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Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol.

III • 121-122

Introducción al número monográfico


«Corazón y patología extracardíaca»
Francisco García Gallego
Servicio de Cardiología, Hospital Universitario La Paz. Madrid.

El enfoque especializado de la práctica médica ha amiloidosis, e incluso otras, más comunes, como el hi-
ido concentrando nuestro campo de actuación, de pertiroidismo o la diabetes necesitamos de una con-
médico especialista en aparato circulatorio, como no cepción médica general. Cuando constatamos que
hace muchos años se denominaba nuestro título, al muchos de los fármacos modernos como IECAS,
de simplemente cardiólogo. Aún más, el sucesivo, y antagonistas de los ARA II, etc., tan útiles en car-
cada vez más rápido desarrollo tecnológico, ha he- diología, más que un efecto directo sobre el propio
cho que surjan subespecialidades en el ámbito de la corazón lo tienen a mayor escala sobre las arterias y
cardiología, a las que, las nuevas generaciones de venas. También, otros medicamentos de uso común en
médicos cardiólogos, se han adherido con facilidad, nuestras consultas, como antiagregantes plaqueta-
queriendo ser ecocardiografistas, hemodinamistas, rios, hipolipemiantes, anticoagulantes, antiinflamato-
arritmiólogos, especialistas en insuficiencia cardía- rios, etc. ponen a prueba, desde un punto de vista
ca, etc. antes que cardiólogos generales. general, nuestros conocimientos y conceptos sobre
las cardiopatías, y descubrimos lo pacatos que somos
No hace falta mucho esfuerzo para comprender al denominarnos restrictivamente cardiólogos. Por úl-
que esta progresiva acotación de campos, cada vez timo, cuando el bienestar del paciente se yergue co-
más específicos, tiene un límite práctico y conceptual mo el obligado centro de nuestra actividad médica, el
marcado por la clínica. La parte no explica el todo. Ni cardiólogo tiene que echar mano de todas sus habili-
tampoco la suma simple de las partes explica el com- dades de médico para comprender, curar o aliviar.
portamiento del todo. Así, por un lado, se entiende la
frecuente insatisfacción del enfermo que no encuentra La mencionada dualidad, necesaria, consistente en
alivio a sus dolencias después de haber recorrido las la subespecialización y, a la vez, la aceptación tozu-
distintas consultas especializadas afines a su mal. Por da del hecho clínico global, entrelazado con una con-
otro, la dificultad que el cardiólogo práctico encuentra cepción general de la enfermedad y, por ende, con el
en la compresión de las dolencias de sus pacientes, si resto de las especialidades médicas, obliga al car-
pierde la perspectiva clínica general de su especialidad. diólogo subespecializado a adquirir una imprescindi-
ble formación en medicina interna o general. Algunos
La mayoría de los síntomas atribuidos culturalmen- de nuestros subespecialistas se han dado cuenta de
te al corazón son inespecíficos, y pueden estar cau- ello y conscientes de esta situación han añadido el
sados por otras enfermedades que son objetivo de adjetivo «clínico» a su específica parcela, como que-
otros especialistas. También, cuando intentamos com- riendo indicar que no solo son capaces de manejar
prender las alteraciones cardiológicas de muchas de una técnica, sino que, también, lo son de tratar al pa-
las enfermedades sistémicas, desde la sobrecarga ciente de forma integral (v.g. arritmología clínica).
que para el corazón supone un estado febril, o una
anemia, hasta la especificidad de las manifestaciones El objetivo de esta monografía es transitar por los lí-
cardiológicas, útiles para establecer un diagnóstico y mites de nuestra especialidad que se relacionan con
prognóstico, de enfermedades como las vasculitis, otros campos de la medicina. Explorando las necesida-

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F. GARCÍA GALLEGO

des de interconsulta de los cardiólogos con el resto de como el Editor de Monocardio depositaron en mí al
las especialidades médicas, y desde éstas con la car- encargarme la coordinación de este número sobre
diología propiamente dicha. Para esta tarea, y sin ánimo «Corazón y patología extracardíaca». Asimismo, de-
de agotar los temas, hemos tenido la suerte de contar bo expresar mi gratitud al Profesor Ciril Rozman por
con destacados especialistas tanto del campo de la su colaboración con un magnífico editorial, y a todos
cardiología como de otras especialidades médicas. los expertos que han sintetizado y hecho manejables
campos inmensos de la medicina, además, de cum-
Por último debo agradecer la confianza que, tanto plir puntualmente con los plazos de entrega de los
la Junta de la Sociedad Castellana de Cardiología, originales.

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Un dilema más para el cardiólogo clínico:


ser o no ser internista
C. Rozman
Catedrático de Medicina Interna. Ex Director de la Escuela Profesional de Hematología «Farreras Valentí».
Profesor Emérito de la Universidad de Barcelona.

La publicación del presente número monográfico tipos de profesionales pertenecían al tronco común
sobre «Corazón y patología extracardíaca» de la de la Medicina Interna. Actualmente, ello no es así,
Revista «Monocardio» parece constituir una oca- pues numerosos cardiólogos, digestólogos, neu-
sión particularmente idónea para reflexionar breve- mólogos y otros miembros de la Especialidades
mente acerca de la relación entre la Cardiología y Médicas ya no se consideran internistas ni son con-
las diversas Especialidades. Teniendo en cuenta mi siderados así por los internistas generales. Esta
ya antigua y prolongada preocupación por los di- evolución histórica ha ido acompañada de relacio-
versos aspectos de la Medicina Interna, he acep- nes conflictivas entre los distintos profesionales, las
tado gustosamente la invitación del Director de es- cuales han sido particularmente ostensibles en los
te Número Monográfico Dr. Francisco García Galle- hospitales universitarios degenerando en luchas de
go, para escribir el artículo editorial correspondien- poder por la posesión territorial o por las áreas de
te. influencia. Los conflictos se generaban con fre-
cuencia por no deslindar de forma idónea las fun-
Cualquier análisis de este tipo debe ir precedido ciones asistencial, docente e investigadora que se
forzosamente de una breve perspectiva histórica. desempeñaban.
Los dos tercios iniciales del siglo XX se caracteri-
zaron por el enorme prestigio y situación dominan- En las próximas líneas me voy a centrar única-
te de la Medicina Interna. Los internistas ocupaban mente en la relación entre la Cardiología y la Medi-
los cargos del máximo rango en la Universidad y en cina Interna en los aspectos asistenciales. Una de
los Hospitales, situación que se solía combinar con las primeras cuestiones que deberíamos responder
el papel de consultor del mayor prestigio con el es la siguiente: ¿Es la Cardiología una subespecia-
consiguiente triunfo social y económico. En la mi- lidad de la Medicina Interna? En EEUU de Nortea-
tad de la década los años sesenta se inició el pro- mérica, país al que se tiende a emular como para-
ceso de disgregación de la Medicina Interna, de digma de todo lo moderno y avanzado, es induda-
cuyo tronco común surgieron con fuerza diversas blemente así. Analizando el organismo que certifi-
subespecialidades, y el lugar de máximo prestigio ca la competencia profesional de diversos espe-
lo empezaron a ocupar los correspondientes espe- cialistas en el área médica, es decir, el «American
cialistas: cardiólogos, digestólogos, neumólogos, Board of Internal Medicine», este incluye bajo el
oncólogos, etc. Clásicamente se habían distinguido epígrafe de «Subspecialties» junto a otras, la Car-
en este terreno dos clases de profesionales: espe- diología. Pero he conocido a especialistas a quie-
cialistas de medicina interna general y los especia- nes el prefijo «sub» les molestaba profundamente
listas en alguna rama de la Medicina Interna, o in- como si les degradase a un estadio inferior y pre-
ternistas subespecializados. Se asumía que ambos ferían el término de superespecialistas. Es proba-

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C. ROZMAN

ble que a alguno de ellos les influyese todavía la re- biológicos de la persona enferma, sin atender a los
miniscencia histórica de subordinación jerárquica importantísimos componentes psicológicos y socia-
del especialista frente al internista general de las les del paciente, también se requiere un notable
épocas antiguas. Si nos atenemos a lo que marca grado de integración. En efecto, al igual que el or-
el correspondiente organismo español, es decir, el ganismo sano no es una pura aposición de los di-
Consejo Nacional de Especialidades, podemos ad- versos aparatos y sistemas, también en la enfer-
vertir que no existe desde el punto de vista estric- medad existen innumerables relaciones entre las
to ningún vínculo entre la Medicina Interna y la Car- diversas alteraciones orgánicas. Y ello es particu-
diología, ni tampoco entre la Medicina Interna y larmente cierto en los estados de multimorbilidad,
otras Especialidades Médicas, pues las Comisio- cada vez más frecuentes a medida que aumenta la
nes de cada especialidad son totalmente indepen- edad de la población general.
dientes. Con todo, profundizando en los programas
de formación de distintos especialistas, cabe per- ¿Hasta qué punto el cardiólogo está preparado
catarse, de que la Cardiología está más cercana a para ofrecer a sus pacientes una asistencia como
la Medicina Interna que a la Traumatología, por la que se señala en el párrafo anterior? En la Car-
ejemplo. En efecto, la Cardiología pertenece al gru- diología se ha operado una evolución histórica pa-
po de las llamadas especialidades médicas –no recida a la experimentada por la Medicina Interna.
quirúrgicas– en cuya formación se requiere lógica- Al igual que de la Medicina Interna General han
mente un período de estancia en diversas áreas de surgido las Especialidades Médicas, al lado del
la Medicina Interna, sea general o especializada. Cardiólogo General ya se reconocen algunos pro-
Como defendía hace mucho años, lo ideal sería –si fesionales específicamente entrenados en alguna
no fuera engorroso– que los distintos profesionales rama más reducida de la Cardiología. En EEUU de
del ámbito de la Medicina Interna se denominasen Norteamérica, después de haber superado el
internista general, internista-cardiólogo, internista- «Subspecialty Board on Cardiovascular Disease»,
neumólogo, etc. Actualmente, en pleno auge de la el cardiólogo puede acceder a programas de for-
autosuficiencia de las especialidades médicas y mación adicional en «Clinical Cardiac Electrophy-
del olvido de la pertenencia a un tronco común, una siology» y «Interventional Cardiology», respectiva-
propuesta de estas características no sería tildada mente. La Electrofisiología y la Cardiología Inter-
tan sólo de engorrosa, sino por muchos como ina- vencionista constituyen ya dos sub- o supra-espe-
ceptable e incluso ofensiva. cialidades que se han desgajado del tronco de la
Cardiología General. Es probable que en España,
Probablemente, para enfocar de forma más idó- La Comisión Nacional de Cardiología también pro-
nea este problema, es mejor abandonar todas las ponga algún tipo de Área de Capacitación Especí-
referencias a las estructuras legales y organismos fica, a modo de lo que sucede en EEUU. Esta pro-
correspondientes, así como olvidarnos de las cues- gresiva supraespecialización determinará que al-
tiones semánticas para preguntarnos: ¿Qué espera gunos cardiólogos no van ya a atender a los pa-
la población atendida de los profesionales que for- cientes más que durante la práctica de una explo-
man parte del sistema sanitario? Lo idóneo es que ración complementaria (una coronariografía, pon-
el paciente reciba una asistencia basada en la gamos por caso) o una actuación de cardiología in-
aproximación integral, es decir, no sólo como un or- tervencionista (una angioplastia, por ejemplo). A su
ganismo portador de alteraciones en uno o varios lado, el grueso de cardiólogos generales seguirán
aparatos y sistemas, sino como un ser humano, do- asistiendo y tratando enfermos en las unidades de
tado de sentimientos y de un psiquismo que le es hospitalización o en áreas de consulta externa. A mi
propio, y con unas características biográficas que juicio, estos últimos deberían adquirir y mantener a
le tienen inmerso en unas circunstancias sociales lo largo de su vida profesional la competencia y la
determinadas. Tal asistencia integral debe consi- actitud propia del internismo. Y esta no es otra que
derar, pues, todas las vertientes bio-psico-sociales. la capacidad de aproximación integral al paciente,
Pero incluso centrándonos tan sólo en los aspectos basada en profundos conocimientos científicos.

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UN DILEMA MÁS PARA EL CARDIÓLOGO CLÍNICO: SER O NO SER INTERNISTA

Cuando un cardiólogo general le dice a un enfer- cas, endocrinas, etc.) y el cardiólogo que atiende a
mo: «Lo que Vd. me refiere no es de mi incumben- los pacientes con tales dolencias mixtas, debe asu-
cia» ha perdido esa competencia. En cambio, mir forzosamente el papel de internista, capaz de
cuando además de dominar las innumerables fa- una aproximación integral a su enfermo. Pero inclu-
cetas de su área especializada, mantiene la capa- so, cuando trata a cualquiera de sus pacientes, en
cidad de realizar una anamnesis general, una ex- apariencia sólo cardiológicos, debe estar abierto a
ploración física completa y una orientación diag- este tipo de asistencia.
nóstica de un paciente previamente no clasificado,
está en condiciones de ofrecer una asistencia idó- ¿Cuáles son los caminos para que los especia-
nea a sus pacientes. listas, en nuestro caso los cardiólogos, adquieran y
mantengan ese tipo de competencia profesional.
¿Cuál es nuestra realidad actual? En los centros En primer término, procede que se acaben los an-
de tercer nivel, caracterizados por el gran desarrollo tagonismos entre la Medicina Interna y las Espe-
tecnológico, la mayoría de especialistas han perdido cialidades Médicas, y que se recupere el orgullo de
–de haberla tenido en los orígenes de su formación– pertenencia a un tronco común. En segundo lugar,
esa capacidad. No voy a entrar en el análisis de las es fundamental que durante las épocas formativas,
causas de este fenómeno, sino que comentaré tan el Residente reciba un entrenamiento idóneo en la
sólo algunas de sus consecuencias. Una de las más atención de enfermos, previamente no clasificados
frecuentes es que numerosos enfermos peregrinen por el diagnóstico. Más tarde, en la etapa de ejer-
por diversas consultas especializadas sin que ningu- cicio profesional especializado, deben establecer-
no de los profesionales que les atiende, les ofrezca se mecanismos de Educación Médica Continuada
una asistencia integral. No es raro que el paciente le que permitan al especialista mantener esa capaci-
plantee a «su especialista» únicamente el problema dad de atención integral. En las instituciones de ter-
que considera que es de incumbencia de este y que cer nivel, ello es particularmente difícil, dada la au-
ni siquiera pretende recibir la asistencia integral. De tarquía de los distintos grupos especializados. Pue-
este modo va haciendo una colección de «sus es- de ser de utilidad la organización de actividades
pecialistas» que de forma más o menos satisfactoria académicas conjuntas, en el amplio ámbito de Me-
le van resolviendo los problemas más variados. El dicina Interna y Especialidades Médicas, pero ello
cardiólogo le controla la hipertensión arterial y even- no es suficiente. Sería esencial que el especialista
tualmente se ocupa de prescribirle un hipolipemiante, pudiera recibir un reciclaje periódico, pasando por
el digestólogo le cuida el reflujo gastroesofágico y la áreas (de hospitalización o consulta externa) don-
diverticulosis sigmoidea, el reumatólogo o el ginecó- de los enfermos no están previamente clasificados
logo le trata de la osteoporosis y así sucesivamente. por el diagnóstico. Existen fórmulas aún más ima-
A menudo, la –en teoría obligada– historia única por ginativas, como la que adoptó hace muchos años
paciente, es tan sólo un gran sobre único, en el cual la famosa Clínica Mayo de Rochester, Minnesota,
cabe encontrar diversas historias clínicas, cada una EEUU de Norteamérica. Es conocido que a esa ins-
del servicio especializado correspondiente. Es obvio titución acuden muchos enfermos de todo el mun-
que esta situación no es idónea desde el punto de do en busca de un consejo diagnóstico y terapéu-
vista asistencial, ni satisfactoria para el paciente, ni tico. Aquellos pacientes que no van específica-
eficiente por lo que se refiere a la utilización racional mente dirigidos a un experto concreto, son asigna-
de los recursos. dos de forma aleatoria a cualquiera de los miem-
bros de la plantilla médica. Ese profesional, aunque
El contenido del presente número monográfico es sea especialista en una rama que nada tiene que
una clara demostración de que no cabe un cardió- ver con las dolencias del paciente, queda encar-
logo exclusivamente limitado a «su incumbencia». gado de su atención para el resto del tiempo en
Las afecciones del corazón están íntimamente rela- que dicho enfermo se relaciona con esta institu-
cionadas con numerosas afecciones extracardíacas ción. Obviamente, este médico recurre a las con-
(enfermedades pulmonares, digestivas, neurológi- sultas necesarias con diversos expertos, pero él si-

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C. ROZMAN

gue atendiendo al paciente como profesional pri- plácito mis ideas. Pero me sentiré compensado si
mario. Ello le mantiene no sólo en la preparación si- tan sólo a unos pocos cardiólogos se les despier-
no en la actitud necesaria para la asistencia inte- ta el orgullo de ser internistas (obviamente espe-
gral. cializados) y se les estimula el interés por los pro-
gramas de Educación Médica Continuada, no tan
Es altamente probable que la gran mayoría de sólo de su especialidad sino de la asistencia mé-
los lectores de esta revista no reciban con bene- dica integral.

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Patología cardíaca en
las enfermedades sistémicas
Roberto Risco, Marta Alhama y Carlos Gamallo
Departamento de Anatomía Patológica. Facultad de Medicina. Universidad Autónoma de Madrid.

INTRODUCCIÓN Enfermedades por depósito intracelular

En esta revisión nos hemos propuesto la des- Glucogenosis


cripción de los patrones morfológicos que pueden
encontrarse en las cardiopatías debidas a enferme- Las glucogenosis son enfermedades caracteriza-
dades sistémicas. La dificultad que entraña este ca- das por el déficit de acción de enzimas del metabo-
pítulo de la patología radica en la inespecificidad de lismo del glucógeno. Se conocen once tipos de glu-
las lesiones provocadas por estas enfermedades, y cogenosis, con distinto déficit enzimático 11, 18. Los
en la escasa información que se tiene sobre su pa- que afectan al corazón son las de tipo II (déficit de
togenia. Asimismo, son patologías con baja inciden- maltasa ácida), en su variante infantil denominada
cia, a excepción de las inducidas por fármacos y tipo IIa, la glucogenosis III (déficit de enzima des-
drogas de abuso, que han experimentado un gran rramificante) y la glucogenosis IV (deficiencia de en-
aumento hoy día. zima ramificante).
Podemos clasificar las enfermedades sistémicas La clínica cardíaca de estas enfermedades suele
en enfermedades de depósitos, neuromusculares, ser mínima, hallándose sobre todo cardiomegalia y
del colágeno, endocrinas, inducidas por fármacos y anormalidades en el ECG en la glucogenosis tipo
otras drogas e infecciosas. A pesar de que las en- IIa 11. En la glucogenosis tipo II (enfermedad de Pom-
fermedades infecciosas son sistémicas y en su evo- pe) el corazón está aumentado de tamaño 11, llegan-
lución pueden afectar al corazón, consideramos que do a tener un peso 6,5 veces el normal. Las paredes
sobrepasan los objetivos de esta revisión. Por la mis- están engrosadas, sobre todo las de las cavidades
ma razón, tampoco haremos referencia a las estra- izquierdas, pudiendo ocasionar obstrucción al flujo
tegias terapéuticas de las mismas. de salida del ventrículo izquierdo 18 con un patrón he-
modinámico de miocardiopatía hipertrófica.
Histológicamente los miocitos están vacuolados
ENFERMEDADES POR DEPÓSITO debido a la ocupación del citoplasma por glucóge-
no que rechaza el citoesqueleto a la periferia 19. Es-
Las enfermedades por depósito son un grupo ta vacuolización se halla también en el endotelio y en
muy amplio de enfermedades que se caracterizan las células del músculo liso de la pared vascular. El
por el depósito de distintas sustancias que pueden depósito de glucógeno, ultraestructuralmente, es
ser de características normales o anormales, y normal y se agrupa en partículas ß. Sin embargo, en
puede encontrarse en múltiples órganos y tejidos. la glucogenosis tipo IV el glucógeno se agrupa en
Vamos a hacer referencia a las enfermedades de forma de fibrillas de 5 a 6 nm de diámetro junto a
depósito en las que existe afectación del corazón, partículas ß. El tipo II es la que más glucógeno acu-
dividiéndolas de acuerdo a si el depósito es intra- mula (9% versus 0,77%) localizándose preferente-
celular o intersticial. Dentro del primer grupo se mente dentro de los lisosomas. La glucogenosis tipo
describirán las glucogenosis, la enfermedad de III tiene un glucógeno bioquímicamente anormal y se
Fabry y las enfermedades por depósito de oligo- deposita de forma libre fuera de los lisosomas 18.
elementos, y en las intersticiales, las mucopolisa- El engrosamiento fibroso del endocardio, prefe-
caridosis, gangliosidosis y amiloidosis, como las rentemente afectando a las cavidades izquierdas, ha
más importantes. sido descrito como lesión acompañante.

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R. RISCO y cols.

por un exceso de aporte de hierro, como ocurre en


las transfusiones múltiples.
Estas acumulaciones, en gránulos lisosomales de
siderina, son idénticas en ambas enfermedades, y
pueden dar lugar a insuficiencia cardíaca congestiva.
El corazón macroscópicamente presenta una colo-
ración ocre y un peso aumentado. El mayor depósito
de hierro se encuentra en el epicardio, siendo inter-
A B medio en el subendocardio y en menor grado en el
tercio medio. El hierro también se deposita en el teji-
do de conducción pudiendo provocar arritmias su-
praventriculares, así como en células musculares e in-
tersticiales 7, no observándose depósito en la matriz
extracelular. No se afectan las válvulas ni las arterias
coronarias. Cuando el depósito de hierro es impor-
tante puede dar lugar a fibrosis intersticial miocárdi-
ca, y en los casos más graves, focos de necrosis.
C D
Enfermedades por depósito intersticial
Figura 1.—A) Depósito intracelular de glucógeno (Enfermedad de
Pompe) en las células cardíacas y células musculares lisas de una
arteria coronaria (flecha). B) Las células cardíacas aparecen óp-
Mucopolisacaridosis
ticamente vacías y el citoesqueleto rechazado. C) Depósito ex-
tracelular de amiloide (rojo congo + ) alrededor de un vaso o al- Las mucopolisacaridosis son enfermedades cau-
rededor de las células cardíacas en D. sadas por la deficiencia de enzimas lisosomales in-
volucradas en la degradación de distintos mucopo-
lisacáridos.
Enfermedad de Fabry La clínica y la morfología dependen no sólo de la
acumulación de estos mucopolisacáridos, sino tam-
Es una enfermedad de herencia recesiva ligada al bién a la presencia de anomalías estructurales del
cromosoma X que consiste en una deficiencia de α- tejido conjuntivo, ya que es necesario una adecua-
galactosidasa A. Se caracteriza clínicamente por an- da interacción entre las proteínas del espacio extra-
gioqueratomas, dolor y parestesias en miembros y celular y de los mucopolisacáridos para la formación
enfermedad progresiva renal y cardíaca. del tejido conectivo. Estas enfermedades son todas
En el corazón provoca hipertrofia y dilatación de autosómicas recesivas, menos el síndrome de Hur-
todas las cavidades con angina, hipertensión e in- ler (MPS-I) que se hereda de forma ligada al sexo.
suficiencia cardíaca congestiva, debido a la acumu- Un rasgo común a todas ellas es el engrosamiento
lación de ceramidas trihexosa en los lisosomas de valvular, sobre todo en la superficie de contacto, sin
las células miocárdicas, células endoteliales, múscu- fusión de las comisuras. La afectación valvular es so-
lo liso y células periciteliales. También se afecta el te- bre todo del lado izquierdo, siendo la válvula mitral la
jido de conducción atrioventricular y los fibroblastos más afectada. Las cuerdas tendinosas aparecen tam-
valvulares 10. Este depósito (PAS +) aparece ocu- bién engrosadas y acortadas. Consecuencia de esta
pando la parte central de los miocitos, haciendo que lesión se puede producir calcificación de los anillos
el aparato contráctil se desplace a la periferia, dan- de las válvulas mitral y aórtica. El endocardio mural
do así un aspecto de vacuolización de las células. también se afecta, apareciendo engrosado y rígido.
Al microscopio óptico se observa en las válvulas, en-
docardio, miocardio e íntima arterial, la presencia de
Enfermedades por depósito de células de Hurler que también se pueden encontrar en
oligoelementos otras mucopolisacaridosis. Estas células son grandes
con muchas vacuolas citoplasmáticas debidas a los
La enfermedad más importante de este grupo es depósitos lisosomales de mucopolisacáridos.
la hemocromatosis que es una enfermedad heredi- En el síndrome de Hurler también se observa una
taria en la que se afecta el metabolismo del hierro. acumulación de material glicolipídico dentro de cé-
En esta enfermedad existe un depósito de hierro en lulas musculares cardíacas, células miointimales y
células parenquimatosas, fundamentalmente en hí- células musculares lisas de los vasos sanguíneos.
gado, corazón y páncreas. Depósitos similares se Este material se organiza en forma de lamelas con-
encuentran en la hemosiderosis que está provocada céntricas y paralelas en las regiones perinucleares,

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PATOLOGÍA CARDÍACA EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS

ocupando sólo un pequeño porcentaje del volumen Los depósitos cardíacos de amiloide son muy fre-
celular, siendo muy evidente en las células muscula- cuentes en la mayoría de las formas de la amiloi-
res lisas de las arterias coronarias 19. La disminución dosis, menos en la amiloidosis secundaria, en la
de la luz de las arterias coronarias, se debe por tan- que el corazón raramente se afecta. La amiloidosis
to, a la presencia de células de Hurler y a las altera- cardíaca puede asociarse a insuficiencia cardíaca
ciones que sufren las células miointimales. En la MPS congestiva, arritmias (siendo la más frecuente la fi-
VII se puede observar además lesiones tipo displa- brilación auricular), bajo voltaje en el ECG, miocar-
sia fibromuscular en los grandes vasos. diopatía restrictiva o signos de enfermedad isquémi-
ca o valvular. El daño producido está causado por la
compresión de las células cardíacas por el depósito
Amiloidosis de amiloide, ocasionando atrofia y rigidez del tejido
con restricción del riego sanguíneo por compresión
Se engloban bajo este término numerosas enferme- vascular 7, 15, 16.
dades que tienen en común la presencia de depósitos Macroscópicamente el corazón presenta una con-
extracelulares de amiloide 16. Existen múltiples formas sistencia firme, similar al caucho y no es distensi-
clínicas y bioquímicas, pero la clasificación más útil es ble 7, 16. La amiloide se deposita en el endocardio, el
la siguiente: intersticio miocárdico y tejido de conducción, válvu-
Primaria o AL: es el resultado de un proceso pro- las, pericardio, y en las arterias coronarias, venas y
liferativo clonal de células plasmáticas y puede es- capilares intramurales 7, 15, 16. Este depósito es inters-
tar asociado al mieloma múltiple. Las fibras de ami- ticial alrededor de los vasos y las células miocárdi-
loide están compuestas de cadenas ligeras kappa o cas, adoptando dos patrones, ya agregados nodu-
lambda. La afectación cardíaca es común. Normal- lares, con mayor repercusión funcional y por tanto
mente es rápidamente progresiva con un peor pro- con peor pronóstico, o bien formando redes perice-
nóstico que el resto de los tipos de amiloidosis (su- lulares 7. En una cuarta parte de los casos se asocia
pervivencia media de 4-6 meses). a trombosis en el endocardio mural producida por
Secundaria o AA: asociada a procesos inflamato- daño endotelial y disfunción ventricular 7.
rios crónicos. Los depósitos de amiloide están com-
puestos por proteína A. Se presenta con insuficiencia
renal y síndrome nefrótico. La afectación cardíaca es Gangliosidosis
muy poco frecuente.
Hereditaria: es una enfermedad autosómica domi- Las gangliosidosis son enfermedades provocadas
nante asociada a mutaciones del gen de la transti- por acumulación de gangliósidos en diferentes teji-
rretina (prealbúmina). Las mutaciones más frecuen- dos debido a defectos enzimáticos en el metabolis-
tes son Met30, Ala60, Tyr77 y Ser84 provocando la mo lisosomal de los gangliósidos. Existen dos gru-
producción por el hígado de variantes anormales de pos, la GM1 y la GM2, y en ambas existe afectación
la transtirretina. El principal síndrome clínico es una cardíaca caracterizada por cardiomegalia y lesión
neuropatía sensitivo-motora periférica. La afectación valvular por engrosamiento debido a acumulación
del corazón por estas variantes es rara, salvo en ca- de histiocitos vacuolados PAS +.
sos (miocardiopatía familiar) con la mutación Ile122. En las enfermedades por depósito, la patología
Relacionada con la edad: se clasifica en aislada cardíaca es diferente según la localización de la sus-
auricular o tipo senil. La forma auricular, debida al tancia acumulada. Cuando ésta es intracelular las
depósito de factor natriurético auricular, puede estar células cardíacas se vacuolizan por acumulación de
relacionada con fibrilación auricular. La de tipo senil, glucógeno o de esfingolípidos, o aparecen cargadas
por depósito de transtirretina o prealbúmina, se ve de gránulos de hemosiderina (hemocromatosis y he-
en pacientes mayores de 60 años y puede dar insu- mosiderosis), que dan lugar al aumento del tamaño
ficiencia cardíaca congestiva, fibrilación auricular o del corazón, tan frecuente en estas enfermedades.
arritmias fatales. Esta enfermedad es lentamente Esta lesión interfiere con la funcionalidad de las cé-
progresiva teniendo una media de supervivencia de lulas miocárdicas y de las del sistema de conduc-
5 años por insuficiencia cardíaca congestiva. ción, provocando con el tiempo insuficiencia cardía-
Independientemente de su origen, estas proteínas ca y alteraciones del ritmo.
polimerizan en el espacio extracelular dando lugar a En las enfermedades por depósito intersticial pre-
las fibras amiloides, cuya morfología es rectilínea, sin domina la afectación valvular (mucopolisacaridosis y
ramificaciones, con un núcleo central claro y de 10 gangliosidosis) o la compresión de las células mio-
nm de diámetro. Esta configuración espacial hace a cárdicas y de la microcirculación (amiloidosis). En el
las fibras amiloides afines al Rojo-Congo, les da bi- primer caso se asocia a disfunción valvular, general-
rrefringencia verde manzana con la luz polarizada, y mente insuficiencia, y en la amiloidosis a miocardio-
son resistentes a la digestión protéica 16. patía restrictiva.

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R. RISCO y cols.

conducción, se observa fibrosis y lipomatosis parche-


ada, y en ocasiones se ha evidenciado anomalías del
esqueleto fibroso 23. La microscopía electrónica
muestra lesiones inespecíficas, como desorganiza-
ción de las miofibrillas y edema intracelular.

A B Enfermedades mitocondriales

Estas enfermedades son poco conocidas, pero no


son infrecuentes y su estudio está siendo desarrolla-
do en estos últimos años 18. El tejido miocárdico es
altamente dependiente de la energía suministrada
por las mitocondrias, de forma que alteraciones en
éstas afectarán al corazón. La lesión histológica cla-
ve es la existencia de fibras «ragged-red» en la
biopsia del músculo esquelético.
C D Las enfermedades mitocondriales que afectan al
corazón son debidas a mutaciones en ADN 2 y se
Figura 2.—A) Depósito intracelular de un pigmento granular (He-
mosiderina) en las células cardíacas que se colorea de azul (B) con
clasifican según el tipo de mutación:
la técnica de Perls (hierro). C) Miocardiopatía por Adriamicina: las – Mutaciones sin sentido: en este grupo se en-
células cardíacas están hipertróficas con múltiples vacuolas (D) por cuentra la neuropatía óptica hereditaria de Leber
lisis del citoesqueleto (miocitolisis) junto a fibrosis intersticial. (LHON), retinitis pigmentosa y el síndrome de
Leigh. En la LHON hay alargamiento del espacio
QT 24. En el síndrome de Leigh y en la retinitis
ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES pigmentosa se halla miocardiopatía hipertrófica
con o sin hipertrofia septal asimétrica 24.
Distrofias musculares – Mutaciones en proteínas mitocondriales: en este
grupo se encuentran los síndromes MERRF (epi-
Distrofia muscular de Duchenne lepsia mioclónica y fibras «ragged-red») y ME-
LAS (encefalopatía mitocondrial, acidosis láctica
La distrofia de Duchenne es la distrofinopatía más e ictus). En estos síndromes el corazón presen-
importante y es debida a un defecto genético de la ta bloqueos cardíacos 18, 24.
distrofina, proteína encargada de unir el aparato – Reordenamientos del ADN mitocondrial: sín-
contráctil de la célula muscular a su membrana. La drome de Kearns-Sayre (SKS) que se caracte-
falta de función de esta proteína provoca atrofia mus- riza por oftalmoplejia externa, retinitis pigmen-
cular 18. tosa y bloqueo cardíaco. En una autopsia se
Esta enfermedad, cuando afecta al corazón se ca- describió lipomatosis de la parte distal del haz
racteriza por cardiomegalia, con hipertrofia y dilata- de His 21. No se ha descrito la afectación di-
ción de todas las cámaras, acompañada por necro- recta del miocardio.
sis celular y fibrosis, más importantes en la región
subepicárdica. Afecta a los dos ventrículos, siendo
más relevante en el izquierdo. Ataxia de Friedreich

La lesión cardíaca se caracteriza por una hiper-


Distrofia miotónica de Steinert trofia 18, más acentuada del ventrículo derecho en
los pacientes con una afectación más grave, y del
Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad izquierdo en los pacientes con una mejor evolución.
incluyen varias alteraciones en el ECG (alargamien- Esta cardiomegalia se acompaña de fibrosis in-
to del intervalo PR, ensanchamiento del QRS...) La tersticial que se localiza en las regiones subendo-
afectación de la musculatura torácica provoca una cárdicas y subepicárdicas, en ocasiones asociada
hipoventilación, pudiendo desencadenar insuficien- a lipomatosis.
cia respiratoria y cor pulmonale. La patología de las enfermedades neuromuscula-
Macroscópicamente algunos corazones presentan res se caracteriza por la presencia de injuria celular
cardiomegalia y fibrosis. Se ha descrito prolapso de (necrosis), fibrosis intersticial y en algunos casos li-
la válvula mitral ocasionado por degeneración mi- pomatosis. Estas lesiones se dan de forma generali-
xoide del tejido. Histológicamente, en el sistema de zada en el miocardio y en el tejido de conducción.

130 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 127-136


PATOLOGÍA CARDÍACA EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS

ENFERMEDADES DEL TEJIDO CONECTIVO Se ha descrito una predisposición genética a de-


sarrollar estas respuestas autodestructivas, conocida
En este grupo se incluyen multitud de enferme- como diátesis lúpica. La respuesta del sistema inmu-
dades 21, pero sólo comentaremos aquellas con ne en estos individuos se desencadena con factores
afectación directa del corazón, como el lupus erite- exógenos como la luz ultravioleta, algunos fármacos
matoso sistémico, la artritis reumatoide, la esclerosis (ver más adelante) y otros agentes infecciosos que
sistémica progresiva o escleroderma y la espondilitis actúan como antígenos. Aunque el mecanismo exac-
anquilosante. Asimismo, consideraremos tres enferme- to de producción es desconocido, se piensa que se
dades simuladoras de las anteriores: la enfermedad de debe a modificaciones en la antigenicidad de deter-
Whipple, la fibrosis endomiocárdica y la enfermedad minadas nucleoproteínas y de ADN circulante.
por radiación. Las manifestaciones cardíacas del LES son múlti-
En general, son enfermedades sistémicas de etio- ples: pericarditis fibrinosa, endocarditis de Libman y
logía desconocida que dan lugar a múltiples mani- Sacks, miocarditis, afectación del tejido de conduc-
festaciones de tipo inflamatorio 9 con una escasa ción y vasculitis cutánea. El 50% de los afectados por
correlación entre los hallazgos patológicos y las LES muestran signos clínicos y morfológicos de peri-
manifestaciones clínicas. carditis, siendo la afectación cardíaca más frecuente
Las anomalías serológicas y ciertos cambios mor- y constituyendo un criterio diagnóstico de enferme-
fológicos en determinados órganos hacen sospe- dad 9. Generalmente es fibrosa aunque la pericarditis
char que el origen de estos procesos sea mediado fibrinosa es, sin embargo, más frecuente en pacientes
por inmunocomplejos. Las lesiones de la artritis reu- con nefritis lúpica y uremia. El derrame pericárdico es
matoide y el lupus eritematoso sistémico se pueden de tipo seroso o serohemático pudiendo evolucionar
explicar de esta manera, ya que es frecuente detec- a una fibrosis con adhesión de ambas hojas peri-
tar autoanticuerpos. Hay tres hipótesis que pueden cárdicas y raramente a una pericarditis constrictiva.
explicar el mecanismo de producción de estas en- Histológicamente existe una necrosis fibrinoide con un
fermedades: alteraciones en el procesamiento anti- infiltrado inflamatorio mixto con ocasionales cuerpos
génico llevado a cabo por los linfocitos; alteraciones hematoxinófilos (éstos se pueden considerar equiva-
del desarrollo embrionario por las que antígenos pro- lentes a las células LE de la sangre y médula espinal)
pios no son reconocidos como tales; e inmunodefi- y tejido de granulación en la fase resolutiva. La peri-
ciencias. En algunas enfermedades como la artritis carditis también se produce en el lupus inducido por
reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, se ha fármacos (hidralazina, isoniazida y procainamida) y
descrito una sobreexpresión de TNF alpha y de ci- remite al suspender el tratamiento. En este caso el pa-
toquinas 6. Parece ser que el TNF alpha tiene un ciente también presenta anticuerpos antinucleares y
efecto inotrópico negativo sobre el miocardio y que células LE. Hay pocos estudios que hagan referencia
el nivel de citoquinas es directamente proporcional a los cambios morfológicos en el corazón en estos sín-
a la mayor frecuencia de insuficiencia cardíaca en dromes, aunque se ha visto en muchos de ellos que
pacientes con miocarditis. Asimismo, el efecto cito- son similares a los del LES.
tóxico de los linfocitos T en la miocarditis y miocar- En la endocarditis verrucosa de Libman y Sacks
diopatía, parece estar mediado por el sistema suele haber pequeñas vegetaciones de fibrina, múl-
Fas/FasL, perteneciente a la superfamilia del TNF y tiples o aisladas que afectan sobre todo a la super-
NGF (factor de crecimiento nervioso) 1. Reciente- ficie valvular, y menos frecuentemente al resto de
mente, se ha visto la asociación de determinados estructuras del aparato valvular (anillos y cuerdas
HLA con alguna de estas enfermedades (como el tendinosas) y al endocardio mural. Las válvulas más
HLA-B27 en la espondilitis anquilosante y en el sín- afectadas son la válvula mitral, aórtica y tricúspide.
drome de Reiter; y el HLA-B13 o B17 en la artritis Histológicamente, las verrugas están constituidas
psoriásica). por fibrina y restos celulares dando paso a tejido fi-
broso en la fase de resolución. En la zona subyacente
a la vegetación, hay un exudado inflamatorio formado
Lupus eritematoso sistémico (LES) por células redondas. En la fase de resolución se pro-
duce fibrosis dando lugar a engrosamiento y retrac-
En este síndrome los pacientes desarrollan auto- ción de la valvas originando insuficiencia valvular.
anticuerpos frente a una gran variedad de antígenos Por inmunofluorescencia se detectan depósitos de
propios y las lesiones son debidas al depósito de in- inmunoglobulinas y complemento 9.
munocomplejos por alteración de la regulación de Menos frecuentes es la aparición de miocarditis
los linfocitos B. Debe destacarse la asociación de inespecífica, asociada a infiltrado de polimorfonuclea-
anticuerpos antifosfolípido y la endocarditis lúpica 9. res, linfocitos, células plasmáticas, macrófagos, ede-
Al final de este apartado se describirá el síndrome ma y necrosis de células miocárdicas. Los vasos de
antifosfolípido primario. pequeño calibre pueden presentar lesiones similares,

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R. RISCO y cols.

tipo necrosis fibrinoide observándose trombos en la El 50% de los pacientes que mueren por AR, tie-
luz. Todas estas alteraciones pueden evolucionar a nen lesión cardíaca, aunque tan solo el 10-20% ma-
una miocardiopatía dilatada e insuficiencia cardíaca. nifestaron síntomas. Estas alteraciones cardíacas co-
La enfermedad coronaria cuando se manifiesta rresponden a pericarditis, miocarditis, afectación val-
está ocasionada por vasculitis o aterosclerosis vular y lesiones vasculares.
acelerada generalmente debida al tratamiento con La mayor parte de los cambios morfológicos se
corticoides. También se han descritos aneurismas catalogan como pericarditis fibrinosa que evoluciona
coronarios gigantes 9. a pericarditis fibrosa obliterante, aunque pocos ca-
La lesión del tejido de conducción se asocia al lupus sos desarrollarán una pericarditis constrictiva. En un
eritematoso neonatal, en madres con lupus subclínico 9 20% de las pericarditis se pueden observar granulo-
y anticuerpos dirigidos frente a las ribonucleoproteínas mas reumatoideos (granulomas en empalizada).
SSA/Ro y SSB/La. El neonato presenta lesiones cutá- La miocarditis puede ser focal, inespecífica con
neas transitorias y bloqueo auriculoventricular perma- agregados intersticiales de linfocitos, histiocitos y cé-
nente causado por fibrosis difusa del nodo AV. lulas plasmáticas, o presentar granulomas en empali-
zada idénticos a los que aparecen en tejidos blandos.
Los granulomas se encuentran más frecuentemente
Síndrome antifosfolípido primario en el ventrículo izquierdo y pueden afectar al sistema
de conducción cardíaco, originando bloqueos AV. En
La presencia de anticoagulante lúpico fue des- ocasiones estos granulomas pueden perforar la pared
crito inicialmente en pacientes afectos de lupus y auricular dando lugar a fístulas aórtico-auriculares.
se relacionaba con la existencia de episodios de Los granulomas también son frecuentes en las vál-
trombosis. Este factor es un grupo de anticuerpos vulas aórtica y mitral, y suelen afectar a la porción
anticardiolipina y antifosfolípido con poder trombo- media o al anillo valvular. Cuando la lesión es difusa
génico tanto en arterias como en venas. Se encuen- da lugar a insuficiencia o estenosis.
tran también en otras enfermedades y se denomina
síndrome antifosfolípido primario cuando no hay un
proceso que justifique su presencia. Espondilitis anquilosante
La afectación cardíaca de este se puede resumir
en dos grandes grupos: afectación valvular y trom- Es una forma crónica y progresiva de artritis que
bosis de las arterias coronarias 9. Las válvulas más afecta a las articulaciones sacroilíacas y a la columna
afectadas son la mitral y la aórtica, con trombosis en vertebral. El 95% de los pacientes afectos son HLA-
la superficie de contacto y engrosamiento fibroso en B27 +, que también se asocia a otras enfermedades
la fase reparativa, ocasionando insuficiencia valvular. como la colitis ulcerosa, la enteritis regional, el síndro-
La trombosis en las arterias epicárdicas y en la mi- me de Reiter, la psoriasis y la enfermedad de Whipple.
crocirculación coronaria en ausencia de aterosclero- Una vez iniciada la enfermedad, se perpetúa debido
sis produce infartos de miocardio originando con el a un proceso autoinmune, como evidencia el hallazgo
tiempo insuficiencia cardíaca. de anticuerpos y depósitos de inmunocomplejos.
La lesión cardíaca más importante es la insufi-
ciencia aórtica por dilatación de la aorta ascenden-
Artritis reumatoide (AR) te debida a inflamación crónica de la capa media
que destruye las fibras elásticas y las células mus-
Se ha relacionado con desórdenes metabólicos, culares 17. La válvula aórtica puede presentar fibrosis
infecciones, inmunodeficiencias y alteraciones ge- con engrosamiento y retracción de las valvas y cal-
néticas, pero su etiología sigue siendo desconocida. cificación distrófica que puede extenderse a la val-
En algunos pacientes se demuestra la presencia de va anterior de la mitral y al septo membranoso, pro-
factor reumatoide (FR), identificado como una IgM o duciendo fallos de conducción en el nodo AV. La fi-
una IgG según se trate de un adulto o un niño. En brosis de la íntima aórtica secundaria a lesión de la
los tejidos lesionados se encuentran células plas- media se extiende a los ostia coronario ocasionando
máticas productoras de FR 12. El estímulo para su for- reducción de su luz. Otras alteraciones son la mio-
mación es desconocido y aunque su detección es carditis, la pericarditis y valvulitis.
de utilidad diagnóstica, no es específica de esta en-
fermedad. Asimismo, se detecta una activación del
complemento que, en ocasiones, se une al FR. El he- Esclerodermia
cho de que encontremos IgG, IgM y componentes
del complemento en las paredes de los vasos afec- También se llama esclerosis sistémica progresiva y
tados, hace pensar que la enfermedad se deba al suele asociarse a hipergammaglobulinemia (IgG). Al-
depósito de inmunocomplejos 12. gunos de los pacientes son positivos para el FR y para

132 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 127-136


PATOLOGÍA CARDÍACA EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS

anticuerpos antinucleares. In vitro se ha demostrado un Radiación


aumento en la síntesis de colágeno por los fibroblastos,
sugiriendo que el defecto básico de esta enfermedad Los cambios morfológicos más frecuentemente
está en la regulación del metabolismo del colágeno. El producidos en el corazón por la radiación son el en-
sustrato patológico es una lesión vascular difusa con grosamiento del pericardio con o sin taponamiento,
proliferación subintimal y fibrosis periadventicial. fibrosis miocárdica intersticial o perivascular y, más
Es frecuente la fibrosis miocárdica focal, no atri- raramente, lesiones valvulares, siendo las más afec-
buida a procesos inflamatorios previos, afectando tadas las valvas anteriores de la válvula tricúspide y
por igual a ambos ventrículos. Una lesión frecuente mitral. La fibrosis afecta también a las cuerdas tendi-
son las bandas de contracción (isquemia-reperfu- nosas. Otras complicaciones son la aterosclerosis co-
sión) en las células miocárdicas que no se sabe si ronaria acelerada y el daño isquémico consiguiente.
son la causa o la consecuencia de la fibrosis. La in- Aunque cualquier estructura cardiovascular puede
suficiencia cardíaca congestiva puede deberse a la verse afectada en las enfermedades del colágeno,
fibrosis miocárdica, pero se suele relacionar con el la lesión más frecuente es una pericarditis fibrinosa
cor pulmonale debido a esclerosis de la arteria pul- que puede dar lugar a una fibrosis pericárdica ad-
monar o a la HTA por esclerosis renal. hesiva. Son enfermedades que se caracterizan por
También puede haber bloqueos AV y otras arrit- presentar necrosis fibrinoide del tejido conectivo del
mias por afectación del sistema de conducción y pe- pericardio, de las válvulas cardíacas y en menor in-
ricarditis fibrinosa, aunque es más frecuente si hay tensidad del miocardio y de la pared aórtica.
uremia por insuficiencia renal. Las lesiones valvula-
res, más frecuentes en la mitral y aórtica, son raras,
pero cuando ocurren adoptan el patrón de una en- ENFERMEDADES ENDOCRINAS
docarditis trombótica no infecciosa.
Hipotiroidismo

Enfermedades que simulan enfermedades Es la patología producida por el déficit de función


del tejido conectivo del tiroides generalmente a causa de su destrucción
por procesos inflamatorios o de forma secundaria a
Este grupo está compuesto por la enfermedad de procesos que afecten al hipotálamo o a la hipófisis.
Whipple, la fibrosis endomiocárdica con eosinofilia y la Los síntomas y signos cardiovasculares típicos son
cardiopatía post-radiación, que producen pancarditis, dilatación cardíaca, bradicardia, pulso débil, hipo-
fibrosis valvular y fusión de las cuerdas tendinosas. tensión, y un bajo voltaje en el ECG.
Cuando existe mixedema el corazón está aumen-
tado de tamaño y dilatado. Histológicamente, los ha-
Enfermedad de Whipple llazgos más frecuentes son hinchazón de las células
musculares cardíacas, algunas de las cuales están
Afecta al corazón en el 58% de los casos, aunque pálidas, vacuolización, edema, degeneración celular
el 79% muestran lesiones morfológicas típicas de la y lipomatosis. El miocardio presenta una degenera-
enfermedad. El pericardio, el miocardio y las válvu- ción basófila, que consiste en una acumulación de
las presentan macrófagos con gránulos diastasa- material granular PAS + en el citoplasma de las
PAS +, inflamación crónica y fibrosis pericárdica, células cardíacas. Al microscopio electrónico, este
miocárdica y valvular. Las áreas de fibrosis en el mio- material tienen estructura fibrilar similar al patrón en-
cardio se asocian a pérdida de células musculares contrado en la glucogenosis tipo IV.
y a presencia de células de Anitschkov. Una alteración frecuente es el derrame pericárdi-
co con alto contenido en colesterol que induce una
reacción macrofágica con células gigantes de cuer-
Fibrosis endomiocárdica con eosinofilia o po extraño y abundantes histiocitos espumosos.
endocarditis de Löeffler El hipotiroidismo puede acompañarse de HTA que
se cree debida a estrechamiento de las arteriolas
La fibrosis se da en uno o ambos ventrículos y secundarias a cambios en la composición de sus
suele haber insuficiencia de la válvula auriculoven- paredes. También provoca una aterosclerosis acele-
tricular correspondiente. El engrosamiento endocár- rada 13, debido a la hipercolesterolemia, la hipertri-
dico se localiza primero en el ápice, y se extiende al gliceridemia y la movilización de ácidos grasos libres
miocardio y endocardio hasta el anillo valvular, pro- que se producen en estos pacientes. Sin embargo,
vocando la fusión con las valvas y la consiguiente a pesar de estos datos, la angina y el infarto son in-
insuficiencia. La fibrosis endomiocárdica puede frecuentes, debido a la escasa demanda metabólica
acompañarse por eosinofilia y trombosis mural. del miocardio.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 127-136 133


R. RISCO y cols.

Diabetes mellitus La patogénesis de estas placas es incierta, siendo


las quininas los péptidos más relacionados con su
La diabetes mellitus es una enfermedad producida aparición. Lesiones similares se observan en pacien-
por la falta absoluta o relativa de la secreción de insu- tes tratados con metisergida o tartrato de ergotamina,
lina, ocasionando alteraciones primero en el metabolis- aunque la preferencia por el lado derecho del cora-
mo de los hidratos de carbono con afectación posterior zón en el síndrome carcinoide sirve para distinguirlas.
del metabolismo lipídico y proteico. La lesión principal
de la diabetes en el sistema cardiovascular es la an-
giopatía diabética que afecta a vasos de pequeño ca- ENFERMEDADES CARDÍACAS INDUCIDAS
libre 4, 5. Estos pacientes también sufren de aterosclero- POR FÁRMACOS Y DROGAS DE ABUSO
sis acelerada, siendo más grave que en pacientes no
diabéticos, ocasionando enfermedad isquémica. Se trata de un problema conocido desde hace casi
Histológicamente la microangiopatía consiste en un siglo, pero de creciente importancia debido a su fre-
un engrosamiento de la membrana basal de preca- cuencia, ya que se estima que es la causa del 5% de
pilares, capilares y vénulas causado por depósito de las admisiones hospitalarias y que el 15 al 40% de los
material PAS + rico en mucopolisacáridos, que tam- pacientes hospitalizados van a sufrir algún tipo de re-
bién pueden localizarse en zonas subintimales. acción adversa a los fármacos administrados.
Otro hallazgo frecuente en diabéticos, es la arte- Las alteraciones funcionales o estructurales en el co-
rioloesclerosis: proliferación de células de la íntima y razón producidas por la administración de fármacos o
endoteliales en las arteriolas pequeñas, reduciendo el consumo de otro tipo de drogas, se pueden dividir en:
la luz vascular. reacciones alérgicas, reacciones idiosincrásicas, toxici-
Se produce una mayor incidencia de insuficiencia dad directa, sobredosis e interacción con otras drogas.
cardíaca congestiva, atribuida a una miocardiopatía Las reacciones adversas se agrupan por el tipo de
específica inducida por la diabetes, en ausencia de lesión:
enfermedad aterosclerótica coronaria 4. Los hallazgos – Miocarditis por hipersensibilidad o alérgica.
histológicos muestran alteración de la microvasculari- – Miocarditis tóxica.
zación consistente en microaneurismas, tortuosidad y – Miocardiopatía.
múltiples focos de estrechamiento de la luz 5. Además
se observan hallazgos inespecíficos como material
PAS + en el intersticio, mayor cantidad de colágeno Miocarditis por hipersensibilidad
intersticial y perivascular, y un mayor contenido de tri-
glicéridos en las células musculares cardíacas. Se han relacionado numerosos fármacos con este
tipo de miocarditis, entre los que destacan las sulfa-
midas, metildopa, penicilina, fenindiona, fenilbutazo-
Síndrome carcinoide na, estreptomicina, sulfonilureas, tetraciclinas, toxoi-
de tetánico y vacuna de la viruela. La incidencia
Los tumores carcinoides se originan en el sistema exacta se desconoce, pero probablemente sea la le-
endocrino difuso, APUD, que está situado a lo largo sión cardíaca más frecuente inducida por fármacos.
del tracto gastrointestinal, conductos biliares, bron- Este tipo de miocarditis se caracteriza porque en
quios y ductos pancreáticos. Su localización más co- el infiltrado inflamatorio existe un predominio de leu-
mún es el intestino delgado, sobre todo íleon terminal cocitos eosinófilos en ausencia necrosis celular y fi-
y apéndice cecal. El síndrome carcinoide se produ- brosis miocárdica. Esta lesión es autolimitada y una
ce por la liberación de serotonina, cuando estos tu- vez suspendido el fármaco el tejido se regenera sin
mores metastatizan en el hígado. dejar secuelas. Es característico de la miocarditis
En el corazón se produce un engrosamiento en por hipersensibilidad el que todas las lesiones se en-
placas del endocardio mural y valvular de la cavida- cuentren en el mismo estadio de evolución.
des derechas. Estas placas están formadas por teji-
do fibroso y provoca engrosamiento y retracción del
tejido valvular desarrollando doble lesión en la tri- Cardiotoxicidad
cúspide y estenosis pulmonar. Si este tejido fibroso
se deposita en el endocardio de la aurícula puede Además de las reacciones de hipersensibilidad, pue-
provocar la aparición de una aurícula no distensible. de haber lesiones miocárdicas por efecto tóxico direc-
Histológicamente es un tejido rico en colágeno to del fármaco, como ocurre con la utilización de la
con fibroblastos, miofibroblastos y células muscula- emetina y la ciclofosfamida. El mecanismo de toxici-
res lisas que se sitúan paralelas a la superficie de la dad, aunque no completamente conocido en muchas
placa fibrosa. El tejido endocárdico sobre el que se ocasiones, es variado y depende del fármaco. Puede
apoya la placa es normal. deberse a una interacción o inhibición con el metabo-

134 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 127-136


PATOLOGÍA CARDÍACA EN LAS ENFERMEDADES SISTÉMICAS

lismo celular, a un bloqueo o alteración de los sistemas debido a distensión del retículo sarcoplásmico y del
de transporte o a alteraciones hemodinámicas con la sistema T. Estas lesiones producen muerte celular y
consiguiente isquemia celular. En el caso de la emeti- las células destruidas son reemplazadas por tejido
na, se inhibe la fosforilación oxidativa, produciendo da- fibroso dando cicatrices miocárdicas 14.
ño mitocondrial y muerte celular, mientras que la ciclo- Los síntomas aparecen semanas o meses des-
fosfamida produce daño endotelial con la consiguiente pués de terminado el tratamiento y el cuadro clínico
trombosis y necrosis cardíaca de tipo isquémico. se caracteriza por una insuficiencia cardíaca con-
El resultado en ambos casos es la necrosis celu- gestiva refractaria, generalmente precedida por una
lar, que se manifiesta clínicamente como una mio- cardiomegalia progresiva, cardiopatía dilatada y
carditis o una miocardiopatía, cuya gravedad de- trombos murales en ambos ventrículos.
pende de la extensión de la muerte celular y de la Existe una gran variabilidad individual en el grado
rapidez de instauración. de cardiotoxicidad de la antraciclina, ya que sólo un
Los efectos tóxicos de los fármacos producen en 30% de los pacientes expuestos a dosis altas desa-
el corazón dos tipos de patología: miocarditis aguda rrollan la miocardiopatía.
o tóxica y miocarditis crónica o miocardiopatía. Am- Dado que la relación entre la adriamicina y el daño
bas lesiones se caracterizan por muerte celular e in- miocárdico ha sido demostrada, y como no existen
filtrado inflamatorio acompañante. tests clínicos capaces de predecir los cambios estruc-
turales, se emplea la biopsia endomiocárdica para mo-
nitorizar la cardiotoxicidad del tratamiento, permitiendo
Miocarditis aguda o tóxica graduar los hallazgos histológicos para suspenderlo
antes de que se produzcan lesiones irreversibles.
Los fármacos relacionados con este tipo de pato-
logía son: adriamicina, arsénicos, catecolaminas, ci- Miocardiopatía por catecolaminas:
clofosfamida, daunorubicina, emetina, fluorouracilo,
carbonato de litio, fenotiacidas, etc. Tanto la adrenalina como la noradrenalina producen
Macroscópicamente todas las cámaras del cora- una miocarditis tóxica tras su administración masiva y
zón se encuentran dilatadas y el miocardio está pá- se relacionan con la miocardiopatía de los pacientes
lido y blando. Histológicamente se observa muerte con feocromocitoma, consumidores de cocaína 8 y en
celular por miocitolisis junto a un infiltrado inflamatorio situaciones de estrés intenso 3. Desde 1959 se sabe
con linfocitos, células plasmáticas y polimorfonuclea- que la exposición crónica de agonistas adrenérgicos
res; es frecuente la presencia de edema intersticial en ratas producía necrosis miocárdica en ausencia de
con abundantes macrófagos y en la fase reparativa oclusión de las arterias coronarias 20. Estudios poste-
proliferación de fibroblastos. En este caso, los eosi- riores 22 demostraron que la noradrenalina, actuando
nófilos están ausentes hecho que lo distingue de la a través de receptores ß2, estimula la apoptosis de las
miocarditis por hipersensibilidad. células cardíacas. Este efecto está mediado por la
activación de la protein kinasa A que requiere la
entrada de calcio por un canal voltaje-dependiente
Miocarditis crónica o miocardiopatía iniciando la apoptosis y la necrosis en bandas de con-
relacionada con fármacos tracción (isquemia-reperfusión).
De todos los efectos cardiotóxicos debidos al consu-
Se trata de una miocarditis tóxica de evolución cróni- mo de cocaína, el más frecuente es la isquemia con o
ca, cuyo sustrato patológico es idéntico al anterior, pero sin IAM, seguido por las arritmias ventriculares, miocar-
en este caso la muerte celular es gradual y progresiva. ditis y miocardiopatías y, más raramente, endocarditis,
Muchas drogas se han relacionado con la miocarditis disección y roturas aórticas e hipertrofia ventricular iz-
tóxica crónica (adriamicina, anfetaminas, arsénicos, ca- quierda. Estos cambios se deben al efecto directo de la
tecolaminas endógenas, daunorubicina, efedrina, litio, cocaína o de las sustancias acompañantes y a sus efec-
mitomicina, etc.) pero la relación sólo ha sido bien esta- tos simpáticomiméticos, produciendo oclusión trombóti-
blecida y documentada en el caso de las antraciclinas. ca de arterias coronarias, vasoconstricción coronaria,
disfunción endotelial, aumento de la demanda de oxí-
Miocardiopatía inducida por antraciclinas: geno del miocardio en situaciones límite (aterosclerosis)
y aterosclerosis acelerada. La etiopatogenia de estas
Las antraciclinas, daunorubicina y adriamicina son enfermedades producida por cocaína se explica por
fármacos citostáticos que se unen al ADN y provo- bloqueo de canales de sodio, bloqueo de la recap-
can la alteración del metabolismo de los ácidos nu- tación y aumento de la liberación de catecolaminas,
cleicos y la consiguiente alteración de la síntesis pro- aumento de la agregación plaquetaria, efecto directo so-
teica. Las células cardíacas muestran pérdida de bre los canales de calcio, reacciones de hipersensibili-
miofibrillas (miocitolisis) y degeneración vacuolar dad e interacciones con el sistema renina-angiotensina.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 127-136 135


R. RISCO y cols.

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136 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 127-136


Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol. III • 138-149

Fármacos de uso común con efectos adversos


sobre el corazón
Julio Pereira Boza*, Jesús Frías Iniesta** y Arturo Soto Matos-Pita**
Servicio de Cardiología*. Servicio de Farmacología Clínica**.
Hospital Universitario La Paz. Madrid.

El manejo terapéutico de los pacientes pluripato- La duración del intervalo QT depende en gran
lógicos por parte del cardiólogo exige el conoci- medida de la corriente de potasio que sale de la cé-
miento de efectos secundarios e interacciones de lula miocárdica a través de los canales de potasio y
los medicamentos. Son muchos los agentes que tie- que se corresponde con la fase 3 del potencial de
nen efectos adversos cardiovasculares y es un fre- acción. Cuando se bloquea la salida de potasio se
cuente motivo de consulta al cardiólogo. Muchos de alarga el potencial de acción y se retrasa la repola-
estos efectos indeseables pueden pasar desaperci- rización dando un QT largo (fig. 1).
bidos inicialmente y probablemente su diagnóstico La corriente repolarizadora de K está compuesta
se hace tardíamente en muchos casos. de tres corrientes: IKur que se activa ultrarápidamen-
En este trabajo vamos a revisar los fármacos que más te, IKr (rapid) que se activa rápidamente e IKs (slow)
frecuentemente provocan toxicidad cardíaca haciendo que se activa lentamente. Los fármacos que alargan
mayor hincapié en los nuevos medicamentos. En la pri- el QT lo hacen porque inhiben la corriente de potasio
mera parte del artículo se comentan aquellos que pro- IKr, responsable de la corriente tardía de potasio ha-
vocan los tres efectos adversos sobre el corazón más cia fuera. La corriente IKr está generada por la ex-
frecuentes: arritmias y síndrome de QT largo adquirido, presión del gen HERG (Human Ether-a-go-go Related
insuficiencia cardíaca e hipertensión. En la segunda par-
te se enumeran los principales grupos farmacológicos
y los efectos adversos cardiovasculares asociados.
Tabla I Fármacos que prolongan el espacio QT
1ª PARTE: PRINCIPALES EFECTOS
ADVERSOS CARDIOVASCULARES Antagonistas del calcio Bepridil, nicardipino
Antihistamínicos Astemizol, terfenadina, difenhidramina,
Fármacos que alargan el intervalo QT clemastina.
Antidepresivos Amitriptilina, desipramina, doxepina,
El conocimiento de los mecanismos del síndrome fluoxetina, imipramina, venlafaxina.
conocido como QT largo ha experimentado grandes Antipsicóticos clorpromacina, haloperidol, risperido-
avances en los últimos años y han permitido cono- na, tioridazina.
cer mejor el efecto proarrítmico de algunos fárma- Antimicrobianos Eritromicina, claritromicina, grepaflo-
cos. La importancia de este síndrome radica en que xacino, moxifloxacino, esparfloxacino,
el QT largo se asocia a arritmias ventriculares malig- trimetroprim-sulfametoxazol, amantadi-
nas del tipo torsades de pointes que pueden dar sín- na, foscarnet, pentamidina, fluconazol,
copes y en ocasiones provocar muerte súbita al de- ketoconazol, itraconazol, miconazol,
generar en fibrilación ventricular. halofantrina, cloroquina.
El síndrome de QT largo puede ser dividido en dos Antiepilépticos Felbamato, fosfenitoina.
tipos: congénito (idiopático) y adquirido, que es el más Miscelánea Cisaprida, droperidol, naratriptan, pi-
frecuente. La forma adquirida presenta un alargamien- mozida, probucol, indapamida, suma-
to del intervalo QT causado por fármacos (ver tabla I) triptan, zolmitriptan, tacrolimus, tamo-
y que en muchos casos puede que se trate de una for- xifeno.
ma incompleta de síndrome QT largo congénito.

138
FÁRMACOS DE USO COMÚN CON EFECTOS ADVERSOS SOBRE EL CORAZÓN

salmente. También aparece en pacientes sometidos


A B a dieta de proteína líquida para perder peso, anore-
xia nerviosa, hipotermia, lesiones del SNC, prolapso
K+ K+ mitral, y en pacientes que tomen zumo de pomelo.
+40 mV El bloqueo de una única de las corrientes iónicas
Fase 3 Fase 3 de repolarización en un paciente no provoca gene-
ralmente torsades de pointes si el resto de corrien-
tes están intactas, pero la superposición de varios
–80 mV factores de riesgo puede desencadenarla. Es lo que
200 mseg
se conoce como «reserva de repolarización». Esto
ocurre en pacientes con formas subclínicas de QT
largo que corresponden a mutaciones o polimorfis-
mos y que se manifiestan sólo al tomar determina-
QRS T QRS T
dos fármacos. Existen dos polimorfismos que apare-
cen en el 1-2% de la población y que aumentan el
Figura 1.—Papel de los canales de potasio en la repolarización riesgo de torsades 3. Hay que diferenciar los fárma-
(fase 3) del potencial de acción cardíaco. A. Las flechas repre- cos que producen QT largo con elevada frecuencia,
sentan la corriente de potasio hacia fuera a través de los canales
Ikr e Iks y su correspondencia con el ECG normal. B. Las muta- y que incluso pueden motivar su retirada del mercado,
ciones en los genes que codifican las subunidades de los ca- de aquellos fármacos que puedan producirlo en muy
nales Ikr e Iks disminuye la corriente repolarizadora de potasio raras ocasiones, probablemente debido a la respues-
durante la fase 3 del potencial de acción lo que produce una pro- ta idiosincrásica de determinados pacientes. Hay lis-
longación del mismo y del intervalo QT.
tas disponibles de fármacos que potencialmente pue-
den producir QT largo, tanto en publicaciones 4 como
en listas actualizadas en internet (www.torsades.org).
Gene) modulada por al menos una unidad auxiliar Los nuevos fármacos que están en fase de desarrollo
MiRP1, y por el gen KCNE2. Los genes KVLQT1 y deben demostrar que no son inhibidores de IKr, ya que
KCNE1 codifican subunidades del canal IKs. Las mu- es un efecto adverso muy frecuente.
taciones en alguno de estos genes provocan el sín-
drome de QT largo. También se han descrito algunas
mutaciones en estos elementos que aumentan la sen- HIPERTENSIÓN INDUCIDA POR FÁRMACOS
sibilidad de IKr para ser bloqueado por fármacos 1.
Hay datos que sugieren que para que un fármaco Muchos fármacos pueden incrementar la tensión
induzca torsades no sólo precisa prolongar el inter- arterial tanto en individuos sanos como en pacientes
valo QT sino que es necesario que aumenten la dis- previamente hipertensos (tabla III). El conocimiento
persión de la repolarización transmural 2. de los fármacos y los mecanismos por los que pue-
Hay fármacos que tienen más riesgo de provocar den producir aumento de la tensión arterial es espe-
síndrome de QT largo y torsades dependiendo de la cialmente importante en el manejo de pacientes con
concentración plasmática (cisapride, terfenadina, hipertensión.
astemizol y antiarrítmicos como sotalol y dofetilide)
por lo que cuando se inhibe su metabolismo au-
mentará la concentración y aumentará el riesgo. Los Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)
medicamentos que inhiben el citocromo P450 inter-
accionarán con estos fármacos. Por ejemplo, la terfe- El incremento de la tensión arterial inducido por
nadina es un potente inhibidor del IKr, pero tras ser AINEs es más evidente en pacientes hipertensos so-
metabolizado en el citocromo P4503A4 su metabolito metidos a tratamiento. La mayoría de estudios en los
carece de este efecto; por tanto el riesgo de torsades que se evalúa este efecto se refieren a indometacina,
de pointes aumentará al administrarse con inhibidores aunque también se ha descrito con ácido acetilsalicí-
del citocromo P450 (ver tabla II). Otros fármacos co- lico, diclofenaco, ibuprofeno, flurbiprofeno, naproxeno,
mo la quinidina tienen riesgo de torsades incluso con piroxicam y sulindac. Estos fármacos, además, atenú-
una única dosis al actuar por múltiples mecanismos an la eficacia de los agentes antihipertensivos inclu-
inhibiendo varios tipos de canales iónicos. yendo diuréticos (tiazidas, ahorradores de potasio y
Hay circunstancias en las que aumenta el riesgo diuréticos de asa), bloqueadores beta adrenérgicos,
de torsades de pointes: sexo femenino, administra- IECAs, hidralazina y prazosín 5. El incremento de la
ción intravenosa rápida del fármaco, cardioversión tensión arterial es generalmente menor de 10 mmHg
reciente a ritmo sinusal desde fibrilación auricular, la y algunos autores sugieren que podría aumentar sig-
presencia de insuficiencia cardíaca congestiva, hi- nificativamente la morbi-mortalidad cuando el efecto
popotasemia, hipomagnesemia, QT prolongado ba- es sostenido y sobre una población extensa 6.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149 139


J. PEREIRA BOZA y cols.

Tabla II Fármacos sustratos, inhibidores e inductores de la familia de citocromos P-450

P450-1A2

Sustratos: Amitriptilina, cafeína, clomipramina, clozapina, estradiol, fluvoxamina, haloperidol, imipramina, mexiletina, naproxeno, ondansetron,
fenacetina, acetaminofen, propranolol, tacrina, teofilina, verapamil, warfarina.
Inhibidores: Amiodarona, cimetidina, fluorquinolonas, fluvoxamina, interferón, mibefradil, ticlopidina.
Inductores: Brócoli, coles de Bruselas, alimentos cocinados a la brasa, insulina, metileno, nafcilina, omeprazol, tabaco.

P450-2C19

Sustratos: Lansoprazol, omeprazol, pantoprazol, diazepam, S-mefenitoína, fenobarbitona, amitriptilina, citalopram, clomipramina, ciclofosfami-
da, hexobarbital, imipramina, indometacina, moclobemida, nelfinavir, primidona, progesterona, proguanil, propranolol, tenipósido.
Inhibidores: Cimetidina, felbamato, fluoxetina, fluvoxamina, indometacina, ketoconazol, lansoprazol, modafinil, omeprazol, paroxetina, probe-
necid, ticlopidina, topiramato.
Inductores: Carbamazepina, noretindrona, pentobarbital, prednisona, rifampicina.

P450-2C9

Sustratos: Diclofenaco, ibuprofeno, meloxicam, naproxeno, piroxicam, suprofen, tolbutamida, glipizida, irbesartan, losartan, amitriptilina, cele-
coxib, fluoxetina, fluvastatina, fenitoína, rosiglitazona, sulfametoxazol, tamoxifeno, torasemida, warfarina.
Inhibidores: Amiodarona, fluconazol, fluvastatina, fluvoxamina, isoniazida, lovastatina, paroxetina, fenilbutazona, probenecid, sertralina, sulfa-
fenazol, tenipósido, trimetoprim, zafirlukast.
Inductores: Rifampicina, secobarbital.

P450-2D6

Sustratos: Carvedilol, metoprolol, propafenona, timolol, amitriptilina, clomipramina, desipramina, imipramina, paroxetina, haloperidol, perfenacina,
risperidona, tioridacina, alprenolol, anfetamina, codeína, debrisoquina, dexfenfluramina, dextrometorfano, encainida, flecainida, fluoxetina, fluvoxa-
mina, lidocaína, mexiletina, nortriptilina, minaprina, ondansetrón, perhexilina, fenacetina, fenformina, propranolol, esparteína, tamoxifeno, tramadol.
Inhibidores: Amiodarona, celecoxib, clorfeniramina, cimetidina, clomipramina, cocaína, doxorrubicina, fluoxetina, halofantrina, haloperidol, le-
vomepromacina, metadona, mibefradil, moclobemida, paroxetina, quinidina, ranitidina, ritonavir, terbinafina.
Inductores: Dexametasona, rifampicina.

P450-2E1

Sustratos: Enflurano, halotano, isoflurano, metoxiflurano, sevoflurano, acetaminofén, anilina, benceno, clorzoxazona, etanol, teofilina.
Inhibidores: Dietilditiocarbamato, disulfiram.
Inductores: Etanol, isoniazida.

P450-3A4, 5, 7

Sustratos: Claritromicina, eritromicina, quinidina, alprazolam, diazepam, midazolam, triazolam, ciclosporina, tacrolimus, indinavir, nelfinavir,
ritonavir, saquinavir, cisaprida, astemizol, terfenadina, amlodipino, diltazem, felodipino, nifedipino, nisoldipino, nitrendipino, verapamilo, ator-
vastatina, cerivastatina, lovastatina, simvastatina, estradiol, hidrocortisona, progesterona, testosterona, alfentanil, buspirona, cafeína, cocaína, dap-
sona, codeína, dextrometorfano, fentanilo, finasteride, haloperidol, lidocaína, metadona, ondansetrón, pimocide, propranolol, quinina, salmete-
rol, sildenafilo, tamoxifeno, taxol, terfenadina, trazodona, vincristina, zaleplon, zolpidem.
Inhibidores: Delavirdina, indinavir, nelfinavir, ritonavir, saquinavir, amiodarona, cimetidina, ciprofloxacino, claritromicina, diltiazem, eritromicina, flu-
conazol, fluvoxamina, zumo de pomelo, itraconazol, ketoconazol, mifepristona, nefazodona, norfloxacino, norfluoxetina, mibefradilo, troleandomicina.
Inductores: Efavirenz, nevirapina, barbitúricos, carbamazepina, glucocorticoides, modafinilo, fenitoína, proglitazona, rifampicina, hierba de San
Juan, troglitazona.
Los fármacos inhibidores provocan un incremento de los niveles plasmáticos del fármaco cuyo metabolismo es inhibido (sustrato) y en la mayoría de los casos un au-
mento de la actividad farmacológica. Los fármacos inductores producirán un aumento de los metabolitos correspondientes: si el metabolito es inactivo, la inducción en-
zimática produce disminución de la intensidad y/o duración del efecto del fármaco cuyo metabolismo es inducido; si el metabolito es la forma activa del fármaco su in-
ducción enzimática provocará aumento de la actividad y de la toxicidad del mismo. Por ejemplo: itraconazol, un potente inhibidor de la actividad del citocromo P-450-
3A4 incrementa en 19 veces la cantidad total disponible de simvastatina (sustrato del mismo enzima), con el consiguiente riesgo de toxicidad (rabdomiolisis).

140 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149


FÁRMACOS DE USO COMÚN CON EFECTOS ADVERSOS SOBRE EL CORAZÓN

propuesto que el aumento del hematocrito y la visco-


Tabla III Fármacos que pueden provocar sidad sanguínea produciría un aumento en las resis-
hipertensión arterial tencias periféricas, y por tanto de la tensión arterial 8.
AINEs Anticonceptivos orales
Eritropoyetina Fenilpropanolamina Ciclosporina
Ciclosporina Beta-agonistas
Corticoides La ciclosporina es un fármaco nefrotóxico y con fre-
cuencia induce o exacerba la hipertensión. La hiper-
tensión en pacientes trasplantados renales puede ser
difícil o imposible de adscribir únicamente a la ci-
closporina. No obstante, se ha descrito hipertensión
Los mecanismos que se han propuesto para ex- en pacientes con trasplante cardíaco y aquellos a los
plicar el fenómeno son diversos. El principal se rela- que se administra ciclosporina para el tratamiento de
ciona con el papel de las prostaglandinas en el man- enfermedades autoinmunes. En ocasiones, la hiper-
tenimiento del flujo renal y la filtración glomerular. Por tensión inducida por ciclosporina puede ser severa e
lo tanto, la inhibición de su formación por los AINEs incluso amenazar la vida.
puede alterar la tensión arterial y el balance hidroe- La incidencia de hipertensión en pacientes tratados
lectrolítico. El efecto protector de las prostaglandinas con ciclosporina es alta, pero es difícil concretar una
en el riñón es especialmente importante en presen- cifra. En pacientes trasplantados varía entre el 15% y
cia de enfermedad renal o cardíaca previa. Los AI- el 95%. El mecanismo propuesto es la supresión de
NEs, por otra parte, tienen la capacidad de producir la actividad de la renina plasmática y la intensidad de
lesiones renales tales como fracaso renal agudo, sín- la respuesta a su acción. Un dato a favor de esta te-
drome nefrótico y nefritis intersticial, lo que puede oría es que la administración de captopril, un IECA,
conducir igualmente al desarrollo de hipertensión y tuvo escaso o ningún efecto en la hipertensión de pa-
si ésta ya está presente, a dificultar su manejo. cientes tratados con ciclosporina. También se ha des-
Otro mecanismo propuesto es el incremento de las crito que el fármaco aumenta de manera global la ac-
resistencias vasculares periféricas secundario al in- tividad simpática, incrementa la agregación plaqueta-
cremento de la liberación de noradrenalina y al au- ria y libera factores de crecimiento y contracción in-
mento de la sensibilidad a los vasoconstrictores cir- cluyendo serotonina y factor de crecimiento derivado
culantes, incluyendo angiotensina II. La capacidad de plaquetas. En resumen, a pesar de que las bases
de los AINEs de incrementar la resistencia vascular fisiopatológicas de la hipertensión inducida por ci-
local depende de la actividad en la síntesis de pros- closporina no están claras, el efecto primario del fár-
tanoides en el lecho vascular. La contribución de es- maco en la vasculatura renal, quizá por la alteración
te efecto al desarrollo de hipertensión arterial cróni- del balance de prostaglandinas vasoconstrictoras y
ca no está clara, siendo probable la necesidad de vasodilatadoras podría desencadenar una retención
coexistencia de daño renal crónico para producir excesiva de sodio y producir hipertensión. Contribui-
una elevación mantenida de la tensión arterial 7. rían asimismo efectos adicionales en la pared vascu-
lar, plaquetas y hormonas vasoactivas 6.

Eritropoyetina
Corticoides
La eritropoyetina induce un aumento dosis-depen-
diente del hematocrito, y se asocia a una mejora de El 75-80% de los pacientes con síndrome de Cus-
la tolerancia al ejercicio, el bienestar, la hemostasia y hing endógeno tienen hipertensión arterial. En con-
a la disminución de episodios de angina de pecho. A traste, sólo el 20% de los pacientes con síndrome de
pesar de este efecto beneficioso, se han descrito in- Cushing yatrogénico tienen hipertensión.
crementos importantes de la tensión arterial en algu- Los mineralcorticoides inducen retención de sal y
nos pacientes tras la administración de dosis altas in- agua y pérdida de potasio y producen importantes
travenosas. La frecuencia descrita de hipertensión aumentos en la tensión arterial. Los corticosteroides,
asociada al tratamiento con eritropoyetina en pacien- corticotropina y carbenoxolona tienen actividad mi-
tes sometidos a diálisis es del 30%. En pacientes nor- neralcorticoide. El efecto hipertensivo es dosis-de-
motensos a los que se administraba eritropoyetina no pendiente y sólo alcanza significación clínica en el
se incrementaba su tensión arterial. El mecanismo por caso de los glucocorticoides cuando se utilizan a do-
el que la eritropoyetina induce hipertensión no está sis altas (más de 30 mg de prednisolona/día). Apar-
claro. Por la evidencia disponible, parece que podría te de su acción directa mineralcorticoide, los gluco-
tener por sí misma un efecto presor. Además, se ha corticoides pueden elevar la tensión arterial aumen-

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149 141


J. PEREIRA BOZA y cols.

tando la sensibilidad de los vasos sanguíneos a las


catecolaminas endógenas. Los pacientes en trata- Tabla IV Fármacos que provocan insuficiencia
miento con glucocorticoides, especialmente a altas cardíaca
dosis, deben controlar la tensión arterial cuidadosa-
mente durante el tratamiento y la retirada. Citostáticos
En este apartado mencionaremos también el keto-
AINEs
conazol. Este fármaco antifúngico inhibe la 11-beta-
hidroxilasa interfiriendo con la producción de corti- Corticoides
costeroides y hormonas sexuales e incrementando la
concentración de los precursores 11-deoxicortisol y Anestésicos
deoxicorticosterona, los cuales tienen actividad mi- Anestésicos halogenados
neralcorticoide. Esto conduce a que el 25% de los Barbitúricos
pacientes que reciben ketoconazol a altas dosis de- Propofol
sarrollen hipertensión 9.
Inmunomoduladores
Interferón
Anticonceptivos orales Interleukina 2

Se han observado incrementos en la tensión arte- Antiretrovirales


rial en mujeres después de dos años de tomar anti-
conceptivos orales aunque sólo en el 2.5% de las mu-
jeres este incremento es clínicamente significativo.
Los factores predisponentes son historia familiar de
hipertensión, obesidad e historia de retención de flui- carbamazepina, clormetiazol, clomipramina, dimer-
dos. En el mecanismo de producción de hipertensión caprol, disulfiram, doxorrubicina, ergometrina, fluo-
podría influir un efecto directo presor de estrógenos rosceína, imipramina, levodopa, ketamina, naloxona,
y progesterona y el incremento de los niveles de re- nalorfina, pentazocina, sulpiride, esteroides anaboli-
nina plasmática, angiotensina II y aldosterona. Se han zantes, mitomicina, protamina, vancomicina, amfote-
descrito también casos de hipertensión maligna de- ricina B y fisostigmina.
bida a trombosis arterial intrarenal 6.

INSUFICIENCIA CARDÍACA INDUCIDA POR


Fenilpropanolamina y beta-agonistas FÁRMACOS

La fenilpropanolamina, utilizado como descon- La causa más frecuente de insuficiencia cardíaca


gestionante y anorexígeno está relacionado estruc- es la enfermedad cardiovascular: enfermedad coro-
turalmente con la efedrina. Tiene actividad directa naria, hipertensión y valvulopatías. No obstante, en
alfa-agonista y beta-agonista. Induce un aumento ciertos pacientes, la aparición de insuficiencia car-
dosis-dependiente en la tensión arterial y debido a díaca puede ser atribuida al efecto cardiotóxico de
casos de hemorragia intracraneal se ha retirado del algún fármaco (tabla IV). Los mecanismos por los
mercado en muchos países. que un fármaco induce insuficiencia cardíaca son:
Por otra parte, los beta-agonistas como salbuta- alteraciones en la precarga y la postcarga y la al-
mol y terbutalina, utilizados tanto en nebulizador co- teración de la contractilidad miocárdica. La proba-
mo en inyección parenteral en el tratamiento del as- bilidad de que un paciente desarrolle insuficiencia
ma incrementan la frecuencia cardíaca y la tensión cardíaca inducida por fármacos depende de la fun-
arterial sistólica y disminuye la diastólica. Aunque a ción ventricular preexistente, aunque algunos fárma-
este efecto no se le ha dado una gran importancia, cos pueden tener efectos nocivos en pacientes con
cuando en un paciente coexistan asma e hiperten- una función cardíaca previamente normal.
sión arterial, el uso de beta-agonistas debe hacer-
se con cautela, especialmente si además existe en-
fermedad coronaria 6. Citostáticos (ver más adelante)

Otros fármacos Antiinflamatorios no esteroideos

Entre otros fármacos en los que se ha descrito la Los AINEs se asocian con retención de líquidos y
posibilidad de generar hipertensión arterial están en ocasiones con el comienzo de insuficiencia car-

142 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149


FÁRMACOS DE USO COMÚN CON EFECTOS ADVERSOS SOBRE EL CORAZÓN

díaca. El mecanismo implicado es la inhibición de la Interleukina 2. Tiene efectos cardiovasculares im-


síntesis de prostaglandinas además de su interfe- portantes, de manera que produce con gran fre-
rencia con los efectos de los diuréticos e IECAs. En cuencia hipotensión y taquicardia. Se ha descrito
individuos sanos, las prostaglandinas no juegan nin- también disfunción ventricular izquierda reversible.
gún papel en la hemodinamia renal y por lo tanto no El mecanismo se debe a la producción de citokinas,
alteran la función cardíaca. No obstante, en pacien- que pueden inhibir la acumulación de adenosín mo-
tes con disfunción ventricular, el papel de las pros- nofosfato cíclico en el interior de la célula y por lo tan-
taglandinas es crucial en el mantenimiento del flujo to alterar la contractilidad miocárdica. Por otro lado,
renal y por lo tanto los AINEs pueden inducir o exa- los hallazgos histológicos de miocarditis eosinofílica
cerbar la insuficiencia cardíaca. Los nuevos fárma- hacen pensar en un posible síndrome de hipersen-
cos selectivos de la COX-2 o inducible pueden tener sibilidad. También puede producir un aumento de
un menor efecto en la función renal, aunque no exis- permeabilidad capilar que ocasiona hipotensión, y
ten datos definitivos. puede derivar en edema agudo de pulmón o shock
También se ha descrito que el consumo de AINEs distributivo. Aparece en las primeras horas del trata-
en ancianos duplica el riesgo de ingresar en el hos- miento y revierte a las 24 horas de suspenderlo.
pital en la siguiente semana por un episodio de in- También se ha asociado a miocarditis no infecciosa.
suficiencia cardíaca10.

Otros
Anestésicos
Además de los fármacos mencionados anterior-
Los anestésicos halogenados halotano y enflu- mente, existen casos aislados de comienzo de insu-
rano tienen efecto inotrópico negativo, aunque dé- ficiencia cardíaca en pacientes en tratamiento con:
bil y asociado a deterioro cardíaco previo. Este antidepresivos tricíclicos, citarabina, ácido aminoca-
efecto parece que es menor con los nuevos fár- proico, anticuerpos antidigoxina, antiácidos con so-
macos isoflurano y desflurano. Los anestésicos dio, amantadina, bromocriptina, foscarnet, meges-
barbitúricos intravenosos tiopental y metohexital trol, manitol, hidralazina, dapsona, carbamazepina,
pueden alterar también la contractilidad cardíaca. prostaglandina E2, metisergida e ifosfamida.
Los efectos cardíacos cardiovasculares más fre-
cuentes asociados a propofol son bradicardia e
hipotensión, provocados por vasodilatación periférica, MIOCARDITIS INDUCIDA POR FÁRMACOS
inhibición del tono simpático y reducción de la con-
tractilidad miocárdica. La sedación prolongada de Las miocarditis provocadas por fármacos pueden
niños con propofol se ha relacionado con insufi- estar mediadas por dos mecanismos: miocarditis tó-
ciencia miocárdica fatal. No se ha descrito este xica o por hipersensibilidad. Las miocarditis tóxicas
efecto en adultos 11. las pueden provocar antineoplásicos como antraci-
clinas, ciclofosfamida, fluorouracilo, trastuzumab y
otros fármacos como la interleukina-2, litio, cocaína,
Fármacos inmunomoduladores catecolaminas, hemetina y anfetaminas 12.
Las reacciones alérgicas a fármacos que se ma-
Interferones. El interferón alfa se asocia con efectos nifiestan en la piel o con molestias digestivas son
cardiovasculares, tales como hipotensión y taquicar- muchas veces fácilmente reconocibles, a diferen-
dia durante los primeros días de administración en cia de las que afectan al corazón. Los pacientes
el 5% al 15% de pacientes. Los efectos cardíacos con miocarditis por hipersensibilidad presentan
más frecuentes son arritmias, cardiomiopatía y sínto- eosinofilia periférica e infiltración miocárdica de eo-
mas de enfermedad isquémica. Hay casos descritos sinófilos, pueden presentar arritmias y muerte sú-
de insuficiencia cardíaca reversible e irreversible con bita de causa no filiada por lo que a veces es un
interferón alfa. En el mecanismo de producción de diagnóstico de autopsia 12, 13. Los fármacos que
insuficiencia cardíaca intervienen el deterioro del más frecuentemente producen miocarditis alérgica
metabolismo en el miocito y el incremento de la de- son sulfonamidas, tiacida, metildopa, penicilina y
manda de oxígeno como resultado de la fiebre y ta- menos frecuentemente fenitoina, carbamacepina,
quicardia. Hasta la fecha, el interferón beta no se ha espironolactona, furosemida, clortalidona, acetazo-
asociado a insuficiencia cardíaca. El interferón gam- lamida, amitriptilina, sulfonilureas, isoniacida, indo-
ma, utilizado a altas dosis produce hipotensión y metacina, fenilbutazona, estreptomicina y cefaclor.
arritmia, aunque en muchos casos en los que se ha También hay miocarditis de células gigantes me-
descrito, los pacientes tenían historia previa de en- diada por hipersensibilidad a fármacos con muy
fermedad cardiovascular. mal pronóstico.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149 143


J. PEREIRA BOZA y cols.

2ª PARTE: GRUPOS FARMACOLÓGICOS toman anticonceptivos, el riesgo de trombosis arte-


rial se incrementa en las pacientes de mayor edad 18.
Bloqueantes alfa adrenérgicos Se ha observado que el riesgo cardiovascular aso-
ciado a estos fármacos desaparece al suspenderlos.
Los alfa bloqueantes son los fármacos de primera El riesgo de trombosis venosa profunda es mayor
elección en el tratamiento de la hiperplasia benigna en mujeres que toman anticonceptivos de tercera
de próstata, patología con una alta prevalencia en generación (aquellos que contienen progestágenos
ancianos, muchos de ellos hipertensos. del tipo desogestrel o gestodeno) en comparación
Los receptores alfa adrenérgicos pueden ser α1 y con las que emplean aquellos de segunda genera-
α2. Los α1 están localizados principalmente en el ción (que contienen levonorgestrel, norgestrel), este
músculo liso prostático, pero también en el sistema riesgo relativo es de 1,7 veces aunque el riesgo to-
vascular mediando la contracción muscular lisa. Son tal es bajo 19. No existe mayor riesgo de infarto de
los receptores α1A el subtipo predominante en la miocardio con los anticonceptivos de tercera gene-
próstata 14. ración respecto a los de segunda.
Los bloqueantes alfa adrenérgicos aprobados pa-
ra el tratamiento de la hipertrofia benigna de prósta-
ta son doxazosina, terazosina y tamsulosina. La tam- Terapia hormonal sustitutiva
sulosina es un antagonista del receptor α1 con una
afinidad 40 veces superior por el subtipo α1A que La terapia hormonal sustitutiva se emplea para ali-
los otros alfa bloqueantes, denominados no selecti- viar los síntomas de la menopausia y también para
vos. Estos últimos, a diferencia de la tamsulosina, se tratar la osteoporosis. Los estrógenos aumentan el
asocian a efectos secundarios con mucha más fre- riesgo de cáncer de endometrio, que se puede evi-
cuencia, principalmente cardiovasculares, e inclu- tar con el uso concomitante de progestágenos, pero
yen hipotensión postural, vértigo, síncope y fatiga. que no evitan el mayor riesgo de cáncer de mama.
La tamsulosina no está indicada para el tratamiento Los estrógenos aumentan el HDL y descienden los
de la hipertensión a diferencia de los otros alfa blo- niveles de LDL y lipoproteína a, además mejoran la
queantes 15. función endotelial. Estos efectos beneficiosos suge-
La hipotensión postural es un efecto adverso que rían la indicación del tratamiento en mujeres post-
puede tener importantes repercusiones como trau- menopáusicas.
matismos y que está mediado por el efecto vasodi- Los primeros estudios observacionales informaron
latador arterial y venoso de estos fármacos. Este de que los estrógenos disminuían la incidencia de en-
efecto secundario puede ser más marcado si el pa- fermedad coronaria en mujeres postmenopáusicas en
ciente recibe otro tratamiento antihipertensivo con- un 30-50% respecto a las que no lo tomaban, pero el
comitante. Los efectos secundarios hacen que no primer ensayo clínico doble ciego, randomizado, con-
estén indicados como fármacos de primera elección trolado con placebo ha sido el estudio HERS (Heart
en el tratamiento de la hipertensión arterial. and Estrogen/progestin Replacement Study) 20. Este
estudio, realizado en mujeres postmenopáusicas con
enfermedad coronaria y con útero, demostró que no
Anticonceptivos orales había diferencia en la incidencia de infarto o muerte
por enfermedad coronaria entre pacientes que toma-
El empleo de anticonceptivos orales en los años ban estrógeno más acetato de medroxiprogesterona
60 y 70 (fármacos que contenían estrógenos a dosis y los que tomaron placebo después de un segui-
altas), aumentaba el riesgo de infarto de miocardio, miento medio de 4 años. Además, el primer año de
trombosis venosa y accidente cerebrovascular, so- tratamiento, las mujeres que tomaron la terapia hor-
bretodo en mujeres fumadoras. monal sufrieron una mayor incidencia de infarto que
Los anticonceptivos actuales, de segunda y terce- las que tomaron placebo. En informes preliminares del
ra generación, con dosis muy bajas de estrógenos Nurses’ Health Study y del WHI (The Women’ Health
(menos de 50 µg de etinil estradiol) y combinados con Initiative) se describen hallazgos similares.
dosis bajas de progestágenos siguen representando En un análisis retrospectivo de los datos del estudio
un factor de riesgo de infarto en mujeres muy fuma- CARS (Coumadin Aspirin Reinfarction Study) se ha
doras (≥ 25 cigarrillos/día) 16, 17. Además el riesgo de visto que el inicio del tratamiento hormonal sustitutivo
infarto se incrementa mucho en mayores de 35 años en mujeres que han sufrido un infarto de miocardio re-
fumadoras. Estas pacientes deberían tomar anticon- ciente está relacionado con más eventos cardíacos
ceptivos no estrogénicos y las menores de 35 años durante el seguimiento, sobre todo angor inestable 21.
fumadoras pueden emplear los anticonceptivos con El mecanismo por el que los estrógenos provocan
dosis bajas de estrógenos. Mientras que el riesgo de efectos adversos cardiovasculares parece que están
trombosis venosa es mayor en mujeres jóvenes que ligados a un efecto protrombótico. Producen un au-

144 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149


FÁRMACOS DE USO COMÚN CON EFECTOS ADVERSOS SOBRE EL CORAZÓN

mento de los factores VII y X y proteína C y dismi- del fármaco. Es más frecuente en pacientes con car-
nuyen la antitrombina III. También se ha visto que se diopatía isquémica previa y en aquellos que han re-
asocia a inflamación e inestabilidad de la placa, fa- cibido radioterapia mediastínica. El mecanismo pa-
cilitando su ruptura y la trombosis 22. Por tanto no pa- rece estar en relación con vasoespasmo y trombosis
rece recomendable en el momento actual el inicio de coronaria. También puede asociarse a miocarditis.
la terapia hormonal sustitutiva en mujeres para pre- Inhibidores mitóticos. La vinblastina puede produ-
venir la enfermedad coronaria 23. cir hipertensión, infarto de miocardio y arritmias. El
etopósido produce hipotensión en un 1-2% de casos.
Fármacos hormonales. El tamoxifeno es un anties-
Citostáticos trógeno empleado en el cáncer de mama. Está rela-
cionado con un aumento de la incidencia de trom-
Adriamicina (doxorrubicina). Provoca cardiotoxici- bosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar
dad cuya repercusión es importante porque limita la posiblemente porque este fármaco también presen-
supervivencia a largo plazo en estos pacientes, mu- ta actividad proestrogénica.
chas veces curados de la neoplasia. La ciproterona es un antiandrógeno esteroideo
La incidencia de miocardiopatía e insuficiencia empleado en el tratamiento del cáncer de próstata
cardíaca provocada por doxorrubicina es dosis-de- metastásico. Produce retención de líquidos como
pendiente. Por encima de 550 mg/m2 de superficie efecto más frecuente y también hipertensión, infarto
corporal es muy elevada, existiendo varios factores de miocardio y enfermedad tromboembólica.
de riesgo que contribuyen al desarrollo de la mio- Ciclofosfamida e ifosfamida. Son agentes alqui-
cardiopatía inducida por doxorrubicina: edad mayor lantes empleados en la preparación para el tras-
de 70 años, terapia combinada, radioterapia me- plante de médula ósea. Estos fármacos producen in-
diastínica, cardiopatía previa, hipertensión, hepato- suficiencia cardíaca en las primeras semanas de la
patía, hipertermia 24. quimioterapia. La ciclofosfamida provoca cardiotoxi-
El mecanismo de la cardiotoxicidad por adriamici- cidad cuando se emplea a dosis altas, pudiendo dar
na está mediado por aumento de radicales libres y desde alteraciones en el ECG, vasculitis coronaria,
disminución de antioxidantes lo que provoca un au- miopericarditis hasta necrosis miocárdica hemorrá-
mento del estrés oxidativo y conlleva el desarrollo de gica. Potencia la toxicidad de la doxorrubicina.
la miocardiopatía. La adriamicina puede provocar Taxanos. Incluyen el paclitaxel y docetaxel produ-
también miocarditis y pericarditis unos días o sema- cen efectos adversos como hipotensión y bradicar-
nas tras el inicio del tratamiento. dia que revierten tras la suspensión del fármaco.
La evolución de los pacientes que desarrollan mio- Trastuzamab es un anticuerpo monoclonal anti-
cardiopatía después del tratamiento es insidiosa, ya HER-2 que está relacionado con el desarrollo de
que el primer año presentan síntomas de insuficien- miocardiopatía y miocarditis. La cardiotoxicidad es
cia cardíaca, de la que pueden recuperarse en los mucho mayor cuando se asocia a doxorrubicina.
siguientes 4 años, pero vuelven a deteriorarse pos-
teriormente y fallecen 8 años más tarde. La miocar-
diopatía por doxorrubicina tiene una evolución peor Inhibidores de COX-2
que otras causas de miocardiopatía como la mio-
cardiopatía isquémica25. La epirrubicina tiene menor Estos fármacos inhibidores selectivos de la COX-2
cardiotoxicidad que la adriamicina y la daunorrubici- tienen efecto gastroprotector respecto a los AINES
na. La coadministración de agentes citoprotectores ya que no bloquean la COX-1, pero existen dudas re-
como las bispiperacinedionas reducen la cardiotoxi- ferentes a su efecto cardiovascular. El rofecoxib y ce-
cidad sin reducir la eficacia antineoplásica. lecoxib aumentan ligeramente las cifras de tensión
Mitoxantrone. Provoca insuficiencia cardíaca, es- arterial. En el estudio SUCCESS VI 28 los pacientes
tando relacionada la cardiotoxicidad con dosis acu- ancianos hipertensos en tratamiento con rofecoxib
mulativas del fármaco. Dada la similitud estructural presentaron mayor elevación de tensión arterial sis-
del fármaco con la doxorrubicina, se cree que el me- tólica y edemas que los que tomaban celecoxib.
canismo de producción es el mismo. Existe la preocupación respecto a que estos fár-
5-fluorouracilo. Es un antimetabolito empleado en macos puedan suponer un aumento del riesgo de
algunas neoplasias como adenocarcinomas de ma- eventos trombóticos. La prostaciclina producida por
ma y del tracto gastrointestinal. Su empleo se asocia el endotelio sabemos que es importante para man-
a isquemia miocárdica, pudiendo producir infarto de tener la permeabilidad de los vasos. Se ha visto que
miocardio y arritmias ventriculares así como disfun- la inhibición de la síntesis de prostaciclina se redu-
ción ventricular 26, 27. La cardiotoxicidad aparece de ce igualmente por los AINES y por los COX-2, pero
forma aguda durante el primer ciclo de tratamiento y estos últimos no inhiben la función plaquetaria, ac-
suele revertir cuando se suspende la administración ción mediada por la COX-1, lo que podría inclinar la

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149 145


J. PEREIRA BOZA y cols.

balanza hacia el efecto protrombótico. En un estudio En general en pacientes cardiópatas hay que em-
retrospectivo de rofecoxib no se vio aumento de los pezar con dosis bajas y vigilar la aparición de efec-
eventos cardiovasculares 29, pero en otro estudio tos secundarios. Es preferible en estos pacientes el
posterior en el que se revisaron los eventos trombó- empleo de fármacos de 2.ª generación (nortriptilina)
ticos de los estudios VIGOR y CLASS 31, se ha visto que conllevan menos efectos secundarios que los
mayor incidencia de infarto en pacientes que toma- de 3ª (amitriptilina, imipramina). Un método para de-
ban celecoxib o rofecoxib en comparación con pla- tectar toxicidad crónica es la disminución de la va-
cebo 30, aunque la población era heterogénea ya que riabilidad de la frecuencia cardíaca.
incluía pacientes con artritis reumatoide, que tienen La sobredosis por antidepresivos tricíclicos tiene
mayor riesgo de infarto. Además se desconoce el una mortalidad del 2-3%, generalmente relacionada
efecto del tratamiento esporádico con estos fárma- con complicaciones cardiovasculares. La prolonga-
cos. ción del QRS es un signo de toxicidad, pero es po-
Por tanto es necesario la realización de nuevos en- co sensible. La desviación a la derecha de los 40 ms
sayos clínicos dirigidos a determinar si estos fárma- finales en el plano frontal, caracterizada por una R
cos representan un aumento del riesgo trombótico. terminal en aVR tiene un 83% de sensibilidad y un
La adición de aspirina a dosis bajas es posible que 63% de especificidad para detectar toxicidad.
evite estos efectos aunque esto representaría pro-
bablemente la pérdida del beneficio de gastropro-
tección 32. Inhibidores de la recaptación de serotonina

Fluoxetina, paroxetina, sertralina. Tienen menos


Antidepresivos tricíclicos efectos secundarios cardiovasculares que los antide-
presivos tricíclicos 35 ya que su acción anticolinérgi-
Estos fármacos tienen efectos cardiovasculares ca, antihistamínica y noradrenérgica es escasa. Muy
potencialmente graves. Pueden provocar alteracio- rara vez provocan hipotensión ortostática o bradicar-
nes en el ECG, en la frecuencia cardíaca o hipoten- dia sinusal 36. Se han descrito esporádicamente arrit-
sión ortostática y posiblemente provoquen disfun- mias en pacientes que toman fluoxetina pero su inci-
ción sistólica ventricular. dencia es muy pequeña. Otro mecanismo por el que
Estos fármacos tienen propiedades similares a los pueden provocar daño cardíaco estos fármacos es
antiarrítmicos grupo IA y pueden provocar proarritmia mediante vasoconstricción mediada por serotonina,
en pacientes con cardiopatía estructural 33. Tienen ya que en presencia de daño endotelial por corona-
efectos anticolinérgicos, efecto alfa-bloqueante y riopatía la serotonina no produce la vasodilatación
efecto quinidin-like. Inhiben la recaptación de nora- coronaria esperada sino el efecto contrario.
drenalina y de serotonina provocando mayor cardio- Su importancia es mayor porque inhiben el citocro-
toxicidad que los inhibidores selectivos de serotoni- mo P450 y por tanto puede alterar el metabolismo de
na 34. Los efectos anticolinérgicos pueden provocar fármacos empleados frecuentemente en cardiópatas
taquicardia. El efecto alfa1-bloqueante provoca hipo- como betabloqueantes lipofílicos (propranolol, meto-
tensión ortostática en un 20% de pacientes (es el prolol), antagonistas del calcio, antiarrítmicos del gru-
efecto secundario más frecuente). Es más importan- po IC, dicumarínicos y otros como anticonvulsivantes,
te en ancianos, y muchas veces no mejora al dismi- antihistamínicos o benzodiacepinas (tabla II).
nuir dosis. Es menos frecuente con nortriptilina que Otro tipo de interacción importante de estos fár-
con amitriptilina o imipramina. La importancia de la macos es la que ocurre con IMAO (inhibidores de la
hipotensión ortostática depende de si existía previa- monoamino oxidasa) o triptófano que origina el sín-
mente al inicio del tratamiento y es más frecuente si drome serotoninérgico: hipertensión, taquicardia, hi-
hay insuficiencia cardíaca o deplección de volumen. peractividad, sudoración, hipertermia y muerte. El litio
También es más frecuente si existe bloqueo de rama. y la carbamacepina, que son agonistas serotoninér-
El efecto antiarrítmico tipo IA provoca supresión de gicos, también pueden provocarlo.
ectopia ventricular y deprime la conducción cardía-
ca. Producen alargamiento del QT, del intervalo PR,
ensanchamiento del QRS y disminución de la ampli- Inhibidores de la monoaminooxidasa
tud de la onda T. El alargamiento del QT puede ser
responsable del efecto proarrítmico y pueden indu- Tienen pocos efectos sobre la conducción cardía-
cir arritmias ventriculares malignas. Por todo ello los ca o la contractilidad miocárdica. La hipotensión or-
antidepresivos tricíclicos están generalmente con- tostática es frecuente y hay que tener en cuenta que
traindicados en las primeras 4-6 semanas tras un in- pueden interaccionar con otros medicamentos o
farto de miocardio, aunque hay que individualizar sustancias que contengan tiramina y provocar crisis
cada caso. hipertensivas.

146 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149


FÁRMACOS DE USO COMÚN CON EFECTOS ADVERSOS SOBRE EL CORAZÓN

Litio Sumatriptán y sus análogos (rizatriptán, naratrip-


tán, zolmitriptán…,). Son agonistas de los receptores
El carbonato de litio se asocia a alteraciones en el 5HT1 que pueden producir vasoespasmo coronario
ECG como cambios en la onda T y arritmias. Hay y que deben evitarse en cardiópatas isquémicos.
que tener mucha precaución en administrarlo a pa-
cientes con insuficiencia cardíaca ya que pueden
sufrir intoxicación por litio. Ésta se debe a que la de- Anorexígenos
plección de sodio que presentan habitualmente por
la administración de diuréticos aumenta la reabsor- La fenfluramina, fentermina y desfenfluramina son
ción de sodio y de litio en el tubo contorneado pro- fármacos serotoninérgicos inhibidores del apetito
ximal. que fueron retirados del mercado por la FDA (Food
and Drug Administration) por producir valvulopatías
cardíacas 40. Los hallazgos ecocardiográficos en va-
Antipsicóticos rios estudios realizados demostraron una incidencia
de insuficiencias valvulares principalmente aórtica y
Los neurolépticos tienen efecto quinidin-like que mitral superior a la esperada, con anomalías valvu-
puede provocar alargamiento del QT en pacientes lares similares a las que aparecen en el síndrome
que toman antiarrítmicos del grupo I. El haloperidol carcinoide. Las altas dosis del tratamiento y una larga
es un fármaco bastante seguro en cardiópatas aun- duración del mismo se asociaban a una incidencia
que su administración intravenosa puede asociarse mayor de valvulopatía. El mecanismo parece estar
a QT largo en raras ocasiones. También pueden ob- mediado por una activación de los receptores sero-
servarse taquicardia o hipotensión ortostática por toninérgicos 5-HT(2B).
efecto de bloqueo alfa-adrenérgico y anticolinérgico Se ha descrito asociación de inhibidores del ape-
respectivamente. tito (fenfluramina, aminorex y derivados anfetamíni-
cos) con hipertensión pulmonar primaria 41.
La sibutramina es una amina terciaria que inhibe
Anticonvulsivantes la recaptación de noradrenalina y serotonina y que
induce pérdida de peso. Se ha detectado un ligero
Carbamacepina tiene efecto quinidin-like y puede ascenso de la tensión arterial y la frecuencia cardía-
agravar un bloqueo auriculoventricular preexistente. ca, por lo que no debe administrarse en pacientes
La fenitoina tiene numerosos efectos cardiovascula- con hipertensión arterial no controlada, anteceden-
res ya que es un antiarrítmico del grupo IB. tes de cardiopatía isquémica o enfermedad cere-
brovascular 42. También debe evitarse su uso conco-
mitante con antidepresivos o antipsicóticos.
Fármacos empleados en el tratamiento de
las cefaleas
Sildenafilo
Los derivados ergóticos (dihidroergotamina, ergo-
tamina) se emplean en el tratamiento de las cefaleas El citrato de sildenafilo es el primer tratamiento
y producen además vasoconstricción del músculo oral efectivo contra la disfunción eréctil, El proceso
liso. La ergonovina se emplea como test de pro- de la erección está regulado por óxido nítrico, que
vocación de vasoespasmo coronario en pacientes actúa a través del mediador guanosina monofosfa-
con sospecha de angor vasoespástico. Pueden pro- to cíclico (GMPc). El sildenafilo es un inhibidor muy
ducir angina variante e infarto de miocardio 37 por lo potente y selectivo de la fosfodiesterasa tipo 5, que
que están contraindicados en pacientes con coro- se encuentra en una concentración elevada en el
nariopatía 38. En algunos casos su empleo se asocia cuerpo cavernoso, y es la enzima responsable de
a valvulopatía. la degradación del GMPc, facilitando de este modo
La metisergida provoca valvulopatía con una inci- la erección.
dencia de 1 por cada 5.000 pacientes tratados, fi- La vía del óxido nítrico-GMPc regula la vasodilata-
brosis pericárdica, miocárdica, endocárdica pulmo- ción sistémica. El sildenafilo es un vasodilatador que
nar y retroperitoneal 39. También puede asociarse a provoca escaso descenso de la presión arterial y li-
fibrosis de aorta. Entre las valvulopatías puede pro- geras reducciones de la postcarga y la precarga,
ducir insuficiencia principalmente de la válvula mitral pero debido a que la fosfodiesterasa 5 está también
y aórtica, y vigilar la aparición de nuevos soplos en presente en la vasculatura sistémica, el sildenafilo
el seguimiento debiéndose evitar este fármaco en puede provocar un mayor descenso de la tensión ar-
pacientes valvulópatas, con coronariopatía o hiper- terial cuando se administra con nitratos, ya que se
tensión arterial severa. estimula la vía del óxido nítrico-GMPc 43.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149 147


J. PEREIRA BOZA y cols.

La coadministración de sildenafilo con nitratos es- 10. Page J, Henry D: Consumption of NSAIDs and the develop-
tá contraindicada dentro de las primeras 24 horas. ment of congestive heart failure in elderly patients. Arch Intern
Med 2000; 160: 777-84.
Después de este tiempo puede considerarse la ad- 11. Feenstra J, Grobbee DE, Remme WJ, Stricker BH: Drug-in-
ministración de un nitrato, pero hay que vigilar la res- duced heart failure. J Am Coll Cardiol 199; 33: 1152-62.
puesta. 12. Feldman AM, McNamara D: Myocarditis. N Engl J Med 2000;
El sildenafilo es un potente inhibidor de la vía me- 343: 1388-98.
tabólica del citocromo P450 2C9 y se metaboliza 13. Kounis NG, Zavras GM, Soufras GD, Kitrou MP: Hipersensiti-
vity myocarditis. Ann Allergy 1989; 62: 71-5.
predominantemente por el citocromo P450 2C9 y 14. Tewari A, Narayan P: Alpha-adrenergic blocking drugs in the
P450 3A4, por tanto todos los inhibidores de estas management of benign prostatic hyperplasia: interactions
vías pueden aumentar las concentraciones plasmá- with antihypertensive. Urology 1999; Supl. 3A: 14-20.
ticas de sildenafilo (ver tabla II). En pacientes con 15. Maruenda J, Bhatnagar V, Lowenthal DT: Hypertension in the
administración conjunta de estos fármacos debería elderly with coexisting benign prostatic hyperplasia. Urology
53; Supl. 3A:7-13.
considerarse una dosis inicial menor (25 mg). En pa- 16. WHO Collaborative Study of Cardiovascular Disease and Ste-
cientes que toman antihipertensivos hay que vigilar roid Hormone Contraceptives: results of an international mul-
estrechamente la respuesta. ticentre case-control study. Lancet 1997; 349: 1202-9.
Es conveniente la realización de una prueba de 17. Rosenberg L, Palmer JR, Rao RS, Shapiro S: Low-dose oral
esfuerzo en cardiópatas isquémicos antes de indi- contraceptive use and the risk of myocardial infarction. Arch
car el sildenafilo para valorar el riesgo de isquemia Intern Med 2001; 161: 1065-70.
18. Vandenbroucke JP, Rosing J, Bloemkamp KWM y cols.: Oral
inducida por ejercicio 44. En pacientes con antece- contraceptives and the risk of venous thrombosis. N Engl J
dentes de infarto, angina inestable, ACVA, o arrit- Med 2001; 344: 1527-34.
mias graves en los 6 meses previos no debe admi- 19. Kemmeren JM, Algra A, Grobbee DE: Third generation oral
nistrarse el sildenafilo ya que no existen datos sobre contraceptives and risk of venous thrombosis: meta-analysis.
su empleo en estas situaciones inestables. BMJ 2001; 323:131-4.
20. Hulley S, Grady D, Bush T y cols.: Randomized trial of estro-
Después de 3 años de empleo se ha visto que no gen plus progestin for secondary prevention of coronary he-
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148 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149


FÁRMACOS DE USO COMÚN CON EFECTOS ADVERSOS SOBRE EL CORAZÓN

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Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 138-149 149


Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol. III • 150-159

Corazón y enfermedades endocrinas


Lucrecia Herranz de la Morena* y Luis Felipe Pallardo Sánchez**
*Facultativo Especialista Endocrinología y Nutrición. **Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición.

En el presente capítulo abordaremos sucesiva- aumento del tamaño ventricular izquierdo con hipertro-
mente los aspectos cardiológicos relacionados con fia concéntrica, y similarmente de ventrículo derecho.
las enfermedades de la hipófisis, del tiroides, de las Desde un punto de vista funcional, en estadios ini-
paratiroides, de las suprarrenales para finalmente ciales de la acromegalia, algunos pacientes muestran
hacer referencia a la diabetes mellitus. un síndrome hiperkinético, caracterizado por aumen-
to de la frecuencia y el gasto cardíaco, con disminu-
ción de las resistencias periféricas. Posteriormente se
ENFERMEDADES DE LA HIPÓFISIS detecta una anormalidad de llenado diastólico como
resultado de una falta de relajación muscular ventricu-
Acromegalia lar que pueden preceder a la disfunción sistólica. Es-
ta alteración se manifiesta durante el ejercicio físico,
La acromegalia es una entidad clínica condiciona- con acortamiento del período eyectivo de ventrículo
da por una hipersecreción de GH a partir de un ade- izquierdo, alargamiento del período pre-eyectivo y au-
noma hipofisario. Ocasionalmente puede tener en su mento del cociente PEP/LVET. Finalmente surge dila-
origen en una producción ectópica de GRH o mucho tación ventricular con disminución del gasto cardíaco
más raramente de GH. que puede llevar a una insuficiencia cardíaca con-
La afectación cardíaca en la acromegalia es causa gestiva (10-20% de casos).
importante de morbilidad y mortalidad 1, presentando En un 50% de pacientes casos se objetivan altera-
aproximadamente en un tercio de los pacientes. ciones ECG, no explicables por la hipertensión arterial
En su génesis intervienen tres causas fundamen- o aterosclerosis concomitante (anomalías ST, depresión
tales, la presencia de hipertensión arterial, una ate- T, hipertrofia ventrículo izquierdo o defectos de con-
rosclerosis prematura o el desarrollo de una genuina ducción). Pueden surgir arritmias y ocasionalmente se
«cardiomiopatía» específica 2, 3. han detectado muertes súbitas (lesiones inflamatorias
La hipertensión arterial es la manifestación cardio- o degenerativas de plexos nerviosos en relación con el
vascular más frecuente en la acromegalia (15-50% nódulo sino-auricular o aurículo-ventricular).
pacientes) 4. Se influencia por la edad y duración del La cardiomiopatía parece relacionarse más con la
proceso, asociándose con niveles elevados de GH duración de la acromegalia que con los niveles de
(acción retenedora de sodio y expansión de volumen GH y/o IGF-1, siendo variable la relación entre masa
extracelular). Se ha discutido el posible papel de un ventricular izquierda. y niveles de estas hormonas 8.
aumento de secreción de aldosterona o la existencia En cuánto al tratamiento de las manifestaciones
de una alteración de la respuesta de las adrenales o cardiocirculatorias en la acromegalia es preciso ha-
de la vasculatura periférica a la angiotensina II 3, 5. cer algunas precisiones 1, 3. La clínica de insuficien-
La ateroscleosis se desarrolla precozmente en suje- cia cardíaca no obedece generalmente a la terapia
tos acromegálicos, condicionada tal vez por la acción convencional. En caso de hipertensión arterial son
de la GH a nivel del metabolismo glucídico y graso. No particularmente útiles los fármacos que disminuyen
obstante para algunos autores, la cardiopatía ateroscle- el volumen plasmático (diuréticos). Es importante
rótica parece afectar únicamente a un 10% de pacien- como primera medida la disminución de los niveles
tes6. Parece admitirse, pese a algunas discrepancias, la de GH. Se ha demostrado resultados positivos so-
existencia de una «cardiomiopatía» específica de la bre morfología y función cardíaca tras tratamiento
acromegalia, independiente de la influencia de la hiper- quirúrgico o con el empleo de somatostatina. A lo
tensión arterial y del desarrollo de aterosclerosis, y que largo de un año de tratamiento con este fármaco se
se caracteriza por determinadas manifestaciones2, 3, 7. comprueba como la supresión prolongada de GH e
La cardiomegalia es un hallazgo prevalente, y pare- IGF-1 tienden a normalizar determinadas alteracio-
ce ser comparativamente superior al aumento de ta- nes funcionales miocardíacas (eyección ventricular
maño de otros órganos. Es evidente la existencia de un izquierda) 9.

150
CORAZÓN Y ENFERMEDADES ENDOCRINAS

Hipopituitarismo
Termogénesis Resistencia vascular Volumen arterial
En adultos con hipopituitarismo, junto con el trata- tisular ↑ periférica ↓ efectivo ↓
miento hormonal sustitutivo de los posibles déficits
de función tiroidea, adrenal y gonadal, viene utili-
zándose la terapia con GH en situaciones de defec-
to de secreción de esta hormona.
La administración de GH mejora de manera evi- Reabsorción
dente la función miocárdica, aumentando la masa Hormonas renal Na ↑
muscular y revirtiendo las anomalías de la función tiroideas (T3)
diastólica 10.
En otro orden de cosas, se ha demostrado como
el empleo de GH en la cardiomiopatía dilatada idio-
pática, se sigue de un aumento de la masa muscu- Cronotropismo / Volumen
lar cardíaca. inotropismo cardíaco ↑ plasmático ↑

ENFERMEDADES DEL TIROIDES

El exceso o defecto de hormonas tiroideas se si- Gasto


cardíaco ↑
gue, a nivel del aparato cardiovascular, de determi-
nadas manifestaciones hemodinámicas que van a
condicionar la sintomatología y signología clínicas
Figura 1.—Hormonas tiroideas y función cardiovascular (modifi-
cardiocirculatorias, características de la hiper e hi- cado Klein y Levey11).
pofunción tiroideas 3, 11-13 (tabla I).

Hipertiroidismo miocárdica (aumento del inotropismo y cronotropis-


mo), vascular periférica (disminución de resistencias)
En la hiperfunción tiroidea (enfermedad de Base- y aumento de la termogénesis tisular 11, 12 (fig. 1).
dow, adenoma tóxico, bocio multinodular tóxico) el Las hormonas tiroideas (T3) a nivel miocárdico, en
origen de las manifestaciones cardiocirculatorias se humanos y animales de experimentación, se ha
relaciona fundamentalmente con los efectos deriva- comprobado que aumentan la contractilidad. Se de-
dos del aumento de niveles de hormonas tiroideas be a una acción directa de las misma, ya que por vía
(primordialmente T3), que se traducen por su acción genómica y una vez verificada su unión a receptores
nucleares, actúan sobre la transcripción de determi-
nados genes a nivel de estas células musculares
cardíacas que llevan a la síntesis de determinadas
Tabla I Alteraciones hemodinámicas en el proteínas, tales como 14:
hipertiroidismo e hipotiroidismo • Aumento de la cadena pesada de alfa-miosina y
disminución de la cadena pesada de beta-miosina.
Hipertiroidismo Hipotiroidismo • Aumento de actividad del enzima calcio-ATPasa
del retículo sarcoplásmico y disminución de ac-
Resistencia vascular Disminuida Aumentada tividad phospholamban.
• Aumento de actividad Na+K+ ATP asa.
Gasto cardíaco Aumentado Disminuido
Las hormonas tiroideas favorecen asimismo la
Presión sistólica Aumentada Normal o disminuida transcripción génica de otras proteínas que intervie-
Presión diastólica Disminuida Aumentada o normal nen en otras funciones hemodinámicas: hormona na-
Presión diferencial Aumentada Disminuida triurética atrial, transportadores de glucosa, canales
Frecuencia cardíaca Aumentada Disminuida o normal de K+ (Kv1,5), receptores beta-adrenérgicos…
Contractilidad cardíaca Aumentada Disminuida Asimismo, es preciso reseñar como estas hormo-
(sistólica y diastólica) nas actúan también por vía no genómica, aumen-
tando la actividad del marcapaso sino-auricular, el
Músculo cardíaco Aumentado Disminuido
transporte transmembrana de glucosa y la fosforili-
(hipertrofia) zación oxidativa mitocondrial, etc.; siendo estas ac-
Volumen sanguíneo Aumentado Disminuido ciones más rápidas que las ejercidas por vía genó-
mica 15.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 150-159 151


L. HERRANZ DE LA MORENA y cols.

En estudios no invasivos (ecografía-doppler, explo- sis de larga evolución. Entre los mecanismos fisio-
raciones con radionúclidos) se confirma el aumento patológicos conducentes al desarrollo de insuficien-
de la contractilidad ventricular izda. y del gasto cardía- cia cardíaca estarían la hipervolemia (insuficiencia
co, todo ello acompañado de hipertrofia miocárdica. cardíaca con gasto cardíaco elevado o «high out-
A nivel periférico, la T3 produce un descenso de pout») y la presencia de taquiarritmias persistentes.
la resistencia vascular, similar al condicionado por el En circunstancias de hipertiroidismo subclínico
ejercicio físico, que afecta a vasos de la piel, múscu- (T4 y T3 normales con TSH disminuida) se han des-
los y vísceras. Esta alteración se debe a una acción crito ocasionalmente aumento de frecuencia cardía-
directa sobre las células musculares vasculares li- ca y extrasístoles auriculares, riesgo de fibrilación
sas, o indirecta mediada por una liberación endote- auricular, aumento de contractilidad cardíaca, así
lial de óxido nítrico, por actividad beta-adrenérgica como tiempo de contracción isovolumétrica dismi-
o como consecuencia de respuesta a la hipoxia lo- nuido, aumento de masa ventricular izquierda y
cal (aumento niveles ácido láctico) secundaria al in- septal y, disminución de llenado diastólico ventri-
cremento de la termogénesis tisular 16. cular izdo. 18, 19.
En el hipertiroidismo existe un incremento de volu- Como signos clínicos, además de la antes citada
men plasmático y de la masa eritrocitaria, debido a taquicardia, se recoge un aumento de presión arte-
un aumento de eritropoietina (hipoxia periférica) y de rial sistólica, de tensión arterial diferencial e incre-
la reabsorción tubular renal de sodio, subsiguiente a mento del 1er ruido y del componente pulmonar del
un descenso del volumen arterial efectivo por la re- 2º ruido. Se puede detectar un roce sistólico (Me-
sistencia vascular periférica disminuida. ans-Lerman) en 2º espacio intercostal izquierdo por
En la hiperfunción tiroidea, como en el feocromo- contacto pleuro-pericárdico, así como un soplo sis-
citoma, ejercicio físico y embarazo se detectan sig- tólicoaórtico debido al estado hiperdinámico. Se en-
nos evidentes de actividad hiperadrenérgica 11, 17: ta- cuentra a veces un soplo sistólico, correspondiente
quicardia, palpitaciones, aumento de amplitud de a prolapso de válvula mitral (43% casos) 20.
pulso, etc. No existe aumento de producción de ca- En el ECG, junto con la taquicardia sinusal y fibrila-
tecolaminas, pareciendo la hipótesis más verosímil el ción auricular, pueden hallarse disturbios aislados de
incremento del número de receptores beta-adrenér- conducción intraauricular o acortamiento de PR, o
gicos (también discutido). Otras posibilidades son la bien alteraciones de ST y onda T (isquemia asociada).
mayor sensibilidad periférica a las catecolaminas, Como medida terapéutica de base, es obvio que
mayor afinidad de receptores, incremento del turno- habrá que acudir al control de la hiperfunción tiroi-
ver de catecolaminas a nivel de la sinapsis o altera- dea, planteándose inicialmente el empleo de antiti-
ción de la proteína G (que conecta receptores con roideos o yodo radiactivo.
sistema adenilciclasa). Por lo que se refiere a las manifestaciones cardio-
En cuánto a la clínica cardiovascular propia del hi- vasculares se seguirán las siguientes indicaciones
pertiroidismo, pueden distinguirse los siguientes sín- generales:
tomas y signos 3, 11, 12: * En situación aguda, para el control de la taqui-
Se observa la presencia de taquicardia y palpita- cardia sinusal, se acudirá al empleo oral de pro-
ciones. La frecuencia cardíaca puede disminuir des- pranolol (80-240 mg/día), necesitándose en casos
pués del ejercicio físico, comprobándose a su vez extremos su administración por vía intravenosa. Al-
una pérdida de la variación fisiológica de la misma ternativamente pueden emplearse otros beta-blo-
existente entre los períodos vigilia/sueño, circuns- queates selectivos. Estos fármacos disminuyen la
tancia condicionada tal vez por un descenso en el frecuencia cardíaca, controlan la presión arterial y
tono parasimpático. Existe disnea e intolerancia al mejora algunos síntomas extracardíacos (miopatía).
esfuerzo (capacidad reducida de aumento del gas- Cuando los beta-bloqueantes estén contraindica-
to cardíaco y disminución de actividad muscular es- dos, pueden usarse antagonistas del calcio; si bien
quelética y respiratoria). Puede surgir un cuadro de deben emplearse con cautela para evitar hipoten-
angor, por desequilibrio entre necesidades y aporte sión (empeoran resistencias periféricas) o por su ac-
de oxígeno o bien como consecuencia de un vaso- ción inotrópica negativa.
espasmo coronario. * En casos de insuficiencia cardíaca desencade-
Una de las manifestaciones más características es nada por taquiarritmias puede acudirse, con la de-
la presencia de fibrilación auricular (5-10 % casos), bida cautela, al uso de bloqueadores beta-adrenér-
más frecuente en ancianos y en individuos con car- gicos. Es asimismo útil el uso de diuréticos. Pueden
diopatía preexistente. emplearse digitálicos en insuficiencia cardíaca se-
La insuficiencia cardíaca congestiva es rara en vera, si bien la respuesta está disminuida y se pre-
ausencia de fibrilación auricular. Presentan mayor cisan dosis más elevadas de las habituales (aumen-
riesgo los pacientes ancianos, los sujetos con cardio- to de volumen de distribución y acción neutralizado-
patía previa o aquellos que padecen una tirotoxico- ra de la tiroxina).

152 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 150-159


CORAZÓN Y ENFERMEDADES ENDOCRINAS

* Por lo que respecta a la actitud a tomar ante la cuánto a la circunstancia de pacientes con corona-
presencia de fibrilación auricular, hemos de reseñar riopatía que sufren un hipotiroidismo, parece objeti-
que en ausencia de cardiopatía previa suele remitir vado que muestran una mejor tolerancia a la dismi-
espontáneamente a las 8-12 semanas de instaurado nución del flujo miocárdico. No obstante parece
el tratamiento antitiroideo, conforme se normaliza la comprobado como el tratamiento cauteloso con hor-
función tiroidea. Cuando esto no suceda (fibrilación monas tiroideas, acompañado del correspondiente
auricular crónica) habrá que acudir al tratamiento es- tratamiento convencional antianginoso, se sigue a
pecífico de la misma (farmacológico o cardiover- largo plazo en estos individuos de efectos benefi-
sión). El riesgo de embolismo, mayor en personas ciosos cardiovasculares en cuánto al ulterior desa-
ancianas, es discutible 21. La anticoagulación es am- rrollo de angor o infarto agudo de miocardio 22.
pliamente debatida, habiéndose descrito en pacien- En la exploración física se encuentra bradicardia,
tes con tirotoxicosis una disminución de la vida me- disminución de la intensidad de los ruidos cardíacos y
dia de algunos factores de la coagulación, con una de la presión arterial diferencial con presión diastólica
mayor sensibilidad a la warfarina. elevada (20-40%). Pueden presentarse frialdad en ex-
tremidades debida a disminución del flujo cutáneo, y
edemas por aumento de la permeabilidad capilar. En
Hipotiroidismo casos avanzados de mixedema puede detectarse
edema específico por depósito de mucopolisacáridos.
Las manifestaciones cardiovasculares derivadas En el ECG se encuentran trazados de bajo volta-
de la existencia de un hipotiroidismo son menos pro- je, bradicardia sinusal, alargamiento de QT y del in-
minentes que las que surgen en el contexto del hi- tervalo QRS. No es raro el hallazgo de extrasístoles
pertiroidismo. ventriculares o taquicardias ventriculares tipo «torsa-
En la tabla I quedan resumidas las principales al- des de pointes» con QT alargado, así como la exis-
teraciones hemodinámicas que se detectan en estos tencia de cambios inespecíficos de ST.
pacientes, y que tienen como raíz última el defecto En pacientes hipotiroideos, en ausencia de ne-
de actividad de las hormonas tiroideas 13. crosis miocárdica, puede encontrarse un aumento
De manera opuesta al hipertiroidismo, en el hipoti- de los niveles séricos de creatinfosfokinasa o CPK
roidismo se altera la función miocárdica al disminuir la (fracción muscular MM). La presencia asociada de
expresión génica de determinadas proteínas contrác- aumentos de aldolasa muscular y de mioglobina
tiles o de ciertos enzimas de los miocitos; al tiempo (plasma y/u orina) nos hablan de la existencia de una
que a nivel periférico se produce una disminución de probable participación miopática. El ecocardiograma
las necesidades de oxígeno y una vasoconstricción muestra, entre otras alteraciones, una disminución de
reactiva (aumento de resistencias) que incrementa la contractilidad ventricular izda. y prolongación del
sobrecarga cardíaca con la consiguiente disminución tiempo de relajación diastólica isovolumétrica.
del gasto cardíaco. El déficit de hormonas tiroideas a El tratamiento deberá centrarse en un cuidadoso
nivel del nódulo seno-auricular produce bradicardia. control de la hipofunción tiroidea 23, mediante la ins-
Existe a su vez en los pacientes hipotiroideos una dis- tauración de una correcta hormonoterapia sustituti-
minución del tono adrenérgico (disminución número va,que va a seguirse obviamente de una mejora de
receptores, aumento proteína Gi). los parámetros hemodinámicos alterados (contracti-
Clínicamente 3, 13 se puede, en casos de mixede- lidad miocárdica y resistencia perifértica). En sujetos
ma, apreciar la existencia de cardiomegalia, por la jóvenes, la dosis inicial de tiroxina a emplear es de
presencia de engrosamiento miofibrilar e infiltración 75-150 ug/día. En ancianos, por el posible riesgo de
intersticial mixoide, o lo que es más frecuente debi- desencadenamiento de un cuadro angoroide, se ad-
da al hallazgo de derrame pericárdico asociado. Se ministrarán inicialmente 25 ug/día de tiroxina con
evidencia bradicardia sinusal e hipertensión arterial elevación progresiva en controles ulteriores, depen-
diastólica (20% casos). En casos de franco hipotiroi- diendo de los niveles de TSH plasmática.
dismo se puede presentar disnea de esfuerzo, an- Con respecto al hipotiroidismo subclínico 24, 25, en-
gor, pequeños derrames pleurales o pericárdicos e tidad caracterizada por la presencia de valores plas-
insuficiencia cardíaca (edemas, ascitis, ortopnea máticos normales de hormonas tiroideas y TSH ele-
nocturna). La documentación de hipotiroidismo co- vada, hemos de reseñar como algunos pacientes
mo causa única de fracaso cardíaco es rara. pueden presentar alteraciones cardíacas similares a
Si bien inicialmente se había pensado en que la las halladas en el hipotiroidismo clínico, pero menos
aterosclerosis coronaria era más frecuente en suje- evidentes. Son subsidiarios de tratamiento sustituti-
tos hipotiroideos, dada la presencia concomitante de vo aquellos pacientes con hipotiroidismo subclínico
alteraciones lipídicas [aumento colesterol total, LDL- que muestran niveles de TSH plasmática mayores de
colesterol, apo-B y lipoproteína (a)], esta asevera- 10 mU/l, positividad de anticuerpos tiroideos anti-pe-
ción no ha podido ser comprobada clínicamente. En roxidasa o bocio.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 150-159 153


L. HERRANZ DE LA MORENA y cols.

Patología tiroidea derivada del empleo de En resumen, la amiodarona debe darse con pre-
amiodarona como antiarrítmico caución en sujetos con bocio o patología tiroidea
previa, debiendo hacerse control previo de anticuer-
La amiodarona, utilizada como fármaco antiarrít- pos anti-tiroides. En caso de instauración de trata-
mico, es un derivado benzofuránico que contiene 75 miento, se recomienda la práctica cada seis meses
mg de yodo por cada 200 mg. Tiene una vida media de un control de TSH para una detección precoz de
de 100 días, es inhibidor de la 1-5´deiodasa (dismi- disfunción tiroidea.
nuye formación periférica de T3 a expensas de T4),
puede inhibir la secreción pituitaria de TSH y por su
contenido en yodo produce una disfunción tiroidea. OTRAS ENFERMEDADES ENDOCRINAS
Su empleo puede ocasionar hipotiroidismo o hiperti- (PARATIROIDES, ADRENALES)
roidismo, dependiendo del yodo ambiental y de las
características del tiroides, siendo más frecuente el Entre las posibles repercusiones cardiocirculato-
desarrollo de hipotiroidismo 26, 27. rias de otras endocrinopatías, de manera resumida
Hipotiroidismo. Se debe al exceso de liberación de citaremos las siguientes 3:
yodo de la molécula de amiodarona que condiciona • Por lo que se refiere al hiperparatiroidismo pri-
un aumento de su contenido intratiroideo que se sigue mario, hemos de hacer referencia al hecho de que
de una inhibición de organificación, y, por ende, de la la PTH, actuando a nivel de las células miocárdicas,
síntesis de hormonas tiroideas (fenómeno Wolff Chai- favorece la entrada de calcio a su interior y tiende a
koff). Se favorece este proceso por la presencia de aumentar el cronotropismo e inotropismo 29. Presen-
autoinmunidad tiroidea, detectable por el hallazgo ta efectos contrapuestos sobre tensión arterial y re-
de autoanticuerpos anti-tiroides. Para su tratamiento, actividad vascular.
no es imprescindible la retirada del fármaco, corri- En situaciones de hipercalcemia crónica se puede
giéndose el hipotiroidismo mediante el uso de tiroxina. depositar calcio en válvulas cardíacas, arterias co-
Hipertiroidismo. Se han descrito dos variedades. ronarias, fibras miocárdicas y tejido intersticial. Elec-
• Tirotoxicosis inducida por yodo. Debida a un au- trocardiográficamente se comprueba la presencia
mento de síntesis de hormonas tiroideas a partir de la de un espacio QT acortado y de manifestaciones
liberación de yodo de la molécula de amiodarona, in- arrítmicas.
cidiendo en sujetos portadores de bocios micro o ma- En el paciente con hiperparatiroidismo primario se
cronodulares y con la existencia ocasional de rasgos ha descrito una mayor frecuencia de hipertensión ar-
de autoinmunidad (presencia de inmunoglobulinas terial (acción de PTH o de un factor hipertensivo
estimuladoras). La captación tiroidea de yodo radiac- PTH-like / nefrocalcinosis / aumento sensibilidad pe-
tivo suele estar disminuida y existen concentraciones riférica a norepinefrina y angiotensina II /aumento
de interleukina-6 discretamente elevadas. El flujo san- contracción miocárdica).
guíneo tiroideo está normal o aumentado. Para su tra- • En casos de hipoparatiroidismo primario, la pre-
tamiento debe discontinuarse la administración de sencia de hipocalcemia crónica se acompaña de
amiodarona, al tiempo que se precisan dosis eleva- prolongación del espacio QT. En general se precisa
das de tionamidas. El perclorato, un anión monova- de cardiopatía previa para el desarrollo de insufi-
lente que inhibe el transporte de yodo, puede aso- ciencia cardíaca, si bien se ha observado algún ca-
ciarse si no se consigue el control de la tiroxicosis. so de disfunción miocárdica en hipoparatiroidismo
• Tirotoxicosis destructiva. Debida a un aumento de primario sin cardiopatía subyacente 30. En pacientes
liberación de hormonas tiroideas mediante acción di- con insuficiencia cardíaca e hipocalcemia existe po-
recta de la amiodarona a nivel de la glándula tiroides. bre respuesta a la terapia convencional.
Desde un punto de vista histopatológico se detecta • En la enfermedad de Cushing existe un desa-
abundante coloide y la presencia de infiltrados de cé- rrollo acelerado de aterosclerosis, favorecido por la
lulas histiocitarias vacuoladas (tiroiditis). La captación presencia de hipertensión arterial (acción mineralo-
tiroidea de yodo radiactivo está disminuida y los niveles corticoide / sensibilización de acciones periféricas
de interleukina-6 se encuentran francamente eleva- vasoconstrictoras / aumento de producción de an-
dos 28. El flujo sanguíneo tiroideo se halla disminuido. giotensinógeno / incremento de retención de sodio)
Este tipo de lesión evoluciona con el tiempo a hipoti- y el desarrollo de dislipemia.
roidismo por fibrosis de la glándula tiroides. Para su • En el hiperaldosteronismo primario, la presencia
tratamiento se retirará la amiodarona. Es efectiva la de hipokaliemia se traduce electrocardiográficamente
administración de largas dosis de corticoides, si bien por la existencia de una onda T aplanada, la apari-
puede existir recaída al descender posteriormente la ción de una onda U o el posible hallazgo de extra-
cantidad a emplear de estos fármacos. No responde sistolia ventricular u otras arritmias). En casos de larga
obviamente al uso de tionamidas o de fármacos que evolución, y en relación con la hipertensión arterial,
inhiban el transporte de yodo. puede existir hipertrofia de ventrículo izquierdo. Por

154 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 150-159


CORAZÓN Y ENFERMEDADES ENDOCRINAS

último es preciso señalar como la aldosterona tiene la proteinkinasa C y el aumento del estrés oxidativo
una acción fibrogénica directa con aumento de for- favorece la activación de las células endoteliales y la
mación de colágeno (fibrosis cardíaca) 31. disfunción del endotelio vascular 38.
• La insuficiencia adrenal se acompaña de dismi- Inflamación: Diferentes factores de riesgo vincula-
nución de tamaño cardíaco e hipotensión arterial. En dos con mecanismos inflamatorios (albúmina, fibri-
el ECG pueden registrarse bradicardia sinusal, onda nógeno, factor von Willebrand, actividad del factor
T aplanada o invertida, QTc alargado, alteraciones VIII y recuento leucocitario) predicen la enfermedad
de conducción, etc. coronaria en la población diabética 39. Esta asocia-
• El feocromocitoma se acompaña de HTA paro- ción puede reflejar una respuesta inflamatoria a una
xística o continua, e hipotensión ortostástica o re- lesión ateromatosa subyacente o bien indicar que
fractaria al tratamiento. Los mecanismos patogéni- existe un origen común para la diabetes y la enfer-
cos de las alteraciones vasculares en esta entidad medad coronaria.
clínica tienen relación con las descargas catecola- Hiperinsulinismo y Resistencia insulínica: Tanto un
mínicas, la contracción de volumen y la pérdida de nivel elevado de insulina como una disminución en
reflejos simpáticos. la sensibilidad a la acción de la insulina son predic-
Se ha descrito la presencia de una miocardiopatía tores de enfermedad cardiovascular 40. Distintos
catecolamínica específica 32, con lesiones histológi- efectos de la insulina en la pared arterial relaciona-
cas de miocarditis (necrosis focal con células infla- dos con la síntesis lipídica, proliferación celular y
matorias y signos de fibrosis) y signos de hipertrofia producción de óxido nítrico, podrían acelerar el pro-
ventricular izquierda y edema agudo de pulmón. ceso arteriosclerótico 41. La resistencia insulínica,
Existen también lesiones asociadas de aterosclero- además de estar presente con frecuencia en la dia-
sis y engrosamientos de la capa media vascular. betes mellitus tipo 2, se asocia con un corolario de
El ECG evidencia la antes citada hipertrofia ventri- factores de riesgo cardiovascular, hipertensión arte-
cular izquierda taquicardia sinusal, extrasístoles su- rial, dislipemia, obesidad abdominal, microalbuminu-
praventriculares, taquicardias paroxísticas supra- ria, cuyo conjunto conocemos como síndrome meta-
ventriculares, elevaciones o depresiones transitorias bólico. Se ha propuesto que la resistencia insulínica
de ST, e inversión de onda T y del intervalo QT 33. sería el nexo de unión entre la diabetes tipo 2, la ar-
teriosclerosis 42 y los factores inflamatorios relaciona-
dos con la misma 43.
DIABETES Disfunción simpática cardíaca: La neuropatía au-
tonómica cardíaca puede conducir a alteraciones
Diabetes y riesgo cardiovascular funcionales del miocardio que se han relacionado
con una peor capacidad del corazón diabético para
El incremento en el riesgo de enfermedad corona- el remodelamiento cardíaco posinfarto 38.
ria entre la población diabética está ampliamente do-
cumentado en estudios epidemiológicos 34, 35. Aun
cuando en los individuos diabéticos confluyen con Características clínicas de la enfermedad
más frecuencia distintos factores de riesgo cardio- cardíaca en la diabetes
vascular, estos no justifican todo el exceso de mor-
bi-mortalidad de causa cardiovascular 35. Angina e infarto agudo de miocardio: Aunque las
La magnitud del problema sanitario es evidente, manifestaciones clínicas clásicas se observan con
ya que al menos un 10% de los pacientes que su- frecuencia en los pacientes diabéticos, la isquemia
fren un infarto agudo de miocardio son diabéticos 36. silente, que se ha relacionado con la coexistencia de
No solo la incidencia de enfermedad coronaria es neuropatía cardíaca, tiene una prevalencia mayor.
mayor, sino que, además, la mortalidad en los pa- Por ello los síntomas pueden ser atípicos y se hace
cientes diabéticos con cardiopatía isquémica es muy necesaria la realización de pruebas no invasivas aún
superior a la de la población en general 34. con pocas manifestaciones clínicas 44.
Las lesiones ateromatosas son más difusas y ex-
tensas en los individuos con diabetes, y se presen-
Mecanismos patogénicos específicos de tan tanto en segmentos proximales como distales de
la diabetes las arterias coronarias 45. Potencialmente esta cir-
cunstancia ocasionaría una isquemia más amplia y
Hiperglucemia: Los niveles de glucosa, incluso en un tamaño mayor del infarto, sin embargo no hay evi-
personas no diabéticas, se asocian con el riesgo dencia de que ésto realmente ocurra 38. Sí parece
cardiovascular 37. La hiperglucemia a través de dis- que la existencia de lesiones difusas pueda condi-
tintas mecanismos como la glicación no enzimática cionar unos peores resultados con las técnicas de
de las proteínas, la vía del sorbitol, la activación de revascularización 44. Aun cuando la mortalidad tras la

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 150-159 155


L. HERRANZ DE LA MORENA y cols.

nes microangiopáticas intramiocárdicas, fibrosis in-


Tabla II Características de la enfermedad tersticial y miocitolisis, se define como la presencia
cardíaca en la diabetes de disfunción ventricular en ausencia de otra causa
que lo justifique y su única manifestación clínica
 Riesgo cardiovascular elevado. puede ser una tolerancia disminuida al esfuerzo fí-
 Alteraciones clínicas específicas: sico. La alta incidencia de insuficiencia cardíaca en
los individuos diabéticos, de presentación espontá-
Neuropatía cardíaca diabética.
nea, o precipitada por la aparición de hipertensión
Miocardiopatía diabética. arterial o infarto agudo de miocardio, se ha vincula-
 Mayor incidencia: do a esta enfermedad miocárdica específica de la
Isquemia silente. diabetes 55.
Insuficiencia cardíaca.
En la tabla II se resumen las características de la
enfermedad cardíaca en la diabetes.
Muerte súbita.
 Peores resultados con angioplastia coronaria transluminar.
Prevención de la enfermedad cardíaca en
 Reestenosis acelerada tras intervenciones percutáneas. la diabetes
 El control glucémico intensivo tras el infarto mejora la
supervivencia. Al igual que en los individuos no diabéticos los
factores de riesgo clásicos (hipertensión arterial, dis-
lipidemia y tabaco) deben ser tratados.
La hipertensión arterial es frecuente en los pa-
cirugía coronaria es mayor en la población diabéti- cientes diabéticos y ensayos clínicos a gran esca-
ca, la tasa de supervivencia mejora si se compara la la 56, 57 han demostrado el beneficio del tratamiento
cirugía con el tratamiento conservador 46. El estudio antihipertensivo sobre el riesgo cardiovascular en la
BARI 47 mostró que la cirugía revascularizadora (by- población diabética. Basados en estos estudios el
pass) frente a la angioplastia coronaria transluminal objetivo terapéutico debe ser < 130 mmHg para la
ofrece mejores resultados en los pacientes diabéti- tensión sistólica y < 80 mm Hg para la diastólica.
cos, y distintos trabajos han mostrado que la tasa de En los pacientes diabéticos con hipercolesterole-
reestenosis oclusiva y no oclusiva tras intervencio- mia la utilización de estatinas 58 ha mostrado utilidad
nes percutáneas está aumentada 48. Recientemente similar a la conseguido en los pacientes no diabéti-
la utilización de prótesis intravasculares (stent) com- cos en cuanto a la prevención secundaria de la en-
binada con abciximab ha mostrado resultados simi- fermedad coronaria. No hay ensayos clínicos ade-
lares a los de pacientes no diabéticos 49. cuados para evaluar el potencial de la prevención
El control de los niveles de glucosa en los pacien- primaria en pacientes diabéticos con dislipidemia,
tes con infarto agudo de miocardio, con frecuencia no obstante basados en el mayor riesgo cardiovas-
relegado a un segundo plano, mejora la superviven- cular de los diabéticos el nivel óptimo de LDL co-
cia 50. De hecho, la hiperglucemia en el momento de lesterol se situaría en ≤ 100 mg/dl también en pre-
presentación del infarto se ha relacionado con la vención primaria 59.
mortalidad cardiovascular incluso en individuos no La prevalencia de fumadores entre la población
diabéticos 51. diabética es generalmente menor a la de la pobla-
En otros aspectos el tratamiento del diabético con ción no diabética, aún así el incremento en la fre-
infarto agudo de miocardio debería ser igual al de cuencia de complicaciones macrovasculares en los
los pacientes no diabéticos 52. Así, aunque se ha de- diabéticos fumadores está bien documentado 60, por
mostrado que la fibrinolisis es igual de eficaz en los ello debe aconsejarse al diabético fumador que
diabéticos 53, parece que el tratamiento fibrinolítico abandone el tabaco, pues los beneficios cardiovas-
es utilizado con menor frecuencia en los diabéticos, culares deben ser como mínimo equiparables a los
quizá por un temor no fundado a las hemorragias re- producidos en la población en general 44.
tinianas 54. Control glucémico: A pesar de la extensa evidencia
Muerte súbita: Los pacientes diabéticos tienen un epidemiológica acerca de la relación entre hiperglu-
riesgo incrementado de muerte súbita, que se ha re- cemia y enfermedad cardiovascular, no se ha podido
lacionado con la neuropatía autonómica y la sus- demostrar que el tratamiento intensivo de la diabetes
ceptibilidad a arritmias letales que esta puede con- tanto tipo 1 61 como tipo 2 62 reduzca de forma signi-
dicionar 44. ficativa el riesgo de enfermedad cardiovascular. En
Miocardiopatía diabética: La enfermedad del la diabetes tipo 2 confluyen múltiples factores de
músculo cardíaco del diabético, una entidad anato- riesgo y el diagnóstico de hiperglucemia puede ser
moclínica caracterizada por la presencia de lesio- tardío en la evolución de la enfermedad, es predeci-

156 Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 150-159


CORAZÓN Y ENFERMEDADES ENDOCRINAS

ble que el tratamiento aislado de la hiperglucemia no


pueda normalizar el riesgo cardiovascular. Por tanto Tabla III Indicaciones para la evaluación
el abordaje terapéutico del diabético tipo 2 debe in- cardiológica en pacientes diabéticos
cluir todos los factores de riesgo, siendo la normo-
glucemia uno más de los objetivos a alcanzar. En la  Síntomas inespecíficos que podrían corresponder a isquemia
diabetes tipo 1, si bien la terapia intensiva no reduce silente.
el número de diabéticos con enfermedad cardiovas-  Electrocardiograma basal sugestivo de isquemia silente.
cular, si se ha comprobado una reducción en el nú-  Riesgo cardiovascular aumentado (hipertensión arterial, dislipe-
mero de eventos cardiovasculares, sugiriendo que el mia, tabaquismo, micro/macroproteinuria, historia familiar).
control glucémico podría estabilizar la progresión de  Enfermedad vascular a otros niveles.
las manifestaciones ateroscleróticas 61.  Inicio de un programa de ejercicio físico en diabéticos mayores
En los pacientes diabéticos que han sufrido infar- de 35 años con una vida sedentaria previa.
to de miocardio, se ha comprobado que el control  Presencia de neuropatía diabética cardíaca.
glucémico estricto con insulina mejora la supervi-
 Deseo de gestación en una mujer diabética de más de diez años
vencia postinfarto no solo a un año 50 sino también a
de evolución.
largo plazo 63. Estos datos ponen de relieve la im-
portancia que puede tener el control glucémico es-  Pacientes diabéticos que van a ser sometidos a cirugía mayor.
tricto en la prevención secundaria.
Antiagregantes plaquetarios: Los estudios de pre-
vención secundaria con aspirina en pacientes dia-
béticos han mostrado que su utilización es eficaz. tos pacientes permitiría establecer tratamientos pre-
Las evidencias para la prevención con aspirina de ventivos agresivos que se han demostrado eficaces
enfermedad coronaria en pacientes diabéticos sin en pacientes con enfermedad coronaria establecida.
antecedentes de cardiopatía isquémica son menos En el paciente diabético, el despistaje precoz iden-
concluyentes, no obstante se recomienda el uso de tificaría no solo a los pacientes con enfermedad sub-
aspirina también como prevención primaria siempre clínica no oclusiva, sino que, también, permitiría de-
y cuando el riesgo cardiovascular supere al riesgo tectar a aquellos con un umbral prolongado para la
de hemorragias 64. angina o con isquemia silente por la coexistencia de
Inhibidores de la enzima convertidora de la an- neuropatía cardíaca.
giotensina: Se ha propuesto que los inhibidores del En la actualidad no parece que el despistaje uni-
enzima convertidor de la angiotensina pueden tener versal en la población diabética sea rentable. Sin em-
un efecto beneficioso sobre la función endotelial en bargo se propone la realización de una valoración
individuos con lesiones en las arterias coronarias 65. cardíaca a aquellos diabéticos con riesgo cardiovas-
El estudio HOPE 66, pone de manifiesto que, en el cular aumentado, con nefropatía establecida, con en-
subgrupo de pacientes diabéticos con anteceden- fermedad vascular a otros niveles, o con síntomas
tes de enfermedad coronaria o con al menos un fac- inespecíficos que podrían corresponder a isquemia
tor de riego cardiovascular, el ramipril, no solo re- silente. Otras situaciones que pueden tener una indi-
duce el riesgo de nefropatía diabética, sino que, cación para la realización de un diagnóstico precoz
también, disminuye significativamente los eventos son el inicio de un programa de ejercicio físico en dia-
cardiovasculares. Ante estos resultados, parece béticos mayores de 35 años con una vida sedentaria
que el ramipril podría emplearse en la prevención previa, la presencia de neuropatía diabética cardía-
primaria de la enfermedad coronaria, en pacientes ca, o el deseo de gestación en una mujer diabética
diabéticos que tengan otros factores de riesgo car- de más de diez años de evolución 67. Aquellos pa-
diovascular asociados. cientes diabéticos que van a ser sometidos a cirugía
Otras posibilidades: El papel de micronutrientes con mayor también podrían ser subsidiarios de pruebas
propiedades antioxidantes, como la vitamina E o la vi- de despistaje para reducir el riesgo de la interven-
tamina C, en la prevención de las complicaciones vas- ción 44. La tabla III muestra estas indicaciones.
culares en la población diabética esta aún por definir. Las pruebas utilizables para un diagnóstico pre-
coz no están bien definidas ya que los estudios no
invasivos son poco sensibles. La Asociación Ameri-
Despistaje de la enfermedad cardíaca en cana de Diabetes 67 propone la realización de una
la diabetes prueba de esfuerzo en los diabéticos sintomáticos
con electrocardiograma normal, y estudio de perfu-
La identificación de los pacientes diabéticos con sión miocárdica con prueba de provocación o eco-
enfermedad cardiovascular en estadios subclínicos grafía de esfuerzo en pacientes con síntomas atípi-
debería ser un procedimiento útil para reducir la ele- cos, electrocardiograma patológico o prueba de es-
vada morbi-mortalidad. El diagnóstico precoz en es- fuerzo positiva.

Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol III • 150-159 157


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Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol. III • 160-173

Corazón y enfermedades vasculares


del sistema nervioso
Ambrosio Miralles y Javier Arpa
Servicio de Neurología. Hospital Universitario La Paz. Universidad Autónoma de Madrid.

INTRODUCCIÓN gasto cardíaco. La circulación coronaria presenta


cambios fásicos del flujo a lo largo del ciclo cardí-
El sistema nervioso y el corazón guardan una es- aco, durante la sístole la presión del miocardio
trecha relación, existen enfermedades del sistema prácticamente colapsa las arteriolas intramuscula-
nervioso que son consecuencia de patologías car- res haciendo descender drásticamente el flujo co-
díacas y, al contrario, trastornos cardíacos origina- ronario (descenso más intenso a nivel del plexo su-
dos por procesos cerebrales. La relación entre pa- bendocárdico); en diástole el miocardio se relaja
tología cerebrovascular y cardiovascular ha sido ex- permitiendo una cantidad mayor de flujo que en sís-
tensamente estudiada en los campos etiológico, fi- tole. Los factores metabólicos que influyen y regu-
siopatológico, diagnóstico y terapéutico. lan la circulación coronaria están en relación con
las necesidades nutricionales del miocardio, sobre
todo de oxígeno como ya hemos comentado. La ta-
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES sa energética celular (potencial de ATP) determina
DE LA CIRCULACIÓN CORONARIA la tasa de producción de metabolitos vasoregula-
Y CEREBRAL dores y, por ende, la tasa de aporte de substratos
(3). En este proceso se implican sustancias produ-
El corazón y el cerebro son, junto a los riñones, los cidas a nivel endotelial como la adenosina y el óxi-
únicos órganos con autorregulación en su circula- do nítrico (NO), principalmente, y en menor medida
ción. Cada uno tiene una función distinta en el con- AMP, K+, H+, bradicininas y prostaglandinas; todas
junto del organismo y, por ello, aunque la autorregu- ellas actúan localmente produciendo una vasodila-
lación guarda grandes similitudes, también encierra tación de las arteriolas coronarias. El incremento de
importantes diferencias. las resistencias vasculares periféricas (tensión ar-
El flujo sanguíneo coronario es variable depen- terial) obliga a aumentar el trabajo cardíaco para
diendo del trabajo cardíaco que se requiera en de- mantener el gasto cardíaco, lo que eleva los re-
terminado momento. Dos mecanismos se encargan querimientos nutricionales y de oxígeno y estos a
del control de esta variabilidad de flujo: la autorre- su vez aumentan el flujo coronario, única manera de
gulación y la vasodilatación metabólica de la circu- lograr cantidades adicionales de oxígeno para el
lación coronaria 1. La autorregulación coronaria es músculo cardíaco. El control neurogénico de la cir-
la capacidad del árbol coronario de mantener un culación coronaria es directo a través de las termi-
flujo sanguíneo constante independientemente de naciones vegetativas simpáticas (adrenalina y no-
los cambios de presión de perfusión, para unos re- radrenalina) y parasimpáticas (acetilcolina) que lle-
querimientos constantes de oxígeno por parte del gan hasta los vasos coronarios. El efecto vagal di-
miocardio 2. El consumo de oxígeno es el principal recto tiene una ligera capacidad vasodilatadora,
factor regulador local del flujo sanguíneo coronario; mientras que la actividad simpática varía según los
a mayor trabajo cardíaco mayor necesidad de oxí- adrenorreceptores que predominen en las arterias
geno y por tanto un mayor flujo coronario. Así, el flu- y arteriolas coronarias (receptores alfa-adrenérgi-
jo sanguíneo coronario que en condiciones de re- cos vasoconstrictores predominantes en vasos epi-
poso es de 225 ml/minuto (4-5% del gasto cardía- cárdicos y receptores beta-adrenérgicos vasodila-
co), durante un ejercicio muy intenso puede au- tadores de predominio en las arterias intramuscula-
mentar hasta 4 ó 6 veces, de forma paralela a la del res). Obviamente estos mismos neurotransmisores

160
CORAZÓN Y ENFERMEDADES VASCULARES DEL SISTEMA NERVIOSO

Flujo
sanguíneo
cerebral Isquemia

Normal

Figura 1.—Curva de la autorre-


gulación cerebral. El flujo san-
guíneo cerebral permanece
constante con presiones arteria-
les medias entre 50 y 150 mmHg.
Fuera de esos límites, y en casos
Tensión arterial de isquemia cerebral, el flujo se
hace dependiente de la TA.

también actúan a nivel sistémico y cardíaco (fre- crado en esta relación son agentes vasoactivos,
cuencia y contractilidad). El substrato metabólico probablemente liberados durante la despolariza-
aeróbico principal a nivel cardíaco son los ácidos ción neuronal y la actividad sináptica, como el NO,
grasos (70%) y la glucolisis anaeróbica en situa- adenosina, péptido intestinal vasoactivo (VIP),
ciones de isquemia. Por último, hay que mencionar neurotransmisores, H+ y K+. Otros posibles facto-
la existencia de una circulación colateral coronaria res reguladores son el consumo de oxígeno y de
localizadas entre las arterias de 20-250 micras de Ca++5. La autorregulación de la circulación cere-
diámetro poco desarrolladas en condiciones nor- bral permite mantener un flujo sanguíneo constan-
males y poco funcionantes en situaciones de is- te a pesar de las variaciones de la TA. Ante au-
quemia miocárdica aguda 4. mentos de la TA se produce una vasoconstricción
La circulación cerebral, sin embargo, se carac- de las arterias y arteriolas cerebrales, y a la inver-
teriza por mantener un flujo sanguíneo cerebral sa frente a la disminución de la TA las paredes de
prácticamente constante en torno a 800 ml/minuto arterias se relajan para mantener el flujo cerebral.
(15% del gasto cardíaco) de manera independien- La autorregulación cerebral es sólo posible dentro
te de las variaciones de la TA sistémica. El flujo ce- de unos márgenes de TAS de 150-160 mmHg y
rebral se mantiene constante gracias a la capaci- una TAD de 50-60 mmHg. Por encima o por deba-
dad de los vasos intra y extracraneales de modifi- jo de estos límites las resistencias vasculares ce-
car su diámetro en respuesta a diversos factores, rebrales aumentan o disminuyen pasivamente con
como la actividad tisular (actividad neuronal), la los cambios de TA. En individuos hipertensos de
presión arterial (autorregulación) y la inervación larga evolución, la curva se desplaza hacia la de-
vascular (factores neurogénicos) 5, 6. La actividad recha permitiendo una autorregulación con cifras
neuronal depende del área cerebral cortical que de TA superiores a las mencionadas. En situacio-
está funcionando en un determinado momento, es- nes de isquemia cerebral se pierde la autorregu-
ta actividad está directamente relacionada con el lación, por ello, es importante mantener cifras ele-
flujo sanguíneo cerebral a ese nivel; así, el au- vadas de TA ya que el flujo cerebral se hace di-
mento de actividad neuronal se acompaña de un rectamente dependiente de la TA (fig. 1). Los me-
incremento del flujo sanguíneo local en las arterias canismos responsables de la autorregulación ce-
y arteriolas piales con el consiguiente aumento de rebral comprenden una regulación nerviosa, meta-
la aportación de glucosa y oxígeno. Técnicas de bólica y mecánica. La regulación nerviosa consis-
reciente aparición como la resonancia magnética te en un arco reflejo de actividad simpática y coli-
de difusión han demostrado esta correlación ana- nérgica a través de las terminaciones nerviosas de
tomofuncional entre la actividad neuronal y el flujo los vasos cerebrales frente a las oscilaciones de
sanguíneo local. Los factores que se han involu- TA. La regulación metabólica se lleva a cabo con

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173 161


A. MIRALLES y col.

la acción de determinados metabolitos vasoacti- unas coronarias sanas o ateroescleróticas, hemorra-


vos sobre el músculo liso de las arterias y arterio- gias cerebrales o subaracnoideas y cuadros de en-
las cerebrales (pH, oxígeno, K+, adenosina y pros- cefalopatía hipertensiva.
taglandinas). La regulación mecánica de los vasos Para el corazón la HTA supone un aumento de la
cerebrales se produce por la distensión de la mus- postcarga con el consiguiente incremento del tra-
culatura lisa ocasionada por el aumento de la pre- bajo cardíaco (frecuencia y contractibilidad cardí-
sión transmural, los vasos responden con una va- acas) y, por ende, del consumo de oxígeno; si exis-
soconstricción refleja debido a la inhibición de ca- te una aterosclerosis coronaria, este aporte de oxí-
nales de potasio activados por calcio mediada por geno será insuficiente y se pondrán de manifiesto
la fosfolipasa C. La función del endotelio vascular los síntomas de la angina estable. La localización
como órgano paracrino en la circulación cerebral anatómica del daño vascular coronario ateroescle-
contribuye con la acción vasodilatadora del NO, la rótico es a nivel epicárdico por el depósito de pla-
sustancia P o el péptido relacionado con el gen de cas de ateroma y en las arteriolas intramiocárdicas
la calcitonina a través del aumento intracelular del y subendoteliales debido a la disfunción endotelial.
GMPc, y el VIP y los agonistas adrenérgicos a tra- La angina inestable y el IAM se suelen producir por
vés del aumento del AMPc 7-11. La regulación ner- la rotura de una placa de ateroma con la consi-
viosa del flujo sanguíneo cerebral se produce por guiente formación de un trombo intraluminal. El tra-
la inervación vegetativa de los vasos arteriales tamiento de la HTA en la enfermedad coronaria re-
procedente del ganglio cervical superior (fibras quiere un tratamiento crónico dentro de una profi-
simpáticas vasopresoras), del ganglio esfenopala- laxis primaria y secundaria, y el control y trata-
tino (fibras parasimpáticas vasodilatadoras) y del miento de la TA en la fase aguda de la cardiopatía
sistema trigéminovascular (fibras vasodilatado- isquémica son esenciales para disminuir la post-
ras) 5. carga que antes mencionábamos. Por el contrario,
en la circulación cerebral, la HTA juega un papel
muy importante no sólo etiopatológicamente sino
HIPERTENSIÓN ARTERIAL: REPERCUSIÓN fisiopatológicamente. Los daños vasculares cere-
EN LA CIRCULACIÓN CEREBRAL Y brales como consecuencia de la HTA asientan en
CORONARIA los pequeños vasos que penetran perpendicular-
mente desde arterias de mayor calibre 19, tanto de
La hipertensión arterial (HTA) constituye el princi- la circulación anterior como de la posterior, dando
pal factor de riesgo vascular (FRV) modificable para lugar a la denominada circulación profunda. Las
las enfermedades cardiovasculares y del sistema manifestaciones isquémicas anatomoclínicas de la
nervioso central (SNC) 12. Entendemos por HTA cifras HTA a nivel cerebral la constituyen los infartos la-
iguales o superiores a 140 mmHg de TA sistólica y/ó cunares y la leucoenfalopatía de pequeño vaso o
90 de TA diastólica 13, niveles que el Joint National leucoarariosis 20. Son típicas las localizaciones de
Committee IV recomienda como objetivo del trata- los infartos cerebrales de origen hipertensivo en
miento antihipertensivo. La HTA produce daño vas- los ganglios basales y en la substancia blanca de
cular tanto de forma aguda como crónica. El daño los centros semiovales 19. Cuando se produce un
crónico de la HTA se suele producir en el contexto infarto o una hemorragia cerebral se pierde la au-
de la aterosclerosis que afecta de igual manera a los torregulación cerebral y el flujo sanguíneo cerebral
vasos intracraneales, los troncos supraaórticos, las del área afectada queda a merced de las cifras de
arterias coronarias, la aorta, las arterias renales y las TA sistémicas y presión intracraneal. De manera re-
de los miembros inferiores. A la aterosclerosis con- activa, en los infartos cerebrales, se produce la
tribuyen FRV como la hiperlipidemia, la diabetes mé- elevación de la TA con cifras que superan los lími-
llitus y el tabaquismo entre otros. La HTA crónica tes aconsejados de control de la TA que se deben
afecta a la vasorreactividad de las arterias disminu- a la descarga de catecolaminas (noradrenalina)
yendo su dilatación en respuesta a agonistas endo- como consecuencia de la respuesta al daño cere-
telio-dependientes como acetilcolina, ADP y seroto- bral. Las cifras de TA elevadas van a permitirnos
nina, sin afectarse la dilatación independiente del un mayor flujo sanguíneo cerebral, sin aumentar el
endotelio como NO, nitroglicerina o adenosina, que edema en la zona del infarto ni el área de penum-
son responsables de la relajación de la musculatura bra isquémica que la circunda y que es potencial-
vascular; es decir, la HTA produce una disfunción en- mente recuperable. Los márgenes recomendados
dotelial 14-17. Por otra parte, la HTA crónica afecta a como tolerables, y, por lo tanto, sobre los que no
los canales dependientes del calcio aumentando su hay que actuar en la fase aguda del infarto cere-
actividad basal, lo que permite mantener estable el bral son de 220 mmHg de TA sistólica y 120 de
flujo cerebral a pesar de la HTA 18. El daño agudo por diastólica 21, a no ser que: 1) se acompañen de
HTA suele ocasionar episodios anginosos sobre cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca con-

162 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173


CORAZÓN Y ENFERMEDADES VASCULARES DEL SISTEMA NERVIOSO

do fármacos hipotensores por HTA esencial, en es-


Tabla I Clasificación etiológica de los síncopes tos casos no suele haber problemas derivados de
la supresión de los hipotensores salvo la propia
Síncope mediado neuralmente HTA. Si los fármacos hipotensores se tomaban por
Síncope vasovagal o neurocardiogénico cardiopatías previas, habrá que sopesar el riesgo
Síncope situacional que puede suponer la supresión, aunque transito-
Micción ria (por lo general inferior a 72 horas), sobre las pa-
Tos tologías de base del paciente, y, si se pueden re-
Dolor tirar, elegir aquél que sea menos imprescindible,
Deglución ya que la mayoría de los pacientes están polime-
Defecación dicados.
Vómitos
Pospandrial
Hidrocución VALORACIÓN DE PACIENTES CON
SÍNCOPES
Hipersensibilidad del seno carotídeo
Asociado a neuralgia del glosofaríngeo Se define como síncope la pérdida brusca y tran-
Hipotensión ortostática sitoria de la consciencia y del tono postural seguida
Síncope cardiogénico de una recuperación espontánea. Si en lugar de la
Obstrucción del flujo pérdida completa de la consciencia hay una dismi-
Estenosis aórtica o mitral nución de ella u obnubilación hablamos de presín-
Miocardiopatía hipertrófica obstructiva cope. En la fisiopatología del síncope se encuentra
Mixoma auricular la disminución brusca y global del flujo sanguíneo
Hipertensión pulmonar cerebral como consecuencia de trastornos hemodi-
T.E.P. námicos 23, 24.
Arritmias La patogenia del síncope es diversa (tabla I), pe-
Taquicardias supraventriculares
ro podemos diferenciar dos mecanismos principa-
les en su origen: descenso brusco de la tensión ar-
Taquicardias ventriculares
terial debida a una pérdida del tono vasomotor pe-
Enfermedad del seno
riférico, y disminución del gasto cardíaco (GC). En-
Bloqueo AV completo (Sd. Stokes-Adams) tre los primeros se encontrarían el denominado sín-
Síndrome del intervalo Q-T prolongado: cope vasovagal o neurocardiogénico 25 en el que
Idiopático (Torsade de pointes) se produce una interrupción brusca y refleja de la
Adquirido (Fármacos, metabólicos) actividad simpática vasomotora con el consiguien-
Disfunción del marcapasos te exceso del tono vagal, los síncopes situaciona-
Trastornos psiquiátricos les que se producen por una activación de los re-
Crisis de ansiedad flejos viscerales vagales junto a una disminución
Ataques de pánico del retorno venoso y el ocasionado por el aumen-
to de la presión intracraneal durante las maniobras
Síncopes de origen multifactorial
de Valsalva; el síncope del seno carotideo causa-
do por aumento de la actividad vagal 26, la hipo-
tensión ortostática (HO) por disminución del retor-
no venoso o hipovolemia (encamamiento o bipe-
destación prolongados, embarazo, ascitis, deshi-
gestiva o disección aórtica, y 2) se vaya a antico- dratación hemorragias), fármacos con efecto va-
agular o a realizar una fibrinolisis. En los ictus he- sodepresor, la disautonomía 27 (polineuropatías, le-
morrágicos (10-15% del total de ictus) en los que siones medulares, siringomielia, tabes dorsal, mul-
la TA juega el papel etiológico más importante 22 tiinfarto cerebral, síndrome de Shy-Drager) y en
(60%) los márgenes de control de la TA son infe- menor grado el síndrome de la taquicardia postu-
riores (180/100 mm Hg) 21. Cuando es necesario re- ral (taquicardia y síntomas presincopales al pasar
ducir las cifras de TA se utilizarán fármacos cuya del decúbito a la bipedestación) 28. Los síncopes
acción no sea rápida, se evitará especialmente el originados por un descenso del gasto cardíaco in-
nifedipino sublingual y se tendrá precaución con cluyen las arritmias y enfermedades estructurales
los hipotensores intravenosos; son de elección los cardíacas (tabla I). Las arritmias producen un des-
IECA (enalapril, ramipril), y por vía intravenosa el censo del GC debido a una frecuencia cardíaca
labetalol y el enalapril21. En muchas ocasiones nos excesivamente alta o baja dando lugar a un sínco-
encontramos con pacientes que ya venían toman- pe hemodinámico o por activación refleja de los

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173 163


A. MIRALLES y col.

Anamnesis (paciente y testigos)


Exploración física (cardiológica y neurológica)
EKG
Hemograma, bioquímica y gasometría

Sospecha de síncope de origen neurológico Sospecha de síncope de origen cardíaco


(Pruebas a realizar según sospecha clínica) (Pruebas a realizar según sospecha clínica)
EEG / Holter-EEG / Vídeo-EEG Ecocardiograma
Eco-doppler TSA Holter-EKG
Doppler transcraneal Estudio electrofisiológico
Angio-RNM craneal Prueba de esfuerzo
RNM craneal Masaje del seno carotídeo

(+) (–) (–) (+)

Diagnóstico de causas Diagnóstico de causas


neurológicas cardiológicas

Prueba de la tabla basculante

(+) (–)

Diagnóstico Reevaluación diagnóstica


(+ fc Síncope vasovagal

Figura 2.—Evaluación diagnóstica inicial del síncope.

mecanorreceptores cardíacos. El síncope origina- ocular y nistagmus son consecuencia de una hi-
do por enfermedades estructurales del corazón poperfusión cerebral algo prolongada que afecta a
suele desencadenarse por el ejercicio como con- formación reticular bulbar y vías vestíbuloespina-
secuencia del aumento de la frecuencia cardíaca les.
y de las resistencias vasculares que produce la La evaluación inicial del paciente con síncope
disminución del GC 29. incluye una escrupulosa anamnesis, los antece-
Determinados trastornos psiquiátricos como crisis dentes personales y el consumo de fármacos o
de ansiedad y ataques de pánico son capaces de drogas, así como el interrogatorio de los testigos
desencadenar un síncope mediado por hiperventi- del episodio. Se acompañará de una exploración
lación, alcalosis respiratoria, y reacciones vasode- física completa, y la realización de pruebas com-
presoras respectivamente 30. plementarias encaminadas a averiguar la causa
Lo más frecuente es que se acompañe de un del síncope (fig. 2). Hay que preguntar al pacien-
cortejo vegetativo (palidez, sudoración, náuseas o te por las circunstancias desencadenantes del
vómitos), sobre todo los síncopes denominados episodio, los síntomas premonitorios y los poste-
neurocardiogénicos o vasovagales. Otros síntomas riores; a los testigos se les preguntará por los sig-
como mioclonias, espasmos tónicos, desviación nos del paciente durante el período de pérdida de

164 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173


CORAZÓN Y ENFERMEDADES VASCULARES DEL SISTEMA NERVIOSO

Tabla II Diagnóstico diferencial del síncope Tabla III Cardiopatías embolígenas

Epilepsia De alto riesgo


Enfermedad cerebrovascular Fibrilación auricular (FA)
Estenosis carotídea bilateral several Prótesis valvulares mecánicas
Estenosis de arteria basilar Estenosis mitral con FA
Síndrome del robo de la subclavia IAM reciente (< 4 semanas)
Accidente isquémico transitorio Trombos ventriculares o auriculares izquierdos
Hemorragia subaracnoidea Mixoma auricular
Alteraciones metabólicas Endocarditis infecciosa
Hipoglucemia Miocardiopatía dilatada (FE < 35%)
Hiperventilación (alcalosis respiratoria) Acinesia segmentaria VI
Hipoxemia Síndrome del seno enfermo
Anemia De riesgo medio
Incrementos súbitos de la presión intracraneal Prolapso de válvula mitral
Hidrocefalia intermitente Calcificación severa del anillo mitral
Hematoma epidural Estenosis mitral sin FA
Otras causas IAM (> 4 semanas - < 6 meses)
Histeria Foramen oval permeable
Migraña basilar Turbulencias auriculares izquierdas
Narcolepsia Aneurisma septal auricular
Estenosis aórtica calcificada
Disfunción VI (FE 35-50%)
Flutter auricular
Fibrilación auricular aislada
Prótesis valvulares biológicas
consciencia (movimientos involuntarios, palidez, Insuficiencia cardíaca congestiva
sudoración, cianosis, frecuencia del pulso, relaja-
Hipocinesia segmentaria ventrículo izquierdo
ción de esfínteres, signos focales neurológicos) y
por la duración y modo de recuperación del mis- Endocarditis bacteriana no trombótica
mo. En la exploración física hay que ser espe-
cialmente minucioso en la exploración cardiovas-
cular (auscultación cardíaca, de las arterias caró-
tidas, subclavias y temporales, determinación de
pulsos en las cuatro extremidades, y medición de
la TA en ambos miembros superiores) y con la ex- sia; la ultrasonografía de troncos supraaórticos y
ploración neurológica (rasgos parkinsonoides, transcraneal, la angiografía intracraneal por re-
signos de polineuropatía y de hipertensión intra- sonancia magnética (angio-RM) en la patología
craneal). Se deben realizar pruebas de detección cerebrovascular; y la RM craneal ante la sospe-
de HO y pruebas de hiperventilación 31, 32. El ECG cha de HPIC. Para evaluar el síncope de causa
standard es esencial en todo paciente con sínco- cardiológica son imprescindibles el ecocardio-
pe. grama (sospecha de cardiopatía estructural) y el
Con esta evaluación inicial deberíamos orientar holter-ECG (sospecha de arritmia). Otras explo-
el diagnóstico hacia causas neurológicas o car- raciones son la prueba de esfuerzo, el masaje
diológicas. En la evaluación del síncope de cau- del seno carotídeo y el estudio electrofisiológico
sa neurológica debemos establecer el diagnósti- invasivo (registro del hisiograma, inducción de
co diferencial (tabla II) con trastornos como la taquicardias supraventricular o ventricular). Por
epilepsia, la enfermedad cerebrovascular, y la último, se dispone de la prueba de la tabla bas-
hipertensión intracraneal (HPIC). Nos guiaremos culante para casos de síncopes de repetición de
por la anamnesis y exploración física y por prue- causa indefinida 33. Otras pruebas como la deter-
bas complementarias como el electroencefalo- minación de pH, iones, glucosa, catecolaminas,
grama (EEG), el holter-EEG y la monitorización y el electroneurograma son también de utilidad
con video-EEG en caso de sospecha de epilep- diagnóstica.

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173 165


A. MIRALLES y col.

EL CORAZÓN Y LOS ACCIDENTES


CERBROVASCULARES Tabla IV Criterios clínicos y de laboratorio para el
diagnóstico del ictus cardioembólico
La relación entre los trastornos cardíacos y la en-
fermedad cerebrovascular va más allá de los infar- Criterios mayores:
tos cuyo origen es una embolia procedente del co- • Múltiples eventos neurológicos simultáneos.
razón, y hay que incluir en este grupo la patología • Evidencia de embolismo sistémico.
neurológica relacionada con la cirugía cardíaca y la • Evidencia clínica de cardiopatía embolígena.
relacionada con los déficits de perfusión general o • Evidencia ecocardiográfica de una fuente de embolias.
caída del gasto cardíaco (GC).
El infarto cerebral cardioembólico se define como De riesgo medio:
aquél que se produce como consecuencia de la • Inicio de los síntomas brusco y con déficit máximo, a me-
oclusión de una arteria por un émbolo de origen nudo con pérdida transitoria de consciencia.
cardíaco, generalmente son de tamaño medio o • Cefalea vascular importante.
grande, de topografía habitualmente cortical; es im- • Eventos con síntomas corticales.
prescindible la presencia de una cardiopatía em- • Infarto hemorrágico.
bolígena demostrada y la ausencia de evidencia de
aterotrombosis u otra etiología concomitante 34. El Riesgo embolígeno:
infarto cerebral cardioembólico es la causa de Alto: uno o más criterios mayores; o tres menores.
aproximadamente el 25% de los infartos cerebra- Bajo: Menos de tres criterios menores.
les, el 80% asientan en la circulación cerebral an-
terior (sobre todo arteria cerebral media) y el 20%
en la posterior (arteria cerebral posterior, arteria
vertebral, arteria basilar distal). En su fisiopatología
podemos establecer tres mecanismos: 1) las car- III) 36, 37. Dentro de cada una de las entidades cla-
diopatías estructurales que afectan a la pared car- sificadas, existen diferentes grados de riesgo de-
díaca y que condicionan alteraciones en la con- pendiendo de diversos factores como la edad, pa-
tractibilidad miocárdica organizada, 2) las valvulo- tologías asociadas o severidad de la cardiopatía;
patías, y 3) los trastornos del ritmo cardíaco. Según este aspecto tiene especial énfasis en la fibrilación
el Stroke Data Bank 35, las cardiopatías potencial- auricular sobre todo a la hora de decidir el trata-
mente embolígenas han sido divididas en cardio- miento adecuado. No es raro que se asocien la car-
patías de alto riesgo y de riesgo moderado (tabla diopatía embolígena con la enfermedad ateroes-

A B C

Figura 3.—Infartos hemodinámicos: A: Entre el territorio de la arteria cerebral media y las arterias cerebrales anterior y posterior. B y
C: Entre territorios superficiales y profundos de la arteria cerebral media.

166 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173


CORAZÓN Y ENFERMEDADES VASCULARES DEL SISTEMA NERVIOSO

Tabla V Prevención de embolismo cerebral de origen cardíaco

Diagnóstico 1.ª Elección 2.ª Opción


FA no valvular
P.P.
< 65 años Aislada No tratamiento
FRV+ ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
65-75 años Aislada AAS 300 mg/d o ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
FRV+ ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
> 75 años ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
P.S. ACO INR 2-3 + AAS 100 mg/d
Prótesis valvular mecánica
Sin FA:
P.P. 3 meses ACO INR 2,5-3,5 AAS 300 mg/d
Posteriormente
– FRV-; moderna, aórtica ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
– FRV+; mitral, múltiple ACO INR 2,5-3,5 AAS 300 mg/d
– Antigua ACO INR 3,0-4,5 AAS 300 mg/d
P.S. ACO INR 2,4-3,5 + AAS 100 mg/día
Con F.A: ACO INR 2,5-3,5 AAS 300 mg/d
Prótesis valvular biológica
P.P. 3 meses ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
Posteriormente AAS 300 mg/d ACO INR 2-3*
P.S. ACO INR 2-3
Estenosis mitral
P.P. y P.S. ACO INR 2-3 ACO INR 2,5-3,5
o + AAS 300 mg/d
Prolapso mitral
P.P.
< 65 años + signos ETT gravedad
+ Ritmo sinusal AAS 300 mg/d
> 65 años + FA, I Mitral, I Cardíaca ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
P.S.
< 65 años
– AIT, FA sin I. mitral, HTA, o IC AAS 300 mg/d
– Ictus previo ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
– Ictus previo + contraindic ACO AAS 300 mg/d
> 65 años
– Ictus previo, AIT recurrente ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
Miocardiopatía dilatada
P.P.
– FE < 30% isq. sin FA ni otros FR ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
– FE < 30% no isq., r sinusal y FRV- AAS 300 mg/d
– FE < 30% + FA, emb previo, trombo VI ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
P.S. ACO INR 2-3
I.A.M. (< 4 semanas)
P.P. y P.S. Heparina iv (TPTA 1,5-2) HBPM o AAS 300 mg/d
Trombo ventricular izquierdo
P.P. y P.S. ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
Aneurisma ventricular
P.P. ACO INR 2-3
P.S. AAS 300 mg/d
Aquinesia segmentaria de VI AAS 300 mg/d
P.P. y P.S. ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
Mixoma auricular
P.P. y P.S. ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
FOP/Aneurisma fosa oval
P.P. AAS 300 mg/día
P.S. ACO INR 2-3 AAS 300 mg/d
FA: fibrilación auricular. P.P.: prevención primaria. P.S.: prevención secundaria. ACO: anticoagulación oral. IAM: infarto agudo de miocardio.
HBPM: heparina de bajo peso molecular. FRV: factores de riesgo vascular (HTA, DM, Insuficiencia cardíaca congestiva, cardiopatía isquémica,
AIT e ictus), VI: ventrículo izquierdo. AI: aurícula izquierda.
*Si FA, embolismo previo, trombo en AI, dilatación de AI, disfunción ventricular, trombocitosis.

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173 167


A. MIRALLES y col.

clerótica de la circulación intra y extracraneal (11%


tienen estenosis carotidea > 75%, 40% entre 50- Tabla VI Indicaciones sugeridas de anticoagulación
75%) 38. Hay una serie de datos clínicos que orien- oral en la prevención del infarto cerebral
tan hacia la posibilidad de una etiología cardioem-
bólica como el inicio súbito y máximo de los sínto- Prevención primaria: en las siguientes cardiopatías embolígenas:
mas (79%), el inicio durante la vigilia, la pérdida de Fibrilación auricular 1.
conocimiento inicial, la afectación cortical aislada Estenosis mitral.
(p.ej. afasias) o la presencia de distintos eventos Prótesis valvular mecánica.
embolígenos simultáneos cerebrales o en otros te- Enfermedad del seno 1.
rritorios (tabla IV). Los datos radiológicos de los in-
Miocardiopatía dilatada.
fartos cardioembólicos comprenden la morfología
triangular con afectación cortical, la transformación Infarto de miocardio reciente con trombo ventricular izquierdo.
hemorrágica, la visualización del trombo intraarte- Prolapso de la válvula mitral 1.
rial, o la existencia de infartos múltiples simultáne- Prevención secundaria:
os (tabla IV). La transformación hemorrágica del in- Cardiopatías embolígenas descritas previamente.
farto cerebral cardioembólico es más frecuente que Prótesis valvular biológica.
en los aterotrombóticos, se localiza en la zona pro-
Trombo en ventrículo izquierdo.
ximal del infarto y se debe a la reperfusión sobre
los vasos dañados distales a zona de la obstruc- Estados protrombóticos:
ción de forma espontánea o por la acción médi- Déficit de proteína C, proteína S, antitrombina III.
ca 39; se ha visto que la anticoagulación no aumen- Síndrome antifosfolípido 1.
ta el riesgo de transformación hemorrágica grave 40 Mutación del factor V de leyden 1.
si hay un buen control de las cifras de TA, el défi- Foramen oval permeable 1.
cit neurológico no es grave, y el infarto no es muy
extenso (< 3 cm); no obstante, siempre hay que Aneurisma oval permeable 1.
evaluar el riesgo/beneficio en casos de infartos ex- Placa de ateroma en cayado aórtico 2.
tensos y alto riesgo embolígeno. Como veremos Lesión arterial inducida por radiación 2.
más adelante, en las cardiopatías embolígenas la Disección arterial (cervical y cerebral) 2.
anticoagulación es el tratamiento de elección para Estenosis arterial intracraneal 2.
la mayoría de ellas (tabla V).
De especial interés práctico es la indicación del 1. Indicado en pacientes de alto riesgo.
ecocardiograma en la evaluación diagnóstica de un
posible infarto cardioembólico 41, 42. No siempre es 2. Utilidad controvertida.
necesaria la realización de un ecocardiograma de
carácter diagnóstico ante la sospecha de un origen
cardioembólico, aunque puede ser de utilidad para
evaluar el estado de la cardiopatía, por ejemplo la tado de la liberación de restos de colesterol y cal-
FA o la enfermedad del seno diagnosticadas por el cio, de hecho el 58% de los pacientes intervenidos
ECG. Las indicaciones actuales para hacer un eco- tienen ateromas aórticos 45, 46. Otras causas de ic-
cardiograma transtorácico (ETT) son los infartos ce- tus con relación a la cirugía cardíaca son los défi-
rebrales en pacientes menores de 45 años, clínica cits de GC con repercusión hemodinámica sobre
de afasia aislada, presencia de cardiopatía isqué- estenosis de la circulación cerebral 47 y el embolis-
mica, prótesis valvulares o miocardiopatía dilatada mo aéreo. Las situaciones de bajo GC pueden dar
y concomitancia de ictus y fiebre (descartar endo- lugar a lesiones cerebrales difusas, sobre todo co-
carditis infecciosa). Es indicación de ecocardiogra- mo secuelas tras una resucitación cardioplumonar.
ma transesofágico (ETE) el estudio de pacientes Las zonas más sensibles son las áreas cerebrales
con fuerte sospecha clínica de ictus cardioembóli- donde la perfusión se lleva acabo por ramas ter-
co con negatividad del ETT y de otras exploracio- minales anastomóticas de la circulación cerebral.
nes paraclínicas. Estas zonas frontera se encuentran especialmente
En el contexto de la cirugía cardíaca también se entre la arteria cerebral anterior y media a nivel
pueden producir eventos embólicos cerebrales; la frontal, y la media y posterior en regiones occípito-
mayoría ocurren después de la recuperación anes- parietales; otras zonas muy vulnerables son los te-
tésica y sólo la menor parte (16%) se detecta in- rritorios frontera entre la circulación superficial y
mediatamente tras la cirugía 43, 44. Suelen ser ém- profunda de la arteria cerebral media, y los hipo-
bolos procedentes de lesiones ateroescleróticas campos (fig. 3). Clínicamente, aparte de los esta-
aórticas ulceradas o por fragmentación de las mis- dos vegetativos de los casos severos, son carac-
mas durante el clampaje de la aorta con el resul- terísticos los trastornos mnésicos, las crisis comi-

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CORAZÓN Y ENFERMEDADES VASCULARES DEL SISTEMA NERVIOSO

sobre patología cardiovascular, cerebrovascular o


Tabla VII Alteraciones ECG en la enfermedad ambas, como el Second International Study of In-
cerebrovascular farct Survival (ISIS-2) 52 o los realizados por The An-
tiplatelet Trialists’ Collaboration 53, 54 en los que se
↑↓ intervalo Q-T (50%). han demostrado una reducción del riesgo de IAM,
↑↓ segmento S-T (35-50%). ictus o muerte vascular. Queda aún por establecer-
Alteraciones de la onda T (35-50%). se la dosis óptima de AAS; si bien existen datos
Ensanchamiento. que apuntan hacia un posible efecto dosis res-
Inversión. puesta 55, 56, las dosis utilizadas en distintos estu-
dios van de 30 mg/día a 1.300 mg/día; la dosis ini-
Aplanamiento.
cial más utilizada son los 300 mg/día. Otros antia-
↑↓ intervalo P-R. gregantes de amplia difusión son ticlopidina, clopi-
Ondas U prominentes (28%). dogrel, trifusal y dipiridamol. La ticlopidina tiene
Ondas Q patológicas. una eficacia igual o superior al AAS pero con efec-
Fibrilación auricular. tos secundarios potencialmente graves como la
Taquicardia ventricular (torsade de pointes). neutropenia 57, 58. El clopidogrel a través del estudio
Fibrilación ventricular. CAPRIE 59 también ha demostrado una superioridad
frente a AAS con menos efectos secundarios que
AAS y ticlopidina; el inconveniente es su relativo
elevado coste. El trifusal según estudios como el
TACIP 60 tiene una eficacia igual o superior a ASS
ciales en forma de mioclonias multifocales que con un 76% menos de hemorragias digestivas. El
suelen ser de acción (síndrome de Lance-Adams), dipiridamol tiene una eficacia inferior al AAS y su
el síndrome del hombre en barril por paresia de las uso en combinación está cuestionado por errores
extremidades superiores consecuencia de los in- metodológicos en el estudio ESPS-2 61, 62. El estudio
fartos en territorios frontera anteriores o trastornos CURE en el que se combina clopidogrel + AAS ha
visuoespaciales en los posteriores. La emboliza- arrojado una mayor disminución del riego sufrir un
ción gaseosa se produce con mayor frecuencia en nuevo evento vascular frente al clopidogrel solo y
relación a intervenciones de cirugía cardíaca frente a placebo. El estudio CLASSIC sobre stent
abierta de las cavidades en la que se utiliza circu- coronarios comparó la eficacia de clopidogrel +
lación extracorpórea (p. ej. en la sustitución valvu- AAS frente a ticlopidina + AAS y AAS sola, hallan-
lar). Los cuadros encefalopáticos son la tónica en do un mejor perfil de seguridad y tolerancia y una
los embolismos gaseosos. eficacia similar para la asociación clopidogrel y
AAS 63. Nuevos antiagregantes del grupo antirre-
ceptor GP IIB/IIIA como el abciximab (Reopro) in-
IMPLICACIONES CARDIOLÓGICAS dicado en la revascularización coronaria por angio-
Y NEUROLÓGICAS DEL USO DE plastia transluminal 64 están siendo evaluados en la
ANTIAGREGANTES, ANTICOAGULANTES fase aguda del infarto cerebral.
Y ESTATINAS

Antiagregantes Anticoagulantes

Su utilización en profilaxis primaria (PP) no está in- Los anticoagulantes más utilizados son la hepa-
dicada por lo general en pacientes con riego atero- rina sódica, las heparinas de bajo peso molecular
trombótico salvo, quizá, en la estenosis carotidea (HBPM) y los anticoagulantes orales (ACO) como la
asintomática > 60% 48-51; sí lo está en pacientes de warfarina y el acenocumarol. Diversos estudios, co-
riesgo cardioembólico en los cuales esté contraindi- mo el AFASAK, BAATAF, SPAF-II y III, CAFA, y SPI-
cada la anticoagulación. Es de sobra conocido el NAF 65-69, han demostrado la eficacia de la anticoa-
beneficio de la antiagregación en la cardiopatía is- gulación como PP y PS en cardiopatías embolíge-
quémica (IAM, angina estable e inestable y estados nas como la fibrilación auricular, una de las patolo-
postinfarto de miocardio), por lo que nos centrare- gía de mayor riesgo cardioembólico, disminuyendo
mos más en el uso de antiagregantes en la enfer- el riesgo relativo de embolia en un 68% frente al
medad cerebrovascular. 21% de la antiagregación o del placebo. En otras
El ácido acetilsalicílico (AAS) es el antiagregante patologías cardioembólicas (estenosis mitral, próte-
más utilizado, su utilidad en profilaxis secundaria sis cardíacas, etc.) (tabla V) la anticoagulación tam-
(PS) y en la fase aguda de eventos aterotrombóti- bién ha demostrado su utilidad para disminuir el
cos ha sido probada mediante diversos estudios riesgo embolígeno 12, 70. Por lo general, la utilización

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A. MIRALLES y col.

de anticoagulantes en eventos aterotrombóticos ce- aterosclerosis asociada (clínica o asintomática) de-


rebrales no está indicada excepto en casos selec- ben tratarse también con estatinas (estudios LIPID,
cionados, y con controversia, como la disección ar- 4 S y CARE) 74-76.
terial (carótidas o sistema vertebro-basilar) o el ic-
tus en progresión dentro del tratamiento de la fase
aguda del ictus; también está aceptado su uso an- ALTERACIONES DEL
te la repetición de episodios isquémicos cerebrales ELECTROCARDIOGRAMA EN LOS
de origen aterotrombótico a pesar de tratamiento PROCESOS CEREBRALES
antiagregante, siendo dudosa la indicación en es-
tenosis intracraneales 12, ambas dentro de una PS Las enfermedades del SNC han sido documenta-
(tabla VI). das como causa de alteraciones cardiológicas tanto
La anticoagulación está aprobada en la fase agu- clínicas como electrocardiográficas. Mención aparte
da del IAM en combinación de heparina con AAS y están las enfermedades neuromusculares y del SNA
t-PA 71. La heparina además actuaría como PP de los como el síndrome de Guillain-Barré y diversas mio-
eventos embólicos asociados a la fase aguda de los patías. Las entidades más comúnmente responsa-
IAM. En la angina inestable también está indicado el bles de alteraciones en el ECG son las enfermeda-
uso de heparina asociada a AAS. des cerebrovasculares (ECV), la epilepsia y las dis-
tintas causas de hipertensión intracraneal (HPIC). Un
aspecto muy a tener en cuenta en la aparición de es-
Agentes fibrinolíticos tas alteraciones y en el pronóstico de estos pacien-
tes es la existencia de patología cardíaca previa, en
La utilización de estos agentes no solo evita la especial la cardiopatía isquémica y las arritmias co-
progresión del fenómeno trombótico como los mo la fibrilación auricular.
grupos anteriores, sino que actúa de forma acti- La ECV es, por su elevada incidencia, la causa
va lisando la fibrina del trombo y restituyendo el más frecuente de alteraciones en el ritmo y el tra-
flujo sanguíneo. Los más antiguos como la uro- zado del ECG sobre todo en la fase aguda de las
quinasa y la estreptoquinasa han dejado paso a mismas y su aparición es independiente de la pre-
otros más nuevos como la tPA o la r-tPA, todos sencia de patología cardíaca previa. Se han descri-
ellos activadores del plasminógeno. Ensayos clí- to anormalidades en el ECG en cerca del 90% de
nicos como el GUSTO 71 han demostrado la utili- pacientes con ECV, tanto en los ictus isquémicos
dad del t-PA en combinación con heparina y AAS como en los hemorrágicos incluida la hemorragia
frente a la combinación con estreptoquinasa en la subaracnoidea. Las más frecuentes son alteracio-
recanalización del vaso coronario responsable nes en el intervalo QT y del segmento ST 77-79 (tabla
del IAM. En lo que respecta a la enfermedad ce- VII). También se han observado cambios isquémi-
rebrovascular han sido tres estudios, ECASS-I, cos en el ECG acompañados de elevación de CPK-
NINDS y ECASS-II 72, 73, los que han evaluado la MB 80. La hipótesis más aceptada es que las altera-
eficacia y seguridad de la fibrinolisis con r-tPA en ciones clínicas y electrocardiográficas se deben a la
la fase aguda del ictus estando aceptado en los descarga de catecolaminas (noradrenalina) como
EEUU su utilización dentro de las tres primeras consecuencia de la respuesta al daño cerebral 81. La
horas del inicio de los síntomas en pacientes se- morbi-mortalidad es mayor los pacientes con ECV
leccionados (TA, severidad clínica y volumen del que presentan alteraciones en el trazado y ritmo del
infarto por TAC). ECG. Por todo ello es recomendable la monitoriza-
ción cardíaca o cuando menos la realización seria-
da de ECG en todos los pacientes con ictus duran-
Estatinas te las primeras 24-72 horas, y seriar enzimas cardí-
acas en los casos que se registran alteraciones en
La hipercolesterolemia es un factor de riesgo el ECG.
vascular modificable. Son múltiples los estudios También se han descrito en pacientes con epi-
que demuestran el beneficio del tratamiento de la lepsia, especialmente del lóbulo temporal, cuadros
hipercolesterolemia con estatinas en patología vas- de bradicardia, bloqueo AV completo o paro sinu-
cular, tanto en PP 49 como en PS. El tratamiento con sal por activación vagal excesiva 82. En el síndrome
estatinas en pacientes con cardiopatía isquémica, de HPIC, independientemente de la causa y sobre
con o sin hiperlipemia, reduce significativamente el todo si hay fenómenos de herniación transtentorial
riesgo de ictus, muerte vascular, IAM y otros even- descendente con afectación de centros troncoen-
tos coronarios. Del mismo modo los pacientes con cefálicos por compresión e isquemia, se han des-
AIT/ictus aterotrombótico, ictus cardioembólico en crito alteraciones ECG tales como bradicardia e in-
relación con cardiopatía isquémica y otros ictus con cluso taquicardias 83.

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172 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173


CORAZÓN Y ENFERMEDADES VASCULARES DEL SISTEMA NERVIOSO

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Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 160-173 173


Monocardio N.º 3 • 2001 • Vol. III • 174-190

Enfermedades neuromusculares y su
repercusión cardiológica
J. Arpa 1, A. Cruz Martínez 2, A. Miralles 1
1 Servicio de Neurología, Hospital Universitario La Paz y 2 Unidad de Electromiografía, Hospital «La Luz», Madrid.

INTRODUCCIÓN Miopatías determinadas genéticamente

Las miocardiopatías (MCP) son un grupo de enfer- Son relativamente infrecuentes, caracterizándose
medades del miocardio que causan una deficiente fun- la mayor parte de las mismas por un curso progresi-
ción del mismo. Se caracterizan por la disfunción del vo y por alteraciones degenerativas en las fibras
ventrículo izquierdo sistólica y/o diastólica (sólo en al- músculo-esqueléticas.
gunas formas afecta predominantemente al ventrículo
derecho), causada por una lesión difusa del miocardio.
La definición actual comprende: 1) MCP primaria, idio- a. Distrofinopatías asociadas al
pática o inespecífica (enfermedades del miocardio de cromosoma X
etiología o asociación desconocida); 2) MCP secunda-
rias o específicas (enfermedades difusas del miocardio Distrofia muscular severa (Duchenne). Se carac-
de etiología sistémica o cardíaca conocida); y 3) MCP teriza por: 1) Comienzo de los síntomas antes del
extrínsecas (alteraciones del miocardio asociadas a la cuarto año de la vida (raramente más tarde del sép-
cardiopatía coronaria crónica) 1, 2. En la clasificación timo año); 2) afectación simétrica, al comienzo de
etiológica se incluyen las distrofias musculares y otras las cinturas pélvica y pectoral; 3) pseudohipertro-
enfermedades neuromusculares 1, 3. fias de gemelos y algunos otros músculos; 4) debi-
Según el mecanismo predominante de la disfun- lidad progresiva que conduce a una incapacidad
ción del ventrículo izquierdo, las MCP se clasifican en para caminar antes de los 12 años y, posterior-
dilatadas (disfunción sistólica) y no dilatadas (dis- mente, a la presentación de contracturas y defor-
función diastólica) 1-3. Son MCP no dilatadas la MCP midad torácica; 5) frecuente retraso mental; 6) la
hipertrófica, en la que existe un predominio de la hi- muerte sobreviene hacia la segunda o tercera dé-
pertrofia y una función sistólica normal o hiperdiná- cada de la vida, causada por insuficiencia respira-
mica, y las MCP restrictivas, en las que predomina un toria 4, o, menos frecuentemente, por insuficiencia
patrón restrictivo que simula una pericarditis cons- cardíaca (10%) 4, 5, asociada a menudo con inani-
trictiva 1, 3. En algunas enfermedades neuromuscula- ción e infección respiratoria; 7) notable incremento
res la afectación cardíaca puede ser muy severa y de creatin kinasa (CK) en suero (hiperCKemia) en
puede llevar a la muerte por insuficiencia cardíaca o los estadios precoces de la enfermedad; y 8) dele-
arritmia, siendo en otras leve e incluso subclínica. En ciones del gen de la distrofina en el cromosoma
las tablas I y IV, respectivamente, se relacionan las Xp21 en el 65% de los casos 4.
miopatías y las neuropatías que se asocian a MCP. El electrocardiograma (ECG) es característico,
con ondas R de alto voltaje en precordiales dere-
chas y Q profunda en precordiales izquierdas y en
I. MIOCARDIOPATÍAS DE LAS las derivaciones I y aVL 6, 7. También se pueden ob-
ENFERMEDADES NEURO-MUSCULARES servar trastornos de conducción, ritmos atriales ec-
EN LA PRÁCTICA CLÍNICA tópicos, acortamiento del intervalo PR, taquicardias
paroxísticas y hasta taquicardias ventriculares y, ra-
Miopatías asociadas a miocardiopatía ramente, muerte súbita 8. En los estadios iniciales se
ha descrito una MCP hipertrófica y en los tardíos
Las enfermedades musculares con afectación car- una MCP dilatada con predilección por las paredes
díaca pueden ser clasificadas en miopatías determi- posterobasal y lateral del ventrículo izquierdo 9. His-
nadas genéticamente y miopatías adquiridas. topatológicamente se demuestra infiltración grasa y

174
ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Y SU REPERCUSIÓN CARDIOLÓGICA

Tabla I Miopatías asociadas a miocardiopatía

Miopatías determinadas genéticamente

a. Distrofias musculares asociadas al cromosoma X:


Duchenne.
Becker.
Emery-Dreifuss.
b. Distrofia muscular de las cinturas autosómica dominante:
LGMD1B.
LGMD1D.
Emery-Dreifuss.
c. Distrofia muscular de las cinturas autosómica recesiva:
LGMD2G (teletoninopatía).
Emery-Dreifuss.
d. Síndrome escápulo-peroneal.
e. Distrofias miotónicas multisistémicas autosómicas dominantes:
Distrofia miotónica.
Miopatía miotónica proximal.
f. Miopatías metabólicas:
Enfermedades mitocondriales.
Glucogenosis.
Parálisis periódicas.
Hiperpirexia maligna.
g. Miopatías congénitas:
Miopatías (congénitas) con anomalías de la posición de los núcleos.
Miotubular.
Miopatías (congénitas) con alteración de las estructuras intrínsecas
Figura 1.—Distrofia muscular de Becker, con deambulación pre-
de la fibra. servada a los 25 años de edad. Debilidad y atrofia de muscula-
Multicore/minicore. tura proximal y severa pseudohipertrofia de gemelos. ECG: Onda
Nemalínica. Q en I y aVL, patrón RSR1 e incrementos de las ratios R/S.
Miopatías con inclusiones citoplasmáticas.
Miopatías miofibrilares.
Entidades varias.
Miopatías con cuerpos reductores. ción en general preservada por encima de los 16
Miopatías con agregados tubulares. años y típicamente por encima de los 30 años, pu-
diendo tener una expectativa de vida cercana a la
Miopatías adquiridas
normal (fig. 1). La distrofina del músculo esquelético
es cuantitativamente normal o sólo moderadamen-
a. Miopatías inflamatorias. te reducida, pero de un peso molecular típicamen-
b. Miopatías endocrinas. te menor o mayor que el normal. Se caracteriza
c. Miopatías inducidas por tóxicos. igualmente por la presencia de deleciones (o du-
d. Miopatías por infecciones e infestaciones. plicaciones) del gen de la distrofina en el cromoso-
ma Xp21 4, 5.
En los estadios avanzados los pacientes muestran
alteraciones ECG significativas: bloqueos de rama,
ondas Q, ratio R/S aumentada y alteraciones de la
ligera fibrosis en el seno y en el nódulo aurículo-ven- onda T 4 (fig. 1). Se pueden desarrollar la MCP dila-
tricular (A-V) y fibrosis, degeneración vacuolar e in- tada, taquiarritmia y bloqueo A-V completo. La MCP
filtración grasa del músculo cardíaco y del sistema subclínica es muy frecuente, no relacionándose con
de conducción periférico. La degeneración del mús- la edad, ni con el grado de afectación musculoes-
culo papilar puede ser causa de prolapso de la vál- quelética la gravedad de la afectación cardíaca12.
vula mitral 8-10. Existen alteraciones en la distribución Se demuestra la distribución parcheada de la distro-
de distrofina en los miocitos cardíacos 11. fina anormal 13.
Distrofia muscular de Becker. Esta forma más be- Síndrome de Emery-Dreifuss (SED). En 1994, Bio-
nigna de distrofinopatía se inicia en la segunda dé- ne y cols. identificaron el gen STA y sus mutaciones
cadas de la vida con capacidad de la deambula- en pacientes con distrofia muscular de Emery-Drei-

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190 175


J. ARPA y cols.

Tabla II Miopatías tóxicas

Miopatía Neuropatía Miocardiopatía


Alcoholismo Miopatía aguda 53 Neuropatía Miocardiopatía dilatada 76
Miopatía subaguda53 sensitivo-motora
Miopatía crónica 74 axonal 75
↑ CPK 53

Cloroquina e Miopatía vacuolar Neuropatía periférica Miocardiopatía hipertrófica, 80


hidroxicloroquina proximal 53, 77 sensitivo-motora, con Miocardiopatía restrictiva, 81
con cuerpos curvilíneos 78 hiperproteinorraquia 78, 79 bloqueos de conducción
fascilulares 82
Bloqueo A-V 83

Ipecacuana Miopatía reversible 84, 85 Miocardiopatía reversible 85, 86,


inversión de T y prolongación del Q-T 84

Clofibrato Miopastía dolorosa necrotizante, Neuropatía 88 Miocardiopatía 89


↑ CPK, mioglobinuria 53, 87

Amiodarona Miopatía vacuolar ligera 53 Polineuropatía sensitivo-motora Proarritmias prolongación del Q-T y
crónica axonal y desmielinizante, torsade de pointes 91, 92
reversible 90

Colchicina Miopatía proximal, Neuropatía sensitivo-motora


vacuolar, ↑ CPK 53

Doxorubicin Miocardiopatía, arritmia ventricular,


incremento del Q-T, disminución de
la fracción de eyección ventricular 93, 94

L-triptófano, síndrome Mialgias, miopatía de grado variable, Polineuropatía sensitivo-motora Miocarditis 53, miocardiopatía obstructiva
eosinofilia-mialgia leve a debilidad muy importante axonal subaguda y crónica 90 apical 95, miocardiopatía restrictiva 96
con fallo respiratorio 53

Zidovudina Mialgias, debilidad proximal Miocardiopatía progresiva reversible 98


con miopatía mitocondrial,
↑ CPK 53, 97

Didanosina, zalcitabina Neuropatía periférica Miocardiopatía progresiva


sensitivo-motora axonal distal, de reversible 98
predominio sensitivo, reversible 98

fuss (EDMD) ligada al cromosoma Xq28 14. La pro- tribución escápulo-húmero-peroneal, cursando con
teína producida por el gen, emerina, se localiza en contracturas y retracciones de los músculos fle-
la cubierta nuclear, encontrándose prácticamente xores del codo, paraespinales, sobre todo los mús-
ausente en los sujetos afectados 15. Se trata de una culos posteriores del cuello, y los flexores planta-
afección muy poco frecuente que afecta, de mane- res 4, 5 (fig. 2). Se han descrito formas autosómicas
ra lentamente progresiva, a la musculatura de dis- dominantes (1q11-23) y alguna posible autosómi-

176 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190


ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Y SU REPERCUSIÓN CARDIOLÓGICA

Tabla III Miopatías por infecciones e infestaciones

Enfermedad Afectación Afectación cardíaca Afectación del sistema


músculo-esquelética nervioso central

Virus
Influenza A o B Influenza + (debilidad, mialgia, + (miocarditis, —
tumefacción muscular, cardiomiopatía dilatada)
↑ CK y rabdomiólisis con
mioglobinuria; evolución fatal
en un 50% de los casos)

Virus coxsackie B Mialgia epidémica + (miocarditis, —


cardiomiopatía dilatada)

Virus de la SIDA + (síndrome + (miocarditis, +


inmunodeficiencia semejante a la PM) cardiomiopatía dilatada,
humana (VIM) pericarditis, endocarditis)

Parásitos
1. Protozoos
Toxoplasma gondii Toxoplasmosis ± (parásitos en las + (miocardiopatía dilatada)
Sarcocistis lindemann Sarcosporidiosis fibras musculares) + (miocardiopatía dilatada)
Tripanosoma gambiensei Tripanosomiasis ± (debilidad, atrofia, mialgia) +
africana + (debilidad y atrofia) +
Tripanosomiasis ± (parásitos en las +
americana fibras musculares) +
Trypanosoma cruzi (enfermedad de Chgas)

2. Cestodes
Taenia solium Cisticercosis ± (debilidad, mialgias, + +
nódulos, abultamiento
muscular difuso)
Echinococcus granulosis Unilocular hidatidosis + (mialgia, masa local) + (miocarditis) +

3. Nematodes
Trichinella spiralis Triquinosis + (debilidad, mialgias, + (miocardiopatía dilatada, —
abultamiento difuso) miocarditis)
Toxocara canis Toxocariasis ± (mialgias) ± +
Toxocara catis Toxocariasis ± (mialgias) ± +

PM = Polimiosistis.

ca-recesiva. De ahí que algunos autores prefieran (LGMD, limb-girdle muscular dystrophy)
hablar de SED 15. autosómica dominante (AD)
La afectación cardíaca es constante, caracteri-
zándose en los estadios iniciales por contracción Representan menos del 10% de todos los casos
atrial prematura y bradicardia sinusal. Posteriormen- de LGMD 18. Hasta la actualidad se han identificado
te, se suele desarrollar paro atrial permanente, flut- 6 genes relacionados con la LGMD-AD. En este gru-
ter o fibrilación auricular. Los defectos de conduc- po de distrofias musculares proximales los niveles
ción atrio-ventriculares son los acontecimientos más de CK son mucho más bajos que en el grupo de
peligrosos, pudiendo producirse muerte súbita en un LGMD autosómica recesiva (AR) 19.
50% de los pacientes 16. Desde el punto de vista his- Asociándose al patrón característico de debilidad
tológico el corazón muestra hipertrofia, fibrosis y de- muscular, las formas LGMD1B (1q11) y LGMD1D
pósito lipídico 17. (6q23) manifiestan alteraciones cardíacas 19.
b. Distrofia muscular de las cinturas c. Distrofia muscular de las cinturas

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190 177


J. ARPA y cols.

zos, alcanzando incluso los músculos intrínsecos de


Tabla IV Neuropatías asociadas a miocardiopatía las manos, velo del paladar y faringe, cuádriceps, dia-
fragma e intercostales y la lengua. Además, se afec-
Polineuropatías determinadas genéticamente ta la musculatura lisa: faringe, esófago, vesícula biliar,
colon, esfínter anal, útero y cuerpo ciliar. Las manifes-
a. Degeneraciones espinocerebelosas Miocardiopatía hipertrófica, taciones extramusculares de la DM son retraso mental,
Ataxia de Friedreich miocardiopatía dilatada hipersomnia 23, apnea de sueño 24, cataratas, atrofia
b. Neuropatías periféricas testicular, diabetes, calvicie precoz y complicaciones
Polineuropatía amiloide familiar Miocardiopatía restrictiva en el embarazo y en el parto. Desde el punto de vis-
Enfermedad de Fabry Miocardiopatía hipertrófica, ta genético se caracteriza por la gran variabilidad fe-
miocardiopatía restrictiva
notípica, incluso intrafamiliar, y por el fenómeno de la
Enfermedad de Niemann-Pick Miocardiopatía restrictiva
Enfermedad de Refsum Miocardiopatía dilatada,
anticipación (comienzo más precoz y mayor gravedad
Porfiria aguda intermitente miocardiopatía hipertrófica en las generaciones sucesivas). Los casos congéni-
tos se producen cuando la transmisión es por vía ma-
Polineuropatías adquiridas terna y se manifiestan por hipotonía, debilidad gene-
ralizada, incluyendo la musculatura facial, dificultad
Síndrome de Guillain-Barré Alteraciones del ritmo para la succión y la deglución, insuficiencia respirato-
Difteria (riesgo de muerte súbita), ria, pies zambos, reflejos abolidos y retraso del desa-
Neuropatía diabética miocarditis (rara) rrollo motor 23. El fenómeno miotónico está ausente
Neuropatía alcohólica Miocarditis (fig. 5). Desde el punto de vista genético molecular la
Miocardiopatía restrictiva DM se caracteriza por una expansión inestable de re-
Miocardiopatía dilatada peticiones del trinucleótido CTG presente en la región
no traducida 3’ del gen MDPK (myotonic dystrophy

(LGMD, limb-girdle muscular dystrophy)


autosómica recesiva (AR) (fig. 3)

Se han identificado 8 genes de LGMD-AR. Tam-


bién han sido identificados todos los productos de
estos genes 19. De todas estas formas, sólo la
LGMD2G (17q11-12) 20, teletoninopatía, asocia afec-
tación cardíaca19.

d. Síndrome escápulo-peroneal

Aunque en la forma AD la afectación cardíaca es


infrecuente 21, la miocardiopatía es una realidad en la
forma asociada al cromosoma X, pudiendo cursar
con bloqueo aurículo-ventricular completo, de pre-
sentación precoz en el curso de la enfermedad, e in-
suficiencia cardíaca22.

e. Distrofias miotónicas multisistémicas


autosómicas dominantes

Distrofia miotónica (DM) de Steinert. Es la más fre-


Figura 2.—Distrofia muscular de Emery-Dreifuss. Debilidad y atro-
cuente de los trastornos miotónicos, de herencia au- fia de distribución escápulo-húmero-peroneal con contracturas y
tosómica dominante, con una prevalencia de 5 por retracción en flexión de ambos codos: imposibilidad de extensión
100.000. Cursa con debilidad muscular y miotonía más allá de 90º (abajo, derecha). La limitación de la movilidad
(fig. 4). Los grupos musculares generalmente afecta- afecta también a tobillos: imposibilidad para flexión dorsal (arriba,
derecha) y a columna cervical. El paciente de 16 años que ilus-
dos son: los músculos faciales, con la característica tra esta forma de distrofia muscular inició la sintomatología a los
ptosis (fig. 5), esternocleidomastoideos, flexores dor- 5 años con limitación lentamente progresiva para la extensión de
sales de los pies y músculos distales de los antebra- ambos codos y discreto equino bilateral.

178 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190


ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Y SU REPERCUSIÓN CARDIOLÓGICA

Figura 4.—Distrofia miotónica. 18 años. El fenómeno miotónico se


caracteriza por la dificultad para la relajación después de una
contracción muscular y por el «rodete miotónico» que se obser-
va en un músculo tras la percusión. La lengua, como muestra la
imagen, es un lugar idóneo para observar el «rodete miotónico».

protein kinase) en el cromosoma 19q13.3 25. Existe


una correlación inversa entre el fenómeno de antici-
pación y el número de repeticiones 26. Sin embargo,
esto parece ser sólo verdad para las pequeñas ex-
pansiones, ya que existe un gran solapamiento en
cuanto a clases de fenotipo a causa del mosaicismo
somático de repeticiones CGT 27.
Las alteraciones del ECG están presentes en el 90%
de los pacientes con DM 28, principalmente defectos de
conducción del haz de His, siendo las alteraciones más
comunes el incremento de los intervalos PR y ST 29, y
taquiarritmias, sobre todo flutter auricular 30. El intervalo
Figura 3.—Distrofia muscular de las cinturas. Paciente de 18 años PR es casi siempre más largo de 0,2 s y la onda P es
con marcada debilidad y atrofia de músculos proximales en extre-
midades superiores e inferiores. Destaca la severa debilidad y atro-
pequeña en la primera derivación 29. El 30 % de los pa-
fia de músculos trapecios con imposibilidad para la abducción de cientes fallecen súbitamente por crisis de Stokes-
ambos brazos y ausencia de basculación de las escápulas que apa- Adams, bloqueo de conducción y arritmias ventricula-
recen aladas por posible implicación del músculo serrato mayor. res 32. Se ha referido prolapso de la válvula mitral en un

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190 179


J. ARPA y cols.

17% de los casos 33. Desde el punto de vista anatomo- las musculaturas esquelética y cardíaca. Aquí se in-
patológico el corazón muestra infiltración lipídica y fi- cluyen entidades clínicas definidas sobre la base de
brosis parcheada del sistema de conducción intracar- defectos bioquímicos específicos y algunos síndromes
díaco34. No existe una relación directa entre el tamaño asociados a mutaciones puntuales del ADN mitocon-
de la expansión CTG en el ADN de los leucocitos y las drial (ADNmt) transmitidas por herencia materna o du-
arritmias atriales o ventriculares 35, 36, entre las altera- plicaciones: MCP letal infantil 42, 43, miopatía y MCP mi-
ciones de la conducción y la afectación muscular 35, ni tocondrial infantil 42 (mutaciones A4300G, C33303T,
entre los trastornos de conducción y la extensión de la A5814G del ADN mitocondrial) 44-47, miopatía de he-
infiltración fibrolipomatosa y la disfunción cardíaca36. rencia materna y MCP (MIMyCa, maternally inherited
Miopatía miotónica proximal. Se trata de una enfer- myopathy and cardiomyopathy) (mutación A3260G del
medad autosómica dominante, que cursa con debili- ADN mitocondrial) 48, MCP hereditaria con deleciones
dad muscular proximal, miotonía, cataratas, que se múltiples del ADN mitocondrial 49, 50 sin enfermedad
inician hacia la 4ª década de la vida 37, 38. Reciente- neurológica 43, MERRF, MELAS 5, 42, 47, 51 síndrome de
mente se ha identificado en 8 de 9 familias alemanas Kearns-Sayre 5, 42, 43 y enfermedad multisistémica 47.
un posible locus en el cromosoma 3q 39. Desde el pun- – Citopatías ligadas a mutaciones de genes nuclea-
to de vista clínico no está aún claro en que extensión res. Se han referido: síndrome de Leigh, MCP y leu-
se asocian alteraciones cerebrales, endocrinas y car- codistrofia (gen de estructura NDUFS8, 11q13), con
díacas 40. Una pequeña proporción de pacientes con déficit del complejo I 43, cardiopatía y encefalomiopa-
miopatía miotónica proximal han presentado alteracio- tía (gen de estructura NDUFS2), con déficit del com-
nes del ritmo cardíaco: bradicardia sinusal, bigeminis- plejo I 52, MCP neonatal y síndrome de Leigh (gen de
mo supraventricular, y alteraciones de conducción. ensamblaje SCO2, 9q34), con déficit del complejo IV;
Hasta ahora sólo uno ha requerido un marcapasos, MCP hipertrófica infantil con neutropenia (gen Tafaz-
otro ha fallecido en parado cardíaca37 y otro presen- zin, ligada al cromosoma Xq28) (síndrome de Barth);
taba taquicardias ventriculares monomorfas 41. MCP y miopatía a los 18 meses de vida con acidosis
láctica (gen ANTI, 4q35, transportador ADP/ATP) 43.
El sistema de conducción se suele encontrar es-
f. Miopatías metabólicas pecialmente afectado, pudiendo producirse bloqueo
aurículo-ventricular completo, aunque una MCP ma-
Enfermedades mitocondriales. Una MCP se puede nifiesta con insuficiencia cardíaca y una MCP dilata-
desarrollar en muchas enfermedades mitocondriales. da son infrecuentes 5.
– Citopatías mitocondriales. Se han ido desvelando
en los últimos años las bases moleculares de algunos
defectos de la fosforilición oxidativa mitocondrial ca- Glucogenosis
racterizados por una combinación variable de fallo de
– Glucogenosis tipo II. La enfermedad de Pompe,
la deficiencia de maltasa ácida, cursa con hipotonía,
debilidad progresiva, dificultad respiratoria, para la
deglución y cardiomegalia 53.
Los pacientes muestran insuficiencia cardíaca,
produciéndose la muerte antes del segundo año
desde el nacimiento. El miocardio ventricular se en-
cuentra muy engrosado y rígido 29. En algunos casos
de inicio en la edad adulta, el ECG se caracteriza por
QRS muy ancho, con intervalo PR corto 54, aunque es
normal en otros 5.
– Glucogenosis tipo III. También en la forma del
adulto de la enfermedad de Forbes, por deficiencia del
enzima desramificante, el corazón puede encontrarse
afectado y pueden mostrar insuficiencia cardíaca.
– Glucogenosis tipo IV. La enfermedad de Ander-
son, por deficiencia de la enzima ramificante, que
cursa con debilidad, atrofia de extremidades inferio-
res, hipotonía, hepatoesplenomegalia con cirrosis y
Figura 5.—Distrofia miotónica congénita (izquierda), con debilidad retardo del crecimiento, puede mostrar también car-
generalizada, hipotonía, reflejos abolidos y ausencia de fenóme-
no miotónico. La madre (derecha) presenta una forma poco ma-
diomegalia radiológica y dilatación ventricular en la
nifiesta de la enfermedad, aunque en la figura son evidentes de- ecocardiografía 53.
bilidad facial (expresión triste) y ptosis palpebral. – Glucogenosis tipo V. En la enfermedad de

180 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190


ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Y SU REPERCUSIÓN CARDIOLÓGICA

McArdle, por deficiencia de miofosforilasa, que pue- Mallory. Estas muestran similitudes y diferencias feno-
de cursar con atrofia en los pacientes adultos, con- típicas entre ellas, estando presente en gran número
tracturas y/o calambres tras el ejercicio y mioglobi- de casos una MCP, a menudo restrictiva 60, 65.
nuria 53, el ECG se parece al de la enfermedad de Otras entidades como la miopatía con cuerpos re-
Pompe, QRS ancho y alteraciones de la onda T. Sin ductores 61 y la miopatía con agregados tubulares 66
embargo, aquí es normal el intervalo PR 29. también pueden asociar MCP.
Parálisis periódicas. Tanto en las hipokaliémicas
como en las hiperkaliémicas pueden producirse
arritmias ventriculares, las cuales podrían originarse Miopatías adquiridas
en el ventrículo izquierdo. La hipokaliemia prolonga la
repolarización ventricular y se acompaña de ondas U a. Miopatías inflamatorias
prominentes 56, 57. La hiperkaliemia produce inicialmen-
te ondas T estrechas, altas y picudas, pudiendo llegar Polimiositis (PM), dermatomiositis, esclerosis sisté-
a ocasionar trastornos de la conducción A-V, disminu- mica progresiva (ESP) y lupus eritematoso sistémico
ción de amplitud de la onda P y ensanchamiento del pueden presentar complicaciones cardíacas, entre
QRS 58. Incluso se ha descrito el fallecimiento por pa- las cuales se describen insuficiencia cardíaca con-
rada cardíaca en la parálisis hipokaliémica 56. gestiva, como resultado de MCP, disritmias y trastor-
Hiperpirexia maligna. Se ha propuesto definir la hi- nos de la conducción atrioventricular, enfermedad
pertermia maligna como un síndrome de miopatías del seno y cor pulmonale, secundario a enfermedad
anestésicas, que consiste en un daño muscular agu- pulmonar intersticial o a hipertensión pulmonar pri-
do mediado por la elevación del calcio intracelular maria 5, 67-70. Diferentes manifestaciones de afecta-
inducida por relajantes musculares despolarizantes ción cardíaca pueden ser detectadas en un 51% de
y agentes anestésicos volátiles, en individuos cuya los pacientes con ESP, mientras que sólo en un
susceptibilidad podría tener un condicionante here- 18,5% en la PM 71.
ditario 59. El síndrome plenamente desarrollado se Las alteraciones ECG más frecuentes son las ta-
asocia a una rápida elevación de la temperatura, hi- quiarritmias y los defectos de conducción, siendo los
perlactacidemia, acidosis respiratoria, hiperkaliemia, parámetros de afectación cardíaca más sensibles el
alteraciones variables de la calcemia, importante hi- incremento de los niveles en sangre de CKMB 5 y de
perCKemia, mioglobinemia y mioglobinuria 53, 59. Pe- troponina T 72. El bloqueo de conducción es particu-
se al conocimiento generalizado del síndrome y la te- larmente frecuente en los estadios terminales de la
rapéutica sintomática, la mortalidad se cuantifica en ESP 73. Los estudios necrópsicos han puesto de ma-
1/500.000 anestesias o menos 59. nifiesto la presencia de necrosis miocárdica con áreas
focales relativamente indemnes y evidencia de rege-
neración; a veces se detectan infiltrados de células
g. Miopatías (congénitas) estructurales mononucleares 67. Las disfunciones cardíacas más
frecuentes son las alteraciones del ritmo y de la con-
Miopatías (congénitas) con anomalías de la posi- ducción probablemente debidos a alteraciones de los
ción de los núcleos. Confundida durante mucho vasos coronarios en la ESP y a procesos de fibrosis y
tiempo dentro del grupo de las miopatías centronu- degeneración de las fibras miocárdicas en la PM.
cleares, la miopatía miotubular representa una enti-
dad homogénea tanto sobre el terreno clínico como
genético (Xq28) 60, habiéndose descrito su asocia- b. Miopatías endocrinas
ción con MCP 61.
Miopatías (congénitas) con alteraciones de las es- Hipertiroidismo. Las alteraciones neuromusculares
tructuras intrínsecas de la fibra. En general no mues- que más frecuentemente produce el hipertiroidismo
tran MCP. Sólo se ha referido MCP en algunas ob- son la miopatía tirotóxica, la parálisis periódica hipo-
servaciones de pacientes con multicore/minicore 62 y kaliémica tirotóxica, miastenia gravis y oftalmoplejía
con miopatía nemalínica, forma del adulto 63 y, aisla- exoftálmica 53. Las repercusiones cardíacas más fre-
damente, en la forma infantil clásica 64. cuentes del hipertiroidismo son taquicardia y fibrilación
Por otra parte, las miopatías con inclusiones cito- auricular. Es más raro que se produzca insuficiencia
plasmáticas (desmin-related myopathy o miopatías ventricular izquierda debido a MCP y al elevado gas-
miofibrilares) comprenden las miopatías distales con to asociado con el hipertiroidismo5.
miocardiopatía y acúmulos de desmina, las miopatías Hipotiroidismo. Es característico que los pacientes
con cuerpos citoplásmicos, las miopatías con cuerpos hipotiroideos de larga evolución desarrollen debilidad
esferoides, las miopatías con acumulación de actina proximal, a menudo asociada a neuropatías por atra-
(«exceso de filamentos finos»), las miopatías con pamiento 53. En el hipotiroidismo se observa bradicar-
cuerpos filamentosos y las miopatías con cuerpos de dia, prolongación del intervalo PR y bajo voltaje del

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190 181


J. ARPA y cols.

complejo QRS. Además, podrían detectarse datos de


MCP restrictiva, que afecta especialmente al ventrícu-
lo derecho, junto a derrame pericárdico. El hipotiroi-
dismo se puede asociar a cardiopatía isquémica 5.
Acromegalia. La acromegalia puede producir en
los estadios iniciales incremento del volumen mus-
cular y de la fuerza, aunque posteriormente de lugar
a debilidad y atrofia 53. Es típica la cardiomegalia
marcada, que afecta principalmente al ventrículo iz-
quierdo. Llega a producir insuficiencia cardíaca a
dos terceras partes de los pacientes, pudiendo aso-
ciar arritmias y bloqueo 5.

c. Miopatías tóxicas

En la tabla II se resume la relación de los tóxicos


que pueden producir tanto afectación del músculo
cardíaco como neuromuscular. El empleo de estos
fármacos exige una monitarización frecuente duran-
te el tratamiento 53.

d. Miopatías por infecciones e infestaciones

Se han descrito miositis esquelética viral, así co-


mo miocarditis, durante la infección por los virus in-
fluenza A o B 98-105, virus coxsackie B 106 y virus de la
inmunodeficiencia humana adquirida (VIH) 107-108.
Además, ciertas parasitosis pueden simultanear la
afectación del músculo esquelético y del cardíaco109
(tabla III).

Neuropatías asociadas a miocardiopatía

Las clasificamos en polineuropatías determinadas


genéticamente y en polineuropatías adquiridas.

Polineuropatías determinadas
Figura 6.—ECG en la ataxia de Friedreich: inversión de la onda T
genéticamente y alteraciones del segmento ST.

a. Degeneraciones espinocerebelosas
(tabla IV)
mitocondrial de 210 aminoácidos, la frataxina, cuyo
Ataxia de Friedreich. Se estima su prevalencia en déficit se produce por la hiperexpresión de repeti-
1/50.000. La frecuencia de portadores en Europa es ciones de trinucleótidos GAA situados en el primer
de 1/120. Se trata de una enfermedad hereditaria au- intrón del gen ubicado en el cromosoma 9q13. Exis-
tosómica recesiva, cuyos síntomas se inician antes te una relación directa entre el tamaño de la expan-
de los 20 años, que suele asociar ataxia, miocardio- sión y el comienzo más precoz de la enfermedad, la
patía, escoliosis, pie cavo, arreflexia, signos pirami- mayor rapidez de evolución y la frecuencia de MCP
dales y neuropatía axonal de predominio sensitivo. y deformidades esqueléticas 110. Las alteraciones
Los pacientes pierden la capacidad para caminar ECG consisten en inversión de la onda T, desviación
unos 15 años después del comienzo de los síntomas. derecha del eje del QRS y alteraciones del segmento
La edad promedio de muerte es 40 años. El defecto ST presentes en el 80% de los pacientes 5, 110 (fig. 6).
molecular es el déficit de una pequeña proteína La ecocardiografía pone de manifiesto una hipertro-

182 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190


ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Y SU REPERCUSIÓN CARDIOLÓGICA

fia concéntrica del ventrículo izquierdo e hipertrofia relación con las recaídas de la neuropatía, pudiendo
septal asimétrica, que cursa con escasa frecuencia producir muerte súbita. En el corazón se observa
de arritmias ventriculares malignas. La MCP dilatada una fibrosis parcheada 5, 119.
resulta poco frecuente en la enfermedad de Frie- Porfiria aguda intermitente. De transmisión autosó-
dreich, pudiendo asociar arritmias auriculares y ven- mica dominante (cromosoma 11q23-2q), puede aso-
triculares 5, 110. La insuficiencia cardíaca es la causa ciar de forma variable manifestaciones neuropsi-
de la muerte en el 56% de los casos 111, aunque es- quiátricas, abdominales y urinarias (emisión de orina
te mal pronóstico puede estar mejorando por el tra- que se oscurece por la acción de la luz). Produce
tamiento con idebenona 112. una neuropatía motora y sensitiva, a veces dolorosa,
y con frecuente afectación del sistema autónomo 120.
Los hallazgos más habituales son: taquicardia su-
b. Neuropatías periféricas (tabla IV) praventricular, hipertensión, arritmias y MCP 121.

Polineuropatía amiloide familiar. Las neuropatías


amiloides pueden ser observadas en el curso de las Polineuropatías adquiridas (tabla IV)
formas hereditarias o en la amiloidosis sistémica ad-
quirida (neuropatías de la amiloidosis AL, asociada Síndrome de Guillain-Barré. El sistema nervioso
al mieloma). La afectación cardíaca se observa en la autónomo se afecta frecuentemente en este síndro-
polineuropatía amiloide familiar (PAF) tipo I (portu- me. La mayor parte de los pacientes presentan ta-
gués) y en otras neuropatías amiloides hereditarias quicardia sinusal, ocasionada por la hiperactividad
asociadas a transtirretina anormal (tipo apalache, ti- de la inervación simpática del corazón. También se
po alemán, etc.) 113. La afectación cardíaca consiste produce afectación vagal, con pérdida de la arritmia
en miocardiopatía restrictiva o congestiva, cuya im- sinusal normal, fluctuaciones de la tensión arterial,
portancia varía según las diferentes mutaciones del bradicardia sinusal, asistolia y arritmias que pueden
gen de la transtirretina 5, pudiendo cursar con insufi- llegar a ser causantes de muerte súbita. El ECG pue-
ciencia cardíaca y muerte súbita 113. de mostrar arritmias auriculares y ventriculares con
Enfermedad de Fabry. Se trata de una enfermedad inversión de la onda T 122, 123. La asociación con mio-
hereditaria recesiva ligada al cromosoma X (Xq21.3- carditis es muy rara 124, 125.
q22), caracterizada por la acumulación de trihexósidos Difteria. Sin que necesariamente se acompañe
en los tejidos, motivada por el déficit de la enzima de afectación neuropática, entre la mitad y las dos
lisosomal alfagalactosidasa. Se presenta en la infan- terceras partes de los pacientes con difteria desa-
cia produciendo angioqueratomas, hipohidrosis, rrollan miocarditis 5, 126, aunque esta resulta clínica-
neuropatía dolorosa, distrofia corneal, afectación re- mente aparente en un 10% de los casos 5. El cuadro
nal evolutiva de tipo glomerular, ictus 114 y manifesta- clínico se caracteriza por insuficiencia cardíaca y cir-
ciones cardiovasculares: hipertensión renovascular, culatoria. El ECG muestra alteraciones del QRS con
acortamiento del intervalo PQ, alto voltaje de R y al- afectación de la conducción intraventricular, bloqueo
teraciones del ST y de T en precordiales izquierdas, cardíaco, disfunción nodal, extrasistolia y trastornos
hipertrofia septal y ventricular izquierda, prolapso mi- de la repolarización 5, 126. La ecocardiografía pone de
tral, insuficiencia cardíaca congestiva y tromboem- manifiesto dilatación y disfunción del ventrículo iz-
bolismo 115, 116 y también MCP restrictiva 117. quierdo, con incremento de la masa muscular del
Enfermedad de Niemann-Pick. Esta afección auto- mismo. La hipermioglobinemia y el incremento de la
sómica recesiva, se caracteriza por el depósito de ratio LHD1/LHD2 constituyen buenos indicadores de
esfingomielina en diferentes tejidos a causa del défi- desarrollo de miocarditis. Las formas pseudocorona-
cit de esfingomielinasa. Existen cuatro tipos diferen- rias tienen el peor pronóstico. Hasta el 14% de los
tes. El tipo I (tipo A de Crocker), o tipo infantil, asocia pacientes con miocarditis pueden fallecer 5, 126.
una esplenomegalia, deterioro intelectual, mancha re- Neuropatía diabética. La diabetes mellitus tipo I se
tiniana rojo-cereza, neuropatía periférica, crisis comi- asocia a una forma específica de MCP en ausencia
ciales 114 y fibroelastosis subendocárdica 118. de arteriosclerosis. Esta MCP se caracteriza por dis-
Enfermedad de Refsum. Se trata de una enferme- función diastólica inicial, seguida por alteración de la
dad autosómica recesiva caracterizada por el depó- contractilidad 127, 128. La MCP diabética es una cau-
sito de ácido fitánico en los tejidos, que cursa con sa significativa de insuficiencia cardíaca, lo que su-
neuropatía periférica, ataxia, ptosis, sordera, anos- cede con mayor frecuencia en los que muestran
mia, ictiosis, retinitis pigmentaria con ceguera noc- complicaciones microvasculares y/o hipertensión 129.
turna, MCP dilatada o hipertrófica y pie cavo. Tien- La disfunción diastólica del ventrículo izquierdo pue-
de a producir trastornos de la conducción cardíaca, de ser detectada precozmente en la diabetes melli-
arritmias, insuficiencia cardíaca congestiva, y fallo tus tipo I con neuropatía autonómica 130.
ventricular izquierdo y edema agudo de pulmón, en Neuropatía alcohólica. La MPC alcohólica se aso-

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190 183


J. ARPA y cols.

Figura 7.—Esquema de la unidad motora (UM) normal (izquierda),


en una neuropatía (centro) y en una miopatía (derecha). (Modifi-
cado de Stålberg y Trontelj, 1994). Las fibras de la UM normal se
encuentran dispersas y solo en una pequeña proporción dos de
ellas confluyen. En las neuropatías se forman grupos de fibras por
reinervación colateral de fibras denervadas desde axones sub-
terminales de UM indemnes. En las miopatías destaca la pérdida
de fibras de la UM (círculos de puntos) junto a algún grupo de fi-
bras musculares regeneradas. Figura 8.—Potenciales de UM y trazado voluntario en una neuro-
patía axonal (arriba) y en una distrofia muscular (centro y abajo).
Obsérvese el trazado «simple» en la neuropatía, por pérdida se-
vera de UM, con potenciales de UM polifásicos de larga duración,
y el trazado interferencial al mínimo esfuerzo, potenciales de UM
cia con frecuencia a la miopatía alcohólica, pero polifásicos y otros disgregados en la distrofia muscular.
acompaña rara vez a la neuropatía alcohólica 5. Los
efectos nocivos del alcohol sobre el corazón inclu-
yen: disminución de la contractilidad del ventrículo
izquierdo o de ambos ventrículos, hipertensión, terminar si las lesiones afectan a la cubierta mielínica
arritmias auriculares y ventriculares y MCP dilatada (neuropatías desmielinizantes) o al axón (neuropatías
secundaria no isquémica. Parece existir un efecto do- axonales) de la fibra nerviosa.
sis-dependiente del etanol sobre las funciones sistó- El concepto de unidad motora (UM) es fundamen-
lica y diastólica 131. El ECG muestra alteraciones de tal para sentar las bases fisiopatológicas de la EMG.
la onda Q e inversión, profundización y afilamiento La UM está constituida por la motoneurona del asta
de T 5. La disfunción diastólica se encuentra presen- anterior, su axón y el variable número de fibras mus-
te en un tercio de los alcohólicos con función sistó- culares que el axón inerva (fig. 7). Las fibras mus-
lica normal, siendo incluso más frecuente cuando culares de la UM se encuentran dispersas, aunque
coexiste una disfunción sistólica 132. Las biopsias en- ocasionalmente dos fibras musculares contiguas
domiocárdicas de los pacientes con MCP alcohólica estén inervadas por el mismo axón. En el EMG en
revelan hasta en un 30% de casos miocarditis con reposo no se registra actividad eléctrica en las dife-
infiltrados linfocíticos 131. Los trombos murales son rentes áreas del músculo normal examinadas. Por el
frecuentes en los corazones muy dilatados 5. El alco- contrario, las lesiones de motoneurona y las del axón
holismo es un importante predictor de muerte de ori- de la fibra nerviosa, con la consiguiente degenera-
gen cardíaco133. ción axonal distal, conllevan la denervación de las fi-
bras musculares que de ellos dependen. Las fibras
musculares denervadas se activan espontáneamen-
ESQUEMA DEL ESTUDIO te y sus potenciales, breves y de pequeña amplitud
ELECTROFISIOLÓGICO Y SU RESULTADO (fibrilaciones) se registran durante el reposo del
EN LAS ENFERMEDADES NEURO- músculo 134, 135.
MUSCULARES CON REPERCUSIÓN Otros tipos de actividad en reposo son las salvas
CARDIOLÓGICA miotónicas habitualmente desencadenadas por per-
cusión del músculo o movilización de la aguja. Su
Bases fisiopatológicas origen se encuentra en la fibra muscular y se ca-
racterizan por decrecer en amplitud y frecuencia
La Electromiografía realizada mediante electrodos hasta su desaparición progresiva (fig. 8). Son un ha-
de aguja, la conducción nerviosa de las fibras mo- llazgo típico de procesos que cursan con mioto-
toras (VCM) y de las fibras sensitivas (VCS), así co- nía 134. Las salvas pseudomiotónicas («bizarres»)
mo otras técnicas especiales permiten diferenciar el son inespecíficas y muestran frecuencia y amplitud
origen neurógeno o miógeno de un proceso neuro- regulares (fig. 9).
muscular y, dentro de las neuropatías periféricas, de- El trazado voluntario durante la activación permite

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ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Y SU REPERCUSIÓN CARDIOLÓGICA

descenso de la VCM y/o VCS en los procesos desmie-


linizantes, por debajo del 50% de las cifras normales.
Cuando existen desmielinizaciones focales, la amplitud
del potencial muscular evocado al estimular proximal a
este punto disminuye más de un 50% sin aumentar la
duración más de un 15% respecto a la amplitud por es-
timulación distal (fig. 10). Este fenómeno se conoce co-
mo bloqueo de conducción 144.
Las neuropatías axonales se manifiestan con re-
ducción de amplitud de los potenciales evocados
motores y/o sensitivos y escaso o nulo descenso de
los valores de conducción. La conducción nerviosa
Figura 9.—Salva miotónica (arriba) desencadenada por movili- suele ser normal en los procesos miopáticos.
zación del electrodo (artefacto de la izquierda), que progresiva-
mente decrece en ampIitud y frecuencia hasta desaparecer. La respuesta refleja monosináptica (respuesta H)
(Registro en una distrofia miotónica de 18 años, perteneciente al depende de la integridad o relativa preservación de las
paciente de la figura 4.) Descarga repetitivo espontánea de alta fibras aferentes propioceptivas y del arco reflejo, y es
frecuencia, de amplitud regular («bizarre») (abajo) en un caso de de interés su examen en determinados procesos co-
enfermedad de Pompe.
mo las ataxias 145. Técnicas especiales como la EMG
de fibras musculares aisladas (SFEMG 138, la conduc-
ción de las vías motoras centrales mediante la estimu-
registrar potenciales de unidad motora (PUM) que lación magnética del córtex motor 146 y el cálculo de la
equivalen a la suma de lo potenciales de las fibras velocidad de conducción de las fibras musculares in
que la constituyen. El número de UM activadas y su situ 147-148 pueden aportar información en algunos de
frecuencia aumentan con el esfuerzo muscular, pa- los procesos que se describen en este capítulo.
sando desde un trazado simple (uno o pocos PUM
perfectamente diferenciables entre sí) hasta un pa-
trón interferencial al máximo esfuerzo (fig. 8) donde Resultados
los PUM no son distinguibles. Las neuropatías axo-
nales conllevan una pérdida de UM, de manera que Los procesos incluidos en las tablas 1, 2 y 3 cur-
al máximo esfuerzo el trazado EMG puede ser de san con patrón EMG miopático (figs. 6 y 7), y la con-
tipo simple (fig. 8). En las neuropatías axonales ducción nerviosa, salvo excepciones, es normal. Sin
parciales, las fibras musculares denervadas son rei- embargo, algunos presentan ciertas peculiaridades.
nervadas por brotes procedentes de axones subtermi- En la enfermedad de Emery-Dreifuss (fig. 2) se han
nales de fibras musculares próximas pertenecientes
a otras UM sanas y que conservan la inervación, de
manera que se forman grupos de fibras (fig. 7) que
conforman UMs más compactas, con mayor número
de fibras por unidad de superficie. Esta remodela-
ción neurógena de la UM explica que los PUM au-
menten de amplitud y duración 135-138 (fig. 8). La UM
en los diferentes tipos de miopatía suele caracteri-
zarse por pérdida y atrofia de fibras musculares de
diferentes UMs (fig. 7). La tensión que es capaz de
desarrollar cada UM está por consiguientes dis-
minuida, lo cual conlleva la activación de mayor
número de UMs y de su frecuencia ante pequeñas ac-
tivaciones del músculo, y la fácil obtención, incluso
con mínimos esfuerzos, de un patrón interferencial
(Interferencia patológica) (fig. 8). Los PUM miopáticos
serán, por la despoblación de fibras, de pequeña Figura 10.—El estudio de la conducción nerviosa es fundamental en
las neuropatías periféricas. La figura ilustra la VCM del nervio me-
amplitud y duración, observándose PUM polifásicos diano estimulando en codo (C) y muñeca (M), en un caso de Gui-
y disgregados, en posible relación con la desincro- llain-Barré de 9 días de evolución, registrando el potencial de acción
nización de los impulsos como consecuencia de la en eminencia tenar. LD= Tiempo de conducción distal (latencia dis-
variabilidad del diámetro de las fibras musculares y, tal) desde muñeca a eminencia tenar. La estimulación en codo mues-
tra una marcada reducción de amplitud (mayor del 50%) respecto al
por tanto, de la variable velocidad de transmisión del potencial por estimulación en muñeca (bloqueo del impulso). La VC
impulso a lo largo de ellas (fig. 8). entre codo y muñeca (39,1 m/seg.) se encuentra disminuida (normal
Las técnicas de conducción nerviosa 139-143 muestran > 49 m/seg.). La presencia de bloqueos del impulso puede ser.

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190 185


J. ARPA y cols.

descrito patrones neurógenos o mixtos (de neuropa- de la ataxia de Friedreich (AF) son: a) neuronopatía
tía y miopatía) 149, 150. Sin embargo, el estudio cuanti- sensitiva axonal con reducción de amplitud o au-
tativo y de SFEMG, aun mostrando rasgos atípicos, sencia de los potenciales sensitivos, en relación con
sugieren el carácter miopático de la enfermedad 151. la deplección de neuronas sensitivas del ganglio es-
Las salvas miotónicas (fig. 8) son típicas de los pro- pinal dorsal y con la pérdida de fibras mielinizadas
cesos que cursan con miotonía clínica. La distrofia mio- gruesas, b) ausencia de respuesta H, y c) conduc-
tónica del adulto (figs. 4 y 5) muestra con relativa fre- ción anormal de las vías motoras centrales en las téc-
cuencia trastornos, generalmente leves, de la VCM152 nicas de estimulación magnética transcraneal 162-163.
consecuencia de la amplia afectación, multisistémica, La estimulación magnética sugiere que la evolución
que presenta la enfermedad153. La distrofia miotónica de la enfermedad se debe al progresivo deterioro de
congénita (fig. 5) posee expresión clínica y electrofisio- las vías motoras centrales, mientras que la neuropa-
lógica atípicas. Durante los primeros años de evolución tía sensitiva permanece estable 164, 165. No obstante,
las salvas miotónicas están ausentes en el EMG, el pa- existen variaciones fenotípicas de la AF, unas con
trón voluntario es neurógeno y la conducción nerviosa comienzo tardío y lenta evolución de la enfermedad,
es anormal, quizá todo ello consecuencia de un retraso y otras con preservación de reflejos. Estas últimas
en la maduración de las fibras muscular y nerviosa153. sólo presentan en común con las formas típicas la al-
Las enfermedades mitocondriales 154 muestran teración de conducción de las vías motoras centra-
EMG variable, miopático, neurógeno, mezcla de mio- les, mientras que la respuesta H y los potenciales
patía y neuropatía o cambios inespecíficos. sensitivos pueden ser normales 145.
En las glucogenosis los calambres post-ejercicio La neuropatía de la enfermedad de Refsum es
son eléctricamente silenciosos (contractura) lo cual hipertrófica y muestra trastornos severos de la con-
demuestra que su origen no reside en la membrana ducción nerviosa 165. La neuropatía de la amiloidosis
de la fibra muscular 134, 135. Sin embargo, la glucoge- es axonal y de predominio sensitivo, y electrofisiológi-
nosis tipo II (enfermedad de Pompe) presenta en re- camente es detectable antes de manifestarse clínica-
poso descargas de alta frecuencia («bizarres») (fig. mente. La afectación motora es tardía. Frecuentemente
8) y abundantes potenciales de fibrilación junto a pa- se observa un síndrome del túnel del carpo por de-
trones miopáticos 155. pósito de sustancia amiloide que comprime el nervio,
Los estudios de la velocidad de conducción de la que puede ser clínico o subclínico, y que se pone de
fibra muscular in situ muestran un descenso de dicha manifiesto por estudios de la VCS y VCM a través
conducción durante el período de recuperación de de la muñeca 167-169. La porfiria aguda intermitente
las parálisis hipokaliémicas, tanto en las formas he- muestra signos de neuropatía axonal motora, con
reditarias de la enfermedad como en las secundarias. denervación precoz en músculos proximales tras el
Durante el ataque de parálisis las fibras musculares comienzo agudo del cuadro clínico, aunque también
pueden ser inexcitables al estímulo eléctrico 156. puede presentar alteraciones electrofisiológicas sub-
La variabilidad electrofisiológica es una caracterís- clínicas 170.
tica de las miopatías congénitas, que pueden mostrar Las formas típicas del síndrome de Guillain-Barré
pequeños cambios inespecíficos en la mayoría de los son desmielinizantes, mostrando trastornos preco-
casos, rasgos miopáticos 157 o neurógenos 158, 159 co- ces de la conducción nerviosa, más evidentes en el
mo es el caso del central core. Raramente se descri- componente motor 171. Como en otros procesos con
ben trastornos de la conducción nerviosa 160. desmielinización severa, los bloqueos de conduc-
Las miopatías inflamatorias en su forma más flori- ción (fig. 9) pueden ser un hallazgo precoz y expli-
da presentan potenciales de fibrilación, descargas car los patrones neurógenos 172. Más tarde aparecen
repetitivas de alta frecuencia («bizarres») y patrón en parte de los casos signos de lesión axonal.
miopático 161. La abundancia de fibrilación puede La neuropatía de la difteria es de carácter des-
deberse a denervación de segmentos de fibras mus- mielinizante con importantes trastornos de la con-
culares consecuencia de necrosis focales de las fi- ducción de los nervios de las extremidades, aunque
bras musculares. Estos segmentos pueden reiner- en ocasiones son los nervios craneales los que pre-
varse colateralmente en el curso de la recuperación sentan una mayor afectación clínica 173.
del proceso, adquiriendo entonces el EMG rasgos La neuropatía diabética, a menudo subclínica,
mixtos neurógenos y miógenos. muestra una marcada variabilidad, aunque su mani-
Algunas miopatías endocrinas, como la acrome- festación más frecuente es una neuropatía sensitivo-
galia y el hipotiroidismo asocian neuropatías focales motora simétrica y distal 174 con trastornos de la con-
(síndrome del túnel del carpo) 53. ducción nerviosa de predominio sensitivo y patrones
Las miopatías tóxicas también muestran a menu- neurógenos. El tipo desmielinizante o axonal de la
do hallazgos mixtos de miopatía y neuropatía moto- neuropatía es objeto de permanente controversia,
ra y/o sensitiva (tabla II). aunque actualmente se considere una neuropatía
Electrofisiológicamente los criterios diagnósticos primariamente axonal 175. El carácter axonal de la

186 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190


ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Y SU REPERCUSIÓN CARDIOLÓGICA

neuropatía es evidente electrofisiológicamente en cular dystrophy. Muscle Nerve 1986; 9: 481-5.


formas como las mononeuropatías, las mononeuro- 17. Hara H, Hagara H, Manatari S y cols.: Emery-Dreifuss mus-
cular dystrophy. J Neurol Sci 1987; 79: 23-31.
patías múltiples y la amiotrofia diabética con atrofia 18. Bushby KMD: The limb-girdle muscular dystrophies - multiple ge-
del cuádriceps. El nervio del enfermo diabético pre- nes, multiple mechanisms. Hum Molec Genet 1999; 8: 1875-82.
senta peculiaridades, como mayor resistencia a la is- 19. Zatz M, Vainzof M, Passos-Bueno MR: Limb-girdle muscular dys-
quemia, que el nervio normal, con persistencia de trophy: one gene with different phenotypes, one phenotype with
los potenciales sensitivos 176, en contraste con una different genes. Current Opinion Neurology 2000; 132: 511-7.
20. Moreira ES, Vainzof M, Marie SK y cols.: The seventh form of
mayor susceptibilidad a la presión que deviene en autosomal recessive limb-girlde muascular dystrophy is map-
neuropatías focales, como el síndrome del túnel del ped to 17q11-12. Am J Human Genet 1997; 61: 151-9.
carpo 174, 176. 21. Thomas PK, Schott GD, Morgan-Hughes JA: Adult-onset sca-
La neuropatía alcohólica es sensitivo motora, axo- pulo-peroneal myopathy. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1975;
nal, con marcada reducción de la amplitud de los 38: 1008-1015.
22. Rotthauwe HW, Martier W, Beyer H: Neuer Typ einer recessiv
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190 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 174-190


Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol. III • 191-202

Conectivopatías y corazón
Enrique Vázquez Muñoz* y Juan José Vázquez Rodríguez**
*Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Área 5 de Madrid.
**Jefe de Servicio de Medicina Interna, Hospital La Paz. Madrid.

Fue Klemperer quien introdujo por primera vez en ARTRITIS REUMATOIDE


Medicina el criterio de considerar algunas enfer-
medades, el lupus eritematoso sistémico entre La artritis reumatoide tiene múltiples complicacio-
ellas, como enfermedades de sistema, a diferen- nes extraarticulares entre las que no hay que olvidar
cia de las enfermedades de órgano, que había nunca las complicaciones cardíacas, derivadas de la
prevalecido hasta entonces. Con el paso del tiempo complicación granulomatosa y/o vasculitis de las es-
todas estas enfermedades se han dado en llamar tructuras cardiovasculares. Las más frecuentes son:
enfermedades sistémicas, por tener una caracte- 1ª) Pericarditis. 2ª) Miocarditis. 3ª) Endocarditis. 4ª)
rística común, el que aunque sean fundamental- Arteritis de las coronarias. 5ª) Aortitis granulomatosa.
mente articulares, musculares, o cutáneas, puede 6ª) Amiloidosis. 7ª) Toxicidad a la cloroquina.
estar en ellas comprometido cualquier órgano de la
economía, produciendo una clínica abigarrada,
que muchas veces dificulta extraordinariamente el Pericarditis
diagnóstico. Otra nota que suelen tener en común
estas enfermedades sistémicas es tener una pato- La prevalencia de la pericarditis varía en depen-
genia autoinmune, parcialmente comprendida, en dencia de la metodología diagnóstica utilizada. Es
que la síntesis de autoanticuerpos, la alteración de pocas veces diagnosticada con bases clínicas, aun-
la inmunidad celular, la formación de cininas y la al- que es un frecuente hallazgo en los estudios ne-
teración en el consumo de complemento, pueden crópsicos en los que llega a alcanzar el 5% de los
provocar el daño del endotelio y tejido conectivo casos 1. Fue Charcot en 1881 quien documentó el
distribuido ampliamente por diversos órganos del primer caso de pericarditis reumatoide de autopsia 2.
cuerpo. Con la generalización de las técnicas ecográficas ha
Tradicionalmente es un concepto que en la prác- aumentado la tasa de detección hasta un 20% en las
tica se confunde con las conectivopatías. Pero bajo formas seronegativas y hasta un 50% en los casos
este término se incluyen múltiples cuadros clínicos, de enfermedad nodular con factor reumatoide posi-
que componen un espectro continuo, sin límites cla- tivo 3. Se ha descrito cierto predominio en el sexo
ramente definidos, hasta el punto que hay casos, los masculino, 0,34% de incidencia anual en el varón,
llamados síndromes «frontera» o de superposición, frente a 0,44 en las mujeres.
en los que se encuentran a la vez síntomas y signos Las formas sintomáticas agudas son de escasa in-
de dos o más enfermedades. En el retrato de familia cidencia y ocurren generalmente en artritis reumatoi-
de las conectivopatías, el lupus eritematoso sistémi- des activas. Se diagnostican muy fácilmente con eco-
co ocupa un lugar central, y es el que más dudas cardiografía (fig. 1). Las pruebas biológicas confirman
diagnósticas suscita por tener una clínica extraordi- en estos casos la positividad del factor reumatoide,
nariamente proteiforme. tanto IgG como IgM. El examen del líquido pericár-
Todas ellas pueden afectar al corazón, en algún dico muestra elevado contenido celular, sobre todo
enfermo tan nuclearmente, que se confunden con polimorfonucleares y células mononucleares, y bajos
cardiopatías primarias. Seguidamente pasamos re- niveles de glucosa; asimismo está elevado el conteni-
vista a las complicaciones cardiovasculares de la ar- do de colesterol. Se encuentra también presencia de
tritis reumatoide, espondilitis anquilosante, esclero- factor reumatoide, junto a inmunocomplejos y eviden-
dermia, vasculitis sistémicas y lupus eritematoso sis- cia de consumo de complemento 4. El examen histoló-
témico. Hay otras conectivopatías como el síndrome gico del pericardio revela cambios inflamatorios ines-
de Sjögren, el complejo dermatomiositis y la conec- pecíficos, e incluso nódulos granulomatosos, que en-
tivopatía mixta, en las que también se puede pre- grosan llamativamente el pericardio hasta hacerle ad-
sentar daño cardíaco específico. quirir un aspecto de «pan y mantequilla» 5.

191
E. VÁZQUEZ MUÑOZ y col.

Figura 1.—Ecocardiografía transto-


rácica plano paraesternal eje largo
(A) y eje corto (B). Se aprecia un
derrame pericárdico (flechas), loca-
lizado en cara posterior e inferior de
ambos ventrículos. Abreviaturas:
VD ventrículo derecho; Ao aorta; VI
ventrículo izquierdo; AI aurícula iz-
quierda.

El taponamiento cardíaco es poco común y cuando Histológicamente se observa infiltrado granulomato-


aparece lo hace de forma insidiosa, precedido de dis- so de los velos valvulares 12, 14. Con ecografía trans-
nea de esfuerzo y edemas 6; más raramente se pre- esofágica se pueden observar nódulos valvulares .
senta de una forma abrupta. El tratamiento requiere Se ha descrito un caso en el que se observó un fa-
pericardiocentesis urgente y/o pericardiectomía 5. llo ventricular derecho por obliteración de la cavidad
La pericarditis constrictiva es más frecuente que el ventricular por un nódulo reumatoide 15.
taponamiento (0,64% en varones y 0,06% en muje-
res) 7. Suele ocurrir en enfermos seropositivos, de lar-
ga evolución y nódulos subcutáneos 8. La mayoría Arteritis coronaria
tienen antecedentes de pericarditis previa. La ciru-
gía generalmente da buenos resultados. El diagnóstico durante la vida es excepcional y só-
lo hay 90 casos descritos 16. Puede ser confirmada
durante la vida mediante biopsia endomiocárdica y
Miocarditis exige siempre intensificar el tratamiento inmunomo-
dulador 17. Los estudios de autopsia, en cambio, han
La miocarditis es anecdótica en la artritis reumatoide, revelado cambios de vasculitis coronaria de peque-
aunque se han comunicado casos de enfermedad mio- ño vaso hasta en el 20% de los casos.
cárdica difusa o focal y cardiomiopatía hipertrófica 9. En
alguno de estos casos se han podido demostrar anti-
cuerpos dirigidos frente al corazón, aunque se desco- Aortitis granulomatosa
noce si pueden jugar algún papel en el mecanismo pa-
togénico 10. Pueden aparecer arritmias graves cuando En las formas más activas de artritis reumatoide
las fibras especializadas o del sistema de conducción puede encontrarse una lesión granulomatosa, distri-
se encuentran inflamadas. Con Doppler en color se de- buida en la raíz de la aorta 18. Era una lesión más fre-
muestra que algunos de estos pacientes, sin evidencia cuente en la época en que el tratamiento farmacoló-
de enfermedad cardíaca, tienen disfunción diastólica gico de la enfermedad no estaba avanzado.
caracterizada por perturbación del flujo mitral (E/A ra-
tio) y del flujo venoso pulmonar (S/D ratio), hallazgos
que sugieren una afectación miocárdica subclínica 11. Amiloidosis

Sólo han sido descrito pocos casos en que la ami-


Endocarditis loidosis produjera una miocardiopatía restrictiva, y es
que la amiloidosis cardíaca suele acontecer en las
La lesión más frecuente es una valvulitis inespecí- formas primarias de amiloidosis. No obstante, en ca-
fica que afecta a la aorta y, sobre todo, a la mitral 12. sos de artritis inveterada se suele observar una sutil
A veces se observa una afectación multivalvular 13. infiltración amilode en el corazón 19.

192 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 191-202


CONECTIVOPATÍAS Y CORAZÓN

Toxicidad farmacológica cuentra el típico fenómeno de Raynaud, que con-


siste en episodios de palidez y cianosis en la por-
La cloroquina, un fármaco utilizado por sus efec- ción distal de los dedos de las manos, muchas ve-
tos antiinflamatorios, puede causar toxicidad retinia- ces inducido por frío, y acompañados generalmen-
na y cardiovascular. Para despistar este diagnóstico te de frialdad y dolor. Muchas veces el fenómeno de
se puede acudir a la biopsia endomiocárdica. Raynaud se anticipa a la aparición de la esclero-
dermia en unos años, por lo que estos enfermos son
conducidos al reumatólogo para excluir una enfer-
ESPONDILITIS ANQUILOSANTE medad del colágeno vascular 26. Con el transcurso
de los años desciende gradualmente la temperatu-
Sólo recientemente se ha descrito la afectación ra en el dedo afecto y aparecen cambios estructu-
cardiovascular en la espondilitis anquilosante, con rales en los vasos digitales, caracterizados por irre-
una prevalencia que varía entre el 3,5%, en casos gularidad y estrechamiento de la luz arterial, cuyo
con 15 años de historia natural de la enfermedad, substrato histológico corresponde a fibrosis, sin evi-
al 10% en las formas con más de 30 años de evo- dencia de inflamación. En estadios muy crónicos se
lución. Y es que las anomalías cardíacas se suelen pueden producir ulceración e incluso necrosis is-
presentar en pacientes viejos con epondilitis de lar- quémica del pulpejo de los dedos.
ga duración y con enfermedad articular periférica Entre la complicaciones cardíacas destaca la pe-
prominente 21, 22. La espondilitis se asocia al haplo- ricarditis, con o sin exudado pericárdico, aunque pe-
tipo HLA-B27, que modula la enfermedad articular queñas efusiones se suelen descubrir en el estudio
y todas sus complicaciones, incluidas las cardía- ecocardiográfico. La pericarditis suele preceder a
cas. Últimamente se ha descrito que el HLA-B27 las crisis renales de esclerodermia. Las anomalías
puede ser encontrado, en ausencia de manifesta- ecocardiográficas de pericarditis son más frecuen-
ciones reumatológicas, generando un síndrome ex- temente observadas en pacientes con anticuerpos
clusivamente cardiológico, consistente en la com- anticardiolipina. Una forma singular de cardiopatía
binación de anomalías severas de conducción y re- esclerodérmica, que suele presentarse en las formas
gurgitación aórtica 23. cutáneas difusas, es la necrosis «en bandas» del
Más del 20% de los casos tienen enfermedad val- miocardio, semejante a la necrosis postperfusión.
vular, más característicamente una insuficiencia aór- Hay estudios que demuestran que en todos estos
tica, pero son excepcionales los casos que presen- casos las arterias coronarias son siempre normales.
tan disfunción clínica. Los estudios histológicos En los pacientes con este tipo de anomalía se des-
muestran tejido de cicatriz en la adventicia y prolife- cubren postpotenciales ventriculares tardíos, que
ración fibrosa en las cúspides valvulares e inmedia- actúan como señales electrocardiográficas preco-
ciones del seno de Valsalva. En ocasiones el tejido ces, que alertan sobre la enfermedad miocárdica, de
firme de la adventicia llega a producir una fibrosis tal manera que esta técnica, barata y sensible al mis-
subaórtica. Muchas veces estos casos están aboca- mo tiempo, permite conseguir un diagnóstico tem-
dos a la substitución valvular, y en ellos se suele acu- prano de la enfermedad cardíaca27. Esta necrosis
dir, sobre todo si son jóvenes, a la intervención de suele ser indicativa de un espasmo vascular intermi-
Ross, que consiste en realizar un reemplazamiento tente relacionado con un posible Raynaud visceral.
de la válvula aórtica por su propia válvula pulmonar, Apoyaría esta interpretación el hecho bien probado
y colocar simultáneamente una bioprótesis o un ho- de que la muerte en estos enfermos suele acontecer
moinjerto en la arteria pulmonar 24. en las estaciones más frías del año, cuando el fenó-
También se han descrito arritmias y defectos de meno de Raynaud es más frecuente, y estos fenó-
conducción. Para detectarlos precozmente se pue- menos podrían producir bloqueos de conducción o
de acudir a técnicas de valoración de la dispersión cuadros arrítmicos severos. Estudios de medicina
del QT, que puede actuar como predictor de even- nuclear, con gammagrafía de talio y SPECT ponen
tos arrítmicos y/o cardiopatía, lo que facilitará un de manifiesto un espasmo coronario, con las conse-
control favorable de las complicaciones cardía- cuentes áreas de isquemia, producidas por frío 28.
cas 25. También la biopsia miocárdica puede ayudar a esta-
blecer el diagnóstico en casos dudosos 29.
Hay otras causas secundarias de enfermedad
ESCLERODERMIA cardíaca, como son la cardiopatía hipertensiva o la
secundaria a una hipertensión pulmonar, que con
Las complicaciones cardiovasculares de la escle- frecuencia se asocia a la esclerodermia, especial-
rosis sistémica progresiva son muy diversificadas. mente en las formas de síndrome de CREST. Se ha
Hay anomalías vasculares periféricas y cardíacas. descrito buena respuesta en los casos de hiperten-
Entre las anomalías vasculares periféricas se en- sión pulmonar con prostaciclina 30.

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 191-202 193


E. VÁZQUEZ MUÑOZ y col.

en la que se demostró una angiografía coronaria ri-


gurosamente normal, y que fue atribuido a un posi-
ble espasmo coronario.
La pericarditis que aparece en el curso de una po-
liarteritis ha sido relacionada con la inflamación y ne-
crosis de los vasos pericárdicos, como ha sido de-
mostrado en estudios de autopsia y en biopsias de
pericardiectomías.
Los casos de insuficiencia ventricular izquierda apa-
recen tardíamente y se relacionan con una miocardio-
patía difusa, consecutiva a hipertensión arterial, fallo
renal, aterosclerosis y corticoterapia. Es bien conocido
que la terapéutica con corticoides fomenta la ateros-
clerosis. Por eso la insuficiencia ventricular izquierda y
la cardiomegalia han sido detectadas sobre todo en la
época postesteroidea. También es posible que la ci-
catrización de las lesiones vasculares coronarias co-
adyuven a la enfermedad miocárdica 35.
Figura 2.—Ecocardiografía transesofágica monoplano a nivel de La enfermedad de Kawasaki fue descrita en 1961,
grandes vasos. Se observa una dilatación de la arteria des-
cendente anterior (flecha). En la parte superior derecha se ve pero alcanzó su máxima divulgación en 1974 cuan-
ampliado este hallazgo. Abreviaturas: AI aurícula izquierda; OI do este mismo autor publicó, en lengua inglesa, un
orejuela izquierda; Ao aorta; AP arteria pulmonar; TCI tronco trabajo que recogía la experiencia de 50 casos.
coronario izquierdo; DA arteria descendente anterior. La enfermedad emergió en Japón pero pasó des-
pués a Estados Unidos, posiblemente a través de Ha-
waii 36. En este país hubo un gran debate en 1984,
VASCULITIS: POLIARTERITIS NODOSA Y auspiciado por los Centers for Disease Control and
ENFERMEDAD DE KAWASAKI Prevention 37, concluyendo que eran necesarias nue-
vas investigaciones epidemiológicas, pero que la in-
Desde que Kussmaul y Maier, en 1866, publicaron cidencia real se podía estimar en 4-15 casos por
el primer caso de poliarteritis nodosa, se conoce la 100.000 niños menores de 5 años. La causa de la en-
afectación del corazón. Se trataba de un varón jo- fermedad permanece desconocida, pero hay datos
ven, de 27 años, en el que se encontró una extensa epidemiológicos como la incidencia estacional y el
inflamación de las arterias de pequeño tamaño, in- que la mayoría de casos epidémicos descritos en Ja-
cluyendo diversas ramas coronarias, que presenta- pón muestran un claro epicentro, que apuntan a la
ban múltiples aneurismas. naturaleza infecciosa de la enfermedad. Reciente-
Desde entonces se acepta que el corazón puede mente, además, con técnicas moleculares y de hibri-
estar afectado en las vasculitis sistémicas, como la dación se ha identificado anticuerpos específicos 38,
poliarteritis nodosa, Churg Strauss, Wegener y enfer- como si se trataran de un anti-agente putativo.
medad de Kawasaki, con complicaciones diversas Una de la mayores controversias suscitadas con-
entre las que destacan cuadros de cardiopatía isqué- sistió en establecer la relación que existe entre el
mica, pericarditis e insuficiencia ventricular izquierda. complejo fiebre-rash cutáneo, reminiscente de en-
Hay numerosos casos comunicados de poliarteri- fermedad infecciosa, con la complicación visceral
tis nodosa que durante la fase aguda sufrieron un in- más severa y frecuente de esta vasculitis, esto es, la
farto de miocardio 31-33. En la serie más amplia pu- arteritis coronaria. Esta controversia fue definitiva-
blicada, la del Johns Hopkins Hospital 34, que enfo- mente resuelta en 1970 con la publicación de 10 ca-
ca su atención en la patología cardíaca de las vas- sos en los que la autopsia demostró que habían
culitis, se describen los hallazgos de autopsia de 36 muerto de arteritis coronaria 39.
enfermos con poliarteritis nodosa. Encuentran que La clínica de esta enfermedad se caracteriza por la
18 enfermos (50%) tenían lesiones de arteritis coro- aparición de varios aneurismas en las arterias corona-
naria; esta arteritis fue clasificada en tres modalida- rias, que aparecen en el 25% de los enfermos no tra-
des: curada (6 casos), media o subaguda, con afec- tados. Estos aneurismas pueden ser detectados me-
tación de vasos subepicárdicos y tejido conectivo diante ecocardiografía 40 (fig. 2). Los enfermos sin le-
perivascular (5 casos) y activa (7 casos). Los pa- siones coronarias en la fase aguda siguen asintomáti-
cientes incluidos en el grupo de arteritis activa tu- cos 10 años después, sin embargo los que sufrieron
vieron una corta supervivencia, 3 meses, y desarro- daño coronario desarrollan estenosis de estas arterias,
llaron una miocarditis intersticial difusa. Hay algún que reclaman técnicas intervencionistas para controlar
caso de infarto complicativo de poliarteritis nodosa la isquemia miocárdica, como son la angioplastia per-

194 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 191-202


CONECTIVOPATÍAS Y CORAZÓN

Tabla I Manifestaciones cardiovasculares del


Lupus Eritematoso Sistémico

Cardíacas:
Endocarditis de Libman Sacks.
Miocarditis/miocardiopatía.
Pericarditis.
Bloqueo cardíaco congénito.
Vasculares:
Inflamatorias:
Vasculitis lúpica.
No inflamatorias:
Hipertensión pulmonar.
Fenómeno de Raynaud.
Hipertensión sistémica.
Síndrome antifosfolípido (trombosis arteriales y venosas).
Aterosclerosis (cardiopatía isquémica, enfermedad vascular
periférica).

cutánea transluminal, la colocación de stent, e incluso


el trasplante cardíaco. Algunos de estos enfermos ter-
minan produciendo una fibrosis cardíaca.
Se han ensayado antibióticos (penicilina, cloranfe-
nicol, tetraciclinas, etc.), corticoides, y últimamente
inmunoglobulinas intravenosas con relativos buenos
resultados 41.

Figura 3.—Rx. PA de tórax que muestra un agrandamiento simétrico


LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO (LES) y generalizado del corazón correspondiente a una pericarditis lúpica.

Las manifestaciones cardíacas permanecieron des-


apercibidas durante décadas, hasta que Libmann y
Sacks describieron en cuatro pacientes que sufrían la aterosclerosis acelerada. Hay una forma especial
un desorden multiorgánico una forma especial de que es el bloqueo cardíaco congénito. Seguidamen-
endocarditis verrucosa, no bacteriana 42. Y desde en- te hacemos una revisión de estas complicaciones.
tonces, como consecuencia de la mejor definición
diagnóstica de LES así como del desarrollo de téc-
nicas de imagen cardiológicas, no invasivas, se ha Pericarditis lúpica
ampliado substancialmente el espectro de compli-
caciones cardiovasculares asociadas al LES 43, 44. Se trata sin duda de la más frecuente complica-
En la tabla I se resume el amplio catálogo de com- ción cardiovascular del LES, hasta el punto que ha
plicaciones cardiovasculares descritas en el LES 45. sido considerada por el «American College of Rheu-
Unas son estrictamente cardiológicas y pueden matology» como uno de los once criterios diagnósti-
afectar a cualquiera de las tres túnicas del corazón: cos de lupus. Su carácter silente determina que, con
endocarditis de Libman Sacks, miocarditis y pericar- bases clínicas, apenas sea descubierta en el 20 o
ditis lúpica. Otras son vasculares y presentan tam- 30% de los casos, si bien este porcentaje se eleva
bién una gran heterogeneidad. Se incluyen entre considerablemente (60-70%) si se acude a explora-
ellas: alteraciones vasoespásticas, como es el fenó- ción ecocardiográfica o a estudios de autopsia. Só-
meno de Raynaud, vasculitis de pequeño vaso, cua- lo raramente se han descrito pericarditis masivas
dros trombóticos arteriales y venosos relacionados con taponamiento pericárdico (fig. 3).
con el anticuerpo antifosfolípido, hipertensión pul- Puede ser focal o difusa y no suele evolucionar a
monar y, últimamente, ha adquirido gran notoriedad la obliteración pericárdica. Comúnmente es serosa o

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 191-202 195


E. VÁZQUEZ MUÑOZ y col.

fibrinosa y menos veces hemática; de modo excep-


cional se transforma en una pericarditis purulenta 43,
consecutiva a una sobreinfección bacteriana por
Staphilococcus aureus. La pericarditis tuberculosa
es también una posible complicación tardía.
La clínica es inespecífica y se exterioriza de modo
insidioso, formando parte de un continuo y lento pro-
ceso inflamatorio 45. En los episodios agudos apare-
ce dolor retroesternal, roce pericárdico, taquicardia
y arritmias atriales, como fibrilación y flutter auricu-
lar 43, provocadas por la excitabilidad que sobre el
nódulo sinusal promueve la proximidad de la reac-
ción inflamatoria. En el líquido pericárdico se puede
detectar descenso del complemento.
Los hallazgos electrocardiográficos tienen en la
pericarditis lúpica, como en otras formas de pericar-
ditis, baja sensibilidad y especificidad. La ecocar- Figura 4.—Ecocardiografía transtorácica. Se observa una vegeta-
diografía es el procedimiento más resolutivo, que ción en la hoja posterior de la válvula mitral en una endocarditis
permite poner de manifiesto pequeñas cantidades de Libman Sacks. Abreviaturas; RV ventrículo derecho; LV ventrícu-
de efusión pericárdica. lo izquierdo; MI válvula mitral: AO aorta; LA aurícula izquierda.
El tratamiento de la pericarditis, en pacientes he-
modinámicamente estables, requiere sólo la admi-
nistración de AINEs. En casos con importante con- brina, fibrosis y a veces cuerpos hematoxinófilos de
tenido pericárdico o en aquellos en que coexistan Gross. Con técnicas de inmunofluorescencia se po-
graves complicaciones extracardíacas hay que ne de manifiesto la depositación de inmunoglobuli-
asociar corticoides, y cuando se advierta amenaza nas y complemento en las paredes vasculares 43.
de taponamiento cardíaco hay que recurrir al ex- La mitral, preferentemente su valva posterior, es
peditivo procedimiento de drenaje mediante peri- la más vulnerable 44. Ocasionalmente, sobre todo
cardiocentesis 44. en la era preesteroidea, las vegetaciones pueden
aparecer adheridas al endocardio mural, adqui-
riendo tan gran tamaño que simulan tumores intra-
Endocarditis de Libman Saks cardíacos.
Esta endocarditis es asintomática, debido a que
La descripción morfológica de la Endocarditis de apenas genera distorsión del aparato valvular, por lo
Libman Saks fue formulada en 1924 42, antes que se que los soplos son de escasa entidad y se atribuyen
sospechara su asociación al LES. La prevalencia ha por lo general a la anemia y/o la fiebre. El adveni-
descendido en los últimos años, y para justificar es- miento de la ecocardiografía ha transformado total-
te descenso se ha aducido que en el pasado, debi- mente el escenario 46, facilitando grandemente la
do a la pobre metodología diagnóstica disponible, confirmación diagnóstica durante la vida (fig. 4). In-
solo se diagnosticaban los casos floridos de LES, cluso con técnicas transesofágicas se ha llegado a
justamente aquellos que tenían extensas y devasta- demostrar la presencia de anomalías valvulares en el
doras complicaciones, mientras permanecían indiag- 30% de los casos. Como las estructuras verrucosas
nosticadas las formas benignas de la enfermedad, están firmemente adheridas al endotelio, no produ-
pero una interpretación adicional se fundamenta en cen por lo general complicaciones embolígenas 47, si
sólidos estudios epidemiológicos, que atribuye el bien se han comunicado infartos de miocardio y ac-
descenso de la endocarditis de Libman Saks a la cidentes vásculocerebrales cardioembólicos. Asi-
generalización de la corticoterapia, como demues- mismo se ha señalado que la endocarditis de Lib-
tra el que se haya experimentado una manifiesta dis- man Saks sería un terreno proclive al ulterior desa-
minución de incidencia en la era esteroidea (30%), rrollo de una endocarditis bacteriana; y ciertamente
respecto a la era preesteroidea (59%), como si los se ha descrito la concomitancia de ambos procesos.
corticoides actuaran de elemento protector frente al Esto es debido a que en el LES hay un estado de in-
daño endocárdico. munosupresión que predispone a la intercurrencia
El estudio histopatológico de la endocarditis reve- de complicaciones infecciosas. El conocimiento de
la la presencia de vegetaciones verrucosas, no bac- este riesgo ha llevado a varios autores a proponer
terianas, dispuestas en la superficie valvular. Mi- una profilaxis antibiótica 44.
croscópicamente se observa en las verrucosidades La endocarditis de Libman Saks no suele exigir el
degeneración y proliferación celular, depósito de fi- reemplazamiento valvular, no obstante hay casos in-

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CONECTIVOPATÍAS Y CORAZÓN

veterados sometidos a largos períodos de corticote- pulmonar se instauran inopinadamente, sin relación
rapia en los que se ha descrito fibrosis y degenera- con la actividad o la extensión del lupus, no respon-
ción valvular que reclama a veces una substitución den a ningún tipo de tratamiento y producen la muer-
valvular. te en un tiempo variable entre seis meses y cinco
años. La disnea, inicialmente de esfuerzo, crisis sin-
copales, e insuficiencia cardíaca son los síntomas
Miocarditis/miocardiopatía lúpica más sobresalientes. Se han descrito también graves
arritmias, a veces mortales.
No se ha establecido todavía una clara definición La clínica insidiosa de la hipertensión pulmonar di-
de la enfermedad miocárdica del LES, pues su na- ficulta grandemente el diagnóstico. Pero el hecho de
turaleza, incluso hoy, está sujeta a fuerte controver- disponer en la actualidad de procedimientos diag-
sia, debido a que bajo este epígrafe se incluye un nósticos altamente selectivos 51, como la Ecografía-
heterogéneo grupo de desórdenes: como miocardi- Doppler, ha cambiado la situación. Con esta técnica,
tis (con infiltración inflamatoria focal y fibrosis subsi- en estudios prospectivos, se ha demostrado que la
guiente), vasculitis de base autoinmune, cardiopatía hipertensión pulmonar está presente en el 14% de
hipertensiva y aterosclerosis acelerada 43, 44. Recien- los casos en la primera consulta y que este porcen-
temente la ecocardiografía ha permitido demostrar taje se eleva progresivamente hasta alcanzar el 43%
en el LES alta prevalencia de una inesperada enfer- a los cinco años de seguimiento 52.
medad miocárdica, que varía del 10 al 50%, según El mecanismo patogénico de la hipertensión pul-
las series, y se expresa por disminución de la eyec- monar asociada al lupus es heterogéneo. Puede en
ción, hipertrofia ventricular y áreas hipocinéticas o algún caso estar producida por la restricción de la
acinéticas de la pared 48, 49. reserva vascular consecutiva a una enfermedad in-
De todo lo anterior se concluye que no es inusual tersticial severa. Pero en general, como ocurre en
la coexistencia de una enfermedad miocárdica en las formas de hipertensión pulmonar idiopática, es-
el curso del LES, pero al mismo tiempo conviene tá originada por cambios primarios de los vasos
señalar que, sólo en menos del 10% de los casos, pulmonares.
se encuentra una miocarditis específica, de base El tratamiento, pese a los múltiples ensayos far-
autoinmune, en la que se advierten fenómenos in- macológicos realizados, no está resuelto, pues no
flamatorios focales e infiltración intersticial y peri- disponemos todavía de una terapéutica eficaz para
vascular de células mononucleares, con subsi- la hipertensión pulmonar. Se han ensayado una gran
guiente fibrosis. Con más frecuencia se trata de una muliplicidad de agentes vasodilatadores, como nife-
miocardiopatía hipertensiva o una cardiopatía is- dipina, captopril, hidralazina, e incluso prostaciclina.
quémica. Aunque en algunos casos excepcionales se han re-
gistrado acciones beneficiosas tras su administra-
ción, en la mayoría resultan poco eficaces.
Hipertensión pulmonar primaria Como procedimiento heroico, aplicable a casos
excepcionales, se dispone del trasplante de corazón
Desde hace tiempo se conoce la frecuente aso- y pulmón, que queda reservado con exclusividad a
ciación entre hipertensión pulmonar primaria y algu- enfermos jóvenes, con grave hipertensión pulmonar
nas enfermedades del colágeno vascular. Esta lista y mínima afectación extratorácica 50.
se ha visto ampliada recientemente por el LES y es Hay autores que atribuyen el fracaso del tratamiento
que, en los últimos años, hemos asistido a un incre- farmacológico a la demora con que éste es instaurado,
mento progresivo de casos comunicados 50. Este lo que deriva de un diagnóstico casi siempre exagera-
cambio de prevalencia no refleja posiblemente un damente diferido, hasta el extremo que ha dado tiempo
aumento real, sino que es una apreciación engaño- a que se establezcan lesiones obliterativas irreversibles
sa surgida del avance de las técnicas exploratorias. en los vasos pulmonares. La única forma de soslayar
La mayoría de casos de hipertensión pulmonar, esta dificultad estriba en anticipar el diagnóstico me-
estudiados en autopsia, revelan un patrón plexi- diante la ejecución precoz de la Ecografía-Doppler 52.
forme, semejante al observado en el síndrome de
Eisenmenger de las cardiopatías congénitas. Son
muy pocos los casos en que se encuentran trombos Bloqueo cardíaco congénito (BCC)
pulmonares y menos aún en los que se observan
signos de vasculitis por inmunocomplejos. En todos Fue descrito por Morquio. En 1972 en un ambicio-
ellos hay en las arterias pulmonares hipertrofia de la so estudio cooperativo sobre el BCC, se concluyó
media y fibrosis de la íntima, tanto más intensas que es una entidad de rara incidencia, que aparece
cuanto más avanzado estuviera el proceso. en 1 de cada 20.000 nacimientos. Los autores no ad-
Las manifestaciones clínicas de esta hipertensión virtieron ningún rasgo patológico de la madre al que

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E. VÁZQUEZ MUÑOZ y col.

se pudiera atribuir la etiología del síndrome, aunque


apreciaron cierta incidencia familiar y la frecuente
presencia de cardiopatías congénitas.
Más recientemente, sin embargo, se ha demostrado
la asociación de BCC y lupus eritematoso sistémico en
la madre. Pasaba así el lupus a engrosar la lista de
desórdenes autoinmunes con potencialidad para ge-
nerar patología fetal 53. Pronto se advirtió que el BCC
no es un elemento aislado sino que con frecuencia for-
ma parte de un complejo sindrómico al que hoy se de-
nomina Lupus Eritematoso Neonatal (LEN). Se trata de
un cuadro caracterizado por lesiones cutáneas y/o
BCC, manifestaciones a las que vienen a asociarse
cambios hematológicos y viscerales (fibrosis hepáti-
ca) 54. Sin embargo, la indefinición persistió hasta que,
en 1981, cobra un renovado interés al describir Franco
la presencia simultánea en madre y neonato de anti-
cuerpos anti SSA/Ro y anti SSB/La 55.
Hoy se acepta que el BCC tiene una causalidad Figura 6.—Con anticuerpos anti-SSA/Ro se observa inmunofluo-
rescencia positiva en las células miocárdicas del corazón fetal en
múltiple (infeciones, cardiopatías congénitas, heren- la 20ª semana de embarazo.
cia, autoinmunidad, etc.). Concretamente, el 30% de
casos de BCC se asocian a LES u otra conectivo-
patía en la madre. En casi todos estos casos hay un madre al feto, de determinados autoanticuerpos (an-
desorden de conducción grave e irreversible, que ti SSA/Ro y anti SSB/La). Se trata por tanto de un fe-
está presente en el momento del nacimiento y que nómeno de autoinmunidad pasivo 56.
es producido por la transferencia placentaria, de la Las madres lúpicas de los hijos con BCC padecen
por lo general una enfermedad singular, caracteriza-
da por: riesgo de pérdidas fetales, artralgias, sínto-
ma cutáneos preferentes, especialmente fotosensibi-
lidad, manifestaciones viscerales de escasa entidad,
ausencia de patología cardíaca, curso benigno, y mí-
nima evolutividad clínica con buen pronóstico vital 57.
Los autoanticuerpos encontrados en este grupo
de madres configuran un patrón específico, expre-
sado por positividad del anti SSA/Ro y anti SSB/LA,
persistente ausencia de anti DNA, así como negati-
vidad frecuente de ANAs. Ambos anticuerpos tienen
especificidad sobre antígenos constituidos por ribo-
nucleoproteínas solubles presentes en el núcleo o ci-
toplasma de células humanas 57.
El BCC que aparece en hijos de madres lúpicas re-
úne tres características fundamentales: es un bloqueo
de instauración precoz, generalmente intraútero, ais-
lado (no se suele asociar con otras cardiopatías), y es
un bloqueo completo de tercer grado 21 (fig. 5).
Este BCC produce la muerte en el 15 o 20% de
los niños y requiere la colocación de marcapasos
permanente. Los casos que sobreviven, siempre
que sean adecuadamente vigilados, siguen una vi-
da normal y no llegan nunca a padecer una enfer-
medad autoinmune semejante de la encontrada en
sus madres. El que los anticuerpos anti-SSA/Ro es-
tén presentes en la sangre del recién nacido y de-
saparezcan definitivamente al cabo de los seis pri-
Figura 5.—Trazado electrocardiográfico de un niño con bloqueo
meros meses de vida, suscita la idea que el blo-
cardíaco congénito. El complejo QRS, debido a su carácter su- queo está relacionado con la exposición temporal
prahisiano, no aparece ensanchado. del corazón fetal, durante el embarazo, a los referi-

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CONECTIVOPATÍAS Y CORAZÓN

dos anticuerpos transferidos desde la madre por coterapia o la vasculitis renal, que a veces se sigue
vía placentaria. de un fracaso renal oligoanúrico.
La etiopatogenia del BCC estriba en el paso, vía pla- Esta HTA suele responder bien a los fármacos an-
centaria, de los anticuerpos de la madre (anti-SSA y tihipertensores convencionales, pero hacemos notar
anti SSB. Estos anticuerpos, depositados en el nódulo que el clínico debe procurar un exquisito control en
atrioventricular, cuerpo fibroso central y ánulus fibroso, razón a prevenir el desarrollo de una eventual ate-
producen una reacción inflamatoria, con destrucción rosclerosis y otras posibles complicaciones como el
irreversible de miocitos y células de Purkinje, según se accidente cerebral o la cardiopatía isquémica.
desprende de estudios histopatológicos llevados a ca-
bo sobre embriones. Pero aún dando el máximo cré-
dito a esta teoría, persiste la gran paradoja: ¿Cómo es Síndrome antifosfolípido
posible que los anticuerpos de la madre dañen el co-
razón fetal, mientras ellas nunca presentan ningún tipo El síndrome antifosfolípido se presenta clínica-
de cardiopatía? La contestación es sencilla y ha sido mente con recurrencia de abortos espontáneos,
suficientemente demostrada con técnicas de inmuno- trombocitopenia, livedo reticularis, fenómeno de
fluorescencia indirecta. Se ha comprobado que sola- Raynaud y una diátesis trombótica, con oclusión de
mente el corazón fetal, entre la 18ª y 24ª semana de la grandes vasos, arteriales y venosos, que produce
embriogénesis (y no el corazón del adulto) expresa an- complicaciones diversas, como infarto de miocardio,
tígeno SSA-Ro en la superficie de los miocitos (fig. 6). gangrena de extremidades, infartos hepáticos e in-
De esta manera, el sistema de conducción del feto se testinales, hipertensión vasculorrenal y accidentes
comporta como un «pasajero inocente» en este intri- vasculocerebrales isquémicos. Ocasionalmente se
gante experimento biológico diseñado caprichosa- presenta como un cuadro trombótico multisistémico,
mente por la naturaleza. de curso rápidamente mortal, que se ha denomina-
De otra parte, la demostración de los fenotipos A1, do síndrome antifosfolípido catastrófico 59.
B8, DR3, en las madres, pero no en los hijos afectos El tratamiento ensayado con anticoagulantes e
de BCC respecto a sus hermanos sanos 22, 24, apoya inmunosupresores ha dado resultados esperanza-
la teoría según la cual el Sistema HLA gobierna la dores.
producción de anticuerpos anti SSA/Ro (fenómeno
exclusivamente materno), pero no la injuria del cora-
zón fetal, ni la expresión clínica del BCC (fenómeno Aterosclerosis
que solamente se produce en el hijo).
El BCC tiene una gran morbilidad y mortalidad Desde hace tiempo se intuía que la aterosclerosis
(15 al 20%). Una vez establecido sólo cabe la co- prematura, y su exponente más temible la cardiopa-
locación de una marcapasos definitivo, por lo que tía isquémica, representan una alta morbilidad y mor-
el mayor éxito médico estriba en conseguir su pre- talidad en el LES. Fue inicialmente en estudios au-
vención. Se ha intentado la profilaxis, acudiendo tópsicos de enfermos con LES donde se demostró la
durante el embarazo al tratamiento inmunosupre- elevada frecuencia de aterosclerosis (entre el 32 y el
sor, con la finalidad de disminuir el nivel de los an- 45%). En estudios posteriores, valorando tanto series
ticuerpos patógenos. A estos efectos se ha reco- clínicas como patológicas, se estimó que la tasa es-
mendado la corticoterapia, especialmente dexa- pecífica de mortalidad por coronariopatía era casi
metasona y betametasona, que no son metaboli- diez veces superior a la esperada 60.
zadas por la placenta, y que además carecen de En la mayoría de los estudios la forma clínica más
efectos teratogénicos 58. Sin embargo, no hay prevalente es la aterosclerosis coronaria, expresada
hasta el momento estudios controlados que hayan clínicamente como angina y/o infarto y menos fre-
demostrado concluyentemente la eficacia de los cuentemente como muerte súbita. Pero también con
corticoides. alguna frecuencia ha sido referida la enfermedad
vascular periférica, que hace su aparición con ma-
yor precocidad que la habitual, incide en lupus inac-
Hipertensión arterial tivos, con una larga historia natural (nunca menor de
8 o 10 años), cursa con síntomas típicos y sigue una
Durante muchos años se pensó que la tensión ar- evolución rápida y grave, hasta el punto de requerir
terial era normal en el LES, a no ser que coexistiera técnicas quirúrgicas correctoras 61.
una glomerulonefritis lúpica. Pero en los últimos años En múltiples investigaciones se han pretendido
se ha comprobado que la hipertensión sistémica es averiguar si los factores riesgo de la aterosclerosis
frecuente aún sin evidencia clínica de afectación glo- asociada al lupus son los mismos que operan en la
merular. Y es que en la patogenia de esta hiperten- población general. Posiblemente el estudio de Petri,
sion están implicados otros factores como la corti- llevado a cabo en la serie conocida como «Johns

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E. VÁZQUEZ MUÑOZ y col.

Hopkins Lupus Cohort», es el más completo. Este Para prevenir la aterosclerosis prematura en el LES
autor demuestra, mediante un modelo de regresión es aconsejable que el médico ejerza una vigilancia
logística múltiple, que los mayores «predictores» de expresa, con la finalidad de conseguir una detección
cardiopatía isquémica son: la duración del trata- precoz de esta eventual complicación. Pero todavía
miento con corticoides (no la dosis), la hipertensión, no se ha «estandarizado» la estrategia diagnóstica,
la hipercolesterolemia y la obesidad importante. pues aunque se acepta que las técnicas de medici-
También se ha preconizado la inclusión de otros po- na nuclear son las más ventajosas para descubrir
sibles factores riesgo, como la positividad de anti- defectos subclínicos de perfusión miocárdica, no se
cuerpos antifosfolípido, la larga duración del lupus y ha ponderado suficientemente su eficiencia (relación
el sexo masculino. Hacemos notar que la mayoría de costes/beneficios), por lo que no se conoce si se de-
los enfermos presentan la combinación simultánea ben realizar en todos los casos o solamente en aque-
de varios de estos factores. Y de todo ello se puede llos que presenten factores riesgo conocidos, como
concluir que la ateroslerosis lúpica es un proceso dislipemias, larga duración de la corticoterapia, etc.
multifactorial 60. Con todo, se puede concluir que cuando se sospe-
Aunque es difícil descender desde estos resulta- che un riesgo elevado de cardiopatía isquémica hay
dos epidemiológicos generales a la patogenia de la que recomendar de inmediato la instauración de pro-
aterosclerosis, pasamos seguidamente a hacer un gramas de profilaxis primaria y secundaria que se
breve resumen de las teorías más aceptadas: la in- centrarán en: 1) Procurar cambios del estilo de vida
munológica y la que la atribuye a una corticoterapia (dieta hipocolesterolemiante, aumento de actividad
prolongada. física, etc.). 2) Control riguroso de la tensión arterial,
La aterosclerosis del LES puede estar mediada eludiendo aquellos antihipertensores que produzcan
inmunológicamente. Se ha demostrado que hay efectos perjudiciales sobre el patrón lipídico (diuré-
factores aterogénicos en el suero de pacientes lú- ticos y betabloqueantes) y 3) Administración de es-
picos que estimulan la acumulación de colesterol tatinas en los casos en que se demuestren hiperco-
en cultivos de células de músculo liso de aorta hu- lesterolemias moderadas 62.
mana. Experimentos in vitro han evidenciado que la
presencia en estos enfermos de complejos mole-
culares (LDL-DNA-Ig) determinan la incorporación BIBLIOGRAFÍA
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202 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 191-202


Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol. III • 286-298

Psique y corazón
M. A. Cobos Gil y P. Jiménez Quevedo
Instituto Cardiovascular.
Hospital Clínico San Carlos. Madrid.

Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. deben abordarse estas cuestiones, y las peculiari-
HCH 5 10 dades de la definición y cuantificación de los facto-
res psicosociales 11, 12.

.... me dejas el corazón partío.


ALEJANDRO SANZ DEL STRESS A LA LESIÓN CORONARIA

Los factores psicosociales pueden afectar de for-


ma indirecta a la salud cardiovascular modelando
La capacidad del corazón de conmoverse con las la forma de vida y los hábitos sanitarios del pa-
emociones debió ser una de las primeras observa- ciente, y así, se ha comprobado que la depresión 13,
ciones fisiológicas que realizaron nuestros más anti- la ansiedad 14 y el bajo nivel socioeconómico 15 se
guos antepasados, y no extraña que en todas las asocian a hábitos de vida poco saludables. Por otra
lenguas, el repertorio léxico de la emotividad esté parte, por los mecanismos que enseguida veremos,
cargado de términos cardiológicos. El corazón ha si- los acontecimientos psíquicos, los rasgos de per-
do considerado el centro del entendimiento y la afec- sonalidad y el entorno social participan directa-
tividad por civilizaciones tan distantes como la china mente en la génesis de la enfermedad cardiovas-
y la hebrea 1, y, ya entre los griegos, en el corazón si- cular.
tuó Platón la sede del epithymeticon, el alma afecti- El término estrés, introducido en su acepción psi-
va 2. cobiológica por Cannon 16 y popularizado por Sey-
Igualmente arraigada en nuestra tradición cultural le 17, sigue siendo útil, a pesar de cierta vaguedad
está la creencia de que las emociones intensas afec- conceptual 18, para definir la respuesta global del ser
tan, casi siempre de forma negativa, a la salud del vivo a sucesos potencialmente amenazantes (fig. 1).
corazón. Esta idea ha sido recogida por la medicina Ante el ataque exterior, el organismo responde con
científica, y de John Hunter 3 a William Osler 4, se un conjunto de adaptaciones neuronales y endocri-
aceptará plenamente el papel protagonista del es- no metabólicas que desembocan en uno de los tres
trés agudo y crónico en la etiopatogenia de la en- patrones básicos de defensa: lucha activa, vigilancia
fermedad cardíaca. En nuestros días, una reciente y sumisión.
encuesta reveló que el público general sigue pen- Debe notarse, desde el principio, la diferencia en-
sando que el ritmo acelerado de la vida moderna y tre el suceso exterior, el agente estresante, y la res-
las tensiones psíquicas son fundamentales en la gé- puesta biológica al estrés 16. De hecho, en sentido
nesis y el desarrollo de la patología cardíaca5. estricto, y esto se ha comprobado incluso en expe-
Sin embargo, cuando pretendemos pasar de la rimentación animal 19, no es el estímulo externo, sino
anécdota curiosa 6 y el tópico popular, al terreno de la interiorización de su significado lo que provoca la
la evidencia científica, tropezamos con importantes reacción de estrés 20. Además, la relación entre el es-
dificultades. No es la menor, probablemente, el en- tímulo y la respuesta está siempre modulada por un
torno de dualismo tácito 7 en que de forma más o me- complejo entramado de múltiples factores internos
nos consciente se mueve nuestro pensamiento, que (personalidad, labilidad emocional, estado de áni-
hace difícil imaginar como pueden interactuar dos mo...) y externos (vínculos afectivos, nivel cultural, in-
realidades, alma y cuerpo, sustancial e irreductible- tegración social...) que en definitiva individualizan la
mente diferentes 8-10. Otros problemas son la meto- respuesta biológica 21 dotándole de significado per-
dología obligadamente multidisciplinaria con que sonal 22.

286
PSIQUE Y CORAZÓN

Estímulo externo

P Significado A
E
R M
S B
O
N I
A ESTRÉS E
L
I N
D T
A
Respuesta
D E
neuroendocrina

LUCHA Vigilancia SUMISIÓN

PATOGÉNESIS
Figura 1.—El estrés como res-
puesta personal a la agresión
externa.

A nivel anatómico (fig. 2) el lugar donde crista- «septum» y segmentos del hipocampo), cuya es-
liza somáticamente la vivencia emocional es el lla- timulación ocasiona placer. La vivencia emocional
mado «cerebro interno» o «cerebro límbico», se originaría en estos centros a partir de la infor-
constituido por las circunvoluciones del cíngulo y mación que traen del exterior proyecciones pro-
del hipocampo, la formación hipocampal, el sep- cedentes de las áreas sensoriales 25, 26. Resulta in-
tum, el núcleo amigdalino, las regiones adyacen- teresante notar que el sistema límbico no recibe
tes del cerebro orbitario y del lóbulo temporal 8, 23. ninguna aferencia directa de las áreas sensoriales
Sería posible incluso, definir un subsistema rela- primarias, por lo que toda la información sensorial
cionado con los afectos negativos, «centros de que le llega ha sido ya previamente elaborada a
castigo» (mesocórtex orbitario, insular, temporal y nivel cortical 25.
piriforme) 24, que cuando es estimulado eléctrica- La onda emocional así generada, alcanza las áreas
mente provoca reacciones de agresión, miedo y corticales motoras y desencadena la mímica emo-
fuga, y otro responsable de los afectos gratifican- cional y el gesto. Por otra parte, desciende al hipo-
tes, «centros de recompensa» («gyrus cinguli», tálamo desde donde inicia la compleja respuesta or-

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298 287


M. A. COBOS GIL y cols.

SISTEMA
LÍMBICO

CÓRTEX

HIPOTÁLAMO

HIPÓFISIS

VAGO

SIMPÁTICO

Figura 2.—Anatompuesta
emocional.

gánica, «el gesto visceral», que finalmente se arti- vés del núcleo del tracto solitario y otros núcleos bul-
culará en una de las tres reacciones viscerales ca- bares y protuberanciales. Desde allí divergen los
racterísticas: hipófiso-cortico-suprarrenal, vago-insu- sistemas simpático y parasimpático, llevando su an-
línica y simpático-adrenérgica 8. tagonismo cooperativo a cada rincón del organismo.
El hipotálamo 27 es el centro que coordina las múl- Pero además el hipotálamo dirige la orquesta hor-
tiples aferencias del cerebro límbico, y desencade- monal, produciendo las hormonas neurohipofisarias
na la respuesta neuronal y endocrina a la experien- y regulando la síntesis y liberación de las hormonas
cia emocional. En el animal de experimentación, la de la hipófisis anterior, y así controla aspectos tan di-
electroestimulación de distintas áreas hipotalámicas ferentes como la homeostasis hidroelectrolítica y el
es capaz de desencadenar todo el espectro de com- comportamiento sexual.
portamientos emocionales. La acción del hipotálamo La respuesta orgánica a las agresiones externas
sobre el sistema nervioso autónomo se ejerce a tra- se canaliza por estas vías, y tiene, en principio, un

288 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298


PSIQUE Y CORAZÓN

claro sentido teleológico. Así, en la respuesta de lu- factor de riesgo coronario con un impacto en la en-
cha (fight and flight), la hiperactividad simpatoadre- fermedad similar al del tabaquismo, la hipercoleste-
nal aumenta el gasto cardíaco, optimiza la utilización rolemia o la hipertensión.
energética y potencia los mecanismos hemostáticos, Pronto, sin embargo, otros estudios arrojaron du-
preparándonos para el combate y minimizando el das sobre la solidez del patrón de conducta tipo A
efecto de posibles lesiones. Sin embargo, estas como factor de riesgo coronario 38, 39. Así, un sub-
adaptaciones defensivas, que a lo largo de nuestra grupo del Múltiple Risk Factor Intervention Trial (MR-
filogenia se han revelado muy eficaces para afrontar FIT) 40, siguió a 3.110 varones sanos de edad media
la agresión externa, pueden convertirse en factores y alto riesgo durante 9 años, y no encontró asocia-
patógenos si se activan de forma inapropiada 28. Los ción entre los eventos coronarios y el patrón tipo A,
posibles mecanismos de esta acción serían, básica- determinado con entrevista estructurada y cuestio-
mente, la iniciación o aceleración del proceso arte- nario JAS. El Aspirin Myocardial Infarction Study tam-
riosclerótico, la inducción de isquemia miocárdica, y poco halló relación entre la conducta tipo A valora-
el desencadenamiento de arritmias 29. da con el JAS y el riesgo de reinfarto 41. Incluso
varios estudios 42, 43 sugirieron que en los pacientes
con enfermedad coronaria establecida la conducta
PERSONALIDAD Y ENFERMEDAD tipo A era un factor pronóstico positivo.
CORONARIA A partir de estos trabajos se hizo necesario ree-
valuar la relación entre la conducta tipo A y la car-
A finales de los años cincuenta dos cardiólogos, diopatía coronaria 40, 44. Pronto se sugirió que el con-
Friedman y Rosenman, observaron que muchos de cepto de conducta tipo A, era demasiado amplio y
sus pacientes compartían ciertas características contenía al menos seis características conductuales
conductuales: obsesión por alcanzar muchas metas distintas, que probablemente habían sido pondera-
mal definidas, exagerada competitividad, intensa ne- das de forma distinta en los diferentes estudios, y
cesidad de reconocimiento externo, preocupación que contribuirían de forma muy variable al riesgo co-
obsesiva por el tiempo, estado continuo de alerta y ronario. Así, ciertos componentes de la descripción
altos niveles de enfado y hostilidad 30. Propusieron original de la conducta tipo A, como la sensación
que esta constelación de rasgos, a la que denomi- constante de prisa y la preocupación excesiva por el
naron patrón de conducta tipo A, era un factor de tiempo serían inócuos, mientras que otros, relacio-
riesgo para la enfermedad coronaria. Pronto apare- nados con la hostilidad, la desconfianza y el enfado
cieron métodos reproducibles para determinar la serían los verdaderamente patógenos 45. Este núcleo
conducta tipo A (la entrevista estructurada y el Jen- tóxico del patrón de conducta tipo A, construido en
kins Activity Survey (JAS)), y se diseñaron estudios torno a la hostilidad, puede evaluarse mediante la
para valorar la hipótesis de Friedman y Rosenman. técnica de entrevista estructurada 46, o por la subes-
El Western Collaborative Group Study, incluyó a cala Ho (hostilidad) del Minnesota Multiphasic Per-
3.154 varones de edad media (9 a 59 años) sin an- sonality Inventory 45. Un estudio prospectivo de im-
tecedentes de cardiopatía, y evaluó la relación entre pecable diseño, el Western Electric Study 47, siguió
el patrón de conducta tipo A y la aparición de even- durante 20 años a 1.877 varones sanos de edad me-
tos coronarios durante un período de seguimiento de dia, encontrando una correlación significativa entre
8 años 31. Se encontró que para todos los puntos fi- la puntuación en la escala Ho y la mortalidad coro-
nales considerados (infarto de miocardio manifiesto naria. El reanálisis de los datos del MRFIT 48, y el
y silente, angina, muerte coronaria, segundo infarto), Western Collaborative Group Study 49, confirmó a la
el patrón de conducta tipo A aumentaba significati- hostilidad como un factor de riesgo coronario inde-
vamente el riesgo (riesgo relativo entre 1,7 y 4,5) 32. pendiente. Ambos estudios mostraron que de los va-
El patrón tipo A se comportó como un factor de ries- rios componentes del patrón de comportamiento
go genuino siendo independiente de los otros facto- tipo A, la hostilidad fue el único predictor indepen-
res de riesgo, y potenciando el efecto de éstos. El diente de enfermedad coronaria. La mayor parte de
estudio Framingham con una metodología y segui- estudios prospectivos han corroborado el papel de
miento similares, pero incluyendo también mujeres, la hostilidad como factor de riesgo coronario 21, 47, 50-
confirmó estos resultados 33. Paralelamente, otros es- 53, y los que han sido negativos 54-56 presentan serias
tudios 34-36, de diseño trasversal, encontraron, en pa- deficiencias metodológicas 11, 44. Por otra parte, casi
cientes sometidos a cateterismo una clara correla- todos los estudios trasversales realizados han en-
ción entre la severidad de las lesiones coronarias y contrado relación entre la severidad angiográfica de
la conducta tipo A. Recogiendo éstas y otras prue- la enfermedad coronaria y varias escalas de hostili-
bas, un panel de expertos convocado por el Natio- dad 44. Recogiendo esta evidencia varias revisiones
nal Heart, Lung and Blood Institute 37, concluyó en sistemáticas recientes 7, 11, 57 apoyan el papel etioló-
1981 que el patrón de comportamiento tipo A era un gico de la hostilidad en la cardiopatía isquémica (re-

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298 289


M. A. COBOS GIL y cols.

comendación grado B) 7, 57. La relación entre la hos- co 79, que presentaban un grado muy variable de
tilidad y el pronóstico de los pacientes con enferme- aculturación. Encontraron que el riesgo coronario se
dad coronaria no está aún suficientemente aclara- correlacionaba significativamente con el grado de
da 11, aunque se ha demostrado asociación entre la asimilación a la cultura occidental. Otro estudio com-
hostilidad y la reestenosis tras ACTP 58, y se ha en- paró la mortalidad por cardiopatía isquémica de dos
contrado progresión acelerada de las lesiones arte- ciudades próximas, Roseto y Bangor 80. La primera,
rioscleróticas carotídeas en pacientes con niveles al- estaba poblada en los años cincuenta por emigran-
tos de hostilidad 59, 60. tes italianos, que conservaban su organización so-
Algunos autores han intentado desmenuzar aún cial mediterránea tradicional, mientras que la pobla-
más el concepto de hostilidad 61, y han aislado com- ción de Bangor estaba constituida por una mezcla
ponentes más básicos como el « antagonismo no poco estructurada de varios orígenes étnicos (ingle-
cooperativo» 62, el «enfado interno» 63, y el «síndrome ses, alemanes e italianos). A pesar de que los habi-
enfado-hostilidad-agresión» 64. tantes de Roseto ingerían bastantes grasas y pre-
Por otra parte se han propuesto rasgos positivos sentaban sobrepeso, su tasa de mortalidad por
de personalidad 61, que tendrían un efecto preventi- infarto era la mitad de la de los habitantes de Ban-
vo sobre la enfermedad coronaría, como la «resis- gor. Con el paso del tiempo se fueron asimilando a
tencia psicológica» 65, la «sensación de coheren- la cultura norteamericana, y en 25 años la incidencia
cia» 66, la «autoeficacia» 67 o el sentido del humor 68. de enfermedad coronaria igualó a la de sus veci-
Los rasgos negativos de personalidad podrían in- nos 81. Estos dos experimentos naturales se han in-
fluir en el desarrollo de la enfermedad coronaria fa- terpretado como una prueba de que la pertenencia
voreciendo conductas poco saludables. Así se ha a un grupo social fuertemente conectado y con va-
constatado la asociación de las puntuaciones altas lores muy definidos es capaz de proporcionar a sus
en la escala de hostilidad con el abuso de alcohol 69 integrantes una sensación de seguridad y autoesti-
y el tabaquismo 70. Se ha sugerido 71 que la hipofun- ma que les protegería del desarrollo de patología ar-
ción de los sistemas serotoninérgicos centrales sería terosclerótica 61.
el sustrato biológico común a las adicciones y la Varios estudios 11, 57 han investigado la relación en-
conducta hostil. Por otra parte, los pacientes con tre el número y calidad de las relaciones sociales del
conducta tipo A, o valores altos de hostilidad, pre- individuo (estado marital, vínculos familiares, perte-
sentan hiperreactividad vascular 72, con respuestas nencia a una iglesia...) y el riesgo coronario. En ge-
exageradas y mantenidas de la frecuencia cardíaca neral, se ha encontrado que los indicadores de inte-
y la tensión arterial frente a estímulos psíquicos es- gración social se correlacionan negativamente con
tresantes. Esta respuesta esta mediada por un au- la incidencia de cardiopatía isquémica y se ha pro-
mento de la actividad simpática 73, 74 y una modu- puesto que el apoyo social actuaría como un «air-
lación vagal disminuida 74, 75. También están bag» frente a los estímulos estresantes, y como un
aumentados los niveles de cortisol 73 y la reactividad factor de protección respecto a otros factores de
plaquetaria 76. riesgo 18. Incluso, en animales de laboratorio someti-
dos a dietas aterogénicas, el trato cariñoso de los
cuidadores retrasa la progresión de la enferme-
FACTORES SOCIALES Y CARDIOPATÍA dad 82.
ISQUÉMICA También, se ha estudiado la relación del estatus
socioeconómico con la enfermedad coronaria, evi-
Los primeros estudios epidemiológicos sobre la denciándose que el nivel económico bajo se asocia
cardiopatía isquémica revelaron una marcada dife- al desarrollo de cardiopatía y ensombrece su pro-
rencia en la prevalencia de la enfermedad, que no nóstico 7, 57, 61.
podía explicarse totalmente por los factores de ries-
go «biológicos» tradicionales 77. Así, por ejemplo, un
varón norteamericano tiene una probabilidad cinco DEPRESIÓN Y ANSIEDAD
veces mayor de morir de un infarto de miocardio que
un japonés. El intento de caracterizar de forma pre- Entre los factores psíquicos que se relacionan con
cisa los factores sociales responsables de estas di- la patología coronaria, el estudio de la depresión pre-
ferencias ha generado múltiples líneas de investiga- senta peculiaridades interesantes 7, ya que es una
ción 78. patología frecuente, con unos criterios diagnósticos
Una de las más interesantes ha sido el estudio del plenamente establecidos 83, para la que existe trata-
impacto sobre la salud del proceso de aculturación miento farmacológico efectivo, y a pesar de ello es
de poblaciones emigrantes. Marmot y Syme analiza- insuficientemente diagnosticada por el cardiólogo 12.
ron la prevalencia de enfermedad coronaria entre los La relación entre depresión y cardiopatía isquémi-
japoneses residentes en la bahía de San Francis- ca es bidireccional. Por una parte, la frecuencia de

290 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298


PSIQUE Y CORAZÓN

depresión es muy alta entre los pacientes con pato- ESTRÉS AGUDO Y CRÓNICO
logía coronaria, encontrándose algún rasgo depresi-
vo en el 65% de los pacientes después de un infar- Ya en la primera descripción clínica del infarto
to, y algún episodio de depresión mayor en casi un agudo de miocardio, Obratsov y Strazhesko 94 anali-
tercio de los pacientes en el primer año tras el infar- zaron con detalle los factores desencadenantes del
to 84. La depresión, por otra parte, aumenta la pro- episodio, y se detuvieron en describir el caso de un
babilidad de eventos coronarios. Aunque, se ha des- paciente que presentó un IAM mientras jugaba «una
crito una correlación gradual entre la severidad de la partida de cartas al rojo vivo». Estudios, más re-
depresión y el riesgo coronario 11, 57, la presencia de cientes, de series de pacientes con IAM 95, 96, en-
cualquier grado de sintomatología depresiva ya su- contraron un posible desencadenante emocional en
pone un riesgo . La sintomatología depresiva es bas- más del diez por ciento de los casos, aunque la fal-
tante frecuente en los portadores de un desfibrilador ta de controles y el sesgo de recuerdo hacen que
automático implantable, y se ha visto que el trata- estos resultados tengan una validez limitada 97. Dos
miento antidepresivo disminuye el número de des- estudios más recientes, el Myocardial Infarction On-
cargas del dispositivo 85. Además, la depresión agra- set Study 98 y el European TRIMM Study 99, con un co-
va y modula de tal forma la vivencia sintomática del rrecto diseño estadístico, encontraron un desenca-
cardiópata, que un estudio prospectivo demostró denante emocional en el 2,4 por ciento de los casos.
que la capacidad de realizar actividades de la vida Generalmente, se trata de episodios de enfado in-
diaria se relacionaba más con el estado depresivo tenso, desencadenados por discusiones con la fa-
basal del paciente, que con la severidad de las le- milia (25%), conflictos en el trabajo (22%), o proble-
siones coronarias 86. mas legales (8%). El riesgo relativo de padecer un
Algunos aspectos específicos de la experiencia episodio de infarto durante un episodio de enfado es
depresiva como la «falta de esperanza» y el «ago- de 2,3 durante las dos horas siguientes. Comparati-
tamiento vital» han sido estudiados recientemente. vamente, el ejercicio físico intenso se asocia a un
La falta de esperanza 87 que se caracteriza como la riesgo mayor (riesgo relativo 5,9), pero de menor du-
respuesta positiva a la pregunta: «En el último mes ración 100. El riesgo asociado al enfado fue sensible-
se ha sentido usted tan desanimado, tan agobiado mente menor en los consumidores habituales de as-
por los problemas y tan desesperado como para pirina 98. En la misma línea, otros estudios han
sentir que nada merece la pena», se asocia a un sig- demostrado un claro aumento de la incidencia de
nificativo aumento del riesgo de desarrollar enfer- IAM tras la muerte de una persona querida 101, y des-
medad coronaria y muerte súbita. El «agotamiento pués de catástrofes naturales 102 o conflictos béli-
vital», un fenómeno estrechamente relacionado, que cos 103.
se evalúa con un cuestionario centrado en los senti- El mecanismo patogénico del estrés ha sido muy
mientos de fatiga, irritabilidad y desmoralización, se estudiado, y aunque muchos estudios han evaluado
asocia también a un mayor riesgo cardiovascular 88. la inducción de isquemia reversible, conviene preci-
El efecto patógeno de la depresión sobre el apa- sar, que desde el punto de vista clínico, el efecto
rato cardiovascular implicaría varios mecanismos. más relevante sería el desencadenamiento del sín-
Así, en los pacientes deprimidos se ha demostrado drome coronario agudo mediante la rotura de una
hiperfunción del eje hipófiso cortico suprarrenal 89, placa susceptible. En este sentido, probablemente,
reactividad plaquetaria aumentada 90 y disfunción serían determinantes los efectos hemodinámicos 11
parasimpática 91. (aumento de la frecuencia cardíaca y la tensión ar-
La ansiedad, también, se ha asociado a eventos terial) y hemostáticos 11 (hiperviscosidad, hiperfibri-
cardíacos en varios estudios prospectivos, y se ha nogenemia, y activación plaquetaria) del estrés.
notado una significativa correlación entre los niveles La isquemia miocárdica transitoria asociada al es-
de ansiedad y el riesgo de muerte súbita 11. Curio- trés ha sido ampliamente documentada mediante
samente no se ha encontrado relación entre la an- monitorización electrocardiográfica y técnicas de
siedad y la aparición de infarto. Esta vinculación, tan imagen 29 en enfermos coronarios. Un estudio repre-
selectiva con la muerte súbita, se ha interpretado co- sentativo, en pacientes con isquemia inducible por
mo evidencia de la mayor frecuencia de arritmias el esfuerzo, encontró que el estrés psíquico provo-
ventriculares en los pacientes con ansiedad 11, y se caba isquemia en más de la mitad de los casos 104.
ha postulado que el factor proarritmogénico en esta La isquemia así producida es, generalmente, silente,
población sería una alteración del balance del siste- y ocurre a frecuencias cardíacas relativamente ba-
ma nervioso autónomo. De hecho, en pacientes con jas 104. El doble producto (presión sistólica multipli-
niveles elevados de ansiedad se han demostrado cada por frecuencia cardíaca) al comienzo de la is-
disminución de la variabilidad de la frecuencia car- quemia, es claramente menor para la isquemia
díaca92, hiperactividad simpática y alteración del inducida por el estrés que para la inducida por el
control vagal 93. ejercicio, sugiriendo que el estrés provocaría una re-

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298 291


M. A. COBOS GIL y cols.

ducción primaria del aporte de oxígeno. En este sen- El estrés crónico, también, ha demostrado, en ex-
tido, en pacientes con enfermedad coronaria se ha perimentación animal, un importante papel patogéni-
demostrado vasoconstricción coronaria inducida por co. En monos cinomolgus sometidos a dieta aterogé-
el stress 105, e incluso, se ha descrito un caso de nica, se ha encontrado que aquellos sometidos, en el
oclusión coronaria de mecanismo probablemente laboratorio, a una situación social inestable y estre-
vasoespástico 106. Además, recientemente, se ha de- sante desarrollan disfunción endotelial 124 y arterios-
mostrado que el stress agudo es capaz de provocar clerosis extensa 125. En conejos blancos de nueva Ze-
disfunción endotelial prolongada en sujetos sa- landa, las condiciones de apiñamiento producen una
nos 107, que podría contribuir al origen de la arterios- forma de cardiopatía de elevada mortalidad 126. Un
clerosis 108. concepto que puede tener relevancia en psicopatolo-
También una amplia serie de anécdotas apoya el gía humana, procedente de la experimentación ani-
papel causal del estrés emocional en las arritmias mal, es el de «retroacción relevante». Fue definido por
ventriculares y la muerte súbita 6. Varios estudios epi- primera vez por Weiss en una serie clásica de expe-
demiológicos retrospectivos han encontrado un ante- rimentos con ratas 127, al observar que cuando los ani-
cedente psicológico relevante entre el 20 y el 50% de males recibían de forma crónica descargas eléctricas
los pacientes con taquicardia ventricular o muerte sú- aleatorias, de las que no podían defenderse, desarro-
bita 109-111, aunque las obvias limitaciones metodológi- llaban una conducta retraída y pasiva, «desamparo
cas (sesgo de recuerdo, falta de controles) hacen im- aprendido», y enfermaban con facilidad. Por el con-
posible determinar el riesgo relativo 12, 112. Por otra trario, si las ratas podían controlar la intensidad de la
parte, las técnicas de monitorización electrocardio- descarga actuando sobre un dispositivo mecánico,
gráfica ambulatoria han demostrado que las expe- «retroacción relevante», presentaban mucha menos
riencias psíquicas estresantes, como hablar en públi- patología. Experimentos en monos han producido pa-
co o mantener una discusión, aumentan la ectopia recidos resultados 128. Se deduce que la capacidad
ventricular 113 en sujetos sanos y en pacientes con car- de responder y controlar la agresión del medio, el fac-
diopatía isquémica. En éstos, también, se ha encon- tor psicológico de control, es imprescindible para pre-
trado que el estrés inducido experimentalmente alar- servar la salud, incluso en los animales.
ga el periodo vulnerable ventricular y disminuye el El impacto del estrés crónico en la patología hu-
umbral fibrilatorio 113, 114. mana es difícil de evaluar, y el área más desarrolla-
El mecanismo arritmogénico del estrés, en parte, da ha sido el estudio del efecto de las condiciones
estaría mediado por su capacidad de inducir isque- laborales sobre la salud cardiovascular. En este te-
mia 115, aunque hoy parece probada una acción arrit- rreno, ha resultado muy fructífero el concepto de
mogénica directa. Así, la provocación de situaciones «tensión del puesto de trabajo», relacionado con el
de ira y miedo, en el animal experimental, se asocia de control psicológico que antes mencionábamos.
a un claro aumento de la inestabilidad eléctri- En el popular modelo bidimensional propuesto por
ca 116, 117 y favorece la fibrilación ventricular en un Karasek 129, el estrés laboral de un trabajo resulta de
modelo de isquemia aguda 118. Recientemente, se ha la interacción del nivel de exigencia psicológica y la
demostrado que en pacientes con desfibrilador au- libertad de tomar decisiones. Los trabajadores con
tomático implantable, el estrés modifica las propie- grandes exigencias y poca capacidad de controlar
dades eléctricas del corazón sin inducir isquemia 119. su actividad, soportan la mayor tensión, y varios es-
Esta acción proarrítmica directa del estrés psíquico tudios han demostrado que presentan una inciden-
agudo, se ejercería, predominantemente, a través de cia elevada de cardiopatía isquémica, con valores
la activación del sistema simpático 119, y así, en va- del riesgo relativo entre 3,8 y 4,8 129, 130. Otros as-
rios modelos experimentales se ha constatado que pectos del puesto de trabajo, como los turnos rota-
el tratamiento betabloqueante protege de los efectos torios y el trabajo contra reloj, también se asocian a
arritmogénicos del estrés 116, 117. alta incidencia de patología coronaria 131.
Un efecto menos conocido del estrés agudo in- El estrés crónico ejercería su efecto negativo so-
tenso, es la producción de lesión miocárdica en la bre el aparato cardiovascular elevando la tensión ar-
miocardiopatía aguda de estrés 120. Este cuadro clí- terial 132 y activando el eje simpático-adrenal28. En
nico 121, no infrecuente en Japón 122, 123 (cardiomio- mujeres premenopáusicas, el estrés crónico podría
patía Takotsubo), afecta mayoritariamente a mujeres provocar un estado de disfunción ovárica subclínica,
de edad avanzada que, tras un episodio de intenso que favorecería la progresión de la arteriosclerosis 11.
impacto emocional, presentan un cuadro clínico y
electrocardiográfico similar al del IAM, pero con co-
ronarias normales y alteraciones reversibles de la FÁRMACOS PSICOACTIVOS Y CORAZÓN
contractilidad. Estaría producido por espasmo mi-
crovascular, o disfunción de las terminales simpáti- La enfermedad psiquiátrica tiene una alta preva-
cas cardíacas 122, 123. lencia en la población general y, como hemos visto,

292 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298


PSIQUE Y CORAZÓN

es aún más frecuente entre los pacientes con car- imipramina y clomipramina no presentaron capta-
diopatía 12. Por ello resulta imprescindible conocer, ción de anticuerpos, mientras que en el grupo de
por un lado, los efectos cardiovasculares de los psi- pacientes que estaba en tratamiento con amitripti-
cofármacos y por otro, la sintomatología psicológica lina se encontró captación miocárdica que dismi-
que pueden producir los fármacos empleados para nuyó significativamente al suspender la medica-
tratar la patología cardíaca. ción 133.
Los pacientes en tratamiento con ATD a dosis te-
rapéuticas presentan en un veinte por ciento cam-
ANTIDEPRESIVOS bios electrocardiográficos consistentes en incre-
mento de la frecuencia cardíaca y efecto
Inhibidores de la recaptación de la antiarrítmico clase IA con prolongación del interva-
serotonina lo PR y QT, trastorno de la conducción intraventri-
cular, aplanamiento de la onda T y supresión de la
Los inhibidores de la recaptación de la serotonina actividad ectópica. Dosis tóxicas de estos fárma-
(IRS) han desplazado a los antidepresivos tricíclicos cos pueden exacerbar estas alteraciones debido a
(ADT) como tratamiento de primera línea en los pa- sus efectos predominantes en la conducción distal,
cientes cardiológicos con depresión mayor. Compara- así como precipitar arritmias letales, hipotensión
dos con los ADT tienen una eficacia superponible, son severa o insuficiencia cardíaca. Se ha visto que el
mejor tolerados, más seguros en caso de en sobredo- riesgo de arritmias ventriculares se correlaciona dé-
sis y presentan menos efectos sobre el corazón. Aun- bilmente con la concentración sérica del fármaco.
que sean necesarios todavía más estudios , existen da- Sin embargo el electrocardiograma es un método
tos que sugieren que los IRS tienen mínimos efectos útil para detectar la sobredosis ya que es sensible,
cardiovasculares y un margen de seguridad amplio in- específico y nos permite realizar un diagnóstico
cluso en pacientes con enfermedad cardíaca severa. precoz cuando la historia clínica y los hallazgos ex-
En individuos sanos, los IRS no presentan efectos ploratorios no son concluyente 134, 135. Se ha descri-
negativos sobre la contractilidad o conducción car- to que la presencia de un desplazamiento hacia la
díaca y no son cardiotóxicos en caso de sobredosis. derecha de los 40 mseg del vector terminal del
En pacientes cardíacos no producen alteraciones QRS tiene un valor predictivo positivo del 66% en
significativas en la tensión arterial, y desde el punto pacientes con sospecha de sobredosis, pero su au-
de vista electrocardiográfico, solo en raras ocasio- sencia permite excluir la toxicidad cardíaca casi
nes ocasionan bradicardia sinusal. Los IRS sin em- con seguridad. La ausencia simultánea de taqui-
bargo pueden presentar interacciones farmacoló- cardia sinusal, ensanchamiento de los intervalos
gicas importantes ya que inhiben isoenzimas QRS y QT y desplazamiento hacia la derecha del
hepáticas del citocromo P450, por lo que la admi- vector terminal del QRS excluye la posibilidad de
nistración conjunta con betabloquentes lipofílicos sobredosis de ADT 134.
(metoprolol, propanolol), antagonistas del calcio, IE- Los ADT pueden provocar hipotensión postural en
CAS, antiarrítmicos del grupo IC, antiepilécticos, an- más del 20% de los pacientes por lo que hay que te-
tihistamínicos, benzodiacepinas, codeína,y warfarina ner precaución en la población geriátrica. Este efecto
puede elevar los niveles en sangre de dichos fár- se produciría con menos frecuencia con nortriptilina
macos. Además presentan una alta unión a las pro- que con amitriptilina o imipramina. Normalmente los
teínas plasmáticas por lo que puede desplazar a ADT no deben prescribirse en las primeras 6 sema-
otros fármacos aumentando su biodisponibilidad, nas tras un infarto de miocardio no complicado, aun-
esto ocurre por ejemplo con la warfarina y la digi- que la decisión de iniciar un tratamiento con estos fár-
tal 12. macos tras un IAM debe ser individualizada 136.

Antidepresivos tricíclicos Otros antidepresivos

Los antidepresivos tricíclicos producen múltiples El Bupropion se puede considerar una alternativa
efectos cardiovasculares tanto a dosis terapéuticas segura a los ATD en pacientes con cardiopatía is-
como tóxicas. Entre sus múltiples efectos farmaco- quémica ya que no presenta efectos sobre la con-
lógicos está la actividad anticolinérgica, bloqueo ducción o la contractilidad y no induce hipotensión
de la recaptación de noradrenalina en el corazón y ortostática 136. La trazodona, antidepresivo triazopiri-
efecto depresor directo sobre el miocardio. Este úl- dínico, tiene pocos efectos antiarrítmicos, y rara-
timo aspecto ha sido documentado recientemente mente se ha asociado a bloqueo cardíaco y arritmias
empleando anticuerpos monoclonales antimiosina. ventriculares. Puede producir hipotensión ortostáti-
Se ha encontrado que los pacientes que tomaban ca. La mirtazapina es un antidepresivo tetracíclico.

Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298 293


M. A. COBOS GIL y cols.

No ha sido estudiado en pacientes cardiológico, pe- EFECTOS PSIQUIÁTRICOS DE FÁRMACOS


ro en pacientes sanos no afecta a la presión arterial CARDIOVASCULARES
ni a la conducción cardíaca.
Antihipertensivos

NEUROLÉPTICOS A causa de su acción en el sistema nervioso cen-


tral, metildopa, clonidina, reserpina y guanetidina
Son utilizados en los trastornos psicóticos y en pueden producir depresión. La suspensión brusca
pacientes geriátricos para controlar la agitación. de uno de estos fármacos puede ocasionar estados
En general tienen un efecto quinidínico que se po- de ansiedad y agitación. Los diuréticos pueden pro-
ne de manifiesto sobre todo si se toman de ma- ducir cambios cognitivos y alteraciones del humor
nera concomitante antiarrítmicos clase I, en pa- como resultado de las alteraciones hidroelectrolíti-
cientes con hipopotasemia o con alteraciones cas.
significativas de la conducción miocárdica. Los
neurolépticos de baja potencia, producen más hi-
potensión ortostática y taquicardia que los de alta Betabloqueantes
potencia por lo que estos son preferibles en los
pacientes con enfermedad cardíaca significativa. Estos fármacos producen letargia, sedación, fati-
El haloperidol se ha utilizado con seguridad y efi- ga e impotencia. No está claro que todos puedan
cacia en pacientes con enfermedad cardíaca se- producir depresión. Parece más probable que ésta
vera, por vía oral no produce efectos electrocar- se dé en pacientes con historia personal o familiar
diográficos, sin embargo sí se ha descrito que la de distimia y en tratamientos con agentes lipofílicos
administración intravenosa puede producir «torsa- a altas dosis.
de de pointes» por lo que se recomienda vigilar el
intervalo QT1.
Antagonistas del calcio

ESTABILIZADORES DEL HUMOR Parece que los antagonistas del calcio no tienen
efecto sobre el sistema nevioso central.
Litio.—Presenta una cardiotoxicidad mínima. Los
cambios de la onda T que produce a dosis terapéu-
ticas son reversibles y clínicamente irelevantes, y se- Antiarrímicos
rían debidas al desplazamiento del potasio intrace-
lular. La prolongación del intervalo QT puede ser una Lidocaina y quinidina pueden producir ansiedad,
manifestación de toxicidad, junto a síntomas y sig- confusión, desorientación, alucinaciones y exci-
nos neurológicos 135. La toxicidad puede producirse tación del sistema nervioso central. La procainami-
por disminución de la función renal o hipovolemia, da, a su vez, puede causar depresión y alucina-
por lo que debe tenerse precaución en pacientes en ciones.
tratamiento diurético y monitorizar los niveles plas-
máticos.
Digital

ANTIEPILÉPTICOS Los primeros signos de toxicidad por digital pue-


den ser ansiedad, depresión e ilusiones visuales (por
La carbamacepina tiene efecto quinidínico y pro- ejemplo halos amarillos). Los síntomas psiquiátricos
duce hiponatremia. El valproato no tiene efectos car- se pueden producir de igual modo a dosis terapéu-
díacos significativos. ticas.

BENZODIACEPINAS INTERACCIONES ENTRE FÁRMACOS


PSICOTRÓPICOS Y CARDIOLÓGICOS
Son fármacos ampliamente utilizados en los tras-
tornos por ansiedad. Producen depresión respirato- Debido a que algunos fármacos psicotrópicos co-
ria en pacientes con enfermedad obstructiva cróni- mo los ATD disminuyen la tensión arterial pueden
ca e hipercapnia crónica. No presentan efectos producirse efectos aditivos al combinarlos con fár-
cardíacos por lo que puede utilizarse con seguridad macos antihipertensivos, por otro lado al interferir en
en pacientes cardiológicos graves. la recaptación neuronal de la clonidina y guanetidi-

294 Monocardio N.º 4 • 2001 • Vol III • 286-298


PSIQUE Y CORAZÓN

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