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CRESPO, Guardia (2000), Problematica Socio-ambiental del Ga- soducto Bolivia-Brasil, Probioma-Olca, Santa Cruz. FERNANDEZ, R. (2003), FMI, Banco. Mundialy Estado. neocolonial, Plural, La Paz. GAVALDA, M. (1999), Las Manchas del Perrleo Boliviano, Cedib~ Fobomade, Cochabamba. — (2003), La Recolonizacién, Tcaria, Barcelona. = (2004), eLos Conflictos del Gas Boliviano», Revista Ieonos, 31, FLACSO, Quito. — (2006), Viaje a Repsolandia, Tatuma Edicions, Barcelona, ‘ORDUNA,V. (2004), Donde hay hidrocarburos, bay indigenas, Pul- so, La Paz. Zipectit, R. (2006), Dispersar el poder, Virus, Barcelona. 48. VIII. MINER{A, DERECHOS HUMANOS Y MEDIO AMBIENTE EN PERU* Marco Arana Zegasra* Intreduccién La minetia constiuye una actividad econémicaen el pas queapora, is del 45% de las divisas por exportaciones, aunque s6lo repre- senta el 4 96 de los ingresos tributarios torales del Estado y alrede- dor del 1% de la PEA nacional de empleo directo.’ Desde inicios de los afios noventa, la minera sigue siendo, una de las actividades econémicas més privilegiadas por la polltica'eco- inémica de los diversos gobiernos: goza de marcos juridicos yéeibus tarios sumamente favorables para lis empresas, de convenios’de cestabilidad juridica y tributaria y de leyes que privilegian los dere- cchos de las empresas mineras por encima de los derechos de’ las comunidades locales. En una coyuntuta de alza de precios de-los imetales en ef mercado internacional, as empresas hacen grandes ganancias y el Estado no puede disponer de contribuciones: if ccativas que le permican asumir un rol eficazen la rediseibucian de la riqueza. Si bien en las ilkimas dos décadas se ha mejored®! 2 “Este articulo recoge parte del informe preséntado ante of Relator Es al Bee er pet ie eS *Sacerdote peruano. Premio Nacional de Derechos Humanos dé Per: 1. Aste, J. «Pend, La Expansin Minera y la Necesidadl de wna Zonifaeion Eeoldgies-econsmice paracl DesarralloSosteniblen, pore al Dee WBA" se Bek Sag Lime 25- 5 legislacién ambiental y las normas ambientales mineras, los siste- mas de fiscalizacién ambiental publica siguen siendo sumamente deficientes, por lo que el Estado no esté garantizando adecuada- mente el derecho a la salud, a un medio ambiente saludable y el ‘acceso al agua en calidad y cantidad suficientes « las poblaciones aledafias a las zonas de actividedes mineras Minerfa y terrivorio La mineria en el Pert se halla en un proceso aceletado de expan- sién territorial, bisicamente impulsado por tna legislacién nacio- nal favorable «los iaversionista, Ia importante riqueza de los de~ pésitos minerales y actualmente por los altos precios de los metales en el mercado internacional. “Aunque se suele afirmar que el Peri sun pat minero, lo cierto esqueel afi:2006, a minerfa solo represents el 5,6% del PBI, frente 41 15,1% del aporce de las manufacturasy el 60,39% del sector servi- cios. La agriculrura representé ese mismo afio el 596 del PBI. ‘La mineria peruana est concentrada en propiedad de unas pocas empresas con inmensa capacidad de recursos financieros ytecnolo- gia para procesir grandes cantidades de mineral. Entre los afos 1992 y 2001 se invirtié 6.154 millones de délares de los cuales el 55 % se concentraron en ds grandes proyectos mineros Antamina en Ancash y Yanacocha en Cajamarca. Las invetsiones comprome- tidas para el perfodo 2002-2007 aleanzan los 6.430 millones de dlares mas, correspondiendo el 60% de la inversién a tres grandes proyectos mineros: Antamina, Yanacocha y Tintaya en el Cusco.* Este flujo de inversiones mineras llevé a que el aito 1992 el drea tminera titulada a nivel nacional fuera de 2,26 millones de hecta- reas, y qué el afio 2004 llegaraa ser de mas de 8 millones de hecté- teas, que comprometen al tertitorio de la mayouia de los departs rmentos del Perti (45 provincias y 500 distritos). En relacién al territorio de las comunidades campesinas e indigenas las concesio- nies mineras alcanzaron el 55% 2. Ibid 3. De Echave, J. Minera y ef devafo del desarralte: El caso peruano, CcoorERACcio%, Lima, 2006. 150 Minerfa y pobreza En relacién al mapa de la pobreza nacional, lo que sé observa es aque las actividades mineras se estin ubicando en zonas dle pobreza ‘ extrema pobreza. Segiin De Echave, 11,80% de las actividades mineras se ubican en poblaciones de extrema pobrézai 40,20% en poblaciones muy pobres y 36,40% en poblaciones pobres.*Estas poblaciones no solo se hallan en situacién de mayor vulnerabi- lidad de salud, sino también de mayor vulnérabilidad en el dete- rioro desu medio ambiente. Diversos estudios han lasnado la aten- cidn de cdmo la pobreza condisce a préctieas intensivas de manejo de suclos y deforestacidn, situacién que se esti viendo agravada por el proceso de expansién de las actividades mineras en las cabe- ceras de cuencas de los andes donde viven comunidades con muy cescasas posiblidades de acceso a la justic Si bien la actividad minera ha provocado el dinamismo de las economias lucales y regionales, como es el caso del departamenco de Cajamarca cuyo crecimiento sostenido regional de 79% del PBT mayoral promedio nacional de los diltimos afios (4-5% anual), lo cierto es que'este crecimiento no necesariamente se ha traduck do en la mejora sustantiva de los indicadores de pobreza. Mu- chos de los distritos donde se ubican las actividades mineras po- seen IDH subsaharianos. El aso concreto lo representa la paradoja social del departamento de Cajamarca que, siendo la regién que tiene la mina de oro més rica de Latinoamérica, sigue siendo uno de los dcpartamentos més pobres del pats. Segtin datos del PNUD se aprecia que la pobreza cr6niica en nifios menores de cinco afios se incrementé en al mismo periodo en que se hallaba en expan sidn la actividad minera (1996-2000) pasando de una tasa de 38,796 a otra mayor de 42,896 lo que evidencia que Ia explot- ibn de los recursos mineros no se traduce.automaticamente en uuna mejora sustantiva. de la calidad de vida de las poblaciones donde la actividad se asienta. : 4. 5. PNUD, Informe sabre el Desarollo Humano de Per, 2002 151 Minerfa y medio ambiente En 2002, con ocasién del Aifo Internacional de las Moncatias 3 después de haber constaado que América Latina estab se ‘ina regi6n con una creciente expansién de In actividad miner, FAO llamé ln atencién sobre los dafios ambientales de la activi- dad minera: Los aspeccos més graves dela degradacin ambiental debide 8 Ig minoria son: los datos a la calidad y disponibilidad del aguas la pérdida de biodiversidad y de cubierta vegetal, y las conse- cuencias que la contaminacién produce en la atmésfera, asf ‘como cl calentamiento del planeta. ‘La salud y la seguridad de tos mineros y de sus comunidades de las montafias corren pe [gto a causa de dversos facrores, desde la inhalacién de humo y polve hasta la concarminacin del agua y la uta de medidas Ge seguridad adecuadas durante sus labores med Pent, son muchas las comunidades campesinas ¢ indige- nas y organizaciones de la sociedad civil que han venido denn: “Gando la gaveafectacén ambiental delas actividades mineras sobre frealedad y disponibilidad ambientalmente segura de los suclos, aguas yates, Exiseabundante informacién oficial que muestra ¢ wergnitad de estos dafios ambientales en el sur, centro y norte de pas, asf como dela afecacién de estos datos para la salud © po” Blaciones enteras como ha ocurrido en La Oroya, el Callao y ‘Choropampa en Cajamarca. En los dos primeros casos, la intoxi- ‘caeién crénica.con plomo de las poblaciones es ampliamente co- sevice y ha sido motivo de multiples denuncias y de exigencias “vdadanas para una accién ms eficaz del Estado. Ha sido el pro- pio Relator especial dela ONU sobre Derechos Hamano el ueincor, ond la recomendacién No 58 en suinforme de visa delaio 2004” Eta, Uaidad de Cooedinacin del Afo Inernacional de las Montafis wrvemontanas2002.0rg- - Fea Lat Derchs Econbricos, Secaesy Cuburale. Et Derecho de “ade Peon al Disrue del to Nivel Posbl de Salud Pica y Mental, ONY, 2005 152 Un informe del la Direceién General de Sal scién General de Salud (DIGESA), he- cho puiblico por el Instituto Nacional de Eade fo 2004 ‘mostré que los recursos hideicos de ls ros Santa en Ancishs Chi- én y Rinse cn Line, Sn Joan en Cero de asco, Mana 2 lo largo de su recorrido por Pasco, Junin y Huancavelia se hallaban en situacién de riesgo elevado (RE) por presencia de metaes pest- dos y de anc ‘quimicas provenientes de diversas industrias, pero principalmente de unidades mineras, tal y como se muestra Gr able 1, aGuadea de Hirwpos Mepelcator es Hdricos. Perti 2004.» = enrfeadon en Restos Tgualmente, a autoridad de Saneamiento Basico de la Direc- cién ‘Nacional General de Salud (DIGESA) revelé en un informe pablico su preocupacidn por el hecho que 16 de los 53 rios de la ‘costa estuvieran contaminados por los relaves mine vert ros. de poblaciones adyacentes.* ms incr Mineria y salud Diversos estudios han sefialado la relacién existence entre la pro- Dowascssnbiee dela mine, ls slud ylapobrez La contaminacin del agua y su calidad, el control dels resi duos, el ruido, el polvo ya alteracin de la tierra, son problemas gus puclen afer advenament la salud y los medis de vida le los pobres y otros grupos vulnerables, que tienen poca ctpar cidad de traslado ni medios para aliviar los efectos etvon? Efectivamente, si bien la espansién de las actividades mineras en los tiltimos quince afos han contribuido a dinamizar el creci miento econémico del pats, sus impactos ambientales sobre Ii sa Jud de las poblaciones y las restricciones que provocs al derecho a un medio ambiente sano y sobre el derecho al agua, €n calidad y cantidad es algo que ha venido siendo sefalado en diversas instan- Eo Di Bogeio ald, Dietor de Saneaniento Bie de Icy, EL Comeicio2-652005 S020 Jemthom, Gy os, ta Mine Redon de la Pobreza, 2000. “ 153

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