You are on page 1of 6

INTOXICACIONES

Se considera tóxico a aquella sustancia que introducida en el


organismo por cualquier vía, es capaz de modificar una o más funciones de
éste pudiendo llevar incluso a la muerte.

Se considera intoxicación a los signos y síntomas que aparecen tras la exposición y/o
introducción de un tóxico en el organismo, bien sea de forma intencionada o accidental.

Las intoxicaciones agudas son aquellas en las que el periodo de tiempo entre la
exposición al tóxico y la aparición de los síntomas incluye desde minutos hasta horas, y
crónicas aquellas en las que los síntomas aparecen pasado un tiempo que puede ir de meses
a años.

Numerosos productos pueden producir una intoxicación aguda. Muchos de ellos


tiene una toxicidad benigna pero otros tóxicos dan lugar con cierta frecuencia a accidentes
graves.

Las intoxicaciones afectan a toda la población, pero, en general, son más frecuentes
entre los 20 y 30 años y en hombres. Las intoxicaciones accidentales domésticas son más
frecuentes en mujeres y niños.

El 90% de las intoxicaciones suelen ser voluntarias y entre ellas la producida por alcohol
y drogas de abuso seguida de la medicamentosa por tentativa de suicidio, y el 10% restante
involuntarias o accidentales, aunque son las que tienen mayor mortalidad. Entre las
involuntarias, las sucedidas en el ámbito domiciliario son con creces las más frecuentes.

Las vías de entrada son:


 Digestiva (es la más frecuente)
 Inhalatoria (la segunda en frecuencia)
 Cutáneo-mucosa
 Parenteral (subcutánea, intramuscular, intravenosa)

Tipos de tóxico:
 Medicamentos
 Productos domésticos (monóxido de carbono, cáusticos, amoníaco, etc.)
 Productos industriales (petróleo, cloro, disolventes, etc.)
 Productos agrícolas (insecticidas, herbicidas, raticidas)
 Drogas de abuso
 Plantas (setas)
 Otros (alcohol, alimentos, etc)
MANEJO GENERAL DE LAS MANIFESTACIONES AGUDAS
Se debe presuponer una intoxicación aguda, siempre que haya signos o síntomas
inexplicables o extraños en pacientes inconscientes o que se encuentran solos.

El manejo de la persona intoxicada siempre será el mismo: asegurar sus constantes


vitales, identificar el tóxico, acortar el tiempo de exposición, reducir su absorción,
incrementar su dilución y facilitar el tratamiento específico de la intoxicación.

Ante una persona que presente manifestaciones agudas se seguirá los siguientes
principios:

1. Comprobar el nivel de conciencia y las constantes vitales (ABC)


1. Si el paciente se encuentra inconsciente, valorar respiración y pulso.
 Si ventila y tiene pulso, situarlo en posición lateral de seguridad (PLS)
 Si presenta parada cardiorrespiratoria, iniciar medidas de soporte vital

2. Si el paciente se encuentra consciente


 Nunca perderlo de vista. Estaremos alerta ante una posible pérdida de
conciencia
 No provocar el vómito. Los tóxicos muchas veces se asocian a disminución
de nivel de conciencia, disminución del reflejo nauseoso o convulsiones.
Provocar el vómito en estas condiciones puede fácilmente producir una
aspiración respiratoria de dicho vómito, y esto empeoraría la capacidad
respiratoria, ya de por sí afectada. Además algunos tóxicos aumentan las ya
producidas, al provocarse el vómito.

2. Valorar otros aspectos del paciente


 Datos del paciente: edad, enfermedades y medicaciones previas,
patología psiquiátrica, intoxicaciones previas, medicación habitual.
 Actitud del paciente: agitado, dormido, confuso. Pueden darse crisis de
agitación, y/o agresividad y los afectados ocasionarse lesiones o lesionar a los
que los rodean, cuadros de disminución de nivel de conciencia, alteraciones
del humor con cuadros depresivos, crisis de pánico, etc.
 Coloración de la piel: pálido, cianótico (azulado), sudoroso, etc.
 Olor corporal y del aliento: olor a lejía, alcohol, etc.
 Quemadura en la boca: ácidos, álcalis.
 Restos de vómitos.

3. Procurar averiguar la posible sustancia responsable del cuadro.


Habitualmente el tóxico es conocido y los datos sobre el mismo los puede facilitar
el propio intoxicado si está consciente, o las personas que se encuentran en su
entorno. Si el paciente está inconsciente o está solo, habrá que presuponer la
intoxicación por los síntomas que este presente.
En todos los casos se debe intentar averiguar: nombre y cantidad de tóxico,
tiempo transcurrido, vía de entrada y evolución clínica del paciente desde que se
ha producido la intoxicación.
4. Acortar el tiempo de exposición
Esto es especialmente importante cuando el tóxico se encuentra en el ambiente
donde se halla el afectado. La extracción de este ambiente reduce el tiempo de
exposición y la cantidad de tóxico absorbido. Esta extracción debe realizarse
siempre bajo protección porque los tóxicos también pueden afectar al rescatador
y hacer de él una víctima más.

5. Reducir la absorción del tóxico


Esto es posible obtenerlo de diversas maneras:
- Retirando las ropas y cepillando/lavando a la víctima.
- Provocando el vómito. Esta maniobra sólo es eficaz si se realiza antes de 2 horas
de sucedida la ingesta. La provocación del vómito siempre tiene el riesgo de que
suceda aspiración del contenido digestivo por lo que NO debe hacerse si hay
disminución del nivel de conciencia o si está contraindicado (en intoxicaciones
por cáusticos y por hidrocarburos).
- Trasladando rápidamente al afectado a un centro sanitario.

6.Facilitar la dilución del tóxico


Una medida al menos teóricamente eficaz para reducir los efectos del tóxico
ingerido es la dilución de su concentración mediante la ingesta de líquido. La
administración de líquidos para la dilución o incluso para la “neutralización” de
los tóxicos no deja de ser peligrosa. Esta maniobra sólo la utilizaremos, pues, si:
- Hay buen nivel de conciencia.
- No existen contraindicaciones al vómito.
- El tóxico ingerido no es álcali, ácido, hidrocarburo, derivado yodado, nitrato
de plata.

Para la dilución sólo es aconsejable el agua, pero no la leche, como tan extendido
está entre la población. La leche contiene grasas que pueden facilitar la absorción
de tóxicos liposolubles. Al agua puede añadirse en todo caso clara de huevo para
preparar la llamada agua albuminosa (3-4 claras de huevo por litro de agua). No
se darán nunca cantidades superiores a los 100-200 ml.

7.Facilitar el tratamiento específico


El tratamiento específico del cuadro es el que definitivamente resolverá la
intoxicación. Deber ser instaurado lo más precozmente posible y sólo es posible
proporcionarlo en un centro hospitalario.

Si el paciente está muy agitado, se le debe intentar tranquilizar, hablándole y con un


ambiente tranquilo y bajo en estímulos. En el caso de que se presenten convulsiones u otras
lesiones se le deberá atender como en cualquier otro paciente no intoxicado.
Intoxicación por medicamentos
Es la segunda causa de intoxicación. En el 82% de las tentativas de suicidio están implicados
los medicamentos, pero solo un 14% de los suicidios consumados son
debidos a ellos.

Los medicamentos que con más frecuencia causan intoxicación


son los psicofármacos, y la vía de entrada es la oral. En las intoxicaciones
con finalidad suicida es frecuente la mezcla de distintos medicamentos.
Generalmente suele asociarse con la ingesta de alcohol.

Los más utilizados son Benzodiazepinas que tienen los siguientes efectos:
somnolencia, estupor, coma, alteraciones respiratorias con respiración superficial e incluso
parada respiratoria

En ingesta por medicamentos si esta ha sido reciente se puede intentar el vómito.


Esta medida no debe hacer retrasar la atención sanitaria, aunque no haya manifestaciones
clínicas

Intoxicación por cáusticos


Los problemas que se derivan de ella dependen fundamentalmente de su acción
corrosiva sobre los tramos altos del tubo digestivo, aunque algunos de ellos tienen además
una acción tóxica. Son siempre intoxicaciones graves y dejan secuelas permanentes.

Se consideran cáusticos los álcalis y los ácidos, productos muy


diferentes entre sí, pero todos ellos se caracterizan por producir
causticación. Entre los álcalis más conocidos están la sosa cáustica, lejía,
limpiahornos, lavavajillas de máquina, amoníaco, desatascadores, etc.; y
entre los ácidos el salfumán, agua fuerte, desincrustadores, etc. En los
adultos la intoxicación suele ser voluntaria, por intento de autolisis y en
los niños es una intoxicación muy frecuente y suele ser accidental.
Comporta una alta mortalidad y morbilidad.

Los síntomas varían según la vía de entrada: dolor desde la boca hasta el estómago,
dificultad para tragar y para hablar, vómitos y diarreas, dolor abdominal, quemaduras en
piel, conjuntivitis, úlceras corneales, tos seca, dificultad para respirar, etc.

Si el paciente sobrevive y las lesiones cicatrizan, aparecen a largo plazo retracciones


cicatriciales y estenosis.

NUNCA se debe intentar neutralizar los cáusticos administrando líquidos alcalinos o


ácidos, según corresponda. Tampoco está indicada la dilución con agua ni el vómito.

Intoxicación por productos cosméticos y de higiene personal


Los productos cosméticos y de higiene personal, tienen una toxicidad diferente entre
ellos, desde los muy tóxicos hasta los que no tienen ninguna toxicidad. Entre los muy tóxicos
se encuentran los depilatorios, las sales de baño y los tintes de pelo, lacas y quitaesmaltes
de uñas.
La mayoría no precisan ninguna medida especial. Los más tóxicos antes mencionados
se tratarán como los cáusticos.

Intoxicación por gases


1. Gases irritantes

a) Amoníaco: es un producto habitual en el hogar y puede desprenderse en forma de


gas si se utiliza en caliente.
b) El cloro, porque puede desprenderse si:
- Se ingiere un álcali, porque éste reacciona con el ácido clorhídrico gástrico,
liberando ácido hipocloroso y cloro libre en forma de gas que pueden afectar al
propio paciente.
- Se mezclan para uso doméstico un álcali (lejía) y un ácido (salfumán), porque se
libera cloro libre.
- Se mezcla también para uso doméstico amoníaco y un álcali (lejía), porque e liberan
cloraminas que tienen un efecto irritante similar. Se manifiesta por: tos y dificultad
respiratoria, irritación conjuntival y de la piel, inflamación en los labios, nauseas y
vómitos, cefalea. Se debe prevenir evitando la mezcla de estos dos productos de
limpieza, utilizándolos siempre en lugares aireados, y evitando su contacto con piel y
mucosas.
c) El sulfuro de hidrógeno, porque, aunque fácilmente identificable por su olor a huevos
podridos, es un gas que produce rápidamente pérdida de conciencia, siendo
responsable de las muertes que ocurren en cloacas, pozos negros, fosas sépticas,
túneles, minas, etc.

2. Monóxido de carbono

Es una intoxicación cada vez más frecuente. En nuestro


medio ocupa el segundo lugar entre las intoxicaciones por
productos de uso doméstico y es también el segundo agente
etiológico por detrás de la sobredosis de drogas de abuso,
responsable de todas las muertes por intoxicación.

El CO es un gas inodoro, incoloro y no irritante, por lo que


no provoca ninguna reacción de defensa por parte de la persona
expuesta.

Las fuentes de exposición más importantes son: los calentadores de agua caliente, las
calefacciones, los tubos de escape de los automóviles y los incendios.

Los síntomas agudos dependen del tiempo de exposición, de la concentración de CO


inspirado y de la presencia de enfermedades previas. Van desde cefalea, confusión mental,
nauseas, trastornos visuales, trastornos en la conducta, mareos, convulsiones, insuficiencia
respiratoria, hasta coma y muerte. Los síntomas más o menos graves dependen del grado de
intoxicación.
En la atención de estos pacientes es importante la autoprotección del rescatador, ya
que este puede resultar también intoxicado.

Intoxicación por hidrocarburos. Intoxicación por gasolina:


La gasolina es un derivado del petróleo, tóxico por vía inhalatoria, cutánea y
digestiva.

La intoxicación es relativamente frecuente en niños, normalmente por trasvasar a


botellas de bebida estos productos. En adultos la ingesta suele asociarse a accidentes por
aspiración de combustibles o intentos de suicidio.

Se puede manifestar por: irritación digestiva (escozor en boca, faringe, nauseas,


vómitos), olor a gasolina del aire espirado, irritación de la piel, dificultad respiratoria, dolor
de cabeza, convulsiones y disminución del nivel de conciencia, etc.

Es importante en estos pacientes el lavado abundante de las partes expuestas y


nunca se debe provocar el vómito.

Intoxicación por setas


La intoxicación por setas es relativamente frecuente en España. Ocasiona cuadros de
escasa gravedad (gastroenteritis más o menos severas), pero en un 40% de los casos
ocasionan cuadros graves, en ocasiones mortales (5%).

Las setas según su toxicidad se dividen en:

- Setas de período de latencia corto (<6 horas). Son aquellas en las que el período entre la
ingesta y el primer síntoma es menor de 6 horas. Son las responsables de la mayoría de
las intoxicaciones, la mayoría benignos.

- Setas de período de latencia largo (>6horas). Son aquellas en las que el período entre la
ingesta y el primer síntoma es superior a 6 horas, generalmente entre 9 y 15 horas, pero
puede que hasta 10-15 días. Producen pocas intoxicaciones, pero también las más graves
y las mortales.

No obstante, el consumo simultáneo de setas de diversas especies puede enmascarar la


clínica originando cuadros mixtos. No hay ninguna prueba que permita diferenciar entre
unas y otras.

You might also like