You are on page 1of 31

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS


ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICANA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

Título:
‘’EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DE LA MIEL DE ABEJA Y EL PLASMA
RICO EN PLAQUETAS EN LA CICATRIZACIÓN DE HERIDAS EN CUYES
(Cavia porcellus)’’

Docente:
Wilson Castillo Soto

Alumna:
Vásquez Aldana, Laura

Asesora:
Mv. Angélica Huamán Dávila

Carrera:
Medicina Veterinaria y Zootecnia

Curso:
Proyecto de Investigación

_______________________
FIRMA DEL ASESOR
I. ANTECEDENTE Y JUSTIFICACIÓN

Una lesión es un término general que se refiere al daño que puede


ser generado por diferentes razones como: accidentes, caídas, golpes,
quemaduras, entre otras. Las heridas son lesiones que rompen la
continuidad de la piel u otros tejidos del cuerpo, además de los accidentes
también pueden ser causados por incisiones quirúrgicas. La asistencia
médica dependerá de la gravedad, en el caso de heridas extensas y
profundas existe un riesgo de infección, por el contrario las heridas
menores no suelen ser serias, pero es importante una correcta
limpieza.(AUTOR)

Son frecuentes los animales que sufren de lesiones graves las


cuales pueden agravarse, retrasando la regeneración del tejido, trayendo
consecuencias nocivas para él mismo, como infecciones por bacterias,
inflamaciones considerables, en ocasiones llegando a afectar músculos
y/o huesos y ocasionar sangrados.

La cicatrización de las heridas se da como respuesta natural de los


seres vivos, normalmente el cuerpo tiene la capacidad de reparar la
integridad de los tejidos dañados por sí solo, a no ser de que se presenten
complicaciones intrínsecas. Es de importancia conocer los procesos
biológicos de la reparación de las heridas, ya que de eso dependerá la
elección y la efectividad de los tratamientos utilizados. Entonces, la
cicatrización es el resultado de una interacción compleja entre los factores
del paciente y la herida, el tratamiento empleado y las habilidades y
conocimientos de los profesionales.
2

Se sabe que en la actualidad las heridas llegan a contaminarse e


infectarse produciendo varios tipos de dolencias, llegando a tratamientos
largos con antibióticos, analgésicos locales y hasta corticoides,
consecuentemente produciendo daños considerables en órganos como el
hígado, riñón y también generando resistencia a los antibióticos por el mal
uso de ellos y la falta de perseverancia del dueño, lo que lleva hoy en día
a buscar tratamientos alternativos para acelerar la cicatrización de heridas
o para disminuir el riesgo de infecciones secundarias.

Con el uso de tratamientos alternativos como la miel de abeja y el


plasma rico en plaquetas, se pretende contribuir a la aceleración de los
procesos de regeneración tisular para tratar heridas en animales, se
buscando comparar los efectos en la cicatrización, el tiempo de
regeneración del tejido, y brindar una alternativa para prevenir daños
ocasionados por el uso indiscriminados de medicamentos sintéticos.
3

II. REVISION DE BIBLIOGRÁFIA

El ser humano desde la antigüedad ha buscado solucionar sus problemas,


y la curación de las heridas no es la excepción (Calderón y Yuri, 2001). El hombre
Neandertal en Irak hace 60.000 años AC utilizaba hierbas para tratar las
quemaduras, en Egipto antiguo se utilizaba barro, miel, mirra y sustancias
oleosas como tratamiento. Por otro lado Hipócrates trataba las heridas con vino,
cera de abeja, aceite, azúcar, etc.

Antiguamente se basaban en la creencia de la magia y la hechicería,


creencias que en la actualidad con los avances tecnológicos se desmiente.
Actualmente se sabe que la cicatrización es un proceso más complejo, donde
intervienen: una cascada de eventos celulares, metabólicos, humorales, los
cuales están divididos en las distintas etapas de la reparación tisular.

1. Biología del Tejido Tisular

La piel está conformada por dos capas, la epidermis externa y la dermis


subyacente (Lazaurus, 1994). Agrega algo mas si puedes

2. Tipos de heridas

La herida se define como todo aquello que provoque un daño en la


estructura anatómica y perdida de las funciones normales. Existen diferentes
clasificaciones de las heridas, pero las más importantes son las siguientes.

2.1 Heridas Aguadas

Éstas, siguen un proceso de reparación ordenado, dentro de un


tiempo adecuado que restaura la integridad anatómica y funcional.
4

2.2 Heridas Crónicas

Las heridas crónicas, no sigue un proceso de reparación, por lo


tanto no restaura la integridad anatómica y funcional.

3. Fisiología de la Cicatrización

La cicatrización es un proceso dinámico, interactivo en el cual participan


mediadores solubles extracelulares, células sanguíneas, células de la matriz
tisular, y del parénquima, para facilitar el estudio y comprensión del proceso de
reparación de las heridas, se le ha dividido en fases (Clark, 1996).

3.1 Fase de Hemostasia

Una vez ocurrida la lesión se produce daño en los vasos sanguíneos,


provocando la pérdida de plasma, células, factores hacia el intersticio. La
hemostasia se inicia con la activación de los elementos celulares y lleva a la
formación del coagulo, en este proceso interfiere la cascada de los factores de
la coagulación y el fenómeno de agregación plaquetaria (Kirsner y Eaglstein,
1993).
El proceso se inicia cuando las plaquetas se adhieren al intersticio,
donde la trombina y el colágeno fibrilar expuesto las activa, como resultado de
esta activación produce su degranulación, liberando numerosos mediadores,
entre ellos: fibrinógeno, fibronectina y trombospondina que interviene en la
agregación plaquetaria, el factor VII contribuye a la adhesión plaquetaria,
actuando como puente de unión entre el colágeno subendotelial y el receptor
plaquetario de integrina aIIbβ3 y el Adenosin difosfato y la trombina que atraen
más plaquetas a la zona lesionada(Schiro y otros, 1991). Todo esto da lugar a la
agregación plaquetaria y a la formación de un tapón hemostático. Las plaquetas
también sintetizan factores de crecimiento: el factor de crecimiento derivado de
las plaquetas (PDGF) y el factor de crecimiento transformador-β (TGF-β) con
acción mitógena y quimiotáctica en los fibroblastos, el factor de crecimiento
transformador-α (TGF-α) y el factor de crecimiento epidérmico (EGF) estimulan
la epitelización (Montesano y Orci, 1988), (Shah y otros, 1995).
En forma simultánea el endotelio produce prostaciclina, que inhibe
la agregación, lo cual limita el proceso, la antitrombina III, inhibe la formación de
fibrina, la proteína C, inhibe al factor VIII y limita la adhesión y el activador del
plasminógeno y la plasmina son relevantes en la lisis del coágulo (Paladini y
otros, 1996), (Goliger y Paul, 1995).
5

3.2 Fase Inflamatoria

Esta fase se caracteriza por la migración de neutrófilos a la herida,


atraídos por factores quimiotácticos específicos, como el factor estimulador de
colonias de granulocitos / macrófagos (GM-CSF), la kalikreína y los
fibrinopéptidos, que aumentan la expresión del complejo dimérico CD11/CD18,
facilitando la marginación vascular y la posterior diapédesis (Clark, 1990),
(Larjava y otros,1993). Una vez los neutrófilos migran al intersticio, se dan las
interacciones “célula-célula” y “célula-matriz” favorecidas por las integrinas
iniciando así la función de fagocitosis de bacterias y proteínas de la matriz por
medio de liberación de enzimas específicas (hidrolasas, proteasas y lisozimas)
y radicales libres de oxígeno (Hunt, 1980). Finalmente, los neutrófilos agotados
quedan atrapados en el coágulo y se disecan con él, y los que permanecen en
tejido viable mueren por apoptosis y posteriormente son removidos por los
macrófagos o fibroblastos (Gray y otros, 1993), (Xu y Clark, 1996).
La formación de un coágulo producido por la cascada de
coagulación es iniciado por los elementos de la sangre y llevan a la formación de
trombina, enzima que transforma el fibrinógeno en fibrina que promueve la
coagulación además de activar las plaquetas (Brown y otros, 1992), (Clark y
otros, 1982). El fibrinógeno y los receptores de superficie de las plaquetas se
unen y se polimerizan para formar una matriz de fibrina, dando lugar a un
trombo. El coágulo de fibrina y la fibronectina proveen una matriz inicial que
favorece la migración de monocitos, fibroblastos y queratinocitos además de
intervenir en la respuesta inflamatoria por medio de la bradiquinina y las
fracciones C3a y C5a del complemento, los cuales aumentan la permeabilidad
vascular y promueven la quimiotaxis de neutrófilos y monocitos (Leibovich y
Ross, 1975), (Riches, 1996).

Posteriormente, se produce el acúmulo de monocitos que


reemplazan a los neutrófilos, estimulados por factores quimiotácticos,
(fragmentos de colágeno, elastina, fibronectina, trombina enzimáticamente
activa, TGF β1, kalikreína y productos de degradación de la matriz). Los
monocitos de los vasos, al migrar al tejido se transforman en macrófagos y se
unen a proteínas de la matriz extracelular mediante receptores de integrina,
promoviendo la fagocitosis. Así se produce la descontaminación del foco y el
desbridamiento autolítico facilitado por la liberación de enzimas como las
6

colagenasas (Vaalamo y otros, 1997),(Welch y otros, 1990). Las endotoxinas


bacterianas también activan la liberación de Interleucina 1 (IL-1) por parte de los
macrófagos, que a su vez estimula la liberación de Interleucina (IL-8) que atraerá
más neutrófilos, aumentando así la destrucción tisular. Los macrófagos, una vez
unidos a la matriz extracelular, sufren un cambio fenotípico, y pasan de
comportarse como células inflamatorias a comportamiento de células
reparadoras, que liberan citoquinas y factores de crecimiento (TGF α y β, PDGF,
FGF y IGF-1) con un importante papel en la neoformación tisular; siendo los
procesos descritos los que permiten la inducción de la angiogénesis y la
formación de tejido de granulación, preparando el lecho de la lesión para la
siguiente etapa fisiológica (Montesano y Orci, 1988), (Shah y otros, 1995).

3.3 Fase de Granulación

Los fibroblastos constituyen las células más importantes en la


producción de matriz dérmica, llegan a la herida desde músculo, tendón, fascia
y una vez en el lecho de la lesión, migran con movimientos activos sobre una
matriz laxa de fibronectina, para ello el PDGF hace que exprese receptores de
integrina α1 y α5, posibilitando la migración e interacción con los demás factores
de crecimiento. La hipoxia en el centro de la herida, favorece la liberación de
factores de crecimiento estimulantes de la proliferación de fibroblastos (TGF β1,
PDGF, FGF, EGF y VEGF) (Detmar y otros, 1997), (Nissen y otros, 1998). Para
movilizarse a través de la matriz de fibrina, se requiere un sistema proteolítico
que facilita el desplazamiento celular, compuesto por enzimas derivadas de
fibroblastos, proteasas séricas (plasmina y plasminógeno del suero, activador
del plasminógeno) y colagenasas (MMP-1 o metaloproteinasa de la matriz;
MMP2 o gelatinasa y MMP-3 o estromalisina). El PDGF estimula la liberación de
estas proteínas del fibroblasto mientras que el TGF β induce la secreción de
7

inhibidores de las proteinasas, controlando así la degradación de la matriz


(Brooks y otros, 1994), (Pintucci y otros, 1996).

Con la migración de fibroblastos estos depositan una neomatriz


provisional de fibronectina y ácido hialurónico estimulados por citoquinas y
factores de crecimiento (TGF β, PDGF, TNF, FGF, IL1 e IL4) para comenzar a
sintetizar la matriz de colágeno (tipos I, III y VI) y una vez que se depositó una
suficiente cantidad, cesa la producción, debido a que el INF γ y la misma matriz
inhiben la proliferación de fibroblastos y la síntesis de colágeno (Clark y otros,
1989). La angiogénesis y la formación de tejido de granulación se inician
simultáneamente con la fibroplasia. Los vasos sanguíneos adyacentes a la lesión
emiten yemas capilares, en cuyo extremo se encuentran las células endoteliales,
que sufren un cambio fenotípico que les permite proyectar pseudópodos a través
de las membranas basales fragmentadas y migrar al espacio perivascular; en
ésta proliferación endotelial tiene un papel especial el factor de crecimiento
vascular-endotelial (VEGF) y las angiopoyetinas (Ang). La Ang 2 interactúa con
un receptor de las células endoteliales (Tie 2), haciéndolas más laxas y
disminuyendo el contacto de éstas con la matriz para favorecer la acción del
VEGF (Iruela-Arispe y Dvorak, 1997), (Risau, 1997).

El TGF β estimula la síntesis de fibronectina y proteoglicanos para


constituir la matriz provisional, y a su vez facilita la migración celular e induce el
fenotipo de célula endotelial adecuado para la formación de tubos capilares
(Babu y otros, 1992).

La proteína acídica y rica en cisteína de la matriz celular (SPARC)


liberada por los fibroblastos y macrófagos, junto a la trombospondina y la
tenascina son consideradas proteínas antiadhesivas ya que desestabilizan las
interacciones célula-matriz, favoreciendo la angiogénesis. Al mismo tiempo la
disminución de la tensión de O2, esti mula a los macrófagos para que produzcan
y secreten factores angiogénicos, ayudado también por la migración de las
células endoteliales los cuales forman brotes capilares que se dividen en sus
extremos y luego se unen formando asas y dan origen a los plexos capilares
(Detmar y otros, 1997).
8

Después del cese de los estímulos angiogénicos, los capilares


sufren una regresión por múltiples factores, entre los cuales se encuentran la
tumefacción mitocondrial en las células endoteliales de los extremos distales de
los capilares, la adherencia plaquetaria a las células endoteliales y la ingestión
de los capilares necrosados por los macrófagos (Desmouliere y otros, 1995),
(Folkman y D’Amore, 1996).

Por último se produce el reclutamiento de las células


periendoteliales (pericitos y células de músculo liso) que van a estabilizar los
vasos recién formados. Este proceso se realiza por la unión de la Ang1 al
receptor Tie 2, aumentando el contacto de éstas con la matriz. Otros receptores
celulares que intervienen son los de integrina, en especial el avB3, esencial para
la formación y mantenimiento de los nuevos vasos (Madri, y otros, 1996),
(Folkman, 1997).

3.4 Fase de Epitelización

Para que se lleve a cabo la epitelización de la herida, los


queratinocitos deben migrar desde los bordes de la herida o desde los anexos
remanentes con el fin de restablecer la barrera cutánea, dicha migración se
produce gracias a cambios en su fenotipo que consiste en la pérdida del aparato
de adhesión gracias a la retracción de los tonofilamentos y disolución de los
desmosomas; adquisición del aparato motor por el desarrollo de filamentos de
actina y la proyección de lamelopodios hacia la herida; y la expresión de
citoqueratina 6 y 16, las cuales son marcadores del estado activo; estos procesos
conllevan a la pérdida de unión de las células epidérmicas entre sí, a la
membrana basal y a la dermis subyacente, permitiendo su migración (Gabbiani
y otros, 1978).

Este ciclo de activación del queratinocito comienza con la IL-1, que


lo transforma en célula hiperproliferativa y migratoria, dicha actividad la realiza
sobre una matriz rica en fibronectina y mediada por receptores de superficie
9

integrínicos (a 5- β1) y TGF β. Luego la migración será sobre la matriz definitiva


rica en colágeno, mediada por receptores de superficie colagénicos (a 2- β1) y
la liberación de TGF α/EGF; para que se realice este proceso, en la membrana
basal desaparecen la laminina y el colágeno de tipo IV. La proliferación ocurre
en forma superpuesta a la migración, mientras las células epiteliales migran a
través de la herida, las células proximales proliferan por el estímulo de
mediadores solubles (EGF/TGF α, PDGF/ FGF, etc.) y al “efecto borde”
(ausencia de células vecinas en aposición que dispararía el estímulo proliferativo
en los márgenes de la herida (Clark y otros, 1996), (Pilcher y otros, 1997).

Para que el queratinocito finalice su proceso de migración y


proliferación existen varias señales: el INF γ producido por las células
inflamatorias lo estimula a expresar citoqueratina 17, que lo convierte en
contráctil y facilita la reorganización de la matriz de la membrana basal provisoria
y el TGF β estimula la producción de queratinas K5 y K14 que lo convierten en
una célula basal para iniciar nuevamente la diferenciación y la reparación de la
membrana basal con el nuevo depósito de laminina, también es una señal que
le indica que la herida ya está reparada y no hay necesidad de migrar (Larjava y
otros, 1993), (Werner y otros, 1994), (Guo y otros, 1997).

De igual forma es importante aclarar que en la piel sana, los


queratinocitos no están en contacto con los colágenos de la membrana basal (IV
y VII) o de la dermis (I, III y V) que son activadores de la migración y sí lo están
con la laminina de la lámina lúcida, la cual inhibe la migración de éstos (Greiling
y Clark, 1997).

3.5 Fase de Remodelación

Es la última etapa, comienza al mismo tiempo que la fibroplasia y


continúa por meses. La célula principal es el fibroblasto que produce fibronectina,
ácido hialurónico, proteoglicanos y colágeno durante la fase de reparación, los
cuales sirven como base para la migración celular y soporte tisular. Con el tiempo
10

la fibronectina y el ácido hialurónico desaparecen por acción de proteasas y


hialuronidasas respectivamente (Toole, 1991).

Posteriormente, el colágeno tipo III es reemplazado por el de tipo I,


siendo éste más estable y similar al original. La degradación del primer colágeno
se debe a la acción de las metaloproteinasas de la matriz (colagenasas,
gelatinasas y estromalisinasas), cuya actividad depende de los iones de zinc y
que son estimuladas por factores de crecimiento y la matriz extracelular
(Woodley y otros, 1991), (Madlener y otros, 1998).

Los fibroblastos sufren una serie de cambios fenotípicos. Primero


adoptan un fenotipo migratorio, luego un fenotipo profibrótico (mientras producen
colágeno I, III y VI) y posteriormente, adoptan el fenotipo de miofibroblasto, rico
en microfilamentos de actina en el lado citoplasmático de la membrana y
establece uniones célula-célula (adherentes) y uniones con la matriz extracelular
a través de receptores integrínicos, este colágeno neoformado se une a través
de enlaces covalentes cruzados con haces del borde de la herida y con haces
de la dermis adyacen te, estas uniones crean una red a través de la herida
y así la tracción que realizan los fibroblastos a la matriz pericelular se puede
transmitir dando como resultado una contracción coordinada, estimulada por el
TGF β, la angiotensina, las prostaglandinas, la bradiquinina y la endotelina. En
el último día de la cicatrización los fibroblastos inician su proceso de apoptosis,
estableciéndose una transición de una cicatriz rica en fibroblastos y tejido de
granulación, a una cicatriz acelular (Bailey y otros, 1975), (Tredget y otros, 1997).

Al final del proceso la actividad celular disminuye y el tejido


conjuntivo cicatrizal se torna rico en colágeno, pobre en células y vasos, sin
folículos pilosos y sin glándulas sudoríparas ni sebáceas. La dermis recupera la
composición previa a la lesión y alcanza una resistencia máxima del 70%
comparada con el tejido previo y la reparación de la herida se considera
finalizada; en una herida de espesor completo hay reducción del tamaño en un
40% respecto del tamaño original (Machesney y otros, 1998), (Zhang y otros,
1995).
11

4.SI PUEDES AGREGAR UN SUBTITULO DE PROBLEMAS EN LA


CICATRIZACION DE HERIDAS

4. La miel de abeja

Los beneficios de la miel de abeja se conocen desde hace miles de


años, no solo por su valor nutritivo sino también es conocida por su valor
medicinal.

La miel se está utilizando para tratar diferentes tipos de heridas,


como: postoperatorias, quemaduras, ulceras infectadas, heridas que tardan en
cicatrizar, entre otras (Waili, y otros, 2011). Gracias a ello se está reintroduciendo
su uso en la medicina convencional, además que tiene un efecto bactericida en
heridas infectadas en pacientes resistentes a antibióticos. (Melake y otros, 2015),
sin quitar de lado sus propiedades antiinflamatoria, y antioxidante.

4.1 Propiedades anti-bacterianas de la miel

La miel es un insumo natural, adecuado para el control


microbiológico de heridas infectadas (Estrada y otros, 2005). Su halo inhibitorio
incluye bacterias Gram positivas, negativas y hongos (Lusby y otros, 2005),
posee una enzima llamada glucosaoxidasa, que provoca un desprendimiento de
peróxido de hidrogeno, este elemento es esencial para su acción antibiótica
(Prost, 1995).

Estudios han confirmado que su uso, funciona contra


microorganismos multidrogoresistentes. También ha sido combinada con
fármacos comerciales, dando buenos resultados ya que proporciona un amplio
espectro contra microorganismos patógenos ya que retrasa o suprime la
resistencia bacteriana (Jenkins y Cooper, 2012), (Müller y otros, 2010).
(Eliopoulos y Eliopoulos, 1988), (Ulrich – Mercenich y otros, 2010) concluyeron
que la combinación de ciertos fármacos con el uso de la miel potencia su acción
bacteriana.

4.2 Propiedades anti-oxidante de la miel


12

La miel de abeja es una fuente de antioxidantes (Blasa y otros,


2006). En las quemaduras se forman radicales libres, la miel ayuda su reducción
gracias a su acción oxidativa, como resultado tenemos una inhibición de los
fibroblastos que reduce la fibrosis y la cicatrización hipertrófica (Tonks y otros,
2001). Además estimula en los tejidos tratados la angiogénesis (formación de
vasos), granulación y epitelización, reduciendo el edema y exudado, así como el
mal olor que presentan alguna herida (Mayoral y otros, 2014).

Las mieles más oscuras tienen mayor poder antioxidante, porque


son más ricas en fennólidos como flavonides y taninos. Además tiene otros
compuestos que potencian su acción como el ácido ascórbico, vitamina B,
catalasas, glutatión reductasa, péptidos, aminoácidos (Meda y otros, 2005),
(Singh y otros, 2012), (Jubri y otros, 2013), (Pourreza, 2013), (Vandamme y
otros, 2013), se han encontrado bajo contenido de ácido salicílico quien es
responsable de la neutralización de radicales libres (Venema y otros, 1996). El
contenido de minerales pueden variar entre mieles claras y mieles oscuras un
0.04 a 0.2%. (Rodríguez-Otero y otros, 1994). La actividad antioxidante de la
miel se debe a las interacciones de sus compuestos (Gheldof y otros, 2002).

5. Plasma rico en plaquetas

La medicina empezó a estudiar y utilizar el plasma rico en plaquetas por


sus propiedades moduladoras y estimuladoras de la proliferación de las células
derivadas de células madre de origen mesenquimal (fibroblastos, osteoblastos,
células endoteliales, células epiteliales, adipoblastos, miocitos, y condrocitos), y
como un útil elemento auxiliar para mejorar la regeneración tisular (Kakudo y
otros, 2008).
El plasma rico en plaquetas es un preparado autólogo, no tóxico, no
alergénico; obtenido por la centrifugación de sangre del paciente. Es un
hemocomponente debido al origen de su obtención y es tópico debido a las
características y formas de aplicación localizada (Bilevich y otros, 2013). Esta
fracción plasmática contiene no sólo un mayor volumen de plaquetas sino
también los factores responsables de la coagulación.
Sus efectos en la clínica son: el incremento de los procesos de reparación
tisular de tejidos blandos y óseos y reducción de las tasas de infección
postoperatoria, del dolor y de las pérdidas hemáticas (Eppley, 2004).
13

De forma natural, ante cualquier lesión las plaquetas desencadenan el


inicio de la curación y regeneración de los tejidos. Mediante el tratamiento con
Plasma Rico en Plaquetas (PRP), reproducimos la forma natural de regenerarse
nuestro organismo, pero multiplicando su poder.
La efectividad del tratamiento está relacionada con la habilidad del
profesional y la concentración plaquetaria inyectada al paciente. Luego de la
aplicación del plasma el paciente tendrá una respuesta infamatoria y dolor en el
lugar de la aplicación, que generará molestias por un par de días; posterior a ello
se producirá un alivio que significa que los tejidos están comenzando a
repararse.

5.1 Respuesta de acción plaquetaria

El Plasma Rico en Plaquetas debe su interés terapéutico al papel


instrumental decisivo de las plaquetas en el proceso de curación y reparación de
una herida tisular. Se distinguen 3 fases: inflamación, proliferación y remodelado,
en las que intervienen todos los Factores de Crecimiento (FC) contenidos en el
PRP (Reyes 2002).

Cuando se produce lesión tisular, se dispara una fuerte interacción


celular. Se producen respuestas plaquetarias independientes, tales como el
cambio de forma, transformación interna, secreción de gránulos (Paes-Leme y
otros 2006), formación del tapón hemostático primario y retracción del coágulo
(Gentry 2000, Tablin 2000). Moléculas de la superficie plaquetaria, como las
integrinas, regulan la capacidad de comunicación intercelular durante la
formación del tapón hemostático, la respuesta inflamatoria y los procesos de
reparación de tejidos (Mannaioni y otros 1997).

La expresión cinética es diferente para cada tipo de gránulo


plaquetario. Primero, los gránulos α liberan sus contenidos como consecuencia
de estímulos de baja intensidad. Luego, los gránulos densos son activados y,
finalmente, los gránulos lisosomales liberan sus productos proteolíticos (Gentry
2000, Pelagalli y otros 2002). Esta cadena de eventos se conoce como “reacción
de liberación plaquetaria” (Pelagalli y otros 2003).
14

5.2 Citoplasma, gránulos y factores de crecimiento

La red citoplásmica de las PLTs está constituida por dos tipos de


actina (globular y filamentosa). La actina filamentosa actúa como soporte
estructural para diferentes gránulos plaquetarios y mitocondrias. La respuesta
plaquetaria se produce por una actividad contráctil mediada por la polimerización
del complejo actina-miosina.

Los microtúbulos citoplasmáticos mantienen la forma discoide de las


PLTs y dirigen los movimientos generados por actina-miosina (Gentry 2000,
Hartwig e Italiano 2003). Las PLTs de los mamíferos contienen tres tipos de
gránulos: lisosomales, densos y alfa (α) (Mannaioni y otros 1997, Pelagalli y otros
2002). Los gránulos lisosomales contienen hidrolasas ácidas, guanina,
fosfolipasas y quinasas, que actúan como enzimas proteolíticas e hidrolíticas
(Tablin 2000). Los gránulos densos almacenan ATP, ADP, calcio, fósforo y
serotonina.

El ADP induce la migración plaquetaria y en combinación con la


serotonina produce la contracción de las arterias lesionadas. El ATP antagoniza
la acción del ADP (Pelagalli y otros 2002). Los gránulos a contienen varias
moléculas (citocinas, quimiocinas, GFs, entre otras), algunas específicas para
las PLTs (por ejemplo: factor plaquetario 4 y β-tromboglobulina) y otras que no
son específicas para ellas, tales como la albúmina, condroitín 4-sulfato,
fibrinógeno, fibronectina, trombospondina, factor V, factor Va y factor von
Willebrand (Mannaioni y otros 1997), (Anitua y otros 2004).

Estas proteínas son importantes para todas las funciones


plaquetarias, tales como la formación y crecimiento de trombos, modulación
inflamatoria y la síntesis de matriz extracelular (ECM) durante la cicatrización de
heridas (Gentry 2000).

Los gránulos almacenan principalmente siete GFs directamente


implicados en la cicatrización de las heridas, entre ellos: factor de crecimiento
derivado de las plaquetas (PDGF), factor de crecimiento transformante beta 1
15

(TGF-β1), TGF-β2, factor de crecimiento epidérmico (EGF), factor de crecimiento


endotelial vascular (VEGF), factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-I) y factor
de crecimiento de hepatocitos (HGF) (Anitua y otros 2005), (Weibrich y otros
2005).

5.3 Contraindicaciones y efectos adversos

Las contraindicaciones absolutas son la alteración del número y


función plaquetaria, la antiagregación plaquetaria y anticoagulación, infección,
enfermedades autoinmunes, enfermedades oncológicas, hepatopatías (Bilevich
y otros, 2013).

La tolerancia a la infiltración es en general muy buena. No se han


encontrado efectos adversos, ya que es un producto biológico extraído del
mismo cuerpo, que no genera rechazo AUTOR.

III. PROBLEMA
16

La contaminación de las heridas y la resistencia bacteriana a los antibióticos,


provoca una tardía regeneración de los tejidos y complicaciones EN EL
PROCESO DE CICATRIZACIÓN de las heridas.

IV. OBJETIVO

Evaluar los efectos de la miel de abeja y el plasma rico en plaquetas sobre la


cicatrización de heridas.

V. HIPOTESIS

La miel de abeja y el plasma rico en plaquetas aceleran el proceso de


regeneración y cicatrización de las heridas.
17

VI. MATERIALES Y METODOS

6.1 Lugar de investigación

El trabajo se desarrollará en el CAMPUS II de la Universidad


Privada Antenor Orrego, ubicado en la ciudad de Trujillo.

6.2 Instalaciones

La jaula será de un piso, con medidas de 1.50 m de largo, 0.60 m


de ancho x 0.50 m de alto. Las paredes estarán recubiertas con una maya de
alambre galvanizado de 1 x ½ pulgadas, y para el piso se utilizará una medida
de ½ x ½ pulgada.
Los bebederos que se utilizarán serán de niple, para que los
animales tengan un fácil acceso y para evitar el desperdicio de agua. Los
comederos que se utilizarán serán de campana. Y se utilizará alimentos
balanceados y forrajes para su alimentación.

6.3 Animales y alimentación

Se utilizarán 15 cuyes criollos de edades entre 40 a 60 días, de


ambos sexos. Los cuyes se dividirán aleatoriamente en 3 grupos: grupo control
(10), miel (10), y plasma (10). Se rasurará y se hará una incisión superficial en la
región dorsal de 1 cm2 con el animal previamente anestesiado con ketamina y
xilacina. Los tratamientos iniciarán dentro de media hora posterior a la incisión.
6.4 Tratamientos
- Grupo Control: A este grupo no se le aplicará ningún tratamiento, se
dejará que la incisión cicatrice mediante los procesos fisiológicos normales.
- Grupo Miel: A este grupo se le aplicará 1 ml de miel con una jeringa de
tuberculina encina de la incisión cada 24 horas.
- Grupo Plasma: A este grupo se le aplicará el plasma obtenido mediante
la centrifugación de 1 ml de sangre recién extraída, por infiltración en los bordes
de la herida cada 24 horas.

6.5 Variables Independientes


 Miel de abeja
 Plasma rico en plaquetas
18

6.6 Variable dependiente


Cicatrización de las heridas

6.7. Procedimiento

6.7.1 Generación de heridas

Se generarán heridas de aproximadamente 2 x2 cm en la zona del lomo,


sometiendo a los animales a protocolos de anestesia intraperitoneal con ketamina
65mg/kg y xilacina 10 mg/kg.

6.7.2. Obtención del plasma rico en plaquetas

La extracción de la sangre se hará por vía endovenosa de forma


manual, con el animal anestesiado con ketamina y xilacina, se extraerá 1ml de
sangre por animal. Se almacenará la sangre en un tubo de ensayo con
anticoagulante, aptos para introducir a la centrifugadora automáticamente tras la
extracción. Se centrifuga a 3.200 revoluciones por minuto (rpm) durante 15 min.
El resultado es plasma enriquecido en plaquetas con
concentraciones variables. Dicho plasma se centrifuga de nuevo durante 8
minutos a 1.800 rpm, a temperatura ambiente.
Posteriormente, las fracciones obtenidas del plasma se separan
mediante pipeteado muy meticuloso para no crear turbulencias.
Toda la manipulación de los dispositivos hay que realizarla
asépticamente, para minimizar las posibilidades de contaminar las fracciones
de plasma obtenidas.
6.7.3 Aplicación del plasma rico en plaquetas
La aplicación será por infiltración en los bordes de la herida, con aguja
de tuberculina en el primer día del tratamiento, el tratamiento durará
dos semanas.

6.7.4 Aplicación de la Miel

En primer lugar debemos limpiar bien la herida con suero


fisiológico, secar bien, no solo el lecho de la herida si no también los tejidos
19

adyacentes, después aplicar la miel pura (sin calentar) con una jeringa sobre
la zona deseada, rellenando las 2/3 partes de la herida con miel, sin llegar a
cubrirla totalmente, por último debemos colocar una gasa para que absorba
el exudado que se desprenderá de la herida.
La aplicación de la miel será sobre la herida cada 24 horas, por
dos semanas.

6.7.4. Valoración de las heridas


La duración de los tratamientos será de 2 semanas y se hará
una revisión de la herida a las 24, 48, 72, horas, 7, 10, y 14 días.
Se tomará la medida de la incisión con un centímetro y se
registrará por medio de fotos. La valoración cualitativa se hará
siguiendo la escala de cicatrización de Vancouver, la cual
evalúa pigmentación, flexibilidad, vascularidad y altura de la
herida.

6.7 Análisis Estadístico

Los datos se analizarán bajo el estadístico chi cuadrado de


Pearson (x2) para determinar independencia de las variables respecto a los
tratamientos.
20

VII. CRONOGRAMA

MESES
Actividades
1 2 3 4 5 6
Presentación del proyecto X

Acondicionamiento de Instalaciones X
Manejo de Animales X
Toma de Muestra y Registro de X X
Datos
Procesamiento de Datos X X
Redacción del Informe X X
Sustentación X
21

VIII. PRESUPUESTO
DESCRIPCIÓN UNIDAD CANTIDAD COSTO COSTO
UNIDAD PARCIAL
(S/.) (S/.)
CUYES unidad 30 25 750
ALIMENTO kg 80
CONCENTRADO
ALIMENTO FORRAJE kg 100

KETAMINA FRASCO 1 50
XILACINA 100mL 1 50
TUBOS VACUTAINER Caja x 50 1 250
JERINGAS DE Caja x 100 1 30
TUBERCULINA 1
Bolsa 1kg 15
ALGODON 1
ALCOHOL Frasco 20
PIPETAS 5 15
22

IX. BIBLIOGRAFÍA

ABUHARFEIL, N; AL-ORAN, R; ABO-SHEHADA, M. 2010. The effect of bee


honey on the proliferative activity of human B-and T-lymphocytes and the activity
of phagocytes. Food Agric. Immunol., 11(2):169-77

AL- WAILI, N; SALOM, K; BUTLER, G; AL GHAMDI, A. 2011. Honey and


microbial infections: a review supporting the use of honey for microbial control. J.
Med. Food, 14(10):1079-96.
23

ANITUA, E; ANDIA, I; ARDANZA, B; NURDEN, P; NURDEN, A. 2004.


Autologous platelets as a source of proteins for healing and tissue
regeneration. Thromb Haemost, 91: 4-15.

ANITUA, E; ANDIA, I; SÁNCHEZ, M; AZOFRA, J; ZALDUENDO, M; DE LA


FUENTE, M; NURDEN, P; NURDEN, A. 2005. Autologous preparations rich in
growth factors promote proliferation and induce VEGF and HGF production by
human tendon cells in culture. J Orthop Res, 23(2) 281-286.

BABU, M; DIEGELMANN, R; OLIVER, N. 1992. Keloid fibroblasts exhibit an


altered response to TGF-beta. J Invest Dermatol, 99:650-655.
BAILEY, A.J; BAZIN, S; SIMS, T.J; LE LOUS, M; NICHOLETIS, C; DELAUNAY,
A. 1975. Characterization of the collagen of human hypertrophic and normal
scars. Biochim Biophys Acta, 405:412-421.
Beneficios de la Miel en la Cura de Heridas, Cura y cicatriza de manera natural,
https://www.enfermeriadeciudadreal.com/beneficios-de-la-miel-en-la-cura-de-
heridas-210.htm
BLASA, M; CANDIRACCI, M; ACCOSI, A; PIACENTINI, M; ALBERTINI, M;
PIATTI, E. 2006. Raw millefiori honey is packed full of antioxidants. Food chem.
97(2):217-22.

BROOKS, P C; CLARK, R A F; CHERESH, D A. 1994. Requirement of


vascular integrin avb3 for angiogenesis. Science, 264:569-571.
BROWN, L.F; YEO, K.T; BERSE, B. 1992. Expression of vascular permeability
factor (vascular endothelial growth factor) by epidermal keratinocytes during
wound healing. J Exp Med, 176:1375-1379.
CALDERON, W; YURI, A. 2001. Historia de la cirugía plástica mundial.
Sociedad de Cirujanos de Chile, Santiago - Chile. 129(12): 98.

CLARK, R.A.F. 1990. Fibronectin matrix deposition and fibronectin receptor


expression in healing and normal skin. J Invest Dermatol, 94:Suppl:128S-134S.
CLARK, R.A.F., 1996. The molecular and cellular biology of wound repair. 2nd
ed. New York. Plenum Press.
CLARK, R.A.F; ASHCROFT, G.S, SPENCER, M.J; LARJAVA, H; FERGUSON,
M.W.J. 1996. Reepithelialization of normal human excisional wounds is
associated with a switch from avb5 to avb6 integrins. Br J Dermatol, 135:46-51.
24

CLARK, R.A.F; FOLKVORD J.M; HART C.E; MURRAY M.J; MCPHERSON, J.M.
1989. Platelet isoforms of platelet-derived growth factor stimulate fibroblasts to
contract collagen matrices. J Clin Invest, 84:1036-1040.
CLARK, R.A.F; QUINN, J.H; WINN, H.J; LANIGAN, J.M; DELLEPELLE, P;
COLVIN, R.B. 1982. Fibronectin is produced by blood vessels in response to
injury. J Exp Med, 156:646-651.
DESMOULIERE, A; REDARD, M; DARBY, I; GABBIANI, G. 1995. Apoptosis
mediates the decrease in cellularity during the transition between granulation
tissue and scar. Am J Pathol, 146:56-66.
DETMAR, M; BROWN, L F; BERSE, B. 1997. Hypoxia regulates the
expression of vascular permeability factor/vascular endothelial growth factor
(VPF/VEGF) and its receptors in human skin. J Invest Dermatol, 108:263-268.
ELIOPOULOS, G; ELIOPOULOS, C. 1988. Antibiotic combinations: should they
be tested?. Clin. Microbiol. Rev., 1(2):139-56.

EPPLEY, B; WOODELL, J; HIGGINS J. 2004. "Platelet quantification and growth


factor analysis from platelet-rich plasma: implications for wound healing". Plast
Reconstr Surg, 114(6):1502.

ESTRADA, H; GAMBOA, M; CHAVEZ, C; ARIAS, M. 2005. Evaluación de la


actividad antimicrobiana de la miel de abeja contra Staphylococcus aureus,
Staphylococcus epidermidis, Pseudomonas aeruginosa, Escherichia coli,
Salmonella enteritidis, Listeria monocytogenes y Aspergillus niger. Arch. Latin,
Nutr, 55(2):167-71.

FOLKMAN, J. 1997. Angiogenesis and angiogenesis inhibition: an overview.


EXS, 79:1-8.
FOLKMAN, J; D’AMORE, P.A. 1996. Blood vessel formation: what is its
molecular basis? Cell, 87:1153-1155.
GABBIANI, G; CHAPONNIER, C; HUTTNER, I. 1978. Cytoplasmic filaments
and gap junctions in epithelial cells and myofibroblasts during wound healing. J
Cell Biol, 76:561-568.
GENTRY, P. 2000. Platelet biology. Schalman's Veterinary Hematology.
Lippincott Williams and Wilkins, Philadelphia, USA. Pp 459-466.
25

GHELDOF, N; WANG, X; ENGESETH, N. 1998. Antioxidant capacity and


correlated characteristics of 14 unifloral honeys. J. Agric. Food Chem.,
50(21):5870-7.

GOLIGER, J.A; PAUL D.L. 1995. Wounding alters epidermal connexin


expressionand gap junction-mediated intercellular communication. Mol Biol Cell,
6:1491-1501.
GRAY, A.J; BISHOP, J.E; REEVES, J.T; LAURENT, G.J. 1993. Aa and Bb
chains of fibrinogen stimulate proliferation of human fibroblasts. J Cell Sci,
104:409-413.
GREILING, D; CLARK, R.A.F. 1997. Fibronectin provides a conduit for fibroblast
transmigration from collagenous stroma into fibrin clot provisional matrix. J Cell
Sci, 110:861-870.
GUO, N; KRUTZSCH, H.C; INMAN, J.K.; ROBERTS, D.D. 1997.
Thrombospondin 1 and type I repeat peptides of thrombospondin 1 specifically
induce apoptosis of endothelial cells. Cancer Res, 57:1735-1742.
HARTWIG, J; ITALIANO, J. 2003. The birth of the platelet. J Thromb Haemost,
1(7): 1580-1586.

HUNT, TK, 1980. Wound healing and wound infection: theory and surgical
practice. New York: Appleton-Century-Crofts.
IRUELA-ARISPE, M.L; DVORAK, H.F. 1997. Angiogenesis: a dynamic balance
of stimulators and inhibitors. Thromb Haemost, 78:672-677.
JENKINS, R; COOPER, R. 2012. Synergy between oxacillin and munaka honey
sensitizes methicillin-resistant Staphylococcus aureus to oxacillin. J. Antimicrob.
Chemother. 67(6):1405-7.

JUBRI, Z; RAHIM, N; AAN, G. 2013. Manuka honey protects middle-aged rats


from oxidative damage. Clinics (Sao Paulo), Malasia. 68(11):144654.

KAKUDO, N; MINAKATA, T; MITSUI, T; KUSHIDA, S; NOTODIHARDJO, F;


KUSUMOTO, K. 2008. Proliferation-promoting effect of platelet-rich plasma on
human adipose-derived stem cell and human dermal fibroblast. Plast Reconstr
Surg, 122(5):1352-1360.

KIRSNER, R; EAGLSTEIN, W. 1993. El proceso de curación de las heridas.


Clínicas Dermatológicas. Ed. Interamericana, Madrid 11:653-662.
26

LADIN, D. 1998. Understanding wound dressings. Cl Plast Surg, 25(3): 433-


41.

LARJAVA, H; SALO, T; HAAPASALMI, K; KRAMER, R.H; HEINO, J. 1993.


Expression of integrins and basement membrane components by wound
keratinoctyes. J Clin Invest, 92:1425- 1435.
LARJAVA, H; SALO, T; HAAPASALMI, K; KRAMER, R.H; HEINO, J. 1993.
Expression of integrins and basement membrane components by wound
keratinoctyes. J Clin Invest, 92:1425- 1435.
LAZAURUS, G.S. 1994. Definitions and guidelines for assessment of wounds
and evaluation of healing. Wounds 130:489.
LEIBOVICH, S.J; ROSS, R. 1975. The role of the macrophage in wound repair:
a study with hydrocortisone and antimacrophage serum. Am J Pathol, 78:71-100.
LUSBY, P; COMPRESA, L; WILKINSON, J. 2005. Bacterial activity of different
honeys against pathogenic bacteria. Arch Med Rev, 36(5):446-7.

LUSBY, P; COMPRESA, L; WILKINSON, J. 2005. Bacterial activity of different


honeys against pathogenic bacteria. Arch Med Rev, 36(5):446-7.

MACHESNEY, M; TIDMAN, N; WASEEM, A; KIRBY, L; LEIGH, I. 1998.


Activated keratinocytes in the epidermis of hypertrophic scars. Am J Pathol,
152:1133-1141.
Madlener, M; Parks, W.C; Werner, S. 1998. Matrix metalloproteinases (MMPs)
and their physiological inhibitors (TIMPs) are differentially expressed during
excisional skin wound repair. Exp Cell Res, 242:201-210.
MADRI, J.A; SANKAR S; ROMANIC, A.M. 1996. Angiogenesis. In: Clark, RAF,
ed. The molecular and cellular biology of wound repair. 2nd ed. New York.
Plenum Press, 355-371.

MANNAIONI, P; DI BELLO, M; MASINI, E . 1997. Platelets and inflammation:


role of platelet-derived growth factor, adhesion molecules and histamine. Inflamm
Res, 46(1): 4-18.

MEDA, A; LAMIEN, C; MILLOGO, J; ROMITO, M; NACOULMA, O. 2004.


Therapeutic uses of honey and honeybee larvae in central Burkina Faso. J.
Ethnopharmacol, 95(1):103-7.
27

MELAKE, N; EISSA, N; KESHK, T; SLEEM, A. 2015. Prevalence of


multidrugresistant bacteria isolated from patients with burn infection. Menoufia
Med. J. 28(3):677-84 JEAN, P. 1995. Apicultura ''conocimiento de las abejas,
manejo de la colmena''. 3 ed. España, editorial Mundi – Prensa. P. 739

MELAKE, N; EISSA, N; KESHK, T; SLEEM, A. 2015. Prevalence of


multidrugresistant bacteria isolated from patients with burn infection. Menoufia
Med. J. 28(3):677-84 JEAN, P. 1995. Apicultura ''conocimiento de las abejas,
manejo de la colmena''. 3 ed. España, editorial Mundi – Prensa. P. 739.

MONTESANO, R; ORCI, L. 1988. Transforming growth factor-b stimulates


collagen- matrix contraction by fibroblasts: implications for wound healing. Proc
Natl Acad Sci, U S A. 85:4894-4897.
MONTESANO, R; ORCI, L. 1988. Transforming growth factor-b stimulates
collagen- matrix contraction by fibroblasts: implications for wound healing. U S A.
Proc Natl Acad Sci, 85:4894-4897.
MÜLLER, P; ALBER, D; TURMBULL, L; SCHLOTHAUER, r; CARTER, D;
WHITCHURCH, C; HARRY, E. 2013. Synergism between Medihoney and
Rifampicin against Methicillin-Resistant Staphylococcus aureus (MRSA). PLoS
ONE, 8(2):e57679.

MÜLLER, P; ALBER, D; TURMBULL, L; SCHLOTHAUER, r; CARTER, D;


WHITCHURCH, C; HARRY, E. 2013. Synergism between Medihoney and
Rifampicin against Methicillin-Resistant Staphylococcus aureus (MRSA). PLoS
ONE, 8(2):e57679.

NISSEN, N N; POLVERINI, P J; KOCH, A E; VOLIN, M V; GAMELLI, R L;


DIPIETRO, L A. 1998. Vascular endothelial growth factor mediates angiogenic
activity during the proliferative phase of wound healing. Am J Pathol, 152:1445-
1452.
PAES-LEME, F; WURZINGER, L; VASCONCELOS, A; ALVES, G. 2006.
Ativação de plaquetas de eqüinos com laminite induzida e tratados com
ketoprofeno, fenilbutazona e flunixin meglumina. Arq Bras Med Vet
Zootec, 58(2) 149-157.

PALADINI, R.D; TAKAHASHI, K; BRAVO, N.S; COULOMBE, P.A. 1996. Onset


of re-epithelialization after skin injury correlates with a reorganization of keratin
28

filaments in wound edge keratinocytes: defining a potential role for keratin 16. J
Cell Biol, 132:381-397.
PELAGALLI, A; BELISARIO, M; TAFURI, S; LOMBARDI, P; D'ANGELO, D;
AVALLONE, L; STAIANO, N. 2003. Adhesive properties from different animal
species. J Comp Pathol, 128(1): 127-131.

PELAGALLI, A; LOMBARDI, P; D'ANGELO, D; DELLA MORTE, R; AVALLONE,


L; STAIANO,N. 2002. Species variability in platelet aggregation response to
different agonists. J Comp Pathol 127(2): 126-132.

PILCHER, B.K; DUMIN, J.A; SUDBECK, B.D; KRANE, S.M; WELGUS, H.G;
PARKS, W.C. 1997. The activity of collagenase-1 is required for keratinocyte
migration on a type I collagen matrix. J Cell Biol, 137:1445-1457.
PINTUCCI, G., BIKFALVI A., KLEIN S., RIFKIN, D.B. 1996. Angiogenesis and
the fibrinolytic system. Semin Thromb Hemost 22:517-524.
POURREZA, N. 2013. Phenolic Compounds as potential antioxidant.
Jundishapur J. Nat. Pharm. Prod., 8(4):149-50.

PROST, JP. (1995). Apicultura. Mundi – Prensa. Madrid, España. 741 p.

REYES, M. 2002. Actualización de la Técnica de Obtención y Uso del Plasma


Rico en Factores de Crecimiento (P.R.G.F.). Rev Dent Chile, 93(2):25-8.

RICHES, D.W.H. 1996. Macrophage involvement in wound repair, remodeling,


and fibrosis. In: Clark, R.A.F., ed. The molecular and cellular biology of wound
repair. 2nd ed. New York. Plenum Press, 95-141.
RISAU, W. 1997. Mechanisms of angiogenesis. Nature, 386:671-674.
RODRIGUEZ-OTERO, J; PASEIRO, P; SIMAL, J; CEPEDA, A. 1994. Mineral-
content of the honeys produced in Galicia. Food Chem, 49(2):169-71.

SCHIRO, J.A; CHAN, B.M.C; Roswit, W.Tl. 1991. Integrin a2b1 (VLA-2)
mediates reorganization and contraction of collagen matrices by human cells.
Cell, 67:403-10.11.
SHAH, M; FOREMAN, D.M; FERGUSON, M.W.J. 1995. Neutralisation of TGF-
b1 and TGF-b2 or exogenous addition of TGF-b3 to cutaneous rat wounds
reduces scarring. J Cell Sci, 108:985- 1002.
29

SHAH, M; FOREMAN, D.M; FERGUSON, M.W.J. 1995. Neutralisation of TGF-


b1 and TGF-b2 or exogenous addition of TGF-b3 to cutaneous rat wounds
reduces scarring. J Cell Sci, 108:985- 1002.
SINGH, M; CHOURASIA, H; AGARWAL, M; MALHOTRA, A; SHARMA, M;
SHARMA, D; KHAN, S. 2012. Honey as complementary medicine. A review;
3(2):12-31.

TABLIN F. 2000. Platelet structure and function. Schalman’s Veterinary


Hematology. Lippincott Williams and Wilkins, Philadelphia, USA, Pp 448-452.

TONKS, A; COOPER, R; PRICE, A; MOLAN, P; JONES, K. 2001. Stimulation


of TNF-alpha release in monocytes by honey. Cytokine, 14(4):240-242.

TOOLE, BP. 1991. Proteoglycans and hyaluronan in morphogenesis and


differentiation. In: Hay ED, ed. Cell biology of extracellular matrix. 2nd ed. New
York: Plenum Press, 305-341.
TREDGET, E.F; NEDELEC, B; SCOTT, P.G; GHAHARY, A. 1997. Hypertrophic
scars, keloids, and contractures: the cellular and molecular basis for therapy.
Surg Clin North Am, 77:701-730.
VAALAMO, M; MATTILA, L; JOHANSSON, N. 1997. Distinct populations of
stromal cells express collagenase-3 (MMP-13) and collagenase-1 (MMP-1) in
chronic ulcers but not in normally healing wounds. J Invest Dermatol. 109:96-101.
VANDAMME, L; HEYNEMAN, A; HOEKSEMA, H; VERBELEN, J; MONSTREY,
S. 2013. Honey in modern wound care: a systematic review. Burns, 39(8):1514-
25.

VENEMA, D; HOLLMAN, P; JANSSEN, K; KATAN, M. 1996. Determination of


acetylsalicylic acis and salicylic acid in foods, using HPLC with fluorescence
detection. J. Agric. Food Chem, 44(7):1762-7.

WEIBRICH G, WK KLEIS, WE HITZLER, G HAFNER. 2005. Comparison of the


platelet concentrate collection system with the plasma-rich-ingrowth-factors kit to
produce platelet rich plasma: a technical report. Int J Oral Maxillofac
Implants, 29(20):118-123.

WELCH, M.P; ODLAND, G.F; CLARK, R.A.F. 1990. Temporal relationships of


F-actin bundle formation, collagen and fibronectin matrix assembly, and
fibronectin receptor expression to wound contraction. J Cell Biol, 110:133-145.
30

WERNER, S; SMOLA, H; LIAO, X. 1994. The function of KGF in morphogenesis


of epithelium and reepithelialization of wounds. Science, 266:819-822.
WOODLEY, D.T; YAMAUCHI, M; WYNN, K.C; MECHANIC, G; BRIGGAMAN,
R.A. 1991. Collagen telopeptides (cross-linking sites) play a role in collagen gel
lattice contraction. J Invest Dermatol, 97:580-585.
XU, J; CLARK R.A.F. 1996. Extracellular matrix alters PDGF regulation of
fibroblast integrins. J Cell Biol, 132:239-249.
ZHANG, K; GARNER, W; COHEN, L; RODRIGUEZ., J; PHAN, S. 1995.
Increased types I and III collagen and transforming growth factor-beta 1 mRNA
and protein in hypertrophic burn scar. J Invest Dermatol, 104:750-754.

You might also like