Situación de PARTIDOS POLÍTICOS EN EL PERÚ

INTRODUCCIÓN

En todo proceso democrático, el poder lo ejercen los partidos políticos, desde cuyo seno surgen los
candidatos a diferentes cargos de representación popular elegidos mediante el voto secreto. En una
democracia consolidada los partidos ejercen una función de liderazgo político, siempre conectados a las
preocupaciones de los ciudadanos, sirviendo al pueblo y no a sí mismo.

En ese sentido, la responsabilidad confiada a los partidos políticos es muy gravitante en el desarrollo del
país, por lo cual esta representación debería estar ejercida por ciudadanos serios, honestos, con valores
y principios, preocupados por el bienestar colectivo, al contrario, nuestros políticos con sus acciones
han envilecido la política peruana.

En realidad, si bien existe una proliferación de partidos políticos, alrededor de 23 partidos participarán
en los comicios electorales regionales y municipales 2018, eso no significa que tengamos una
democracia consolidada, dado que este sistema partidario no funciona propiamente acarreando una
fuerte crisis de representatividad e institucionalidad.

Como vemos es inconcebible el desarrollo de la democracia y de los Estados Modernos sin los partidos
políticos, sin embargo, la ciencia política refiere que en el caso peruano existe ausencia de verdaderos
partidos políticos. Por tanto, cabe hacernos las siguientes preguntas ¿Qué son los partidos políticos?,
¿cuáles son sus funciones?, ¿existen partidos políticos en el Perú?, ¿por qué son importantes?, ¿Cuál es
su regulación jurídica?, ¿los partidos se encuentran en crisis?.

1. DEFINICIONES DE PARTIDO POLÍTICO

Al partido político se define como:

Son las agrupaciones de personas que, con distinto idearios unas de otras, sostienen opiniones
políticas que pretenden hacer prevalecer a efectos de la orientación y de la gobernación del
Estado. De ahí que se haya dicho por algún autor que “el gobierno representativo es el gobierno
de los partidos”. Los partidos políticos son esenciales dentro de los sistemas democráticos no solo
para ejercer la función gubernativa en un momento determinado, a causa de representar a la
mayoría o a la mayor minoría en el país, sino también porque las agrupaciones no gobernantes
ejercen desde la oposición una fiscalización de los actos de los gobernantes. Es precisamente esa
la razón de que todos los regímenes autocráticos, dictatoriales, tiránicos y totalitarios manifiestan
su aversión a los partidos políticos y los supriman tan pronto como alcanzan el poder,
obligándolos a su disolución o, lo que es más frecuente, a actuar en la clandestinidad. (Ossorio,
2011)
El estadounidense Anthony Downs, citado por Wilhelm Hofmeister y Karsten Grabow, define: “al
partido político como un grupo de personas que buscan el control del aparato de gobierno a través de
obtener puestos en una elección llevada a cabo de forma correcta”. (2013, pág. 7)

Antonio García Calderón un partido es “una organización estable que tiene como objetivo principal la
conquista y el ejercicio del poder político, con el fin de organizar la sociedad y el Estado, de acuerdo
con las ideologías e intereses que representa”. (Rodriguez, 2014)

Los partidos políticos pueden definirse como asociaciones permanentes de ciudadanos que, con base en
sus programas y la afiliación voluntaria, se esfuerzan por ocupar con su equipo de gestión, por la vía de
las elecciones, los puestos políticamente decisivos de un Estado y así poder implementar sus ideas para
la organización de la comunidad y la solución de los problemas existentes. (Hofmeister & Grabow,
2013)

La ley N°28098 modificada por la ley N°30414, publicada el 17 de enero de 2016, define a los partidos
políticos de la siguiente manera:

Los partidos políticos expresan el pluralismo democrático. Concurren a la formación y

manifestación de la voluntad popular, y a los procesos electorales. Son instituciones
fundamentales para la participación política de la ciudadanía y base del sistema democrático.

Los partidos políticos son asociaciones de ciudadanos que constituyen personas jurídicas de
derecho privado cuyo objeto es participar por medios lícitos, democráticamente, en los asuntos
públicos del país dentro del marco de la Constitución Política del Estado y de la presente ley.

La denominación “partido” se reserva a los reconocidos como tales por el Registro de

Organizaciones Políticas. Salvo disposición legal distinta, sólo éstos gozan de las prerrogativas
y derechos establecidos en la presente ley.

Por tanto, los partidos políticos son asociaciones de ciudadanos de una misma ideología política, su
finalidad es alcanzar el poder, gobernar para poner en práctica todo aquel proyecto que defendió a lo
largo de una campaña electoral.

Los partidos políticos son personas jurídicas que actúan como mediadores entre ciudadanía y
gobierno, representan el interés de los ciudadanos, recogen sus demandas y sobre esa base
elaboran su programas de gobierno que serán implementadas cuando lleguen al poder.

Se estaba formando un sistema partidario, empero en los años noventa se deslegitimo las opciones
partidarias

2. ELEMENTOS DEL PARTIDO POLÍTICO

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 1. Ideología clara, es decir el conjunto de ideas sobre el modelo de sociedad que buscan;
2. Organización y personalidad jurídica, todo partido político debe estar aprobado por ley;
3. Programa de acción que presenta al electorado, en este programa se va a desarrollar su ideología.
4. Base personal integrada por los afiliados;
5. Órganos dirigentes y cargos políticos elegidos democráticamente, de aquí saldrán los
representantes del congreso o gobierno.

Se puede sintetizar estos elementos en: ideología, militancia y perdurabilidad en el tiempo. Bajo esa
premisa, cabe preguntarnos ¿realmente tenemos partidos políticos?

Hoy en día nos enfrentamos ante una desideologización de los partidos políticos. No se enfatizan
posiciones ideológicas (centro, izquierda y derecha), se caracteriza por un pragmatismo circunstancial
sustentados en la solución de problemas sociales. Ciertamente, los partidos políticos han dejado de
construir una ideología para dar paso a un discurso populista con la finalidad de ganar mayores adeptos,
estrategia efectiva, pues el ciudadano peruano se guía por vaguedades.

Por otra parte, desde la década fujimorista se puede observar el colapso de los partidos políticos, se
implantó una política pragmática, el ciudadano no vota porque acoge una posición ideológica que se ve
trasuntada en el plan de gobierno de un partido político sino por el candidato más mercantilista, el que
hace más publicidad o el que regala más, es decir la política se ha vuelta personalista. Esta forma de
hacer política implantada desde la década de los 90 han canalizado que los partidos políticos no adopte
alguna línea ideológica como ocurría en los años 80 de la mano del Partido Aprista Peruano
(socialdemócrata), Acción Popular, Partido Popular Cristiano (social cristianismo) e Izquierda Unida.

Otra situación que atraviesa los partidos políticos es su falta de militantes, no hay cuadros, cuando el
partido gana una elección no es la propia gente del partido la que gobierna, muchos candidatos postulan
en calidad de invitados y otros cuando llegan al poder se alejan del partido ocasionando un desbarajuste
total. Si existiera una verdadera institucionalidad los propios militantes actuarían como fiscalizadores
en el cumplimiento de las promesas electorales ofrecidas por su partido.

Es evidente que en el Perú existe proliferación de partidos políticos, empero también es cierto que varios
han desaparecido. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) informó que desde el año 2006 se crearon
23 partidos políticos y al menos 28 perdieron su inscripción por no haber superado la valla electoral.
Esta caótica situación da cuenta que los partidos políticos no están funcionando como institución sino
como vehículo para llegar al poder, es decir los partidos políticos son una especie de instrumentos para
que los candidatos puedan cumplir sus fines personales.

3. FUNCIONES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

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 Según Dalton et al, citado por Wilhelm Hofmeister, las funciones de los partidos políticos para
contribuir a la consolidación de la democracia se resume a continuación (Hofmeister & Grabow, 2013):

1. Articulan y unifican los intereses sociales: los partidos formulan las expectativas públicas y las
demandas de los grupos sociales en el sistema político (función de formación de opinión);
2. Reclutan al personal político y promueven la formación de nuevos cuadros: los partidos
seleccionan personas y las presentan en las elecciones para optar a cargos políticos( función de
selección);
3. Desarrollan programas políticos: los partidos integran los diferentes intereses en una concepción
global de la política y los incluyen en un programa político, para lo cual solicitan la aprobación
y el apoyo de la mayoría (función de integración y articulación);
4. Promueven la socialización política y la participación ciudadana: los partidos establecen una
conexión entre los ciudadanos y el sistema político, permiten la participación política de los
individuos y los grupos con perspectivas de éxito ( función de socialización y participación);
5. Organizan el gobierno: los partidos participan en las elecciones para ocupar posiciones de poder;
en las democracias partidistas, por lo general, al menos una parte de los miembros más
destacados del gobierno proviene de los partidos que han ganado las elecciones ( función de
dominio);
6. Contribuyen a la legitimidad del sistema político: como los partidos establecen un vínculo entre
los ciudadanos, los grupos sociales y el sistema político, contribuyen al afianzamiento del orden
político en la conciencia de los ciudadanos y en las fuerzas sociales (función de legitimación)

Si bien existen una gama de partidos políticos inscritos, estos no cumplen las funciones
tradicionales que cumplen en democracias consolidadas, no son representativos de la
población, no hay cuadros para ocupar cargos políticos, no hacen vida partidaria que les permita
recoger las demandas de los ciudadanos y convertirlas en programas políticos, y evidentemente
no cuentan con perfiles programáticos definidos hay mucha diferencia una vez que son electos
y lo que prometieron en campaña electoral.

Es evidente que los partidos políticos inscritos en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP-
JNE) carecen de los elementos previamente descritos, asimismo no cumplen con sus funciones
tradicionales, bajo esa premisa podemos afirmar que en nuestro país no existen propiamente
partidos políticos, que sin duda se traduce en la crisis de representatividad, los ciudadanos no
sienten que sus demandas sociales sean escuchadas por el gobierno de a pie se muetran alejado
de politica la considerarla peyorativa, no se sienten representados

4. LEGISLACIÓN

El 31 de octubre de 2003, se promulgó la Ley N°28094 “Ley de partidos políticos”, que regula
la constitución, funcionamiento y financiación de los partidos políticos en el Perú, la misma que ha sido

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modificada por la Ley N°30414, publicada el 17 de enero de 2016, que modifica el título de la misma
por “Ley de Organizaciones políticas”, así como las leyes 30688 y 30689.

En conclusión, los partidos políticos tienen por finalidad promover la participación del pueblo en
la vida democrática y contribuir a la integración de la representación nacional. En nuestro país
existe un gama de partidos políticos, aproximadamente son 25 partidos con inscripción vigente,
entre estos tenemos: APRA, PPC, Alianza Para el Progreso, Democracia Directa, Solidaridad
Nacional, Peruanos por el Kambio, Siempre Unidos, entre otros. Sin embargo; la mayoría de estos
partidos carecen de una ideología clara y concreta, nos encontramos ante una desideologización
tramontando a un pragmatismo político, en el que no interesa los partidos políticos sino los
candidatos, se desplaza ideología por ideas populistas; asimismo no cuentan con militantes para
participar en las elecciones o en su momento asumir el poder, es lo que se ha denominado partidos
políticos sin políticos, y atraviesa por este péndulo de creación a desaparición de partidos
políticos.

Para ser considerados como verdaderos partidos políticos no es suficiente una inscripción,
primordialmente deben cumplir a cabalidad sus funciones, entre estas, vincular demandas sociales con
el mundo de la política, por lo que resulta siendo inviable elaborar un programa de acción sólido,
situación que se ve reflejada cuando los candidatos llegan al poder y dejan de lado su propuestas sea por
desidia o por su inviabilidad. La autoridad elegida no ha sido formada en valores y/o principios, no
existe una escuela de formación que nos permita tener candidatos más capacitados y con buenos
cimientos, por el contrario los partidos políticos designan a sus candidatos a dedocracia y no bajo una
democracia interna, que permitiría elegir líderes competitivos.

La ciencia política ha señalado que el hecho de no tener partidos políticos estables representativos
a lo largo del tiempo hace que la política sea incierta inestable, política de corto plazo, la política
se pueble de conductas y personajes oportunistas, la política menos programática menos basada
en ideas, más basada en personas e intereses personalísimos.

Entonces, si queremos cambiar esta situación, la única salida es apostar por la institucionalización de
nuestro sistema partidario, implementando medidas para su fortalecimiento, imponer una militancia de
02 años para postular como candidatos a fin de evitar improvisados políticos; los partidos políticos deben
actuar como un ente fiscalizador y controlador procurando que sus representantes cumplan con la
línea de acción propuesta; crear mecanismos que garanticen que los partidos políticos se rijan bajo
una democracia interna y transparencia en su financiamiento.

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Bibliografía
Hofmeister, W., & Grabow, K. (2013). PARTIDOS POLÍTICOS EN LA DEMOCRACIA: Organización y
Funciones. Guatemala: Konrad Adenauer Stiftung.

Ossorio, M. (2011). Diccionario de Ciencias Juridicas, Politicas y Sociales. Buenos Aires: Heliasta
S.R. L.

Rodriguez, R. (ocho de agosto de 2014). Lamula.pe. Recuperado el tres de abril de 2018, de

https://agoraabierta.lamula.pe/2014/08/08/los-partidos-políticos-y-la-
democracia/rafaelrodriguez/