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Universidad Autónoma de Nuevo León

Preparatoria #3

ACTIVIDAD INTEGRADORA ET. 1

MATERIA: LITERATURA

MAESTRO: LUIS ALBERTO GAMBOA REYES

Alumno: GAEL ALEJANDRO GALVAN MATA MAT. 1918127

GRUPO 311 TURNO: MATUTINO

Fecha de entrega: 01 septiembre 2018.

Madero Y Félix U. Gómez, Centro, Monterrey, Nuevo León a 01 Septiembre 2018.


Torres...... el costo de ser infiel¨¨

Era un domingo por la mañana, Alfredo se dirigía a Chipinque que, a caminar


como cada domingo, pero este domingo seria especial, una joven llamo su
atención, su cabello bailaba con el viento mientras trotaba rumbo a la meseta,
Alfredo iba un poco más atrás, cuando de repente, salió un mapache que la
asusto haciéndola tropezar, Alfredo corrió a ayudarla, pues al caer se había
lastimado lun tobillo.

Alfredo: hola, te puedo ayudar, vi que caíste muy fuerte.

Elena: ¡me duele! el tobillo, me duele,

Alfredo, permíteme ayudarte, apóyate en mi hombro para salir del camino,


¿dónde está tu carro?

Elena: no tengo, vine con unas amigas, pero ellas se adelantaron.

Alfredo: si gustas te puedo llevar a donde necesites tengo mi auto cerca, por
cierto, me llamo Alfredo.

Elena: Si gracias, yo soy Elena, Elena López,

Alfredo, muy bonito nombre, no como el mío......

Elena, mmmmmm. Alfredo suena lindo.

Alfredo: mentirosa…. pero gracias.

Caminaron cuesta abajo por unos minutos hasta el coche de Alfredo.

Elena, Que bonito auto, un mini cooper, ¿pues en que trabajas?

Alfredo: Soy representante de ventas, visito a médicos y farmacias por todo


Monterrey.

Elena, que padre, debes de conocer mucha gente y muchos lugares, me


gustaría tener un trabajo así.

Platicaron por largo rato mientras Alfredo llevaba a Elena hacia la clínica para
que la revisaran, Elena quedo maravillada con Alfredo, se dijo a sí misma, que
suerte, en encontrarme a alguien como Alfredo, todo sucede por algo.
Como se han de imaginar, Alfredo y Elena siguieron frecuentándose, idas al
parque, al cine, a cenar, hasta que por fin Él se le declaro.

De nueva cuenta fue Chipinque, trotaban juntos y cuando llegaron al sitio


donde gracias al mapache, por primera vez se conocieron Alfredo se paró de
repente, Elena algo confundida lo ve y cuando regresaba hacia el Alfredo puso
una rodilla en el suelo,

Elena: te pasa algo,

Alfredo, si, la verdad si, ya no puedo más......la verdad ya no puedo más,

Ya no puedo seguir con esto.

Elena Extrañada y preocupada y algo temerosa, le pregunta.

Elena: que pasa, me asustas, ¿con que no puedes seguir? ¿Qué te duele?

Alfredo: tengo algo que decirte, y debe ser aquí, no puede ser en otra parte.

Elena aun sin saber que pasa, ve como lentamente Alfredo, se acerca más a
ella, tomándola de la mano y sin dejar de mirar sus ojos, se inclina hasta poner
una rodilla en el suelo, Elena comienza a llorar…hay un breve silencio, que se
rompe con el canto de las aves del lugar, pues comienza a amanecer y entre los
primeros rayos del sol, los murmullos del viento, ese viento que juaga con el
cabello de Elena, y el canto de los pájaros Alfredo algo nervioso le dice.

Alfredo: Elena tenemos poco tiempo de conocernos, pero la verdad siento que
no poder seguir así, la verdad quiero pasar el resto de mi vida con la mujer que
en este lugar me robo el corazón.

Elena, no lo podía creer, no se esperaba, aunque la verdad lo ansiaba, habían


tocado el tema del matrimonio muchas veces, pero Alfredo decía que no era
para él, más, sin embargo, ahí estaba, ese muchacho que hace unos meses era
un desconocido para Elena, menciono esas palabras que toda mujer quiere
escuchar.

Alfredo, Elena no puedo vivir sin ti, no quiero vivir sin ti, …y sacando una
pequeña cajita al momento de abrirla se escuchó......quieres casarte conmigo.
Elena llorando, de felicidad sin pensarlo, se hinco con él y fundiéndose en un
beso no hubo que decir más........

Pasaron dos meses y se llegó la fecha, una boda sencilla, solo por Lo Civil, pues
Alfredo no quería casarse por la Iglesia, siempre fue un punto de discusión
entre los dos, pero Elena era feliz, casada al fin con ese muchacho tan atento
que conoció en Chipinque.......

La recepción fue muy animada entre familiares y amigos de ambos, algunos


compañeros de Alfredo, entre ellos una señorita que recién se había
incorporado a la compañía donde Alfredo trabajaba, Bertha........

Alfredo apenas conocía a Bertha, recién la habían presentado la nueva Gerente


de sucursal, Alfredo quería dar buena impresión y la invito a la boda, a decir
verdad, a Alfredo no le era indiferente Bertha y al parecer..........bueno ya se
enteraran.

Pasaron los días y ya de regreso de su viaje de bodas, Alfredo regreso de nuevo


a su rutina, visitando clientes entre Doctores, clínicas, farmacias y una que otra
reunión de trabajo, llegando algunas veces tarde, Elena siempre lo esperaba
para platicarle su día, entre el aseo de su casa, la visita a su madre y las pláticas
con vecinas, ya que ella decidió ser mujer de hogar, dejo la Normal Superior,
cambio su sueño de ser Maestra por ser madre, si ¡madre! Alfredo no sabía,
pero Elena ya estaba esperando a su primer hijo.

Nació Alejandro, se parecía tanto a Elena, se adelantó un poco, nació antes de


lo previsto, y algo enfermizo, frecuentemente Elena despertaba a Alfredo a
media noche para llevar al pequeño Alejandro al hospital.

Así transcurrió un año, entre enfermeras y doctores por el pequeño Alex,


llegadas tarde de Alfredo por sus constantes reuniones de trabajo o algún viaje
de negocios y una que otra discusión por la falta de dinero pues los gastos se
incrementaban, un bebe sí que sale caro pensaba Alfredo, quien redoblaba
esfuerzos para poder cumplir con sus obligaciones de ahora padre de familia.

Elena, Elena aun así Elena era feliz, pues de nuevo una alegría ilumino su vida,
la llegada de Amelia, por fin una hermanita para Alejandro, también muy
parecida a su mama, decía la madre de Elena, quien a su ver tenía la felicidad
completa,

Alfredo por otra parte, continuaba con parte de su rutina, seguía con sus
caminatas en chipinque cada que podía, Elena ya no, pues se quedaba a cuidar
de sus hijos, que el tener 2 hijos uno de un año y medio y otra recién nacida no
es fácil, ya no se cuidaba tanto, no le quedaba tiempo decía, soy una mama de
tiempo completo.

Solo había algo que la tenía un poco intranquila, sentía a Alfredo un tanto
distante, sería el trabajo que lo absorbía mucho, o esas juntas hasta tarde,
como que las cosas no fluían igual,

Alfredo, era otra historia, desde hace poco más de un año que salía con Bertha,
desde que la conoció cuando entro a laborar en su compañía le llamo la
atención es por eso que Alfredo no se perdía ninguna junta y se quedaba
después para hablar de sus clientes con su nueva Jefa, a ella tampoco le era
indiferente y gustosa lo escuchaba, Bertha pensaba para si- hasta que
encuentro un hombre interesante, lástima que pronto se casara, pero.........
que importa, no soy celosa.

Bertha: disculpa Alfredo, estas seguro del paso que vas a dar, casarse es algo
serio.

Alfredo: Ya lo decidimos, y la verdad creo que va a ser bueno para los dos.

Bertha: ósea que no estás muy seguro, piénsalo bien, se te puede ir alguna
oportunidad de conocer a alguien interesante ¿no crees?

Alfredo, bueno tal vez a esa persona no le parezca importante que yo este
casado.

Llego la boda, y en la recepción cuando presentaba a sus compañeros con su


flamante esposa Elena, Bertha no dejaba de observar a Elena,

Berta pensaba- que habrá visto en ella, yo soy mucho mejor, soy más alta, me
veo mucho mejor que ella, además creo que le gusto a Alfredo, y la verdad, no
me importaría que estuviera casado.
Ya en el baile Bertha pudo bailar con Alfredo, quien la verdad se encontraba
algo nervioso por la manera de bailar de Bertha quien aprovechaba cuando
alguna pareja los empujara para pegarse más a él, y en una de tantas alcanzo a
decirle al oído,

¨ Tienes razón, no me importaría que seas casado ¨

Alfredo se quedó sin habla, la verdad no se imaginaba que Bertha lo viera de


esa manera, lo más importante, porque en ese momento, se acababa de casar,
mil cosas pasaron por su mente, en ese momento Bertha le volvió a repetir,

Bertha: me escuchaste, no me importaría que seas casado.

Se acabó la música, en ese momento Elena fue hacia ellos pues seguía el partir
el pastel y todo lo demás.

Se acabó la fiesta, al día siguiente partieron a su Luna de Miel, los fueron a


despedir sus familiares y amigos Bertha entre ellos, quien le dijo a Alfredo
antes de que partieran,

Bertha: Cuídese mucho recuerde que lo esperan sus clientes y nosotros


también.

Alfredo: muchas gracias, gracias a todos.

Elena: no se preocupe, primero Dios regresamos la próxima semana,

Así fue como partieron entre abrazos de sus amigos y las miradas algo
insistentes de Bertha.

Bertha: ya se fueron, bueno, cuando regrese, cuando regrese.

Paso el viaje de bodas, Elena se quedó en casa y Alfredo a regresar al trabajo


con cierto interés, en volver a ver a Bertha, serían los tragos pensaba él, bueno
a trabajar, su día siguió normal, ya por tarde la secretaria de Bertha se
comunicó con Alfredo, indicándole que uno de sus clientes había presentado
una queja y necesitaban tocar el tema que lo esperaban a las 7pm en las
oficinas, se dieron las 7pm y Alfredo llego a la oficina de Bertha toco antes de
entrar pues no veía a nadie todos salían a las 6 de la tarde,

Alfredo buenas tardes, me mando usted llamar,

Bertha: si pase Alfredo, por favor póngase cómodo.

¿Cómodo? Pensó Alfredo, ¿se quejó un cliente?, ¿qué me va a decir? Eran las
preguntas que rebotaban en la cabeza de Alfredo, cuando del otro lado del
escritorio Bertha lo miraba insistentemente

Bertha: y dígame como le fue en su viaje de bodas, se divirtió mucho, espero


que sí porque aquí se le extraño bastante.

Alfredo, la verdad si nos divertimos mucho, me gusta mucho la playa y nos


fuimos a Can Cun, nos tocó buen clima mucho sol, la playa preciosa y las
noches muy frescas.

Bertha, que bueno que se divirtió mucho con su mujer.

Alfredo: Gracias, pero disculpe la pregunta, me dijeron que un cliente se había


quejado, quisiera saber que hice mal, no recuerdo haber hecho algo como para
que se quejara nadie.

Bertha: a eso, no se preocupe ya lo resolví, me debes una Alfredo.

Alfredo algo desconcertado observo como Bertha se levantó de su escritorio y


se acercó hacia él y nuevamente le susurró al oído.

¨No me importa que seas casado, dándole un beso en la boca a Alfredo, quien
le correspondió con la misma intensidad, está por demás que mencionar que
paso después, solo les diré que Alfredo llego algo tarde a su casa ese día.

Así fue como Berta y Alfredo se volvieron amantes, y las juntas de trabajo se
volvieron más frecuentes a partir de ese día.
Alfredo con su doble vida llevaba más de un año, tenía un hijo ya con Elena y
estaban esperando a Amelia, cuando Bertha le dio cierta noticia que le movería
aún más el mundo a su alrededor.

Berta: Cariño, tengo algo que decirte

Alfredo: Dime

Bertha: te tengo una noticia que te va a encantar

Alfredo: Dime, no me dejes así

Bertha: tengo 3 meses que no he tenido mi periodo, pensaba que esta por el
estrés, pero hoy fui a hacerme un chequeo y que crees.

Alfredo: que, que dime....

Bertha: ¡estoy embarazada!, ¡voy a ser mama, ¡vamos a tener un hijo!

Alfredo se quedó sin habla, un hijo pensaba el, ya tengo a Alejandro, Elena está
esperando a Amelia y ahora Bertha también, ¿qué voy a hacer?

Bertha que lo vio algo desconcertado lo calmo,

Bertha, descuida, no te estoy pidiendo nada, yo estoy bien contigo siempre


quise que pasara, la verdad desde que empezamos esta relación yo quería un
hijo tuyo, pero siempre usaste protección, siempre me cuidaste, pero ahora
me vas a dar un hijo.

Las palabras de Bertha punzaban a cada momento los pensamientos de


Alfredo, un hijo con Bertha, como le pondremos a Alejandro le puso el nombre
Elena, la niña se va a llamar Amelia, ya se ¡Alberto ¡ ojala le guste también a
Bertha, le propuso el nombre de Alberto y ella acepto con gusto,

Bertha: Alberto qué bonito nombre y me gusta más porque tú se lo buscaste.

Así Alfredo combinaba su doble vida, Casado con Elena y sus momentos con
Bertha.

Se llegó el tiempo en que nacieran tanto Amelia como Alberto, y Alfredo se las
ingeniaba para poder pasar tiempo con su familia y con Bertha y Alberto,
aprovechaba que los domingos iba a chipinque para pasar las mañanas del
domingo con Bertha y Alberto, mientras Elena atendía a sus hijos en su casa,
era de esperarse que viviera estresado que Elena descubriera su ¨otra familia¨
pero ese día llego...

Un domingo de tantos que Alfredo según estaría en sus caminatas de


Chipinque Elena lo quería sorprender, preparo unos refrigerios, refrescos los
biberones y pañales de Amelia tomo un taxi y se fue a Chipinque para
encontrarlo y pasar una mañana familiar diferente, pero lo que se encontró
cambiaría su mundo, Alfredo, abrazado muy cariñoso con otra mujer y el
cargando un bebe.......... tomo un respiro, camino hacia ellos, hasta ese
momento Alfredo no se había percatado que Elena también estaba ahí Elena
reconoció el lugar, el mismo lugar donde poco más de dos años atrás había
conocido a Alfredo, por fin les dio alcance lo jala del hombro, Alfredo al verla le
cambio el semblante no alcanzo a mencionar palabra

Elena: Alfredo¡¡ ¿quién es ella? ¿Qué haces con ese bebe?, ¿qué está pasando?

Alfredo: Elena, no es lo que piensas, ella es una amiga. Lo que pasa......

Bertha: No Alfredo, eso no, me llamo Bertha, y Alfredo está cargando a nuestro
hijo

Esas palabras rompieron el corazón de Elena, no podía procesar lo que estaba


pasando, ella quería un domingo en familia y ahora, las imágenes de ellos
abrazados como uno familia feliz no lo podía concebir.

TE ODIO¡¡ le grito Elena no te quiero volver a ver, ni vallas a la casa ni te nos


acerques TE ODIO, TE ODIO.

Se alejó de ellos con sus hijos, directo a casa de sus padres, les conto todo lo
que paso, después de tratar de tranquilizarla y de ver que no habría marcha
atrás la apoyaron en su decisión, DIVORCIO.

No había marcha atrás, era inevitable, el divorcio entre Elena y Alfredo, dentro
del divorcio uno de los puntos fue el compromiso mensual de entregar una
cantidad para la manutención de sus dos hijos hasta que ellos cumplieran su
mayoría de edad.
Era de esperarse que después del divorcio Bertha y Alfredo se fueran a vivir
juntos en la casa de Bertha, ahora como una familia, Alfredo cumplía con su
compromiso de entregar a Elena mensualmente la manutención que cubría el
gasto de sus hijos, el pedía verlos, no siempre se podía, están dormidos, se
fueron con sus abuelos, ya vamos de salida, muchas escusas para que el no
tuviera oportunidad de acercarse.

Pasaron los años 18 para ser exactos en la casa de Elena Alejandro quien ya
trabajaba había aceptado que la manutención de su papa ya había terminado,
pero continuaba con sus estudios pues su trabajo le ayudaba a pagarlos y
ayudar a su madre, Amelia por su parte quería seguir estudiando Elena no lo
podía costear, no contaban con ahorros para pagar la carrera que Amelia
quería y pensaba en exigirle a su padre que le siguiera pagando su estudio
hasta que lo terminara, era su obligación decía Amelia, es lo menos que puede
hacer.

Por otra parte, en la casa de Bertha y Alfredo Alberto ya de 18 años Estudiaba


en FACPIA pues quería ser contador como su papa, Alfredo siempre apoyaba a
Alberto, quien correspondía al ser de los primeros lugares en la escuela desde
la primaria, siempre muy dedicado al estudio y sus obligaciones.

Alfredo ya hombre de 40 años fue a hacerse un chequeo que la empresa le


solicitaba como todos los años, voy a aprovechar tengo un tiempo que no me
siento bien del todo se decía a sí mismo, se realizó los estudios, y al ir por los
resultados recibió una noticia que no esperaba, le pidieron que acudiera junto
con su esposa e hijo pues la situación que se presentaba era para tomarse en
serio, Ya en el consultorio la familia reunida el medico les explico los exámenes
que habían realizado, las veces que repitieron el proceso dando un diagnostico
CANCER DE PROSTATA, Alfredo se derrumbó, cáncer, cáncer, Berta lo
reconfortaba tranquilo estamos en esto juntos, Si papa, decía Alberto te vamos
a apoyar que tenemos que hacer le pregunto Alberto al doctor,

Aquí podemos iniciar el tratamiento, pero les informo, el costo es elevado si


tiene seguro de gastos médicos no tendrán problema. Afirmaba el Doctor.
Bertha tomo la iniciativa no te preocupes, tenemos lo suficiente para iniciar el
tratamiento, vendemos la camioneta de ser necesario, pero lo vas a iniciar de
inmediato.

Programaron el inicio del tratamiento dos días después en el Hospital


Universitario, tengan paciencia decía su médico, es un tratamiento algo
tedioso, pero le va a ayudar, en la etapa en que se encuentra y la edad que
tiene le dan muchas probabilidades de éxito, apenas terminaba el doctor de
hacer este comentario cuando aparecieron en la sala de espera Elena
acompañada de sus hijos Amelia y Alejandro.

Elena: Donde está, quiero verlo.

Bertha: está en tratamiento.

Elena: no me mientas, lo queremos ver, tenemos más derecho que tú y tu hijo.

El Doctor trato de tranquilizar a Elena. Señora, este no es lugar para


escándalos, tranquilícese o llamo a seguridad.

Bertha: tú le pediste el divorcio, que haces aquí, él es mi marido lárgate o te


mando sacar.

Amelia: No le hable así a mi mama, usted es la que le robo a mí papa, vieja


zorra,

Alejandro: Cálmate no digas esas cosas.

Amelia: es la verdad que no vez que por ellos nos dejó mi papa, míralos, se ve
que les da de todo.

Elena: si, por eso nunca estaba con ustedes. Nunca los buscaba

Bertha: No mientas, él siempre quería verlos y tú nunca lo dejaste, solo te


importaba que te diera el dinero cada mes.

El doctor que ya no podía controlas la situación, solicito la presencia de los


guardias del Hospital para que no les perimieran el acceso y los mantuvieran
solo en la sala de espera.
Que difícil situación para las 2 familias, un engaño una doble vida, una
infidelidad la vida te la cobra tarde que temprano, Alfredo, no soporto el
tratamiento.................

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