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FACULTAD DE DERECHO CIENCIAS Y POLITICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO.

TEMA:

“.AMBITO DE APLICACIÓN DEL IMPUESTO A LA RENTA- BASE


JURISDICCIONAL DEL IMPUESTO A LA RENTA”

DOCENTE: Mg. Elvis A. Aponte Ríos

INTEGRANTES:

 RAMIREZ ESTRADA, María Teresa


 RIBERA COBOS, Gibson
 ROSALES ROQUE, Manuel
 SILVA SERNA MARTHA LORENA
 VERA CHEVEZ FELIPE SANTIAGO

CURSO: DERECHO TRIBUTARIO II

CICLO: VI

TUMBES – PERU

2018
AMBITO DE APLICACIÓN DEL IMPUESTO A LA RENTA

1. Introducción.

La hipótesis de incidencia consiste en que la ley describe al hecho generador de la


obligación tributaria. Esta descripción legal abarca los aspectos objetivos,
subjetivos, espaciales y temporales del hecho generador de la obligación tributaria.
Nosotros nos vamos a concentrar en el estudio de la Ley del Impuesto a la Renta del
Perú–LIR1, especialmente en la parte que se refiere a los aspectos objetivos de la
hipótesis de incidencia. En otras palabras, vamos a realizar un estudio del artículo 1º
de la LIR para conocer las diversas rentas que se encuentran sometidas al Impuesto
a la Renta.

2. Política Fiscal
Partimos del análisis económico de los impuestos. De este modo estaremos en
mejores condiciones para conocer e interpretar los alcances del artículo 1º de la
LIR.
2.1. Principio de Retribución El punto inicial es el Principio de Retribución. Si
el Estado produce bienes y servicios, entonces los usuarios de los mismos deben
cubrir el financiamiento.

¿Cómo saber si una persona natural o empresa ha utilizado la actividad estatal?


Sucede que la obtención de rentas por parte de los agentes económicos del sector
privado son indicios razonables del uso de la actividad estatal, tal como se explica a
continuación.

2.2. Renta Vamos a partir de un ejemplo, si las empresas realizan actividades


económicas, tales como fabricación de bienes, entonces la rentabilidad que van a
llegar a lograr es gracias al factor capital (explotación de la maquinaria), factor
trabajo (labores de los obreros y empleados) y factor Estado (aprovechamiento de
bienes y servicios que ofrece el Estado). Con relación al último de los factores
indicados, vamos a asumir que una fábrica de cerveza ubicada en Lima vende su
producto solamente en esta ciudad, su rentabilidad es 100. En cambio si esta fábrica
vende su producto en todo el país, su rentabilidad es 300. Esta mayor renta (200) se
debe, en gran parte, al aprovechamiento de las carreteras del país para llevar a cabo
el transporte de la mercadería. En consecuencia, la renta es una evidencia razonable
de la utilización de la actividad estatal.
2.3. Impuesto Por otra parte, ¿cómo financiar la utilización de la actividad
estatal? Uno de los mecanismos más aceptados es el impuesto. Es decir, se trata de
un pago obligatorio que tienen que realizar los agentes económicos (fabrica) a favor
del Estado. Las Finanzas Públicas quedan reforzadas, en la medida que ciertos
ingresos corrientes del Estado van a ser fijos y seguros.

2.4. Imposición a la Renta Conjugando las ideas de renta e impuesto


arribamos a la imposición a la renta. En este sentido, podemos decir que, en el
diseño de esta clase de impuestos, el primer punto a desarrollar tiene que ver con la
delimitación de los casos en que procede dicha carga tributaria. Para estos efectos se
considera adecuado tomar como punto de referencia a la renta; pues, como ya
hemos indicado, se trata de un índice confiable acerca de la utilización de la
actividad estatal. Entonces el legislador del Impuesto a la Renta, lo primero que
tiene que detallar, son aquellas rentas relevantes que obtienen los agentes
económicos del sector privado, capaces de justificar una retribución al Fisco.
3. LEY DEL IMPUESTO A LA RENTA
El Art. 1º de la LIR considera dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la
Renta los siguientes ingresos:
a) Las rentas que provienen del capital, del trabajo y de la aplicación conjunta
de ambos factores.
b) Las ganancias de capital;
c) Otros ingresos que provengan de terceros.
d) Las rentas imputadas. Vamos a estudiar cada uno de estos casos por
separado.
4. TEORÍA RENTA
Producto En la Política Fiscal nos encontramos con la teoría llamada “renta-
producto”, según la cual se considera renta afectable con el Impuesto a la Renta a
los ingresos corrientes que se obtienen como resultado de la explotación de ciertas
fuentes permanentes, tales como el capital, trabajo o ambos. Este concepto de renta
se encuentra consagrado en el artículo 1º-A de la LIR cuando establece que en el
ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta se encuentran las rentas que provienen
del capital, del trabajo y de la aplicación conjunta de ambos factores, entendiéndose
como tales aquellas que provengan de una fuente durable y susceptible de generar
ingresos periódicos.

4.1. Rentas de Capital.


Vamos a partir de un ejemplo. María es una persona natural que es propietaria de
un predio y lo arrienda, a cambio de una merced conductiva equivalente a 1,000
dólares mensuales, que ciertamente se encuentran dentro del ámbito de aplicación
del Impuesto a la Renta. En primer lugar, advertimos la presencia de un predio. Este
inmueble se considera capital, porque María lo compró para usar (y no para vender).
Además, en los hechos, este predio siempre fue ocupado por María como casa-
habitación. Entonces, para que un predio califique como capital hay que analizar la
finalidad de la compra (María compró el inmueble para vivir) y, además, hay que
analizar los hechos (desde que María compró el predio, siempre lo utilizó como casa
habitación). En segundo lugar, este predio es una fuente de riqueza porque es capaz
de generar cierta rentabilidad. Así ocurre cuando María explota económicamente el
inmueble, vía el arrendamiento. El caso opuesto es una casa medianamente
destruida por un terremoto. Es muy difícil pensar que esta clase de propiedad pueda
ser objeto de algún aprovechamiento económico capaz de generar beneficios sujetos
a imposición. En tercer lugar, observamos que la renta (1000) es un fruto
perfectamente separable de la fuente que lo origina. En otras palabras, la renta
(1000) es el resultado o consecuencia de la explotación de la fuente capital (predio).
En cuarto lugar, apreciamos que este ingreso es periódico, toda vez que
normalmente un contrato de arrendamiento de un predio tiene como plazo de
duración un año y el inquilino procede con un pago mensual de la merced
conductiva. En quinto lugar, advertimos que María conserva la propiedad de la
fuente capital, en todo momento. En otras palabras, María inicia el aprovechamiento
económico del predio, sin desprenderse del inmueble. En sexto lugar, vemos que el
origen de la renta es voluntario o contractual. Es decir que María, por propia
decisión, ha decidido explotar una fuente (capital) productora de renta. No estamos
frente a enriquecimientos donde interviene el puro azar, como puede ser el caso de
una persona natural que sube a un avión y se encuentra con una billetera perdida que
contiene 2,000 dólares. En sétimo lugar, la capacidad contributiva se hace evidente
en la obtención de riqueza; la misma que generalmente consiste en sumas dinerarias
que ingresan a la esfera patrimonial de María.

4.2. Rentas del Trabajo


Por ejemplo, Juan es contador independiente y atiende a un cliente, a cambio
de una retribución de 500 dólares. Este ingreso ciertamente se encuentra dentro del
ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta. En primer lugar, cabe señalar que el
trabajo viene a ser la fuente generadora de renta. Este trabajo se traduce en cierta
labor, predominantemente intelectual. En segundo lugar, notamos que la renta (500)
es un fruto claramente distinguible de la fuente que lo genera. Dicho de otro modo,
la renta (500) es el resultado de la explotación de la fuente trabajo. En tercer lugar,
debemos destacar que este ingreso es periódico, en el sentido que un contrato de
locación de servicios usualmente tiene un plazo de duración de 1 año y el cliente
procede con el pago mensual de los respectivos honorarios. Inclusive, si recién el
último día de diciembre del año Nº 1 un profesional comienza a prestar sus
servicios, por primera vez en su vida, a cambio de una retribución equivalente a 100
dólares; esta renta de todos modos cumple el requisito legal de periodicidad; toda
vez que es suficiente que exista la potencialidad o probabilidad para obtener
ingresos periódicos. En cuarto lugar, se entiende que la fuente generadora de
riqueza es permanente, sobre todo por su carácter eminentemente personal. Mientras
el profesional se encuentre en su ciclo de vida productivo, mantiene la capacidad
laboral para generar renta. En quinto lugar, podemos anotar que el origen de la renta
es voluntario o contractual. Juan, por propia voluntad, presta sus servicios
profesionales; es decir, que Juan por propia decisión procede con explotar una
fuente que genera riqueza: el trabajo personal. En sexto lugar, es claro que la
capacidad contributiva se pone de manifiesto cuando Juan obtiene riqueza de corte
monetario.
4.3. Rentas del Capital y Trabajo.
Tomemos un ejemplo. Una empresa se dedica a fabricar un par de zapatos, a
cambio de un precio o renta equivalente a 30 dólares. En primer lugar, notamos que
las fuentes generadoras de riqueza son: capital y trabajo. El capital, básicamente,
está constituido por los activos fijos tales como inmuebles y maquinarias. El trabajo
viene a ser la labor de los empleados, obreros, ejecutivos, personal administrativo,
etc. En la medida que exista una explotación conjunta de ambos factores, entonces
la empresa puede obtener ingresos por la venta de su mercadería. En segundo lugar,
la renta (30) es perfectamente separable de las fuentes que la generan. El ingreso
(30) viene a ser el resultado de la explotación de las fuentes capital y trabajo. En
tercer lugar, en la medida que nos estamos refiriendo a la venta de mercaderías,
definitivamente tenemos que pensar que los respectivos ingresos son con carácter
periódico. En cuarto lugar, las fuentes que son capital y trabajo ciertamente tienen
vocación de permanencia. La empresa mantiene la propiedad de sus activos fijos
(capital) y sólo transfiere la propiedad de su mercadería en las operaciones de venta
que realiza con sus clientes. En quinto lugar, la renta (30) tiene origen voluntario,
pues las ventas de mercadería definitivamente son transacciones económicas en el
contexto del libre juego de la oferta y demanda. En sexto lugar, resulta claro que la
capacidad contributiva queda en evidencia cuando la compañía obtiene riqueza
monetaria.
5. TEORÍA FLUJO DE RIQUEZA
En la Política Fiscal se ha desarrollado la teoría denominada “flujo de riqueza”,
según la cual dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta se encuentra
todo beneficio que obtiene una persona natural o empresa.
6. EMPRESAS .
Vamos a comenzar el análisis de nuestra legislación a la luz de la teoría flujo
de riqueza, tomando como punto de partida los casos de empresas, en el entendido
que son unidades de explotación conjunta de capital y trabajo.
6.1. Ley del Impuesto a la Renta
El último párrafo del Art. 3º de la LIR señala que –en materia de empresas– el
ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta alcanza a cualquier ganancia o ingreso
derivado de operaciones con terceros.
Para la Política Fiscal, la teoría flujo de riqueza abarca los beneficios que
obtienen las empresas, exista o no una operación con terceros.
Por ejemplo,
si una empresa XX vende su activo fijo por un precio de 100; obtiene una renta que
se encuentra dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta; pues en este
caso la venta constituye una operación con terceros que genera un beneficio
gravable. Por otra parte, la empresa XX participa en el juego de la lotería y se gana
un premio de 200,000 dólares, obteniendo una renta que también se encuentra
dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta. Desde el punto de vista
económico la compañía XX no ha realizado una operación con terceros, en la
medida que dicha empresa no ha llevado a cabo una venta, así como tampoco ha
prestado servicios. Es verdad que desde la perspectiva jurídica la compañía XX ha
celebrado un contrato de juego de azar con la entidad organizadora del juego de
lotería, pero insistimos en que la empresa XX no ha realizado actividad económica
alguna a favor de terceros y, sin embargo, obtiene un beneficio gravable con el
Impuesto a la Renta. En el terreno legal, la LIR se refiere a los beneficios
económicos que obtienen las empresas, solamente cuando realizan operaciones con
terceros. Se trata de un texto cuyo contenido es limitado, toda vez que estaría
excluyendo del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta a los beneficios que
obtienen las empresas cuando no provienen de operaciones con terceros. 6.2.
Reglamento del Impuesto a la Renta Por su parte, el Art. 1º-g del Reglamento del
Impuesto a la Renta – RIR2 establece que la ganancia o ingreso derivado de
operaciones con terceros a que se refiere el Art. 3º de la LIR es la obtenida en el
devenir de la actividad de la empresa en sus relaciones con particulares, en las que
los intervinientes participan en igualdad de condiciones y consienten el nacimiento
de obligaciones. Agrega la norma reglamentaria que, en consecuencia, constituye
ganancia o ingreso para una empresa, el beneficio proveniente de actividades
accidentales, ingresos eventuales y por concepto de transferencias a título gratuito
que realice un particular a su favor. Finalmente, esta norma del RIR precisa que el
término empresa comprende a toda persona o entidad perceptora de rentas de tercera
categoría y a las personas o entidades no domiciliadas que realicen actividad
empresarial.
6.2.1. Visión de conjunto
Realizando una apreciación global sobre los alcances de este dispositivo
reglamentario, nos parece que su texto es un tanto más amplio que la ley,
incluyendo dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta a ciertos
beneficios que obtiene una empresa, exista o no una operación con terceros.
6.2.2. Primer párrafo del texto reglamentario
(Art. 1º-g del RIR) Esta parte del RIR se refiere básicamente a los beneficios que
obtienen las empresas
en sus operaciones con terceros, como resultado del desarrollo de su objeto social.
Es el caso de una fábrica de zapatos que vende su mercadería y obtiene ingresos.
Estos beneficios son gravables. Sin embargo, el texto reglamentario limita las rentas
afectables solamente al caso de beneficios de origen voluntario o contractual. Si una
ley establece un beneficio económico para las empresas como por ejemplo el
drawback (devolución de impuestos): ¿Se trata de una renta gravable? Aquí nos
encontramos ante un beneficio que no tiene origen voluntario. Desde el punto de
vista del principio de retribución, no se justifica la afectación de este beneficio,
porque las empresas no han utilizado la actividad estatal, de tal modo que no tienen
por qué realizar retribución alguna al Fisco, vía el pago de impuestos. Esta sería la
razón por la cual el primer párrafo del texto reglamentario no comprende a los
beneficios de origen legal dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta.
6.2.3. Segundo párrafo del texto reglamentario
(Art. 1º-g del RIR) Nos estamos refiriendo a los beneficios que obtiene la empresa
por concepto de actividades accidentales, ingresos eventuales y por transferencias a
título gratuito que realiza un particular a su favor. Veamos cada uno de estas figuras
por separado. En el caso de actividades accidentales podemos citar ciertos casos de
indemnizaciones que resultan gravables. El Art. 3º.b de la LIR señala que se
encuentran dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta las
indemnizaciones destinadas a reponer, total o parcialmente, un bien del activo de la
empresa, en la parte que exceda del costo computable de ese bien.
Si una empresa de transporte de pasajeros sufre la pérdida de una unidad
vehicular porque se cae a un precipicio, la compañía de seguros paga una
indemnización de 100. Supongamos que el costo computable del vehículo es 80.
Entonces, la renta afectable es 203. Como se aprecia, el origen de la renta gravable
para el contribuyente se encuentra en cierto hecho involuntario y accidental: el
siniestro o pérdida de la unidad vehicular por accidente. Mientras que en el primer
párrafo del texto reglamentario se hace referencia a los beneficios de las empresas
derivados de la realización de las actividades voluntarias y propias de su objeto
social, el segundo párrafo del texto reglamentario más bien se dirige a los beneficios
de las empresas que se originan en hechos ajenos a su voluntad y desarrollo de su
objeto social.
El otro caso tiene que ver con los beneficios eventuales que obtiene una
empresa. Es el caso de las compañías que participan en el juego de lotería y ganan
un premio de 200,000 dólares. Aquí nos encontramos ante un resultado gravable
que depende exclusivamente del azar y que ocurre de modo extraordinario.
Advertimos que el primer párrafo del texto reglamentario se refiere a los ingresos
voluntarios, siempre que se encuentren vinculados al objeto social de la empresa. En
cambio, tratándose de los beneficios eventuales que venimos estudiando, el segundo
párrafo del texto reglamentario más bien considera gravables ciertos beneficios
involuntarios y ajenos al desarrollo del objeto social de la empresa.
El tercer y último caso

Tiene que ver con las transferencias a título gratuito que realiza un particular en
beneficio de la empresa. El caso típico es la donación que terceros realizan a favor
de una empresa. Una persona natural o una compañía pueden donar dinero, bienes
muebles, inmuebles, etc., a una empresa ZZ. Este beneficio obtenido por la
compañía ZZ es gravable. En los dos primeros casos contemplados en el párrafo que
venimos comentando, apreciamos operaciones a título oneroso; en la medida que la
empresa que obtiene el beneficio económico debe pagar un precio. La empresa de
transporte de pasajeros tiene que pagar un precio (prima) a la compañía de seguros.
La empresa que gana el premio en el juego de la lotería debe pagar un precio a la
entidad que organiza dicho juego para poder participar. En cambio, en materia de
donaciones, el beneficiario no tiene que pagar un precio al donante. Notamos que en
el primer párrafo del texto reglamentario es importante que el beneficio se encuentre
vinculado al desarrollo del objeto social de la empresa. En cambio en el caso de los
beneficios a título gratuito que venimos analizando, éstos pueden o no estar
relacionados con el desarrollo del objeto social de la empresa que recibe la
donación. Por ejemplo, una fábrica de zapatos puede recibir en donación cierta
maquinaria. Se trata de un beneficio que se encuentra dentro del ámbito de
aplicación del Impuesto a la Renta. Por otra parte, un Banco puede recibir por
concepto de donación un determinado predio que lo destina al desarrollo de
actividades culturales, pues lleva adelante un proyecto de casa-museo. La donación
del predio de todos modos constituye un beneficio gravable.

6.2.4. Tercer párrafo del texto reglamentario

(Art. 1º.g del RIR) Recordemos que esta parte del RIR establece que el término
empresa comprende a toda persona o entidad perceptora de rentas de tercera
categoría y a las personas o entidades no domiciliadas que realicen actividad
empresarial. En este caso, el sujeto que obtiene el beneficio gravable, si tiene la
situación de domiciliado en el Perú y es perceptor de rentas de tercera categoría,
califica como empresa para los efectos de la determinación de los beneficio
gravables. Normalmente, el RIR se está refiriendo a los beneficios que obtienen las
empresas que participan en el proceso de producción y distribución que se realiza en
el Perú. Esta parte del RIR parece ser una norma poco elaborada, pues estaría
llegando a comprender ciertos casos que en estricto no corresponde. Por ejemplo, un
contador, que presta sus servicios de modo independiente, residente en Lima, resulta
que en el 2004 compra un predio donde vive y además compra una casa de playa,
más una casa de campo cercana a Lima. Este profesional también compra una casa
que se encuentra lejos de Lima, pero dentro del Perú, para ocuparla con motivo de
vacaciones. Si en el 2009 este contribuyente vende todos estos predios, los ingresos
que obtiene por la venta del predio que se encuentra lejos de la ciudad de Lima
califica como renta de tercera categoría, según lo dispone el Art. 28º.a de la LIR.
Sin embargo, no parece adecuado y carece de mayor sentido considerar que este
sujeto califica como empresa, en los términos que plantea el tercer párrafo del texto
reglamentario que venimos analizando: toda vez que en este caso difícilmente el
contribuyente va a obtener beneficios por concepto de actividades accidentales,
ingresos eventuales o por transferencias a título gratuito que los particulares realicen
a su favor. Por otra parte, tenemos el universo de los sujetos que obtienen beneficios
económicos y califican como no domiciliados en el Perú. Solamente si estos sujetos
realizan actividad empresarial, califican como empresa para los efectos del tercer
párrafo del texto reglamentario que venimos analizando.

7. El RIR no define lo que debe entenderse por actividad empresarial. Nosotros


consideramos que la actividad empresarial debe ser entendida como toda
participación que realiza un sujeto en el proceso de producción y distribución.

Si una empresa residente en EE.UU

Presta el servicio de reparación en el Perú, sufre un siniestro en el país y obtiene una


indemnización gravable dentro de los alcances del Art. 3º de la LIR; entonces este
beneficio se encuentra dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta. 7.
Ganancia de Capital Continuando con el estudio de los alcances de la teoría flujo de
riqueza observamos que el Art. 1º.b se refiere a las ganancias de capital. En el Art.
2º de la LIR se precisa el concepto de ganancia de capital. Debe entenderse por
capital a los bienes que son adquiridos por el contribuyente para su uso propio. Esta
norma también precisa que la ganancia de capital se configura cuando ocurre una
enajenación del capital. En esta clase de beneficios, el contribuyente se desprende
de la propiedad del bien. Al respecto conviene recordar el Art. 5º de la LIR cuando
señala que se entiende por enajenación a la venta, permuta, cesión definitiva,
expropiación, aportes a sociedades, y, en general, todo acto de disposición por el
que se transmite el dominio a título oneroso. Es interesante repasar que para la
teoría renta-producto, el beneficio (ingreso) debe ser periódico y tiene que provenir
de una fuente (capital y/o trabajo) permanente. En cambio para la teoría flujo de
riqueza, especialmente en el caso de la ganancia de capital, el beneficio puede ser
extraordinario (o sea no se trata de un beneficio periódico) y el contribuyente más
bien se desprende de la fuente generadora de riqueza: capital. Es oportuno distinguir
entre renta de capital y ganancia de capital. Una renta de capital son los ingresos o
beneficios que obtiene el titular de un bien (capital) por su explotación. Por ejemplo,
nos estamos refiriendo a la merced conductiva derivada del arrendamiento de un
predio. En cambio, la ganancia de capital tiene que ver con el beneficio que se
obtiene por enajenar o transferir la propiedad del capital (predio). Por otra parte, el
término –ganancia– debe ser entendido como sinónimo de beneficio, el mismo que
se encuentra dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta. Tema
diferente es el resultado de una venta (de un bien de capital). Dicho resultado puede
generar una ganancia (porque los ingresos superan a los costos y gastos de la
operación) o pérdida (si los costos y gastos de la operación superan a los ingresos).

7.1. Personas naturales


Líneas atrás vimos el caso de un contador independiente que en el 2009 vende. Sus
4 predios. En el caso específico de la venta de su casa-habitación, los ingresos que
obtenga el contador se encuentran inafectos al Impuesto a la Renta. Estos ingresos
califican como ganancia de capital. Lo que pasa es que legislador cuenta con la
opción de gravar o inafectar este beneficio. La LIR peruana señala la inafectación de
este beneficio, según se desprende de la parte final del Art. 2º de la LIR. Tratándose
de la venta de la casa de playa y casa de campo, los ingresos que obtenga el contador
constituyen ganancia de capital que además se encuentran dentro del ámbito de
aplicación del Impuesto a la Renta. En cambio, los ingresos que tiene el contador,
provenientes del predio que se encuentra lejos de la ciudad de Lima, constituye un
caso especial. En el Perú existen pocas personas que pueden llegar a comprar esta
clase de inmuebles para su uso personal o familiar. En rigor, si en el 2004 la compra
del predio ha sido para uso privado y efectivamente así ha ocurrido todos estos años;
entonces, los ingresos por concepto de la venta del predio en el 2009 son
considerados una ganancia de capital para la política fiscal. Sin embargo, el legislador
entiende que en estos casos podría haber maniobras para evitar el pago del Impuesto a
la Renta que grava las utilidades empresariales. Podría ser que la sociedad anónima
HH se dedica al comercio de predios, pagando el Impuesto a la Renta del 30% sobre
las utilidades. Uno de los socios mayoritarios de esta sociedad es Eduardo y conviene
con su hermana Manuela para que ella participe como compradora y vendedora de
predios en calidad de persona natural y no de empresa. El objetivo de esta maniobra
sería que las utilidades por la venta de predios se encuentren sometidas al Impuesto a
la Renta que corresponde para las personas naturales, cuyo nivel es menor al 30%.
Por esta razón, el art. 28º.a de la LIR señala que los ingresos que corresponde a la
venta del cuarto predio de propiedad del contador, ubicado lejos de la ciudad de
Lima, no califican como ganancia de capital y más bien se encuentran sometidos al
tratamiento del Impuesto a la Renta para empresas, según se desprende del Art. 28º.a
de la LIR. 7.2. Empresas Las empresas también pueden lograr una ganancia de
capital. Así ocurre cuando una compañía vende su activo fijo por un precio de 24,000
dólares. En este caso la ganancia de capital (24,000 dólares) se encuentra dentro del
ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta, según se desprende del art. 2º.b.4 de la
LIR.

7.2.. Drawback En virtud del drawback,


El exportador tiene derecho a una entrega de dinero por parte del Estado, por
concepto de los derechos arancelarios que ha pagado en la importación de mercancías
que han sido empleadas en la fabricación de los bienes exportados. El monto de esta
entrega de dinero por parte del Estado se calcula mediante una fórmula que consiste
en el 5% sobre el valor FOB de la exportación. Esta fórmula no permite que el Estado
devuelva al exportador el monto exacto de los derechos arancelarios pagados en la
importación de mercancías. En este sentido, se aprecian tres alternativas. En primer
lugar, los derechos arancelarios pagados por el exportador son como 100 y la entrega
de dinero que realiza el Estado a favor del exportador es 80. En segundo lugar, los
derechos arancelarios pagados por el exportador son como 100 y la entrega de dinero
que realiza el Estado a favor del exportador es 130. En tercer lugar, los derechos
arancelarios pagados por el exportador son como 100 y la entrega de dinero que
realiza el Estado a favor del exportador es 100. Como se aprecia, en la primera y
segunda alternativa no necesariamente opera una devolución exacta por parte del
Estado al exportador respecto de los derechos arancelarios pagados en la importación
de mercancías. La teoría flujo de riqueza requiere la existencia de un beneficio que
fluya hacia el contribuyente. En el caso planteado, solamente en la segunda
alternativa se aprecia un beneficio, en la medida que los derechos arancelarios
pagados por el exportador son como 100 y la entrega de dinero que realiza el Estado a
favor del exportador es 130. Entonces, se aprecia un plus de 30, que ciertamente
constituye un beneficio. La existencia de una dispositivo legal (ley aduanera) que
ordena al Estado la entrega de una determinada suma de dinero a favor de los
exportadores, previo cumplimiento de ciertos requisitos; ciertamente no constituye
una “operación con terceros” capaz de generar beneficios gravados con el Impuesto a
la Renta. El Tribunal Fiscal en la Resolución Nº 03205-4-2005 del 20 de mayo de
2005 sigue esta línea de pensamiento. Finalmente, nos parece que esta conclusión
también queda reforzada desde el punto de vista del principio de retribución. Para que
el exportador obtenga ingresos por concepto de drawback, ha sido suficiente la
existencia de un dispositivo legal. En este caso, la empresa no ha utilizado bienes y
servicios estatales que deba retribuir o financiar. Por tanto, no se justifica la
aplicación del Impuesto a la Renta sobre los referidos ingresos que obtiene el
exportador.
7.3. Transferencias otorgadas por una Municipalidad
A una empresa municipal La Municipalidad Provincial de Tacna realizó
transferencias de dinero a favor de una empresa municipal (empresa estatal de
Derecho Privado) constituida por dicho Gobierno Local. En el respectivo Presupuesto
Municipal no se explican las razones de estas transferencias. La empresa municipal
no está obligada a realizar contraprestación alguna a favor de la Municipalidad
Provincial de Tacna. Atendiendo a la teoría flujo de riqueza, en este caso se aprecia la
existencia de un beneficio a favor de la empresa municipal. En efecto, la transferencia
otorgada por la Municipalidad Provincial de Tacna constituye un ingreso dinerario
que mejora la posición económica de la empresa municipal para elevar la calidad de
sus servicios, cumplir con el pago de sus deudas, etc. Se entiende que en este caso
existe una operación con terceros en la medida que fluye riqueza de un sujeto a otro.
Aquí se aprecia una circulación de riqueza que va de la Municipalidad Provincial de
Tacna hacia la empresa municipal. ¿Existe una operación con terceros cuando el
beneficio que obtiene el contribuyente es a título gratuito? Repasando nuestro
concepto sobre los beneficios gravables, que son obtenidos por las empresas gracias a
sus operaciones externas, podríamos decir que en esta situación se deberían encontrar
comprendidos todos aquellos beneficios que simplemente no son el resultado de
operaciones internas del contribuyente

En este sentido, entendemos que lo que ha querido decir el último párrafo del
Art. 3º de la LIR es que son gravables todos los beneficios que no provengan de
operaciones internas de la empresa. Gracias a esta interpretación amplia de la LIR,
deben considerarse gravados los beneficios que son obtenidos por las empresas en
virtud de sus operaciones con terceros, sean estas a título oneroso e incluso a título
gratuito. Si una empresa vende sus activos fijos a cambio de una retribución (100),
nos encontramos ante un beneficio (100) como resultado de una operación que realiza
la compañía con terceros, a título oneroso. Nótese que la onerosidad de la operación
consiste en que ambas partes que participan en el proceso de flujo de riqueza tienen
que cumplir obligaciones o prestaciones económicas. Por otra parte, si una empresa
XX dona un predio (300) a la compañía ZZ, también estamos frente a un beneficio
(300), que es la consecuencia de una operación que lleva a cabo la empresa ZZ con
terceros (XX), a título gratuito. Apréciese que la gratuidad de la operación consiste en
que solamente una de las partes, en este caso el donante XX, tiene que cumplir con
cierta obligación o prestación económica. En este último caso, al margen de la
característica de unilateralidad de la operación, existe un proceso de flujo de riqueza
que va de un sujeto (empresa XX) a otro (compañía ZZ), constituyendo una
operación externa perfecta. Por esta razón el Art. 1º.g del RIR, segundo párrafo,
señala que se encuentran gravados los beneficios económicos a título gratuito que
obtenga el contribuyente. Estos fundamentos han sido recogidos por el Tribunal
Fiscal en la Resolución Nº 01760-5-2003 del 28-03-03, de tal modo que el órgano
resolutor también concluye que la transferencia obtenida por la empresa municipal
constituye un ingreso que se encuentra dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a
la Renta. 11. Indemnización Vamos a realizar un estudio especial del Impuesto a la
Renta sobre las indemnizaciones.

7.4.. Concepto de indemnización


Luego de producido un daño, la víctima busca el resarcimiento. En este sentido, la
indemnización tiene por objetivo el volver a poner las cosas, tal como se encontraban
antes de la ocurrencia del siniestro. Por ejemplo, si una empresa pierde cierta unidad
vehicular (pérdida de 100 para el sujeto perjudicado) por un accidente de tránsito, la
compañía de seguros habrá de entregarle una suma de dinero (ingreso de 100 para el
sujeto perjudicado) con la finalidad que pueda comprar otra unidad vehicular. Como
se aprecia, una vez que opera la indemnización, las cosas vuelven prácticamente al
estado anterior a la ocurrencia del siniestro. 11.2. Clases de indemnización Para
efectos tributarios nos interesa analizar la indemnización por daño emergente y la
indemnización por lucro cesante.

7.5.. Indemnización por daño emergente


En este caso, el siniestro consiste en cierto hecho que implica una disminución de
patrimonio para la víctima. Por ejemplo, un patrimonio inicial de 100 disminuye y
queda en 80. Entonces, el daño emergente es 20. Se trata de un daño presente, en la
medida que –en el mismo instante de ocurrido el siniestro– se produce la pérdida de
patrimonio (20). Por ejemplo, en el momento que cae al precipicio cierta unidad
vehicular de una empresa de transporte interprovincial de pasajeros, cuyo valor es 20;
se produce una pérdida patrimonial de 20. Para efectos del Impuesto a la Renta, se
aprecia que la víctima ha sufrido una pérdida de patrimonio de 20. A su turno, la
respectiva indemnización por daño emergente de 20 viene a constituir una
recuperación de patrimonio. En otras palabras, la indemnización (20) logra que la
empresa recupere un bien de capital (ómnibus), que viene a ser una fuente productora
de renta. Planteadas así las cosas, no se aprecia alguna ganancia que justifique la
aplicación del Impuesto a la Renta. Por esta razón, en principio, la indemnización por
daño emergente se encuentra inafecta al Impuesto a la Renta, tal como ha quedado
establecido por el Art. 1º.e del Reglamento del Impuesto a la Renta-RIR. Sin
embargo, de modo excepcional, el Art. 3º.b de la Ley del Impuesto a la Renta-LIR
abre la posibilidad que cierta clase de indemnización por daño emergente se pueda
encontrar dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta. Se trata de aquella
indemnización destinada a reponer, total o parcialmente, un bien del activo de la
empresa, en la parte que exceda el costo computable de este bien. Por ejemplo, la
empresa que se dedica al transporte interprovincial de pasajeros compra un ómnibus
cuyo valor es 30. Este valor se registra en el Balance, dentro de la cuenta de activo
fijo. De conformidad con el Art. 20º de la LIR, este valor de adquisición (30) se
considera como costo computable. Si este ómnibus, en pleno servicio de transporte, el
6 de enero del año Nº 1 se cae al precipicio y queda completamente inutilizado, la
compañía de seguros procede con la indemnización, expidiendo, a favor de la
empresa perjudicada, un cheque, con fecha 4 de abril del año Nº 1, por 35. En la
medida que el monto indemnizatorio es 35 y el costo computable es 30, entonces
solamente el exceso (5) califica como una renta (indemnización por daño emergente)
que se encuentra dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta. En efecto,
este plus de 5 parece ser un monto que no está resarciendo daños a la empresa de
transporte, de tal modo que se constituye en cierto beneficio económico que debe
gravarse. Este beneficio viene a ser el resultado de una operación con terceros, en la
medida que se origina en la ejecución de un contrato en donde se aprecia un flujo de
riqueza (5) que proviene de la compañía de seguros hacia la empresa de transporte.
Pero el propio Art. 3º.b de la LIR y el Art. 1º.f del RIR establecen que esta renta (5)
queda excluida del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta si se cumplen 2
requisitos de modo acumulativo. En primer lugar, la adquisición de la nueva unidad
vehicular se debe contratar dentro de los 6 meses que siguen a la fecha de percepción
del monto indemnizatorio. En segundo lugar, la reposición efectiva del bien debe
ocurrir dentro de los 18 meses siguientes a la fecha de percepción del monto
indemnizatorio. Con relación al primer requisito, cuando el RIR se refiere a la
contratación para adquirir la nueva unidad vehicular, se debe entender que se trata de
un acuerdo de voluntades entre el proveedor del ómnibus y el cliente, debiendo
utilizar la forma escrita, para efectos de sustentar este acto ante la Administración
Tributaria, en caso que se realice una fiscalización. La fecha de este documento
suscrito por ambas partes se debe encontrar dentro de los 6 meses que siguen a la
fecha de emisión del cheque indemnizatorio (4 de abril del año Nº 1). Entendemos
que este contrato puede consistir en la compraventa, alquiler-venta, leasing y, en
general, cualquier clase de contrato cuya finalidad es la adquisición de propiedad del
bien por parte del cliente. Con relación al segundo requisito, se debe entender que la
reposición efectiva significa que el ómnibus adquirido para reemplazar a la unidad
vehicular siniestrada debe encontrarse operativo, es decir, ya debe estar prestando el
servicio de transporte, dentro del plazo de 18 meses siguientes a la fecha de
percepción del monto indemnizatorio. La razón de la posibilidad de excluir el plus de
5 del Impuesto a la Renta tiene que ver con ciertas razones de mercado. Podría
suceder que ya no se fabrican vehículos con las mismas características del ómnibus
siniestrado. Sin embargo, los fabricantes han lanzado al mercado un nuevo modelo de
ómnibus, parecido a la versión anterior, pero con nuevas ventajas tecnológicas, que
justifican un precio de venta, algo mayor (35). En la medida que la empresa de
transportes aplica el integro del monto indemnizatorio (35) a la adquisición del nuevo
vehículo, entonces –en esencia– ocurre una recuperación de capital para la empresa
de transportes. Por tanto, no existe alguna utilidad susceptible de ser gravada con el
Impuesto a la Renta.
7.6.. Indemnización por lucro cesante
En este caso, el siniestro consiste en determinado hecho que impide el crecimiento
del patrimonio para la víctima. Por ejemplo, el patrimonio inicial de 100 no crece
hasta 140. Entonces, el lucro cesante es 40. Nos encontramos ante un daño futuro, en
el sentido que –con posterioridad a la ocurrencia del siniestro– sobrevendrán los
daños. Por ejemplo, si la empresa de transporte interprovincial de pasajeros sufre la
caída al precipicio de una de sus unidades vehiculares el día lunes, recién el día
martes esta compañía va a comenzar a experimentar la privación de ingresos porque
no va a poder prestar su servicio con dicho ómnibus. Es posible que, previo contrato,
una compañía de seguros indemnice el lucro cesante (40) a favor de la empresa de
transportes. Desde el punto de vista del Impuesto a Renta, esta indemnización
constituye una renta que debe ser considerada dentro del ámbito de aplicación del
Impuesto a la Renta. Este beneficio (40) viene a ser el resultado de una operación con
terceros, en la medida que se origina en la ejecución de un contrato en donde se
aprecia un flujo de riqueza (40) que proviene de la compañía de seguros hacia la
empresa de transporte.

7.7.. Intereses moratorios


Seguidamente, procedemos con efectuar un análisis especial sobre los intereses
moratorios. Dentro de los alcances del Art. 1º.c de la LIR, que considera renta
gravable a los demás ingresos que provienen de terceros, se encuentran dos temas
importantes: indemnización e intereses moratorios. Con relación a este último punto,
se discute si los intereses moratorios indemnizan daño emergente o lucro cesante.
Veamos con detenimiento este asunto.

7.8.. Clases de intereses


El art. 1242º del Código Civil distingue entre el interés compensatorio y el interés
moratorio. El interés compensatorio constituye una retribución por el uso del dinero o
cualquier otro bien. Por ejemplo, la empresa AA presta 100 a la compañía BB y esta
paga un interés anual de 10%. En la medida que la empresa AA presta un servicio
financiero (préstamo de dinero), la compañía BB retribuye o paga el precio de este
servicio, abonando el interés anual. Por tanto, este interés califica como
compensatorio o retributivo. Desde luego, el interés compensatorio (10 anual)
constituye renta gravable, gracias a la teoría renta-producto plasmada en el Art. 1º.a
de la LIR y la teoría flujo de riqueza consagrada en el último párrafo del art. 3º la LIR
1. En efecto, para la teoría renta-producto, el interés compensatorio viene a ser la
rentabilidad (resultado o producto) que se obtiene luego de producida la explotación
de la fuente capital (monto prestado de 100). El interés compensatorio es pues una
típica renta de capital. A su turno, la teoría flujo de riqueza nos dice que el interés
compensatorio viene a ser un beneficio, como consecuencia de la realización de una
operación con terceros, en la medida que se aprecia un flujo de riqueza (interés anual
de 10) de la empresa BB hacia la compañía AA. El interés moratorio más bien tiene
por finalidad indemnizar la mora en el pago. Si una empresa se demora en pagar
salarios a sus trabajadores, causa perjuicios a estas personas, en la medida que no van
a tener liquidez para realizar sus compras habituales (consumos de primera
necesidad), tampoco podrán cumplir sus compromisos de pagos de deudas en las
fechas ya programadas, etc. El pago del interés moratorio por parte del empleador
tiene por finalidad resarcir al trabajador para que se reponga económicamente de los
perjuicios económicos padecidos. Para efectos tributarios, si sostenemos que el
interés moratorio indemniza un daño emergente, entonces se trata de un ingreso para
la víctima, inafecto al Impuesto a la Renta. En cambio, si sostenemos que el interés
moratorio indemniza determinado lucro cesante, la consecuencia es que se trata de un
ingreso para la víctima que se encuentra dentro del ámbito de aplicación del Impuesto
a la Renta.

7.9.. Incumplimiento de la obligación de pago de un precio


La casuística sobre la aplicación de los intereses moratorios es muy amplia. Vamos a
concentrarnos en cierto caso particular que incluso ha merecido un pronunciamiento
del Tribunal Fiscal. Nos estamos refiriendo a las situaciones donde existe el
incumplimiento de la obligación de pago de un precio. Una empresa estatal que presta
el servicio público de suministro de agua potable cobra interés moratorio al cliente
que paga con atraso el precio (100) que corresponde a su consumo mensual de agua.
En este caso tan puntual, se discute si este interés moratorio se encuentra dentro del
ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta.

7.10. Posición que sostiene que el interés moratorio indemniza al daño


emergente Según esta perspectiva de enfoque, cuando ha vencido el plazo contractual
para que el cliente pague el precio por su consumo mensual de agua, se generan dos
efectos negativos (daños) para la empresa pública que presta el servicio de suministro
de agua. En primer lugar, el proveedor del servicio se priva de la disposición de una
determinada suma de dinero. Esta pérdida de liquidez es un daño inmediato y actual.
No se trata de un daño futuro. Por tanto, se aprecia un daño emergente. En segundo
lugar, el proveedor del servicio queda impedido de realizar nuevos negocios, por no
contar con sustento económico. Esta privación de aprovechar oportunidades de
negocios también es un daño inmediato y actual. No nos hallamos ante perjuicios
futuros. Nuevamente aparece el daño emergente. Todos estos daños y perjuicios
suelen ser indemnizados mediante el pago de intereses moratorios por parte del
deudor moroso. Estas ideas también se pueden expresar en los términos que se
explican a continuación. Un a vez celebrado el contrato del servicio de suministro de
agua potable, surgen derechos y obligaciones para los sujetos intervinientes. En el
caso del proveedor del servicio, se genera el derecho a cobrar una determinada
retribución (100) dentro del plazo legal pactado. Este derecho (cuenta por cobrar)
ingresa, de inmediato, a la esfera patrimonial (5,000) del proveedor del servicio. Si el
cliente incumple su obligación de pago del precio, queda afectada –de modo directo y
actual– la esfera patrimonial (5,000) del proveedor del servicio; toda vez que el
patrimonio de la empresa estatal sufre una pérdida de 100. Por tanto, estamos frente a
un daño emergente. En la medida que el interés moratorio que cobra el proveedor del
servicio tiene por finalizar indemnizar los daños emergentes sufridos por este,
entonces se trata de ingresos que se encuentran fuera del ámbito de aplicación del
Impuesto a la Renta, en virtud del art. 1º.e de la LIR.
7.11. Posición que sostiene que el interés moratorio
Indemniza el lucro cesante De acuerdo a este planteamiento, cuando ha vencido el
plazo contractual para que el cliente pague el precio por su consumo mensual de
agua, se genera un efecto negativo para el proveedor del servicio: queda
imposibilitado de obtener futuras ganancias (200), debido a que no va a poder
celebrar negocios, toda vez que ya no cuenta con sustento económico. Estas futuras
ganancias (200) que se dejan de obtener constituyen un perjuicio económico cierto y
determinado. En consecuencia, nos encontramos ante la típica figura del lucro
cesante. En otros términos, antes que el cliente se encuentre en situación de mora
(atraso) con relación al cumplimiento de su obligación de pagar el precio mensual por
concepto de suministro de agua, el patrimonio del proveedor del servicio es 5,000.
Luego que el cliente queda constituido en situación de mora, el proveedor del servicio
queda impedido de incrementar su patrimonio (5,000), pues dejará de obtener
ganancias futuras (200). Por tanto, el interés moratorio que obtiene el proveedor del
servicio constituye una indemnización por lucro cesante, de tal modo que se trata de
ingresos que se encuentran dentro del ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta.
Este es el parecer del Tribunal Fiscal en la Resolución Nº 879-2-2001 del 26-07-01.
13. Incremento más consumo patrimonial A continuación, ofrecemos un estudio
sobre determinados casos especiales que se encuentran gravados bajo los alcances de
la teoría del consumo más incremento patrimonial.

7.12. Teoría del consumo más incremento patrimonial


En otras oportunidades, ya hemos explicado que esta teoría se centra en el
patrimonio. Más exactamente, esta teoría se concentra en el flujo de patrimonio2 a lo
largo de un período generalmente anual. Por ejemplo, el patrimonio inicial de un
trabajador independiente es 100 y experimenta un ingreso adicional debido a un
cobro de honorarios de 15. Luego se produce un egreso de 15 para realizar ciertos
consumos. Entonces, se considera que este monto de consumo (15) pone en evidencia
un previo ingreso de 15. Para la Política Fiscal, desde una perspectiva de “flujo “de
patrimonio, el punto de partida consiste en el ingreso al patrimonio de 15 (incremento
patrimonial). Aquí se encuentra el “kid” del asunto. Por otra parte, para las
legislaciones, desde el punto de vista práctico u operativo, el punto de partida más
bien es un hecho que debe ser probado: consumo de 15. Luego, si el consiguiente
ingreso previo de 15 no tiene un origen que pueda ser explicado y sustentado por el
contribuyente ante la Administración Tributaria, entonces nos encontramos ante un
incremento patrimonial no justificado que, además, constituye una renta no declarada.
Por tanto, el ingreso de 15 pasa a ser gravado con el Impuesto a la Renta. Ahora
veamos otro ejemplo. El primero de enero del año Nº 1, el patrimonio de un
profesional independiente es 2. En julio del año Nº 1, esta persona percibe honorarios
por 98. Dos meses después, esta persona natural compra un predio cuyo valor es 98.
Esta adquisición inmobiliaria pone en evidencia un previo ingreso de 98. Para la
Política Fiscal, desde una perspectiva de “flujo” de patrimonio, el punto de partida
consiste en el ingreso al patrimonio de 98 (incremento patrimonial). Este es el “kid”
del asunto. De otra parte, para las legislaciones, desde el punto de vista práctico u
operativo, el punto de partida es un hecho que debe ser probado: adquisición del
predio por un valor de 98. Luego, si el consiguiente ingreso previo de 98 no tiene un
origen que pueda ser explicado y sustentado por el contribuyente ante la
Administración Tributaria, entonces nos encontramos ante un incremento patrimonial
no justificado que, además, constituye una renta no declarada. Por tanto, el ingreso de
98 va a ser gravado con el Impuesto a la Renta. 2 La teoría del consumo más
incremento patrimonial, además. Regresando al campo de la Política Fiscal, ambos
casos (consumo y adquisición predial), constituyen hechos que forman parte de un
proceso de “flujo” de patrimonio; pues primero existe un ingreso (renta gravada) que
incrementa el patrimonio del contribuyente y luego este incurre en consumos o
adquisiciones patrimoniales. Nos parece que esta teoría debería llamarse simplemente
teoría del “flujo patrimonial”. En cambio, la clásica denominación de teoría del
“consumo más incremento patrimonial” propicia confusiones conceptuales, pues
parecería ser que la figura del consumo es un tema que no tendría nada que ver con el
incremento patrimonial. Sin embargo, tal como hemos apreciado líneas atrás, tanto en
los casos de consumo como en las adquisiciones de patrimonio relevante (predial,
vehicular, accionario, etc.) lo esencial es que (detrás de tales operaciones) existe un
proceso de incremento patrimonial (renta que sustenta los consumos o compras
realizadas). Volvemos a reiterar que este es el “kid” del asunto. Si esta renta no es
justificada ante la Administración Tributaria y no consta en las Declaraciones Juradas
del Impuesto a la Renta; entonces se encuentra gravada con este tributo. Por otra
parte, también ya hemos comentado en otra oportunidad que esta teoría comprende un
vasto conjunto de casos gravables con el Impuesto a la Renta. El legislador peruano
ha recogido solamente algunos de estos casos, entre los que destaca el incremento
patrimonial no justificado. En la presente década, la SUNAT viene aplicando con
mayor intensidad estas figuras legales. A continuación, vamos a estudiar ciertos casos
que ocurren de modo generalizado. 13.2. Préstamo de dinero a una empresa Por
ejemplo, Juan es dueño de una empresa unipersonal. Juan presta 100 a esta empresa.
La Administración Tributaria, en su procedimiento de fiscalización, se concentra en
la compañía y sostiene que en dicha empresa (contabilidad) se aprecia un flujo
patrimonial gravable. En efecto, la Administración Tributaria señaló que seguramente
la empresa vendió mercadería por un valor de 100; sin facturar, ni declarar, para
evadir el pago del Impuesto a la Renta (e IGV). Estas ventas explicarían el
incremento de patrimonio no justificado de la empresa por un monto de 100. Por
tanto, la SUNAT procedió con la determinación del respectivo Impuesto a la Renta.
El Tribunal Fiscal, mediante la Resolución Nº 484-1-98, señaló que más bien
debemos concentrarnos en Juan y no en su empresa (contabilidad). Hay que analizar
la posibilidad de un flujo patrimonial gravable en cabeza de Juan.

8. Según el Tribunal,
Juan primero ha debido obtener un ingreso de 100. Después, Juan ha procedido con
prestar esta suma a su empresa. Si este ingreso de 100 no tiene un origen conocido
que pueda ser explicado y sustentado3 ante la Administración Tributaria y se trata de
una renta que no ha sido incluida en las declaraciones juradas de Juan (como persona
natural); entonces nos encontraríamos ante un incremento patrimonial no justificado
por parte de Juan, por la suma de 100. Aquí tendría cabida la aplicación del Impuesto
a la Renta. Por estas razones, el Tribunal Fiscal devolvió el expediente a la SUNAT
para que concentre su fiscalización en el movimiento patrimonial de Juan, analizando
el origen de la renta (100), así como la probable no inclusión de este ingreso en las
respectivas declaraciones juradas de Juan, para efectos de proceder con la
determinación del Impuesto a la Renta de cargo de este, si es el caso.

8.1.. Aporte de capital


a una empresa María aporta 500 a una empresa. La SUNAT fiscaliza a María y
le requiere que sustente su capacidad económica para haber realizado dicho aporte.
María sostuvo que su padre le regaló la referida suma de 500 y presenta una copia
simple de la declaración jurada de este regalo, otorgada por su papá, con firma
legalizada ante el notario. La Administración Tributaria sostuvo que no se presentó el
documento original; de tal modo que no se encuentra convenientemente acreditado el
origen del ingreso de 500 al patrimonio de María. La SUNAT concluye que en este
caso se ha producido un incremento patrimonial no justificado de 500, procediendo
con determinar el Impuesto a la Renta.

El Tribunal Fiscal, en la Resolución Nº 2432-1-2001 del 03-05-02, ordenó a


la SUNAT que requiera a María la presentación del documento original del regalo de
la suma de 500 por parte de su padre, para determinar la existencia o no de un
incremento patrimonial no justificado. Además, el Tribunal indica que la SUNAT
debe ampliar su fiscalización, investigando al padre de María; pues este también debe
sustentar cierta capacidad económica que le permita regalar el monto de 500 a su hija
María. En el caso que este padre no pueda acreditar el origen de esta renta y resulte
que dicho ingreso no aparece en sus declaraciones juradas del Impuesto a la Renta; se
trataría de un incremento patrimonial no justificado, de tal modo que la
Administración Tributaria tendría que proceder con determinar el Impuesto a la
Renta.

9. BASE JURISDICCIONAL DEL IMPUESTO A LA RENTA.

Están sujetas al impuesto la totalidad de las rentas gravadas que obtengan los
contribuyentes que, conforme a las disposiciones de esta Ley, se consideran domiciliados
en el país, sin tener en cuenta la nacionalidad de las personas naturales, el lugar de
constitución de las jurídicas, ni la ubicación de la fuente productora.

En caso de contribuyentes no domiciliados en el país, de sus sucursales, agencias o


establecimientos permanentes, el impuesto recae sólo sobre las rentas gravadas de fuente
peruana.

Base Legal: Artículo 6º del Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a la
Renta (Decreto Supremo Nº 179-2004-EF)
10. Conclusiones .

- El Impuesto a la Renta es un tributo fiscal, eso quiere decir que ha sido creado con la
única finalidad de suministrar recursos al Estado para que pueda financiar la
atención de los servicios públicos básicos a toda la nación. Por ello, constituye en
uno de los dos impuestos del gobierno nacional que más recursos económicos le
otorga al Estado.
- El impuesto a la renta se grava respetando el principio de legalidad, reserva de ley,
igualdad, capacidad contributiva, no confiscatoriedad, deber de contribuir, entre
otros; esto quiere decir que, para cobrar este impuesto tiene que haber de por medio
un mandato legal dictado por el Congreso de la República.
- A fin de garantizar el cumplimiento oportuno del pago del Impuesto a la Renta, la
ley ha establecido una serie de obligaciones formales que debe cumplir el deudor,
entre ellas se encuentra la obligación de presentar Declaraciones Juradas Anuales
de la renta generada en el ejercicio anterior. En estas declaraciones el deudor
incluye todos sus ingresos gravados obtenidos durante el ejercicio y determina el
impuesto a pagar aplicando determinadas tasas porcentuales establecidas por ley de
acuerdo a cada categoría de renta obtenida.
- Las declaraciones del impuesto a la renta constituyen obligaciones formales que todo
contribuyente debe cumplir, de no hacerlo en los plazos establecidos se está
incurriendo en una infracción tributaria pasible de imponerse una multa por parte de
la Administración Tributaria - Sunat.
- Para el ejercicio 2018, mediante Decreto legislativo 1261 se han incorporado
importantes modificaciones en la Ley del Impuesto a la Renta tanto de personas naturales
como de empresas, entre las que se resaltan la reducción de las tasas porcentuales a las
rentas provenientes de tercera, cuarta y quinta categoría. Estas nuevas alícuotas recién serán
aplicadas en las declaraciones del mes de marzo del próximo año.
11.Bibliografia.

Revista empresarial

www.monpografias.com

libro virtual portal Uladech Impuesto a la renta.

Anexos.

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