprehender el sistema, presente de un
modo u otro en todos los individuos de la muestra, utilizando las particularidades de las experiencias sociales de los
individuos como reveladores de la cultura tal como es vivida.
La muestra está entonces constituida a partir de criterios de diversificación en función de las variables que, por
hipótesis, son estratégicas, para obtener ejemplos de la mayor diversidad posible de las actitudes respecto al tema en
estudio. Por variables estratégicas entendemos aquellas que, en función de reflexiones teóricas y de los estudios
anteriores, se puede estimar como siendo las que desempeñan el papel más importante en el campo del problema
estudiado.
Las variables estratégicas son de dos tipos. Por un lado, se considera que las variables utilizadas en el análisis
cuantitativo (encuestas de opinión) son generalmente pertinentes para la constitución de la muestra de una
investigación cualitativa, realizada a partir de entrevistas no dirigidas. En realidad, se puede pensar que el sexo, la edad,
la profesión, el tipo de hábitat, la región, etc. son indicadores de filiaciones a grupos sociales en los cuales los fenómenos
de socialización son de tipo diferente en función de realidades diferentes. Pero, por otro lado, las variables más
específicamente vinculadas al tema del estudio realizado también deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, si se hace un
estudio sobre los transportes colectivos urbanos, parece necesario elegir personas que utilizan y personas que no
utilizan este medio de transporte. En un estudio sobre el nacionalismo, se utilizarán, entre otras, las distinciones que
parecen significativas en el campo político; se utilizarán, en particular, las tomas de posición explícitas contenidas en las
ideologías declaradas de los grupos políticos y será necesario entrevistarse con personas "ultranacionalistas" o
"internacionalistas" de diversos tipos. Lo particular es que esta elección no se hará teniendo en cuenta el peso de esos
grupos políticos en la población, sino en función de su ejemplaridad. Así, los que se declaran pertenecer a ciertos
grupúsculos ocuparán tanto lugar en la "muestra" como los adherentes o los electores de ciertos partidos de masa. Lo
que no quiere decir que los criterios de diversificación serán exclusivamente políticos.

19
SAPIR, E., Anthropologie, op. cit., p. 110.
20
El sistema de valores de la sociedad, la estructura propia de esta última, las desigualdades entre grupos sociales son entonces
considerados como teniendo un origen natural y no cultural. Cf. MICHELAT, G. e SIMON, M., "Catholiques declares...", op. cit.
21
MAUSS, M., "Rapports réels et pratiques de la psychologie et de la sociologie", publicado no Journal de Psychologie Normale et
Pathologique, 1926 y republicado in Sociologie et anthropologie, Paris, Presses Universitaires de France.
Definición de corpus.

Decíamos que cada entrevista podía ser considerada una aplicación limitada de un modelo general. El corpus estará
constituido por el conjunto de esas aplicaciones particulares. Más precisamente, el corpus sometido al análisis estará
constituido por los discursos de las personas interrogadas tal como fueron retranscriptos exhaustivamente a partir de la
grabación en cinta de cada entrevista. También forma parte de eso lo que en el discurso del investigador no es no
directivo: incluso si este último tiene una gran experiencia de la conducción no dirigida de las entrevistas, ciertas
intervenciones pueden tener un contenido dirigido y es necesario poder controlarlo. En efecto, una proposición emitida
libremente por el entrevistado en el transcurso de su proceso de exploración, asociada a lo que precede en su propio
discurso, no tendrá el mismo valor, la misma significación que la misma proposición cuando ésta aparece después de
una estructuración directiva del entrevistador. Incluso puede llegarse, en este caso, a poner entre paréntesis
determinadas secuencias del discurso del entrevistado en caso de no saber si forman parte de su proceso exploratorio o
si le fueron impuestas desde fuera. También forman parte del corpus todos los otros síntomas tales como vacilaciones,
risas, silencios, etc. (se puede incluso considerar la grabación de las entrevistas en video-tape para recuperar todas las
expresiones gestuales, mímicas, etc., que podrían añadirse a las informaciones sintomáticas ya recogidas). Finalmente,
las informaciones situacionales, entre las cuales algunas están representadas por la edad, el sexo, la profesión, la región,
el nivel de estudios, etc. son indispensables para el análisis de la entrevista. En efecto, por un lado, cada elemento del
discurso del entrevistado tendrá significaciones diferentes según las configuraciones de elementos de diverso tipo a los
que pertenece (ya sea que éstos sean verbalizados por el locutor, ya pertenezcan a las variables situacionales que lo
definen). Por otro lado, se podrá, si procede, caracterizar determinados modelos anexos propios a subculturas.

El análisis de contenido de las entrevistas (tipo Berelson).

En muchos casos, el análisis de las entrevistas no dirigidas se reduce a la utilización de las técnicas de análisis de
contenido tal como fueron descritas por Berelson.22 Estas técnicas, por más útiles que puedan ser, nos parecen aplicarse
mal a un discurso como el obtenido por la entrevista no dirigida: se trata aquí de un discurso hablado, desarrollado
espontáneamente y libremente -aunque esta espontaneidad y esta libertad sean relativas, al estar sometidas
simultáneamente a la presión de explorar, inducida por la presencia y la exigencia del entrevistador, y a la elección del
tema de la exploración, hecha por este último - pero muy diferente de los escritos generalmente sometidos al análisis de
contenido.
El texto es entonces descompuesto en unidades de significación que se clasifican por medio de un sistema de categorías
estrictamente definidas. El análisis debe ser exhaustivo: todas las unidades de significación deben encontrar su lugar, de
manera no ambigua, en las categorías definidas. Este tratamiento permite una cuantificación de los temas, aunque se
considere que tiene sólo un valor indicativo. La ventaja de este método es que, al proceder según reglas precisas, la
fidelidad del análisis puede ser grande: en principio, dos análisis conducidos independientemente deben llegar al mismo
resultado. Pero algunas observaciones críticas se pueden hacer.
1) Las unidades de significación, clasificadas en temas, se separan unas de otras, consideradas aisladamente,
independientemente del conjunto de su sistema de relaciones.23
2) Es el contenido manifiesto el que se clasifica en categorías, el contenido latente puede revelarse según los términos
del análisis, pero el aislamiento de los temas de su contexto relacional nos parece hacer perder la comprensión de las
conexiones necesarias para alcanzar el contenido latente. Es verdad que se puede perfeccionar el análisis y considerar
no sólo categorías referentes a los temas, sino también categorías referentes a las relaciones existentes entre dos
temas. No se contabilizará más entonces la frecuencia de A y B, sino la frecuencia de A asociada a B. Incluso en este caso
parece que se pierden elementos de información indispensables.
3) La cuantificación de las frecuencias correspondientes a cada una de las categorías descansa sobre un pequeño
número de entrevistas cuyo conjunto no puede considerarse representativo. El hecho de tener en cuenta las diferencias
de frecuencia parece, desde este punto de vista, no tener ningún valor estadístico.

22
Cf, por exemplo, BERELSON, B., "Content Analysis", in LINZDEY, G., Handbook of Social Psychology, Reading, Addison-Wesley,
1959, p, 488-522.
23
Estas unidades de significados se determinan a priori (o mejor, después de intentos sobre una muestra de un corpus). Se corre el
riesgo de volver así a una situación de cuestionarios de preguntas cerradas y sólo se resalta la presencia o la ausencia de ciertos
ítems predefinidos en hipótesis.
4) Lo que parece, sin embargo, más importante es que incluso si los resultados de la cuantificación de los temas se
considera que tienen un valor indicativo, se parte de la idea de que lo que es más importante se manifestará
cuantitativamente, que lo que es más frecuente es también más significativo, y esto parece dudoso. Si se admite que
existen mecanismos de bloqueo, de censura, al nivel de la expresión individual, debidos o no a los mecanismos del
inconsciente, es verosímil que elementos de información importantes sólo aparecerán tal vez de manera fugitiva y
velada. Se puede decir, como en la teoría de la información, que cuanto más débil es la probabilidad de ocurrencia de un
tema, mayor es la cantidad de información que aporta.
5) La cuantificación, en este caso, da en general la impresión de dejar escapar lo esencial de las significaciones. El hecho
de que sólo se analiza el contenido manifiesto -aunque, sin embargo, “los resultados del análisis de contenido sirven a
menudo de punto de partida para las ‘interpretaciones’ del contenido latente”-24 hace de la mayoría de los usos de este
método de análisis una simple extensión de las preguntas abiertas tales como se utilizan en un cuestionario y para las
cuales este tipo de análisis es adecuado e incluso indispensable. Ahora bien, pensamos que existen diferencias
fundamentales entre las cuales la más importante, o al menos la que determina a las otras, es que en el caso de la
entrevista no dirigida hay una interacción de tipo particular entre el entrevistador y el entrevistado y que es éste último
quien detenta la actitud de exploración.25 Si una entrevista no dirigida es utilizada con preferencia a una entrevista
dirigida a partir de un cuestionario, es porque se considera que la información proporcionada por preguntas directas
sólo recurre a la parte de información inmediatamente accesible al entrevistado, es decir la información más superficial,
más estereotipada, más sensible a las presiones de la deseabilidad social. Es también la que está más sujeta a los
fenómenos de bloqueo y de censura que evocábamos más arriba.

El análisis cualitativo de las entrevistas no dirigidas.26

Se parte de la hipótesis de que todo elemento del corpus, incluso los detalles, tiene por lo menos una significación. Esto
no quiere decir que estos detalles pueden ser considerados aisladamente, como teniendo una significación fuera de
cualquier contexto, como en una "clave de los sueños". Al contrario, cada detalle sólo tiene sentido en relación con
todos los demás elementos disponibles. Esto es comprensible si se recuerda que consideramos las entrevistas no
dirigidas como una producción de síntomas que nos corresponde a nosotros interpretar y organizar y que a menudo se
presentarán en forma de "detalles". Esta importancia del detalle es igualmente atestada tanto por Freud como por Lévi-
Strauss en sus respectivos modos de análisis: "Él es (el método de interpretación), como éste (el método de
desciframiento), un análisis ‘en detalle’ y no ‘en masa’, así como éste considera el sueño desde el principio un
compuesto, un 'conglomerado' de hechos psíquicos".27 "Si algo sobresale de toda la empresa es lo que llamaré la
presencia del detalle: nada existe en el mito que pueda ser ignorado, nada que se pueda decir que es extraño o absurdo
para preservar algunas grandes verdades eternas, nada que no deba ser tomado en consideración y que, por
consiguiente, no tenga un sentido.”28
Este tipo de análisis, que procede de la idea de que todo tiene una significación, implica también que el análisis debe ser
exhaustivo, del mismo modo que el análisis de los sueños o el análisis de contenido tal como lo propone Berelson. Todos
los elementos del material deben ser analizados y deben encontrar su lugar en el modelo que representa el conjunto (lo
que no excluye que puedan situarse simultáneamente en muchos lugares o niveles del modelo - a diferencia del análisis
de contenido clásico).

24
BERELSON, B.,op. cit.., p. 489.
25
Se podría decir igualmente que existe en la entrevista no dirigida un cierto paralelismo entre la relación entrevistador-
entrevistado y la que une al analista de la entrevista y al entrevistado: en ambas situaciones el entrevistador o el analista debe estar
continuamente a la escucha del discurso del entrevistado sin que intervenga todo lo que está presupuesto. Se reencuentra aquí
ciertas analogías con la atención fluctuante de los psicoanalistas (volveremos a eso).
"Que una de sus orejas se ensordezca, tanto como la otra se agudice, y es esa la que ustedes deben poner a la escucha de los
sonidos o fonemas, de las palabras, de las locuciones, de las oraciones, sin omitir en esto pausas, escansiones, cortes, períodos y
paralelismo, pues es ahí donde se prepara al pie de la letra la versión, sin lo que la intuición analítica no tendría soporte ni objeto.
LACAN, J., Ecrits II, Paris, Editions du Seuil, 1971 (Points).
26
Cf. Lazarsfeld (P.): « Quelques fonctions de l'analyse qualitative en sociologie », dans Philosophie des sciences sociales, Paris,
Gallimard, 1970, pp. 318-360.
27
Freud (S.): L'interprétation des rêves. Paris, Presses Universitaires de France, 1971.
28
Lévi-Strauss (C.) : « Entretien avec Raymond Bellour », Le Monde, 5 novembre 1971.
Yendo del contenido manifiesto al contenido latente,29 queremos reconstituir el "razonamiento" subyacente
(razonamiento no consciente -"razonamiento afectivo" se podría decir en función de las hipótesis planteadas al inicio),
que preside la emergencia de los temas manifiestos. El objetivo, a partir de los diversos recorridos de ese razonamiento,
es el de dar cuenta del conjunto del material por un esquema único que sea lo más simple posible.30 Al término de ese
análisis, lo que encontramos son partes de los modelos culturales correspondientes a la sociedad global y a los
diferentes grupos y subgrupos. Son estos modelos culturales los que juegan un papel en la organización de ese
"razonamiento afectivo" del que hablábamos: razonamiento de un individuo cuyos determinantes, sin embargo, son
sociales incluso cuando asumen una apariencia particular de vivencia de un individuo. Así, este último recupera en parte
el "razonamiento" característico de su grupo o de sus grupos. La singularidad de cada individuo proviene, por un lado,
del hecho de que el modelo cultural de este último está constituido por una incorporación -al menos parcial- de los
diversos modelos culturales propios a los grupos y subgrupos a los que pertenece o a los que perteneció; por otro lado,
por la síntesis personal que de ellos hizo. Esta última puede conllevar efectos de refuerzo o llegar a contradicciones
eventuales de los modelos culturales de los diferentes grupos de pertenencia. Es así que se verá aparecer sistemas
ambivalentes.31 El modelo final al que llegaremos dará cuenta de los recorridos de este razonamiento que será propio de
una determinada cultura con ramificaciones diversas, submodelos propios a ciertas subculturas; él hará aparecer, en
cualquier caso, la parte del sistema cultural vinculada al tema de la explotación.

Impregnación e interpretación.

El procedimiento adoptado va a consistir en leer y releer las entrevistas disponibles para llegar a una especie de
impregnación. Se reencuentra aquí un procedimiento comparable al de Lévi-Strauss que declara: "Me tomó tres años
escribir este último volumen (...) todo ese tiempo fue necesario para impregnarme a tal punto de la sustancia de los
mitos que ya los sabía todos prácticamente de memoria".32 Las lecturas repetidas van suscitando progresivamente
interpretaciones por la puesta en relación de elementos de diversos tipos. Por interpretación entendemos, como los
psicoanalistas, el "surgimiento, por la investigación analítica, del sentido latente a partir del contenido manifiesto".33
Esto significa que, además de la literalidad de la frase, se intenta reconstituir su traducción interpretativa incluyendo
secuencias de significación más o más menos larga. Constatamos también ciertas analogías con el procedimiento de los
psicoanalistas, y utilizamos allí también un cierto número de sus conceptos.

Por ejemplo, seremos conducidos a identificar e interpretar los lapsus, pero esta interpretación hará referencia no sólo a
un contexto psicológico sino, principalmente, en este tipo de análisis, a un contexto sociológico o cultural. Así, un
entrevistado declara en una entrevista: "para tener buena acogida entre los rusos, basta ser soviético". La primera idea
que viene al espíritu es que esta proposición trae poca información, que es de tipo tautológico. Si esta idea es superada
se puede proponer una primera interpretación: es un modo irónico de decir que los rusos no son acogedores con las
personas de fuera y que sólo son hospitalarios para con sus conciudadanos. Esta interpretación está de acuerdo con lo
que surge de un gran número de entrevistas de personas generalmente hostiles al comunismo. Si esta proposición se
reubica en su contexto, se puede dar una segunda interpretación. En realidad el entrevistado es una mujer, obrera,
favorable a la CGT y al Partido Comunista: ella habla de los delegados sindicales que son invitados a ir a la URSS y que
son muy bien recibidos. De hecho, todo indica que lo que quiere decir es "para ser bien acogido entre los rusos, hay que
ser comunista", es decir, los rusos son acogedores con las personas de fuera, pero hay que compartir su ideología. Pero

29
Recordemos a propósito de eso las definiciones que Laplanche y Pontalis dan del contenido latente: "conjunto de significaciones al
que llega el análisis de una producción del inconsciente, singularmente del sueño; una vez descifrado, el sueño no aparece más
como un relato en imágenes sino como una organización de pensamientos, un discurso, expresando uno o varios deseos (...). El
contenido manifiesto es la versión truncada, el contenido latente es la versión correcta." Laplanche (J.), Pontalis (J. B.): Vocabulaire
de la psychanalyse, Paris, Presses Universitaires de France, 1968, p. 100. V. également Freud (S.) : L'interprétation des rêves, op. cit.,
p. 241 et ss.
30
Principio de economía.
31
Se puede, por ejemplo, constatar que una parte del modelo lleva a actitudes autoritarias, otra parte a actitudes libertarias (ambas
pudiendo, por lo demás, encontrarse simultáneamente en el mismo individuo).
32
Levi Strauss (C.): « Entretien avec Raymond Bellour », op. cit.
33
Laflanche (J.), Pontalis (J. B.): Vocabulaire de la psychanalyse, op. cit., p. 206. En el contenido manifiesto figuran también las
motivaciones y las interpretaciones declaradas, que son consideradas informaciones sintomáticas como otras y que estarán también
sometidas a la interpretación del analista.
una vez restablecido el sentido, no hay que olvidar que hubo un lapsus y que éste tiene una significación. Se lo puede
interpretar como expresando la idea de que los comunistas no son franceses como los demás, que de hecho son
extranjeros, que son soviéticos y "soviético" es el equivalente de "comunista". Bien se ve que una proposición
aparentemente banal contiene de hecho una cantidad de significaciones, que la interpretación sólo es posible en
función del contexto, pero también que no se puede contentar con una sola interpretación. Desde este punto de vista
las diferentes interpretaciones pueden ser simultáneamente válidas. (...) Este ejemplo es significativo de la existencia de
actitudes ambivalentes en el mismo individuo puesto que, en la eventualidad de un lapsus, se recupera, en alguien que
es en otros aspectos favorable a los comunistas, un sistema de representaciones característica de los anticomunistas.
A propósito de este ejemplo, se reencuentra aquí una serie de fenómenos descritos por los psicoanalistas, como el de la
condensación: "una representación única representa ella sola varias cadenas asociativas en cuya intersección ella se
encuentra (...) El relato manifiesto, comparado con el contenido latente, es lacónico: ella constituye su traducción
abreviada - no por eso la condensación debe asimilarse a un resumen: si cada elemento manifiesto está determinado
por varias significaciones latentes, a la inversa cada una de ellas puede encontrarse en varios elementos".34 Este
concepto invoca la intervención del concepto de sobredeterminación, efecto del trabajo de condensación, "el síntoma
lleva la huella de la interacción de las diversas significaciones entre las cuales él realiza un compromiso".35 Esto conlleva
la posibilidad, y en muchos casos la necesidad, de sobreinterpretación, "interpretación que se desprende
secundariamente cuando una primera interpretación coherente y aparentemente completa pudo ser suministrada".36

Pero la atención particular dedicada a la singularidad de cada entrevista es concomitante a una relación de las diversas
entrevistas entre sí. Esto conduce a alternar las lecturas verticales de las entrevistas (guardando la lógica propia a cada
una) y las lecturas horizontales, para establecer la relación con las otras entrevistas. Un elemento del "razonamiento"
puede faltar en una entrevista y ser encontrado en otra. Un rastro que sólo apareció en una entrevista puede, así, llevar
a un nuevo "cuestionamiento" del conjunto del material. De manera analógica igualmente, se puede decir que se trata
de algo comparable al estudio de los mitos: o varias versiones del mismo mito constituyen el mito, o cada mito tiene su
"lógica" pero existe una lógica común a todos los mitos.
Se puede notar que, en la etapa del análisis de las entrevistas, son reencontradas características de la fase de
recolección de las entrevistas. Por un lado, la actitud del entrevistador no directivo, que puede ser comparada con la
atención fluctuante del psicoanalista, se reencuentra de cierta manera, en determinadas fases de su investigación, en
quien analiza las entrevistas.37 Por otro lado, así como el entrevistador no directivo deja al entrevistado la
responsabilidad de su actitud de exploración, dejándolo desarrollar su propósito como le plazca, partiendo de la idea de
que el entrevistado es el único que lo puede hacer, el analista no puede descuidar ningún elemento de la entrevista, no
puede saber si eso que le parece "fuera del ámbito" lo es realmente. Esto explica la dificultad de utilizar como no dirigida
una entrevista recogida en anotaciones escritas y no íntegramente grabada y retranscripta para el análisis.
La experiencia muestra justamente que lo que aparenta estar "fuera del ámbito" tiene a menudo una importancia
capital. De otra manera, forzando nuestra intención, podríamos decir que si fuera posible saber a priori lo que está "en
el ámbito" y lo que no está, esto significaría que ya se conoce el resultado del análisis y, en este caso, sería inútil
realizarlo, o, por lo menos, sería preferible pasar a otra fase de la investigación. De hecho, la investigación por
entrevistas no dirigidas está justamente destinada a suscitar y alimentar las hipótesis.
El análisis interpretativo de los detalles que evocamos está vinculado con el hecho de considerar lo que hay de más
concreto en el discurso de individuos singulares, con ciertas características, con historias de vida particulares, a través de
su pertenencia a grupos con características sociales definidas. Esto implica también que es indispensable conservar
todos los elementos que permitan reconstituir la lógica propia a la entrevista de un individuo particular. Es decir, no
separar cada elemento de su sistema de relaciones. En efecto, es a partir de ese sistema de relaciones que se harán
posibles las interpretaciones. Cada entrevista es considerada en su integridad y su totalidad, incluyendo todos los

34
Laplanche (J.), Pontalis (J. B.): op. cit., p. 89.
35
Ibid, p. 468.
36
Ibid, p. 469.
37
"Ella consiste en una suspensión, tan completa como sea posible, de todo lo que focaliza habitualmente la atención: inclinaciones
personales, prejuicios, presupuestos teóricos incluso los más bien fundados" y "Manera por la cual, según Freud, el analista debe
escuchar al analizado: él no debe privilegiar a priori ningún elemento del discurso de este último, lo que implica que deje funcionar
lo más libremente posible su propia actividad inconsciente y suspenda las motivaciones que dirigen habitualmente la atención. Esta
recomendación técnica es simétrica a la regla de libre asociación propuesta al analizado". Laplanche (J.), Pontalis (J. B.): op. cit.,
p. 38.
elementos disponibles que evocamos en la definición del corpus. Los elementos semejantes pueden tener sentidos
diferentes según el sistema de relaciones que mantienen con el resto del material y con la situación del entrevistado.38
Es evidente, desde el punto de vista que nos interesa, que la misma proposición "tengo un trabajo pesado" remitirá
sistemas de significación muy diferentes, según haya sido emitida por un minero o por un investigador. Desde este
punto de vista, existe una diferencia entre la manera en que pensamos que es deseable proceder y la que es utilizada
por un gran número de métodos de análisis de las entrevistas. Estos últimos consideran el corpus como un conjunto
abstracto, como el discurso de una sola persona, discurso considerado como la expresión anónima de la sociedad. En
cambio, se encuentra una analogía con el procedimiento de Lévi-Strauss tal como lo describe en la introducción de Lo
crudo y lo cocido, donde insiste en un enfoque no abstracto de los mitos: "La hipótesis inicial requiere, por lo tanto, que
uno se sitúe en el seno de una población o de un grupo de poblaciones suficientemente próximas por el hábitat, la
historia y la cultura (...) Partiremos de un mito, proveniente de una sociedad, y lo analizaremos acudiendo primero al
contexto etnográfico, después a otros mitos de la misma sociedad.”39
Después del período de impregnación por el material, progresivamente se va adquiriendo la capacidad de elaborar un
esquema provisional a partir de una o de muchas entrevistas. Por analogía con el psicoanálisis, se podría decir que se
procede a una construcción.40 "Se dedica a una relectura de las entrevistas y se amplía, se precisa, se modifica el
esquema inicial. A medida que se progresa, los diferentes elementos se integran progresivamente en el esquema. Lo
que parecía trivial, descriptivo, de escasa significación, puede mostrar tener una segunda significación más importante.41
Sólo se la puede descubrir en un determinado momento del análisis y es la construcción progresiva del esquema lo que
permite, por una relectura, hacer que las significaciones aparezcan.
Así, en el transcurso de un análisis referente a la actitud respecto al comunismo, encontramos la proposición: "Rusia es
un país frío". Muchas lecturas pasaron por esta proposición sin que la notásemos: ella parecía banal y puramente
descriptiva. A medida que el esquema se construía, vimos que se constituía todo un sistema en el que se oponía el
universo de la política, de lo intelectual, de lo frío, al universo de la familia, de lo afectivo, de lo caliente. Y nos dimos
cuenta de que "Rusia es un país frío" tenía una significación simbólica ligada, en el contexto, a la idea de que es un país
donde no existen contactos humanos afectivos. En otras palabras, no existe una grilla de análisis a priori: la "grilla de
análisis", aunque este término es inapropiado, se desprende por sí misma progresivamente, está constituida por el
estado del esquema en un momento dado del análisis. Este esquema que permitirá la siguiente lectura que, a su vez,
modificará el esquema: "Es al propio mito, sometido a la prueba del análisis, al que cabe revelar su naturaleza".42
Hay momentos donde uno se ve llevado a desarrollar deductivamente el esquema, luego "se confirma" (o no) por la
relectura de las entrevistas. La búsqueda de informaciones sintomáticas que puedan desempeñar un papel de "prueba",
lleva entonces a profundizar o a cuestionar el estado actual del esquema.43 Es posible que ciertos desarrollos deductivos
no encuentren su "confirmación" en el material recogido. En este caso, no debe excluirse la posibilidad de proceder a
nuevas entrevistas, con las mismas instrucciones o con instrucciones diferentes y con personas particulares que se
hallen en situaciones sobre las que se pueda pensar que desempeñarán un papel revelador y que, así, esta producción
de nuevos sistemas permitirá la "confirmación".
El esquema se transforma simplificándose y enriqueciéndose al mismo tiempo. Las "incoherencias" debidas a la mezcla
de muchos niveles desaparecen cuando se puede reconstituir el "razonamiento" que lleva a las emergencias manifiestas.
Teóricamente, el análisis no tiene fin,44 es siempre posible modificar el esquema obtenido, proseguir la interpretación
descubriendo nuevas sobreinterpretaciones. Se encuentran aquí analogías con el análisis de mitos tal como lo describe

38
“En realidad, mi procedimiento no es tan fácil como el método popular, que permite traducir el sueño según una clave constante;
yo estaría más inclinado a decir que el mismo contenido puede tener un sentido diferente en sujetos diferentes y con un contexto
diferente.” Freud : L'interprétation des rêves, op. cit., p. 97.
39
Lévi-Strauss (C.): Le cru et le cuit, op. cit., p. 9.
40
“Elaboración del analista más extensa y más distante al material que la interpretación”. Laplanche (J.) et Pontalis (J. B.): op. cit., p.
99.
41
"Una idea, considerada aisladamente, puede parecer sin importancia y en el aire, pero a veces ganará peso gracias a la siguiente;
ligada a otras, que pudieron, como ella, parecer descoloridas, formará un conjunto interesante," Schiller, carta a Kôrner, 1 décembre
1778, cité par Freud (S.); L'interprétation des rêves, op. cit., p. 96.
42
Lévi-Strauss (C.): Le cru et le cuit, op. cit, p. 12.
43
“Me di cuenta de que todo lo que había obtenido por vía deductiva se encontraba allí, empíricamente realizado. Como una
experiencia de laboratorio que permite confirmar por la síntesis un cierto número de hipótesis elaboradas a partir de piezas y de
trozos.” Lévi-Strauss (C.): « Entretien avec Raymond Bellour », op. cit.
44
Así como se puede considerar que una entrevista no tiene fin.
Levy-Strauss: “El análisis mítico aparece entonces como una tarea de Penélope. Cada progreso da una nueva esperanza,
sujeta a la solución de una nueva dificultad, el archivo nunca se cierra”45 y “no existe un fin verdadero para el análisis
mítico, no existe unidad secreta que se pueda captar al final del trabajo de descomposición. Los temas se desdoblan al
infinito. Cuando se cree tenerlos separados unos de otros y mantenerlos separados, es sólo para constatar que ellos se
ligan de nuevo, en respuesta a las solicitaciones de afinidades imprevistas.46 "Sin embargo, es necesario parar cuando se
considera que el estado actual del modelo obtenido alcanza cierta estabilidad. Siempre es posible retomar el análisis
sobre otro conjunto de entrevistas obtenidas a partir de instrucciones diferentes o sobre un conjunto más amplio.
Como en el análisis de los mitos, un aumento del corpus, es decir, un aumento del número de elementos susceptibles de
ser relacionados, podría permitir precisar o completar el esquema.47 En efecto, es verosímil que determinados
elementos que podrían enriquecer el modelo no estén presentes en el material recogido. Pero la experiencia muestra
que, en general, por encima de treinta o cuarenta entrevistas, las entrevistas suplementarias no aportan suficiente
información que justifique el aumento del corpus.
Resta el problema de la validez del modelo obtenido cuando se considera que el análisis ha finalizado. El único criterio
del cual podemos disponer está constituido por la coherencia interna del modelo obtenido, dado que todos los
elementos del corpus deben encontrar lugar en el esquema. Se reencuentra aquí la exigencia de un tratamiento
exhaustivo del material, exigencia ésta que es común a un cierto número de técnicas de análisis de contenido. En
realidad, lo que quedaría de lado, siendo considerado como marginal, podría aparecer, tras el análisis, como teniendo
un valor central y poner en cuestión el esquema obtenido.48 En lo que nos concierne, aun considerando que este criterio
interno es suficiente49 para estimar que el modelo obtenido es satisfactorio y que el análisis está concluido, somos
favorables a que se pruebe el modelo alcanzado valiéndose de métodos diferentes que utilicen otro material, tal como
los proporcionados por investigaciones cuantitativas. Se pueden entonces establecer relaciones estadísticas y también
medir la importancia relativa de los fenómenos. El método de la entrevista no dirigida, como cualquier otro método, no
puede ser un fin en sí y bastarse a sí mismo, es sólo uno de los medios de que disponemos.

Las observaciones precedentes, concernientes a la exigencia del análisis "clínico", no quieren decir que somos hostiles a
un análisis más sistemático y formalizado. Simplemente pareciera que la mayoría de las técnicas de análisis de
contenido, sin limitarlas a las descritas por Berelson, no son satisfactorias para el análisis de las entrevistas no dirigidas.50
Se puede ver la razón de esto principalmente en el hecho de que la interpretación sólo puede ser propuesta cuando el
análisis del contenido manifiesto se haya concluido. Por el contrario, nos parece que las entrevistas no dirigidas sólo
pueden ser analizadas utilizando un procedimiento donde la interpretación se hace primero a medida del análisis de
cada una de las conversaciones, estando siempre a la escucha de lo que el individuo singular que habla quiere decir. Es
en este sentido que el tipo de análisis propuesto por Marie-Christine d'Unrug nos parece interesante.51 Esta técnica
reposa en particular sobre el análisis de las figuras de la antigua retórica utilizado en los discursos obtenidos por
entrevistas no dirigidas. Ella permite, en realidad, una sistematización de la investigación del “razonamiento”
subyacente a la producción verbal de los entrevistados. Pero lo que nos parece difícilmente formalizable es la

45
Lévi-Strauss (C.): Le cru et le cuit, op. cit, p. 13
46
Ibid.
47
“No ponemos en duda, ni por un instante, que la consideración de otros documentos, ya surgidos o surgiendo, afectará nuestras
interpretaciones. Algunas de ellas, prudentemente proporcionadas, recibirán tal vez una confirmación; otras serán abandonadas o
modificadas. Que esto no sea un obstáculo: en disciplinas como la nuestra, el saber científico avanza a los tropiezos, bajo el aguijón
de la contención y de la duda. Él deja a la metafísica la impaciencia del todo o nada.” Lévi-Strauss (C.): Le cru et le cuit, op. cit, p. 15.
48
Cf. Freud (S.): L'analyse des rêves, op. cit.
49
Añadimos que un análisis en equipo reduce los riesgos de subjetividad en razón de la función crítica del otro y de la interacción de
los analistas.
50
En la primera parte de un libro reciente, Marie-Christine d'Unrug hace una exposición muy completa de la problemática y las
tendencias actuales del análisis de contenido. Cf. d'URUNG (M.-C.): Analyse de contenu et acte de parole, Paris, Editions
Universitaires, 1974, 270 p.
51
"Contrariamente a un prejuicio corriente (incluso en lingüística y en análisis de contenido), esas figuras no son gratuitas; ellas
tienen un rol estructurante en relación al discurso cuya forma global determinan. Ellas sirven de operadores (o de transformadores)
en su dinámica; su localización y su análisis permiten dar cuenta de las transformaciones que tienen lugar en sus diferentes niveles.
Se piensa a menudo que los escritores (y sólo ellos) utilizan voluntariamente las figuras, las ponen al servicio de su pensamiento. Sin
tomar partido sobre este punto, es necesario subrayar que ellas aparecen en el discurso cotidiano, y son tanto involuntarias como
voluntarias.Existe, en suma, una retórica espontánea del discurso espontáneo; es sobre ella que el análisis puede fundarse. d'Unrug
(M. C.) : op. cit. p. 83. Observemos que, desde este punto de vista, para nosotros los lapsus constituyen una figura de retórica.
interpretación propiamente dicha que supondría la existencia posible de un equivalente de la "clave de los sueños" o del
diccionario de las significaciones.

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